Billy Joel decide vender la casa de sus sueños
La vio por primera vez cuando trabajaba pescando ostras. Gracias a su éxito, logró comprarla. Ahora el célebre músico se desprende de ella.
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Un adolescente, conocido entonces como William Martin Joel, vivía en Hicksville, un suburbio de clase trabajadora. Su familia tenía tantas limitaciones que no tenían televisor. Aceptó un trabajo agotador pescando ostras por el salario mínimo.
La draga surcaba las aguas del estrecho de Long Island, incluida una bahía que se curva como una coma y da a algunas de las zonas inmobiliarias más caras de Estados Unidos. Desde el barco, podía ver una majestuosa mansión de ladrillo.
“Ricos bastardos”, pensó para sí. “Nunca viviré en una casa así”.
Varias décadas y decenas de éxitos en el Top 40 después, Billy Joel —el pescador de ostras convertido en pianista— compró esa mansión en Centre Island en 2002.
Joel, de 75 años, ha contado esa historia muchas veces, incluyendo hasta la grosería, quizá por lo increíble: “La palabra que se aplica es ‘absurdo’. Crecí en una casa en un terreno de unos 1000 metros cuadrados en Hicksville. Y subía aquí en bicicleta, daba un paseo y miraba a toda la gente rica y los maldecía”, dice.
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