�
�
�
por�Robert Bedrosian
del
sitio Web�RBedrosian�
traducci�n de
Adela Kaufmann
Versi�n
original en ingles �
�
�
Robert Bedrosian recibi� un doctorado�del
Departamento de Lenguas y Culturas del Medio Oriente de
la Universidad de Columbia en 1979. |
�
"�M�todo,
usted comprende M�todo! Organice sus hechos Organice sus ideas y si
alg�n peque�o hecho de no encaja - �.. No lo rechace, consid�relo
estrechamente. Aunque su significado se le escape, aseg�rese de que
es significativo.".�
Hercule Poirot�
en el asesinato en los Enlaces de Agatha Christie (1923).
�
�
Las fuentes
primarias antiguas contienen una sugerencia de que los
extraterrestres o no-humanos inteligentes tuvieron alg�n papel en la
historia humana temprana.
�
Es una
sugerencia que se deriva de pruebas circunstanciales.�Basado
en fuentes disponibles escritas, una prueba no es posible.�La
naturaleza de las propias fuentes primarias es responsable de esta
situaci�n, ya que todas las fuentes pertinentes literarias escritas
sobre el tema describen los primeros tiempos de la humanidad y son
de car�cter m�tico o mitol�gicos.
�
Las fuentes
primarias relevantes, por otra parte, son pocas en n�mero.�Sin
embargo, dentro de estas pocas fuentes hay un pu�ado de pasajes que
destacan, pareciendo sugerir una interacci�n extraterrestre o
no-humana, o al menos una presencia.�
�
La cuesti�n de
la�antigua
interacci�n extraterrestre�con
la humanidad es fascinante y ha sido el enfoque parcial de muchos
libros y art�culos.
�
El tema recibi�
un tratamiento precoz y excelente en�
Vida Inteligente En El Universo�(1966),
co-escrito por los notables astr�nomos�I.S.
Shklovski�y�Carl
Sagan.
�
En el cap�tulo
33 de esta obra, "Posibles consecuencias del Contacto Directo",
Sagan sugiri� algunos criterios para la evaluaci�n de materiales
pertinentes de car�cter mitol�gico:�
"�Qu� excusa
podemos esperar que lleve tal mito de contacto? Una simple cuenta de
la aparici�n de un extra�o ser que realiza maravillas y reside en
los cielos no es muy adecuada...
�
Tal inusual
acontecimiento [como contacto extraterrestre], ciertamente es
descrito en las leyendas y mitos de las personas que estuvieron en
contacto con los viajeros del espacio.�Los
astronautas probablemente fueron representados como teniendo
caracter�sticas divinas y poseyendo poderes sobrenaturales.�Se
hace especial hincapi� en su llegada desde el cielo, y su posterior
salida de nuevo hacia el cielo.
�
Estos seres
pueden haber ense�ado a los habitantes de la Tierra las artes y las
ciencias �tiles b�sicas, que tambi�n se reflejan en sus leyendas y
mitos".��(1)
Un avance
cuantitativo y cualitativo en los estudios sobre el tema fue hecho
por el erudito�Jacques
Vallee,
quien tiene una maestr�a en astrof�sica en la Universidad de Lille y
un doctorado en ciencias de la computaci�n de la Universidad de
Northwestern.
�
En�Pasaporte
a Magonia�(1969)
Vallee proporcion� datos de las fuentes hist�ricas que datan de
alrededor del siglo quinto antes de Cristo hasta el final del siglo
19, as� como el temprano material mitol�gico que sugiere una
continua presencia extraterrestre en la Tierra.�El
subt�tulo de Pasaporte a Magonia, "Sobre Los Ovnis, El Folclore Y
Los Mundos Paralelos", refleja otras �reas exploradas por Vallee, y
por sus predecesores y sucesores.
�
Vallee y otros
de la d�cada de 1960 han sugerido que las causas psicosociales
pueden explicar algunos de los avistamientos de seres
extraterrestres y ovnis.
�
Una visi�n
adicional que ha sido avanzada es que no se trata de
extraterrestres, sino de "Ultraterrestres," entidades residentes en
la tierra con nosotros, pero de quienes no somos capaces de capturar
m�s atisbos, debido a nuestras limitaciones como seres humanos, y /
o la renuencia de estas entidades para interactuar con nosotros.
�
En cualquier
caso, isto a trav�s de estas diferentes y fascinantes perspectivas,
las posibles �reas de investigaci�n se han ampliado para incluir el
folclore, libros de "Maravillas" producidos en la Edad Media, Vidas
de los Santos, y otro material similar.
�
Tanto los datos
como el m�todo se perfeccionaron en las �ltimas Maravillas en el
Cielo�de�
Vallee�
(Nueva York, 2009), co-escrito por�Chris
Aubeck.�En
ese libro, los autores revisan los datos presentados en el pasaporte
a Magonia, eliminando algunos materiales y refinando y / o
agraegando otro material.
�
Especialmente
significativa fue la atenci�n que Aubeck y Vallee dedicaron a la
discusi�n del m�todo, incluyendo las reglas de inclusi�n y exclusi�n
de los materiales y el desarrollo de los iconos descriptivos �tiles
o etiquetas para las categor�as y los episodios en su pantalla de
datos (2).�
Otro
pionero importante en el estudio del contacto humano temprano con
extraterrestres es el distinguido erudito�Thomas
E. Bullard, quien tiene un doctorado en folclore de la
Universidad de Indiana.
�
En su excelente
art�culo "Fen�menos
A�reos An�malos Antes De 1800",
se�ala que desde la antig�edad remota hasta aproximadamente 1800
prevaleci� una visi�n del mundo sobrenatural en la que cualquier
cosa fuera de lo normal podr�a ser atribuida a fuerzas
sobrenaturales.
�
Estos incluyen
muchos fen�menos astron�micos o meteorol�gicos ya familiares, como
cometas, meteoros y Parhelia (halos atmosf�ricos).
�
Sin embargo,
tambi�n observ� algunos relatos de fen�menos de car�cter inusual y
menos cierta identidad:
incendios
forestales, fen�menos de apariciones, fen�menos a�reos asociados con
nacimientos y muertes de gobernantes, h�roes y grandes eventos,
fen�menos a�reos asociados con dioses y santos, luces muerte
presagio, seres sobrenaturales como fantasmas, brujas,
Fuegos Fatuos,�
Caza Salvaje,
hadas, veh�culos a�reos y fen�menos OVNI.�(3)
Bullard se�ala
que los sacerdotes del mundo griego y romano, al igual que sus
predecesores babil�nicos, siempre estaban interesados en or�culos
y adivinaci�n.�Los
textos sobrevivientes de algunos de estos or�culos est�n repletos de
observaciones de diversos fen�menos a�reos.
�
A diferencia de
los sacerdotes, sin embargo, confiables historiadores griegos y
confiables, tales como,
-
Herodoto
-
Tuc�dides
-
Jenofonte,
... no se
preocuparon con los prodigiosos acontecimientos, y / o fen�menos
an�malos.
�
Esta situaci�n
fue revertida con los historiadores romanos posteriores, tales como,
-
Livy
-
T�cito
-
Suetonio
-
Dio Cassius
-
Amiano Marcelino,
...y los
historiadores no romanos en el mundo romano, tales como,
-
Plutarco
-
Flavio Josefo
-
Diodoro de Sicilia,
...cuyas obras
incluyen fen�menos inusuales como una cuesti�n de rutina.�(4)
�
La importante
categorizaci�n general de Bullard de la materia primitiva fue
reforzada por su descripci�n iluminadora del universo lleno de
esp�ritus de la humanidad temprana y medieval:
"Una cosmolog�a
com�n de la era sobrenatural abarcaba un universo tripartito.
�
Un nivel
superior o celestial pertenec�a a los dioses o poderosos esp�ritus
elevados, el nivel medio era� la tierra y pertenec�a a los seres
humanos, el nivel m�s bajo o subterr�neo pertenec�a a los esp�ritus
de los muertos o esp�ritus mal�volos, de menor frecuencia.�Estos
niveles nunca eran muy distantes y se cruzaban en algunos puntos,
tales como una monta�a o una cueva.
�
Un �rbol sagrado
podr�a tener sus ra�ces en el inframundo y sus ramas superiores en
el cielo.�Algunos
esp�ritus compart�an la misma tierra, habitando cada �rbol, roca, o
arroyo e interactuaban con los seres humanos en ocasiones.
�
Los seres
normalmente invisibles o imperceptibles como las hadas pueden
cohabitar la tierra en una especie de universo alternativo, pero
ocasionalmente se le aparecen a los mortales.�El
tr�fico entre un nivel y el otro era tambi�n una forma com�n para
los seres humanos de satisfacer� los seres sobrenaturales.
