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por James
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � INTRODUCCI�N � El Coraz�n Energ�tico 1 es la fuente de las virtudes que se han asociado con nombres como compasi�n y agradecimiento. � Estos son t�tulos exteriores para las potentes frecuencias del coraz�n definen la esencia de la persona. Las virtudes del coraz�n son las fuentes energ�ticas, tanto para la percepci�n como para la expresi�n del alma inmortal que reside en la personalidad humana en el mundo de la forma. � �
� � El yo es contenido en el Coraz�n Energ�tico (The Energetic Heart) y se mueve hacia el exterior de su plataforma de virtudes del coraz�n en todas las dimensiones, tanto materiales como inmateriales. � Las virtudes del coraz�n consisten de agradecimiento, humildad, valent�a, compasi�n, comprensi�n y perd�n. Existen muchos otros matices, pero estas son las virtudes o las frecuencias fundamentales que producen la estructura de la plataforma del coraz�n energ�tico y de las que el reino de yo, o alma, opera. � Cuando estas virtudes son expresadas y recibidas genuinamente - sin las densidades del ego y la mente - su efecto es multiplicado y se sostiene a trav�s de otras formas de vida (Humanos y de otro tipo). � La luz ordinaria es incoherente porque es omni-direccional, y las ondas de luz son no est�n fase unas con otras, as� que no hay estructura para multiplicar la energ�a. Sin embargo, un l�ser produce una luz intensa, ya que consiste en coherentes ondas de luz que est�n alineadas direccionalmente y por etapas para apoyo y refuerzo. Debido a esto, los l�seres pueden realizar funciones que la luz ordinaria no puede. � Del mismo modo las virtudes del coraz�n, cuando son coherentes dentro de un individuo, o dentro de un grupo de individuos, pueden producir resultados que son extraordinarios y aparentemente sobrenaturales. � Para ello es necesario que tanto los niveles t�citas o impl�citos (la fuente interior) de las virtudes del coraz�n y sus equivalentes expl�citos (acciones/ comportamientos) sean coherentes. Coherente, en este caso, significa vinculadas en autenticidad y genuinidad. � Entonces, �c�mo lograr que estas frecuencias emocionales en coherencia? � Es conocido dentro de la Ense�anza de la Orden Lyricus 2 como el arte de lo genuino. � � � � LA ESTRUCTURA DEL CONOCIMIENTO EGO-MENTE � El ego-mente est� enculturado por nuestro orden social para desarrollar un sistema de valores que es alineado con el consenso de la sociedad o un grupo dentro del orden social m�s amplio. � Por lo tanto, nuestro conocimiento, la moral, los valores, las actitudes y el comportamiento son en gran medida cultivados por la estructura social subyacente del mundo tridimensional. � El yo o conciencia no est� contenida dentro del mundo tridimensional; por lo tanto, no puede ser examinado verdaderamente por investigaciones tridimensionales o incluso por la m�s bien afinada l�gica de la mente. Este es el desequilibrio fundamental de los campos religiosos, filos�ficos y psicol�gicos: que el ilimitado yo no puede ser revelado por la mente que est� enculturada y atada en el mundo tridimensional. � El misticismo postula que hay un misterio que subyace en la vida y confunde el ego-mente, que a su vez, busca explicaciones y justificaci�n de este misterio inexplicable, y en esta b�squeda, la ciencia, la religi�n, la psicolog�a y la filosof�a se nutren y se sostienen. � Si bien muchos creen que estas herramientas o disciplinas gu�an nuestra investigaci�n en una conciencia trascendente, esto es un poco como tratar de explorar el oc�ano de profundidades con un avi�n. � La estructura de conocimiento del ego-mente observa las ondas del alma, pero la profunda fuente de estas ondas no es revelado a nadie, su estructura es la superestructura de todas las