"El amor es la energía: ni se crea ni se destruye. Simplemente es y será siempre, dando sentido a la vida y dirección a la bondad. El amor no morirá jamás."
- Bryce Courtenay.

Entre un basto catálogo de películas nombradas como las mejores de la historia, se encuentra "It's A Wonderful Life" o "¡Qué bello es vivir!" de 1946. Un clásico navideño. Una cinta con una esencia tan pura y preciosa que es simplemente inolvidable. Dirigida por el ganador de tres Oscars, Frank Capra, basado "The Greatest Gift" escrito por Philip Van Doren Stern en 1939. El trabajo es magistral en cuanto a todos los elementos que componen y hacen buena a una película, pero más allá de eso, el estatus de cinta de culto se lo ha dado la simpleza delicada y revolucionaria con la que se manejan una gran cantidad de temas complejos; el suicidio, familia, encontrar sentido a la vida y lograr un balance con todos los elementos que componen nuestra existencia para, en la medida de lo posible, vivir con felicidad. Nominada a 5 Oscars de los cuales no ganó ninguno y siendo un fracaso en taquilla en su momento, es la prueba de qué algunas cosas necesitan su tiempo para ser reconocidas por lo que son dignas.

George Bailey (James Stewart), un padre de familia ejemplar, contempla el suicido la nochebuena de 1945. Con una gran cantidad de problemas que han nublado su visión de la vida y le privan de ser feliz. Esa noche, Clarence Odbody (Henry Travers), su ángel guardián interviene. Le muestra George un recorrido, sobre cómo sería la vida de todas las personas que ha conocido si él nunca hubiera existido; muy diferente, y no necesariamente para bien. Y pese a que hay un contenido predominantemente religioso, entre ángeles, Dios y cantos, sería una estupidez reduccionista simplificar el mensaje a ésto. Porque la verdadera fuerza palpitante de "It's a Wonderful Life" yace en mostrar lo valioso de la vida de cada uno de nosotros y del impacto que hemos hecho en la de los demás, sin darnos cuenta a veces.

Contado a través de flashbacks, la vida de George nos demuestra el tipo de persona que es; un hombre altruista que constantemente ha dado todo por el bienestar de los demás. Dejando a un lado lo que él quiere para dar de forma desinteresada al prójimo. George ha sido de una ayuda indestructible para muchos. Desde que a los 12 años salvó a su hermano menor de ahogarse por caer a través del hielo helado, perdiendo la audición en el oído izquierdo. Pasando por cuando se encargó de la empresa de su padre por la muerte prematura de éste, renunciando a ir a la universidad y dándole esta oportunidad a su hermano, haciendo que éste se convierta en piloto y en la Segunda Guerra Mundial derribe un avión kamikaze que salvó la vida de muchos.

Al encargarse de la empresa de su padre, George también ayudó a muchas personas del pueblo. Construyó una urbanización de pequeñas viviendas con los préstamos concedidos por su compañía de empréstitos, permitiendo a la gente ser dueños de sus propias casas en lugar de tener que pagar por los altos alquileres del Sr. Potter el hombre más rico del pueblo, dueño del banco, de la prensa, de los hoteles y de todos los negocios rentables de la ciudad. Potter trata de comprar a George ofreciéndole un buen empleo, pero George se da cuenta de que le están comprando y rechaza la oferta.

Cuando su tío Billy acude al banco a depositar 8.000$ en la cuenta de compañía, se encuentra con Potter, echándole en cara el reconocimiento de Harry en el ejército, mostrándole una noticia en el periódico, olvidando que adentro está el dinero. Potter se queda con el periódico y cuando se da cuenta, oculta el dinero. Al día siguiente, la compañía tiene una inspección, y sabiendo que el inspector de hacienda le hará responsable de la pérdida del dinero, George se enfurece con su tío y a continuación se va a casa y paga su frustración con su familia. Tras disculparse con ellos, se marcha.

Sumido en la desesperación y sin nadie a quien poder pedir el dinero, George acude a Potter, pero solo puede ofrecer su seguro de vida como aval. Potter, que sabe lo que ha sucedido, aprovecha la desesperación de George y llama a la policía para denunciarle, diciéndole que vale más muerto que vivo. George ahoga sus penas en un bar y camina hasta un puente cercano, donde se plantea suicidarse arrojándose al río. Antes de que pueda saltar, ve que un anciano cae al agua. Una vez más, George olvida todos sus problemas y se lanza a salvar al anciano en lugar de suicidarse. Mientras se secan las ropas mojadas, el anciano le dice que se llama Clarence y que es su ángel de la guarda. George no le cree, pero en el transcurso de la conversación le dice que desearía no haber nacido. Clarence se lo concede, y le muestra una realidad alternativa en la que George nunca ha existido. Cuando regresan al pueblo, todo ha cambiado.

