HOLLYWOOD 2025

Zoe Saldaña: “El primer idioma en el que me hablaron, me cantaron y me quisieron fue el español. Ha sido como volver a casa”

La actriz ha sabido lo que es la auténtica satisfacción con la audaz Emilia Pérez después de años de franquicias y una vida entera de ansiedad.

Ya conoces el trabajo de Zoe Saldaña. La has visto interpretando a la guerrera Gamora en la saga de películas de Guardianes de la Galaxia y/o a la azulada Na’vi Neytiri en las de Avatar, o bien como Uhura, la tenaz agente del departamento de Comunicaciones de la franquicia de Star Trek. Es una de las actrices más taquilleras de la historia y sus películas han amasado más de 14.000 millones de euros en todo el mundo. Pero este año, la reina de la ciencia-ficción se ha deshecho de su maquillaje extraterrestre y los viajes intergalácticos para obsequiarnos con una cautivadora (y mucho más vulnerable) actuación en el audaz musical protagonizado por una reina del crimen Emilia Pérez, dirigido por Jacques Audiard .

Saldaña interpreta a Rita Moro Castro, una abogada saturada de trabajo a la que contrata la líder de un cártel que quiere fingir su propia muerte para poder transitar y vivir como mujer. Su valiente desempeño hace gala de su físico característico (fue bailarina y se crio entre Nueva York y República Dominicana) mientras baila y canta a lo largo de esta cinta rodada en español. Gracias a su buen trabajo, tanto ella como sus compañeras de elenco, Karla Sofía Gascón, Selena Gomez y Adriana Paz obtuvieron el premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de Cannes el pasado mes de mayo. “Escuchar todos nuestros nombres fue sin duda una de esas experiencias surrealistas que no habría podido [repetir en mi mente] aunque lo intentara. Sucedió en el momento. Estaba completamente presente", cuenta.

Saldaña, que está casada con el artista italiano Marco Perego, con quien comparte tres hijos, no pudo recoger el galardón en persona porque se encontraba en Texas rodando la segunda temporada de la serie de SkyShowtime Lioness. Pero aquel fue apenas el primero de los numerosos galardones que la esperan tras renunciar a los mundos generados por ordenador y las caracterizaciones propias de la ciencia-ficción en su vuelta a las raíces. Estamos encantados de contar con Saldaña en nuestro Hollywood Issue 2025. He aquí algunos fragmentos de nuestra conversación.

Vanity Fair: ¿Cómo le propusieron su papel en Emilia Pérez? Imagino que, sobre el papel, se trata de un proyecto bastante atrevido y arriesgado del que formar parte, el de explorar una historia trans a través de un musical.
Zoe Saldaña: Me describieron la película como un musical sobre una criminal que se grabaría en español y tendría elementos del cine dramático, del noir y de la comedia. No te queda más que decir que sí a todo eso porque lo único que escuchas y quieres escuchar es “Jacques Audiard”. Llevo siendo fan de su obra desde que era muy joven. Recuerdo que, como buena neoyorquina, iba los cines Angelika o a los Sunshine, me compraba un latte gigante y simplemente me sentaba ahí a ver sus pelis. Es muy dramática. Es casi como una novela corta.

Obviamente, en un primer momento me preocupé, pero solo duró un nanosegundo. Vivimos en una época en la que todo el mundo tiende a ser puesto inmediatamente a disposición del tribunal de la opinión pública. ¿Cómo haremos que esto no se pierda? ¿Cómo se lo tomarán en realidad? Porque se siente importante. Y Jacques siempre decía “nosotros no nos preocupamos por eso. Limítate a contar la historia y serás leal a la verdad”. Y confié en ello.

Traje y calzado de Saint Laurent by Anthony Vaccarello.Fotografía: Gordon von Steiner. Estilismo: George Cortina.

Tanto cantar y bailar, además de actuar, ¿no se le hizo demasiado?
No. Quiero decir, la vida siempre ha sido abrumadora para mí. Sufro de ansiedad. Al fin lo estoy aceptando. En teoría era estresante, pero es casi como salir de dentro de tu cabeza, habitar tu cuerpo y tu corazón y estar dentro de las vidas de estas personas. No quería preocuparme demasiado. El verano pasado, mientras la rodábamos, pensaba “todo lo que hago, la mitad de mi vida, es preocuparme, y siempre estoy dando cobijo y fomentando esta ansiedad”. No quiero hacerlo. También me dio la oportunidad de reconectar con una parte de mí que fue normal durante mucho tiempo, pero aquello fue hace media vida. Anhelaba experimentar aquello de nuevo.

Resulta interesante que su primer papel en una película fuese en Camino a la fama, que estaba unida a su experiencia con la danza. Y ahora, muchos años después, vuelve a servirse de ella. ¿Le resultó poético?
Fue precioso volver a conectar con una parte de mí que me permitía utilizar tanto de mí para crear mi arte. Me dio un sentido más profundo de la propiedad con respecto al trabajo que realizo, en contraposición al hecho de sentirme únicamente un elemento, apenas un elemento de entre todas las cosas que conforman una obra de arte. Escuché a Karla decir “me siento muy orgullosa del papel, del trabajo realizado al interpretar a Emilia y a Manita”, y me pareció maravilloso porque lo cierto es que yo jamás había dicho algo así sobre mí. Y, al ver la película, creo que es la primera vez en mucho, mucho tiempo que he sentido que estaba a la altura. Estoy orgullosa de las decisiones que tomé y de cómo di vida al personaje.