cosas materiales y no materiales. Esto deja la sensaci�n de ego-mente frustrado y algo desconfiado, al menos en aquellos que han despertado a esta realidad. � El ego-mente busca la expresi�n de inteligencia en la importancia de la actividad, mientras que el alma es inteligente en s� misma, ya que recibe y transmite fielmente las virtudes del coraz�n. � El ego-mente busca la rentabilidad de la actividad o las recompensas de la consecuencia, mientras que la alma busca sostener una cultura de las virtudes del coraz�n dentro de la densidad de los mundos de la forma. � El yo est� atrapado, en cierto sentido, entre dos mundos que comparten un com�n elemento: el Prop�sito. � Todos somos conscientes, en nuestros momentos m�s l�cidos, de que hay una prop�sito m�s profundo a la vida, y, en particular, a nuestra vida. El fragmentario mundo de la forma es arresta nuestros sentidos, pero no proporciona satisfacci�n a nuestro anhelo innato para el prop�sito. � Es por esto que el ego-mente se siente frustrado en tantos que est�n aqu� esperando que su prop�sito se desarrolle. El arte de lo genuino es la pr�ctica de la coherencia entre el despertar m�s profundo de las virtudes del coraz�n dentro de cada uno de nosotros, y su fiel expresi�n en los mundos de la forma. � Aquellas personas que se despiertan a las frecuencias del coraz�n energ�tico en su interior y en la pr�ctica - a su mejor capacidad posible en el momento - la expresi�n de estas frecuencias en sus comportamientos y acciones est�n practicando su m�s alto prop�sito. � Perm�tanme subrayar este punto: ellos est�n practicando su prop�sito m�s elevado. No lo est�n buscando. No se est�n preguntando qu� es. Ellos no se sienten frustrados por el enigma de su aparentemente elusivo prop�sito. � Ellos simplemente est�n practicando. Vivi�ndolo como un elemento integrante de su expresi�n de vida y tratando de aumentar el grado de coherencia entre lo que entienden que son sus virtudes del coraz�n y la forma en que ellos pueden expresar esas virtudes del coraz�n con autenticidad. � La estructura del ego-mente se alinear� m�s f�cilmente al coraz�n energ�tico cuando entienda que su verdadero objetivo se est� cumpliendo y no se haca m�s abstracto por la m�stica e invisible naturaleza del esp�ritu. Este alineamiento incrementa la capacidad del individuo para lograr una verdadera expresi�n de sus virtudes del coraz�n a trav�s de su comportamientos y acciones. � Los trabajos espirituales de la tierra est�n llenos de tantas amonestaciones, reglas, preceptos, leyes, procesos f�rmulas y pr�cticas esot�ricas que el arte de lo genuino pudiera parecer extra�amente simple, y por lo tanto menos potente. � Sin embargo, son los simples actos de virtud los que sostienen el verdadero poder de la transformaci�n y elevaci�n, no s�lo para el individuo que las practique, sino para la mayor parte de la humanidad en todas sus expresiones dimensionales. � Cada individuo es un participante activo en las estructuras de la realidad que ellos observan y experimentan en el mundo de la forma. Esta participaci�n se produce principalmente a trav�s de los centros de energ�a del instrumento 3 humano y su intersecci�n con el mundo tridimensional. � Estas energ�ticas, por sutil que sean est�n moldeando din�micamente su realidad, confiri�ndole marcadores perceptuales que definen su camino de ascensi�n desde siendo noble inocente a ser un co-creador consciente de nuevas realidades. � No es suficiente tener una comprensi�n abstracta de las virtudes del coraz�n. � Por ejemplo, saber que es esencial expresar su agradecimiento por los dones que la vida le trae a usted es una cosa, expresar esta apreciaci�n es otra, pero comprender c�mo y cu�ndo expresar este agradecimiento con autenticidad que es basada en las frecuencias card�acas energ�ticas requiere una