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La aldea de la reina (en francés Hameau de la Reine) es una recreación exacta de una granja normanda que el pintor francés Hubert Robert plasmó en uno de sus lienzos. La reina ordenó al arquitecto Richard Mique la construcción de la granja que Robert había pintado en su cuadro. El resultado es un conjunto de pequeñas casas con techos de paja, pizarra y balcones de madera, con lago y cisnes incluídos cuya estética se opone a la opulencia y fastuosidad del Palacio de Versalles.
Los monarcas pretendían acercarse, aunque de manera artificial, al mundo rural, de ahí que la finca contara con molinos, casas de agricultores, huertos y lechería.
Cuando María Antonieta llegaba a su aldea dejaba de ser la consorte del monarca francés para convertirse en nada menos que una lechera. Debería de resultarle divertido este cambio de rol, aparcar por un tiempo la pomposidad y exquisitez de su vestimenta por la llaneza de una indumentaria propia de una humilde trabajadora.
La monarca visitaba la aldea acompañada de sus hijos y sus amistades más cercanas, que al parecer no eran muchas pues precisamente no fue muy querida en su entorno. Al recinto se accedía con previa invitación de la reina y en la aldea cada cual representaba un oficio o personaje concreto. Verla a ella y sus amigas de la aristocracia ordeñando leche o cosechando frutos sería todo un espectáculo.
http://www.viajerosanonimos.com/2010/06/04/maria-antonieta-en-versalles/
Las ovejas fueron adquiridas en la fería de Zafra, hallá por el 1700 y pico, según se conservan los documentos de la compraventa.