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15 Julio 2009
del Sitio Web
TrinityATierra
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Traducci�n de Trinity a Tierra con inserci�n de im�genes y
comentarios a pie de foto de Trinity a Tierra. Se a�ade m�s abajo un
an�lisis y enlaces a referencias y v�deos sobre la gripe "espa�ola"
de 1918.
English original source
Extracto del libro "Vacunaci�n, el asesino siencioso" (Vaccination
The Silent Killer p28) de E. McBean |
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Muy poca gente se da cuenta de que la peor epidemia que azot� jam�s
a Am�rica, la gripe espa�ola de 1918, ocurri� por el efecto
secundario de una campa�a de vacunas masiva a nivel nacional.
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Los
doctores dijeron que la gente mor�a por la enfermedad causada por
los g�rmenes. Los virus aun no se hab�an descubierto en aquella
�poca porque, de lo contrario, hubieran sido culpados de todo
aquello.
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Los g�rmenes, las bacterias y los virus, junto con los
bacilos y otros organismos invisibles, son los seres "malvados" a
los que los doctores achacan todos los males que desconocemos (o
desconocen).
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Si el doctor hace un diagn�stico incorrecto, y mata al
paciente, siempre puede culpar a los g�rmenes, y decir que el
paciente no recibi� un diagn�stico a tiempo o no fue a verle a
tiempo.
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El pintor noruego Eduard Munch, hijo de un m�dico castrense,
pint�
su estado cuando contrajo la enfermedad de la terrible gripe
espa�ola.
Mucho de su obra, s�lo puede entenderse desde ese �ngulo
del horror de la enfermedad. �
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Si revisamos la historia del periodo de 1918, cuando se extendi� la
gripe, veremos que �sta comenz� repentinamente, justo despu�s de que
los soldados volvieran de la Primera Guerra Mundial.
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Fue la primera
guerra en la que todas las vacunas conocidas fueron inyectadas
obligatoriamente a los hombres en servicio.
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La mezcla de f�rmacos
venenosos y prote�nas p�tridas de las que se componen las vacunas
(Nota Trinity: esta expresi�n del autor es la m�s acertada,
"prote�nas que se pudren en el interior del organismo"), causaron
tal extensi�n de la enfermedad y muerte entre los soldados, que lo
que se dec�a entonces (Nota Trinity: �ya se dec�a entonces pero por
desgracia nuestros abuelos y bisabuelos no est�n aqu� para
corroborar mucho de esto y los libros que podr�an contarlo, como
�ste, est� descatalogado y es imposible de encontrar en una librer�a)
era que hab�an causado m�s muertes las inyecciones m�dicas que los
tiros del enemigo en el frente.
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Miles de hombres quedaron inv�lidos
por las vacunas, como enfermos tullidos e in�tiles, antes incluso de
que vieran el campo de batalla.
La tasa de mortalidad y enfermedad entre los soldados vacunados fue
cuatro veces m�s alta que entre los civiles no vacunados. Pero esto
no fren� a los promotores de las vacunas. La vacuna ha sido SIEMPRE
un gran negocio y as� contin�a si�ndolo hasta el d�a de hoy.
Al parecer, la Guerra (la Primera) fue m�s corta de lo que los
fabricantes de vacunas hab�an planificado; dur� cerca de un a�o, as�
que los promotores de vacunas ten�an un mont�n de vacunas sobrantes
en stock que deseaban vender a buen precio, de forma que hicieron lo
que hacen habitualmente, organizaron una reuni�n secreta entre
bastidores y organizaron completamente todo este s�rdido programa,
un programa de vacunaci�n a nivel mundial en el que usar todas sus
vacunas, mientras les dec�an a la gente que los soldados volv�an a
casa con muchas enfermedades mortales contra�das en pa�ses extra�os
y que, por lo tanto, era un deber "patri�tico" de cada hombre, mujer
y ni�o, protegerse de todo ello por medio de la vacunaci�n,
acudiendo a toda prisa a los centros de vacunaci�n a recibir todas
las inyecciones previstas.
La mayor parte de la gente cree a sus doctores y a los pol�ticos y
hacen lo que �stos les dicen. El resultado fue, que casi toda la
poblaci�n sometida a las vacunas sin cuestionarlas, en cuesti�n de
horas, comenz� a caer muerta en agon�a, mientras otros colapsaban
con una enfermedad de tan virulencia que nadie hab�a visto jam�s en
su vida.