especial sensibilizaci�n, una iniciaci�n a la frecuencias m�s finas del coraz�n y el compromiso de seguir fielmente estos sutiles gestos de virtud. � Hay muchos que creen que su vida debe ser m�s pr�spera y abundante. Que la vida debe desarrollarse de acuerdo a sus necesidades. La facilidad debe ser la encarnaci�n de su fuerza vital. Pero ha habido densidades energ�ticas depositadas sobre tierra por incontables generaciones de seres humanos. � Estas densidades requieren transformaci�n en que el planeta cambie su frecuencia de n�cleo a un estado de dimensiones superiores. � Cada uno de nosotros encarnados en la tierra somos parte de este proceso de transformaci�n. Es el estado natural de la conciencia desear ir m�s all� de las densidades m�s bajas que impiden la expresi�n natural y libre de las virtudes del coraz�n, aunque este proceso pueda extenderse a trav�s de cientos si no miles de formas de encarnaci�n en un instrumento humano. � Es precisamente con este proceso de transformaci�n mutua que la humanidad est� co-creando con el planeta. � Una vez que esto es verdaderamente entendido en la mente y el coraz�n de la persona, practicar el arte de lo genuino es un imperativo espiritual. � � � � PRACTICANDO EL ARTE DE LO GENUINO � El arte de lo genuino es una pr�ctica sutil. � Hay campos energ�ticos de compasi�n, comprensi�n, agradecimiento, valent�a, perd�n y humildad que rodean el instrumento humano, similar a un capullo que rodea una pronto-a-ser mariposa. Estos campos son los equivalentes energ�ticos de impronta de la Primera Fuente 4 sobre la alma individual. � Existen en nuestro mundo de la forma como oscilaciones coherentes dentro de los m�s amplios campos energ�ticos inter-conectivos del multiverso, a los que los maestros de Lyricus nos referiremos como el Dominio de la Unidad. � En conjunto, estos campos son a menudo referidos como la �sangre� energ�tica que circula por todo el todo-multiverso - sosteniendo formas de vida tanto temporales como inmortales. � El individuo m�s eficiente y eficaz accede a estos campos de la inteligencia (virtudes del coraz�n) a trav�s de la activaci�n de sentimientos genuinos. No es una cuesti�n de la mente o de razonamiento intelectual. La mente sigue el impulso del coraz�n en materias de virtud y actitudes. � Practicar el arte de lo genuino atrae magn�ticamente estos campos de inteligencia en su conciencia y despu�s expresarlos en su comportamiento y acciones a todas las formas de vida que se crucen en su camino cada momento en el tiempo y cada cent�metro del espacio a lo mejor de su capacidad. � Esto es practicar el arte de lo genuino, y cuando esto se hace, sus sentimientos se vuelven m�s divinamente inspirados, con energ�ticamente magn�ticos, m�s liberadores para todos. La verdad esencial de la conducta es la de no olvidar su v�nculo divino y habilidades co-creativas con la Primera Fuente, a pesar de la enculturaci�n de la sociedad. Pero si se le olvida, la acci�n esencial es recordar y reconstruir este enlace, y esto se hace a trav�s de las virtudes del coraz�n. � Como puede ver, hay dos componentes principales a esta pr�ctica: atrayendo en los campos de la inteligencia que le rodean, y expresando estas emociones y actitudes en su comportamiento y acciones. Lo que la mayor�a de la gente hace es expresar sus emociones - sin atraerlas de los campos de inteligencia que los rodean - sin "empaparse" en el amor divino que les rodea en todo momento, en todas las circunstancias. � Por lo tanto, para practicar el arte de lo genuino, sus sentimientos deben extraerse del energ�tico "bien" que proporciona el enlace a la Primera Fuente y el potencial de las expresiones co-creativas. � Esta vinculaci�n ha existido mientras usted haya existido. No se acaba de crear. Tal vez, en cambio, ha sido hace poco olvidado. � Si usted