sábado, 31 de mayo de 2014
viernes, 30 de mayo de 2014
jueves, 29 de mayo de 2014
Mayo. Mes del Libro. Día 29
ROGER MELLO
Las ilustraciones de Roger Mello son reconocibles por su colorido y su
exultante imaginación y reflejan su pasión por el folklore y la exploración del
mundo. Constituyen, explica IBBY, un camino para indagar en la historia y la
cultura brasileñas. Mello no subestima la capacidad del niño para reconocer y
decodificar los fenómenos culturales y las imágenes.
Mello ha sido escogido entre treinta ilustradores de todo el
mundo, entre los que quedaron finalistas Rotraut Susanne Berner (Alemania),
John Burningham (Reino Unido), Eva Lindström (Suecia), François Place (Francia)
y Øyvind Torseter (Noruega).
Tomado de http://www.lecturalab.org/story/El-ilustrador-brasileo-Roger-Mello-y-la-autora-japonesa-Nahoko-Uehashi-y-premios-Hans-Christian-Andersen-2014_4887
Imágenes tomadas de la web
Mayo. Mes del Libro. Día 29
MORIBITÓ
La saga de libros Moribitó de Nahoko
Uehashi está formada por diez títulos, de los
cuales, Moribitó,
el guardián del espíritu es
el primero de la colección.
Ambientada
en la Edad Media japonesa, Moribitó nos narra la historia de Balsa, una joven mercenaria que, por casualidad, acaba
rescatando al príncipe heredero del palacio Ninomiya.
Balsa es
una luchadora. Ocho hombres murieron para que ella sobreviviera y en búsqueda
de redención por aquellas muertes, ahora ofrece protección a niños y adultos,
ricos y pobres.
Experta
en artes marciales y el manejo de la lanza, Balsa es
una rival imbatible.
Aunque
la protagonista indiscutible es Balsa, la autora nos describe en cada libro una aventura
diferente, de forma que cada historia tiene un desenlace final bien arraigado.
En
cuanto a la edición, al final del libro se incluye un glosario de términos
y personajes, pues las continuas referencias a ciertas palabras ficticias en
japonés, lógicamente, pueden suponerle al lector alguna traba a la hora de
recordar la terminología utilizada. Otro dato a destacar sobre la edición es
que, en algunas páginas, se incluyen dibujos de los personajes entintados en
tonalidades rojas, negras y grises, algo que nos ha resultado curioso y sirve
de ayuda para visualizar cómo es el aspecto físico de los mismos.
Mayo. Mes del Libro. Día 29
PREMIO ANDERSEN 2014
La escritora
japonesa Nahoko Uehashi y el ilustrador brasileño Roger Mello fueron
distinguidos con el Premio Hans Christian Andersen 2014, otorgado por IBBY, por su significativa contribución a la literatura
infantil y juvenil.
Según explicó
el jurado, Uehashi escribe novelas de fantasía únicas desde el punto de vista
de la antropología cultural. En efecto, la autora tiene la convicción de que
las personas de todos los rincones del mundo tienen en común la misma pasión
por contar historias.
El viaje y
los descubrimientos son aspectos importantes de la expresividad artística de
Roger Mello, y el rico contenido de sus ilustraciones refleja su pasión por el
folclore y la exploración del mundo.
La IBBY entrega el Premio Hans Christian Andersen, el más
prestigioso de la literatura infantil internacional, cada dos años desde 1956 a
los autores y a los ilustradores desde 1966. Se concede a autores e
ilustradores cuya obra completa se considere que ha hecho contribuciones
duraderas a la literatura infantil. Las medallas y diplomas Andersen se
entregarán a los ganadores en marco del 34.º Congreso Internacional de IBBY en
la Ciudad de México que se celebrará el 10 septiembre de 2014.
Imágenes tomadas de la web.
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literatura infantil y juvenil
martes, 27 de mayo de 2014
Mayo. Mes del Libro. Día 28
Me gustó tanto el poema que se lo robé a María Alicia Esain
HAY OTOÑOS…
Hay otoños que parecen
primaveras,
si hay amigos, si hay sonrisas que se encuentran.