Ten�an todas las caracter�sticas de las enfermedades contra las que
hab�an sido vacunados, fiebre alta, dolor, diarrea, etc. como la
tifus o la neumon�a, como la congesti�n de pulm�n y de garganta en
la difteria y el v�mito, dolor de cabeza, debilidad de la hepatitis
y las manchas en la piel de las vacunas de varicela, junto con
par�lisis como consecuencia de todas las vacunas, etc.
Los doctores estaban aterrorizados y aseguraban que no sab�an qu�
causaba la extra�a y mortal enfermedad y realmente, no ten�an cura
para ella.
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Ellos deb�an haber entendido que la causa com�n de todo
ello eran las vacunas, porque todos los soldados que recib�an las
vacunas en los campos, sufr�an los mismos efectos.
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La vacunas contra la fiebre de la tifus causaba una forma peor de
enfermedad que lo que ellos llamaban "para-tifoide"
M�s tarde intentaron mejorar los s�ntomas de aquellas enfermedades
con vacunas aun m�s fuertes que causaban una enfermedad aun m�s
seria que mat� y dej� paral�ticos a una proporci�n enorme de
hombres. La combinaci�n de todas las vacunas venenosas, fermentando
juntas en el cuerpo, causaba reacciones tan violentas que los
cuerpos no pod�an soportarlas.
En el campo de batalla se produjo el desastre. Algunos hospitales
militares se llenaron con nada m�s que hombres paralizados, y fueron
descritas esas bajas como "bajas de guerra", incluso despu�s de que
se produjeran en suelo americano.
Habl� con algunos de aquellos supervivientes de la barbarie de las
vacunas cuando volvieron a casa despu�s de la Guerra y hablaron de
los horrores, no de las Guerra en s� misma, sino de la enfermedad en
el frente.
Los doctores no quisieron que esta enfermedad masiva provocada por
las vacunas reflejara la realidad de su intervenci�n, as� que la
llamaron "Gripe Espa�ola". Espa�a era un lugar lejano y algunos de
los soldados hab�an estado all�, as� que la idea de llamarlo "espa�ola" parec�a una buena forma de cargar la culpa sobre otros.
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Los espa�oles no nos perdonaron que le di�ramos a la enfermedad un
nombre que les se�alaba a ellos, porque sab�an muy bien que la gripe
no se hab�a originado en su pa�s.
(Nota Trinity: los cerdos y las
aves tampoco les perdonar�n por llamar la gripe "aviar" y "porcina")
.
20 millones de personas (Trinity: las estad�sticas no se ponen de
acuerdo y parece que murieron muchos m�s)
murieron de esa epidemia
de una gripe en todo el mundo que parec�a ser casi universal, o
llegaba a tantos sitios como las vacunas. Grecia y pocos otros
lugares que no aceptaron las vacunas, fue de los �nicos pa�ses
adonde la Gripe espa�ola no lleg�.
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�No es eso la prueba de algo?
(Nota Trinity: He intentado encontrar datos sobre ello sin �xito, si
alguien puede aportarlos, ser�n muy bienvenidos).
En casa (en los Estados Unidos), la situaci�n era la misma. Los
�nicos que escaparon a la gripe espa�ola fueron aquellos que se
negaron a vacunarse. Mi familia y yo estuvimos entre aquellos que
persistieron en negarse a pesar de la presi�n de la propaganda, y
ninguno de nosotros contrajo jam�s la gripe espa�ola, ni siquiera
llegamos a tener ning�n s�ntoma, a pesar de que todo el mundo
alrededor, estaba enfermo, y tuvimos un crudo invierno aquel a�o.
Todo el mundo parec�a estar enfermo. La ciudad entera estaba enferma
y muri�ndose. Los hospitales estaban cerrados porque los doctores y
enfermeras estaban de baja por la gripe. Todo estaba cerrado, las
escuelas, los negocios, las oficinas de correos, todo.
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No hab�a
nadie en las calles, era una ciudad fantasma, no hab�a doctores que
cuidaran de los enfermos, as� que mis padres iban de casa en casa
haciendo lo que pod�an para ayudar a los enfermos de todas las
maneras que pod�an (Nota Trinity: ahora podemos comprender mejor lo
sucedido en M�jico como ensayo general, de ese modo, podr�n decir
que lo que la alarma y enfermedad ya exist�a mucho antes que la
vacuna).
