por Laura Botello Morte
Personal Docente e Investigador de

la Facultad de Ciencias de la Salud,

Universidad San Jorge
July 16, 2024
del Sitio Web TheConversation






Hongos del g�nero 'Candida',

abundantes en la microbiota humana.

Vikks / Shutterstock




Quiz� nos sorprenda saber que viven unos 38 billones de bacterias en nuestro cuerpo.

Esto significa que hay la misma cantidad de c�lulas humanas que de esos microorganismos en nuestro organismo. En cambio, si nos dicen que tambi�n tenemos virus u hongos, puede que hasta nos parezca inquietante.

Bacterias, virus y hongos conforman la llamada microbiota humana, repartida entre,

colon, boca, piel, boca, est�mago, intestino delgado, vagina...

De hecho, el n�mero total de virus presentes en el cuerpo humano es similar al de c�lulas humanas y bacterias.

La vicrobiota humana est� ampliamente repartida, aunque abunda en la boca, la sangre, la piel, los pulmones, el tracto gastrointestinal, el sistema nervioso, el aparato urinario, el semen y la vagina.

La componen,

  • bacteri�fagos (fagos) que infectan a bacterias de nuestra microbiota

  • virus que infectan a nuestras propias c�lulas (aunque no sean peligrosos)

  • otros que infectan a arqueas (microorganismos que tambi�n viven en nuestro interior),

...y, finalmente, virus que pasan de manera transitoria por la comida que comemos.

La importancia de la microbiota (sin erre)

En cuanto a los hongos que conforman la microbiota (sin erre), se encuentran principalmente en la piel y en la superficie de las mucosas.

Se han descrito hasta 390 especies diferentes en el cuerpo humano.

A pesar de ello, parece que los hongos son el componente minoritario de la microbiota, constituyendo solo entre el 0,1�% y el 1�% de todos los microorganismos que nos habitan.

Sin embargo, cada vez est�n captando m�s atenci�n de la comunidad cient�fica.

�Y de d�nde vienen esos hongos?

En principio, se ha descrito una "herencia materna", es decir, que pasan de madres a hijos.

Si el beb� nace por parto vaginal, tendr� mayor prevalencia de Candida albicans en su piel, ya que est� habitualmente en la vagina materna.

Y si nace por ces�rea, en su microbiota abundar�n hongos procedentes de la piel de la mam�.

Dime lo que comes...

La comunidad f�ngica intestinal es m�s variable que la bacteriana y tambi�n puede ser modificada por la dieta.

Una alimentaci�n basada en productos vegetales aumenta la cantidad de microorganismos pertenecientes al g�nero Candida en el sistema digestivo, mientras que la predominancia de productos animales facilita la expansi�n de Penicillium.

Sin embargo, no todo se reduce a ser vegetariano o no...

Comer determinados grupos de alimentos, como dulces, prote�nas o hierro, puede modular tambi�n la composici�n de la microbiota intestinal.

Se ha relacionado,

  • a Lactarius con un consumo de galletas

  • a Penicillium con la ingesta de pescado

  • a Candida con el hierro de la dieta o incluso con la abundancia de carbohidratos...

Aliados de nuestro bienestar

Lo que est� claro es que los hongos intestinales desempe�an un importante papel en el mantenimiento del bienestar humano.

Permiten que el sistema inmune tolere a nuestra microbiota "buena" y promueven la respuesta inmune frente a hongos "malos" o pat�genos.

Tambi�n son efectivos contra bacterias da�inas, ya que compiten con ellas por los nutrientes, hacen m�s �cido el medio para que mueran o, directamente, secretan antibi�ticos o micotoxinas que acaban con esos microbios indeseables.

Saccharomyces cerevisiae var. boulardii es considerada, incluso, un probi�tico, ya que mejora los s�ntomas de la gastroenteritis.

La comunidad f�ngica de nuestro organismo tambi�n puede modular la inflamaci�n.

Recientemente, se ha propuesto que un pan elaborado con la cepa de S. cerevisiae UFMG A-905 podr�a reducir la inflamaci�n de v�as a�reas y prevenir as� las reacciones asm�ticas.

En exceso no son buenos

Es muy importante mantener nuestra microbiota, con su diversidad de microorganismos, en un correcto equilibrio para que no se produzca lo que se conoce como disbiosis.

Aunque tenemos m�s de 50 g�neros de hongos diferentes en el intestino, aparecen de forma mayoritaria,

  • Candida

  • Saccharomyces

  • Malassezia...

Sin embargo, pacientes con enfermedad de Crohn mostraron m�s cantidad de hongos en su intestino, con hasta el doble de especies de Candida.

�El hongo Malassezia globosa.

AJC1 / Wikimedia Commons

Incluso, parece que un desequilibrio en la microbiota podr�a vincularse a algunos tipos de c�ncer.

Por ejemplo, un incremento de Malassezia puede estar relacionado con el carcinoma colorrectal o el adenocarcinoma pancre�tico ductal.

Tambi�n se sabe que Candida albicans podr�a funcionar como un desencadenante del comienzo de la celiaqu�a, ya que tiene una prote�na en su superficie muy similar a la de la gliadina, prote�na del gluten.

Por ello, podr�amos utilizar Candida como un marcador diagn�stico de esa enfermedad.

Adicionalmente, el aumento de C. albicans podr�a tener que ver con enfermedades metab�licas como la obesidad y la diabetes mellitus tipo II.

En dolencias hep�ticas como la cirrosis, los expertos han identificado un aumento de poblaci�n de hongos en el duodeno.

Conexi�n con la salud mental

Pero no todo se reduce al sistema digestivo.

El desequilibrio en la microbiota intestinal se ha relacionado tambi�n con enfermedades neurol�gicas.

As�, los investigadores han detectado Candida en sangre perif�rica y l�quido cefalorraqu�deo de pacientes con esclerosis m�ltiple, han asociado un enriquecimiento de Chaetomium en los intestinos con la esquizofrenia y han descubierto una posible conexi�n entre el g�nero Malassezia y la enfermedad de Parkinson.

Por si fuera poco, un aumento an�malo de microorganismos del g�nero Candida puede elevar el riesgo de asma en ni�os y exacerbarlo en adultos.

Se ha propuesto que este desequilibrio en la microbiota sea utilizado como un marcador ideal para la detecci�n de dicha patolog�a.

Y finalmente, la microbiota respiratoria se ha relacionado con la fibrosis qu�stica, ya que las infecciones recurrentes por Candida en este caso son habituales.

En definitiva, aunque generalmente nuestra atenci�n se centra en las bacterias de la microbiota, la "minor�a" f�ngica tiene muchas funciones potenciales.

El estudio de la implicaci�n de los hongos en gran variedad de enfermedades puede promover el desarrollo de nuevas estrategias terap�uticas y dianas para el diagn�stico.