�
Un veh�culo rara
vez era requerido para estos visitantes de otro mundo, pero la
visi�n del mundo sobrenatural permit�a a los dioses descender o a
los muertos levantarse y ejercer influencia en la tierra como un
estado normal, incluso predecible de las cosas ".��(5)
El contacto
entre los seres humanos y el otro mundo tom� diversas formas:
encuentros directos, visiones, apariciones, milagros y prodigios,
"divina providencia", y "divina providencia".�(6)
La
conclusi�n general de Bullard es que,
"antes de 1800
las anomal�as no hac�an un caso para las visitas extraterrestres a
largo plazo, ni tampoco necesariamente lo refutaban."�(7)
Un sistema de
clasificaci�n que era extensamente utilizado en estudios y
discusiones de interacci�n extraterrestre-humano en el per�odo
moderno fue propuesto por el astrof�sico�J.�Allen
Hynek�en
1972.
�
Hynek describi�
tres tipos de contacto con extraterrestres: Encuentros del primer,
segundo y tercer tipo (CE1, CE2, CE3), el �ltimo siendo el m�s
extenso.
�
Las tres
categor�as incluyen un objeto volador no identificado o fen�meno
a�reo de alg�n tipo.�(8)
Paralelamente a los trabajos acad�micos mencionados anteriormente,
muchas obras populares de car�cter pseudo-cient�fico aparecieron
especialmente desde mediados de 1960.�En
algunos casos, estas obras fueron generadas por obras m�s serias.
�
Caracter�stico
de este g�nero son los escritos de Erich von D�niken, Immanuel
Velikovsky, y Zacar�as Sitchin.
�
Estas obras, a
menudo ecl�cticas, que tienen un enfoque m�s amplio y, por lo
general dedican un poco de espacio al tema de la interacci�n
extraterrestre con la humanidad primitiva.�Sin
embargo, gran parte de este material est� escrito desde el punto de
vista de la defensa y se caracteriza por una falta de voluntad o
incapacidad de distinguir entre fuentes primarias y secundarias,
presentando datos entremezclados, especulaciones y conclusiones, as�
como una amalgama de informaci�n sobre una variedad de fen�menos
inexplicables o inusuales en una investigaci�n que pretende analizar
un solo t�pico.
�
A menudo, estas
obras carecen de referencias de fuentes primarias y citan otras
fuentes secundarias para su evidencia, y no pocas veces la
referencia final resulta ser una "cripto-referencia", basada en nada
en absoluto.
�
Esta falta de
m�todo y fiabilidad compromete fatalmente estas obras para cualquier
persona interesada en la realizaci�n de un examen imparcial del tema
de la implicaci�n extraterrestre en la antigua historia de la
humanidad. De hecho, fue nuestra insatisfacci�n con el calibre de
las fuentes secundarias populares, as� como nuestra familiaridad con
las fuentes primarias, lo que nos llev� a escribir este ensayo.
�
Otras
motivaciones incluyen el deseo de investigar algunos materiales no
considerados por otros, y la emoci�n de una aventura.
�
Aubeck, Bullard,
Sagan, Shklovski y Vallee todos llamados por los historiadores
profesionales, antrop�logos, fil�logos, folcloristas y otros para
dar una atenci�n seria en sus investigaciones a la pregunta de la
participaci�n de extraterrestres con la humanidad primitiva.
�
Aunque esto no
ha sucedido en gran medida, es importante se�alar que en relaci�n
con el per�odo m�s antiguo, el tratamiento ya proporcionado por
estos cient�ficos y acad�micos, aunque abreviado, es de primer
orden.� Ellos hicieron uso de las mejores traducciones de las
fuentes primarias entonces disponibles y proporcionaron referencias
completas para el material de fuentes secundarias.
�
Sus
clasificaciones, an�lisis, conclusiones, e incluso sus reflexiones
son importantes y constituyen ejemplos de innovadoras
investigaciones y erudici�n.�Nos
beneficiamos enormemente de sus obras, y tambi�n de los escritos
importantes de autor y enciclopedista�Jerome
Clark.
�
La met�fora
occidental de "enanos, de pie sobre los hombros de gigantes"
ciertamente se aplica a quien escribe esto - en su sentido "no
extraterrestre".�
A pesar
de que nuestro tema es estrecho, porque se ha vinculado a una
confusi�n de fen�menos no-est�ndar, que desafortunadamente ha
adquirido el aura asociada con ellos.�Es
por esta raz�n que los estudiantes de posgrado y profesores no
titulares que est�n interesados en el empleo acad�mico de
disciplinas como la historia y la antropolog�a evitan el tema.
�
Lamentablemente,
la evasi�n del tema por parte de acad�micos nos niega el fruto de su
experiencia, y tambi�n les niega a tales especialistas calificados
la oportunidad de reflexionar sobre cuestiones de metodolog�a.
�
Es en la
consideraci�n de los temas m�s escurridizos que los historiadores y
otros pueden seriamente perfeccionar y desarrollar sus habilidades
anal�ticas.�Este
fruto, aunque dif�cil de alcanzar, es especialmente delicioso.�El
trabajo consiste en conducir una investigaci�n, no en intentar
pruebas.
�
El material
tiene que ser tratado con exactamente el mismo rigor y respeto con
el que se tratan los temas m�s convencionales.
�
Debido a que el
tema en s� es tan poco ortodoxo a la comunidad acad�mica, la
metodolog�a empleada para el estudio debe ser enteramente ortodoxa -
es decir, debe concordar con las reglas de la evidencia encontrada
en estudios acad�micos tradicionales.
�
Cualquier
conclusi�n presentada debe basarse en una interpretaci�n razonable
de las pruebas examinadas en el estudio.�Implicaciones
especulativas, cuando avanzan, deben estar claramente identificados
como tales y expresadas en el lenguaje m�s cauto.
�
Concluyendo que
nada puede concluirse es una conclusi�n v�lida y digna de respeto,
si la investigaci�n se lleva a cabo de manera justa y adecuada.�
�
�
***
�
Antes de
proceder a un an�lisis de las fuentes primarias pertinentes, algunas
observaciones generales sobre las fuentes est�n en orden.��Sobre
qu� bases estamos incluyendo o excluyendo el material?�Comencemos
con las exclusiones.�
Estamos
tratando �nicamente con fuentes escritas, excluimos material
arqueol�gico, interpretaciones de lo que puede ser altamente
subjetivo.�
Hemos
excluido fuentes de dudosa procedencia/autenticidad e
interpretaci�n.�El
llamado Papiro Tulli es un ejemplo del primer tipo: se trata de una
fuente "antigua" ileg�tima, un enga�o del siglo 20.�
�
El Popol Vuh,
una tentadora leyenda maya acerca de visitantes de las estrellas, ha
sido excluida debido a la contaminaci�n probablemente por el
contacto con los europeos.
�
La�historia
de la Atl�ntida�ha
sido excluida, en este caso debido a la interpretaci�n cuestionable.�A
pesar de que se encuentra en las fuentes aut�nticas (di�logos Timeo,
y Critias de Plat�n, ca. 360 AC) los textos mismos no mencionan
extraterrestres de ning�n tipo, o incluso sobrehumanos.
�
Las ciudades de
la Atl�ntida eran custodiadas por torres y puertas, no muy diferente
de las ciudades de Grecia.�En
�ltima instancia, realmente fue derrotado en batalla por los
atenienses, en el supuesto que se trata de una historia y no una
leyenda.�Las
sugerencias de que la Atl�ntida era una sociedad tecnol�gicamente
avanzada con armas mortales fue avanzada por los ps�quicos del siglo
19-20, como Helena Blatavsky, Ignatius Donnelly y Edgar Cayce, y no
est�n en absoluto apoyadas o incluso sugeridas por el texto de
Plat�n.
�
Tenemos aqu� una
leg�tima referencia antigua adoptada por una �poca posterior e
imbuida de un significado no encontrado en el texto original - un
fen�meno no infrecuentemente observado.�
Las
fuentes primarias escritas que han sido incluidas en este estudio
debido a que sus narraciones involucran entidades no-humanas,
entidades superiores y contienen detalles inusuales.�La�presencia
de OVNIS�no
podr�a ser un criterio de selecci�n aqu� (como lo es en obras m�s
extensas), ya que requerir una nave espacial eliminar�a por completo
el material escrito m�s antiguo.
