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Cociente de encefalización

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El cociente de encefalización o EQ (del inglés Encephalization Quotient), también llamado índice de encefalización, es un índice que relaciona el peso del cerebro de diversas especies animales en función del peso total de su cuerpo, y se representa mediante una recta de regresión que señala la relación esperada según los valores medios registrados en distintas especies.

Nombre Especie Cociente de encefalización (EQ)[1]
Humano Homo sapiens 7.4-7.8
Delfín nariz de botella Tursiops truncatus 5.26[2]
Tonina overa Cephalorhynchus commersonii 4.97[2]
Orca Orcinus orca 2.57-3.3[3][4]
Mono capuchino Cebus capucinus 2.8-3.1[5]
Babuino hamadryas Papio hamadryas 2.81[2]
Chimpancé Pan troglodytes 2.2-2.5
Macaca mulatta M. mulatta 2.1
Elefante Elephantidae 1.13-2.36[6]
Coyote Canis latrans 1.69[2]
Perro Canis lupis familiaris 1.2
Gato Felis silvestris catus 1.00
Loro gris africano Psittacus erithacus 1.00[2]
Caballo Equus ferus caballus 0.9
Oveja Ovis orientalis aries 0.8
León Phantera leo 0.73[2]
Tigre Panthera tigris 0.68[2]
Hipopótamo Hippopotamus amphibius 0.50[2]
Ratón Mus musculus 0.5
Conejo Oryctolagus cuniculus 0.4
Ballena azul Balaenoptera musculus 0.38[2]

Todas las especies cuyos valores están por encima de la recta de regresión tienen un nivel de encefalización superior al esperado, mientras que las que están por debajo tienen un nivel de encefalización inferior al predicho. El ser humano tiene el mayor nivel de encefalización por presentar la máxima distancia a la recta de regresión por encima de la misma.[7]

A menudo se ha utilizado como una estimación aproximada de la posible inteligencia de las especies animales en estudios comparativos. El EQ toma en cuenta los efectos alométricos de los tamaños de cuerpo divergentes. Para un organismo más grande, se necesita más capacidad cerebral para realizar tareas básicas de supervivencia, como la termorregulación, la respiración y las habilidades motoras. A medida que el cerebro se agranda en relación con el tamaño corporal, tendrá mayor capacidad disponible para realizar tareas cognitivas".[2]​ Una medida de la relación cerebro/cuerpo más directa es la proporción cerebro-masa corporal, la cual solo considera el peso neto de los dos componentes sin ponderar el tamaño corporal.[8]

Cuanto más tamaño tiene el cuerpo, menor es la masa cerebral esperada, en una relación alométrica. Entonces, el cociente de encefalización se obtiene dividiendo la masa real por la masa esperada.[9]

La fórmula para el peso esperado del encéfalo varía, pero generalmente es , aunque para algunas clases de animales, la potencia es 3/4 en lugar de 2/3.[10]​ En términos generales, cuanto más grande es un organismo, mayor es el peso del encéfalo, lo cual resulta necesario para las tareas básicas de supervivencia, como la respiración, la termorregulación, los sentidos, las habilidades motoras, etc. El tamaño del encéfalo está en relación con el del cuerpo, un peso del encéfalo por encima del esperado podría indicar que esa masa extra está disponible para las tareas cognitivas más complejas. Este método, en comparación con el método de la simple medida de peso del encéfalo, pone al ser humano más cerca de la parte superior de la lista. Además, refleja la evolución de la corteza cerebral reciente, dado que diferentes animales tienen diferentes grados de plegamiento de la corteza cerebral,[11]​ que aumentan la superficie de la corteza, lo que se correlaciona positivamente en los seres humanos con la inteligencia (Duncan y cols. 1995).

Cálculo

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Para calcular el EQ debe conocerse el factor de encefalización (C), calculado con la fórmula:[12]

donde E es el peso del cerebro, S es el peso del cuerpo y R es una constante que se determina empíricamente. Dos de los posibles valores de r para los mamíferos son 0,56 y 0,66.

Para encontrar el cociente de encefalización se debe dividir C por el valor de un mamífero promedio.

Ejemplos

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Los delfines tienen el mayor cociente de encefalización corporal de todos los cetáceos.[13]​ Los tiburones tienen la más alta de los peces, y cualquiera de los pulpos[14]​ o las arañas saltadoras[15]​ tienen el más alto de un invertebrado. Los seres humanos tienen un cociente de encefalización superior a cualquiera de estos animales.[16][17]

El ser humano con un EQ de 6-8, según el valor de R considerado, tiene el valor más alto de todos los animales. No es seguido por los otros primates (valores entre 1 y 3) como se podría imaginar, sino por los delfines (EQ alrededor de 5).