Mis padres pasaban el d�a entero y parte de la noche, durante
semanas, en salas con enfermos y ven�an a casa s�lo para comer y
dormir. Si los g�rmenes o virus, bacterias o cualquier otro
organismo, hubieran sido la causa de la enfermedad, hubieran tenido
un mont�n de oportunidades de contagiar a mis padres y enfermarles
con la enfermedad que hab�a postrado al mundo.
Pero no eran los g�rmenes la causa de aquello, ni ninguna otra
enfermedad, as� que no la "cogieron".
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He conocido a poca gente que
escapara de la enfermedad, desde entonces, as� que siempre les
pregunto si recibieron las vacunas y en todos los casos, me dicen
que nunca creyeron en las vacunas y que nunca se las administraron.
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El sentido com�n nos dice que todas esas vacunas t�xicas mezcladas y
puestas juntas en la gente, no solo no pod�an ayudar, sino que
causaban un extremo envenenamiento del cuerpo, en una forma u otra.,
lo que era la causa de la enfermedad.
Cuando una persona tose o estornuda, mucha gente se vuelve, pensando
que los g�rmenes se est�n extendiendo alrededor y atacar�n a otras
personas. No hay necesidad de temer a esos g�rmenes porque esa no es
la forma en que se desarrollan los catarros o enfermedades.
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Los
g�rmenes no pueden vivir solos fuera de las c�lulas (residentes) y
no pueden hacer ning�n da�o incluso si quisieran. No tienen dientes
para morder a nadie, no tienen veneno como las serpientes, los
mosquitos o las abejas, no se multiplican, excepto en sustancias en
descomposici�n (Nota Trinity:
lo que da la raz�n a los "terrenistas"), de
manera que no est�n capacitados para hacer da�o alguno. Como he
dicho antes, su prop�sito es �til, no destructivo.
La gripe de 1918 fue la enfermedad m�s devastadora que nunca hemos
tenido y nos lleg� por culpa de todos los inventos m�dicos, porque
todas las sustancias a�adidas qu�micas, todas ellas venenosas, s�lo
intensificaron la enfermedad de los que ya estaban muy envenenados
de manera que los tratamientos posteriores realmente mataron a m�s
gente que las propias vacunas.
Fin del extracto del libro mencionado de Mc Bean �
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Aqu� puedes ver im�genes de aquella
"pandemia" de gripe "espa�ola"
en los a�os 1918 y 1919.
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The 1918 Flu Pandemic
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El documental arriba, sigue la l�nea argumental
oficial de que "los soldados trajeron enfermedades muy contagiosas
del frente" pero las im�genes ilustran el horror de lo que se ha
venido en llamar "la pandemia desconocida", algo que ya de por s�,
resulta revelador.
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Algunos hechos:
Seg�n los datos actuales, la gripe
"espa�ola" enferm� al 20% � 40%
de la poblaci�n mundial y entre 60 y 100 millones de personas
murieron en todo el mundo, principalmente adultos j�venes.
El 99% de las muertes se produjeron en personas de menos de 65 a�os,
entre 20 y 40 a�os.
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Esto ocurre ahora, con la llamada
"Gripe A" que
afecta a adultos j�venes, especialmente, cuando la gripe normal
afecta sobretodo a aquellos con un sistema inmunitario m�s
debilitado.
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Fijaos de qu� forma m�s sencilla, se produce un efecto
multiplicador: si decimos que afecta sobretodo a adultos j�venes y
animamos a �stos a vacunarse especialmente, estos ser�n los que,
efectivamente, m�s enfermen.
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De la misma forma, si animamos a los
homosexuales a hacerse la prueba falsa de detenci�n de SIDA, sin
saber qu� estamos buscando y qu� detecta, m�s probabilidades tenemos
de encontrarnos "algo" que "curar" con los asesinos f�rmacos
dise�ados para eso llamado "SIDA". Y as� funciona todo.
Si quieres detectar por
ti mismo las incoherencias de todo esta
locura entorno a la gripe porcina mira esta presentaci�n abajo:
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Influenza por Virus Porcino
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La vacuna estar�
preparada y lista para su
venta en octubre-noviembre del 2009, de
momento lo que est�n dando es anti-virales para los "enfermos" y
observamos que hay muy pocas muertes, si exceptuamos las de M�xico
donde, seg�n fuentes, se inocularon vacunas a personas poco antes de
que comenzaran a producirse las muertes.