�
Requerir una
nave espacial tambi�n descartar�a gran parte del material
folcl�rico, lo que puede sugerir la convivencia con nosotros, de
entidades superiores no humanas (quiz�s Ultraterrestres) en lugar de
la llegada a la Tierra de extraterrestres.�
Entre las
fuentes incluidas en este estudio est�n:
El relato de
Beroso de las entidades Oannes y las narrativas de Mesopotamia y
relatos b�blicos sobre la creaci�n/destrucci�n de la humanidad,
incluyendo la menci�n del cruce con entidades creadoras.
En aras de la
exhaustividad, la aeronave supuestamente descrita en el libro de
Ezequiel es brevemente introducida y se hace referencia a ella.
�
Este material se
debe utilizar con la mayor cautela por varias razones.�En
primer lugar, aunque algunas de estas fuentes se refieren a s�
mismas con la "historia" de la humanidad temprana, su creaci�n y
primeros tiempos, no son historia en un sentido verificable.
�
Todos los
ejemplos seleccionados tienen un elenco sin duda legendario y
mitol�gico.�En
segundo lugar, las fuentes son relativamente tard�as con respecto a
los acontecimientos que pretenden describir.
�Beroso,
que vivi� en el siglo cuarto antes de Cristo, est� describiendo una
�poca muy anterior a la suya.�En
efecto, la propia informaci�n de Beroso sobre Oannes ha sobrevivido
m�s plenamente s�lo en la Cr�nica de�Eusebio,
escrita en el siglo cuarto A.D.
�
El Antiguo
Testamento, en su forma actual, data de alrededor del 400 AC, aunque
pudieron haber existido libros individuales cientos de a�os antes,
en forma oral o escrita.�Lo
tard�o de la fuente en relaci�n con el evento que describe siempre
aumenta la posibilidad de agregados extra�os.�
Tras las
exhortaciones de los escritos de Aubeck, Bullard y Vallee, tambi�n
investigaremos un poco de material folcl�rico de Armenia, Ir�n y la
India -, pero en un segundo ensayo.�En
el caso de la mitolog�a y el folclore, nos enfrentamos a un problema
metodol�gico que Sagan y otros planteados y que necesitan ser
actualizados - incluso aunque no seamos capaces de resolverlo.�Esto
trata con criterios adicionales para la selecci�n o rechazo de dicho
material.
�
Por ejemplo, es
la naturaleza de un dios tener poderes extra-humanos.�Por
lo tanto, Zeus lanzando un rayo o un gigante aplastando una casa, no
tienen por qu� ser figuras extraterrestres con armas de destrucci�n
masiva.
�
Para parafrasear
a Sigmund Freud,�a
veces un gigante es s�lo un gigante.
�
La naturaleza
peculiar de la materia y sus fuentes requiere de una metodolog�a que
analiza los mitos, las leyendas y el folclore de manera individual.�El
enfoque de todo o nada - o bien la incorporaci�n plena de los
"dioses" como extraterrestres, o su completa exclusi�n - No lo va a
hacer�
�
Con estas
consideraciones en mente, vamos a proceder a una investigaci�n de
las fuentes primarias.�
�
�
�
�
Las Criaturas/Entidades Oannes
Las criaturas Oannes eran anfibios que hablaban que son descritos
como instruyendo a la humanidad en todas las artes esenciales de la
civilizaci�n durante un per�odo de tiempo.
�
Los m�s
completos relatos aparecen en la Cr�nica del cl�rigo cristiano
Eusebio (ca. 263-ca. 339), que se ha vuelto crecientemente
disponible en la traducci�n Ingl�s.�(9)
�
En sus secciones�De
C�mo los caldeos Hac�an Cr�nicas�[de
su pasado], de Alexander Polyhistor; sobre sus escritos y su primer
reino, y Abideno sobre los primeros reyes caldeos, Eusebio describe
el material encontrado en los libros uno y dos del escritor Beroso
escritor del siglo IV AC.
�
El propio relato
de Eusebio se deriva de los res�menes de Beroso hechos por los
primeros autores como Alexander Polyhistor (primera mitad del siglo
primero antes de Cristo) y Abydenus (quiz�s 200 AC), y no del texto
de Beroso en s�, que puede o no puede haber sido conservado cuando
Eusebio estaba escribiendo.�
�
En el pasaje
siguiente, Eusebio describe la aparici�n de las entidades Oannes y
sus actividades.
�
�
�
La Cr�nica
Caldea
�
�C�mo hac�an los
caldeos sus cr�nicas? [de su pasado], de Alexander Polyhistor; sobre
sus escritos y su primer reino.�
Esto es
lo que Beroso relata en el Libro Primero, y en el Libro Segundo, lo
que escribi� acerca de los reyes, uno por uno.�Menciona
el per�odo en que Nabonassarus era rey, pero se limita a registrar
los nombres de los reyes sin decir nada preciso acerca de sus obras,
tal vez porque no se consideraba que hab�an hecho algo digno de
recordar - m�s all� [proporcionando] una lista de sus nombres.
�
As� es como
empieza.�Apolodoro
dice que Alorus fue el primer rey de los caldeos en gobernar en
Babilonia, reinando durante 10 sars.�Un
sar consta de 3,600 a�os, y esta cifra pudiera ser [dividida en
unidades llamadas] ners y soses.��l
dice que un ner es de 600 a�os, mientras que un sos es de 60 a�os.�As�
es como los antiguos [caldeos] contaban [per�odos de] a�os.�Habiendo
declarado esto, se procede a enumerar los reyes de Asiria, uno por
uno.
�
Hubo 10 reyes
del primer rey, Alorus, hasta Xisuthrus.�Dice
que durante el tiempo [de �ste] se produjo la primera gran
inundaci�n, que Mois�s tambi�n menciones.�Afirma
que el reinado de los reyes consisti� en un total de 120 sars,
haciendo un total [en nuestra denominaci�n] de 2043 miles de a�os.��l
los describe uno por uno esta manera.�
�l dice
que a la muerte de Alorus, su hijo, Alaparus, [gobern� durante] 3�
sars; despu�s de Alaparus, el caldeo Almelon, de la ciudad de
Pautibiblon [?�Bad-tibira],
gobern� durante 13 sars, despu�s Almelon, Ammenon, de la ciudad de
Pautibiblon, gobern� durante 12 sars.�Ahora
en su d�a una criatura llamada Idotion, teniendo la forma
[compuesta] de un hombre y un pez, emergi� del Mar Rojo [del Golfo
P�rsico].�
�
Despu�s
[Ammenon], Amegalarus, de la ciudad de Pautibiblon, gobern� por 18
sars, y despu�s de �l, el pastor Daonus, de la ciudad de
Pautibiblon, gobern� durante 10 sars.�En
su d�a, una vez m�s, surgieron desde el mar Rojo cuatro seres
h�bridos del mismo tipo de hombre-pez [como Idotion].�Entonces
Edovanchus, de la ciudad de Pautibiblon, gobern� durante 18 sars.
�
Durante su
reinado, una vez m�s, otra especie de hombre-pez emergi� del mar
Rojo, llamado Odacon.��l
dice que todos ellos eran de Oannes, [y] de forma concisa los
describe, uno por uno ... [lista de reyes]
Esto hace
un total de 10 reyes [gobernantes] un total de 120 sars.�Y
dicen que 120 sars es equivalente a 2,043 miles de a�os, en el
supuesto de que un sar consta de 3,600 a�os.�
Tales son
las figuras relacionadas en el libro de Alexander Polyhistor.�Y
si una persona considera que esta historia como exacta, y la acepta
como v�lida [duraci�n de reinados] para tales millares de a�os,
entonces [la persona] tendr�a que creer el otro incre�ble material
encontrado en el mismo libro.
�
Con todo eso,
voy a contar lo que el� mismo Beroso relata en el romance hist�rico
antes mencionado, y sigue relatando sobre el romance anterior [hilo]
que [Alexander] Polyhistor ha puesto en su propio libro.�Uno
tras otro �l relata este tipo de cosas.�
M�s
historia caldea ap�crifa [tomada] del mismo libro de Alexander
Polyhistor sobre los caldeos.�
En el
primero de [sus] libros babil�nicos,� Beroso afirma� que vivi� en la
�poca del hijo de Felipe, Alexander, y que �l escribi�, basado en
numerosos libros cuidadosamente guardados en Babilonia [describiendo
un per�odo de] 215 miles de a�os, [tales como] cronolog�as, relatos
hist�ricos, el Creador haciendo los Cielos y la Tierra y los mares,
e [ informaci�n] sobre los reyes y sus obras...�
Y sucedi�
que en el primer a�o, en los confines de Babilonia, surgi� desde el
Mar Rojo una incre�ble criatura que fue llamada Oannes.�Como
Apolodoro relata en su libro, [este ser] ten�a el cuerpo completo de
un pez.�Sin
embargo, por la cabeza del pez estaba� otra cabeza [humana], y por
la cola ten�an un par de pies humanos, y� pod�an hablar el lenguaje
humano.�
�
Una
imagen/semejanza de [Oannes] se ha conservado hasta nuestros d�as.�Se�ala
adem�s, que esta criatura acompa�aba a los seres humanos durante el
d�a, completamente absteni�ndose de cualquier tipo de comida,
instruyendo a la gente en las letras y en las t�cnicas de diferentes
artes [incluyendo] ciudades y templos [construcci�n], conocimiento
de leyes, la naturaleza de los pesos y las medidas, c�mo recolectar
semillas y frutos, de hecho, le ense�� a la humanidad todo lo
necesario para la vida dom�stica en la tierra.�Desde
entonces ning�n [individuo] ha descubierto m�s.