El pueblo ya no se llama Bedford Falls, sino Pottersville, y está lleno de bares, cabarets y otros locales propiedad de Potter. La compañía de empréstitos cerró ya que George no estuvo para hacerse cargo de ella tras la muerte de su padre; las casas que ayudó a construir con sus empréstitos nunca se construyeron y en su lugar hay un cementerio en la que George ve la tumba de su hermano al que no pudo salvar por no haber nacido. Piensa en los que murieron en la guerra porque su hermano no estuvo allí para salvarlos; su tío Billy está en un manicomio; su madre, viuda y sin hijos y su esposa es una bibliotecaria amargada.

George, ya convencido de que Clarence es realmente su ángel de la guarda, regresa al puente donde había intentado suicidarse y pide a Dios que le devuelva la vida. Cuando un amigo lo encuentra y lo llama por su nombre, George se da cuenta de que la visión ha terminado y que ha recuperado su vida. George vuelve a casa deseando feliz Navidad a todos los que encuentra en el camino e incluso al mismo señor Potter.

Aparecen todos a los que George ha ayudado durante toda su vida, dando todo lo que tienen para que pueda salir adelante y recaudando más que suficiente para cubrir los 8000 dólares perdidos y anular la denuncia de Potter. Una campana suena en el árbol de Navidad, y la hija de George recuerda una historia que dice que cada vez que suena una campana, un ángel recibe sus alas. Y justo en éstos momentos finales, es donde al menos una lágrima sueltas.

Toda la belleza de ésta magnífica historia se compone a través de su guión y actuaciones, principalmente. Debemos recordar que es una película que tiene 73 años. La implementación del recurso narrativo del "flashback" resultó innovadora en su momento y fue pionera para todas las películas que lo usan hoy. Es elegante y la edición presenta las secuencias de la vida de George con mucho detalle y paciencia.

Entre tantos mensajes de los que puedo hablar, comienzo con el uso de ésta retrospectiva para apreciar a nuestro protagonista. Algo que disfruto, es que para mí al menos, no se expone a George como un mártir o un santo. No se cae en la autoindulgencia en la que muchas veces se victimiza a un personaje al punto de lo agotador. Por el contrario, es un estudio de personalidad sólido y consistente. El altruismo es una capacidad que por más que queramos negarlo, no es usual en la humanidad. Vivimos en un mundo de egoísmo e individualismo, en el cuál cada quién hace lo que puede por hacer su vida mejor, a veces sin importar a quiénes se llevan en el camino. Alguien verdaderamente altruista, aquel al que no le importa dejar a un lado sus preocupaciones personales y dar apoyo a alguien que lo necesita de manera desinteresada, es poco común.

Y estoy seguro que todos conocemos al menos a una persona como George. Alguien que dedica su vida a los demás y a veces, que tampoco es bueno, pone lo que desea bajo la alfombra para brindar lo mejor a los demás. Son una incesante vibra de optimismo y determinación que siempre están ahí para ayudarte con lo que sea que necesites, incluso cuando no se lo pides, ahí están y estarán siempre. Es su forma de ser, no conocen otra cosa. Algo que sea que se aprenda por crianza o viene como bases innatas de la personalidad, es lo que representa el ser de esas personas.

En el caso de George, vemos cómo su forma de ser ha ayudado a muchos, pero también le ha puesto un estrés intenso con todo el tema de la compañía y dinero. Su vida pudo ser tan diferente si hubiera sido indiferente a todo, estudiaba con el dinero que dejó su padre al morir y hacia su vida. Pero ésto fue lo que escogió. Todo el recorrido nos muestra la consistencia de su personalidad. Y para mí sirve como un exponente claro de la necesidad de buscar un equilibrio. Dar todo lo que se pueda a los que queremos, de manera incondicional y sin esperar nada a cambio, pero la necesidad de darnos valor propio y delimitar cuando las cosas nos están sobrepasando, es menester. George llega a un punto de quiebre por la gran responsabilidad que siente y ha acumulado toda su vida. No es una decisión impulsiva. No hay un detalle minucioso sobre la exploración de depresión o algún problema de salud mental porque no es ese tipo de película. Pero se puede comprender con facilidad que George, es alguien que reprime para complacer. Evita hablar de lo que le genera estrés o agobio para no perturbar a los que lo rodean. Regala sonrisas a todos los que ve pasar, aunque lleve una mochila de miedos, inseguridades y preocupaciones en su espalda.

No es el típico personaje que miras y dices "oh, qué bueno es, pobre, si le pasan cosas malas". Es mucho más complejo de lo que aparenta. George se entrega a las situaciones y personas que aparecen. Sus actos benevolentes no son planificados, son espontáneos. Su felicidad proviene de darle felicidad a otros. Se humaniza aún más cuando lo vemos vulnerable, desesperado por el dinero, es una persona común, que está quebrándose porque simplemente ésto es demasiado.

