Las enseñanzas del muffin
Quisiera hablarles de las enseñanzas del muffin. Sucedió la mañana antes de mi clase en el Montphoto. Llegué a Lloret a primera hora, para atender la clase de Francesc Muntada (que por cierto me gusto mucho). Pero llegué con mucho tiempo. Yo soy muy pesimista y cuando tengo que hacer algo importante, parto de la suposición de que va a salir todo mal, y me cubro contra todos los posibles imprevistos: me llevo tres copias de la presentación, en diferentes formatos, llego exageradamente pronto, y me voy a un bar a repasar por ultima vez las transparencias. Todo esto es un rodeo para decirles que entré en un bar para tomarme un cortado, relajarme un poco, y poderme concentrar delante del ordenador terminando un trabajo. Pero allí estaba, en el mostrador, una enorme magdalena de chocolate diciendo "cómeme" y yo pensé que un día es un día. De modo que cuando llegó el camarero con el cortado le pedí la magdalena. Y así fue como empezó todo: -Dirá usted un muffin, caballe