�
Ahora, cuando se
pon�a el sol, la criatura Oannes volv�a de nuevo a la mar,
permaneciendo hasta la ma�ana en la vasta extensi�n de las aguas.
�
As� vivi� la
vida de un anfibio.�Posteriormente
otras criaturas similares salieron, como el libro de los reyes
aclara.�Adem�s
se dice que Oannes escribi� sobre hechos y virtudes, dando a la
humanidad las palabras y la sabidur�a.�(10)
Otro pasaje de Eusebio sobre las entidades Oannes resume el relato
por el escritor Abydenus:�
�
�
Abydenus
sobre los primeros reyes caldeos
Tanto de una
cuenta de la sabidur�a caldea.
�
Ahora se dice
que Alorus fue el primero en gobernar como rey sobre la tierra de
los caldeos.�Afirm�
que el Se�or m�s providente lo hab�a designado como pastor de [su]
pueblo, y gobernar durante 10 sars.�Un
sar es de 3,600 a�os; un ner es de 600 a�os y un sos es de 60 a�os.�Alaparus
gobern� despu�s de �l, seguido por Almelon de la ciudad de
Pautibiblon.
�
Durante su
reinado, el segundo Anidostus emergi� del mar.�[�l
era un ser] como Oannes, que ten�a el aspecto de un h�roe
semidivino,�[Almelon]
fue seguido por Ammenon, luego por Amegazarus.�Luego,
el pastor era Daonus.�Durante
su reinado, cuatro seres anfibios llegaron a la tierra, emergiendo
del mar: Iovdocos, E'newgamos, E'newboghos y Amenentos.
�
Anodap'os, [otra
criatura marina, apareci�] durante el reinado de Edorescho que
gobern� despu�s de [Daonus].�Otros
[reyes] gobernaron despu�s de �l, hasta Xisuthrus.�Estos
tambi�n son recordados por Polyhistor.��(11)
�
�
***
�
�
No es posible
categorizar la historia en funci�n de los tres grados de J. Allen
Hynek: Encuentros del primer, segundu o tercer tipo.
�
Para empezar, no
hay llegada de OVNIs.�Oannes
y los suyos no son descritos como saliendo de una nave espacial, ni
que se van.�Por
el contrario, estos seres son descritos como residentes en la tierra
- por lo menos en el resumen de Eusebio - y participaron tutoreando
a la humanidad durante varias generaciones.�Ellos
son mostrados como elevando a la humanidad y tambi�n contarle sobre
sus or�genes (v�ase la secci�n siguiente).
�
Tambi�n
proporcionan informaci�n en forma escrita, que los seres humanos
entierran para preservar del diluvio.�Este
material fue m�s adelante recuperado y, presumiblemente, ayud� a la
humanidad a restablecerse a s� misma.�
�
Carl Sagan�describe
la historia de Oannes como, providente,
�... Leyenda que
m�s cercanamente cumple algunos de los criterios para un verdadero
mito� de contacto... A primera vista, la leyenda sugiere que ocurri�
el contacto entre los seres humanos y una civilizaci�n no humana de
inmensos poderes, a las orillas de la Golfo P�rsico, tal vez cerca
del sitio de la antigua ciudad sumeria de Eridu, y en el cuarto
milenio antes de Cristo o antes�(12)...
�
La civilizaci�n
sumeria es representada por los descendientes de los sumerios�como
de origen no-humano.
�
Una sucesi�n de
criaturas extra�as aparecen a lo largo de varias generaciones.�Su
aparente �nico prop�sito es instruir a la humanidad.�Cada
uno conoce la misi�n y los logros de sus predecesores ".��(13)
Oannes es
descrito como una criatura/animal (Armenio de�Gaza),
pero - como un robot - no come, por lo menos cuando est� en tierra.
�
Es tentador
especular si esta historia refleja la realidad, las entidades del
tipo Oannes pueden haber sido maestros de los mam�feros de la tierra
durante el d�a y mam�feros marinos durante la noche.�(14)
Los seres de alguna manera similares a Oannes son conocidos de las
�reas vecinas.�Los
fenicios del oeste de Levante adoraban a un dios, Dag�n, que era
mitad hombre y mitad pez.��(15)
�
El
primer gobernante de la ciudad de Atenas, C�crope, fue descrito como
mitad hombre y mitad pez.�(16)
�
Por supuesto,
estas historias de tierras no tan distantes de Mesopotamia pudieran
derivarse de la cuenta mesopot�mica de Oannes.�M�s
hacia el este de Ir�n, India y China, nos encontramos con los mitos
similares de figuras fundadoras de la cultura que igualmente son
descritos como parte humano y parte pez.��(17)
�
Si estas
historias inusuales reflejan la realidad, entonces la implicaci�n es
que en alg�n momento, a principios de la historia humana, las
criaturas/entidades del tipo Oannes estaban activos en diferentes
partes del Egeo, Mesopotamia, el oeste y el este de Asia, y jugaron
un papel crucial en la el desarrollo de la civilizaci�n humana.
�
�
�
�
Mesopotamia y las Narraciones b�blicas
... Sobre los
Or�genes Humanos, Exterminios, y el Matrimonio entre Seres Humanos
con sus Creadores�
Cuentas
de la creaci�n y los primeros d�as de la humanidad, aparecen en dos
tradiciones relacionadas, Mesopotamia (Sumeria/Babilonia/Asiria) y
b�blica.�
�
Aunque algunas
de las historias del G�nesis pueden derivarse de las anteriores
leyendas mesopot�micas, por conveniencia vamos a discutirlas por
separado.�El
relato babil�nico de la creaci�n fue dado por una de las entidades
Oannes en una lecci�n a sus estudiantes humanos.�
�
El siguiente
pasaje es de �Cr�nica� de�Eusebio:�
Hubo un tiempo,
dice, cuando todo era oscuridad y agua.�Y
hab�a otros tipos de criaturas [en la tierra].
�
La mitad de
ellos pod�an reproducirse a s� mismos� [asexualmente], mientras
hab�a otros que procrearon y dieron a luz seres humanos con dos
alas, otros con cuatro alas y dos caras, con un cuerpo y dos
cabezas, hombres y mujeres, y [otros] teniendo ambas naturalezas,
tanto masculina como femenina [combinadas].
�
Otros humanos
ten�an patas de cabra, cuernos en sus cabezas, otros ten�an cascos
de caballos.�Otros
ten�an la mitad posterior de un caballo y la mitad delantera de un
ser humano.�Algunos
ten�an la apariencia h�brida de un caballo y un toro.�Tambi�n
nac�an toros con cabezas humanas, perros con cuerpos cuatripartitas
teniendo las aletas de un pez y la cola de un pez que brotaban de
los cuartos traseros.
�
�[Hab�an]
caballos con cabezas de perros, as� como seres humanos y otras
criaturas con cabezas de caballos perros y/o formas humanas con
extremidades de peces.�Adem�s,
hubo diversos tipos de criaturas en forma de drag�n, peces h�bridos,
reptiles, serpientes, y muchos tipos de asombrosas criaturas de
distinta apariencia.�Las
im�genes de cada uno de ellos est�n conservadas en el templo de
Belus.�
�
Todos ellos
fueron gobernados por una mujer llamada Markaye 'que era llamada
T'aghatt'ay en caldeo.�La
traducci�n griega de T'aladday es "mar".�Ahora
bien, aunque todos estas [criaturas] mixtas fueron surgiendo, Belus
atac�.�Cort�
a la mujer [es decir, el mar] en dos, haciendo de una mitad el cielo
y de la otra mitad la tierra, y mat� a las criaturas en ella.
�
As� [la
informaci�n] sobre el mundo natural es expresada en forma de una
f�bula aleg�rica que significa que en un principio s�lo exist�a el
agua y la humedad y las criaturas en ella.�Luego
de que la deidad le cort� la cabeza y otra deidad tom� la sangre que
goteaba de ella, la mezcl� con el suelo, y cre� a la humanidad.