Si las hojas al viento son poemas,
si la mesa se comparte y se celebra…
Hay otoños que parecen primaveras,
si la lluvia solo moja las tristezas.
Si se entibian el dolor y sus tormentas
y si baila la esperanza entre la niebla…
María Alicia
Esain©24/05/2014
Mayo. Mes del Libro. Día 27
Cómo el cervatillo recibió su camisa moteada
Cuento Tradicional Lakota. Traducción de Cheryl Harleston
Tawíyela
estaba muy nerviosa y trastornada. Ella buscaba por aquí y por allá el peligro
escondido en las sombras de los cerezos silvestres y los retoños de sauce a lo
largo del lecho del riachuelo. Tachínchala, su bebé, apenas tenía unos cuantos
minutos de nacido, y el corazón de Tawíyela latía tan fuerte como un tambor de
guerra, preocupada por él. Su esposo, Tájcha, también vigilaba, observando lo
más que podía desde el acantilado, cuidando a su familia abajo.
"Oh Gran Creador, deseo sinceramente en mi corazón una manera de proteger a mi cervatillo recién nacido," suplicó la madre, mientras lavaba a su bebé con la lengua. "Tú les ha dado a todos los padres de las criaturas de esta tierra algún tipo especial de protección para sus bebés cuando nacen. El bebé del búfalo puede correr inmediatamente y ocultarse entre sus padres, tías, tíos y primos en el círculo interior seguro de la manada. Lo mismo puede decirse de los grandes alces, cuyas abuelas suenan la alarma y arrastran incluso a los muy jóvenes a la seguridad. Las ovejas tienen pequeños que puede correr al acantilado más alto casi tan pronto como nacen. Y el bebé del antílope es tan ligero de pie que puede huir con su madre del peligro casi antes de que ella termina de lavar su cara.
Mi esposo y yo tememos por nuestro propio bebé, pues no tiene tales habilidades. El y yo podemos correr y saltar huyendo de cualquier amenaza, pero nuestro hijo es débil y de patas tambaleantes, y no tiene fortaleza para salir corriendo. Oh Gran Creador de todas las criaturas, por favor escucha nuestra súplica y danos alguna manera para salvar a nuestro hijo de quienes quieren convertirlo en comida."
Con esto, el Creador de todas las cosas detuvo lo que estaba haciendo y bajó a la tierra para ver qué podía hacer. Su corazón se había conmovido por los rezos sinceros de la madre ciervo y decidió acoger su pedido.
Se apareció como un gran viento que ahuyentó a todos los depredadores que habían estado escondidos en las sombras. Fueron enviados lejos para que no pudieran ver ni oír ni saber de ninguna forma qué plan idearía el Creador para ayudar a la familia ciervo a proteger a su bebé.
Entonces llamó a Tawíyela y Tájcha y se paró sobre el pequeño Tachínchala, quien acababa de caer en una mata de bayas. "Este bebé ciertamente necesita ayuda," dijo el Creador. "Esto es lo que haremos. Tráiganme una piel de ante que sea tan suave como pluma de ganso. Tráiganme sus botes de pintura y también todas sus bolsas de pigmento en polvo."
El ciervo padre brincó por los árboles para reunir todos los artículos que solicitaba el Creador, mientras que la madre se quedó resguardando a su bebé. El Creador se inclinó sobre el pequeño bebé que yacía tendido a sus pies. Tomó una inhalación profunda y luego exhaló con fuerza. Los árboles se mecieron con el aliento del Creador. Luego tomó otra inhalación más profunda aún, tan profunda y tan poderosa que aspiró todo el olor de la piel del cervatillo. Ni una sola hoja tembló en el Gran Silencio del Creador, y ni siquiera una brisa minúscula de su aliento volvió a salir de su boca.
