por James
Octubre 2005
del Sitio Web Lyricus

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

INTRODUCCI�N

El Coraz�n Energ�tico 1 es la fuente de las virtudes que se han asociado con nombres como compasi�n y agradecimiento.

Estos son t�tulos exteriores para las potentes frecuencias del coraz�n definen la esencia de la persona. Las virtudes del coraz�n son las fuentes energ�ticas, tanto para la percepci�n como para la expresi�n del alma inmortal que reside en la personalidad humana en el mundo de la forma.

El yo es contenido en el Coraz�n Energ�tico (The Energetic Heart) y se mueve hacia el exterior de su plataforma de virtudes del coraz�n en todas las dimensiones, tanto materiales como inmateriales.

Las virtudes del coraz�n consisten de agradecimiento, humildad, valent�a, compasi�n, comprensi�n y perd�n. Existen muchos otros matices, pero estas son las virtudes o las frecuencias fundamentales que producen la estructura de la plataforma del coraz�n energ�tico y de las que el reino de yo, o alma, opera.

Cuando estas virtudes son expresadas y recibidas genuinamente - sin las densidades del ego y la mente - su efecto es multiplicado y se sostiene a trav�s de otras formas de vida (Humanos y de otro tipo).

La luz ordinaria es incoherente porque es omni-direccional, y las ondas de luz son no est�n fase unas con otras, as� que no hay estructura para multiplicar la energ�a. Sin embargo, un l�ser produce una luz intensa, ya que consiste en coherentes ondas de luz que est�n alineadas direccionalmente y por etapas para apoyo y refuerzo. Debido a esto, los l�seres pueden realizar funciones que la luz ordinaria no puede.

Del mismo modo las virtudes del coraz�n, cuando son coherentes dentro de un individuo, o dentro de un grupo de individuos, pueden producir resultados que son extraordinarios y aparentemente sobrenaturales.

Para ello es necesario que tanto los niveles t�citas o impl�citos (la fuente interior) de las virtudes del coraz�n y sus equivalentes expl�citos (acciones/ comportamientos) sean coherentes. Coherente, en este caso, significa vinculadas en autenticidad y genuinidad.

Entonces, �c�mo lograr que estas frecuencias emocionales en coherencia?

Es conocido dentro de la Ense�anza de la Orden Lyricus 2 como el arte de lo genuino.

LA ESTRUCTURA DEL CONOCIMIENTO EGO-MENTE

El ego-mente est� enculturado por nuestro orden social para desarrollar un sistema de valores que es alineado con el consenso de la sociedad o un grupo dentro del orden social m�s amplio.

Por lo tanto, nuestro conocimiento, la moral, los valores, las actitudes y el comportamiento son en gran medida cultivados por la estructura social subyacente del mundo tridimensional.

El yo o conciencia no est� contenida dentro del mundo tridimensional; por lo tanto, no puede ser examinado verdaderamente por investigaciones tridimensionales o incluso por la m�s bien afinada l�gica de la mente. Este es el desequilibrio fundamental de los campos religiosos, filos�ficos y psicol�gicos: que el ilimitado yo no puede ser revelado por la mente que est� enculturada y atada en el mundo tridimensional.

El misticismo postula que hay un misterio que subyace en la vida y confunde el ego-mente, que a su vez, busca explicaciones y justificaci�n de este misterio inexplicable, y en esta b�squeda, la ciencia, la religi�n, la psicolog�a y la filosof�a se nutren y se sostienen.

Si bien muchos creen que estas herramientas o disciplinas gu�an nuestra investigaci�n en una conciencia trascendente, esto es un poco como tratar de explorar el oc�ano de profundidades con un avi�n.

La estructura de conocimiento del ego-mente observa las ondas del alma, pero la profunda fuente de estas ondas no es revelado a nadie, su estructura es la superestructura de todas las cosas materiales y no materiales. Esto deja la sensaci�n de ego-mente frustrado y algo desconfiado, al menos en aquellos que han despertado a esta realidad.

El ego-mente busca la expresi�n de inteligencia en la importancia de la actividad, mientras que el alma es inteligente en s� misma, ya que recibe y transmite fielmente las virtudes del coraz�n.

El ego-mente busca la rentabilidad de la actividad o las recompensas de la consecuencia, mientras que la alma busca sostener una cultura de las virtudes del coraz�n dentro de la densidad de los mundos de la forma.

El yo est� atrapado, en cierto sentido, entre dos mundos que comparten un com�n elemento: el Prop�sito.

Todos somos conscientes, en nuestros momentos m�s l�cidos, de que hay una prop�sito m�s profundo a la vida, y, en particular, a nuestra vida. El fragmentario mundo de la forma es arresta nuestros sentidos, pero no proporciona satisfacci�n a nuestro anhelo innato para el prop�sito.

