Resumen
Una nube es un entorno de TI que extrae los recursos informáticos de una red, los agrupa y los comparte. En cambio, los dispositivos del extremo de la red son ubicaciones informáticas físicas que se encuentran junto con el hardware y el software. El cloud computing se encarga de la ejecución de las cargas de trabajo dentro de las nubes, mientras que el edge computing se ocupa de la ejecución de esas cargas en los dispositivos del extremo de la red.
¿El extremo de la red es parte de la nube?
Algo así.
Los dispositivos del extremo de la red pueden aportar recursos a una nube, siempre y cuando las funciones de almacenamiento e informáticas que proporcionan estos dispositivos en los extremos de una red se extraigan, agrupen y compartan. Es decir, si se convierten en parte de una infraestructura de nube mayor.
El edge computing no forma parte de la nube. Su utilidad radica en su separación deliberada de las nubes y del cloud computing.
En resumen:
- Las nubes son lugares donde se pueden almacenar datos o ejecutar aplicaciones. Son entornos definidos por el software y creados por los centros de datos o las torres de servidores.
- El extremo de la red también es un lugar donde se recopilan los datos. Es un entorno físico compuesto por hardware fuera de un centro de datos.
- El cloud computing es la ejecución de las cargas de trabajo de una nube.
- El edge computing es la ejecución de cargas de trabajo, pero en dispositivos que se encuentran en el extremo de la red.
El extremo de la red (ubicación) no es lo mismo que el edge computing (acción). El hecho de recopilar datos en el extremo de una red y transferirlos a una nube sin realizar grandes modificaciones (en caso de ser necesario) no tiene nada que ver con el edge computing, sino con el uso de las redes.
Sin embargo, si esos datos se recopilan y se procesan en el extremo de la red, sí hablamos de edge computing.
Este se encuentra separado de la nube por dos motivos principales:
- Velocidad. La velocidad con la que deben tomarse las decisiones no admite las demoras que normalmente se producen si se recopilan los datos en un dispositivo del extremo de la red, se transfieren a una nube central sin modificarlos y se procesan para luego darle la orden a dicho dispositivo de que realice una determinada acción.
- Volumen de datos. El volumen de datos recopilados es demasiado grande como para enviarlos a una nube sin modificarlos.
Las nubes, el extremo de la red y el IoT
Todos se pueden conectar. Pero no tienen que estar conectados.
Las nubes pueden existir sin el Internet de las cosas (IoT) ni los dispositivos del extremo de la red. El IoT y el extremo de la red pueden existir sin nubes. El IoT puede existir sin dispositivos de extremo de la red ni edge computing. Los dispositivos de IoT pueden conectarse al extremo de la red o una nube. Algunos dispositivos del extremo de la red se conectan a una nube o a un centro de datos privado; algunos solo lo hacen de manera intermitente con ubicaciones centralizadas similares; y otros nunca se conectan a nada. Nunca.
Sin embargo, cuando el edge computing se utiliza en las operaciones de fabricación, minería o distribución, casi siempre necesitan del IoT. Esto se debe a que los dispositivos del IoT (los objetos físicos cotidianos que recopilan y transfieren datos, o que inician acciones como controlar interruptores, cerraduras, motores o robots) son las fuentes y los destinos que los dispositivos del extremo de la red procesan y activan sin depender de una nube o ubicación central.
Por ejemplo:
- La automatización del hogar suele considerarse un caso práctico del IoT. Tanto el teléfono como los dispositivos inteligentes del hogar (lámparas, termostatos y tomacorrientes) son dispositivos del IoT, ya que simplemente envían datos (y ejecutan decisiones) en ambas direcciones (a veces, a través de una nube). Sin embargo, ni el teléfono, ni los dispositivos inteligentes procesan los datos que recopilan.
- Las imágenes satelitales, como las que se usan en la Estación Espacial Internacional (ISS), son casos prácticos de edge computing. Los dispositivos ubicados físicamente en la ISS ejecutan un código analítico en contenedores y funcionan como un clúster de Red Hat® OpenShift® de un solo nodo que se conecta a IBM Cloud en la Tierra. Solo se envían las imágenes que valen la pena. El edge computing es muy necesario en este caso, ya que el volumen de datos recopilado es demasiado grande como para enviarlo a una nube en la Tierra.
Las nubes, el extremo de la red y la tecnología 5G
La tecnología 5G es la quinta generación de redes de telecomunicaciones, e incluye mejoras en el ancho de banda y la latencia. Se trata de un mecanismo de transporte que mejora las funciones del cloud computing y el edge computing. Sin embargo, no es parte del extremo de la red, ni de los dispositivos que se encuentran allí, ni del edge computing. La informática móvil tampoco es lo mismo que el edge computing. Es decir, por lo general, un teléfono inteligente no es un dispositivo del extremo de la red.
¿Por qué conviene elegir Red Hat?
Porque nuestro enfoque recomendado para la tecnología empresarial no cambia según la implementación, ya que todo debe funcionar bien en cualquier lugar. En el centro de datos. En la nube. En el extremo de la red.
Esta es la premisa básica de una estrategia de nube híbrida abierta. Este tipo de nube le permite ejecutar aplicaciones en servidores ubicados en centros de datos o en dispositivos del extremo de la red a través de varias nubes, sin tener que rediseñar esas aplicaciones, volver a capacitar al personal o mantener entornos diferentes. Además, contamos con un amplio ecosistema de partners certificados, que incluye proveedores conocidos de servicios de nube pública, como IBM Cloud, Google Cloud, Amazon Web Services (AWS) y Microsoft Azure.
Permítanos ayudarlo a crear una nube, ejecutar cargas de trabajo en el extremo de la red y crear un sistema de TI más seguro que trascienda completamente los límites del espacio y las ubicaciones.