Dori Sangemah Bay es un personaje jugable en Genshin Impact.
Es la propietaria del Palacio Alcazarzaray y una comerciante de gran prestigio, La "Magnate Sangemah Bay" es conocida por su capacidad para obtener cualquier cosa que una persona necesite, siempre que tenga suficiente Mora para pagar sus precios asombrosos.
Perfil[]
La impredecible Dori tiene mil y un tesoros.
Como la comerciante con mayor talento de Sumeru, Dori te conseguirá todo lo que necesitas, ya sean piedras preciosas, hierbas medicinales poco comunes o extraños artefactos de los que nadie ha oído hablar nunca.
Aunque, claro está, todo tiene un precio. Dori siempre tiene una sonrisa afable en el rostro, pero sus precios son terroríficos.
Algunos piensan que es como la lluvia después de una larga sequía. Otros opinan que es la mecha que prende el fuego.
Aunque ninguno de esos rumores llegará nunca a oídos de Dori. El único sonido que resuena en el Palacio Alcazarzaray es el tintineo de los Moras.
Apariencia[]
Dori es una joven bajita de piel clara, ojos marrones dorados y cabello rosa desordenado con varios mechones que sobresalen en direcciones aleatorias y una pequeña horquilla. Ella luce un gran sombrero morado con detalles dorados y un gran adorno dorado con una gema que se asemeja a una flor clavada en el frente junto con un lazo blanco y morado. Dori también luce un par de anteojos pequeños con lentes rojizos y marcos dorados en forma de diamante.
Dori usa una blusa corta negra que expone su estómago con mangas blancas separadas decoradas con numerosas baratijas y gemas doradas. Sus mangas tienen varios abrigos blancos y dorados que se asemejan a flores, y su pecho tiene una gran gema azul en el medio con una larga pieza de tela blanca unida a ella. Ella también usa varios anillos dorados en sus dedos y usa esmalte de uñas rosa.
Dori luce un par de pantalones holgados morados con ribetes dorados con tirantes blancos, uno de los cuales cuelga de su cadera y un gran lazo rosa y morado en el otro lado. Sus pantalones también están decorados con el mismo abrigo con forma de flor, con una gran flor negra en ambos lados. Dori usa un par de sandalias negras en ambos pies. Su Visión Electro está unida a una gran borla que cuelga de su sombrero.
Personalidad[]
Dori es una comerciante de gran prestigio en Sumeru, considerada la comerciante más ingeniosa que puede adquirir productos de calidad a través de una cadena de suministro desconocida y es muy probable que sea la primera persona a la que acudir para aquellos que buscan dichos artículos. Cobra sumas elevadas por sus productos y utiliza tanto sus palabras como su apariencia para convencer a los clientes de que compren más. Debido a sus ventas en su mayoría ilegales (en la ley), tiene varios requisitos establecidos para investigar a los clientes potenciales para garantizar que las autoridades no los responsabilicen a ella, a sus asociados o a sus clientes.
Historia[]
"¡Dori, la magnate Sangemah Bay, dueña del Palacio Alcazarzaray y comerciante supermegaacaudalada, está aquí para venderte todo lo que necesites!".
Este es el llamativo eslogan que viene escrito en las tarjetas de presentación de esta pequeña comerciante. Y para ser sinceros, Dori es probablemente la más particular de todos los comerciantes de Sumeru.
Aunque posee una cuantiosa fortuna, siempre está deseando ganar más Moras. A pesar de tener a su nombre varias caravanas de comerciantes, le gusta viajar por la nación para vender su preciada mercancía en persona.
Y es que su mercancía es tan peculiar como ella misma. Dori vende de todo: bolsas de aventura, secadores portátiles para aventureros, máquinas automáticas para hacer bolsas de nieve... Puedes comprarle lo que sea, siempre y cuando estés dispuesto a pagar el precio adecuado.
Historia del personaje 1
"La selva es muy húmeda, y hay todo tipo de bestias y serpientes venenosas. Tienes que ir bien preparado. Ven, mira esto. Es perfecto para ti. ¡Te haré un 20% de descuento!".
"Alto ahí, ¿no estarás pensando en ir tú solo, o sí? Es muy peligroso, el camino está plagado de monstruos. ¿Por qué no me compras un arma para protegerte?".