Es por esto que el ego-mente se siente frustrado en tantos que est�n aqu� esperando que su prop�sito se desarrolle. El arte de lo genuino es la pr�ctica de la coherencia entre el despertar m�s profundo de las virtudes del coraz�n dentro de cada uno de nosotros, y su fiel expresi�n en los mundos de la forma.

Aquellas personas que se despiertan a las frecuencias del coraz�n energ�tico en su interior y en la pr�ctica - a su mejor capacidad posible en el momento - la expresi�n de estas frecuencias en sus comportamientos y acciones est�n practicando su m�s alto prop�sito.

Perm�tanme subrayar este punto: ellos est�n practicando su prop�sito m�s elevado. No lo est�n buscando. No se est�n preguntando qu� es. Ellos no se sienten frustrados por el enigma de su aparentemente elusivo prop�sito.

Ellos simplemente est�n practicando. Vivi�ndolo como un elemento integrante de su expresi�n de vida y tratando de aumentar el grado de coherencia entre lo que entienden que son sus virtudes del coraz�n y la forma en que ellos pueden expresar esas virtudes del coraz�n con autenticidad.

La estructura del ego-mente se alinear� m�s f�cilmente al coraz�n energ�tico cuando entienda que su verdadero objetivo se est� cumpliendo y no se haca m�s abstracto por la m�stica e invisible naturaleza del esp�ritu. Este alineamiento incrementa la capacidad del individuo para lograr una verdadera expresi�n de sus virtudes del coraz�n a trav�s de su comportamientos y acciones.

Los trabajos espirituales de la tierra est�n llenos de tantas amonestaciones, reglas, preceptos, leyes, procesos f�rmulas y pr�cticas esot�ricas que el arte de lo genuino pudiera parecer extra�amente simple, y por lo tanto menos potente.

Sin embargo, son los simples actos de virtud los que sostienen el verdadero poder de la transformaci�n y elevaci�n, no s�lo para el individuo que las practique, sino para la mayor parte de la humanidad en todas sus expresiones dimensionales.

Cada individuo es un participante activo en las estructuras de la realidad que ellos observan y experimentan en el mundo de la forma. Esta participaci�n se produce principalmente a trav�s de los centros de energ�a del instrumento 3 humano y su intersecci�n con el mundo tridimensional.

Estas energ�ticas, por sutil que sean est�n moldeando din�micamente su realidad, confiri�ndole marcadores perceptuales que definen su camino de ascensi�n desde siendo noble inocente a ser un co-creador consciente de nuevas realidades.

No es suficiente tener una comprensi�n abstracta de las virtudes del coraz�n.

Por ejemplo, saber que es esencial expresar su agradecimiento por los dones que la vida le trae a usted es una cosa, expresar esta apreciaci�n es otra, pero comprender c�mo y cu�ndo expresar este agradecimiento con autenticidad que es basada en las frecuencias card�acas energ�ticas requiere una especial sensibilizaci�n, una iniciaci�n a la frecuencias m�s finas del coraz�n y el compromiso de seguir fielmente estos sutiles gestos de virtud.

Hay muchos que creen que su vida debe ser m�s pr�spera y abundante. Que la vida debe desarrollarse de acuerdo a sus necesidades. La facilidad debe ser la encarnaci�n de su fuerza vital. Pero ha habido densidades energ�ticas depositadas sobre tierra por incontables generaciones de seres humanos.

Estas densidades requieren transformaci�n en que el planeta cambie su frecuencia de n�cleo a un estado de dimensiones superiores.

Cada uno de nosotros encarnados en la tierra somos parte de este proceso de transformaci�n. Es el estado natural de la conciencia desear ir m�s all� de las densidades m�s bajas que impiden la expresi�n natural y libre de las virtudes del coraz�n, aunque este proceso pueda extenderse a trav�s de cientos si no miles de formas de encarnaci�n en un instrumento humano.

Es precisamente con este proceso de transformaci�n mutua que la humanidad est� co-creando con el planeta.

Una vez que esto es verdaderamente entendido en la mente y el coraz�n de la persona, practicar el arte de lo genuino es un imperativo espiritual.

PRACTICANDO EL ARTE DE LO GENUINO

El arte de lo genuino es una pr�ctica sutil.

Hay campos energ�ticos de compasi�n, comprensi�n, agradecimiento, valent�a, perd�n y humildad que rodean el instrumento humano, similar a un capullo que rodea una pronto-a-ser mariposa. Estos campos son los equivalentes energ�ticos de impronta de la Primera Fuente 4 sobre la alma individual.

Existen en nuestro mundo de la forma como oscilaciones coherentes dentro de los m�s amplios campos energ�ticos inter-conectivos del multiverso, a los que los maestros de Lyricus nos referiremos como el Dominio de la Unidad.

En conjunto, estos campos son a menudo referidos como la �sangre� energ�tica que circula por todo el todo-multiverso - sosteniendo formas de vida tanto temporales como inmortales.

El individuo m�s eficiente y eficaz accede a estos campos de la inteligencia (virtudes del coraz�n) a trav�s de la activaci�n de sentimientos genuinos. No es una cuesti�n de la mente o de razonamiento intelectual. La mente sigue el impulso del coraz�n en materias de virtud y actitudes.

