A muchos les sorprenderá saber que cada vez que miran al cielo una estrella los saluda. Esa estrella, que está ubicada en la constelación de Orión y es la novena más brillante de todas, lleva por nombre Betelgeuse. ¿Les suena conocido?

En 1988, Tim Burton le regaló al mundo una película con la más pura esencia de ese Halloween estereotipado que nos ha vendido la historia: macabro, sombrío, asquerosamente adictivo y fantasmal. Decidió nombrarla en honor a aquel deslumbrante astro que era tan difícil de pronunciar para los angloparlantes. Por eso el título oficial de esta película se vocaliza similar pero se escribe diferente.

Después de 36 años, el estrafalario director hizo lo impensable: repitió tres veces Beetlejuice y revivió esta comedia de ultratumba que para muchos era intocable, conservando el gótico universo en el que fuimos sumergidos más de tres décadas atrás, la esencia de sus icónicos personajes, su inolvidable versión del inframundo, el humor negro que tanto la caracteriza, y un montón de efectos prácticos y segmentos en stop motion que tienen aroma a nostalgia. 

El cast, por otro lado, es excepcional; tanto quienes retomaron sus personajes, como aquellos que se nos son presentados por primera vez. Debo decir que mi favorita sigue siendo Winona en la piel de Lydia. Ella es el corazón de la cinta, y su dupla con Michael Keaton, quien por cierto es el dueño de los mejores momentos humorísticos, funciona mejor de lo que recordaba. Jenna Ortega lo hace bien pero sigue interpretando el mismo rol de siempre y la presencia escénica de Monica Bellucci sencillamente te pone la piel de gallina. Ojalá hubiese aparecido más.

Lo cierto es que innova poco, algunos personajes son innecesarios –como el de mi queridísimo Willem Dafoe–, y no logra superar a su predecesora, pero en términos de entretenimiento y calidad, creo que es una muy acertada secuela. Funciona con sus chistes visuales, secuencias de horror gráfico, y hasta momentos musicales inesperados a cargo del enorme Danny Elfman. Una opción imperdible paro los amantes del extravagante y tétrico trabajo del incomparable Tim Burton.