Buitre
negro (Aegypius monachus)
Clasificación
científica
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Aves
Orden:
Accipitriformes
Familia:
Accipitridae
Género:
Aegypius
Especie:
A. monachus
El
Buitre negro (Aegypius monachus) es una especie de ave accipitriforme de la
familia Accipitridae, la única de su género y uno de los pocos buitres que se
pueden encontrar en Europa junto con el Buitre leonado, Quebrantahuesos y
Alimoche.
Una
de las más grandes y pesadas rapaces del mundo, se encuentra en grave peligro
de extinción, incluso en España, que constituye el último refugio del ave en
Europa Occidental.
La
envergadura media de esta especie es de 250 cm, algo más que la del buitre
leonado, aunque se han mencionado casos de individuos que podrían haber llegado
a los tres metros.
Se
trata del ave de mayor envergadura presente en la península ibérica, pues
alcanza los 250-295 cm; el peso varía entre 7 y 11,5 kg en los machos y entre
7,5 y 12,5 kg en las hembras.
En
vuelo presenta una silueta compacta con alas muy rectangulares y cola corta.
Como casi todos los buitres, el buitre negro también es un planeador que rara
vez bate las alas. En el aire recoge la cabeza hacia atrás y mantiene las alas
desplegadas, mientras que la cola hace el papel de timón.
Es
frecuente observar interacciones en carroñas con Buitres Leonados, Alimoches,
milanos y córvidos, y en raras ocasiones con Quebrantahuesos. Resulta dominante
sobre todas estas especies, siendo las agresiones en las carroñas frecuentes
entre miembros de la misma especie y con otros Buitres leonados.
El
plumaje es preferentemente negro, salpicado de marrón oscuro en el dorso. El
cuello y parte de la cabeza son negros y desprovistos de plumas, aunque en la
cara y coronilla se puede encontrar un poco de plumón negro. El pico destaca
por su color gris claro, aunque la punta también es negra. En la base del
cuello crecen unas plumas pardas oscuras a modo de gorguera y debajo de ellas
otra fila de plumas de color claro que cubren la parte superior del pecho. No
existen diferencias aparentes entre machos y hembras, aunque sí entre los
adultos y los jóvenes, que tienen un plumaje casi negro.
Su
principal área de distribución es asiática, abarcando toda el área desde
Turquía y el Cáucaso hasta Manchuria. En Europa se le puede encontrar en
Crimea, Grecia, varias islas mediterráneas (Chipre, Creta, Sicilia, Córcega,
Cerdeña y Mallorca) y el suroeste de la Península Ibérica. En invierno se le
puede encontrar también en el valle del Nilo y Palestina.
Vive
en roquedos y barrancos con abundante vegetación. Su hábitat, y casi exclusivo
en España, son los bosques de pinos y, particularmente, las «manchas» de monte
bravío. El Buitre negro construye en ellos su nido, que puede alcanzar enormes
dimensiones.
Su
hábitat preferido de nidificación se distribuye exclusivamente en ambientes
boscosos. Las principales colonias se asientan en bosques densos de encinas,
quejigos y alcornoques, pino silvestre, pino resinero y pino negro y menos
frecuentemente en pino carrasco. Las altitudes en que se encuentran sus nidos
oscilan entre los 400 y los 1.900 m. En las islas Baleares aparece en los
pinares de los acantilados costeros.
Cuando,
volando a círculos a gran altura, descubre un animal muerto, se lanza en picado
con las alas recogidas y las patas colgando, produciendo un ruido zumbante.
Los
buitres negros demuestran ser más escrupulosos que los buitres leonados a la
hora de comer carroña. Cuando se acercan al cadáver de un gran mamífero
desgarran la piel y se alimentan casi exclusivamente de materia muscular,
evitando las vísceras. En caso de tragar piel o pelos, los expulsan más tarde
en forma de egagrópila.
En
sus nidos se han encontrado restos de conejos, ardillas, tortugas y lagartos,
cosa que hace suponer que también pueden capturar pequeñas presas vivas. Sólo
ocasionalmente consume insectos, incluso hierba con la que también alimenta a
su pollo. Se estima que un individuo precisa unos 500-700 gr diarios de
alimento.
Esta
especie es monógama y anida en los árboles. Cada temporada, aunque a veces pasa
alguna sin procrear, la pareja retorna al mismo nido que han ocupado año tras
año. Utilizan ramas secas cortas y de cierto grosor para construir o reparar el
nido; éste suele estar tapizado de pelo, lana, restos de egagrópilas y algo de
materia vegetal.
La
hembra pone un sólo huevo, que la pareja incuba por turnos durante 55 días. A
principios de mayo se abre el cascarón y los padres alimentan al polluelo hasta
que puede emprender el vuelo. Hasta entonces siempre se encuentra un adulto en
el nido, que no abandona si no se le ataca violentamente.
Las
aves adultas son sedentarias y permanecen todo el año ligadas a la colonia,
aunque en ocasiones pueden pasar varios días seguidos fuera de la misma,
buscando comida, especialmente fuera de la época de reproducción. Su comportamiento es menos gregario que el del buitre leonado.
Los
individuos jóvenes se dispersan a grandes distancias en su primera etapa de
vida, en largos viajes exploratorios, al emanciparse de los padres, que les
llevan hasta a 600 km de la colonia, aunque otros se asientan en áreas próximas
al lugar de nacimiento, utilizando dormideros comunales y se alimentan con
frecuencia en muladares.
Posiblemente
la mayor causa de mortalidad de la especie sea el veneno. Otras amenazas
importantes son la explotación inadecuada de determinadas masas forestales, la
eliminación sistemática de carroñas y la gestión inadecuada de los montes
(apertura de pistas, cortafuegos, accesos a excursionistas, etc.).