Tájcha corrió veloz a través de las cañas del sauce, abriéndose camino entre las ramas secas al lado de los pinos en su urgencia por traer al Creador lo que había pedido. La piel de ante estaba atada alrededor de su cuello, y sus ollas de pintura y bolsas de pigmento en polvo estaban atadas a su rabo, pues sus astas todavía no habían brotado lo suficiente y por lo tanto no podían hacer el trabajo. Ofreció los artículos con gran respeto al Creador, cantando conforme lo hacía una pequeña plegaria de gracias. "Pilámayaye, Wakán Tanka," cantó. "Pilámayaye, Wakán Tanka."
El Creador de todo el cielo y la tierra midió al bebé con su gran mano. Entonces tomó un pedazo de piedra de la tierra a su lado y cortó la mullida piel de ante al tamaño. Le indicó a Tawíyela que cortara algunas tiras y le pidió que atara los costados, mientras mezclaba los pigmentos cuidadosamente en las ollas. Tomó un poco de negro del carbón de muchos fuegos, un poco de café de la tierra, un poco de blanco del saquillo del padre, añadiendo un poco de amarillo cremoso y una pizca de rojo sagrado.
Entonces el Gran Pintor dio unos golpecitos con estas pinturas sobre la camisa del bebé. Cuando terminó, pidió a la madre que metiera la camisa sobre la cabeza del bebé para cubrir su dorso y sus costados. "Asegúrense de que sus hijos e hijas vistan esta camisa de ahora en adelante," dijo el Creador, "e indíquenles que se queden tranquilos en dondequiera que los pongan, sin moverse ni hacer ruido. Mientras ellos obedezcan sus instrucciones estarán seguros, pues ahora son invisibles para quienes rondan en el bosque, y no tienen olor alguno que los delate ante sus enemigos."
Y por eso el cervatillo viste una camisa moteada hasta que es lo bastante grande y fuerte para que los lobos no se lo puedan comer.
"Oh Gran Creador, deseo sinceramente en mi corazón una manera de proteger a mi cervatillo recién nacido," suplicó la madre, mientras lavaba a su bebé con la lengua. "Tú les ha dado a todos los padres de las criaturas de esta tierra algún tipo especial de protección para sus bebés cuando nacen. El bebé del búfalo puede correr inmediatamente y ocultarse entre sus padres, tías, tíos y primos en el círculo interior seguro de la manada. Lo mismo puede decirse de los grandes alces, cuyas abuelas suenan la alarma y arrastran incluso a los muy jóvenes a la seguridad. Las ovejas tienen pequeños que puede correr al acantilado más alto casi tan pronto como nacen. Y el bebé del antílope es tan ligero de pie que puede huir con su madre del peligro casi antes de que ella termina de lavar su cara.
Mi esposo y yo tememos por nuestro propio bebé, pues no tiene tales habilidades. El y yo podemos correr y saltar huyendo de cualquier amenaza, pero nuestro hijo es débil y de patas tambaleantes, y no tiene fortaleza para salir corriendo. Oh Gran Creador de todas las criaturas, por favor escucha nuestra súplica y danos alguna manera para salvar a nuestro hijo de quienes quieren convertirlo en comida."
Con esto, el Creador de todas las cosas detuvo lo que estaba haciendo y bajó a la tierra para ver qué podía hacer. Su corazón se había conmovido por los rezos sinceros de la madre ciervo y decidió acoger su pedido.
Se apareció como un gran viento que ahuyentó a todos los depredadores que habían estado escondidos en las sombras. Fueron enviados lejos para que no pudieran ver ni oír ni saber de ninguna forma qué plan idearía el Creador para ayudar a la familia ciervo a proteger a su bebé.
Entonces llamó a Tawíyela y Tájcha y se paró sobre el pequeño Tachínchala, quien acababa de caer en una mata de bayas. "Este bebé ciertamente necesita ayuda," dijo el Creador. "Esto es lo que haremos. Tráiganme una piel de ante que sea tan suave como pluma de ganso. Tráiganme sus botes de pintura y también todas sus bolsas de pigmento en polvo."