Practicar el arte de lo genuino atrae magn�ticamente estos campos de inteligencia en su conciencia y despu�s expresarlos en su comportamiento y acciones a todas las formas de vida que se crucen en su camino cada momento en el tiempo y cada cent�metro del espacio a lo mejor de su capacidad.

Esto es practicar el arte de lo genuino, y cuando esto se hace, sus sentimientos se vuelven m�s divinamente inspirados, con energ�ticamente magn�ticos, m�s liberadores para todos. La verdad esencial de la conducta es la de no olvidar su v�nculo divino y habilidades co-creativas con la Primera Fuente, a pesar de la enculturaci�n de la sociedad. Pero si se le olvida, la acci�n esencial es recordar y reconstruir este enlace, y esto se hace a trav�s de las virtudes del coraz�n.

Como puede ver, hay dos componentes principales a esta pr�ctica: atrayendo en los campos de la inteligencia que le rodean, y expresando estas emociones y actitudes en su comportamiento y acciones. Lo que la mayor�a de la gente hace es expresar sus emociones - sin atraerlas de los campos de inteligencia que los rodean - sin "empaparse" en el amor divino que les rodea en todo momento, en todas las circunstancias.

Por lo tanto, para practicar el arte de lo genuino, sus sentimientos deben extraerse del energ�tico "bien" que proporciona el enlace a la Primera Fuente y el potencial de las expresiones co-creativas.

Esta vinculaci�n ha existido mientras usted haya existido. No se acaba de crear. Tal vez, en cambio, ha sido hace poco olvidado.

Si usted visualiza el diagrama de la p�gina dos y se coloca a usted mismo en el centro, imagine que usted est� atrayendo las virtudes del coraz�n a su conciencia y expandiendo el v�nculo entre usted y la Primera Fuente mientras lo hace.

Usted est� limpiando las v�as para recibir los genuinos sentimientos de estas virtudes en su conciencia como nuevos patrones de inteligencia y nuevas expresiones de comportamiento.

Esta visualizaci�n puede hacerse en cualquier momento y en cualquier lugar, y le ayudar� a identificar la integridad de este enlace. Nuestra vinculaci�n con la Primera Fuente no s�lo se basa en compasi�n o perd�n, est� basada en seis virtudes, y mientras estos t�tulos o nombres son como conchas de su verdadero significado (desde el punto de vista energ�tico) aproximan la forma en que cada uno de nosotros est� envuelto con el esp�ritu de Primera Fuente.

Parte de esta pr�ctica es ver que su entendimiento y comprensi�n de estos nombres o descripciones se expande y cambia, a medida que la practica y ejercita su imaginaci�n.

Hay una transferencia mutua de la inteligencia que se produce en esta pr�ctica y que le guiar� que con el tiempo a medida que est� m�s unificada. Ser� profundizar y ampliar su comprensi�n de estas virtudes y c�mo pueden ser expresados en nuevas formas Autopista que tal vez ni siquiera han imaginado.

Sea paciente con esta pr�ctica.

El arte de lo genuino es llamado un arte por una raz�n. No es racional como las matem�ticas, donde se tiene entrada y salida sim�trica de energ�a. Usted est� abriendo su conciencia a un campo de inteligencia que le rodea en todo momento.

Est� atrayendo esta inteligencia en su vida tridimensional como una fuerza co-creativa. Esta fuerza co-creativa es potente, din�mica, y milagrosamente inteligente. Observar� su pr�ctica antes de surgir para fusionarse.

Esta fusi�n de su conciencia con el Dominio de la Unidad se denomina como muchas diferentes cosas en el mundo de la forma. Pero cualquiera que sea su nombre, practicar el arte de lo genuino acelera esta fusi�n.

Es una disciplina para aquellos que desean ejercer su divina memoria y mejorar la relaci�n entre ellos mismos, sus semejantes, y la Primera Fuente.

En esta mejora, el campo de la conciencia que le rodea atrae magn�ticamente nuevas radiaciones que est�n siendo tra�das al planeta al microcosmos de la vida. Usted puede jugar con estas nuevas energ�as como nuevos elementos dentro del proceso co-creativo como un artista cuando recibe nuevos colores en su paleta.

Las seis virtudes del coraz�n son dadas a cada uno de nosotros por nuestro Creador para que a su vez podamos expresarlas - tan fielmente como podamos - a nuestros semejantes. Ese es el prop�sito de nuestras relaciones, tan simple como que se puede representar en el lenguaje.

Cuando ponemos nuestra atenci�n en estas virtudes, nosotros estamos comenzando a practicar su expresi�n incluso cuando nosotros pensar en ellas. Cuando imaginamos su plenitud - sus estructuras energ�ticas - las practicamos en un nuevo nivel m�s potente. La pr�ctica no es s�lo expresi�n, es contemplaci�n y tambi�n el estudio.

