HOLLYWOOD 2025

Danielle Deadwyler: "Creo que a los ancestros lo único que les interesa es que te veas a ti mismo, porque cuando te ves a ti mismo, los ves a ellos"

La actriz, curtida en algunos de los proyectos históricos y de terror más interesantes de los últimos años, habla sobre ancestros, opresión y arrojar luz sobre el pasado.

Dos años después de romper el corazón del público con su férrea y devastadora interpretación de Mamie Till-Mobley, una madre convertida en activista, en Till: El crimen que lo cambió todo (2022), Danielle Deadwyler vuelve a estar en el radar de los premios gracias a su trabajo en la adaptación cinematográfica de la obra de August Wilson ganadora del Premio Pulitzer, La lección de piano. La película fue dirigida por Malcolm Washington y producida por su padre, Denzel Washington. Deadwyler ha sido especialmente elogiada por su conmovedora interpretación de Berniece, una madre soltera peleada con su hermano por una preciada reliquia familiar.

Deadwyler continúa destacándose en proyectos de gran prestigio, desde su paso por las tablas en su amada Atlanta natal a la televisión y el cine. En 2022, ganó el premio NAACP a la mejor actriz de reparto por su interpretación de Cuffee en el wéstern de Netflix Más dura será la caída, protagonizado por Regina King. Su éxito continuó con un papel clave en la aclamada miniserie de HBO Estación Once, seguida de su participación en Till: El crimen que lo cambió todo. Junto a La lección de piano, también atrajo todas las miradas en la película independiente El brillo de la televisión. Próximamente, interpretará a Zelma Redding, esposa del icónico cantante de soul Otis Redding, en Otis & Zelma, junto a John Boyega.

A pesar de haber ganado un premio Gotham y recibir nominaciones a los premios BAFTA,a la Crítica Cinematográfica y al Sindicato de Actores por su trabajo en Till: El crimen que lo cambió todo, no consiguió la esquiva nominación al Óscar y expresó su decepción, citando el racismo y la misoginia como motivos de su exclusión. En esta ocasión, Deadwyler intenta centrarse más en el viaje, sin importar el destino. “Las cosas vienen y van. No controlamos nada de esto”, dice. Estamos encantados de contar con Deadwyler en nuestro Hollywood Issue 2025.

Vanity Fair: Ya ha vivido la temporada de premios con Till: El crimen que lo cambió todo. ¿Cómo se siente ahora que se prepara para la nueva temporada con La lección de piano?
Danielle Deadwyler: Simplemente emocionada de poder compartir la película en un escenario más amplio. Los temas que exploramos en la película son fundamentales, eso siempre ha sido lo más importante para mí: ¿Cómo afecta esto a la gente? ¿Cómo la transforma? ¿Cómo —me encanta esta palabra— la rompe? ¿Cómo rompe lo que eres en el mundo? Si no hace eso, ¿entonces qué estamos haciendo? La conversación sobre los premios supone la oportunidad de entablar un diálogo más amplio con el público. Queremos que el mayor número posible de personas disfrute lo que hemos creado, pero también que comparta la reflexión que implica para nuestra humanidad, nuestra dinámica familiar, nuestro compromiso con los ancestros, la nación, nuestro cuestionamiento de la historia y el legado. ¿Qué hace falta para que ciertas familias, las familias negras, las familias oprimidas y los legados que conservan, tengan una movilidad ascendente? ¿Cómo es la movilidad ascendente? ¿Qué quiere decir cuando nos referimos a personas que siguen estando oprimidas de determinadas maneras, en diversos sistemas y países? Para eso estoy aquí.

Vestido de Gucci.Fotografía: Gordon von Steiner. Estilismo: George Cortina.