visualiza el diagrama de la p�gina dos y se coloca a usted mismo en el centro, imagine que usted est� atrayendo las virtudes del coraz�n a su conciencia y expandiendo el v�nculo entre usted y la Primera Fuente mientras lo hace. � Usted est� limpiando las v�as para recibir los genuinos sentimientos de estas virtudes en su conciencia como nuevos patrones de inteligencia y nuevas expresiones de comportamiento. � Esta visualizaci�n puede hacerse en cualquier momento y en cualquier lugar, y le ayudar� a identificar la integridad de este enlace. Nuestra vinculaci�n con la Primera Fuente no s�lo se basa en compasi�n o perd�n, est� basada en seis virtudes, y mientras estos t�tulos o nombres son como conchas de su verdadero significado (desde el punto de vista energ�tico) aproximan la forma en que cada uno de nosotros est� envuelto con el esp�ritu de Primera Fuente. � Parte de esta pr�ctica es ver que su entendimiento y comprensi�n de estos nombres o descripciones se expande y cambia, a medida que la practica y ejercita su imaginaci�n. � Hay una transferencia mutua de la inteligencia que se produce en esta pr�ctica y que le guiar� que con el tiempo a medida que est� m�s unificada. Ser� profundizar y ampliar su comprensi�n de estas virtudes y c�mo pueden ser expresados en nuevas formas Autopista que tal vez ni siquiera han imaginado. � Sea paciente con esta pr�ctica. � El arte de lo genuino es llamado un arte por una raz�n. No es racional como las matem�ticas, donde se tiene entrada y salida sim�trica de energ�a. Usted est� abriendo su conciencia a un campo de inteligencia que le rodea en todo momento. � Est� atrayendo esta inteligencia en su vida tridimensional como una fuerza co-creativa. Esta fuerza co-creativa es potente, din�mica, y milagrosamente inteligente. Observar� su pr�ctica antes de surgir para fusionarse. � Esta fusi�n de su conciencia con el Dominio de la Unidad se denomina como muchas diferentes cosas en el mundo de la forma. Pero cualquiera que sea su nombre, practicar el arte de lo genuino acelera esta fusi�n. � Es una disciplina para aquellos que desean ejercer su divina memoria y mejorar la relaci�n entre ellos mismos, sus semejantes, y la Primera Fuente. � En esta mejora, el campo de la conciencia que le rodea atrae magn�ticamente nuevas radiaciones que est�n siendo tra�das al planeta al microcosmos de la vida. Usted puede jugar con estas nuevas energ�as como nuevos elementos dentro del proceso co-creativo como un artista cuando recibe nuevos colores en su paleta. � Las seis virtudes del coraz�n son dadas a cada uno de nosotros por nuestro Creador para que a su vez podamos expresarlas - tan fielmente como podamos - a nuestros semejantes. Ese es el prop�sito de nuestras relaciones, tan simple como que se puede representar en el lenguaje. � Cuando ponemos nuestra atenci�n en estas virtudes, nosotros estamos comenzando a practicar su expresi�n incluso cuando nosotros pensar en ellas. Cuando imaginamos su plenitud - sus estructuras energ�ticas - las practicamos en un nuevo nivel m�s potente. La pr�ctica no es s�lo expresi�n, es contemplaci�n y tambi�n el estudio. � Usted podr�a preguntarse por qu� el Amor no se encuentra entre las seis virtudes. � As� como la luz solar, cuando pasa a trav�s de un prisma, se convierte en un multicolor espectro de color, lo mismo ocurre con el amor, cuando pasa a trav�s del dominio de la Unidad, se convierte en las virtudes del coraz�n. el amor es la estructura m�s profunda en el multiverso. � Pasa a trav�s de todas las dimensiones de la existencia y campos de la conciencia hasta que encuentra la huella de la Primera Fuente cristalizada en una forma de vida. � Si la forma de vida es sensible, compuesta tanto de mente como de inteligencia del coraz�n, el amor se canalizar� a s� mismo en las virtudes del coraz�n