Usted podr�a preguntarse por qu� el Amor no se encuentra entre las seis virtudes.

As� como la luz solar, cuando pasa a trav�s de un prisma, se convierte en un multicolor espectro de color, lo mismo ocurre con el amor, cuando pasa a trav�s del dominio de la Unidad, se convierte en las virtudes del coraz�n. el amor es la estructura m�s profunda en el multiverso.

Pasa a trav�s de todas las dimensiones de la existencia y campos de la conciencia hasta que encuentra la huella de la Primera Fuente cristalizada en una forma de vida.

Si la forma de vida es sensible, compuesta tanto de mente como de inteligencia del coraz�n, el amor se canalizar� a s� mismo en las virtudes del coraz�n y entrar� en la conciencia de la entidad individual encendiendo su relaci�n con la Primera Fuente, hasta el momento en que la entidad - enfundada en instrumentos humanos - despierta al claro ojo del alma.

Las seis virtudes de coraz�n se mezclan entre s� y forman el lazo de amor que fusiona la vida inteligente en el Dominio de la Unidad, y sus sombras, aunque relativamente d�biles, vinculan vida en las dimensiones inferiores tambi�n. Cuando adversarios, acusadores, tentadores, o dificultades entran en su vida, �stos pueden captar su atenci�n, tir�ndolo hacia la enculturaci�n del orden social, lejos de los sentimientos genuinos de las virtudes del coraz�n.

Esto ocurre a todas las personas en diversos grados.

Practicar el arte de lo genuino le permitir� recuperar y restablecer el equilibrio emocional con una destreza que podr�a sorprenderlo. Las virtudes del coraz�n son magn�ticamente poderosas, ya que son las texturas del amor divino - la fuerza m�s potente del multiverso.

Al practicar estas virtudes, �stas le tirar�n de la enculturaci�n del orden social y lo colocar�n en una posici�n de de co-creaci�n - no de co-reacci�n.

La gran mayor�a de las personas est�n practicando el orden social y present�ndose al imperio de la co-reacci�n. Las emociones est�n estallando, cocin�ndose a fuego lento, inundando la mente con el miedo, gobernando al cuerpo, y generalmente haciendo la vida m�s dif�cil para todos.

Por otra parte, el sentido de dominio que se logra en el estado de co-creaci�n con la Primera Fuente se pierde o disminuye sustancialmente. En este estado de co-creaci�n, real o imaginario, el coraz�n est� animado y exhibe arte en las relaciones, sabiendo intuitivamente c�mo navegar sin co-reacci�n.

He resistido a la tentaci�n de definir las seis virtudes del coraz�n en detalle, pero proporcionar� un punto de partida para su definici�n para que usted pueda bordarlas de acuerdo a su propia experiencia y conocimiento.

  • Agradecimiento:

    En los niveles sutiles, esta virtud se centra en una conciencia espec�fica de que la Primera Fuente rodea a nuestros semejantes como un campo de conciencia, y que esta conciencia nos unifica.

    Si estamos unidos, se deduce que operamos como una conciencia colectiva en alg�n nivel m�s profundo, y en este lugar, compartimos un objetivo com�n que es de rica textura, supremamente vital y, sin embargo misterioso, din�mico e incierto.

    Esta toma de conciencia, o incluso creencia, desplaza nuestra atenci�n de los peque�os detalles de nuestra vida personal a la visi�n de nuestro prop�sito como especie.

    A un nivel m�s pr�ctico, el agradecimiento se expresa en los peque�os gestos de gratitud que apoyan la lealtad relaci�n y vinculaci�n. Los niveles m�s profundos de agradecimiento hacen genuinas las expresiones relativamente superficiales, porque se derivan de las frecuencias del alma en vez de los motivos del ego o mente.

  • Humildad:

    El alma expresa la frecuencia de amor derivada de la Primera Fuente.

    Es su m�s importante prop�sito, mientras estamos encarnados dentro del instrumento humano, para hacer circular esta delicada y sublime frecuencia de amor al instrumento humano. No vendr� como ninguna sorpresa que encuentre al coraz�n de colaborador m�s dispuesto que la mente. La humildad es la constataci�n de que el coraz�n, la mente y el alma se co-mezclan en la gracia de la Primera Fuente.

    Su misma existencia es confirmada a trav�s de la dispensaci�n de amor de la Primera Fuente con tanta seguridad como un �rbol es sostenido por la luz solar.

    En los materiales religiosos, psicol�gicos y filos�ficos de nuestro planeta existe gran consideraci�n dada a la mente. Como un hombre piensa, as� es �l. En un nivel m�s granular, mucha gente cree que lo que piensan causa sus sentimientos, que a su vez crea su tasa vibratoria, y que esta tasa vibratoria atrae a su vida la experiencia.

    Por lo tanto, la aplicaci�n de esta l�gica, la manera de atraer cosas buenas en nuestra vida es pensar correctamente, no sea que atraigamos males o dificultades.

