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Guerra Fantástica

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Guerra hispano-portuguesa de 1762-1763
Parte de Guerra de los Siete Años

El Conde de Lippe, en un óleo del siglo XVIII.
Fecha 1762–1763
Lugar España, Portugal, norte, centro y sur de Brasil. Uruguay.
Resultado
  • Victoria anglo-portuguesa decisiva en Europa[1][2][3]
  • Empate táctico en América del Sur:

Portugal vence a España en Mato Grosso, Río Negro,[4]​ y Santa Bárbara;

España vence a Portugal en Uruguay y Río Grande del Sur (posteriormente reconquistado por los portugueses).[5][6][7][8]
Consecuencias Tratado de Paris (1763)
Beligerantes
Bandera de Portugal Portugal
Bandera del Reino Unido Gran Bretaña
Bandera de España España
Bandera de Francia Francia
Comandantes
Bandera de Portugal Conde de Lippe
Bandera del Reino Unido Conde de Loudoun
Bandera del Reino Unido George Townshend
Bandera del Reino Unido John Burgoyne
Bandera de Portugal Pedro da Silva
Bandera de España Marqués de Sarriá
Bandera de España Conde de Aranda
Bandera de España Pedro de Cevallos
Fuerzas en combate
Entre 7000 y 8000 portugueses
7104 británicos
42 000 españoles
12 000 franceses
Bajas
Bajas cerca de 25 000 hombres (muertos, prisioneros y desertores)[9]​ y un número indeterminado de heridos

La Guerra Fantástica, o Guerra hispano-portuguesa de 1762-1763, fue el nombre por el cual quedó conocida la participación de Portugal en la Guerra de los Siete Años.

Un ejército franco-español, con unos efectivos de cerca de cuarenta y dos mil hombres, confiado al teniente general Nicolás de Carvajal y Lancaster (marqués de Sarriá),[10]​ invadió el país luso en 1762 por la frontera de Trás-os-Montes, viniendo a conquistar Miranda do Douro, Braganza y Chaves. En respuesta a esto, se formó un ejército anglo-portugués, con cerca de catorce a quince mil hombres, bajo el mando del conde de Lippe.

La ofensiva española tuvo lugar en tres fases. Primero, en mayo de 1762 el ejército español compuesto por 22 000 hombres y capitaneado por el marqués de Sarriá lanzó un ataque sobre Trás-os-Montes, con el objetivo último de tomar Oporto. La ofensiva española fue detenida y rechazada por los portugueses,[11]​ fundamentalmente a través de la acción de las guerrillas, causando a los españoles 10 000 bajas.

El mismo mes de mayo, un ejército británico de 7000 hombres desembarcaba en Lisboa, el cual se unía a un reorganizado ejército portugués, que había sido reducido a 7000 hombres.

En agosto, el ejército borbónico ahora capitaneado por el Conde de Aranda lanzó un segundo y mucho más importante ataque sobre Beira Baixa, con 30 000 españoles y 12 000 franceses, con el objetivo de capturar la propia Lisboa. El ejército anglo-portugués, junto a las guerrillas lusas, infligieron al ejército borbónico una derrota catastrófica, sin llegar nunca a presentar batalla formal. A principios de noviembre, en medio de fuertes temporales, los españoles abandonaron Portugal habiendo sufrido 20 000 bajas adicionales entre muertos, desertores y prisioneros, fundamentalmente víctimas de la táctica de tierra quemada y persecución implacable durante su retirada.

Una tercera invasión a través del Alentejo, en la segunda semana de noviembre, fracasó también estrepitosamente, viéndose España obligada a pedir la paz a Portugal, paz que se hizo efectiva el primero de diciembre.

Se denominó Guerra Fantástica porque, a pesar de haber registrado sucesivos movimientos de tropas, no tuvo lugar ninguna batalla formal.

