Isemay- Parte 8.7 VIVO
Pero era imposible que su hermano lograra descansar jamás en esa posición tan incomoda, aunque le vió cerrar los ojos abatido ante el sufrimiento. Sabía que su esposo estaba mirándola, que no podía engañarle. Uwuain no había querido pensar mucho en sus palabras de lo contrario no se hubiera permitido cerrar los ojos y ella lo sabía, pero estaba enfermo, herido, y tenía que salir de allí. Ella llevaba toda la vida casada con un hombre que no la amaba, ni la respetaba. Si le concedía a Wilde lo que pedía tendría más de lo mismo, algo a lo que ella estaba acostumbrada. Seguramente la obligaría a consumar el acto y a darle un heredero, pero, ella terminaría siendo feliz cuando tuviera hijos a los que cuidar. - Acércate- la llamó Osmar despertándola de sus pensamientos. - ¿Quieres agua?- le preguntó sin moverse del sitio. - ¿Qué quería decir?- dijo en voz baja para que solo ella pudiera oírle- y no me mienta