    La humildad entiende que el ser que representa usted - su m�xima identidad - no es constituida como una reacci�n en cadena de la mente. M�s bien, es la presencia del amor encarnado en forma humana, y este amor se expresa a s� mismo en las virtudes del coraz�n, el intelecto puro de la mente contemplativa, y las actividades co-creadoras del coraz�n, mente y alma.

    La humildad es la expresi�n de esta frecuencia de amor sabiendo que se deriva de aquello que ya existe en una dimensi�n superior, y en esta dimensi�n el amor no es una cosa de sentimientos y pesadez emocional.

    Es una fuerza liberadora que act�a de acuerdo con el arquetipo de la Primera Fuente: Todo es uno. Todo es igual. Todo es divino. Todo es inmortal.

  • Valent�a:

    Mientras la valent�a es generalmente utilizada en el contexto de la guerra o el campo de batalla, es, como un elemento de amor, vinculada con el acto de decir la verdad de poder, especialmente cuando se comete una injusticia.

    Es com�n en el orden social de hoy en d�a que finjamos ignorancia de las injusticias de nuestro mundo. El ensimismamiento en el mundo de uno mismo es una amenaza clave que socava la expresi�n de valent�a, y el miedo a las consecuencias es el otro.

    Las personas que temen las consecuencias de se�alar una injusticia malinterpretan la cooperaci�n de la fuerza creativa de la Primera Fuente. Cuando usted opera como un co-creador, usted est� vigilante a la aparici�n gradual o repentina de la injusticia, y cuando se produce en su camino de la vida, debe ser identificada y tratada por lo que es.

    La valent�a es el aspecto de su amor que defiende su presencia en cara a la injusticia, medida en el �mbito del orden social.

    Si usted no defiende sus virtudes, - o aquellos que son demasiado d�biles para defender las suyas propias - usted se habr� separado de ellos y habr� perdido la oportunidad de ser una fuerza co-creativa en el mundo de la forma.

    Esto no significa necesariamente que usted deba convertirse en un activista o defensor de un lista de causas sociales. Simplemente requiere que se defienda de la injusticia.

    Los ni�os en particular, requieren esta protecci�n. Cuando ten�a s�lo siete a�os de edad, recuerdo vivamente ir a una tienda con mi padre y mientras est�bamos caminando en desde el aparcamiento notamos una madre literalmente golpeaba a su hijo en el asiento trasero de su coche.

    Era un s�bado ocupado y hab�a mucha gente en el estacionamiento, pero fue mi padre quien se acerc� a la mujer y le pidi� que se detuviera. Su voz era firme de su convicci�n y la mujer se detuvo de inmediato.

    Este fue un acto de valent�a, porque no hab�a ning�n juicio de bienes asociados a ella. Esta era simplemente una injusticia que requiere la intervenci�n en el momento. La compasi�n por el ni�o y la madre estaban presentes en mi padre, y yo creo que la madre supo esto instintivamente.

    Este es un ejemplo de c�mo las virtudes del coraz�n rara vez aparecen aisladas, sino m�s bien como un conjunto que se trenza a s� mismo para fuerza y a potencia para una situaci�n dada.

  • Compasi�n:

    Muchos maestros han hablado elocuentemente sobre la compasi�n como la profunda conciencia del sufrimiento de otro acoplada con el deseo de aliviar ese sufrimiento.

    En el contexto de la nueva inteligencia que se est� asentando en nuestro planeta, la compasi�n es un deseo activo para ayudar a otros a alinearse con los nuevos campos de inteligencia que est�n manifest�ndose en el mundo tridimensional, conscientes de que su deseo y capacidad de alinearse est� distorsionada por su enculturaci�n social; que no refleja con exactitud su inteligencia, inclinaciones espirituales o prop�sito.

    El planeta en el que vivimos es una inteligencia en s� mismo. Es tanto f�sico y tiene estructuras energ�ticas de muy alta frecuencia al igual que nosotros.

    Est� cambiando de la tercera dimensi�n a la m�s alta cuarta dimensi�n, y ha estado planeando esto antes de que la humanidad hubiese sido sembrada en el planeta. Es parte del ciclo evolutivo de los sistemas planetarios, transmutar densidades acumuladas desde una dimensi�n antes de pasar a una mayor rejilla dimensional.

    Por lo tanto, la compasi�n se extiende a nuestros semejantes y al planeta mismo, con la conciencia de que somos parte del destino de otros, aunque s�lo sea por una sola Vida. El planeta y la persona bailan en las corrientes ascendentes de la Primera Fuente, en un proceso de colaboraci�n de regeneraci�n y renovaci�n.

    Todos somos parte de las misteriosas oberturas y la trascendencia energ�tica que se est� produciendo entre la tierra y el universo, y a medida en que la tierra transforma sus densidades acumuladas, cada uno de nosotros ser� desafiado a transformar nuestra propia, o llegar a estar a�n m�s incrustado en nuestros miedos y confusi�n emocional.