La derrota y las pérdidas españolas según los coetáneos

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  • Autor español anónimo, 1772: "El desdoro de la opinión y la destrucción de un florido ejército en la última entrada [Invasión de Portugal, 1762], ha persuadido a la Europa que nuestro poder era más imaginario que verdadero. Con odiosas comparaciones de lo que fuimos en otro tiempo." En Reflexiones Histórico-Militares que manifiestan los Motivos Porque se Mantiene Portugal Reino Independiente de España y Generalmente Desgraciadas Nuestras Empresas y que Lo Serán Mientras No se Tomen Otras Disposiciones.[12]
  • El general Dumouriez (francés), que viajó a Portugal en 1766 con el expreso propósito de investigar las razones de la derrota franco-española: "En caso de guerra entre España y Portugal, esta provincia [Trás-os Montes] es muy peligrosa y debe ser evitada por los españoles, hecho que ellos experimentaron por su propia cuenta, durante la última guerra: 40 000 hombres avanzaron hacia Chaves, Braganza y Miranda [primera invasión de Portugal, mayo-junio 1762], y cerca de una cuarta parte de las tropas murieron (p. 20)[13]​ … la corte de España envió 40 000 hombres a Portugal [segunda invasión de Portugal, julio-noviembre 1762, a través de la provincia de Beira] (p. 247)[14]​ … cuando las fuerzas españolas llegaron a la frontera, estaban reducidas a 25 000 hombres, y jamás ha habido tropas que tuviesen experimentado una campaña tan horrible. Los enfermados y los retardatarios fueron masacrados por los campesinos, casi en su totalidad [sin embargo, miles de españoles sobrevivieron entregándose a las tropas regulares anglo-portuguesas que los perseguían] … el mal resultado de la campaña en Portugal cubrió España de deshonor y la dejó en un estado de agotamiento tal que se vio obligada a permanecer inmovilizada hasta el final de la guerra … (p. 254)[15]​ … La preservación [independencia] de Portugal ha costado a España su gloria, su tesoro y un ejército." (p. 247)[16]
  • Sátira española ridicularizando la pérdida de un ejército español en Portugal y una marina de guerra en Cuba: "Por un pacto familiar / la espada desenvainó / al verle así se creía / que iba el mundo a conquistar / pero la volvió a envainar / habiendo dejado perdido / un ejército lucido / una marina excelente / mucho caudal y mucha gente / y con la Habana el honor / en seis meses solamente."[17]​ (La invasión de Portugal duró seis meses, mientras que el sitio de La Habana duró dos meses.)
  • Miguel de Arriaga, secretario del ejército portugués, al primer ministro portugués (durante la persecución de las reliquias del ejército francés-español): "El día antes de ayer y hoy, me pasé 45 pasaportes a desertores, y si creemos en sus informes el ejército español cayó en el abismo; hablan de 7000 desertores, 12 000 enfermos en hospitales [la mayoría de los cuales serían aprisionados durante la conquista del cuartel general español en Castelo Branco], sin contar los muchos hombres que murieron [a manos de los campesinos y la hambruna causada por una táctica de tierra quemada] (carta de 27 de octubre) … y muchos más serían [los desertores] … si no temiesen nuestros irregulares [guerrilleros]. (carta de 31 de octubre)"[18]
  • Lippe, el comandante supremo aliado: "… el atasco del enemigo; [los invasores españoles] fueron reducidos a una inactividad forzada, mientras que el hambre, la deserción y las enfermedades los diezmaban, y los caballos perecían por falta de forraje. (p. 47)[19]​ … estando las cosas dispuestas de este modo … el enemigo … rápidamente se dio cuenta de que, lejos de conquistar Portugal, este plan llevaría su ejército a la ruina". (p. 48)[20]
  • Mientras que el coronel escocés John Hamilton informaba que el ejército español en retirada estaba "completamente destrozado" (carta 24 de octubre de 1762),[21]​ el embajador británico en Portugal (Edward Hay) enviaba al gobierno de Londres una relación en que estimaba las pérdidas totales franco-españolas –en las dos invasiones de Portugal– en 30 000 hombres.[22]​ [Hubo aún una tercera invasión, también derrotada].
  • José Cornide, geógrafo gallego que estudió las causas del fracaso de la invasión franco-española de 1762 y preparó un informe con un nuevo plan de invasión, después de viajar por Portugal: "La Guerra contra el reino de Portugal, si ésta se ha de hacer con suceso más feliz que en las pasadas … las operaciones que entonces se adoptaron … el mal suceso de éstas y la pérdida de un considerable número de tropas, y aun de los vecinos que quedaron tranquilos en sus casas y a quienes aquéllas al retirarse comunicaron sus males … Siempre que sigamos … las máximas que se han adoptado en la guerra de 62, el suceso será tan desgraciado como entonces."[23]

