Ir al contenido

Eos

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Eos representada en un cuadro titulado La Aurora (1881), del pintor francés William-Adolphe Bouguereau.

En la mitología griega, Eos (en griego jónico y homérico Ἠώς Ēṓs; en ático Ἕως Héōs) era la diosa titánide[1]​ y personificación de la «aurora». Sus relatos eran especialmente etiológicos acerca de la expliación del fenómeno de la luz de amanecer: la aurora salía de su hogar al borde del río Océano, que rodeaba el mundo, para anunciar la llegada de su hermano, el sol, y con él, un nuevo día.

Se cree que la adoración griega de la aurora como diosa fue heredada de la época indoeuropea. El nombre «Eos» parece derivar del proto-helénico *auhṓs y del protoindoeuropeo *h₂éwsōs («amanecer») que también era la personificación divina del alba en la religión protoindoeuropea. Entre sus cognados y equivalentes en otras mitologías, se incluyen el latino aurora (Aurora), el sánscrito उषस् (Ushás) y probablemente el inglés antiguo ēostre (Ostara).

En la mitología griega

[editar]

Genealogía

[editar]

Eos es la hija de los titanes Hiperión y Tea y hermana de Helios (el Sol) y Selene (la Luna). Según Hesíodo Eos es la «que brilla sobre todos los que están en la tierra y sobre los inmortales dioses que viven en el ancho cielo».[2]​ Otros dicen que su madre se llamó Eurifaesa,[3]​ o Etra,[4]​ pero ambas se identifican de manera natural con Tea. En otras versiones a Eos se la imagina como hija de Palante, pero no se especifica la madre,[5]​o bien es hija y no hermana del propio Helios.[6]​ Como fuerza primordial otros opinan que es una hija natural de la Noche.[7]

Naturaleza y características

[editar]

Como diosa lumínica a veces se denomina a Eos como Titodía» o «titánide»),[1]Día (Ἡμέρα, Hēméra)[8]​ o Luz (Φόως, phóōs).[9]​ Míticamente hablando, como diosa de la aurora, Eos abría las puertas del cielo con «sonrosados dedos»[10]​ para que Helios pudiera conducir su carro por el cielo cada día. En la Ilíada,[11]​ su toga de color azafrán está bordada o tejida con flores;[12]​ con dedos sonrosados y brazos dorados, era representada en vasijas áticas como una mujer sobrenaturalmente hermosa, coronada con una tiara o diadema y con largas alas con plumas blancas de pájaro:

Eos, de azafranado velo, se levantaba de la corriente del Océano para llevar la luz a los dioses y a los hombres, cuando Tetis llegó a las naves con la armadura que Hefesto le entregara.[13]
cuando por décima vez apuntó Eos, que trae la luz a los mortales, sacaron, con los ojos preñados de lágrimas, el cadáver del audaz Héctor, lo pusieron en lo alto de la pira, y le prendieron fuego.[14]

Quinto de Esmirna la representaba exultante en su corazón sobre los resplandecientes caballos (Lampo y Faetonte) que tiraban de su carro, entre las Horas de brillante pelo, subiendo el arco del cielo y esparciendo chispas de fuego.[15]​ Con frecuencia se la asocia con el epíteto homérico Rododáctila (ῥοδοδάκτυλος: ‘de sonrosados dedos’), si bien en la poesía épica también se la llama Erigenia (Ἠρῐγένειᾰ: ‘que nace pronto’):

«La más brillante de las estrellas apareció, Heósforo, que casi siempre anuncia la luz de la Aurora que pronto sale (Eos Erigenia)».[16]

Copa ática de figuras rojas con Eos llevando a su hijo Memnón muerto, ca. 490 – 480 a. C.: la llamada «Pietà de Memnón». Museo del Louvre.

Consortes, raptos y descendencia

[editar]

Los poetas clásicos imaginaban a Eos como una diosa sumamente enamoradiza, especialmente de los mortales más hermosos. Formalmente se desposó con Astreo, de la raza de los titanes, pero más tarde se dice que Eos raptó a Céfalo, Clito, Orión y Titono para que fueran sus amantes. Se han observado representaciones de la imagen de Eos en donde se colocaba en posición dominante para ir en pos del rapto de sus jóvenes amados, tal y como hacían otros erastés divinos masculinos en busca de sus erómenos.[17]​ Tenemos la única mención de un episodio solo contado por Apolodoro en el que afirma, en una anécdota más que un mito, que este se debía a la cólera de Afrodita, pues la había condenado a enamorarse a perpetuidad por haber tenido relación sexual con Ares.[18]