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Mucho me temo que cu�ndo
comiencen a producirse las muertes, dir�n que la gripe porcina ha
"mutado" y se ha convertido en mortal. Es terrible que sean los
ni�os, de nuevo, los primeros en ser v�ctimas de este engendro.
Jap�n fue una de las zonas menos afectadas por la gripe "espa�ola"
con una tasa de mortalidad del 0.425% Ser�a muy interesante conocer
cual fue la incidencia de la campa�a de vacunaci�n para la gripe "espa�ola" all� y cu�ntas dosis se aplicaron para poder comprobar
correlaciones.
Existen testimonios que dicen haber visto, durante la
"epidemia" de
gripe "espa�ola", a siete j�venes morir en la cl�nica al lado del
doctor justo despu�s de ser vacunados en un centro militar. Quien lo
afirma pidi� verificaci�n sobre este dato.
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Le enviaron un informe
del Secretario de Guerra de USA, Henry L. Stimson que verificaba
esas informaciones de siente muertos por las vacunas, y aseguraba
que se hab�an producido 63 muertes y 28.585 casos de hepatitis como
resultado directo de la vacuna de la fiebre amarilla durante s�lo 6
meses de guerra. Este fue uno de los 14 o 15 vacunas administradas
as los soldados.
Es alucinante que esta as� llamada "pandemia" sea tan desconocida y
existan tan pocos estudios cient�ficos rigurosos sobre todo aquello
a disposici�n de la opini�n p�blica.
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Parece obvio que un evento que
caus� la muerte y enfermedad de tantos millones de personas hubiera
requerido algo m�s de inter�s por parte de los historiadores, los
doctores, y la comunidad cient�fica en general; hubiera requerido
que se estudiaran e investigaran a fondo y durante a�os todas las
correlaciones posibles existentes, correlaciones como las que
planteo arriba y son f�cilmente verificables con los datos en la
mano y otras mil m�s, y sin embargo es una de las etapas m�s oscuras
de la historia humana, apenas conocida, que no ocup� un lugar
destacado en nuestros libros de historia y de la que, probablemente,
no estar�amos hablando, si no fuera por las, as� llamadas, gripe
"aviar" o la gripe "A".
Como un gran amigo m�o matem�tico sol�a decir
"si alguien no te
explica bien las cosas, es porque tiene MUCHO que ocultar".
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Lo dec�a
con �segundas� y �terceras�, empezando porque las personas, que
explican mal las cosas, esconden a menudo su propia ignorancia sobre
la cuesti�n, pero adem�s porque se ven obligados a ocultar algo m�s,
como en este caso.
Efectivamente, como bien dice el autor del libro,
la gripe espa�ola
no ten�a nada de "espa�ola" y
ces� abruptamente al final de 1918,
antes de comenzar una segunda oleada en 1919 (ver abajo). En
Filadelfia, por ejemplo, donde murieron casi 5000 personas en una
semana a finales de octubre, el 11 de noviembre hab�a casi
desaparecido de la ciudad (�tiene ese algo que ver con una din�mica
de contagio?).
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Una explicaci�n oficial al r�pido decrecimiento de la
mortalidad en la primera oleada fue que los doctores mejoraban el
tratamiento y prevenci�n pero nadie ha encontrado una sola prueba
que soporte esa explicaci�n. Otra teor�a dice que el virus de 1918
mut� extremadamente r�pido a un brote menos mortal.
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Esto parece
bastante manido ya y actualmente nos advierten de ello CON
ANTELACI�N, lo cual es ALUCINANTE COMPLETAMENTE.
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Estos genios saben por
anticipado si un virus va a mutar o no va a mutar. Impresionante.
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Todo esto no es nuevo, en cierto modo.
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En 1948,
Heinrich Mueller,
anterior jefe de las Gestapo le dijo a sus interrogadores de la CIA
que la plaga m�s devastadora de la historia humana, la epidemia de
gripe "espa�ola", hab�a sido fabricada por el hombre. Por su culpa,
murieron y enfermaron tres veces m�s personas que en la Primera
Guerra Mundial, con cifras s�lo comparables con la Segunda Guerra.