    Tenemos el privilegio de ser parte de la estructura planetaria ascendente del esp�ritu nutriente de la tierra y de importancia universal. En la actualidad est� presente en la tierra una incre�ble diversidad de seres c�smicos enfundados en instrumentos humanos, pero que provienen de muy diversos sectores del cosmos.

    Estamos aqu� para presenciar y apoyar esta trascendencia de la tierra sobre las densidades y el arrastre de la inteligencia tridimensional y sus artefactos. Estamos aqu� para acelerar nuestro crecimiento espiritual en un orden de magnitud que rara vez se logra en otras partes del multiverso.

    Este es un regalo de la tierra a los presentes en el planeta en este momento, y, en peque�a medida, el motivo de nuestra compasi�n.

  • Comprensi�n:

    El mundo de la forma, al igual que los mundos sin forma, se compone de estructuras energ�ticas debajo de su expresi�n m�s densa.

    En un sentido real, todo en el multiverso es energ�a, y con esperanzas de vida incalculablemente largas, basadas en energ�a. La energ�a es transformacional, es decir, se puede alterar o cambiar a otros estados del ser o, en el caso de los seres humanos, la conciencia.

    La estructura energ�tica humana es a menudo descrita como el sistema de chakras o cuerpo electromagn�tico, pero es m�s que estos componentes. La estructura energ�tica es una forma de luz, que a su vez es una textura del amor divino.

    Es un hecho que estamos compuestos de amor en nuestra estructura de n�cleo, y es esta frecuencia de amor frecuencia la que es la base de nuestra conciencia o alma inmortal. Todas las densidades menores son sombras de esta luz y operan en el tiempo y el espacio, que proporcionan una vaina de densidad y separaci�n de esta frecuencia n�cleo de amor.

    Los mundos del tiempo y el espacio alteran o diluyen esta conexi�n que sentimos a la estructura energ�tica del n�cleo del que todo se compone.

    En esto consiste la paradoja del ser humano: nuestra estructura m�s interna es el amor divino y nuestra estructura m�s exterior es un medio de experiencia para la estructura m�s interna, pero ha llegado a ser arrastrado por el veh�culo exterior en la medida en que nos identificamos con el m�s que el ocupante - nuestro verdadero yo-interior.

    Todos nosotros sentimos esta disociaci�n con nuestro verdadero yo y sobre-identificaci�n con nuestro veh�culo (instrumento humano); tal vez s�lo en alg�n grado hay alguna diferencia entre nosotros.

    La comprensi�n es el aspecto de la inteligencia del coraz�n que reconoce que esta disociaci�n de la frecuencia del amor es un componente de dise�o necesario del plan m�s grande que est� ocurriendo en el planeta.

    En otras palabras, no es que la humanidad haya ca�do de la gracia o se incline irrevocablemente hacia el pecado. M�s bien, simplemente hemos aceptado la imagen de la realidad que es dominante, y su dominio no es por casualidad, sino por la dise�os de la Primera Fuente.

    Hay una frase muy conocida dentro de Lyricus que aproximadamente traducido dice:

"La elegancia del tiempo es que desenreda las estructuras del espacio que han sellado el amor de s� mismo."

Las estructuras de espacio, en este caso, se refieren al instrumento humano.

Solamente el tiempo puede romper las barreras r�gidas o membranas sutiles que impiden o disminuyen la frecuencia de amor de ejercer su sabidur�a en los comportamientos del individuo.

Si el tiempo es la variable de importancia, es l�gico pensar que todo el mundo est� en su camino a esta realizaci�n, que es simplemente una cuesti�n de tiempo antes de que lo logren. Por lo tanto, el tiempo es el diferencial que nos separa. En cierto sentido, todos somos el tiempo cambiado unos de otros.

Nadie opera exactamente en el o mismo tiempo en relaci�n con abrir su frecuencia de amor desde el mundo de la forma.

Darse cuenta de esto ayuda a entender la relaci�n de la unidad a la realidad, y en esta realizaci�n uno es capaz de acelerar el tiempo para usted y para aquellos a quienes toca su vida.

Es el verdadero prop�sito y noble definici�n del viaje en el tiempo.

  • Perd�n:

    El perd�n opera fuera de la construcci�n de que cada uno de nosotros est� haciendo la mejor que podemos en la circunstancia de nuestra experiencia de vida y el grado en que nuestra frecuencia de amor satura nuestro instrumento humano.

    Cuando una persona opera desde las virtudes del coraz�n y las ricas texturas de sus frecuencias aut�nticas, el perd�n es un estado natural de aceptaci�n.

    Cuando una injusticia percibida entra en nuestra experiencia, sin importar cu�n significativa o si nos percibimos a nosotros mismos como la causa o el efecto - podr�amos inicialmente reaccionar con las fuertes emociones del victimismo o la molestia, pero este desorden emocional y distorsi�n se puede transformar r�pidamente experimentando comprensi�n > compasi�n - > perd�n --> aprecio.