En la Teogonía se dice que el consorte divino de Eos era Astreo, siendo esta unión el origen mitológico de todos los vientos cardinales y las estrellas (entre ellas las «errantes»).[19]​ Era precedida por el lucero del alba.[16]​ Hesíodo nos dice que «con Astreo, Eos parió a los impetuosos vientos (ἀνέμους), el despejador Céfiro, el Bóreas de rápida marcha y el Noto, acostada amorosamente la diosa con el dios. Después de ellos Erigenía (‘la hija de la mañana’) dio a luz a Heósforo, a los brillantes astros (ἀστέρα) y a todo cuanto corona el cielo».[19]​ En fuentes tardías se añade al viento Euro como nacido de la misma unión que sus hermanos.[20]​ De la misma manera Astrea, vinculada a una constelación (Virgo), también puede ser descrita como hija de Astreo y la Aurora.[21]

Cada noche, al despertarse, Eos se levanta de su cama, en donde reposa Titono, su consorte por excelencia.[22]​ Cuando Zeus le robó a Ganimedes para que fuese su copero, Eos le pidió que hiciese inmortal a Titono, pero olvidó pedir la eterna juventud. Titono vivió por tanto para siempre pero se hizo más y más anciano,[23]​ hasta que la diosa, conmovida, lo transformó finalmente en una cigarra (τέττιξ, téttix).[24]​ Según Ovidio, Eos madruga para alejarse de Titono a causa de su vejez, pero Propercio refiere que Eos no dejó de amarlo y acompañarlo en el lecho. Según Hesíodo, Eos llevó a Titono hasta Etiopía y allí tuvieron dos hijos, Memnón y Ematión.[25]​ Se dice que desde la muerte de su hijo Memnón Eos lo recuerda con tristeza cada mañana y por eso derrama lágrimas, que son el rocío matutino.[26]​ Memnón luchó junto a los troyanos en la guerra de Troya y murió a causa de ello. Su imagen con Memnón muerto sobre sus rodillas, como Tetis con Aquiles e Isis con Osiris, fue el icono que inspiró la Pietà cristiana.

El rapto de Céfalo tenía un atractivo especial para el público ateniense debido a que este era un muchacho de la ciudad,[27]​ por lo que este elemento mítico apareció frecuentemente en las vasijas pintadas áticas y fue exportado con ellas. En los mitos literarios, Eos raptó a Céfalo cuando este estaba cazando y lo llevó a Siria.[28][25]Pausanias fue informado de que la secuestradora de Céfalo fue Hemera, la diosa del día.[29]​ Aunque Céfalo ya estaba casado con Procris y engendró una prole con Eos, empezó a añorar a su esposa, provocando que una contrariada Eos lo devolviese con ella y lo maldijese. En el relato de Higino, se cuenta que Céfalo mató accidentalmente a Procris algún tiempo después al confundirla con un animal mientras cazaba.[30]​ En Las metamorfosis de Ovidio, Procris, celosa, espía a Céfalo, le oye cantar al viento (Aura) y lo interpreta como una serenata para Aurora, que había sido amante de él.[31]​ La descendencia de Eos y Céfalo varía mucho en las fuentes, y de esta unión nació Faetonte,[32]​ o Heósforo,[33]​ o Héspero,[34]​ o bien Pafo.[35]

En la Odisea se dice que a Orión lo raptó la Aurora de dedos de rosa, hasta el día que en Ortigia (Delos) la casta Artemisa, de trono de oro, lo abatió disparando sus blandas saetas.[36][37][38]​Sobre el motivo de la cólera de Artemisa, fue porque desafió a la diosa a lanzar el disco o bien porque se había atrevido a violar a Opis, una doncella de los Hiperbóreos.[39]Melampo, el adivino, engendró a Mantio, y este a su vez tuvo dos hijos, Polifides y Clito. Pero a Clito raptó la Aurora, de trono de oro, por su gran hermosura y lo llevó a vivir entre los dioses.[40]

Interpretaciones ulteriores

[editar]
Eos en su carro volando sobre el mar, crátera de figuras rojas del sur de Italia, 430–420 a. C., Staatliche Antikensammlungen.

En la religión romana la Aurora pasó a ser asociada con Matuta, más tarde conocida como Mater Matuta y también asociada con los puertos marítimos. Tenía un templo en el Foro Boario. El once de junio se celebraban las Matralias en ese templo en honor de Matuta, festival este sólo para mujeres en su primer matrimonio.

