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Sexta generación de cazas de reacción

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Una maqueta 1: 1 del Futuro Sistema Aéreo de Combate en el Salón de la Aeronáutica de París de 2019. Representa el caza de nueva generación, así como uno de sus drones no tripulados Remote Carriers Airbus[1]
Una maqueta del BAE Systems Tempest en la feria DSEI de 2019.

El término caza de sexta generación (y el mismo concepto de generaciones de cazas de reacción) es un marco conceptual del avión que se espera que entre en servicio en diversas fuerzas aéreas del mundo en el periodo 2035-2040.

Concepto

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A medida que los nuevos desarrollos de aviones de 5ª generación (como los cazas chinos Chengdu J-20 y Shenyang J-31) puedan ofrecer un oponente comparable en combate a los aviones estadounidenses (F/A-22 Raptor y F-35 Lightning II), y al modelo de caza ruso Sukhoi Su-57, su adopción por parte de las fuerzas aéreas respectivas se limitan debido a su alto coste operacional y de desarrollo, por lo que su entrada sólo será posible en la medida en que dichos programas sean adoptados más decididamente por las naciones involucradas en su desarrollo.

En el caso de Rusia, la pronta integración del Su-57 en su arsenal aéreo, que se debe a la vejez de su parque actual (los MiG-29 y Sukhoi Su-27 que operan actualmente, y que ya han llegado a su vida útil límite) siendo la razón de peso para su pronta aparición la adopción del T-50 y además de deducir la crónica fatiga del aparato anterior y del futuro caza en servicio, además de la aparición de condiciones geopolíticas comprometedoras, y entornos de combate desfavorables.[2]​ Aparte, con el avance en el programa ruso para un caza de esta generación, la sexta generación rusa debería ser contemporánea a la estadounidense, y ofrecer una amplia gama de variantes, además de un caza, un bombardero y un interceptor de gran altura.[3]

Además, el desarrollo de un avión de caza de sexta generación podría resolverse en el futuro próximo como algo muy preocupante para los militares de Estados Unidos, por lo que la aparición de nuevas aeronaves de dicha generación no debe ser descartado.

Bautizada como la "próxima generación de aeronaves tácticas", la Fuerza Aérea de EE.UU. busca un avión de combate con "una mayor capacidad en áreas tales como alcance, persistencia, capacidad de supervivencia, neto-centralidad, conocimiento de la situación, sistema de integración humana y efectos de las armas". "El futuro sistema tendrá que hacer frente a adversarios equipados con avanzados sistemas de ataque electrónico, sofisticados sistemas de defensa aérea integrada, detección pasiva, integrado de protección de uno mismo, las armas de energía dirigida, y la capacidad de ataque cibernético. Debe ser capaz de operar en el entorno anti-acceso (area-denial) que existirá en el calendario 2030-2050."

Características

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Si bien no hay en proyecto aviones que puedan ser merecedores de la asignación a esta categoría, son muchas las naciones que están en pleno estudio de las muy diversas nuevas tecnologías que permitan la aparición de esta generación de cazas. Se especula que las características que marcaran esta generación serían: sigilo extremo, eficiencia en todos los regímenes de vuelo (subsónicos, supersónicos e hipersónicos), posible capacidad de "camuflaje", y la posibilidad de la irrupción del vehículo aéreo de combate no tripulado plenamente operativo. Además de muchas mejoras en las tecnologías ya existentes, mejoras en los sistemas de detección, nuevos sistemas de armas, materiales más resistentes y avanzados, etcétera.

Sistemas

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La electrónica cada vez ha ganado mayor importancia en los aviones militares, pero ahora se va un paso más allá. Las plataformas de aviones de combate de sexta generación se configuran como un sistema en red que interconecta diversos componentes, incluidos varios modelos de aviones, misiles y drones. La clave de este sistema es su capacidad de escalabilidad y modularidad, atribuible a su arquitectura abierta, la cual es fundamental para implementar actualizaciones significativas y adaptaciones en el diseño durante la vida del avión.

  • Enfoque de Sistemas Abiertos Modulares (MOSA). Se prevé integraciones tecnológicas continuas a lo largo de la vida del avión.
  • Arquitectura de Sistemas Abiertos de Sensores (SOSATM). Deberán incorporarse innovaciones en sensores integrados.
  • Aislamiento de datos: Protege la información crucial.
  • Priorización: Optimiza funciones según la necesidad operativa.
  • Actualizaciones e inserciones. Se deben facilitar mejoras continuas en el software y hardware.

Emparejamiento con drones

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Los drones o UAV serán el complemento indispensable de los aviones tripulados de sexta generación. El avión tripulado será el avión principal y núcleo de un equipo junto a uno o varios UAV. Se prevén estos escenarios:

  • Operaciones coordinadas con la aeronave tripulada. Los drones actuarán como multiplicadores de fuerza formando equipo al lado de aviones tripulados.
  • Plataformas de altas prestaciones. Los drones emplearán motores de última generación que les permitan mantener el ritmo de los aviones tripulados en escenarios de alta intensidad.
  • Misiones combinadas. Aviones tripulados y no tripulados colaborarán en misiones que requieran un esfuerzo coordinado debido a los riesgos o importancia.
  • Operaciones autónomas. Los drones serán capaces de ejecutar misiones independientes sin supervisión directa.
  • Reconocimiento y vigilancia. Los equipos avión-UAV, o los drones en solitario, realizarán misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento para recopilar datos críticos.
  • Protección de la aeronave tripulada. Los drones protegerán y defenderán los activos aéreos tripulados contra amenazas.


Un ejemplo de esta integración es el Boeing MQ-28 Ghost Bat de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF). Este UAV está diseñado específicamente para aumentar las capacidades de los aviones de combate tripulados F-35 mediante el apoyo en misiones especializadas, mostrando cómo la coordinación y suma de capacidades entre diferentes tipos de aeronaves puede optimizar las operaciones aéreas.

Inteligencia artificial

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De las tecnologías que se incorporarán en estos aviones destacarán las aplicaciones que hará posible la inteligencia artificial (IA). No solo la inteligencia artificial será parte de los drones, sino también un compañero de vuelo del piloto. Esto implica un comportamiento distinto en vuelo no tripulado y otro para el tripulado, donde la IA deberá ser entrenada para interactuar con el piloto durante vuelos reales y simulados que permitan conformar equipos de trabajo aptos para formar nuevos escuadrones totalmente diferentes a los actuales. Los futuros escuadrones estarán formados por pilotos humanos y muchos aviones pilotados por inteligencia artificial, que podrán ser totalmente independientes si es necesario y con objetivos específicos en cada misión. Así se podrá mantener una superioridad aérea incontestable contra potencias tradicionales como China y Rusia, pero también contra cualquier enemigos equipado con grandes cantidades de misiles tierra-aire y drones.

Programas en desarrollo

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Véase también

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Referencias

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  1. Dubois, Gastón (13 de diciembre de 2022). «Remote Carriers, los compañeros no tripulados del caza de sexta generación europeo». Aviacionline.com. Consultado el 31 de mayo de 2024. 
  2. Mundo, Sputnik (20150323T1457+0000). «Defensa rusa quiere el nuevo caza PAK FA ya en 2016». Sputnik Mundo. Consultado el 31 de mayo de 2024. 
  3. Mundo, Sputnik (20141015T0900+0000). «Rusia desarrolla un caza de sexta generación». Sputnik Mundo. Consultado el 31 de mayo de 2024.