Deja a los árboles donde están...
“Había una vez en el bosque un joven árbol, cuyo único deseo era crecer y hacerse grande como los demás árboles, e iba creciendo año tras año, pero como era muy impaciente nunca le parecía bastante. De vez en cuando llegaban al bosque unos hombres con grandes hachas, que cortaban los árboles altos y bonitos, haciéndoles caer al suelo, con un gran ruido. Ya en el suelo, le cortaban las ramas, y lo montaban encima de un gran camión. - ¿A dónde los llevarán?- se preguntaba el joven arbolito- ¿Qué harán con ellos? En el bosque, nadie sabía responderle, pero a veces, las golondrinas, grandes viajeras que van por todo el mundo, traían noticias de un árbol que había viajado a la ciudad, para convertirse en una farola. - Ojala yo tuviera esa suerte- pensaba el arbolito- así podría ver toda la ciudad y hablar con la gente. Otros árboles eran arrancados enteros, con raíces y todo y cargados en los camiones con mucho cuidado, sin que se estropeara ni una sola