y entrar� en la conciencia de la entidad individual encendiendo su relaci�n con la Primera Fuente, hasta el momento en que la entidad - enfundada en instrumentos humanos - despierta al claro ojo del alma. � Las seis virtudes de coraz�n se mezclan entre s� y forman el lazo de amor que fusiona la vida inteligente en el Dominio de la Unidad, y sus sombras, aunque relativamente d�biles, vinculan vida en las dimensiones inferiores tambi�n. Cuando adversarios, acusadores, tentadores, o dificultades entran en su vida, �stos pueden captar su atenci�n, tir�ndolo hacia la enculturaci�n del orden social, lejos de los sentimientos genuinos de las virtudes del coraz�n. � Esto ocurre a todas las personas en diversos grados. � Practicar el arte de lo genuino le permitir� recuperar y restablecer el equilibrio emocional con una destreza que podr�a sorprenderlo. Las virtudes del coraz�n son magn�ticamente poderosas, ya que son las texturas del amor divino - la fuerza m�s potente del multiverso. � Al practicar estas virtudes, �stas le tirar�n de la enculturaci�n del orden social y lo colocar�n en una posici�n de de co-creaci�n - no de co-reacci�n. � La gran mayor�a de las personas est�n practicando el orden social y present�ndose al imperio de la co-reacci�n. Las emociones est�n estallando, cocin�ndose a fuego lento, inundando la mente con el miedo, gobernando al cuerpo, y generalmente haciendo la vida m�s dif�cil para todos. � Por otra parte, el sentido de dominio que se logra en el estado de co-creaci�n con la Primera Fuente se pierde o disminuye sustancialmente. En este estado de co-creaci�n, real o imaginario, el coraz�n est� animado y exhibe arte en las relaciones, sabiendo intuitivamente c�mo navegar sin co-reacci�n. � He resistido a la tentaci�n de definir las seis virtudes del coraz�n en detalle, pero proporcionar� un punto de partida para su definici�n para que usted pueda bordarlas de acuerdo a su propia experiencia y conocimiento. �
� � � Un IMPERATIVO ESPIRITUAL � Es importante restablecer su estado emocional frecuentemente en sus actividades del d�a a d�a, y el arte de lo genuino es un excelente m�todo para hacerlo. � No requiere que practique la visualizaci�n completa. Operando en su mundo de sentimientos con una ampliada comprensi�n de c�mo las virtudes del coraz�n pueden ser combinadas o secuenciadas para experiencias espec�ficas de la vida es un cambio fundamental en el comportamiento, que le servir� bien. � �Por qu� practicar el arte de lo genuino un imperativo espiritual? � Cuando usted haya encontrado sus propias definiciones de las virtudes del coraz�n y haya montado su visi�n en sus comportamientos, usted ver� que esta es la llave que abre las vainas que rodean su frecuencia de amor. No hay otra identidad vibratoria dentro de usted que este pulso del amor divino que define su existencia como un ser espiritual. � El objetivo es invitar a esta vibraci�n - a este ser - a su existencia humana, y �ste s�lo emerge cuando hay armon�a en su campo de conciencia (es decir, estado emocional). � Practicar el arte de lo genuino es un m�todo para lograr esta armon�a y atraer a su yo m�s �ntimo para unirse a usted en sus esfuerzos humanos. � Tambi�n ayuda a alinear el individuo a la siguiente fase de la evoluci�n humana, que est� directamente relacionada con el estado emocional y su alineaci�n con el impulso espiritual o frecuencia del amor. � No es que la mente est� ausente en este salto evolutivo, es un instrumento vital del coraz�n, pero la inteligencia del amor supera a la inteligencia de la mente en el �mbito pr�ctico de actividad humana. � En el mundo humano, el amor se piensa que es una acci�n o un sentimiento, no una forma de alta inteligencia. El amor del que hablo es la inteligencia m�s alta del multiverso, pero tambi�n la m�s incomprendida en el