Tengo muchas cosas que decir respecto a Spider-Man: Into the Spider-Verse y realmente no estoy seguro de cómo comenzar. Desde hace ya un buen tiempo que sentía una fuerte necesidad de ver esta película, cuya propuesta aún siendo un gran fan del personaje nunca me había llamado del todo, aún con su mérito en los últimos Oscar.

Pero finalmente llegó el día, y realmente tengo mucho que expresar que me cuesta definir en cuál dirección debo comenzar. Porque lo que hicieron Phil Lord y Christopher Miller con esta producción es una verdadera revolución del género de superhéroes. Into the Spider-Verse toma las bases ya conocidas del género y apunta hacia una nueva dirección totalmente diferente, fuera de esta dimensión.

Desde una animación que maravilla en lo visual, que recoge esa sensación comiquera y lo plasma en un mix de realismo y elementos de animación 3D que realmente te insertan en su propuesta, con un ritmo frenético que nunca se detiene salvo cuando realmente lo requiere, porque atrás deja las obviedades y se encamina en su propio terreno. Así conquista desde el primer minuto, haciendo gozar al público con un personaje que ya forma parte de la cultura popular, y más importante, que forma parte de todos nosotros. El primer arco es un verdadero deleite, con grandiosas secuencias y brillando aún más cuando vemos a esta primera versión del arácnido junto a un "recién" nacido Miles Morales. Son estas escenas que impresionan en la forma como son dirigidas las cuales nos recuerdan que hay cosas que solo la animación puede concretar, y eso se utiliza acá en pro del tono de superhéroes y acción que nunca se detiene. Algunas secuencias realmente causan escalofríos, hacen vibrar.

El guión me ha conquistado, amé a cada una de las versiones del trepamuros. Si me encantó el primer Peter, rápidamente el podio se lo roba Miles Morales, un protagonista que toma lo mejor del héroe concebido por Stan Lee y con el cual me sentí intimamente reconocido. Destaco también al segundo Parker y una Gwen Stacy que simplemente no te puede caer mal. Los personajes tienen un excelente desarrollo, sintiendo una humanidad que no siempre está presente en el género. El tratamiento del mundo de Morales es impresionante, realmente sientes las emociones, sientes el peligro. Pareciera ser que Miller y Lord encaminaron al sentido arácnido hacia nosotros, el público, para que realmente pudieramos sentir a Into the Spider-Verse.

Y así lo concretan en una forma que no deja indiferente a nadie, elevando el género hacia una nueva clase de tratamiento innovadora y que valida la existencia de Into the Spider-Verse, más bien el espectáculo, más bien la experiencia, porque Into the Spider-Verse lo es todo lo que hay en el género y mucho más. Es un salto de fe, creo que son las únicas palabras que pueden definir lo que he sentido. Hay muchos elementos de esta película que darán vuelta por mi cabeza, y estoy seguro que me he topado con mi producción animada favorita. Tenía mis dudas, pero acá tengo mi respuesta. Ahora toca adentrarme ante este nuevo universo.