Un día, aprovechando que a mi "maridín" se le da bien la madera le propuse que me hiciera una caja de luces para no tener que apoyarme en los cristales de las ventanas para calcar patrones. Dicho y hecho.
Aprovechando que salía a unos recados volvió con todo lo necesario para hacerla.
Pronto empezó a tomar forma: pegamento, clavitos, una mano de pintura, colocación de la luz, unas telitas para forrarla (cosecha mía).....y por supuesto un cristal mate.
Como una imagen vale más que mil palabras os dejo una cuantas de toda la secuencia.
Y aquí está, preparada para ser utilizada en cualquier momento.
Gracias a mi marido, que es un cielo, tengo mi propia caja de luces.
¡¡¡ Estoy super contenta !!!