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Guerra Chichimeca

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Guerra Chichimeca
parte de las Guerras indias de México
Fecha 1547–1600
Lugar Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato y norte de Jalisco
Casus belli Fin de la Guerra del Mixton, expansión de la conquista española y colonización del centro-norte de México.
Conflicto Primitiva forma de guerra de guerrillas de pueblos autóctonos contra la expansión territorial española.
Resultado Victoria chichimeca
Prolongación de la guerra que culminó en un ofrecimiento español de "compra de la paz" a los pueblos chichimecas a través de acuerdos con los grupos misioneros y mediados por los denominados "indios de paz".
Beligerantes
Virreinato de Nueva España Chichimecas (guachichiles, zacatecos, guamares)
Comandantes
Bandera de Nueva España Miguel Caldera
Bandera de Nueva España Pedro de Ahumada Sámano
Varios pequeños caciques regionales
Fuerzas en combate
Desconocido Desconocido
Bajas
Desconocidas Desconocidas

Nueve años después de la Guerra del Mixtón, la Guerra Chichimeca comenzó de manera concreta en La Gran Chichimeca. El conflicto fue la continuación de los acaecidos anteriormente, ya que los ataques contra los españoles continuaron después de que terminara la campaña del cerro del Mixtón. Durante este periodo, los españoles atacaron continua y ferozmente a los chichimecas, que optaron por resistir en una guerra de guerrillas.[1][2]​ A diferencia de la Guerra del Mixtón, los caxcanes habían establecido cierta alianza con los españoles. La Guerra Chichimeca se llevó a cabo principalmente en los actuales estados de Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco y San Luis Potosí entre los indígenas zacatecos y guachichiles contra los españoles y sus aliados indígenas.

Preludio

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Mapa de las naciones Chichimecas, hacia 1550.

En 1546, surgieron noticias de grandes depósitos de plata que se encontraban cerca del Cerro de la Bufa en Zacatecas. El descubridor, Juan de Tolosa, encontró los depósitos al pie del cerro después de que un grupo de naturales del lugar le dieran un par de piezas de oro el 8 de septiembre del mismo año, sin embargo, la ciudad se fundó en 1548. Atraídos por la posible riqueza metalúrgica, miles de personas migraron del sureste de México y entraron al corazón de “la Gran Chichimeca”, y se establecieron cerca de las minas de San Martín, Chalchihuites, Avino, Sombrerete, Fresnillo, Mazapil y Nieves. Los españoles habían tratado de someter a los indios chichimecas —en realidad varias etnias—; por ese tiempo, los soldados españoles entraban a pequeños establecimientos indígenas, capturaban a sus pobladores y los llevaban a trabajar en las minas a manera de esclavos, con lo que desobedecían las órdenes de la corona y del virrey. Después de la caída de Tenochtitlan, los españoles dieron en creer que el pueblo chichimeca sería rápidamente derrotado por las armas, debido a su forma nómada de vida. Sin embargo, toparon con uno de los conflictos más catastróficos que habrían tenido con nativos.

Conflicto prolongado y sangriento

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La forma de vida de los chichimecas del desierto era de una manera inhóspita y sobrehumana para los ojos de los españoles, de la misma forma estos pensaban que los mismos eran seres sobrenaturales. Eran cazadores-recolectores que vivían con un conocimiento extenso de los territorios donde habitaban, además la guerra era una actividad constante entre las diferentes tribus que daban una serie de estrategias utilizando el territorio desértico. Todo ello significó que fue prácticamente imposible reducirlos rápidamente y los colonos se vieron envueltos en una sangrienta contienda que desgastó la idea de extraer rápidamente los recursos minerales de la región. Según un relato tomado por Jiménez Moreno y basándose a su vez en Gil González Dávila, describe vívidamente el terror que presenciaban los españoles al caer prisioneros por los chichimecas:

Son por extremo crueles… a la persona que prenden, sea hombre o mujer, lo primero que hacen es hacerle de corona, quitando todo el cuero y dejando el casco mondo, como una corona de fraile, quitándoles así mismo los nervios, para con ellos atar los pedernales en sus flechas. Sacanle las canillas, ansi de las piernas como de los brazos, vivos, y aún a veces, las costillas, y otras cien crueldades… traen colgadas por detrás, las cabelleras de las coronas que quitan, y algunas han sido de mujeres hermosas con cabellos rubios y bien largos, y ansimismo traen los huesos de las canillas para mostrarlos como insignias de trofeos, y aún no perdonan a los cuerpos muertos, colgándolos y metiéndoles flechas por los ojos, orejas, lengua sin perdonar las partes vergonzosas.

Asimismo los autores agregan:

En su manera de pelear con arco y flechas, desnudos;… y si acaso andan vestidos se desnudan para tal efecto, traen su aljiba siempre llena de flechas, y cuatro o cinco de ellas en la mano del arco, para aprovecharse más pronto de ellas… pelean apartados unos de otros y ninguno se pone detrás de el otro… los más acometimientos que hacen es de sobresalto, estando escondidos y salen de repente… de otra arma más, que arco y flecha, no usan, y esta por cierto es harto dañosa por la presteza que en si tiene, que se ha visto un soldado tener el arcabuz en el rostro, y darle, antes que pudiese desarmar, un flechazo con que le clavaron entre ambas manos… con ellos no se ha podido pelear en guerra descubierta, porque luego huyen a la sierra y se esconden en ella.