En referencia al suicidio, es conmovedor o que consiguen reflejar, sobre todo para cualquier persona que haya contemplado esa posibilidad en su vida. Se hace un contraste sobre el valor que tenemos como personas y cómo nuestra vida si importa, por cómo impacta en la vida de los demás. Cuando un ser humano llega a éste punto, es porque el razonamiento se ha desvanecido y se considera la única opción. Me parece increíble cómo el tema se maneja con más prudencia y respeto en una película de los 40's que en ciertas producciones de ésta generación. Porque es emotivo sin manipular. Porque te enseña que si eres importante y que si hay personas cuya vida es mejor gracias a tí. Por ésto se hace un trabajo sentimental con las personas en la vida de George. Porque en ese momento no ve su importancia como persona en el mundo. La desesperanza lo arrolla. Y es tan realista y creíble que te llega al alma. No sé juzga a George por sentirse así. El ángel lo comprende, y aunque éste es una representación religiosa, no necesariamente debe verse como tal. Es solo una figura que es analógica al razonamiento que se encuentra en algún rincón dentro de nosotros hasta en los momentos más difíciles, y a veces necesitamos ayuda para ubicarlo y ponerlo en práctica.

Si te has sentido así, te vas a conmover (mucho), porque todo se transmite con suma tranquilidad. El mensaje más intrínseco de "It's a Wonderful Life" es la fuerza del amor de nuestros seres queridos sobre nosotros. Lo mucho que valemos para ellos. Tener depresión o cualquier otra condición psicológica es demoledor. Te consume lentamente la vitalidad y te convence de que no vales nada y que todos estarán mejor si desapareces. Ésto se origina por pensamientos autodestructivos, que son producidos a su vez por un desequilibrio químico en el cerebro. Por lo que, por más bien intencionado, unas palabras de aliento no son suficientes, es necesario la busqueda de ayuda profesional para poder desvanecer poco a poco esos pensamientos. La película no simplica que la ideación suicida se soluciona o trata con facilidad. Es más bien una muestra de que la vida es sumamente delicada y que todos somos parte de la de otros. Un sistema complejo en el que todos somos al menos una pieza en el rompecabezas de otro. No estamos solos en el mundo y siempre se podrán encontrar personas que nos den el valor humano que merecemos.

Durante las épocas festivas, la melancolía se puede apoderar de muchos. No es necesario tener un diagnóstico clínico para sentirte apático y decaído éstos días, es comprensible y respetable, y debes hacer lo que sea que te sientas cómodo haciendo. No forzandote para complacer, porque eso solo te lastimará más. Pero dentro de todo, lo negativo y trágico que vives y te hace sentir así, podemos encontrar algo positivo en nuestro presente que hace toda la situación actual más llevadera. Puede ser una persona o una oportunidad laboral nueva, lo que sea que consideres una luz dentro la oscuridad.

Una analogía curiosa, es que el poderoso Sr. Potter (Lionel Barrymore) está en silla de ruedas y necesita de otro que lo lleve a todas partes. Así se muestra como paradoja que el más imponente es el que necesita de más ayuda. Sin sonar comunista, es un ingenioso reflejo de que el dinero y poder no lo es todo en la vida. Y aunque el personaje de Potter se encasilla en un villano algo estereotipado, sigue siendo efectivo como un persona ambiciosa y egoísta, que no le importa pisotear a quién sea para obtener lo que quiere. El opuesto total de George. Mostrando que el mundo está lleno de éstos dos tipos de personas. Ver cómo la ciudad sin la presencia de George se ha convertido en un lugar de egoísmo exacerbado, se ha perdido la humanidad porque es Potter quién gobierna y controla todo, es otro punto que define cómo los gobernantes poderosos afectan a las comunidades.

Hay escenas que son de las más memorables en la historia del cine. Como el baile sobre la pista o la grandísima escena en la que ambos hablan por teléfono a la vez con un amigo. La fotografía está cuidada de manera exquisita, adelantada a su tiempo e influyente en el cine contemporáneo. Y por supuesto, el recorrido con el ángel de como es el mundo sin George, se ha utilizado en al cultura popular muchísimas veces. Desde los Simpsons hasta el Príncipe de Bel-Air. Todos son homenajes a la dicha magestuosa de la obra de Capra.

Sin importar la fecha, "It's a Wonderful Life" es una de las películas que debes ver antes de morir. Es de las mejores de la historia por tantos motivos como la oda a la bondad y los valores más hermosos que tenemos como seres humanos. Pero si me quedo con solo uno, es por ser probablemente el retrato humanista más precioso y sincero sobre el valor de la vida. El recordar y tener siempre presente cómo nuestra existencia no es casual. Que cada día de nuestras vidas es parte de un todo. Que está bien tener momentos de quiebre, porque somos humanos y propensos a eso. Pero que con la ayuda de quiénes nos aman, dejaremos que ese amor permita que reafirmemos nuestro propio valor. No soy de los que cree que si no te quieres no puedes querer a nadie. Creo firmemente que a veces, el valor es necesario desde lo exterior, para luego formarlo en el interior. Cuando te das cuenta de lo mucho que le importas a las personas de tu vida, de cómo has impactado de manera positiva solo con tu presencia, puedes sentirte mejor contigo mismo y tus cualidades en esos momentos de debilidad.

Feliz Navidad a todos, sobre todo, a la inmortal memoria y trabajo de Frank Capra.