¿Cómo fue actuar en español?
Si vuelves a un día en la vida del circo de la locura que es una casa familiar, el inglés es probablemente el idioma que utilizamos cuando los niños están fuera del colegio. Cuando están en el colegio, todo el mundo vuelve a la lengua de su infancia, y el primer idioma en el que se me habló —en el que se me cantó, en el que se me quiso— fue el español. Me convierto en una persona distinta. Utilizo tonos diferentes de mi voz cuando hablo en español. Así que fue maravilloso. Fue como volver a casa.

Lioness es una serie de televisión de gran presupuesto, lo cual significa que tuvo que firmar para rodar varias temporadas y eso puede llevarle mucho tiempo. ¿Qué le hizo sentir que disponía de espacio para algo así en estos momentos?
Ojalá fuera por el hecho de disponer de ese espacio en mi vida [ríe]. Firmé por un mínimo de tres temporadas, así que tienes una especie de obligación contractual que cumplir, pero Lioness no es solo eso. Lioness ha sido un viaje que me ha dado la oportunidad de colaborar con otro tipo de cineastas. Taylor Sheridan es una especie de vaquero que vive por su cuenta, desconectado de todo, y eso despierta la curiosidad de muchos de nosotros. O captas la cadencia de su escritura y los temas de los que siempre quiere hablar, o no.

Cuando me llamó hace cuatro años y me envió el piloto de la primera temporada, me asusté porque el inglés no es mi lengua nativa. Soy increíblemente disléxica, muy insegura y sufro mucho de ansiedad, así que memorizar grandes cantidades de diálogo siempre me ha resultado muy estresante. Para mí era más fácil leer páginas y páginas de indicaciones de un personaje y luego tratar de encajar ese personaje en mi cuerpo, en mi respiración y en la manera en que recibe toda la información de su entorno. Siento que soy mucho más una artista reactiva. Ser la que actúa, la que dirige el diálogo, aquello me daba miedo. Pero nunca lo había hecho, así que ¿cómo voy a saber que algo no se me dará bien si nunca he tenido la oportunidad de hacerlo? Así que acepté el papel y confié. Ahora sé que no puedo interpretar muchas cosas, como ser la novia de alguien o el loquesea de alguien. No puedo interpretar eso, no sé cómo hacerlo.

¿Es algo de lo que se ha dado cuenta recientemente o siempre lo ha sabido?
Siempre ha estado ahí, pero nunca lo dije en alto porque cuando una mujer es fuerte y demuestra su franqueza, suelen castigarla. Así es como me he desenvuelto, incluso en mi vida personal, pero me di cuenta muy pronto de que seguía siendo necesario actuar como si fuera sumisa y estuviese feliz. Y eso no quiere decir que no sea franca. No puedo evitarlo, pero también he aprendido a estar callada, asimilar las cosas, observar y aprender, y a permitir que me guíe lo que va sucediendo, en lugar de ser yo la que guíe. Si no sé lo que estoy haciendo, ¿para qué coño voy a ponerme al frente de ello?

¿Hubo un momento en su carrera en el que tuvo que abrirse paso para superar las expectativas de la gente?
Madre mía, desde luego: soy una chica de Queens con la piel marrón. Nunca se me ha incluido en ningún manual tradicional. Siempre oscilé entre esas verdades, esas realidades. No siempre se debió únicamente a que fuese mujer o racializada. A veces fue porque el director había conocido a esta otra actriz y de veras quería trabajar con ella, o porque “esta es una historia muy específica sobre su vida y blablabla…”. Pero al cabo de un tiempo, cuando escuchas eso una y otra vez, te empiezas a plantear cosas: “Sé que son buena gente, ¿pero significa eso que son lo suficientemente abiertos como para contar esa historia?”. Y cuando llegué a la conclusión de que no lo eran, entonces dejé de tener miedo porque supe que no se trataba de mí. Nunca tuvo nada que ver conmigo. Prefiero encontrarme con gente que esté más alineada conmigo a lo largo del camino.

Ha formado parte de algunas de las franquicias cinematográficas más taquilleras de la historia e interpretado a personajes icónicos. No obstante, ¿cree que estar en esos proyectos le supuso alguna vez un obstáculo de cara a otras oportunidades?
Sí, en el sentido de tener que dedicarle mucho tiempo a esas franquicias y sus calendarios mientras empezaba una familia, seguía creciendo y viviendo mi vida. Así que la cosa se puso difícil. Pero también hicieron posible que mi nombre se escuchara en todo el mundo, algo que solo me benefició; el ser considerada una persona valiosa de cara a otros proyectos o cineastas. A veces surgía la oportunidad pero la agenda no me lo permitía. Acabó siendo un poco frustrante, pero en el momento de acudir al trabajo, incluso si era una segunda o tercera parte, poder trabajar con cineastas increíbles y con el mismo elenco me hacía sentir agradecida. Siempre.

¿Considera que concluir la saga de Guardianes de la Galaxia supone cerrar un capítulo de su carrera?
Tal vez. Ni siquiera puedo decir que no volveré al espacio. Me encanta estar en el espacio. Pero me gustaría ser simplemente una humana en el espacio. No me veo a mí misma volviendo a pasar tres o cuatro horas siendo caracterizada cada mañana. Me preocupan mucho los productos químicos y las cosas que te metes en el cuerpo durante largos períodos de tiempo, porque rodamos estas películas en unos cinco meses. Pero me encanta la ciencia-ficción.

¿Qué será lo siguiente?
Diría que todo. ¿Por qué no? Soy géminis, así que nunca sé lo que quiero en realidad. Pero, por algún motivo, de manera inconsciente cada mañana me levanto y camino hacia ahí. Así que confiaré en ello.

Esta entrevista ha sido editada y sintetizada para mayor claridad. Para más detalles sobre los créditos de moda y belleza, consulta VF.com/credits.

Artículo original publicado por Vanity Fair US. Accede aquí.