Mueller dijo que la gripe comenz� como un
arma bacteriol�gica
militar de USA que, de alg�n modo, se extendi� por el mundo, como
"por error" desde Camp Riley, Kansas en Marzo de1918. Con lo que ya
sabemos, parece claro que aqu� Mueller o peca de "iluso" o miente
descaradamente en esto de que fue un "error".
En una conferencia sobre la guerra bacteriol�gica en Berl�n en 1944,
el General Walter Schreiber, Jefe del Cuerpo M�dico Militar alem�n,
le dijo a Mueller que hab�a pasado dos meses en USA en 1927 con sus
colegas que le hab�an dicho que el virus de la gripe "espa�ola"
hab�a ya sido desarrollado y empleado durante la guerra de 1914.
Seg�n Mueller, en 1918,
"se les fue de las manos y, en lugar de matar
s�lo a los alemanes, a quienes iba dirigida el arma, como ten�an
previsto, se volvi� contra ellos y contra todo el mundo".
Incluso si
hubiera sido cierto que el objetivo era exclusivamente matar
alemanes, estar�amos hablando de graves cr�menes de guerra porque en
la guerra no todo vale y un m�todo de guerra, como las armas
bacteriol�gicas, que no distinguen entre militares y civiles no
puede ser empleado en ning�n caso porque se trata de genocidio
voluntario y de cr�menes contra la humanidad.
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Observemos sin embargo
que Mueller, dice s�lo "medias verdades" dejando de lado
completamente el asunto de las vacunas.
Mueller se refer�a al virus de la gripe espa�ola como al virus del
"doble soplo", al parecer atacando el sistema inmunitario para hacer
a la victima susceptible primero, y despu�s insuflando una forma de
neumon�a en el cuerpo.
Mueller dijo que los nazis introdujeron deliberadamente el tifus a
los campos de trabajo rusos, lo que junto al hambre, mat� a 3
millones de personas m�s. El tifus se expandi� a Auschwitz y a otros
campos de concentraci�n en Rusia y Polonia. Recordemos que Mueller
habla de un arma bacteriol�gica fabricada por los americanos para
asesinar que ya se hab�a desabollado en 1914.
En el contexto de la Guerra Fr�a, Mueller dice,
"Si Stalin invade
Europa, una peque�a enfermedad aqu� y all� reducir� las hordas de
Stalin sin disparar un tiro. Una peque�a botella de g�rmenes es m�s
barata que una bomba at�mica.
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�Para qu� tener m�s soldados que Stalin pueda usar contra ti cuando adem�s tienes que alimentarles y
abrigarles? Por otro lado, la amenaza de la guerra hace maravillas
para la econom�a".
(pag 108 del
mencionado libro)
Gregory Douglas aparentemente es un seud�nimo y quien escribi� este
libro con las declaraciones y memorias de Mueller fue su sobrino.
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A
mi me parece todo obra maestra de los desinformadores: te digo algo
que parece alto secreto y te oculto lo m�s importante. As� satisfago
a los te�ricos de la "conspiraci�n" y a los que "duermen tranquilos"
les reafirmo en su concepci�n de que "los nazis tienen la culpa de
todo lo malo ocurrido en el mundo y ahora, como ya no est�n,
seguimos durmiendo tranquilos".
Porque, observad, lo curioso de este tema, y esto es importante, es
que tanto si me creo las declaraciones de Mueller, como si no,
ninguna de las dos versiones me obliga a descartar la teor�a de los
g�rmenes, seg�n la cual , estos "bichitos" van por ah� matando a
todo el que se ponga por delante.
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Si uno no pone en tela de juicio,
como estamos obligados a hacer, la propia teor�a de los g�rmenes,
llega a la conclusi�n de que lo mejor que se puede hacer contra esos
invisibles y malintencionados "bichitos" es efectivamente, vacunarse,
incluso si las vacunas contienen veneno, como parece estar archi-demostrado, y no niegan ni las autoridades, ni las empresas
fabricantes que adjuntan una lista de los aditivos ingredientes de
sus vacunas (no comentan claro los ingredientes virales, bacterianos,
prote�nicos, ADN y dem�s).
De manera que el punto fundamental aqu�, la clave de toda esta
historia, gira entorno a la propia teor�a de los g�rmenes, cuyos
promotores hist�ricos fueron Jenner y Pasteur.