�
As� se
convirtieron en sabios y participaban de los pensamientos de los
dioses.�
�
En cuanto a
Belus, que se traduce al griego como�Dios�y
en armenio como�Aramazd,
parti� la oscuridad en dos, separando el cielo de la tierra , y
luego suaviz� y dio forma a mundo.�[Estas]
criaturas que no pod�an soportar la fuerza de la luz perecieron.
�
Entonces Belus
mir� al mundo, [ambos] las plantas del desierto [partes] y las
[partes] fruct�feras, y le dio una orden a uno de los dioses de
tomar [algo de] la sangre que goteaba desde su propia cabeza cortada
y mezclarlo con la tierra y crear a los seres humanos, otros
animales, y� animales que pudieran soportar este aire.
�
Belus tambi�n
cre� el sol, la luna y las cinco estrellas errantes.�Seg�n
[Alexander] Polyhistor, esto es a lo que Beroso se refiere en su
primer volumen.�En
el segundo volumen proporciona [informaci�n] sobre los reinados de
los diez reyes de forma individual, que ya hemos tratado.
�
[Esta parte, de
Oannes a Belus,] se extiende [la cuenta atr�s] a m�s de 40 millares
de a�os.��(18)��
***
�
�
De acuerdo con
el relato anterior, antes de la creaci�n de los seres humanos en su
forma actual, y al parecer antes de la creaci�n de la tierra seca,
exist�an otros seres.
�
Estas eran
entidades h�bridas o compuestas que ten�an partes similares a una
variedad de mam�feros (incluyendo humanos), aves, reptiles, y peces.�Este
grupo fue destruido por una deidad llamada Belus, quien cre� la
Tierra.�Luego,
la humanidad fue creada a partir de una mezcla de tierra y sangre
divina.
�
Una segunda
destrucci�n de la vida - "criaturas que no pod�an soportar la fuerza
de la luz" - parec�a indicar que despu�s de la creaci�n de la
tierra, seguida por otra creaci�n de seres humanos y animales", que
pudieran soportar el aire. "Por lo tanto, seg�n el relato Oannes,
los humanos eran una creaci�n deliberada de al menos un dios.
�
La primera
creaci�n fue destruida cuando dios (es) crearon los animales m�s
adecuadas a la Tierra, que tambi�n fueron su creaci�n.�
�
La
mitolog�a
sumeria, que en muchos aspectos est� emparentada con la mitolog�a
babil�nica, describe un posterior intento de destruir a la humanidad
(el diluvio), un tema compartido con el relato b�blico del G�nesis,
que probablemente depende de �l.��(19)
�
Seg�n�la
epopeya sumeria de Gilgamesh�,
un solo Dios estaba disgustado con la humanidad por "hacer mucho
ruido"�(20)�y
decidi� exterminar a toda la especie.�Una
deidad disidente, Ea / Enki, inform� al "No� sumerio" sobre el
desastre inminente, y es a trav�s de sus esfuerzos que un grupo de
personas de diversas profesiones abordan un arca llev�ndose consigo
"la semilla de toda vida" y sobreviviera.�(21
)�
El
matrimonio mixto entre los dioses y los seres humanos es sugerido en
un episodio posterior produci�ndose generaciones m�s tarde.�En
ese per�odo, el h�roe de la epopeya, Gilgamesh, que es descrito como
parte divina, lo que probablemente explica su gran tama�o y fuerza.�(22)�
�
Dos entidades no
humanas que guardan un recurso estrat�gico son capaces de reconocer
esta cualidad semi-divina en el h�roe, y es esta cualidad la que le
da acceso.�(23)
Los�mitos
sumerio-babil�nicos�resumidos
anteriormente describen a la humanidad como una creaci�n de los
dioses .�Los
creadores se desencantaron con su creaci�n y casi la habr�an
destruido, si no hubiera sido por la intervenci�n de un dios
disidente.
�
Estos cuentos
tambi�n sugieren el cruce de algunos de los dioses con los seres
humanos.�Es
interesante que el prop�sito indicado en estos mitos de la creaci�n
de la humanidad, al parecer, es hacer que los funcionarios "hagan
nuestro trabajo",�(24)�aunque
la naturaleza de ese trabajo no es indicada.�(25)�
�
***�
�
La
narraci�n b�blica, contenida en G�nesis 1-4, describe a la humanidad
como la creaci�n de uno o m�s dioses.
�
Yahv�, quien m�s tarde se convirti� en el �nico dios del juda�smo,
no estaba solo en la creaci�n de la humanidad, o posteriormente, ya
en G�nesis 1:26 habla a una o m�s entidades, cuando dice:
"Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..."
Se dirige a este
mismo grupo justo antes de la expulsi�n de Ad�n y Eva del Jard�n:
"He aqu� el hombre es como uno de nosotros,
sabiendo el bien y el mal".
(Gen. 4,22)
La presencia de
colegas divinos de Yahweh que le rodean en una corte celestial es
sugerida en varios otros pasajes (G�n. 11,7; 1 Kg 22,19;. Job 1,6;
Is 6,8;.. Sal 29,1).
�
Aunque
posteriormente desclasados como �ngeles, los miembros de este
grupo (el "Huestes Celestiales") parecen inicialmente haber sido
iguales de Yahweh.�
Los
relatos b�blicos de la creaci�n de Ad�n y Eva y su posterior crianza
tienen elementos de un experimento.
"... Entonces el Se�or Dios form� al hombre
del polvo de la tierra, y sopl� en su nariz el aliento de vida, y el
hombre se convirti� en un ser�viviente".
(Gn 2,7)
Adam, que est�
solo, se coloca en un ambiente c�modo, el Ed�n, que est� repleto de
vegetaci�n, donde su prop�sito - en la medida en que los seres
humanos tienen un prop�sito - es "para que lo cultivara y lo
guardan" (Gn 2,15).
�
Luego sigue la
creaci�n de "toda bestia del campo, y toda ave de los cielos" (Gn
2,19) como compa��a de Adam.�Al
parecer, era la expectativa de las entidades de tipo Yahweh que Ad�n
encontrara en uno de estos animales "ayuda id�nea para �l" (G�nesis
2,18).
�
Los animales son
llevados a Adam para nombrar,
"Pero para el hombre no se hall� ayuda id�nea
para �l".
(Gen. 2,20)
El procedimiento
para la creaci�n de Eva difiere desde que fue utilizada para la
creaci�n de Ad�n, los otros animales, o incluso la vegetaci�n, los
cuales fueron hechos� "de la tierra" (Gn 2,4-9; 2,19).
�
Para Eva,
"El Se�or Dios
hizo caer sue�o profundo sobre Ad�n, y mientras �ste dorm�a, tom�
una de sus costillas, y cerr� la carne en su lugar, y de la
costilla� que Jehov� Dios tom� del hombre, hizo una mujer.. . "
(Gen. 2.21-22)
El relato
b�blico contiene una entidad disidente que interfiere: Satan�s
(Lucifer), o la serpiente.
�
Aunque
posteriormente se describe como un �ngel rebelde e incluso una
creaci�n, los formidables poderes de esta entidad indican que, al
igual que los seres de la "Milicia Celestial," eran inicialmente
iguales de Yahweh.�
Jehov�
hab�a dicho a Ad�n y Eva que morir�an si com�an del fruto de cierto
�rbol.�
�
Pero la
serpiente dijo a la mujer:
"No vas a morir.
Pues Dios sabe que cuando com�is de �l, ser�n abiertos vuestros
ojos, y ser�is como Dioses, sabiendo el bien y el mal".
(Gen. 3.4-5)
La raz�n de la
expulsi�n de Ad�n y Eva del Ed�n no estaba relacionada con su
desobediencia a Yahweh, ya que en G�nesis 3:21 Yahweh mismo es
descrito como haciendo ropa para sus creaciones, que repentinamente
se sienten avergonzados por su desnudez.
�
M�s bien, la
expulsi�n se llev� a cabo como medida profil�ctica.�A
Yahweh le preocupaba que Ad�n y Eva pod�an comer otro
fruto que estaba prohibido para ellos, del �rbol de vida:�
�
Y dijo el Se�or
Dios:
"He aqu� el
hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal, y ahora,
pues, que no alargue su mano y tome tambi�n del �rbol de la vida, y
coma, y viva para siempre" - por lo tanto, el�Se�or
Dios�lo
expuls� del jard�n de Ed�n, para que labrase la tierra de la que fue
tomado.
�
�l condujo fuera
al hombre, y puso al oriente del jard�n del Ed�n querubines, y una
espada encendida que se revolv�a por todos lados, para custodiar el
camino del �rbol de la vida.
