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por�Richard Ebbs del sitio Web�RichardEbbs
traducci�n de
Adela Kaufmann �
Introducci�n � En mi experiencia, y la experiencia de las personas que conozco, esos sue�os tienden a ser especialmente intensos, como si la "acci�n" de volar en el sue�o tiene un significado especial. � A pesar del enfoque freudiano que etiqueta los sue�os como que volar siempre simboliza el sexo [!], ahora parece bastante claro que este tipo de sue�os pueden significar un mont�n de cosas diferentes para muchas personas diferentes. � �
� � Por alguna raz�n, es justo decir que la idea de que los seres humanos puedan volar es algo que ha fascinado a la gente desde tiempos inmemoriales.� � En consecuencia, las im�genes de seres humanos con las alas se pueden encontrar en todo el mundo en cada cultura importante. �
Este ensayo explora las conexiones entre el motivo humano alado y
"�ngeles" en el arte y el pensamiento religioso de forma exclusiva
en las culturas "occidentales" (es decir,
cristiano/isl�mico/judaico), con un breve vistazo a una serie de
"hilos" del pensamiento de�la
antigua Sumeria�y
m�s all�, hasta nuestros d�as.� � � Sumeria � �
� � La sociedad sumeria es la sociedad m�s antigua que nos ha dejado una clara evidencia de la utilizaci�n de un motivo humano alado.�Esta evidencia es en forma de esculturas de piedra, ya sea en forma de estatuas de tres D o relieves que proporcionan la ilusi�n de tridimensionalidad. � La Cultura Sumeria�floreci� alrededor de 3000 A.C., entre los r�os Tigris y �ufrates, en la actual�Irak�(ver abajo mapa que muestra la extensi�n geogr�fica de la cultura sumeria). � �
� � La religi�n de esta gente era compleja, abarcando una amplia variedad de esp�ritus y dioses, pero de particular inter�s fue su creencia en "mensajeros de los dioses, fuerzas ang�licas que dirig�an recados entre los dioses y los humanos.
� Altares que parecen estar dedicados a los �ngeles guardianes� han sido encontrados en excavaciones de antiguas casas sumerias, junto con grabados de piedra y pinturas murales del templo de figuras humanas con alas.� � Despu�s de que las tribus sem�ticas polite�stas hab�an conquistado a los sumerios alrededor de 1900 A.C. su cosmolog�a m�tica tom� prestada la idea de los �ngeles de los sumerios vencidos. � Estos pueblos semitas desarrollaron la idea de un cuerpo de �ngeles dividido en grupos responsables ante cada uno de los muchos dioses sem�ticos, subdividiendo a�n m�s estos grupos en jerarqu�as verticales 'clasificadas', una noci�n que se prolong� hasta el zoroastrismo y el juda�smo monote�sta y m�s all�, como veremos . � Las ideas sumerias probablemente preparan el escenario para el desarrollo de la teolog�a egipcia tambi�n, aunque es dif�cil tener claro el detalle de tales influencias transculturales. �
La dominaci�n sumeria de Oriente Medio lleg� a su fin en torno a 2,000 A.C., cuando�Sumer�fue derrotado militarmente y las�culturas asirias y babil�nicas superpuestas se hicieron cargo.� �
Figuras aladas tambi�n pueden ser encontradas entre los
iconos de la antigua Asiria y Babilonia.� � Tenemos la suerte de haber tenido los extremadamente duraderos artefactos de piedra de esta �poca que nos han legado, pero (al igual que con las "edades oscuras" mucho, mucho m�s tarde en Europa) s�lo porque una cultura anterior no se comprometi� a la palabra escrita, a im�genes o tallas que durar�an miles de a�os, esto no quiere decir que no exist�a una cultura.� � Casi con toda seguridad, el motivo de una figura humana alada se remonta mucho m�s all� de�Sumeria, incluso, de hecho, el motivo es casi seguro que se remonta a las brumas cham�nicas del tiempo. �
