martes, 21 de junio de 2011

De nuevo en las carroñas y en el elanio.

Dice mi amigo Juanjo que tengo vicio... ¡Cualquiera no lo tiene cuando hay posibilidad de pasar la mañana en el hide de las carroñas viendo cómo se desenvuelve la vida en la dehesa y en la charca, a la espera de que bajen los buitres, y la tarde (con un poco de más calor, es verdad) en el hide del elanio contemplando cómo el macho aporta presas y se las entrega a la hembra en su posadero habitual!
Os dejo unas fotos de la sesión,  a ver qué os parecen.

La mañana se nos hizo un poco pesada. Había poca "chicha" y a primera hora los milanos casi terminan con ella llevándose trozos sueltos en pleno vuelo. La garza apareció muy lejos pero ni rastro de las cigueñas ni de otras especies. Un quejumbroso milano negro nos tenía taladrados los tímpanos con sus piídos; el calor aumentaba y por allí "no aparecía nadie". Comimos el acostumbrado bocata sobre las 14 horas; dimos una ligera cabezada, y a las 15,27, llegó, como una exhalación, un buitre leonado y se dirigió directamente a la comida. Inmediatamente detrás llegaron diez o doce más de su especie, un buitre negro y dos alimoches uno inmaduro y otro adulto. La sesión estaba salvada.

Sólo nos quedaba esperar a las 17,30, hora convenida en que vendrían a recogernos para llevaros al hide del elanio (después de estirar la piernas y refrescarnos un poco).


 Y por la tarde, el de los ojos granates llegó a su posadero sin hacerse de rogar. Verle a través del visor de la cámara es una experiencia que todo amante de la la naturaleza deberían poder disfrutar. Desde las 19,15 hasta las 21,30, pudimos disfrutar de dos o tres entradas del macho y de otras tantas de la hembra.





Las dos últimas fotos no tienen la misma calidad que las otras ya que están tomadas en un ángulo muy sesgado, a través del cristal-espía del hide, y, en estas condiciones se pierde un poco de nitidez. Además, como puede apreciarse, tanto el elanio atacado por el cernícalo, como el que lleva la rama en el pico, estaban un poco lejos. Pero me gusta enseñarlas porque son parte de la vida cuotidiana de esta pequeña pero bella rapaz.

Saludos a todos, amigos.






domingo, 12 de junio de 2011

De Lérida a Gredos

Ése ha sido mi último viaje. El día 9 se celebraba en Montgai (Lérida) la "Segunda Jornada de turismo de fauna y desarrollo rural", a las que fuimos gentilmente invitados como Greenextremadura por nuestros colegas de Photologistics.
La verdad es que la jornada estuvo muy entretenida con ponencia de contenido profundo y bien documentado presentadas por empresas, instituciones públicas, organizaciones sin ánimo de lucro, etc.
De allí se sacó una conclusión clara: el turismo de fauna, que comprende tanto el turismo ornitológico como el turismo de fotografía de la naturaleza, tiene cada vez más pujanza tanto en nuestro país, como en el extranjero. Eso nos permite asegurar que en los próximos años el medio rural se beneficiará de este tipo de actividad turística; una actividad turística completamente compatible con el medio ambiente y que se considera un recurso plenamente sostenible.

Durante unas horas, por la tarde, tuve oportunidad de utilizar uno de los hides de nuestro colegas catalanes en un bebedero, donde me divertí mucho aunque sólo entraron tres especies: gorrión molinero, cogujada y triguero. Esperaba con ansia la invitación para el día siguiente donde estaba previsto que fotografiase aguilicho cenizo, pero una fuerte tormenta dio al traste con nuestro planes.




Sin tiempo para asimilar el viaje, mi amigo Luis me llama para decirme "que mañana por la mañana temprano salimos para Gredos, a ver si vemos al pechiazul". A pesar de que, en principio, no me apetecía mucho la idea, a las 8,30 de la mañana del sábado día 11 estábamos en la plataforma, con los equipos montados y dispuestos a subir la Trocha Real. Subida fuerte (que cada año que pasa se hace más dura) pero luego se disfruta el aire y del paisaje que estaba precioso, con todo el piornal en flor.

Un descanso breve y a empear a buscar con los prismáticos cosas interesantes... y así fueron apareciendo, por este orden, un escribano montesino, un escribano hortelado, el pechiazul (aunque ya lo dábamos por perdido porque no habíamos visto ninguno) y, de forma sorprendente, cuando estábamos comiendo el bocadillo, un roquero rojo que se nos puso muy cerca.





Y nada, una vez más, el esfuerzo, creo, mereció la pena.

martes, 7 de junio de 2011

Por tierras palentinas

La laguna de La Nava, en Palencia, no es gran cosa en esta época, comparada con lo que es en invierno cuando miles de ánsares se distribuyen por sus alrededores... pero siempre tiene algo que ofrecer al ornitólogo. Yo pude disfrutar, durante un buen rato, de espectaculares pasadas y persecuciones entre tres cucos. Lo peor fue que nunca se pusieron a tiro.
Tuve que "matar el tiempo" con unas lavanderas boyeras, con un par de buitrones, y con unos atareados pájaros moscones que aún están haciendo sus nidos. Mucho, o poco, según se mire; pero me hicieron pasar unos buenos ratos que es de lo que se trata.








miércoles, 1 de junio de 2011

Segunda puesta de los elanios

Es bien conocido que esta especie (Elanus caeruleus) suele realizar más de una puesta al año y sacar adelante dos, e incluso, tres polladas si cuentan con un territorio tranquilo y con abundante comida. Éste es el caso de "nuestros elanios". Con los pollos ya grandes, fuera del nido, pero sin abandonar el lugar, el macho y la hembra siguen copulando y ya están preparando otro nido en una encina próxima.
GREENEXTREMADURA, al tanto de la jugada, ha modificado la ubicación de su hide para permitir una mayor seguridad de éxito a los fotógrafos interesados en esta especie. Se ha colocado a una distancia más que prudencial (siguiendo en todo caso las normas del Código Ético que desde el inicio han observado) de un posadero habitual, desde donde se no produce ningún trastorno a la pareja nidificante.
Hace dos días tuve la suerte de pasar un par de horas en dicho hide y, aunque ya tengo en mis archivos buena cantidad de fotos de elanios, quedé gratísamente impresionado por las que me llevé en el morral. Espero que a vosotros también os gusten.