¿Cómo se enfrenta al mundo y a su lugar en él en esta coyuntura?
Tomo ejemplo de Piano. ¿Qué significa tener hijos? Ellos son los más vulnerables y los más afectados por lo que está ocurriendo. Piensa en el personaje de Maretha, todo sucede porque algo tuvo un impacto en los niños (Bernice, Boy Willie). Los acontecimientos se desarrollan delante de una niña muy atenta, callada y a la escucha. Estoy reflexionando mucho sobre lo que significa ser un humano que está presente y es cariñoso. Soy muy sensible a las necesidades, el amor y la energía de los niños; al fin y al cabo, todos lo fuimos en algún momento.

¿Su hijo ha visto La lección de piano?
Todavía no, no le intereso [ríe]. Está tan ocupado con el colegio, que solo me dice cosas como “cariño, ¿cuándo vas a traer las alitas de pollo?” “Dame un par de billetes de 20” [ríe].

Tiene una manera asombrosa de expresarse. Es escritora, tiene un máster en escritura creativa.
[Grita] ¡Me encanta! ¡Me encanta! Me encantan los escritores. Mi hermana es escritora, yo soy lectora. Creo que cada quien llega a donde llega a su manera, pero es algo realmente importante. Esto es como, a ver, respetemos lo que significa alcanzar todas estas cosas, cada momento, cada etapa del proceso. Soy una verdadera amante del proceso. Creo que nuestra humanidad nos está pidiendo que la rompamos, que nos adentremos en algo nuevo para que podamos empezar a relacionarnos con ella desde una claridad mental diferente. De ahí mi enfoque del trabajo interdisciplinar, multidisciplinar y transdisciplinar. La escritura y la lectura enriquecen mi práctica performativa. Ser una amante de todo tipo de obras de arte de otras personas alimenta el proceso, aprender sobre historia aporta una información valiosa a lo largo del camino. La curiosidad constante hace que la experiencia sea más completa y significativa.

Como amante del arte y el proceso, al igual que usted, diría que parece que se está perdiendo eso en Hollywood, ¿Le preocupa?
No me preocupa, sé que siempre hay alguien que lo hace. La cuestión es si están tan subidos a un pedestal como las cosas más comerciales, todo tiene valor. Nunca falta alguien que hace algo diferente o que se mueve de una manera más queer, extraña, no convencional. Siempre está presente. La cuestión es: ¿estás rebuscando en los archivos? ¿Planteas preguntas a las personas adecuadas? ¿Viene de otra manera que aún no has encontrado? Tienes que preguntarlo y buscarlo.

¿Sigue en contacto con el resto del reparto y el director Malcolm Washington?
Sí, amo a esos hombres, son unos hermanos maravillosos. Es emocionante estar hablando con ellos y viendo la película, y ver cómo la ven ellos.

¿Qué próximo proyecto le gustaría hacer o nunca ha hecho?
[Grita] ¡Todo es posible! ¿Recuerdas cuando Kevin Garnett ganó el campeonato de la NBA y dijo: “Nada es imposible”? Todo es posible. Estoy constantemente pivotando, volviendo, girando, volviendo otra vez. El experimentalismo es siempre un factor clave, al igual que la historia. Trato de navegar entre décadas en una época en la que la gente no quiere que seas consciente de la historia. No me aferro a nada en particular, pero me abro a todo lo que esté bien hecho.

Siempre regreso al clímax de La lección de piano, con Berniece al piano. ¿Vuelve alguna vez a ese momento?
La alegría de compartir esa experiencia con un público en el TIFF (Festival internacional de cine en Toronto) es realmente hermosa. Dios mío, se involucraron por completo desde el inicio hasta el final de la película [ríe]. No dejo de pensar en varias entrevistas con August, en las que comentó que se compró su primera máquina de escribir por 20 dólares, que en aquel entonces era mucho dinero. Lo primero que hizo fue escribir su nombre porque quería verlo. Uno quiere verse a sí mismo. [Se le llenan los ojos de lágrimas]. Creo que a los ancestros lo único que les interesa es que te veas a ti mismo, porque cuando te ves a ti mismo, los ves a ellos.

Esta entrevista ha sido editada y sintetizada para mayor claridad. Para más información, consulta VF.com/credits.