Conociendo a otro Tábano

 Esos ojos, las cuatro líneas negras longitudinales en el abdomen (las dos superiores más anchas) y la raya transversal de color rojizo en los ojos nos hacen pensar que se trata de Atylotus rusticus. Como siempre recordamos, los ojos separados son propios de las hembras (las que pican).

Un Tábano negro

 La hembra de Dasyrhamphis atra, tomando el sol. Esos dos enormes ojos separados nos permiten diferenciarla del macho, que los tiene pegados.

Tábano torpón

 Los Tábanos (Tabanus sp.) machos se alimentan de flores, no pican a otros seres vivos como sí lo hacen las hembras. Éste andaba buscando flores y nos permitió hacerle alguna foto.

Otro Tábano

En esta especie (Haematopota pluvialis) con unos ojos impresionantes, el nombre ya avisa: Haematopota: bebedor de sangre. Fue visto y no visto.

Tiempo de Tábanos

En zonas húmedas y con presencia de ganado, no es nada raro tropezarse con estos grandes Dípteros. El otro día tuvimos la suerte de poder observar (Tabanus sp.) a un macho y a una hembra y comprobar las claras diferencias anatómicas entre ellos. Las hembras son hematófagas (chupan sangre) por lo que tienen un aparato bucal impresionante. Además, sus enormes ojos compuestos están separados; en cambio en los machos, como se alimentan de flores y de néctar, su aparato bucal es mucho más discreto y sus ojos se juntan en la parte superior.

Tábano cegador

Viejo conocido (Chrysops caecutiens), lo encontramos siempre descansando en el río. Tiene aficiones chupadoras, tanto de flores como de sangre de mamíferos, por lo que puede transmitir enfermedades serias. A pesar de todo, es bien guapo, con unos ojos preciosos.

Tábanos

Es tiempo de ellos (Tabanus sp.) y los vemos por todos los sitios: posados en un camino, sobre las rocas del pedreru o sobre la vegetación de una charca. Los machos se suelen alimentar del néctar y polen de las flores y se reconocen bien porque tienen los dos enormes ojos compuestos unidos en la parte superior (tres primeras fotografías). Las hembras, por el contrario, son hematófagas (chupadoras de sangre de mamíferos y de aves) y tienen los ojos separados en la zona superior (las tres fotos siguientes)

Un Tábano

El otro día, cuando más concentrado estaba detrás de los Caballitos del diablo, se posó delante del objetivo este precioso Tábano: una hembra de Chrysops caecutiens. Se le conoce también en castellano como Tábano cegador, por la fea costumbre que tiene de picar en los párpados y zona periorbitaria. La hembra de la foto estaba realizando puestas de sus huevos sobre la vegetación del río. Sus larvas son acuáticas y comedoras de algas y de restos orgánicos. Después de sucesivas mudas y metamorfosis, darán lugar a los adultos, comedores de vegetales y también chupadores de sangre. Por esta última peculiaridad, pueden ser transmisores de parásitos como los Tripanosomas (Protozoos) que son parásitos de animales domésticos, y de bacterias como Francisella tularensis, responsable de la enfermedad Tularemia. La Tularemia se conoce también como la fiebre del conejo y en humanos provoca síntomas como fiebre alta, escalofríos, dolores de cabeza, ganglios linfáticos inflamados, náuseas, vómitos, diarrea, debilidad y malestar general. El tratamiento es con antibióticos.