La teor�a de la vacunaci�n est� basada en la
"teor�a de los g�rmenes"
seg�n la cual �stos tienen un poder intr�nseco, independientemente
de cualquier otro elemento, de enfermar al organismo, e incluso un
poder mort�fero, independiente de la c�lula.
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Si se demuestra, como
ya se hizo (ver post anterior) que esta teor�a es falsa, la teor�a
de la vacunaci�n requiere una revisi�n inmediata y no puede ser
aceptada, en ning�n caso, ni como mal menor, que es como nos las
venden. Pues bien, no es un mal menor sino el origen de millones de
enfermedades terribles, causa de muerte para muchos infantes, origen
de degeneraci�n neuronal y una herramienta de expansi�n de pandemias,
en s� misma.
Algo que la gente que habla de vacunas a menudo desconoce es el
hecho de que
Edward Jenner, el primero en emplear las vacunas ya en
1749, mucho antes que Pasteur, inocul� a un ni�o de ochos a�os,
James Phipps, en 1796. El ni�o fue revacunado veinte veces y muri� a
la edad de 20 a�os. Jenner, tan convencido estaba de su teor�a, que
vacun� a su propio hijo y su hijo muri� a la edad de veinte un a�os.
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Este dato no se menciona en la Wikipedia pero pod�is comprobarlo en
una enciclopedia m�s o menos rigurosa.
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A pesar de eso,
leemos que,
"gracias a sus
trabajos podemos disfrutar de sus beneficios"
(Que se
lo pregunten al pobre James Phipps).
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Respecto a Pasteur,
como escrib� anteriormente, �l mismo
reconoci�, tras un intenso debate durante gran parte de su vida, con
otras autoridades en qu�mica y medicina, con mayor prestigio
cient�fico que el suyo en ese momento, que la clave no est� en los
g�rmenes, sino en el terreno biol�gico del individuo que es el que
favorece que esos organismos (que est�n en la Tierra desde que el
mundo es mundo, que est�n en nuestro organismo y en absolutamente
todo lo que nos rodea) tengan un comportamiento patol�gico y sean
causantes de la enfermedad.
Como ejemplo, cuando Ud. consume esos yogures que seg�n la
publicidad ayudan al tracto intestinal, est� consumiendo bacterias
que, supuestamente, ayudan a su organismo (lactobaccillus,
com�nmente, aunque no las de los yogures).
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Si esas bacterias las
deposita Ud. sobre un pedazo de carne y las deja a la intemperie,
ver� qu� resultado producen.
�
�Por qu� las mismas bacterias han
producido un efecto tan distinto en diferentes ocasiones?
�
Porque el
terreno biol�gico es lo que var�a. Si Ud. toma grandes dosis de
vitamina C este invierno, ver� que no "coge" ninguna enfermedad
respiratoria, aunque bien sabemos que los organismos microbianos
siguen ah�, como siempre han estado y estar�n.
�
Esto lo sabemos todos
�Verdad?. Pues bien, parece que cuando se llega al cap�tulo de las
vacunas, todos nos olvidamos de ello y comenzamos a volvernos locos.
Y resulta que es en ellas donde se encuentra el verdadero peligro,
como hemos tenido la oportunidad de ver y leer en todos los
documentos y libros que se enlazan en este y el anterior post donde
expongo
la opini�n de la Doctora
Carley.
La llamada gripe aviar ha matado, seg�n las estad�sticas, a menos de
200 personas en total desde 2003. El n�mero de fallecidos por la
gripe A (antes porcina) hasta ahora ha sido de menos de 100
personas.
Tambi�n sabemos que el brote de la gripe porcina de 1976 afect� a
unos cien soldados y mat� a una persona, generando una reacci�n
completamente exagerada (ver documental de la CBS sobre la Gripe
porcina en 1976) y una campa�a de vacunaci�n ordenada por el
gobierno del presidente Gerald Ford que
caus� m�s da�os que la
propia enfermedad, como ha sido
aceptado y poco discutido.
Es una pena que no sea m�s f�cil consultar las estad�sticas para
estudiar las correlaciones entre porcentajes de vacunaci�n entre
1918 y 1919 y mortalidad.
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Es realmente necesario poder tener esas
cifras y esos datos para mostrar la evidencia a todo el mundo (aunque
mucho me temo que ni eso ser�a una evidencia y una prueba para
muchos).