"¿Que quieres ir a las Ruinas de Ajtamún? Entonces estás en el lugar adecuado. Lo primero que necesitas es un equipo completo de recolección de agua. Tienes suerte de que siempre tenga uno en el almacén".
Entre los viajeros de Sumeru se cuenta una leyenda: dicen que antes de adentrarte en un lugar peligroso, aparecerá ante ti una pequeña figura que lleva esperando mucho tiempo.
No importa de si se trata de picos escarpados, el árido desierto, un oscuro bosque o una tierra habitada únicamente por monstruos, allí estará ella esperándote con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuentan también que siempre pondrá a tu disposición todo tipo de extraños objetos que pueden evitar que los viajeros acaben metidos en engorrosas situaciones.
No hace falta decir que sus precios no son precisamente asequibles.
"Una mano dispuesta a ayudar en tus peores momentos" y "un monedero mucho más ligero" son dos de los sentimientos más frecuentes al tratar con esta pequeña comerciante. Por eso no es de extrañar que Dori levante tanto pasiones como rencores entre su clientela.
Pero ella hace caso omiso del dilema reflejado en el rostro de sus compradores y se limita a marcharse una vez que guarda todos los Moras en su ya abultado monedero.
"¡Gracias por su compra! Jeje".Historia del personaje 2
Hubo una época en la que todos los pedidos de Sumeru parecían acabar en manos de Dori, y ella no tenía tiempo de abastecerse de tantos productos.
El sistema de carreteras de la zona no estaba muy desarrollado y eso dificultaba el transporte de grandes cantidades de mercancía.
Algunos de los comerciantes de sus caravanas le pidieron que rechazara algunos encargos. Al fin y al cabo, incluso con menos pedidos, podría obtener grandes beneficios a largo plazo.
Pero a Dori se le ocurrió una idea un tanto arriesgada. No solo decidió seguir aceptando pedidos, sino que también firmó un acuerdo con la Escuela de Tecnología para abrir nuevas rutas comerciales en zonas más peligrosas.
Dori abrió las rutas comerciales para las caravanas de la zona, permitiendo un flujo constante de mercancías y destaponando por fin el cuello de botella en el que todos habían estado atascados durante tanto tiempo.
Las rutas comerciales abiertas por la magnate Sangemah Bay siguen operativas hasta la actualidad y su fama se extendió aún más por toda la nación.
También se mostró muy decidida cuando le dio una respuesta a los comerciantes:
"No rechazaré ni un solo pedido. Eso solo lo haría un pobre tonto. Ganaré hasta el último Mora posible y, si me preguntan por qué, la respuesta está muy clara: porque alguien tiene que ganarse esos Moras".Historia del personaje 3
Ni siquiera los mejores médicos eran capaces de encontrar la raíz del problema. También probó con varillas de incienso, pero lejos de provocarle bostezos, solo le dieron una horrible tos.
Hasta que un día, un médico que pasaba por allí le dijo:
"Una vez oí de una persona que colocaba un reloj de arena junto a su cama y se quedaba dormida con el sonido de la arena al caer".
Así que Dori también probó con la arena durante días sin que surtiera el más mínimo efecto, hasta que por fin se le ocurrió una idea. Buscó a alguien que hiciera a medida para ella un reloj de arena de gran tamaño.
Pero en el reloj no había arena, sino Moras.
Por la noche, Dori se fue a la cama con el sonido del Mora tintineando sobre el cristal al caer y durmió como un bebé.
Por eso sabe cuál es el remedio perfecto para el insomnio:
"Para dormir bien, tienes que estar acompañado de algo que te haga feliz".Historia del personaje 4
Por ejemplo, las caravanas de Dori se sirven principalmente de animales de carga para transportar la mercancía, por lo que Dori construyó un pequeño "paraíso" donde los animales pudieran descansar en libertad después de sus largas travesías.
Siempre elige el alimento de mayor calidad para que se mantengan en forma y sanos.
Por supuesto, como comerciante que es, Dori tiene un ojo clínico para cualquier oportunidad de hacer negocios.
A los animales de carga les gusta corretear y jugar los unos con los otros, por lo que el parque que les construyó realmente tiene aspecto de paraíso. Por eso, Dori aprovechó la oportunidad para convertirlo en un parque temático. El negocio funciona a la perfección, puesto que Dori obtiene beneficios del coste de la entrada, la comida y los recuerdos que se venden dentro del parque.
