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Isabel de Chiaromonte

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Isabel de Clermont

Isabella y sus hijos Alfonso y Eleonora, retratados por Colantonio.
Información personal
Nacimiento 1424
Tarento
Fallecimiento 1465
Nápoles
Sepultura Iglesia de San Pietro Martire (Nápoles) Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padres Tristan de Clermont y Caterina Orsini
Cónyuge Fernando I de Nápoles
Hijos Alfonso, Eleonora, Federico, Giovanni, Beatrice, Francesco.
Información profesional
Ocupación Reina Ver y modificar los datos en Wikidata

Isabel de Chiaromonte, también conocida como Isabel de Tarento o Isabel de Clermont (Taranto, c. 1424-Nápoles, 30 de marzo de 1465), fue duquesa de Calabria desde 1445 y reina de Nápoles desde 1458 por su matrimonio con Fernando I, y princesa de Taranto desde 1463 como heredera de Giovanni Antonio Orsini del Balzo.

Biografía

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Ascendencia

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Isabella fue hija del francés Tristan de Clermont y de la italiana Caterina del Balzo Orsini. Su padre había llegado a Nápoles en el séquito de Jacques II de Bourbon, consorte de la reina Juana II. Su madre era hija del príncipe de Tarento Raimondello del Balzo Orsini y de María de Enghien, quien había sido reina consorte de Nápoles de 1406 a 1414 por su casamiento con Ladislao I el Liberal.

Huérfana de madre desde los seis años y de padre desde los diecisiete, fue puesta bajo la tutela del príncipe de Tarento Giovanni Antonio Orsini del Balzo, que no tenía hijos legítimos.

Matrimonio

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Su tutor intentó casarla con el déspota de Morea Tomás Paleólogo, pero en 1444 el rey Alfonso V de Aragón propuso el matrimonio de Isabella con el duque de Calabria Ferdinando d'Aragona, buscando asegurarle a su hijo la fidelidad del principal de los señores feudales del reino.[1]​ El matrimonio se celebró en 1445. La pareja tuvo seis hijos:[2]

Reinado

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En 1458 murió el rey Alfonso dejando como su heredero en el trono de Nápoles a Ferdinando, quien ya desde antes de su coronación debió afrontar múltiples problemas: por un lado Calixto III se negó a reconocerlo en el trono, pero la muerte del papa ese mismo año y su sucesión por Pío II resolvieron este punto; por otra parte el pretendiente francés Jean de Anjou desembarcó sus tropas en el reino dispuesto a tomarlo por la fuerza, y por otra más, los grandes barones napolitanos, incluyendo a su suegro, se alzaron contra la monarquía intentando hacer valer sus antiguos derechos feudales.

En la guerra que siguió, Isabella fue nombrada lugarteniente general junto con su primogénito Alfonso, que era todavía demasiado joven. Durante las ausencias de Ferdinando de la capital motivadas por su presencia necesaria en el campo de batalla en el interior del país, Isabella se ocupó de la defensa de la capital y tuvo una parte activa en la búsqueda de nuevas fuentes de financiación.[3][4]

Fallecida por una enfermedad no especificada en Nápoles en 1465 con poco más de cuarenta años de edad, fue sepultada en la iglesia de San Pietro Martire.[1][5]

Referencias

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  1. a b Moscone.
  2. Caputo, pp. 46-49.
  3. Prisco.
  4. Nunziante, pp. 318-330.
  5. Sabadino, pp. 261-262.

Bibliografía

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