    Esta es la ecuaci�n que transforma la turbia turbulencia del victimismo o co-reacci�n en el crisol de la luz, dejando s�lo la frecuencia m�s pura de amor despojada de todo prop�sito.

    El perd�n es realmente la expresi�n externa de la comprensi�n y la compasi�n sin los pesados sentimientos de dualidad (es decir, el bien y el mal) que normalmente son introducidos en presencia del juicio.

    Es una expresi�n neutral sin dise�o o prop�sito, distinta a liberarse de las garras del tiempo, lo cual es similar a la energ�tica de las arenas movedizas, enred�ndolo energ�ticamente a un estado emocional basado en el tiempo.

Un IMPERATIVO ESPIRITUAL

Es importante restablecer su estado emocional frecuentemente en sus actividades del d�a a d�a, y el arte de lo genuino es un excelente m�todo para hacerlo.

No requiere que practique la visualizaci�n completa. Operando en su mundo de sentimientos con una ampliada comprensi�n de c�mo las virtudes del coraz�n pueden ser combinadas o secuenciadas para experiencias espec�ficas de la vida es un cambio fundamental en el comportamiento, que le servir� bien.

�Por qu� practicar el arte de lo genuino un imperativo espiritual?

Cuando usted haya encontrado sus propias definiciones de las virtudes del coraz�n y haya montado su visi�n en sus comportamientos, usted ver� que esta es la llave que abre las vainas que rodean su frecuencia de amor. No hay otra identidad vibratoria dentro de usted que este pulso del amor divino que define su existencia como un ser espiritual.

El objetivo es invitar a esta vibraci�n - a este ser - a su existencia humana, y �ste s�lo emerge cuando hay armon�a en su campo de conciencia (es decir, estado emocional).

Practicar el arte de lo genuino es un m�todo para lograr esta armon�a y atraer a su yo m�s �ntimo para unirse a usted en sus esfuerzos humanos.

Tambi�n ayuda a alinear el individuo a la siguiente fase de la evoluci�n humana, que est� directamente relacionada con el estado emocional y su alineaci�n con el impulso espiritual o frecuencia del amor.

No es que la mente est� ausente en este salto evolutivo, es un instrumento vital del coraz�n, pero la inteligencia del amor supera a la inteligencia de la mente en el �mbito pr�ctico de actividad humana.

En el mundo humano, el amor se piensa que es una acci�n o un sentimiento, no una forma de alta inteligencia. El amor del que hablo es la inteligencia m�s alta del multiverso, pero tambi�n la m�s incomprendida en el dominio humano. El alma humana es un conducto de este amor o inteligencia, y la Primera Fuente est� liberando energ�as m�s altas de esta frecuencia de amor con el fin de que la humanidad de el siguiente salto evolutivo a la cuarta dimensi�n superior.

Este salto se facilita si el individuo est� practicando el arte de lo genuino o algo similar en naturaleza, debido a que las nuevas energ�as son como el viento a la vela si existe coherencia emocional, y este "viento" le acelerar�, en cierto sentido, usted va a viajar en el tiempo a otro Usted.

Tal vez se ha dicho antes, pero quiero insistir en este punto, no practique el arte de lo genuino �nicamente para su propio crecimiento espiritual.

Pract�quelo principalmente para la expansi�n evolutiva del planeta y la de aquellos que su vida toca. Usted es un ingeniero de esta expansi�n y movimiento evolutivo cuando opera desde esta perspectiva, porque est� centrado en el locus de control - el apalancamiento funcional de su propio estado emocional por el bien del planeta y de aquellos sobre �l.

Es precisamente esta perspectiva que es la "vela" sobre la cual 'sopla' la nueva energ�tica de la Primera Fuente.

Como he dicho antes, la luz es una textura de amor. Una nueva luz est� emergiendo desde el cosmos que est� catalizando la luz para cambiar en otros mundos tambi�n, as�, como nuestro sistema solar, planeta y campos sutiles de la existencia en el mismo.

Usted puede pensar en esta nueva frecuencia de luz como un catalizador del cambio de la existencia humana, pero en realidad es un catalizador para la tierra, y la humanidad no est� m�s que de paseo, por as� decirlo. La Tierra tiene un lugar especial en el universo, no necesariamente por lo que representa hoy en d�a, sino por lo que representar� en su glorioso futuro.

La frecuencia de amor que usted sostiene dentro de usted, el trenzada con las seis virtudes del coraz�n en las f�rmulas de comportamiento de amor, pueden ser canalizadas de tal manera que toquen tierra.

Contemple esto: usted puede tocar la tierra con su campo de conciencia de una poderosa manera que realmente facilita su cambio evolutivo, y al hacerlo, el suyo propio tambi�n.

Este es el aspecto final del arte de lo genuino para considerar. En la medida en que su campo de conciencia o cuerpo energ�tico se vuelve m�s armonioso y coherente, la frecuencia del amor se asienta de forma m�s vibrante en su instrumento humano. Esto significa que usted tiene acceso a su ser superior de una forma m�s v�vida, tangibles.