Referencias

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  1. "Aunque las fuerzas armadas españolas habían sufrido grandes derrotas en el curso del siglo XVIII, en particular los reveses en Portugal en 1761, ...", véase La política española en una época revolucionaria, 1790-1820, Brian R. Hamnett (2012), primera edición electrónica, Fondo de Cultura Económica, p. 118, traducción de Mercedes Pizarro e Ismael Pizarro Suárez del original Spanish Politics in the Revolutionary Era 1790-1820.
  2. "La infeliz campaña de Portugal y los desastres de La Habana y de Manila dejaron en las fuerzas armadas españolas un sentimiento amargo, que tardaría muchos años en disiparse. «Una guerra desgraciada es imposible que produzca una paz ventajosa», escribía melancólicamente Ricardo Wall. " Véase Historia Politica del Ejército Español, José Ramon Alonso (1974), Editora Nacional, p. 51.
  3. "Los ejércitos franceses y españoles invadieron Portugal ... Los británicos y portugueses bajo el mando del conde de la Lippe Buckeburgh y Burgoyne los derrotaron y expulsaron hasta España." Véase Religion, commerce, liberty: a record of a time of storm and change, 1683-1793, John Jeudwine (1925), Longmans, Green, p. 160.
  4. " Solamente en 1759 los españoles penetraron el Rio-Negro y fundaron á San Cárlos bajo el pretexto de levantar almacenes para comodidad de los comisarios de la demarcacion. En 1763 quisieron seguir mas abajo, y ocuparon el pueblo portugues de Maravitanas, que ya existía, fundado por los relijiosos Carmelitas en 1688. Pero esta ocupacion fué luego seguida de resistencia por parte de los portugueses: el Gobernador de Rio-Negro Joaquin Tinoco Valente marchó contra los españoles, que fueron forzados á retirarse quemando el pueblo de Maravitanas [San Gabriel, en el mismo Río Negro, también fue abandonado], inmediatamente repuesto por los portugueses. A consecuencia de esto Don José de Iturriaga se quejó al Capitan General del Pará; " véase Documentos relativos á la cuestion de límites y navegacion fluvial entre el imperio del Brasil y la republica de Venezuela (1859), Imprenta de Eloi Escobar por E. Lopez, Caracas, p. 130 y p. 89.
  5. Marley, David- Wars of the Americas: a chronology of armed conflict in the New World, 1492 to the present, vol. II, (en inglés) ABC-CLIO, USA, 2008, p. 449 y p. 450
  6. Bento, Cláudio Moreira- Brasil, conflitos externos 1500-1945, edición electronica (en portugués), Academia de História Militar Terrestre do Brasil, capítulo 5: As guerras no Sul 1763–77.
  7. Ricardo Lesser- Las Orígenes de la Argentina, Editorial Biblos, 2003, capítulo "El desastre", véase pp. 63–72.
  8. Bento, Cláudio Moreira- Rafael Pinto Bandeira in O Tuiuti, (en portugués) nr. 95, Academia de Historia Militar Terrestre do Brasil, 2013, pp. 3–18.
  9. El historiador militar español José Terton Ponce escribió que desde el comienzo de la primera invasión de Portugal hasta la mitad de la segunda invasión –inmediatamente antes de la desastrosa retirada de los Borbónicos de Abrantes– el ejército invasor ya había sufrido 20 000 bajas. Hubo muchas pérdidas adicionales durante la retirada y la persecución del ejército franco-español por el ejército aliado y campesinos e incluso durante la tercera invasión: "En total se consiguió reunir un ejército de 40 000 hombres (p. 11) … Con el ejército reducido ya a 20 000 hombres, en plena canícula y falto de toda clase de víveres, poco podía ya acometer el impetuoso conde [de Aranda]. Y encima los portugueses contraatacaron por Valencia de Alcántara, haciendo prisionera a la guarnición, saqueando la plaza y retirándose de nuevo a su país con el botín. (p.14)" In José Tertón Ponce – La Casaca y la Toga: Luces y sombras de la reforma militar en el reinado de Carlos III, Institut Menorquí d'Estudis, Mahón, 2011, La campaña de Portugal en 1762, pp.11-21, p. 11 y 14.