El ciervo padre brincó por los árboles para reunir todos los artículos que solicitaba el Creador, mientras que la madre se quedó resguardando a su bebé. El Creador se inclinó sobre el pequeño bebé que yacía tendido a sus pies. Tomó una inhalación profunda y luego exhaló con fuerza. Los árboles se mecieron con el aliento del Creador. Luego tomó otra inhalación más profunda aún, tan profunda y tan poderosa que aspiró todo el olor de la piel del cervatillo. Ni una sola hoja tembló en el Gran Silencio del Creador, y ni siquiera una brisa minúscula de su aliento volvió a salir de su boca.
Tájcha corrió veloz a través de las cañas del sauce, abriéndose camino entre las ramas secas al lado de los pinos en su urgencia por traer al Creador lo que había pedido. La piel de ante estaba atada alrededor de su cuello, y sus ollas de pintura y bolsas de pigmento en polvo estaban atadas a su rabo, pues sus astas todavía no habían brotado lo suficiente y por lo tanto no podían hacer el trabajo. Ofreció los artículos con gran respeto al Creador, cantando conforme lo hacía una pequeña plegaria de gracias. "Pilámayaye, Wakán Tanka," cantó. "Pilámayaye, Wakán Tanka."
El Creador de todo el cielo y la tierra midió al bebé con su gran mano. Entonces tomó un pedazo de piedra de la tierra a su lado y cortó la mullida piel de ante al tamaño. Le indicó a Tawíyela que cortara algunas tiras y le pidió que atara los costados, mientras mezclaba los pigmentos cuidadosamente en las ollas. Tomó un poco de negro del carbón de muchos fuegos, un poco de café de la tierra, un poco de blanco del saquillo del padre, añadiendo un poco de amarillo cremoso y una pizca de rojo sagrado.
Entonces el Gran Pintor dio unos golpecitos con estas pinturas sobre la camisa del bebé. Cuando terminó, pidió a la madre que metiera la camisa sobre la cabeza del bebé para cubrir su dorso y sus costados. "Asegúrense de que sus hijos e hijas vistan esta camisa de ahora en adelante," dijo el Creador, "e indíquenles que se queden tranquilos en dondequiera que los pongan, sin moverse ni hacer ruido. Mientras ellos obedezcan sus instrucciones estarán seguros, pues ahora son invisibles para quienes rondan en el bosque, y no tienen olor alguno que los delate ante sus enemigos."
Y por eso el cervatillo viste una camisa moteada hasta que es lo bastante grande y fuerte para que los lobos no se lo puedan comer.
Tawíyela ~ Venada
Tachínchala ~ Cervatillo
Tájcha ~ Ciervo
Pilámayaye ~ Gracias
Wakán Tanka ~ El Gran Creador
Tachínchala ~ Cervatillo
Tájcha ~ Ciervo
Pilámayaye ~ Gracias
Wakán Tanka ~ El Gran Creador
Mayo. Mes del Libro. Día 26
SEAN LOS ORIENTALES
TAN ILUSTRADOS COMO VALIENTES
DÍA NACIONAL DEL LIBRO
El testamento del Presbítero Dr. José Manuel Pérez Castellanos, con fecha de 6 de enero de 1814, disponía del legado de sus libros para la fundación de un establecimiento público. A estos libros se sumaron los de José Raimundo Guerra, con los de los padres franciscanos y los de Dámaso Antonio Larrañaga, de manera que, el 26 de mayo de 1816,cuando se produce la inauguración oficial, la biblioteca contaba con unos cinco mil volúmenes. La idea de fundar una Biblioteca Pública había surgido del mencionado Larrañaga y expuesta al Cabildo el 4 de agosto de 1815. José Artigas, que en ese entonces se encontraba en su campamento de Purificación, aprobó la idea y ordenó al Cabildo la creación de la Biblioteca."Yo jamás dejaría de poner el sello de mi aprobación a cualquier obra que en su objeto llevase insculpido el título de la pública felicidad"
domingo, 25 de mayo de 2014
Mayo. Mes del libro. Día 24
Escuela Número 3. A puro cuento con las animadoras Débora Núñez y Rosa Paseggi. Dos días de actividades en apoyo de la Biblioteca Solidaria.
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