(Gn 3,22-24)
Eventualmente, Jehov� lament� el d�a en que cre� a la humanidad, y
decidi� destruirla:
�
Y el Se�or se
arrepinti� de haber hecho al hombre en la tierra, y le doli� en su
coraz�n.
�
Entonces el
Se�or dijo:
"Yo borrar� a
los hombres que he creado de la faz de la tierra, el hombre y la
bestia y reptiles y las aves del cielo, porque yo siento haberlos
hecho."
Gen. 6,5-7
No�, al igual
que su contraparte sumerio, aborda un arca con varios animales,
sobrevive a la inundaci�n, y repobla la tierra.�La
narraci�n b�blica menciona una especie que era parte Dios y parte
humano.
�
Este fue el
grupo�conocido
como los Nephilim.
Cuando los
hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les
nacieron hijas a ellos, los hijos de Dios vieron que las hijas de
los hombres eran hermosas, tomaron mujeres entre ellas como
eligieran ...
�
Hab�a gigantes
en la tierra en aquellos d�as, y tambi�n despu�s, cuando los hijos
de Dios se unieron a las hijas de los hombres, y les engendraron
hijos a ellos.�Estos
fueron los valientes de la antig�edad, fueron varones de nombre.
(Gn 6,1-4)�(26)
�
***
�
�
Existen
importantes similitudes en los relatos mesopot�micos y b�blicos de
la creaci�n de la humanidad.
�
De acuerdo con
estas dos tradiciones relacionadas, la humanidad fue creada por
entidades no-humanas que pose�an grandes poderes.�La
creaci�n inicial fue inadecuada por alguna raz�n, por lo que se
hicieron intentos adicionales.�El
"producto final" despu�s de un per�odo en un ambiente controlado,
fue liberado en el mundo, para cambiarse por s� mismo.
�
Ambas
tradiciones sugieren que los humanos se parec�an a sus creadores.�Las
entidades creadoras, despu�s de un per�odo de tiempo, se volvieron
descontentos con su "experimento" y trataron de destruir a la
humanidad con un diluvio, y por otros medios.
�
Esto fue apenas
impedido por una facci�n dios disidente, o entidades con poderes
comparables a los de las entidades creadoras, o por la benevolencia
selectiva de un solo Dios, por la bondad de un hombre
�
�
�
El vehiculo volador en el libro de Ezequiel
En las
secciones anteriores de este ensayo las principales fuentes
describen la posible creaci�n de la humanidad, y su civilizaci�n (o
domesticaci�n) por entidades inteligentes no humanas.�En
esta secci�n se describe una fuente primaria de la posible presencia
de entidades inteligentes no-humanas.�
Pasajes
del libro de Ezequiel son a menudo citados como evidencia de
platillos volantes y presencia extraterrestre en la antig�edad.�El
tema ha sido estudiado con cierta profundidad por otros, en forma
impresa y en Internet.�Aqu�
vamos a presentar los pasajes relevantes para efectos de
documentaci�n, con pocos comentarios.�
Como se
mencion� anteriormente, el texto existente del Libro de Ezequiel
data de alrededor del a�o 400 AC. Por lo tanto describe un evento
que ocurri� m�s de ciento cincuenta a�os antes.�
�
Ezequiel fue un
personaje hist�rico, un l�der espiritual que atend�a a los jud�os de
partes de Mesopotamia durante la cautividad de Babilonia.�Este
ministerio, que se extendi� desde alrededor de 593 a 563 antes de
Cristo, es tambi�n el per�odo de treinta a�os durante el cual se
produjo el incidente descrito a continuaci�n.�Parece
probable que el propio Ezequiel escribi� gran parte del libro, a
pesar de su posterior edici�n.�
�
El
material de Ezequiel se ha interpretado como describiendo:�
-
un
vehiculo volador
-
su
tripulaci�n (org�nica, rob�tica, y / o mixta)
-
contacto de Ezequiel con ellos
-
su
secuestro por ellos y el transporte a otra localidad en Mesopotamia,
una experiencia que le dej� aturdido durante siete d�as
�
El
vehiculo volador (1.4)
Y mir�, y he
aqu� que un viento huracanado que ven�a del norte, una gran nube,
con brillo alrededor de ella, y destellando continuamente fuego, y
en medio del fuego, como si fuese bronce brillante.
�
La
Tripulaci�n (1.5-14)�
Y en medio de
ella vino la figura de cuatro seres vivientes.�Y
esta era su apariencia: ten�an forma de hombres, pero cada uno ten�a
cuatro caras y cada uno de ellos ten�a cuatro alas.
�
Sus piernas eran
rectas, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y
centelleaban a manera de bronce muy bru�ido.�Bajo
sus alas, a sus cuatro lados, ten�an manos humanas.�Y
los cuatro ten�an sus caras y sus alas por lo tanto: las alas se
juntaban entre s�, cada uno caminaba derecho hacia adelante, sin
volverse cuando andaban.�Y
el aspecto de sus caras era la cara de un hombre en el frente, los
cuatro ten�an cara de le�n al lado derecho, los cuatro ten�an cara
de toro al lado izquierdo, y los cuatro ten�an cara de un �guila en
la parte posterior.
�
Tales eran sus
rostros.�Y
sus alas se extend�an por encima; cada criatura ten�a dos alas, cada
una de ellas tocaba el ala de la otra, mientras que dos cubr�an sus
cuerpos.�Y
cada uno caminaba derecho hacia adelante, donde el esp�ritu se ir�a,
andaban, sin volverse cuando andaban.
�
En medio de los
seres vivientes hab�a algo que parec�an carbones encendidos en
llamas, como antorchas movi�ndose de aqu� para all� entre los seres
vivos y el fuego resplandec�a, y del fuego sal�an rel�mpagos.
�
Y los seres
vivientes se mov�an de aqu� para all�, como un rel�mpago.
�
�
Tripulaci�n y
Nave (s) (1.15-24)
Ahora, mientras
miraba a los seres vivientes, vi una rueda en la tierra junto a los
seres vivientes, una para cada uno de los cuatro.
�
En cuanto al
aspecto de las ruedas y su construcci�n: su aspecto era como el de
un brillante topacio y los cuatro ten�an la misma semejanza, siendo
su construcci�n como si fuera una rueda dentro de otra rueda.
�
Cuando andaban,
se mov�an en cualquiera de las cuatro direcciones, sin volverse
cuando andaban.
�
Las cuatro
ruedas ten�an llantas y ten�an radios, y sus bordes estaban llenos
de ojos alrededor.�Y
cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a
ellos, y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las
ruedas se levantaban.�Donde
el esp�ritu iba, iban las ruedas y se levantaban tras ellos; porque
el esp�ritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.
�
Cuando ellos
andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas,
y cuando ellos se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban
tras ellos; porque el esp�ritu de los seres vivientes estaba en las
ruedas.�
Sobre las
cabezas de los seres vivientes no se ve�a la figura de un
firmamento, brillando como un cristal, extendido por encima de sus
cabezas.�Y
debajo del firmamento sus alas se extend�an en l�nea recta, unos con
otros, y cada criatura ten�a dos alas que cubr�an sus cuerpos.
�
Y cuando
andaban, o� el sonido de sus alas, como el ruido de muchas aguas,
como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como el
ruido de una multitud, cuando se deten�an, bajaban sus alas.
�
Entidad
Controladora (1.25-28)
Y vino una voz
desde arriba del firmamento sobre sus cabezas, y cuando se deten�an,
bajaban sus alas.�
Y sobre
el firmamento sobre sus cabezas se ve�a la figura de un trono que
parec�a de zafiro, y sentado encima de la imagen de un trono hab�a
una semejanza de una forma humana.
�
Y arriba de lo
que ten�a el aspecto de sus lomos vi como bronce reluciente, como
una apariencia de fuego redonda alrededor, y debajo de lo que ten�a
el aspecto de sus lomos vi como una apariencia de fuego, y hab�a
resplandor alrededor�
Como el
aspecto del arco iris que est� en las nubes el d�a que llueve, as�
era la apariencia del resplandor alrededor.
Tal era
la visi�n de la semejanza de la gloria del Se�or.�Y
cuando lo vi, ca� sobre mi rostro, y o� la voz de uno hablando.
�
�
Secuestro y
desorientaci�n (3,12-15)
Entonces el
Esp�ritu me levant�, y la gloria del Se�or se levant� de su lugar,
o� detr�s de m� el sonido de un gran terremoto,� era el sonido de
las alas de los seres vivientes que se tocaban entre s�, y el sonido
de las ruedas delante de ellas, que sonaban como un gran terremoto.