El cariño que siente por sus animales de carga es auténtico, pero también siente cariño por el dinero que recibe. El que probablemente más influye en todo esto es el genio de su lámpara. Aunque inicialmente Dori lo engañó para que entrara en la lámpara, nunca ha pensado en marcharse.
Lo invoca para luchar, pero cuando la batalla llega a su fin, es ella la que cumple los deseos del genio.
Este, por su parte, suele pensar que los papeles de este cuento de hadas están invertidos.
Normalmente, el genio siempre es el héroe que lo soluciona todo, pero la realidad es que al final es la portadora de la lámpara la que tiene la habilidad para cumplir sus deseos.Historia del personaje 5
Alice no se limita a quedarse en Sumeru, sino que está continuamente viajando por todo Teyvat. De vez en cuando saca tiempo para enviarle sus nuevos inventos a Dori.
Y una vez terminada la venta, Dori le envía su parte correspondiente de los beneficios.
A veces, Alice también adjunta una carta en la que avisa a Dori de que está en un lugar peligroso, y le pide que le guarde los beneficios obtenidos durante un tiempo.
En esos casos, Dori siempre envía a alguien para que deposite el dinero en algún lugar seguro cerca de donde esté Alice para que lo tenga disponible siempre que lo necesite.
Enviar a alguien quiere decir que hay que pagar costes de transporte, mano de obra, seguridad… pero Dori no es tacaña y cubre los gastos de su propio bolsillo.
"Yo, Dori, soy magnánima y siempre pago mis deudas. Además, Alice invierte grandes cantidades de dinero durante sus viajes, por lo que necesita tener unos buenos fondos de reserva disponibles en todo momento".
Dori siempre repite esas palabras cuando se asegura una y otra vez de que el dinero fue entregado.
Aunque Alice ya no es la única proveedora que tiene, Dori continúa considerándola la más importante.
Quizás sea porque aún tiene muy presente la promesa que se hicieron el día que se conocieron.
"Así que tu sueño es tener una montaña de Moras que roce las nubes, ¿eh? Muy bien, entonces yo te proporcionaré todo tipo de artilugios maravillosos, pero la cantidad de objetos que vendas depende de tus habilidades de venta".
"¡No te preocupes! Los venderé a un precio muy alto para conseguir todos los Moras posibles, los cuales te haré llegar en un santiamén. Me convertiré en tu mejor socia".Cajita musical de Moras
Se parece un poco a una cajita para meter dinero, por lo que tiene una abertura por la que solo cabe un Mora.
Si introduces un Mora, la caja pone en marcha todo su mecanismo interno y emite cada cierto tiempo el sonido tintineante de los Moras.
Esos tintineos se entremezclan los unos con los otros y dan lugar a una melodía que hace que Dori se ponga a bailar por todo el Palacio Alcazarzaray.
"Mora, Mora, ese brillo que enamora.
Mora, Mora, su valor impresiona.
Mora, mi bella joya.
Moras y más Moras en mis manos de especuladora".
Ha cantado esta canción un montón de veces, pero nunca se cansa de ella.
Cuando la melodía llega a su fin, Dori hace una reverencia hacia su público imaginario.
Ese es justamente el momento en que el Mora llega por fin al fondo de la cajita, que, con un último tintineo, se detiene por fin.
Como escuchar la canción una sola vez no es suficiente para Dori, suele echar otro Mora en la cajita para que su dulce melodía resuene una vez más.Visión
Solían decorarse el pelo la una a la otra con las flores que recogían en primavera y caminaban descalzas por los arroyos en verano.
También les gustaba deslizarse por las altas dunas de arena dorada en otoño y acurrucarse bajo los árboles durante el invierno mientras leían juntas un libro.
Parecía que aquellos maravillosos días nunca llegarían a su fin.
Hasta que un día, sin motivo aparente, la hermana mayor empezó a toser sangre. Su hogar se llenó de extraños adultos que no dejaban de ir y venir.
Tras explicar en vano aquella condición tan extraña, decidieron aislar la habitación.
La hermana pequeña, que aún no comprendía lo que estaba sucediendo, visitaba a su hermana mayor todos los días. Esta siempre le respondía con una gran sonrisa:
"No te preocupes, solo necesito descansar un poco".
Al ver a su hermana tan alegre, la pequeña volvía a ponerse contenta e imaginaba qué harían la próxima vez que pudieran salir a jugar juntas.