  10. José Manuel Zuleta de Reales y Alejandro e Iván F. Moreno de Cózar y Landahl. «Nicolás de Carvajal y Lancaster». 
  11. “En esta ofensiva participaría lo más granado del ejército borbónico, recién reformado; y, como oficiales, los más brillantes alumnos egresados de las modernas academias militares establecidas pocas décadas atrás en Barcelona, Segovia y Madrid, siguiendo los dictámenes de la ciencia ilustrada de la época. (…) Partiendo desde Zamora, los españoles tomaron las plazas de Braganza, Chaves, Miranda y el fuerte de Moncorvo en 1761, aunque los contragolpes portugueses les hicieron retroceder.” Véase «De Espanha, nem bom vento nem bom casamento». La guerra como determinante de las difíciles relaciones entre las dos Coronas Ibéricas en la Península y en América. 1640-1808 (pp. 29-111) en Anais de História de além-mar, Vol X, Juan Marchena Fernandez (2009), Anais de História de além-mar, p. 71.
  12. Anónimo (28 de noviembre de 1772) Reflexiones Histórico-Militares que manifiestan los Motivos Porque se Mantiene Portugal Reino Independiente de España y Generalmente Desgraciadas Nuestras Empresas y que Lo Serán Mientras No se Tomen Otras Disposiciones, Borzas; citado por José Tertón Ponce – La Casaca y la Toga: Luces y sombras de la reforma militar en el reinado de Carlos III, Institut Menorquí d'Estudis, Mahón, 2011, La campaña de Portugal en 1762, pp.11-21, p.21.
  13. Véase Charles DumouriezAn Account of Portugal, as it Appeared in 1766 to Dumouriez, Lausanne (1775), y Londres (1797), p. 20.
  14. General Charles DumouriezAn Account of Portugal, as it Appeared in 1766 to Dumouriez, Lausanne (1775), y Londres (1797), p. 247.
  15. Charles DumouriezAn Account of Portugal, as it Appeared in 1766 to Dumouriez, Lausanne (1775), y Londres (1797), p.254.
  16. Charles DumouriezAn Account of Portugal, as it Appeared in 1766 to Dumouriez, Lausanne (1775), y Londres (1797), p. 247.
  17. Citado en José Tertón Ponce – La Casaca y la Toga: Luces y sombras de la reforma militar en el reinado de Carlos III, Institut Menorquí d'Estudis, Mahón, 2011, Chapter 2: La campaña de Portugal en 1762, pp.11-21 Archivado el 14 de julio de 2014 en Wayback Machine., p. 21.
  18. Véase Ernesto Augusto Sales– O Conde de Lippe em Portugal, Vol 2, Publicações de Comissão de História Militar, Minerva, pagina 29.
  19. Lippe (1770)- Mémoire de la Campagne de Portugal de 1762, Page 47.
  20. Lippe (1770)- Mémoire de la Campagne de Portugal de 1762, page 48.
  21. Carta de John Hamilton a Townsend, Alpedrinha, 24 Octobre 1762, citada por Speelman, Patrick y Danley, Mark – The Seven Year’s War: Global Views, 2012, p. 448.
  22. Eduard Hay escribiendo a Egremont. Véase C. R. Boxer en Descriptive List of the State Papers Portugal, 1661-1780, in the Public Record Office, London: 1724-1765, Vol II, Lisbon, Academia das Ciências de Lisboa, con la colaboración de British Academy y de P.R.O., 1979, p. 415. Véase también Costa, Fernando Dores – Nova História Militar de Portugal, Círculo de Leitores, Vol. II, Coordenador: António Hespanha, 2004, p. 358, nota al pie 280.
  23. José Cornide (publicado por Juan M. Rosario Cebrián, 2009) – Los Viajes de José Cornide por España y Portugal de 1754 a 1801, Real Academia de la Historia, Madrid, pp. 847-848.

Bibliografía

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