Decálogo de una tejedoraPrimero.Cuando tengas algo que tejer, teje; cuando no, también. Teje siempre.
Segundo.No intentes inventar un punto o diseño de abrigo para esta temporada, llegará la próxima temporada y seguirás destejiendo y volviendo a tejer. Hazlo para la próxima temporada, en la cual sin duda se vera hermoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.
Tercero.En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "Nunca te quedará como a la modelo de la revista".
Cuarto.Si en la revista dice que necesitas un kilo de lana, compra un kilo y medio. Nunca obedezcas ciegamente a las instrucciones, así podrás terminar tu prenda y te sobrará apenas un poco para un gorrito rayado.
Quinto.Aunque no lo parezca, tejer es un arte; ser tejedora es ser una artista, como el futbolista o la bailarina, para esta disciplina ejercítate de día y de noche.
Sexto.Aprovecha todas las desventajas como el insomnio, la depresión, o la espera en el dentista. Nada cambiará esas circunstancias pero por lo menos tendrás una prenda.
Séptimo.No alardees del éxito y procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigas no sufran.
Octavo.Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los niños y las ancianas. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.
Noveno.Cuando tengas dudas, teje y si la duda persiste, desteje. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a una tejedora.
Décimo.Trata de tejer las prendas de manera que el que las use se vea delgado, elegante y a la moda. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea.