Una cruz de término o cruz de humilladero es un tipo de humilladero con forma de hito (o mojón), colocado antiguamente a la entrada de las ciudades o villas, como muestra de piedad por parte del pueblo y para su fomento entre los viajantes.
Este monumento que en Cataluña suele llamarse pedró, peiró o creu de terme, en Valenciapeiró, en Aragóncruz de suelo, cruz de sol, peirón o pairón, dependiendo de las zonas, en Galiciacruceiro y en el resto de Españacruz de término, consiste generalmente en unas gradas de planta circular o poligonal sobre las que se eleva un fuste rematado en nudo, macolla o capitel, que sustenta la cruz de piedra labrada en cantería. Generalmente tiene por una de las caras de la cruz la imagen de un Cristo crucificado y por el otro la imagen de la Virgen o algún santo.
Fue antigua costumbre en el Reino de Aragón elevar cruces en conmemoración de fechas o acontecimientos, o como simples testimonios de piedad cristiana, generalmente junto a los caminos para fomentar la piedad de los viajantes, y a veces frente a monasterios y ermitas como en Poblet, Montserrat, etc. Y es que no satisfechos los cristianos de la Reconquista con elevar templos, ermitas y cenobios, erigían estos humilladeros en caminos, deslindes, promontorios, calvarios y por doquier. En principio fueron sencillos monumentos y acabaron por ser verdaderas obras de arte gótico y renacentista que inmortalizaron los nombres de maestros canteros.
Algunos pueblos levantinos las cobijan bajo templetes o baldaquinos y el Domingo de la rosa, primero del mes de mayo, los mozos y zagalas las adornan con ramos, coronas y guirnaldas perdurando así poéticas tradiciones populares.
La cruz más grande de España está en la cumbre del Desierto de las Palmas, en Benicasim, elevada a 780 m de altura por la piedad castellonense, en conmemoración del comienzo del siglo XX.
Consiste en una columna de unos tres metros de altura hecha de bloques de piedra sillar o de ladrillo, dependiendo de las zonas, culminada normalmente en una cruz de hierro o una esfera de piedra. Habitualmente suele tener uno o varios azulejos policromados con algún motivo religioso (santo o virgen). También hay ejemplares en los que se ubica una estatuilla religiosa en una oquedad a modo de capilla en lugar del azulejo o en otros casos, simplemente hay una inscripción o nada.
Grada: Tiene unos tres peldaños cuadrangulares, normalmente de piedra. Sirve de soporte al resto del monumento.[3]
Basa: Es de piedra. Suele ser la continuación de la grada si bien más estrecha y de forma prismática que en ocasiones estar decorada con una sencilla moldura.[3]
Fuste: Es la parte principal del pairón. Está construido generalmente con piedras sin labrar, sillares y pequeños sillares con uniones a hueso o con argamasa. Se pueden encontrar fustes monolíticos o formados por varios sillares y llevar en sus frentes relieves moldurados o lisos como decoración, algunos poseen la data (fecha de realización).[3]
Cornisa: Está realizada normalmente con relieves moldurados y en ocasiones es lisa. En algunos casos puede aparecer también la fecha de la construcción o alusiones a los donantes.[3]
Edículo: Es considerado como la parte más importante del pairón. Contiene la hornacina, que puede ser rectangular o de arco de medio punto donde se ubica la imagen a venerar. Son escasos los que tienen más de dos. En general aparecen bajorrelieves de pequeño tamaño con la imagen motivo de advocación. En ocasiones el edículo se transforma en un baldoquinado abierto y sustentado por cuatro columnas.[3]
Cimacio: Es un tronco piramidal rematado por una bola en la que se incluye una cruz de hierro. En algunas ocasiones el cimacio ha evolucionado transformándose en un pequeño tejadillo a cuatro vertientes.[3]
Se sitúan en los aledaños del pueblo junto a los caminos y tienen varias finalidades:
Señalizan vías y caminos. Principalmente avisan de la proximidad del pueblo. En tiempos de nieves, en los que los caminos no se distinguen, sirven de guías, pues se ubican en todos los caminos que confluyen en el pueblo.
Delimitan términos municipales o linderos particulares.
Sugieren a los viandantes que recen una oración por el motivo religioso en él representado.
Advocan a las ánimas del Purgatorio o como lugar al que se va a pedir algún favor especial (lluvia, protección de las cosechas, alejamiento de plagas).[3]
Se construyó el 9 de julio de 2013 en el bicentenario de los Sitios de Zaragoza. Recuerda a la Iglesia de Altabás destruida en la voladura del Puente de Piedra de Zaragoza por los franceses el 9 de julio de 1813 poniendo fin a los Sitios de Zaragoza.