Se registraron constantes ataques a las caravanas de comercio españolas que transitaban la denominada Ruta de la Plata que eran dos rutas del norte, una que comenzaba desde Nuevo México hasta el valle de México pasando por la Nueva Galicia y otra que provenía de San Luis Potosí, para contenerlos los españoles construyeron los denominados presidios o ciudades-presidios que eran fortificaciones que utilizando muros, fosos y calles de tamaño reducidas podían reducir los riesgos de saqueo y destrucción de los pueblos chichimecas. En este periodo también fueron destruidos varios asentamientos españoles, como es el caso del pueblo minero de Real de Catorce que se refundó hasta 1582.

El virreinato de Nueva España mantuvo una desgastante actitud bélica frente a los indígenas del centro-norte hasta que fue encomendado el mestizo Miguel Caldera de padre español y madre guachichil para la conquista de esas tierras, ello significaría el uso de una nueva estrategia de pacificación.

La "Compra de la paz"

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Mapa de los caminos y poblados en la frontera norte de Nueva España

Con el relativo fracaso de la estrategia de ciudades-presidio, el virreinato de la Nueva España de Luis de Velasco y Castilla optó por dar apoyos en alimentos y materiales a los indígenas a cambio de una rendición negociada y a la apertura de los grupos tribales a una "conquista espiritual" por parte de los misioneros. El mediador entre los españoles y los pueblos chichimecas, fueron los denominados "Indios de Paz" que eran grupos indígenas evangelizados como tlaxcaltecas y purépechas, de esta manera se logró una pacificación rápida.

A pesar de la "compra de la Paz" algunos grupos indígenas que huyeron a las montañas continuaron con esporádicas rebeliones bélicas, tal es el caso de los Wixarikas (Huicholes) en toda la región de la Gran Chichimeca. Ellos compraron la paz con docenas de sus agriculturas y con eso se pudo pactar la paz hasta 1791.

Nota: en el mapa adjunto se señala la ubicación de la villa de Santiago del Saltillo, pero esta población no existía hacia el año de 1550, sino que fue fundada hasta por el año de 1570, pero la presencia de españoles en esa región se puede estimar que fue como desde el año de 1560, cuya presencia era temporal y tenía dos propósitos: tratar de localizar vetas de plata o placeres de oro, así como capturar indígenas nómadas para esclavizarlos para venderlos a los dueños de las minas de Zacatecas, Durango y Guanajuato. Es necesaria esta aclaración...

Referencias

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  1. Powell, Phillip W. (1977). La Guerra Chichimeca (1550-1600). Fondo de Cultura Económica. p. 117. ISBN 9681617142. «"...(Francisco de) Morales escribió al rey para exigir que se prohibiese la esclavitud de los indios, aún cuando fuesen chichimecas. Estos aborígenes, escribió Morales, habían estado en paz hasta la entrada de los españoles en su territorio y si los blancos no los maltrataban, ellos corresponderían al buen trato. Por lo menos debía prohibirse capturar y vender mujeres y niños chichimecas porque esto era extremadamente cruel".» 
  2. Powell, Phillip W. (1977). La Guerra Chichimeca (1550-1600). Fondo de Cultura Económica. p. 116. ISBN 9681617142. «"(El Virrey Enriquez) logró un consenso general sobre la legalidad de la guerra, con excepción de los dominicos, quienes declararon que los españoles eran los agresores y por tanto no tenían derecho de hacer la guerra a los chichimecas".» 

Bibliografía

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  • Bernabéu Albert, Salvador; García Redondo, José María (2010). «Sobre cartografía y fascinación de la frontera: el mapa de la Nueva Galicia (circa 1550)». En Salvador Albert Bernabéu. Poblar la inmensidad: sociedades, conflictividad y representación en los márgenes del Imperio hispánico (siglos XV-XIX). España: Ediciones Rubeo. pp. 129–178. ISBN 978-84937961-5-0.
  • Garcia Campa, Francisco (2023). La Frontera Norte,El nacimiento del "Far West" español. HRM Edicciones. ISBN 978-84-17859-77-0
  • Jiménez Moreno, Wigberto. Mesoamerica before the Toltecs. Paddock, John (eds). – Ancient Oaxaca. Discoveries in Mexican Archaeology and History: 1-83, Stanford University Press, Stanford, California. p 68
  • Powell, Philip Wayne. Soldiers, Indians, & Silver: The Northward Advance of New Spain, 1550-1600.Berkeley, California: University of California Press, 1969.
  • Schmal, John P. The History of Zacatecas. Houston Institute for Culture.2004.[1]
  • Schmal, John P. Sixteenth Century Indigenous Jalisco.2004.[2]