�
El Esp�ritu me
levant� y me llev�, y me fui en amargura en el coraz�n, en
indignaci�n de mi esp�ritu, la mano del Se�or sujet�ndome fuerte, y
vine a los cautivos en Tel-abib, que moraban junto al r�o Quebar.
�
Y me qued�
abrumado entre ellos siete d�as.
�
Conclusiones
Si las fuentes examinadas en este ensayo se consideran "hist�ricas"
o mitol�gicas, la historia que cuentan es la misma:
�
la humanidad fue
creada por inteligentes entidades no-humanas.
El relato
mesopot�mico de la creaci�n se le dijo a una audiencia humana por un
anfibio paralante, una de las criaturas Oannes descritas en el
resumen anterior del historiador Eusebio.
�
Seg�n este
relato, la humanidad fue el producto de creaci�n deliberada.�Experimentos
anteriores hab�an fracasado, y sus productos - seres h�bridos y
compuestos - murieron y / o fueron destruidos.
�
Los dioses no
estaban satisfechos con los seres humanos resultantes tambi�n y
trataron de destruirlos, aunque una deidad disidente logr� impedir
la aniquilaci�n total.
�
Casos de
no-humanos cas�ndose con seres humanos aparecen en los mitos
mesopot�micos.�Creados
por los dioses para "hacer el trabajo", y luego casi exterminados
por "hacer demasiado ruido," la humanidad no fue bien vista por sus
fabricantes.
�
Sin embargo,
este mismo relato fue narrado por un ser muy cari�oso, uno de una
serie de anfibios que en alg�n momento surgi� del mar e instruy� a
los seres humanos por muchas generaciones.�
�
El relato
b�blico de la creaci�n en G�nesis tambi�n muestra a la humanidad
como resultado del experimento extraterrestre.�Estos
extraterrestres no estaban especialmente impresionados con sus
creaciones, y no quer�an que aprendieran demasiado, se volvieran
demasiado conscientes, o vivieran por mucho tiempo.�Un
dios disidente trat� de intervenir, en este caso, para educar a los
seres humanos.�Yahweh
destruy� finalmente su creaci�n, sin escatimar una sola familia.
�
La Biblia, al
igual que las fuentes mesopot�micas, tambi�n describe casos de
matrimonios mixtos de no-humanos con humanos.�
Anteriormente citamos una conclusi�n hecha por el Dr.�Thomas
Bullard�,
que,
"Antes de 1800
las anomal�as no hac�an caso con las visitas extraterrestres a largo
plazo, ni tampoco necesariamente la refutan."��(27)
En el caso del
primer per�odo que es objeto del presente ensayo, la situaci�n es
algo diferente.
�
Aqu�, todas las
fuentes escritas m�s tempranas pertinentes atribuyen la creaci�n y
el desarrollo de la humanidad inteligentes a entidades no-humanas
con inmensos poderes.�Estas
entidades se describen como preexistentes y los creadores del
planeta mismo, con todas sus formas de vida.
�
En alg�n momento
despu�s de la creaci�n, otros no-humanos inteligentes - anfibios - son descritos como educando a la humanidad.�Los
diversos creadores y/o educadores no llegaron en naves espaciales y
no partieron, tampoco.
�
La implicaci�n
es que estaban presentes antes de la creaci�n de la Tierra, y a�n
estaban presentes cuando fueron compuestas las fuentes.
�
�
Notas al pie
1.�I.S.
Shklovski y Carl Sagan,�Vida
inteligente en el Universo�(Boca
Raton, Florida, 1998), pp 453-454.�Un
precursor importante para los autores mencionados en este ensayo
fue Charles Fort (1874-1932).�
Las Obras completas�de
Fort est�n disponibles en l�nea en sacred-texts.com y bien vale
la pena investigar:�Obras
completas de Charles Fort�.�Obras
de Fort se pueden descargar en pdf aqu�:�Book
of the Damned�(1919),
New Lands�(1923),�Lo!�(1931);�Talentos
salvajes�(1933).
�
2.�Dos
extractos que se ocupan de la remota antig�edad cl�sica del
importante libro de Vall�e y Aubeck�Maravillas
en el cielo: inexplicables objetos a�reos desde la antig�edad
hasta los tiempos modernos�(Nueva
York, 2010) se pueden descargar aqu�.�Este
material no es de dominio p�blico y se presenta �nicamente con
fines educativos / de investigaci�n sin �nimo de lucro.�Ambos
extractos tratan s�lo con los primeros per�odos.�La
primera es una selecci�n de lo que consideramos las m�s
convincentes�mitos�
recolectados
por
Vall�e y Aubeck que sugieren el contacto extraterrestre.�El
segundo extracto es una selecci�n de los m�s convincentes�acontecimientos
hist�ricos�de
su extensa secci�n�Chronicle.
�
3.�Thomas
E. Bullard, "fen�menos a�reos an�malos antes de 1800" en Jerome
Clark�UFO
Enciclopedia�(1992),
p.�55-62.�El
art�culo completo se puede descargar aqu�:�fen�menos
a�reos an�malos antes de 1800�.
�
4.�Ibid.�,
pp 52-53.�Otro
excelente estudio temprano de fen�menos a�reos� y posibles
ovnis, ver los escritos del fallecido Richard Stothers, un
cient�fico influyente en el Centro Goddard de la NASA.�Su
art�culo "Objetos Voladores No Identificados en la antig�edad
cl�sica," de�Revista
Cl�sica�,
vol.�103.1,
2007 pp 79-92, con importante bibliograf�a se pueden descargar
aqu�:�objetos
voladores no identificados en la Antig�edad Cl�sica�.
�
Excelentes
bibliograf�as adicionales est�n disponibles en el sitio web de�Archivos
para la Investigaci�n OVNI�en
Suecia.�Su
material sobre la antig�edad est� aqu�:�Culturas
antiguas, arqueolog�a y mitos antiguos.
Material adicional fiable y estimulante est� disponible en
Dimitris Hatzopoulos� sitio web Best Recursos UFO.�V�ase
especialmente sus p�ginas de�Resumen�y�Literatura.�Hay
un interesante art�culo en Wikipedia sobre�Antiguos
Astronautas�,
que incluye todo el material que excluimos de este ensayo.
�
5.�Bullard,�op.�cit.�,
p.�50.
�
6.�Bullard,�ibid.�,
pp 50-51.
�
7.�Bullard,�ibid.�,
p.�67.
�
8.�J.
Allen Hynek,�La
Experiencia OVNI: Una Investigaci�n Cient�fica�(Londres,
1972, reimpreso muchas veces), Parte II, cap�tulos 8-10.�El
estudio de Hynek se puede descargar aqu�:�La
Experiencia OVNI: una investigaci�n cient�fica�.�Tama�o:
14.3 MB.
�
9.�Cr�nica
de Eusebio, traducido del armenio cl�sico de Robert Bedrosian
(2008) est� disponible en otra p�gina de este sitio web y se
puede descargar all�:�Eusebio�Chronicle�.
�
10.�Chronicle�de
Eusebio,�op.�cit.�,
pp 3-4.
�
11.�Ibid.�,
p.�10.
�
12.�IS
Shklovski y Carl Sagan,�op.�cit.,�pp�455-456.
�
13.�Ibid.,�p.�459.�
El comentario de Sagan que "Cada uno sabe de la misi�n y los
logros de sus predecesores" se basa en un fragmento del original
griego de Eusebio, conservado en un abajo posterior de George el
Syncellus (muerto despu�s de 813).�Ese
fragmento a�ade "Todas estas [criaturas Oannes], dice Apolodoro,
relacionados sobre todo y circunstancialmente a lo que Oannes
les hab�a informado: de estos Abydenus no hizo menci�n," I.P.
Cory,�Fragmentos...�(1832
edici�n), p.�31.�Una
traducci�n al Ingl�s de los fragmentos est� disponible en l�nea
en sacred-texts.com�de
los Fragmentos de Cory�.�
La
cita mencionada anteriormente est��aqu��.�Una
versi�n ampliada (�
los Antiguos Fragmentos de Cory de los
fenicios, cartagineses, babilonios, egipcios y otros autores�)
apareci� en Londres de 1876, por el Sr. E. Richmond Hodges.�Una
descarga pdf de esta edici�n est� disponible�aqu�.�La
cita es en la p�gina 52 de esta edici�n.
�
14.�El
detalle de que las criaturas Oannes no com�an, mientras estaban
en tierra es interesante y sugiere la posibilidad de que fueran
m�quinas inteligentes, suponiendo que no comen en el agua
tampoco.�En
otras palabras, aunque la fuente los describe como siendo parte
humanos y parte pez, que pudieran no haber sido ni lo uno ni lo
otro.