Hasta que un día, cuando su hermana mayor le estaba contando una historia, se agarró con fuerza la ropa del pecho.
Su delgado cuerpo cayó sobre la cama. La más pequeña corrió a abrazarla y se dio cuenta de lo ligero que resultaba el cuerpo de su hermana mayor. Era casi como si de una pluma se tratara, flotando por el aire mientras se alejaba en la distancia.
Más tarde, la pequeña encontró bajo su almohada una carta arrugada.
Era la receta de un médico. Incluía todo tipo de medicinas de las que hacía años que no se sabía nada y cuya existencia solo era conocida para unos cuantos coleccionistas.
Para comprar aquellas medicinas, habrían necesitado millones de Moras. Un precio que no estaba al alcance de una familia humilde como la suya.
Su hermana, que había sonreído y había prometido que todo iría bien, probablemente solo se atrevería a echar un vistazo a su posible salvación en medio de la noche, aferrándose en su imaginación a aquella pequeña esperanza de sobrevivir.
La pequeña se guardó la carta en el bolsillo y tomó una decisión.
"Ganaré muchos Moras.
Así no tendré que volver a ver cómo mis seres queridos sufren a mi lado y fingen sonrisas. No volveré a perder algo valioso por el simple hecho de no tener Mora"…
Fue en aquel preciso instante que los dioses se fijaron en ella.
Su ambición era tal que tuvieron que consagrar el momento con una Visión.
A partir de entonces, y durante innumerables días, se recordó a sí misma que debía permanecer atenta, y se alentó a sí misma:
"No es suficiente con tener una ambición. No dejaré de esforzarme, hasta que llegue al límite de mis fuerzas.
No hay nada que la magnate Sangemah Bay no pueda conseguir".Información de combate[]
Talentos[]
- Danza de espadas fantástica (modificada) Ataque normal
Ataque Normal: Realiza hasta 3 tajos de espada consecutivos.
Ataque Cargado: Consume Aguante de manera constante para realizar golpes de espada giratorios contra los enemigos cercanos.
Al final del Ataque Cargado, realizará un golpe de espada más poderoso.Ataque Descendente: Se lanza desde el aire para golpear el suelo, dañando a los enemigos cercanos e infligiendo Daño en el AdE en el momento del impacto.
- Lámpara mágica: Cañonazo apaciguador Habilidad elemental
Saca su lámpara mágica para lanzar contra los enemigos un cañonazo apaciguador que inflige Daño Electro.
Al golpear a un objetivo, el cañonazo crea dos balas posventa que persiguen por sí solas a los enemigos cercanos para infligirles Daño Electro. - Meticulosidad de Alcazarzaray Habilidad definitiva
Invoca al genio de la lámpara para ofrecer todo tipo de asistencia a sus clientes.
Genio de la lámpara
Se conecta con un personaje cercano, el cual:- Recuperará Vida continuamente en función de la Vida Máx. de Dori.
- Recuperará Energía Elemental continuamente.
- Se imbuirá del elemento Electro.
Además, cuando el conector entre el personaje y el genio de la lámpara choca contra un enemigo, le inflige un golpe de Daño Electro cada 0.4 segundos.
Solo puede existir un genio de la lámpara a la vez.
- Buscando oro Pasivo 1
Cuando el personaje conectado con el genio de la lámpara causa una reacción de Electrocargado, Superconductor, Sobrecarga, Aceleración, Intensificación, Sobreflorecimiento, Torbellino Electro o Cristalización Electro, el TdE de Lámpara mágica: Cañonazo apaciguador se reduce en 1 segundo.
Este efecto solo puede ocurrir una vez cada 3 segundos. - Interés compuesto Pasivo 2
Al golpear a un enemigo con el cañonazo apaciguador o las balas posventa de Lámpara mágica: Cañonazo apaciguador, Dori recupera 5 pts. de Energía Elemental por cada 100% de su Recarga de Energía.
Solo puede recuperar Energía Elemental una vez por cada uso de Lámpara mágica: Cañonazo apaciguador, y podrá recuperar un máximo de 15 pts. - Venta inesperada Pasivo 3
Al crear materiales de mejora de personajes y de armas, hay una probabilidad del 25% de recuperar los materiales utilizados.
