HOLLYWOOD 2025

Jonathan Bailey: “No es que rompa las reglas, simplemente no las cumplo"

La carismática estrella de Los Bridgerton, Fellow Travelers y Wicked afronta la vida como si de un baile se tratara… y para ello se sirve de su destreza con los pies.

En los últimos trece meses, Jonathan Bailey ha mantenido en secreto una relación amorosa gay en el Washington de la era McCarthy, practicado el cunnilingus en una mansión en la Inglaterra de la Regencia, dejado boquiabiertos a adolescentes con una conferencia de filosofía pop y bailado luciendo las calzas deslumbrantes de un príncipe. El próximo verano, huirá de los dinosuarios.

Me refiero a, por ese orden, Fellow Travelers, Los Bridgerton, Heartstopper, Wicked, y Jurassic World: el Renacer. Pero incluso a pasar de haber fingido ser todas esas cosas, resulta comprensible que, en estos momentos, Bailey esté quemándose la nariz al sol en una villa en Apulia, Italia.

“Es maravilloso poder relajarse. Mis niveles de cortisol se han agotado", afirma a través de Zoom.

Interpretar a Fiyero en Wicked fue un sueño hecho realidad para Bailey, que en un momento de nuestra conversación fantasea con acudir a una rave de Broadway con sus compañeros de elenco —se refiere a Ariana Grande y Cynthia Erivo simplemente como “las chicas”— y bailar al ritmo de remezclas techno de canciones de Wicked, como Defying Gravity, bajo la luz vibrante de los láseres verdes.

Tras grabar la película en dos partes con las chicas, obtuvo una nominación a los Emmy por su papel en Fellow Travelers y puso en marcha una organización benéfica, Shameless Fund, con el propósito de contribuir a la comunidad LGBTQ+, de la que se siente orgulloso de formar parte.

Estamos encantados de poder contar con Bailey en nuestro Hollywood Issue 2025. A continuación, hablamos con él sobre ser un agente del cambio en Hollywood, cómo escoge sus papeles y su talento secreto (que desearía haber mantenido en secreto).

Vanity Fair: ¡Menudo año! ¿Cómo se siente?
Jonathan Bailey: Estoy disfrutando sobremanera de mis vacaciones. Pero las chicas empezaron a ensayar para Wicked hace cuánto, ¿como dos años y medio? Creo que la gente da por hecho que no he parado en ningún momento, pero sí que lo he hecho. Y además tuvimos la huelga justo en medio. Lo que fue una locura fue pasar de Fellow Travelers a Wicked, vaya si lo fue.

La película de Wicked se acerca tanto a la obra de teatro que no habrá fan que diga “vaya, vaya, no me puedo creer que hayan hecho eso…”. Tanto se parece que no veo cómo podría uno quejarse. Pero esa voltereta en el aire… ¿no será acaso un acróbata de incógnito?
Recuerdo que acababa de volar desde Canadá y luego estuve rodando Los Bridgerton. Fue entonces cuando conocí a las chicas y ellas ya estaban completamente en marcha. Cuando iba a los camerinos, los suyos ya rebosaban de verde y rosa y se desparramaban cosas en el pasillo. Y el mío era únicamente una sala de interrogatorios sin nada. Pero me pasé el día entero con [el coreógrafo] Chris Scott y justo después fui a ver al [letrista musical] Stephen Schwartz, y para mí fue como un campamento militar. Te limitas a apoyarte en los fantásticos coreógrafos y, obviamente, en la visión del [director] Jon M. Chu. Así que cuando llegamos al principio de Dancing Through Life sentí que tenía que tener un cierto estilo y ser un poco performativo, con la esperanza de transmitir más abandono que arrogancia. De pequeño hice baile y gimnasia. Era el único niño en un radio de unos cuantos kilómetros. Y, al ser chico y bailar, siembre que buscaban a alguien en la Royal Shakespeare Company, me llamaban. Bailar fue lo que me introdujo en el mundo de la actuación. Y en la escuela de baile (no una escuela como tal, sino un club de hobbies) daban acrobacia, algo que me tenía obsesionado. Así que tenía y sigo teniendo una espalda muy flexible, tal y como demuestro en Wicked.

Camisa vintage de Raggedy Threads, vaqueros vintage de Levi’s.Fotografía: Gordon von Steiner. Estilismo: George Cortina.

Soy una gran fan de Heartstopper, primero de los libros y luego de la serie; me encantó el cómic. ¿Ese papel fue algo que buscó o su planteamiento fue más bien “oye, necesitamos a alguien tan guapo que haga entrar en crisis a mucha gente”?
En cierta manera, fui yo quien consiguió meterse en ese papel. Me conmovió mucho la serie, y también la novela gráfica. Y, por supuesto, hacer Los Bridgerton… es curioso lo que sucede cuando haces mucha prensa, y de repente la gente quiere saber muchas cosas sobre ti y te piden muchas cosas que, obviamente, en cualquier otra industria, no tendrías que contar. Así que era muy consciente de las complejidades y los matices de cómo me sentía siendo un hombre gay, por no decir un actor gay, y de repente alcanzar el éxito interpretando un papel heterosexual y abordar ese tema. Heartstopper parece permitir que la gente sienta una catarsis y una suerte de nostalgia melancólica por lo que podrían haber vivido. Yo sentí todas esas cosas. Y [el productor ejecutivo] Patrick Walters es muy amigo de Josh Cole, que produjo Crashing, así que el mundo es un pañuelo. Me encanta el reparto. Creo que son brillantes. Recuerdo verlos hablar de sus propias experiencias y pensar: "Madre mía, son muy eruditos, sensatos, reflexivos, amables y compasivos en sus respuestas. Estaría muy orgulloso de mí mismo de haber podido formar parte de eso siendo más joven. Todos los mayores de 40 años deberían verla.