Un dato interesante sobre la incidencia de la gripe
"espa�ola" en
Espa�a que me he encontrado en el camino de mi estudio es el de que
la incidencia fue mayor en ciudades como
Zamora y Burgos que en
otros lugares y que, adem�s, esa mayor incidencia ha sido
relacionada con el culto religioso.
�
Seg�n dice el autor,
"en Zamora,
las autoridades de
la Iglesia Cat�lica indicaron que el mal podr�a
ser una consecuencia de nuestros pecados, falta de gratitud y la
venganza de la eterna justicia y por este motivo, organizaron actos
religiosos masivos en la Catedral de Zamora, lo que contribuy� a la
expansi�n del virus".
�Es eso cierto?
�
�O es por el contrario la
influencia de los padres de la Iglesia, sumado al de las autoridades,
llamando a la vacunaci�n masiva lo que tuvo ese efecto multiplicador
y devastador?.
S� que no hace falta se�alar esto a la mayor parte de mis lectores,
pero a otros les conviene recordar tal vez , que una estad�stica es
la cosa m�s manipulable del mundo y que la �nica forma de
interpretar los datos es estudiando y comparando multitud de
correlaciones y no ignorando las "excepciones".
�
Si no hacemos esto,
corremos el riesgo de pensar que, por ejemplo, como el n�mero de
elefantes en el contienen africano es el mayor del mundo y la tasa
de mortalidad infantil est� entre las mayores de mundo, el n�mero de
elefantes es un factor decisivo en la mortalidad infantil y, por lo
tanto, exterminamos a los elefantes y nos quedamos tan panchos y
anchos.
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Esto es, a grandes rasgos, lo que ocurre a menudo con la
interpretaci�n de estad�sticas "cient�ficas".
La administraci�n de vacunas espec�ficas y en complejos
de vacunaci�n
especiales, en un marco de histeria medi�tica y declaraciones de
autoridades sanitarias exagerando los efectos de la enfermedad, es
un c�ctel explosivo que ya ha sido probado con efectos espantosos.
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Es la mente, como de costumbre, la que debe, puede y est� obligada a
resistir los ataques de quien quiere destruirnos a toda costa.
Si no te convence nada de lo que has le�do, no dejes de buscar y
preguntar hasta que realmente observes una correlaci�n 100% sobre lo
que te explican.
Ante la duda, �hacer o no hacer? �Vacunar o no vacunar?.
�
Ante la
duda, en este, como en todos los casos, no act�es, es mejor siempre
dedicar toda tu energ�a a resolver tus dudas e ir adonde tengas que
ir para resolverlas, estar atento a lo que ocurre a tu alrededor,
observar t� mismo las correlaciones, no caer en estado de p�nico que
es lo que quieren que sientas para perder el control de tu mente.
�
Si
hay una excepci�n y mil excepciones, como en el caso de la
vacunaci�n, enciende la luz de "alerta".
�
Y no s�lo hay mil, sino
millones de excepciones:
-
enfermos que se vacunaron contra una
enfermedad que sufren despu�s
-
personas no vacunadas perfectamente
sanas
-
personas que se enfermaron
"casualmente" despu�s de vacunarse
-
personal m�dico que te recomienda vacunas pero, cuando les preguntas
qu� son y qu� contienen, no saben contestarte o no lo hacen con
rigor
-
campa�as de vacunaci�n en pediatr�a que te recomiendan hasta
"vacunas para la gastroenteritis" (esto est� ocurriendo y es
escandaloso),
�.todo eso debe poner en pie de guerra tu luz de
"alerta" y obligarte a seguir buscando hasta que te convenzas de lo
que yo ya estoy convencida: que las vacunas enferman y matan a la
gente.
En Espa�a hay organizaciones y asociaciones de ciudadanos para
proteger sus derechos e informar a las personas que han tomado la
decisi�n (la mejor) de no vacunarse, ni vacunar a sus hijos.
�
Puedes
contactar con ellos, puedes intentar ayudarles y, si tienes dudas,
comprobar t� mismo lo extraordinariamente sanas que est�n todas esas
personas y ni�os no vacunados. �
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Algunas referencias
Libros editados en ingl�s que hablan del peligro de las vacunas,
entre los que se encuentran:
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La vacuna de la gripe porcina es mortal
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David Icke sobre la vacuna de la gripe
"porcina"
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