1 → 10 para un talento
Constelación[]
- Cada activación de constelación necesita un Stella Fortuna.
- Constelación Niv. 1
El cañonazo apaciguador crea 1 bala posventa adicional.
Inversión adicional - Constelación Niv. 2
Cuando estás en combate y el genio de la lámpara cura al personaje con el que está conectado, desde la ubicación de ese personaje se dispara un cañonazo de genio que inflige daño equivalente al 50% del ATQ de Dori.
Franquicia singular - Constelación Niv. 3
Aumenta el nivel de habilidad de Meticulosidad de Alcazarzaray +3.
Puede ser aumentado hasta Niv. 15. Maravillas sinfín - Constelación Niv. 4
El personaje conectado con el genio de la lámpara obtiene las siguientes bonificaciones en función de su Vida y Energía Elemental actuales:
- Cuando su Vida es inferior al 50%, la curación recibida aumenta en un 50%.
- Cuando su Energía Elemental está por debajo del 50%, su Recarga de Energía aumenta en un 30%.
Compensación de pérdidas - Constelación Niv. 5
Aumenta el nivel de habilidad de Lámpara mágica: Cañonazo apaciguador +3.
Puede ser aumentado hasta Niv. 15. Relación calidad-precio - Constelación Niv. 6
Tras usar Lámpara mágica: Cañonazo apaciguador, Dori obtiene los siguientes efectos durante 3 segundos:
- Se imbuye del elemento Electro.
- Al golpear a un enemigo con un Ataque Normal, regenera Vida para todos los miembros del equipo cercanos en una cantidad equivalente al 4% de la Vida Máx. de Dori. Solo se puede regenerar vida una vez cada 0.1 segundo de esta manera.
Peso ligero
Ascensión[]
Ascensión | Nvl. Máx. | Costo | Material Elemental 1 | Material Elemental 2 | Especialidad Local | Material Común |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 20 | 20,000 | Ninguno | |||
2 | 40 | 40,000 | ||||
3 | 50 | 60,000 | ||||
4 | 60 | 80,000 | ||||
5 | 70 | 100,000 | ||||
6 | 80 | 120,000 | ||||
Máx | 90 | Nivel máximo |
Estadísticas[]
Nivel | Vida | Ataque | Defensa | Vida | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Antes de ascender | Después de ascender | Antes de ascender | Después de ascender | Antes de ascender | Después de ascender | Antes de ascender | Después de ascender | |
1 | 1039 | 18 | 60 | — | ||||
20 | 2696 | 3472 | 48 | 62 | 48 | 62 | — | — |
40 | 5253 | 5805 | 94 | 104 | 94 | 104 | — | 6% |
50 | 6708 | 7444 | 120 | 133 | 120 | 133 | 6% | 12% |
60 | 8356 | 8908 | 150 | 160 | 150 | 160 | 12% | 12% |
70 | 9829 | 10381 | 176 | 186 | 176 | 186 | 12% | 18% |
80 | 11312 | 11864 | 203 | 213 | 203 | 213 | 18% | 24% |
90 | 12802 | 230 | 747 | 24% |
Gachapón[]
La siguiente lista muestra los 10 banners en los que Dori ha aparecido como personaje promocional, en orden del más reciente al más antiguo.
Vestuarios[]
Galería[]
Arte de cumpleaños[]
Diseños de Paimon - Emoticonos[]
Menciones de personajes[]
Historias de personajes[]
Kaveh continuó trabajando en la industria de la construcción, pero su desprecio por la sociedad fue creciendo. Fue en este momento que su vida tuvo un giro inesperado. La magnate Sangemah Bay lo buscó expresamente para solicitar el diseño de su mansión privada.
Sangemah Bay gozaba de cierta fama, pero Kaveh no tenía ni idea de que se trataba de Dori ni estaba al tanto de sus riquezas hasta que se vieron por primera vez. Solo tenía dos condiciones para la construcción de su mansión: que fuera grande y extravagante. Kaveh la interrogó para saber más detalles sobre el diseño, pero Dori no le dio mayor importancia. De entre todos los clientes que Kaveh había tenido, Dori era la más excéntrica. A pesar de hacer negocios con los eruditos, no parecía importarle lo que ellos pensaran. Lo único que quería era tener una mansión en algún lugar remoto, supuestamente para fines comerciales. Instó a Kaveh a no hacer más preguntas y le pidió que solo se preocupara por diseñar un palacio que dejara a todos boquiabiertos. En cuanto a los pormenores estéticos, Dori no les prestó mayor atención y los dejó en manos de Kaveh.