¿Cree que Hollywood está más abierto a correr riesgos que antes? Muchos de estos proyectos no habrían existido hace diez años.
Sí. Y con los enormes presupuestos y la confianza de Universal, Donna Langley y Peter Cramer, obviamente se hicieron con la gente adecuada, contando con Marc Platt, y se tomaron su tiempo. Ese es el denominador común entre estas cosas: Fellow Travelers tardó 10 años en propagarse y abrirse camino en su genial cerebro, y luego cuatro años en llevarse a cabo. Creo que en el caso de Wicked llevaban más de 10 años intentando hacer una película. Con Jurassic pasó lo mismo, esta vez vuelven a recurrir a David Koepp, el guionista de la película original, y Gareth [Edwards] es quien la está dirigiendo. Voy a sacar adelante el trabajo y estoy increíblemente emocionado por estas oportunidades. Creo que mientras el trabajo sea bueno, cualquiera debería poder hacerlo. Y creo que eso es lo que ha cambiado. Obviamente no me imaginé a mí mismo teniendo este tipo de carrera, así que debe ser señal de que ha habido progreso.

¿Le reconocen mucho por la calle? Aparece en muchos proyectos con fans muy implicados.
Es curioso, evidentemente te reconocen, pero el tema con Los Bridgerton resulta especialmente interesante, porque aunque sea una serie nacional, siento que se me reconoce más fuera de Reino Unido que dentro. Lleva tiempo adaptarse, eso sí. No es fácil, pero también es increíble.

¿Tiene algún talento oculto? Ya ha dicho que hacer un salto mortal es su truco habitual.
Sí, eso creo, e iba a decir que soy muy habilidoso con los dedos de los pies…

¿Qué hace con ellos?
…Pero me habría arrepentido, así que no lo dije.

Pero lo dijo. ¿Qué es lo que puede hacer con ellos para afirmar que son tan hábiles?
Nada de esto puede salir bien… simplemente recuerdo haber entretenido a mis hermanas siendo capaz de coger cosas con los pies, como si fuera un mono. Pero probablemente no haga falta dejar eso por escrito.

Estoy segura de que los fisioterapeutas se rinden literalmente a sus pies.
Hice ballet durante mucho tiempo, y hasta que no he sido adulto no he descubierto que mis pies son muy planos. Lo supe haciendo de Fiyero en Wicked. Un día vino el fisio porque me dolían las rodillas y me dijo: “Tienes los pies planos”.

Su mayor secreto: los pies planos.
Sí, ese también es mi truquito.

Ha sido expuesto. ¿Se considera a sí mismo alguien que sigue las reglas o prefiere romperlas? ¿Le da miedo meterse en problemas?
No es que rompa las reglas, simplemente no las cumplo. ¿Sabes a qué me refiero? Si alguien me dice que no haga algo no evitaré hacerlo. Probablemente la gente haya dicho siempre que soy bastante travieso.

Tiene una organización benéfica, Shameless Fund. ¿Puede contarme cuál fue su inspiración a la hora de poner en marcha ese proyecto?
Siempre me ha resultado imposible hablar al respecto sin sonar gilipollas, pero es algo en lo que pienso: en las oportunidades para otras personas. Y también veo que abunda la energía, ya sea creativa o en términos de dinero, que podría desviarse a otras áreas. En particular, con Shameless Fund se me presentaron determinadas oportunidades comerciales que no me interesaban porque no me parecían adecuadas o no las quise aprovechar. Espero que el año que viene empecemos a conceder becas, en 2025.

¿A quiénes se destinarán las becas?
Bueno, de tres de ellas estamos seguros, organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en Reino Unido, ya sea a nivel local o internacional, en áreas concernientes a la comunidad LGTB+, para educar y mejorarla. Esperamos alcanzar un punto en el que podamos ofrecer una plataforma a organizaciones más pequeñas. Las tres semanas posteriores al estreno de Los Bridgerton recibí tantas peticiones de organizaciones benéficas que me disgusté y angustié porque quise colaborar con todas ellas. “¿Podrías venir a esto, hablar aquí, enviarnos un zapato o un bolso? ¿Podrías firmar un guion?”. Así que esta es también una manera de poder trabajar con múltiples grupos, convertirte en cierto sentido en un mecenas.

¿Hay alguien que le haya ayudado especialmente a lo largo de su carrera?
Los directores de escena me han ayudado tremendamente. Ian McKellen fue absolutamente increíble e hice El rey Lear con él. Fue una de las primeras personas en verme cuando hice Cock en el West End y nos tomamos algo después. Fue muy claro con respecto a cómo podría interpretarse, de qué manera debería interpretarse, con qué entusiasmarse y de qué estar al tanto. No se me ocurre un mejor modelo a seguir.

Esta entrevista ha sido editada y sintetizada para mayor claridad. Para más detalles sobre los créditos de moda y belleza, consulta VF.com/credits.

Artículo original publicado por Vanity Fair US. Accede aquí.