�
15.�Entrada�Dagon�de
la�Enciclopedia
Jud�a�(1906).�La
entrada est� disponible en formato pdf�aqu��.
�
16.�Entrada
"C�crope" de William Smith�Diccionario
de la biograf�a y de la mitolog�a griega y romana�(Londres,
1850, reimpreso varias veces), volumen 1, p�ginas 657-658.�Una
descarga de este art�culo est� disponible en formato pdf�aqu�.�Varios
de los Diccionarios enciclop�dicos de Smith�est�n
disponibles en otra p�gina de este sitio web, junto con otros
materiales de referencia �tiles para la mitolog�a, como la�mitolog�a
de todas las razas�series,
y la�Enciclopedia
de Religi�n y �tica�.�Vea
nuestra p�gina�Folklore,
Mitolog�a y Creencias heterodoxas.
�
17.�Para
Persia / Ir�n, los guardianes son peces, no mitad pez, mitad
humano.�Diez
peces�kar�
que no comen y se alimentan espiritualmente, protegen la
creaci�n temprana.�Para
una discusi�n v�ase el art�culo de S.N. Kanga en el�
Volumen Monumento� de Spiegel�(Bombay,
1908), pp 1-11.�El
art�culo puede ser descargado desde aqu�:�El
�rbol Homa y los Diez Kar-peces del Bundahishn y los �rboles del
Conocimiento y de la Vida y la serpiente de la Biblia: una
comparaci�n�.�Para
la India,�Brahma�y�Vishnu
/ Matsya�(de
Wikipedia), para China:�Fuxi�(de
Wikipedia).
�
118.��Cr�nica�de
Eusebio,�op.�cit.�,
p.�5.
�
19.�Stephanie
Dalley,�Mitos
de Mesopotamia, Creaci�n, el Diluvio, Gilgamesh, y otros
(Oxford, 1989), libro en r�stica de 1991 (la edici�n citada en
este ensayo),�Introducci�n�,
pp xv-xix y�passim�.�Este
es una excelente y accesible traducci�n de algunos importantes
mitos de Oriente Medio con notas eruditas y bibliograf�a por S.
Dalley, un conocido arque�logo y cuneiformista.�Dalley
explica c�mo los aspectos de la cultura sumeria, incluyendo
mitolog�a, fueron adoptados por otros pueblos posteriores, como
los hititas, babilonios y asirios.
�
Los�mitos
acerca de la Creaci�n�y
el Diluvio son generalmente los mismos, con los nombres de lugar
locales, monta�as, r�os, etc. sustituidos en las diferentes
versiones, aunque hay variaciones importantes.�Todos
los mitos en el libro de Dalley fueron traducidos de la lengua
acadia.�Para
nuestros prop�sitos, las variaciones en las diferentes versiones
no son cruciales, ya que todas las versiones contienen la misma
informaci�n sobre los puntos espec�ficos que planteamos aqu�.�Para
un an�lisis de las diferencias en los mitos de la creaci�n y el
diluvio en Mesopotamia, la Biblia y el mundo griego de Dalley,
ver�op.�cit.,�pp�4-8.
�
20.�Ibid.�,
pp 18-28, 286, 288, 298.
�
21.�Ibid.�,
pp 22, 27, 29-30, 110-112.
�
22.�Gilgamesh
se describe como 2/3 divino y un tercio mortal, hijo de un rey
mortal, Lugulbanda, y una madre divina, Ninsun,�ibid.�pp�40-41,
51, 96, 99, 107.�Su
compa�ero, Enkidu, se cre� a partir de un trozo de arcilla, pp
52-53.�Otras
dos figuras que eran originalmente mortales, Utnapishtim /
Atrahasis y su esposa, les fue�concedida�la
inmortalidad por los dioses como recompensa, pp 116.
�
23.�Ibid.�,
pp 96-97.
�
24.�Ibid.�,
pp 4, 14, 228, 261.
�
25.�Los
dioses son mencionados como habitantes viajando de ida y vuelta
en cuatro zonas: cielo, tierra, el inframundo, y un profundo
acuoso llamado el Apsu.�Ea,
la deidad principal y el m�s sabio, reside en el Apsu (�ibid.�,
pp 210, 223).�Entidades
de tipo Oannes aparecen como los Siete Sabios o siete artesanos
que se cree que fue responsable de la construcci�n masiva o
cicl�peo (�ibid.�,
pp 50, 120, 182).�En
alg�n momento la principal deidad fue disgustado con estos
maestros y los desterr� a la Apzu (�ibid.�,
p. 291).
�
Los siete
sabios son a veces referidos como "carpa santa" (�ibid.�,
p. 292).�El
Dr. Dalley en el�Glosario�de
entrada para los Siete Sabios escribe:
�
"De acuerdo
a las tradiciones cuneiformes, conocidas s�lo por referencias
indirectas y de Beroso, Ea envi� siete sabios divinos,�Apkallu,
en forma de��peces
puradu (�carpas?) del Apsu para ense�ar las artes
(sumeria�me�)
de la civilizaci�n a la humanidad antes del� diluvio estaban:
Adapa (U-an, llamado Oannes por Beroso), U-an-Duga, Es-me-Duga,
En-me-Galama, En-me-buluga, An-Enlilda y Utu-Abzu. Cada uno
tambi�n es conocido por otros nombres o ep�tetos, y se iguala
con un rey antediluviano, de ah� su nombre colectivo
'consejeros',�muntalku.
En esta capacidad se les atribuye la construcci�n de ciudades
amuralladas.
�
Responsables
de las habilidades t�cnicas, tambi�n eran conocidos como
'artesanos',�ummianu,
una palabra que los juegos de palabras con el nombre de Adapa U-an.�Ellos
fueron expulsados de vuelta al Apsu siempre despu�s de enojar
a Ea.�Despu�s
de la inundaci�n, algunos grandes hombres de letras y exorcistas
se otorgan sage-estado, aunque s�lo como mortales. Deidades
distintos Ea - Ishtar, Nabu y Marduk - afirmaron controlar a los
sabios.�En
la iconograf�a de los sabios se muestran ya sea como
hombres-pez, o con atributos e p�jaro adecuados a las criaturas
del inframundo.
"�ibid.,�pp
327-328.
En los mitos
mesopot�micos, los dioses parecen comportarse con las decisiones
de la asamblea.�V�ase,
por ejemplo, la indignaci�n de los dioses Ellil para ordenar
unilateralmente el diluvio sin consulta (�ibid.,
p. 115).
�
�Las
armas de los dioses se componen de los desastres naturales tales
como inundaciones, sequ�as y enfermedades (�ibid.�,
pp 18-20).�Pero
los dioses tambi�n tienen rayas y radiancias que sirven como
armas y, si pierde, puede entorpecer el dios que los pierde.�Las
"Tablas del Destino" tambi�n pueden servir como un escudo de la
clase, ya que cuando se mantiene contra el pecho, que se
desviar�n armas arrojaron en el que las mantiene (�ibid.�,
pp 215, 225, 237, 251, 293).�Otra
arma es la capacidad de cambiar la mentalidad de la gente (�ibid.�,
298-299).
�
�Una
serie de criaturas compuestas inteligentes aparecen en los mitos
mesopot�micos.�Estos
incluyen hombres-escorpi�n (�ibid.,
pp 96, 212, 224), hombres-pez, corridas de hombres (�ibid.�,
237) que cambia de forma�gallu�-demonios
(212, 224), y otros (ver los dibujos de . p 316).�El
dios Marduk, aunque no compuesto, se describe como teniendo
cuatro ojos, o�dos, cuatro y cinco rayos temibles (�ibid.�,
p. 236).
�
26.�El�Nephilim
mitad humano mitad divino�se
indica que se presenta despu�s de la inundaci�n, as� (N�meros
13,33).�Yahweh
tambi�n intenta entorpecer la humanidad de nuevo�despu�s�del
diluvio.�En
G�nesis 11,1-9, los humanos estaban construyendo una ciudad "y
una torre cuya c�spide llegue al cielo."
�
"Y el Se�or
descendi� para ver la ciudad y la torre que hab�an construido
los hijos de los hombres Y el Se�or dijo: He aqu�, son un solo
pueblo, y todos �stos tienen un solo lenguaje;. Y esto es s�lo
el comienzo de lo que van a hacer,.. y nada de lo que se
proponen hacer ahora ser� imposible que vengan, pues,
descendamos, y confundamos all� su lengua, para que ninguno
entienda el habla de su mutua '"La Biblia que usamos es�el
Oxford Anotado Biblia�,
versi�n Reina-Valera (Nueva York, 1962).
�
27.�Bullard,�op.�cit.�,
p.�67.���
�
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