Kaveh se dio cuenta inmediatamente de la oportunidad única que tenía frente a él: la construcción de una mansión sin restricción alguna en la que podía dar rienda suelta a su creatividad. La parte A ponía el dinero, y la parte B hacía el trabajo. ¡Así es como deberían funcionar los negocios! ¿Por qué restringirse por la opinión de unos académicos? ¿No es eso comenzar la casa por el tejado? Un ímpetu repentino se apoderó de Kaveh, quien trabajó día y noche en el diseño del proyecto y, como parte B del acuerdo, le sugirió a Dori varios ajustes. Para una magnate, una vida en solitario en las montañas no era suficiente. Si quería dejar su huella en la historia, ¡la mansión debía tener proporciones legendarias y una belleza exuberante! No podía faltar un jardín con las flores más selectas, escogidas por botánicos profesionales; el diseño del edificio debía ser más osado, su diseño más sobrio; las habitaciones debían enfatizar el pragmatismo, dejando la exhibición de opulencia en los cimientos. En cuanto a la ubicación... el precipicio en las montañas del norte era un sitio ideal. De esa forma, la magnate Sangemah Bay se despertaría cada mañana con una vista magnífica en su ventana.
Dori insistió una y otra vez en que la mansión no tenía que estar en la cima de un precipicio, pero la búsqueda de la excelencia artística de Kaveh la convencía en cada ocasión. Así fue como comenzó la obra de grandes proporciones bajo la supervisión constante de Kaveh.
Sin embargo, el camino para convertir sus sueños en realidad estuvo lleno de tropiezos. A pesar de las cuidadosas consideraciones de Kaveh al seleccionar la ubicación, nunca habría imaginado la velocidad a la que crecería la zona marchita ese año. Cuando el setenta por ciento de la obra estaba acabada, en una noche silenciosa, la zona marchita se infiltró sin hacer ruido, destruyendo todo lo que habían erigido hasta entonces. Al ver los restos de su obra, Kaveh tuvo un arranque de ira que fue igualado por Dori al llegar después de escuchar las noticias y le ordenó que se retirara del proyecto. A pesar de que los guardabosques se apresuraron para acabar con la zona marchita, el daño en el edificio era irrecuperable. Kaveh sabía muy bien que difícilmente encontraría otro proyecto así, por lo que le rogó a Dori que le dejara terminar el Palacio Alcazarzaray. Entonces, Dori señaló con astucia el quid de la cuestión: el cambio en la ubicación del palacio era obra de Kaveh, y ahora que había dilapidado la fortuna de Dori, ¿cómo podría continuar con el proyecto, incluso bajo el supuesto de que Dori no presentara cargos en su contra? Además, asumiendo que lo reconstruyeran, ¿quién asumiría las pérdidas?
Kaveh se sentó sobre la pila de escombros y se puso a reflexionar la noche entera. Aún contaba con los ahorros de la familia y la propiedad dejada por sus padres. Lo que alguna vez fue su hogar ya no era más que un edificio vacío. Después de todo, ¿qué era un hogar? Un arquitecto como Kaveh sabía mejor que nadie que una casa sin familia no era más que cuatro paredes.
Al despuntar el alba, Kaveh regresó a la Ciudad de Sumeru y vendió la casa. Con el dinero de la venta, sumado a sus ahorros, logró cubrir el setenta por ciento de la inversión de Dori, quien asumió el monto restante.
Y así fue como un buen día, la construcción del Palacio Alcazarzaray llegó a su fin. Kaveh invirtió todas sus pertenencias en la culminación de un palacio que no le pertenecía, y no ganó ni un solo Mora en el proyecto. Al contrario, unos gastos extra por aquí y por allá lo dejaron endeudado. A pesar de que, en apariencia, había asumido la deuda a regañadientes, en lo más profundo de su corazón sabía que le debía dinero a Dori. Una vez más, el sentimiento de culpa lo envolvía, y la magnate Sangemah Bay, como la astuta comerciante que era, se dio cuenta enseguida de que Kaveh estaba dispuesto a pagar, no por el cumplimiento de su parte del contrato, sino por apegarse a sus ideales.