Entre los etruscos, la diosa generativa de la aurora era Thesan. Las representaciones de la diosa-aurora con un joven amante se hicieron populares en Etruria en el siglo V, probablemente inspiradas por las vasijas pintadas griegas importadas.[41]​ Aunque los etruscos preferían representar a la diosa como una criadora (curótrofa) más que como una abductora de hombres jóvenes, las acroteras escultóricas arcaicas tardías de la Caere etrusca, actualmente en Berlín, muestran a una diosa corriendo en una pose arcaica adaptada de los griegos, y llevando a un muchacho en sus brazos, que ha sido normalmente identificada con Eos y Céfalo.[42]​ En un espejo etrusco Thesan aparece llevándose a un joven, cuyo nombre es inscrito TINTHU[N].[43]

Véase también

[editar]

Bibliografía

[editar]

Notas y referencias

[editar]
  1. a b Licofrón la llama por un nombre arcaico: Tito (‘la titánide’). Kerényi observa que Tito comparte un origen lingüístico con Titono (el amante de Eos), que pertenecía a un idioma pregriego más antiguo (Kerényi 1951 p. 199 nota 637).
  2. Teogonía 371 – 374 (Hijos de Tea e Hiperión).
  3. Himno homérico 31 "a Helios".
  4. Higino: Fábulas (prefacio)
  5. Ovidio: Fastos IV 373; Valerio Flaco: Argonáuticas 2.72
  6. Mesómedes, Himno al Sol 1
  7. Quinto de Esmirna, Posthoméricas II 625–26; Esquilo, Agamenón 265
  8. Pausanias: Descripción de Grecia III 18, 12
  9. Pausanias: Descripción de Grecia I 3, 1
  10. Eos acababa de sacudir el ala del despreocupado sueño (Hipnos) y abrió las puertas del amanecer, dejando luminoso diván de Céfalo.
  11. Ilíada VIII, 1; XXIV, 695.
  12. Odisea VI, 48.
  13. Ilíada XIX, 1.
  14. Ilíada XXIV, 786 (en el texto griego, 785).
  15. Quinto de Esmirna: Posthoméricas I, 58.
  16. a b Odisea XIII, 93.
  17. Laurialan Reitzammer: The Athenian Adonia in Context: The Adonis Festival as Cultural Practice, pág. 122. Universidad de Wisconsin Press, 2016. ISBN 9780299308209.
  18. Apolodoro: Biblioteca mitológica I, 4, 4.
  19. a b Hesíodo: Teogonía 378 – 382
  20. Nono: Dionisíacas VI, 18; 37, 70; 47, 340
  21. De Astronomica II, 25 (Virgen), con la autoridad de Arato
  22. Homero, Ilíada XI, 1; XX, 237
  23. Himno homérico 5 (a Afrodita), 220–318; Mimnermo, fr. 4 (Gerber); Clearco de Solos, fr. 20, citado en Zenobio 4, 18
  24. Suda, voz «Titono el antiguo»; Helánico, fr. 142 (FGrH), citado en el escolio a Homero, Ilíada 3, 151; escolio a la Odisea 5, 1
  25. a b Teogonía 984 y ss.
  26. Alcmán, fragmento 42 (PGM); Ovidio: Las metamorfosis XIII, 621–2
  27. Lefkowitz, M. R. (octubre de 2002). «'Predatory' Goddesses». Hesperia 71 (4): 326. 
  28. Apolodoro: Biblioteca, I, 9, 4; III, 14, 3.
  29. Comentarios de Pausanias en su Descripción de Grecia sobre los temas mostrados en el stoa real de Atenas (I, 3, 1) y en el trono de Apolo en Amiclas (III, 18, 10 y ss.)
  30. Higino: Fábulas (Fabulae).
  31. Ovidio: Las Metamorfosis VII, 661 y ss.
  32. Hesíodo: Teogonía 984, Apolodoro: Biblioteca III, 14, 3, Pausanias: Descripción de Grecia I, 3, 1. Hesíodo y Pausanias dicen que su padre fue Céfalo, pero Apolodoro atribuye la paternidad a Titono.
  33. Higino: De Astronomica 2.42.4
  34. Higino: De Astronomica II 42 ("Planetas")
  35. Escolio a Dionisio Periegeta, 509
  36. Odisea V, 118 ss
  37. Apolodoro: Biblioteca mitológica I 4, 4
  38. Nono, Dionisíacas V, 516 ss
  39. Apolodoro: Biblioteca mitológica I 4, 5
  40. Homero, Odisea 15, 250 ss
  41. Goldberg, Marilyn Y. (octubre de 1987). «The 'Eos and Kephalos' from Cære: Its Subject and Date». American Journal of Archæology 91 (4): 607. 
  42. Goldberg (1987) expone dudas sobre la identificación del muchacho, en el contexto de los motivos de rapto etruscos y griegos.
  43. Señalado por Goldberg (1987), en Mayer-Prokop, I. (1967). Die gravierten etruskischen Griffspiegel archaischen Stils (El estilo arcaico de los espejos de mano etruscos grabados). Heidelberg: F. H. Kerle. fig. 61. OCLC 669952. 

Enlaces externos

[editar]