Con este acceso elevado, usted tambi�n tiene la capacidad de canalizar esta frecuencia de amor con precisi�n selectiva.

Canalizar esta frecuencia de amor a la tierra es un aspecto integral de practicar el arte de lo aut�ntico, pero no debe ser abordado demasiado pronto en la pr�ctica. Es necesario limpiar los viejos patrones y energ�as primero, y luego adquirir un cierto auto - dominio de las nuevas energ�ticas antes de que uno pueda canalizarlo con la precisi�n requerida y fuerza emocional.

Es una fase vital dentro de la pr�ctica y podr�a ser comparada a la capa final de su prop�sito.

El poder del individuo est� contenido en la inteligencia fluida de sus virtudes del coraz�n. De c�mo uno organiza su estado emocional es un reflejo de su auto-maestr�a. Las ecuaciones de las virtudes del coraz�n son los comportamientos de la cadena de enlaces que le permiten a uno a moverse con gracia a trav�s de una mir�ada de condiciones y situaciones de la vida.

El individuo que entiende los significados m�s profundos de sus virtudes del coraz�n y aplica sus ecuaciones a su vida enriquece su prop�sito en la tierra y tiene acceso a la m�s alta y m�s potente forma de inteligencia: el amor divino.

Desde mi mundo al suyo,

James

Referencias

  1. Coraz�n Energ�tico (Energetic Heart)

    En todas las dimensiones del espacio existe un campo primario de vibraci�n o primac�a qu�ntica. Este campo no es f�sico, pero informa al f�sico. Existe independiente de las estructuras f�sicas de la existencia, y es conocido entre los maestros Lyricus como la Estructuras de Informaci�n Noderivativas (UIS).

    Las UISs son sub-qu�nticas y representan el modelo principal para los sistemas de vida y materia inorg�nica. Son las UIS las que dan lugar a los campos qu�nticos campos que interpenetran los planetas, estrellas, galaxias y el universo en grande.

    Es el campo de comunicaci�n de la vida que conecta lo no local y lo local, lo individual y lo colectivo, el uno y lo infinito. El coraz�n energ�tico es el componente no f�sico de las UIS que es la entrada o portal desde el las UIS a los centros intuitivos y de inteligencia del portador del alma o instrumento humano.

    En cierto sentido, es el modelo subqu�ntico del coraz�n f�sico.

  2. Orden de Ense�anza Lyricus (LTO)

    La Orden de Ense�anza Lyricus se origina en la Raza Central del s�ptimo Superuniverso. Dentro de la Raza Central hay una sub-raza conocida simb�licamente como los WingMakers (Los Hacedores de Alas).

    Dentro de los WingMakers hay un orden espec�fico de seres que se conocen colectivamente como los Lyricus, y es este grupo el que es responsable del montaje y exportaci�n de la base de conocimientos necesaria para una especie en v�as de desarrollo para demostrar cient�ficamente la existencia del alma y del establecimiento de la ciencia de la realidad multidimensional como sistema de conocimiento n�cleo de la especie.

    Este resultado de la evoluci�n es universal y, en la medida m�s amplia, id�ntico para todas las especies que se basan en la plantilla biogen�tica la Raza Central, conocido como el s�ptimo Arquetipo Portador de Alma de la Conciencia individualizada de la Primera Fuente.

    Lyricus es responsable de pastorear a una especie en v�as de desarrollo a la tecnolog�a y la destreza cient�fica, donde el alma y el portador del alma son distinguidos y reconocidos por la especie en general.

  3. Instrumento Humano

    El instrumento humano consta de tres componentes principales: El biol�gico (cuerpo f�sico), el emocional y el mental.

    Estas tres herramientas distintas y sistemas de inteligencia y percepci�n, en su conjunto, representan el veh�culo del esp�ritu individualizado, ya que interact�an con la dimensi�n f�sica del tiempo, el espacio, la energ�a y la materia.

    En t�rminos Lyricus, el instrumento humano es conocido como el portador del alma, y la conciencia del alma dentro de el est� activando el sistema sensorial de soporte del alma para mejorar la influencia del alma dentro del mundo f�sico.

  4. Primera Fuente

    Primera Fuente es una conciencia que habita en todo tiempo, espacio, energ�a, materia, forma, intenci�n, as� como en todo el no-tiempo, no-materia, no- energ�a, no-forma, y no-intenci�n. Es la �nica conciencia que unifica todos los estados del ser en un solo ser.

    Y este Ser es la Primera Fuente.

    Es un crecimiento, expansi�n, y conciencia inexplicable que organiza la experiencia colectiva de todos los estados del ser en un plan coherente de creaci�n, expansi�n y colonizaci�n en los reinos de la creaci�n, y la inclusi�n de la creaci�n a la Realidad de la Fuente - el hogar de la Primera Fuente.