El cálculo del EQ es más riguroso si del peso de los animales queda excluido el peso de la grasa corporal. Dado que el cálculo del peso de la grasa es difícil en general se descuida esta variable. Esto da lugar a grandes diferencias en el resultado en el caso de animales muy grandes como los cetáceos de gran tamaño como el cachalote, el animal viviente con el cerebro más grande, pero con un EQ de solo 0.28.[18][2]

Referencias

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  1. Gerhard Roth und Ursula Dicke (2005-05). «Evolution of the brain and Intelligence». TRENDS in Cognitive Sciences 9 (5): 250-7. PMID 15866152. doi:10.1016/j.tics.2005.03.005. 
  2. a b c d e f g h i j k Cairό, Osvaldo (1 de enero de 2011). «External measures of cognition». Frontiers in Human Neuroscience 5: 108. ISSN 1662-5161. PMC 3207484. PMID 22065955. doi:10.3389/fnhum.2011.00108. Consultado el 1 de febrero de 2017. 
  3. Marino, Lori (2004). «Cetacean Brain Evolution: Multiplication Generates Complexity» (PDF). International Society for Comparative Psychology (The International Society for Comparative Psychology) (17): 1-16. Archivado desde el original el 16 de septiembre de 2018. Consultado el 29 de agosto de 2010. 
  4. Marino, L. ; Sol, D. ; Toren, K. ; Lefebvre, L. (2006). «Does diving limit brain size in cetaceans?». Marine Mammal Science 22 (2): 413-425. doi:10.1111/j.1748-7692.2006.00042.x. 
  5. Hartwig. W. ; Alfred L. Rosenberger ; Marilyn A. Norconk ; Marcus Young Owl. «Relative Brain Size, Gut Size, and Evolution in New World Monkeys». The Anatomical Record (en inglés) 294 (12): 2207-2221. doi:10.1002/ar.21515. 
  6. Shoshani, Jeheskel; Kupsky, William J.; Marchant, Gary H. (30 de junio de 2006). «Elephant brain Part I: Gross morphology, functions,comparative anatomy, and evolution». Brain Research Bulletin 70 (2): 124-157. PMID 16782503. doi:10.1016/j.brainresbull.2006.03.016. 
  7. Sebastian Damian Gonzalez: "El cerebro como máquina para aprender, recordar y olvidar", en Arbor CLXXXV(736), april 2009. DOI:10.3989/arbor.2009.i736.293
  8. «Brain and Body Size... and Intelligence». Serendip.brynmawr.edu. 7 de marzo de 2003. Archivado desde el original el 24 de julio de 2011. Consultado el 12 de mayo de 2011. 
  9. Libro "La especie elegida", 1998, de Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez. Capítulo 8 "La evolución del encéfalo", subtítulo "El órgano de la inteligencia", aproximadamente en el sitio 38% del libro.
  10. «Allometry». Archivado desde el original el 27 de marzo de 2019. Consultado el 15 de septiembre de 2008. 
  11. «Cortical Folding and Intelligence». Archivado desde el original el 12 de diciembre de 2015. Consultado el 15 de septiembre de 2008. 
  12. «Brain and Body Size... and Intelligence». Archivado desde el original el 24 de julio de 2011. Consultado el 4 de febrero de 2010. 
  13. Marino, L. and Sol, D. and Toren, K. and Lefebvre, L. (2006). «Does diving limit brain size in cetaceans?». Marine Mammal Science 22 (2): 413-425. doi:10.1111/j.1748-7692.2006.00042.x. 
  14. Gould (1977)Ever since Darwin, c7s1
  15. «Jumping Spider Vision». Consultado el 28 de octubre de 2009. 
  16. James K. Riling (1999). «The Primate Neocortex in Comparative Perspective using Magnetic Resonance Imaging». Journal of Human Evolution 37 (2): 191-223. 
  17. Suzana Herculano-Houzel (2009). «The Human Brain in Numbers- A Linearly Scaled-Up Primae Brain». Frontiers in Human Neuroscience 2: 1-11 (2). doi:10.3389/neuro.09.031.2009. Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2009. 
  18. Aquaticape.org. Brain size and EQ (Encephalization Quotient). Consultado el 18 de noviembre de 2012.

Véase también

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Enlaces externos

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