dominio humano. El alma humana es un conducto de este amor o inteligencia, y la Primera Fuente est� liberando energ�as m�s altas de esta frecuencia de amor con el fin de que la humanidad de el siguiente salto evolutivo a la cuarta dimensi�n superior. � Este salto se facilita si el individuo est� practicando el arte de lo genuino o algo similar en naturaleza, debido a que las nuevas energ�as son como el viento a la vela si existe coherencia emocional, y este "viento" le acelerar�, en cierto sentido, usted va a viajar en el tiempo a otro Usted. � Tal vez se ha dicho antes, pero quiero insistir en este punto, no practique el arte de lo genuino �nicamente para su propio crecimiento espiritual. � Pract�quelo principalmente para la expansi�n evolutiva del planeta y la de aquellos que su vida toca. Usted es un ingeniero de esta expansi�n y movimiento evolutivo cuando opera desde esta perspectiva, porque est� centrado en el locus de control - el apalancamiento funcional de su propio estado emocional por el bien del planeta y de aquellos sobre �l. � Es precisamente esta perspectiva que es la "vela" sobre la cual 'sopla' la nueva energ�tica de la Primera Fuente. � Como he dicho antes, la luz es una textura de amor. Una nueva luz est� emergiendo desde el cosmos que est� catalizando la luz para cambiar en otros mundos tambi�n, as�, como nuestro sistema solar, planeta y campos sutiles de la existencia en el mismo. � Usted puede pensar en esta nueva frecuencia de luz como un catalizador del cambio de la existencia humana, pero en realidad es un catalizador para la tierra, y la humanidad no est� m�s que de paseo, por as� decirlo. La Tierra tiene un lugar especial en el universo, no necesariamente por lo que representa hoy en d�a, sino por lo que representar� en su glorioso futuro. � La frecuencia de amor que usted sostiene dentro de usted, el trenzada con las seis virtudes del coraz�n en las f�rmulas de comportamiento de amor, pueden ser canalizadas de tal manera que toquen tierra. � Contemple esto: usted puede tocar la tierra con su campo de conciencia de una poderosa manera que realmente facilita su cambio evolutivo, y al hacerlo, el suyo propio tambi�n. � Este es el aspecto final del arte de lo genuino para considerar. En la medida en que su campo de conciencia o cuerpo energ�tico se vuelve m�s armonioso y coherente, la frecuencia del amor se asienta de forma m�s vibrante en su instrumento humano. Esto significa que usted tiene acceso a su ser superior de una forma m�s v�vida, tangibles. � Con este acceso elevado, usted tambi�n tiene la capacidad de canalizar esta frecuencia de amor con precisi�n selectiva. � Canalizar esta frecuencia de amor a la tierra es un aspecto integral de practicar el arte de lo aut�ntico, pero no debe ser abordado demasiado pronto en la pr�ctica. Es necesario limpiar los viejos patrones y energ�as primero, y luego adquirir un cierto auto - dominio de las nuevas energ�ticas antes de que uno pueda canalizarlo con la precisi�n requerida y fuerza emocional. � Es una fase vital dentro de la pr�ctica y podr�a ser comparada a la capa final de su prop�sito. � El poder del individuo est� contenido en la inteligencia fluida de sus virtudes del coraz�n. De c�mo uno organiza su estado emocional es un reflejo de su auto-maestr�a. Las ecuaciones de las virtudes del coraz�n son los comportamientos de la cadena de enlaces que le permiten a uno a moverse con gracia a trav�s de una mir�ada de condiciones y situaciones de la vida. � El individuo que entiende los significados m�s profundos de sus virtudes del coraz�n y aplica sus ecuaciones a su vida enriquece su prop�sito en la tierra y tiene acceso a la m�s alta y m�s potente forma de inteligencia: el amor divino. � Desde mi mundo al suyo, James � �
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