Empiezo comentando que yo mismo me he sorprendido de que aún no apareciera por aqui este bicho, y hasta he repasado el centenar de entradas publicadas aquí para confirmar que aún no hubieramos hablado hasta ahora de este singular mustélido. Y es que la Comadreja, a pesar de que bien es verdad de que ,hoy por hoy, no resulta fácil de ver, característica propia de los mustélidos, quién más o quién menos, ha tenido algún encuentro con ella, aunque sea breve y fugaz o quizás fortuito. Y es que la variedad de nombres que recibe el mismo animal te da idea de que en un pasado reciente, el bicho tuvo que ser bastante abundante o al menos popular entre las gentes rurales.
Los-Nombres-de-La-Comadreja-en-Asturias
Seguramente todos la reconocemos por ser el más pequeño de la familia, sorprendentemente pequeña, pues si la observamos por primera vez, es precisamente su tamaño diminuto lo primero que te llama la atención. Recuerdo mis primeros encuentros en los que sin duda me pareció el animal que más engañaba "a escala" visto en vivo, tras verlo previamente en fotografias, vídeos, documentales etc.
Cuenta además con otro par de singularidades que iremos descubriendo y es que, siguiendo con su morfologia, a pesar de ser pequeña, no deja de sorprender que pase por ser un depredador tenaz e implacable con animales de mucho mayor tamaño, pero eso si: con una forma de salchicha...
Posee un cuerpo alargado con extremidades muy cortas, cuello alargado en constraste con una cabeza y hocico más bien chatos, acompañado de orejas cortas y redondas, completado con una simpática larga cola que mide el 30% del cuerpo.
Al parecer debe de tener el diseño perfecto para poder entrar en cualquier cavidad, túnel, madriguera, topera etc. en busca de presas. Es increible observar por los estrechos sitios por los que puede entrar y salir sin problemas. Por cierto, los machos son entre un 10-20% más alargados que las hembras.
A la Comadreja la he podido ver en unas cuantas ocasiones, no tantas como uno quisiera, pero sinceramente no me puedo quejar. Sin información previa, puedo decir que es dificil detectarla a no ser que tengas un golpe de suerte y por lo tanto puedo asegurar: salir expresamente al campo a buscarlas es casi sinónimo de fracaso. Por lo tanto aunque las guias y las fuentes hablan de un hábitat idóneo de bosques abiertos, praderas, prados alpinos, bosques de ribera etc. Yo realmente he podido verla en casi cualquier hábitat , (costa-montaña, baja-alta altitud, con presencia o no humana...) pero que solamente cumpla con una sola condición: que haya abundante comida.
Las fotografías que aparecen en esta entrada pertenecen a varios individuos diferentes que he observado por ejemplo en la Sierra del Aramo (Montaña Central Asturiana), en un ambiente alpino, también en plena campiña costera de Llanes, casi al borde del acantilado marino y finalmente en las inmediaciones de una estabulación ganadera, en el interior del mismo concejo.
Es decir, tres buenas observaciones en tres hábitats completamente diferentes, el denominador común de todos estos espacios es la de reunir una buena densidad de roedores y también sitios en los que esconderse rápidamente, especialmente muros de piedra con huecos, pues también cuenta con multitud de depredadores. Por ejemplo, abajo fotografía , aparece entre la nieve subiendo el Angliru (ahora que está de moda y doy fé que no tuvo que llamar a 112...)
