¿Os gusta la naturaleza?
Hoy quería compartir con todos vosotros un pedacito de mi "yo interno" y si esa persona vuelve a leer algo sobre mí, que sepa qué es lo que pienso sobre este mundillo.
Lo primero que tengo que decir es que no soy ninguna experta en la materia. Mi pasión por la fotografía viene ligada a este blog, a las manualidades y a las ganas de mejorar la visión que tengo del mundo. Sí, suena a tópico. A todos nos gustan las cosas bonitas y aunque parezca algo prepotente, creo que tengo potencial y un ojo clínico para sacar partido a una afición que me reporta mucha satisfacción.
No hay secretos ni misterios. Un día, el Sr. Manías me regaló una cámara réflex muy básica y sencilla para empezar a aprender, o al menos intentarlo, a disparar en manual y ser yo quien controlara los parámetros de la cámara...mi primer fallo fue tenerle miedo a la M y seguí disparando en automático mucho tiempo.
Luego vino el curso online de Luisa Morón de Still Life en el que aprendí muchas cosas: la primera a no tenerme miedo al modo manual, a repetir disparos hasta que todo fuese perfecto y a mi gusto y a conocer un poco mejor mi cámara y sus ajustes.
He de confesar que si bien he mejorado mucho en esto de la fotografía, sigo estando verde y a veces por flojera o por prisas, no uso la cámara todo lo que debiera. Mi falta de tiempo actual me lleva a usar la cámara del móvil constantemente (antes el Samsung Galaxy S4, con el que están hechas la mayoría de las fotos del blog, y ahora con el iPhone 6, con el que espero mejorar el rendimiento visual de las tomas que hago con prisas o porque en ese momento no lleve la réflex encima).
El caso es que a pesar de todo el rendimiento que se le pueda sacar a una cámara modificando parámetros y buscando la imagen perfecta, la persona que está detrás del objetivo es crucial para el resultado final (y eso que no estoy teniendo en cuenta las posibles modificaciones que se le pueda hacer después a una foto con un programa de edición). Yo lo resumo así: UNA FOTO DEPENDE DEL OJO DE QUIEN LA CAPTE. Y ya ahí empezamos a meter nuevas variables como el color, la composición, la luz...bla bla bla, que yo intento combinar lo mejor que puedo.
Para muestra, estas fotos que saqué en el mariposario de Benalmádena y que ilustran muy bien todo lo que os que querido decir con palabras.
Todas estas tomas están hechas con la Canon 1100D, una cámara muy básica, genial para cuando estás iniciándote en el mundo de la fotografía y no quieres invertir gran cantidad de dinero. El objetivo usado para todas es el clásico 18-55 mm de Canon.
Espero que os gusten las fotos y que si tenéis trucos y consejos, podáis pasármelos para hacer un post recopilatorio de fotografía para principiantes.
Que paséis un día genial, nos vemos en el próximo post.