Terminadas las vacaciones fuera de Madrid tenía ganas de ir de nuevo a ver qué especies estaban entrando en Las Pozas (el hide de www.greenextremadura.com en Serrejón). La visita no me decepcionó: el martín, que llevaba unos días sin entrar antes de irme de vacaciones, ha vuelto por sus fueros, ha tomado posesión de la charca y prácticamente vive allí... es más, al revisar las fotos, parece que hay más de un individuo.
No hace falta decir que el martín, como el petirrojo, como los abejarucos, y como tantos otros pájaros, nunca aburre al fotógrafo; por más fotos de martín que tengas, siempre apretarás el botón de disparo con gusto cuanto veas uno en el visor.
Por otra parte ya se va notando que estamos a finales de agosto y que comienza el paso de migrantes. Pronto tendremos especies muy esperadas como el torcecuellos (ya me han comentado que ha entrado hace un par de días) o el colirrojo real. De momento, me conformé con las especies que os muestro:
Como ya he dicho antes, espero que los próximos días sean estupendos en cuanto a entradas de especies nuevas... Ya os iré contando.
Blog personal de Luis M. Cuaresma, observador, pintor y fotógrafo de la Naturaleza.
sábado, 27 de agosto de 2011
miércoles, 17 de agosto de 2011
Por tierras cántabras
Después de unos días de playa nada mejor que subir al norte, a Cantabria, para refrescarse un poco. Este año el tiempo ha resultado peor de lo esperado. Del 1 al 12 de agosto únicamente ha brillado el sol cuatro días... pero cuando el sol ilumina los paisajes cántabros la sensación es indiscriptible.
En el vertedero de Palencia (parada intermedia) me llamaron la atención un grupo de unos 18 buitres leonados (que pasan la noche en los rastrojos cercanos, a la espera de la llegada de los camiones de basura), multitud de milanos y cientos de cigüeñas que, por la noche, copan cada pivote y saliente de los edificios palentinos (la Catedral, la Diputación, etc.).
Y en El Monte de Palencia, algúnos cérvidos nos ofrecen su estampa. Los machos están aún con el correal; las hembras, con crías como ésta. De todas las fotos he seleccionado la de este cervatillo, pues me encanta ese contraluz:
Pocos resultados en cuestión de fotografía de aves por el norte; se veían poco pájaros y, ni siquiera en Santoña, conde quedé con un buen amigo, pudimos hacer más que unas cuantas fotos a las gaviotas y a unos cormoranes moñudos posados en el muelle del puerto.
En Sel de la Carrera, donde habitualmente paso unos días, la lluvía no dio muchas oportunidades. Salvo el colirrojo tizón en el sahúco del prado de casa, lo demás fueron instantáneas de la zona.
Una visita al Monte Canales (entre Sel de la Carrera y Silió) me ofreció, de nuevo, la oportunidad de contemplar sus hayas llenas de musgos que forman un bosque casi encantado:
El último día una excursión a la zona de la Vega del Pas, donde se encuentra la abandonada estación de La Engaña, me hizo disfrutar una vez más de un paisaje escalofriante: la subida al puerto de las Estacas de Trueba que da paso de Cantabria a Burgos. A lo largo de la subida torrentes y paredes rocosas escarpadas nos van a compañando, entre la niebla y el cielo cubierto. Al coronar el puerto la provincia de Burgos se muestra bañada por el sol con la luna presidiendo el paisaje.
El regreso por la carretera que va a Selaya, atravesando el alto de Lunada (1350 metros) nos deparó una sorpresa increible: al otro lado del puerto nos esperaba un mar (qué decir mar, casi un océano) de nubes que cubrían todo el paisaje dejando ver, únicamente, las cumbres de algunos picos del valle que teníamos enfrente. Con la puesta de sol el espectáculo se agigantó y llegó a sobrecogernos. Cuando reiniciamos la marcha, con sólo avanzar 500 metros, nos encontramos sumidos en la noche invernal. ¡Vaya cambio de situación en sólo medio kilómetro!
Al día siguiente, vuelta a Madrid donde nos esperaba el calor con los brazos abiertos...
En el vertedero de Palencia (parada intermedia) me llamaron la atención un grupo de unos 18 buitres leonados (que pasan la noche en los rastrojos cercanos, a la espera de la llegada de los camiones de basura), multitud de milanos y cientos de cigüeñas que, por la noche, copan cada pivote y saliente de los edificios palentinos (la Catedral, la Diputación, etc.).
Y en El Monte de Palencia, algúnos cérvidos nos ofrecen su estampa. Los machos están aún con el correal; las hembras, con crías como ésta. De todas las fotos he seleccionado la de este cervatillo, pues me encanta ese contraluz:
Pocos resultados en cuestión de fotografía de aves por el norte; se veían poco pájaros y, ni siquiera en Santoña, conde quedé con un buen amigo, pudimos hacer más que unas cuantas fotos a las gaviotas y a unos cormoranes moñudos posados en el muelle del puerto.
En Sel de la Carrera, donde habitualmente paso unos días, la lluvía no dio muchas oportunidades. Salvo el colirrojo tizón en el sahúco del prado de casa, lo demás fueron instantáneas de la zona.
Una visita al Monte Canales (entre Sel de la Carrera y Silió) me ofreció, de nuevo, la oportunidad de contemplar sus hayas llenas de musgos que forman un bosque casi encantado:
El último día una excursión a la zona de la Vega del Pas, donde se encuentra la abandonada estación de La Engaña, me hizo disfrutar una vez más de un paisaje escalofriante: la subida al puerto de las Estacas de Trueba que da paso de Cantabria a Burgos. A lo largo de la subida torrentes y paredes rocosas escarpadas nos van a compañando, entre la niebla y el cielo cubierto. Al coronar el puerto la provincia de Burgos se muestra bañada por el sol con la luna presidiendo el paisaje.
El regreso por la carretera que va a Selaya, atravesando el alto de Lunada (1350 metros) nos deparó una sorpresa increible: al otro lado del puerto nos esperaba un mar (qué decir mar, casi un océano) de nubes que cubrían todo el paisaje dejando ver, únicamente, las cumbres de algunos picos del valle que teníamos enfrente. Con la puesta de sol el espectáculo se agigantó y llegó a sobrecogernos. Cuando reiniciamos la marcha, con sólo avanzar 500 metros, nos encontramos sumidos en la noche invernal. ¡Vaya cambio de situación en sólo medio kilómetro!
Al día siguiente, vuelta a Madrid donde nos esperaba el calor con los brazos abiertos...
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