Si alguien estaba dispuesto a dilapidar su fortuna en nombre de sus ideales, ¿quién era ella para impedírselo? Después de todo, la construcción del edificio era simplemente un negocio, pero los ideales no tienen precio. En cuanto a cómo Kaveh se quedó sin hogar, esa es otra historia.
Diálogos de personajes[]
Personaje | Diálogos |
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Alhacén |
Sobre Dori... : Es una joven muy atenta, y siempre tiene un ojo abierto. Entiende perfectamente cómo funciona esta vida y es capaz de hacer que sus sueños se hagan realidad. No es que condone sus acciones, pero tampoco voy a fingir que no admiro su forma de ser solo porque no estemos de acuerdo en algunos asuntos. |
Collei |
Sobre Dori... : Una vez, me crucé con ella mientras patrullaba por el bosque. Sacó una botellita de un jugo que se veía delicioso, como si supiera que yo estaba sedienta. Menos mal que el maestro me detuvo. Si no, me habría gastado en ese dichoso jugo todos los Moras que he ahorrado con tanto esfuerzo. |
Kaveh |
Sobre Dori... :Dori es la dueña del Palacio Alcazarzaray... ¿Eh? ¿Qué dices? Pues claro que el Palacio Alcazarzaray no es mío... ¡Ni se te ocurra mencionarlo!
Es una chica muy astuta, sabe cómo conseguir que los demás hagan lo que ella desea. En cuanto a mí... eh... Es cierto que le debo una gran cantidad de Moras, pero fue por un asunto complicado... A-aun así, espero que no sea demasiado estricta y que no esté atormentándome con temas de dinero... Yo sé que ella podría ser mejor persona, ¿por qué se comporta así? |
Laila |
Sobre Dori... : ¿D-Dori, dices? *Suspira*, una vez me armé de valor y le compré algo. Creo que debió pensar que era una ricachona o algo así porque le brillaban los ojos mientras me hacía la cuenta. Desde entonces siempre recibo panfletos de promociones... ¡Fue el mayor error de mi vida! No solo me gasté hasta el último Mora de mi beca, sino que tuve que alimentarme de repollos el resto del año y no pude comprar libros que no fueran de la sección de rebajas...
|
Nahida |
Sobre Dori... : Lo primero que dijo al verme fue: “Bonito palacio. Dame un precio”. Obviamente no iba a venderle el Santuario Surasthana, pero lo que dijo me dejó pasmada. Aunque lo he pensado largo y tendido, no sé muy bien cuánta cantidad de Moras sería la adecuada. |
Nilou |
Sobre Dori... : Dori, la comerciante acaudalada, me ha visto bailar. Recuerdo que una vez habló con el Sr. Zubayr y luego nunca más volvió. ¿Acaso ocurrió algo? ¿Eh? ¿Quería que fuera de gira por Teyvat? Imposible. ¡Seguro que el Sr. Zubayr le dijo que no! Ah, por favor, dime que le dijo que no... |
Tignari |
Sobre Dori... : La conocida magnate Sangemah Bay no es ni más ni menos que Dori. La conocí durante una de mis investigaciones. Necesitaba unos materiales muy peculiares que solo pude conseguir a través de ella y su misteriosa red de abastecimiento. Es mejor que no me preguntes qué compré o qué estaba investigando. |
Viajero |
Sobre el genio de Dori... : Paimon: ¿Cómo puede caber un genio tan grande dentro de la lámpara de Dori?
Viajero/a: Solo hay una forma de averiguarlo, ¿por qué no intentas meterte tú, Paimon? Paimon: ¡Ni lo sueñes! ¡Paimon no cabe ahí! Viajero/a: Bueno, entonces podrías ser la genio de la Relajatetera. Paimon: ¡Oh, qué gran idea! ¡Vamos a probar! Viajero/a: Te ves muy emocionada... Paimon: ¡Paimon se moría de ganas por intentarlo! *Ejem, ejem*. ¡*Puf*! ¿Me llamabas, oh, viajero/a de tierras lejanas? Paimon: ¡Vamos! ¡Tienes que concederle a Paimon tres deseos! El primero será... ¡que le traigas a Paimon un montón de comida deliciosa! Viajero/a: Paimon, ¡se supone que la que concede deseos eres tú! |
Historial de cambios[]
- Versión 3.0
- Dori se añadió al juego.