Y es el que territorio de un macho ocupa ni más ni menos que 34 hectáreas, las hembras se mueven mucho menos, y con tan sólo 12 hectáreas parece que ya se quedan satisfechas. Pensaréis que es un terreno inabarcable para un animal tan diminuto, pero siguiendo con las singularidades, otra característica es que la Comadreja no se para quieta ni un segundo. Quién haya observado a este bicho comprenderá mis palabras cuando digo que es una verdadera tortura y dolor de huevos intentar fotografiarla. Entre los palets:
La Comadreja tiene una vida breve de sólo dos años, pero desde luego es intensa, por lo que no pueden perder mucho el tiempo, por ejemplo son adultas ya a los 3-4 meses de vida (hembras) o los 3-6 meses (los machos), pueden tener dos partos y hasta 19 crías año y los cachorros son independientes al mes de vida. Tiene una tasa elevada de mortalidad de un 70-80% en su primer año de vida. Si tú vivieras sólo dos años seguramente vivirías como la Comadreja: sin parar. Evidentemente el bicho no tiene tiempo ni para hibernar.
Para que os hagáis una idea debe ser el "Depredador del campo", pues no desprecia nada, tiene que abastecerse continuamente de alimento por lo que es muy voraz y ,por su forma y tamaño, puede acceder a casi cualquier espacio, grieta, túnel o madriguera. En definitiva: una verdadera máquina de "limpiar".
Aunque puede cazar a todas horas del día gracias a sus desarrollados sentidos, suele ser por la noche cuando incrementa (aún más) su actividad, aunque es perfectamente normal verla "operativa" en pleno día. Parece haber una especialización en la caza por sexos, los machos cazarían al aire libre y las hembras tendrían predilección por hacerlo en galerías. También pueden llegar a carroñear.
Realmente debería de ser uno de los mejores amigos de nuestros agricultores y gentes del rudas de pueblo, y ser apreciada por controlar las poblaciones de roedores, topillos o reptiles de manera gratuita y natural, aunque me temo que la realidad es bien distinta dado los hábitos de abastecerse de vez en cuando de algún gallinero, unida también de la costumbre de las gentes de matar todo lo que se mueva y luego seguidamente sembrar de veneno a cascoporro.
El olfato y el oido del pequeño carnicero son muy finos, hechos y perfeccionados para escuchar lo que ocurre incluso debajo de la tierra, cuando los roedores y topos se mueven por las pequeñas galerías excavadas bajo tierra, sin embargo he observado que algunos ejemplares no tienen mucho miedo a la presencia del ser humano, asomándose y acercándose con curiosidad a pocos metros de uno, quizás les pueda esa curiosidad o tal vez sea una vista no tan eficiente como en cambio lo son su oido y olfato.
Tiene también gusto por ponerse a dos patas y elevarse del suelo, a lo perro de la pradera, lo que le hace una postura "simpática". Sea lo que sea, a la Comadreja no le importa frecuentar las construcciones humanas y los recursos que estos le ofrecen en cuanto a alimento y a la seguridad que le proporcionan frente al ataque de otros depredadores (que también los tiene) como aves rapaces, otros carnívoros y mustélidos, reptiles etc.
Cómo decía anteriormente, no es fácil dar con ella dado su diminuto tamaño y amplio territorio, su corta esperanza de vida o sus hábitos. Además la tendencia es negativa, cuando hablo con la gente de este bicho, todos están de acuerdo de que cada vez se encuentran menos individuos de esta especie, por contra se produce un aumento de otros parientes de la familia de los mustélidos, aunque esto no parece tener relación directa, dado que también parece ser habitual que desaparezca una serie de años de un territorio conocido, para después volver a ser ocupado o colonizado por otros individuos de la misma especie.
Se puede diferenciar respecto a otro mustélido parecido, el Armiño, porque éste es de tamaño mayor, aunque es más evidente y ayuda más que la punta de su cola sea negra o que en invierno adquiere un pelaje completamente blanco. La comadreja mantiene el mismo pelaje todo el año.
Sus rastros no es que sean excesivamente llamativos ni tampoco tiene mucha predilección por depositar sus excrementos en lugares muy visibles, aunque a veces podemos encontrarlos en los caminos o sobre los muros de piedra.
En definitiva, espero que os haya gustado la entrada de hoy, pues tampoco he encontrado mucha información, m material de este bicho en Asturias. Como siempre: muchas gracias por seguir el blog