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por Laura Botello Morte la Facultad de Ciencias de la Salud,
Universidad San Jorge abundantes en la microbiota humana. Vikks / Shutterstock
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Esto significa que hay la misma cantidad de
c�lulas humanas que de esos microorganismos en nuestro organismo. En
cambio, si nos dicen que tambi�n tenemos virus u hongos, puede que
hasta nos parezca inquietante.
De hecho, el n�mero total de virus presentes en el cuerpo humano es similar al de c�lulas humanas y bacterias. � La vicrobiota humana est� ampliamente repartida, aunque abunda en la boca, la sangre, la piel, los pulmones, el tracto gastrointestinal, el sistema nervioso, el aparato urinario, el semen y la vagina. � La componen,
...y, finalmente, virus que pasan de manera transitoria por la comida que comemos. � � � � La importancia de la microbiota (sin erre)� En cuanto a los hongos que conforman la microbiota (sin erre), se encuentran principalmente en la piel y en la superficie de las mucosas.
A pesar de ello, parece que los hongos son el componente minoritario de la microbiota, constituyendo solo entre el 0,1�% y el 1�% de todos los microorganismos que nos habitan. � Sin embargo, cada vez est�n captando m�s atenci�n de la comunidad cient�fica. � �Y de d�nde vienen esos hongos? � En principio, se ha descrito una "herencia materna", es decir, que pasan de madres a hijos.
� � � Dime lo que comes...� La comunidad f�ngica intestinal es m�s variable que la bacteriana y tambi�n puede ser modificada por la dieta.
Sin embargo, no todo se reduce a ser vegetariano o no... � Comer determinados grupos de alimentos, como dulces, prote�nas o hierro, puede modular tambi�n la composici�n de la microbiota intestinal. � Se ha relacionado,
� � � Aliados de nuestro bienestar� Lo que est� claro es que los hongos intestinales desempe�an un importante papel en el mantenimiento del bienestar humano. � Permiten que el sistema inmune tolere a nuestra microbiota "buena" y promueven la respuesta inmune frente a hongos "malos" o pat�genos. � Tambi�n son efectivos contra bacterias da�inas, ya que compiten con ellas por los nutrientes, hacen m�s �cido el medio para que mueran o, directamente, secretan antibi�ticos o micotoxinas que acaban con esos microbios indeseables. � Saccharomyces cerevisiae var. boulardii es considerada, incluso, un probi�tico, ya que mejora los s�ntomas de la gastroenteritis. � La comunidad f�ngica de nuestro organismo tambi�n puede modular la inflamaci�n. � Recientemente, se ha propuesto que un pan elaborado con la cepa de S. cerevisiae UFMG A-905 podr�a reducir la inflamaci�n de v�as a�reas y prevenir as� las reacciones asm�ticas. � � � � En exceso no son buenos� Es muy importante mantener nuestra microbiota, con su diversidad de microorganismos, en un correcto equilibrio para que no se produzca lo que se conoce como disbiosis. � Aunque tenemos m�s de 50 g�neros de hongos diferentes en el intestino, aparecen de forma mayoritaria,
Sin embargo, pacientes con enfermedad de Crohn mostraron m�s cantidad de hongos en su intestino, con hasta el doble de especies de Candida. � � �El hongo Malassezia globosa. AJC1 / Wikimedia Commons � � Incluso, parece que un desequilibrio en la microbiota podr�a vincularse a algunos tipos de c�ncer.
Por ello, podr�amos utilizar Candida como un marcador diagn�stico de esa enfermedad. � Adicionalmente, el aumento de C. albicans podr�a tener que ver con enfermedades metab�licas como la obesidad y la diabetes mellitus tipo II. � En dolencias hep�ticas como la cirrosis, los expertos han identificado un aumento de poblaci�n de hongos en el duodeno. � � � � Conexi�n con la salud mental� Pero no todo se reduce al sistema digestivo.
As�, los investigadores han detectado Candida en sangre perif�rica y l�quido cefalorraqu�deo de pacientes con esclerosis m�ltiple, han asociado un enriquecimiento de Chaetomium en los intestinos con la esquizofrenia y han descubierto una posible conexi�n entre el g�nero Malassezia y la enfermedad de Parkinson. � Por si fuera poco, un aumento an�malo de microorganismos del g�nero Candida puede elevar el riesgo de asma en ni�os y exacerbarlo en adultos. � Se ha propuesto que este desequilibrio en la microbiota sea utilizado como un marcador ideal para la detecci�n de dicha patolog�a. � Y finalmente, la microbiota respiratoria se ha relacionado con la fibrosis qu�stica, ya que las infecciones recurrentes por Candida en este caso son habituales. � En definitiva, aunque generalmente nuestra atenci�n se centra en las bacterias de la microbiota, la "minor�a" f�ngica tiene muchas funciones potenciales. � El estudio de la implicaci�n de los hongos en gran variedad de enfermedades puede promover el desarrollo de nuevas estrategias terap�uticas y dianas para el diagn�stico. � � � |
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