Evidencia reciente sugiere que este es el caso...��
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� � Las formas de algunos de los dioses egipcios m�s perdurables se remontan a las primeras dinast�as, es decir, alrededor de 2,500 A.C. � En muchos casos, estos dioses tomaron la forma de un animal, que fue considerado como el alma�(Ba) del dios�Horus, dios del cielo, por ejemplo, fue representado como un halc�n, mientras que�Thoth, dios de la luna y patrono de la escritura, el aprendizaje y las ciencias, se suele representar como un hombre con la cabeza de un ibis. � Isis�y�Maat�son a menudo representados con alas, como podemos ver en las dos im�genes de arriba y de abajo. � �
� � El�Libro Egipcio de los Muertos�enumera 500 dioses y diosas, y es posible identificar al menos 1,200 deidades m�s en posteriores antiguos escritos egipcios.� � Algunas de estas deidades estaban, sin duda m�s cerca de nuestro concepto de un �ngel que de un dios, sin embargo: por ejemplo, hubo en un tiempo un culto dedicado a invocar la ayuda de�los Hunmanit, que eran un grupo de entidades relacionadas con el sol, retratados como rayos del sol, y no como la representaci�n cristiana del coro de �ngeles de los serafines. � Los Hunmanit�ten�an la responsabilidad de velar por el sol, de modo que al ver el sol, tambi�n estaban, al mismo tiempo, cumpliendo indirectamente la responsabilidad de cuidar de la humanidad.� � En la medida en que eran guardianes y �ngeles, no parece descabellado caracterizarlos como versiones anteriores del �ngel de la guarda. � Al igual que con los sumerios, la iconograf�a egipcia incluye "humanos alados" de una u otra clase tambi�n: por ejemplo Isis, la reina de todas las diosas egipcias, es a menudo representada como una mujer con alas.� � El florecimiento de la cultura sumeria fue�contempor�neo con las primeras dinast�as de la gran cultura del antiguo Egipto, alrededor de 2,500 A.C., y los arque�logos se inclinan a la opini�n de que era un tr�fico, no s�lo de los artefactos, sino tambi�n de ideas e iconograf�a entre�Sumeria�y�Egipto�antes del tiempo en que la influencia sumeria declinase (alrededor de 2000 A.C.). � Sin embargo los arque�logos, aparentemente, no est�n en condiciones de decir con claridad si el motivo humano alado fue importado a Egipto desde Sumeria, o viceversa, o si surgi� espont�neamente y por separado en cada una de las dos culturas.� � � � �
La migraci�n indoeuropea � Este movimiento todav�a est� envuelto en un grado de misterio, pero parece que hubo probablemente un n�mero de 'olas' migratorias en direcci�n este hasta e incluyendo el primer milenio antes de Cristo, alcanzando un pico alrededor de 2,000 A.C. � Entre otras, cosas esta migraci�n ayuda a explicar las similitudes entre los antiguos idiomas s�nscrito y griego.�El moderno Tayiko es un pariente ling��stico.�Pero, �c�mo se relaciona esto con el tema que nos ocupa? � Bueno, cuando nos fijamos en el alcance de estas migraciones indoeuropeas, a trav�s de miles de kil�metros de paisaje de Asia en las brumas del tiempo, nos ayuda a subrayar el hecho de que tiene que haber habido una difusi�n de objetos e ideas entre Asia Central y Europa, que fue bastante generalizado, incluso en tiempos muy antiguos.� � Un vistazo a un mapa del imperio P�rsico (despu�s) tambi�n contribuye a subrayar la medida en que los artefactos y la cultura pod�an viajar de la India por un lado, y a Grecia por el otro (y viceversa). � Y as� como nos encontramos con el�dios Mitra�(por ejemplo) apareciendo en Grecia y Asia central (v�ase la secci�n siguiente), por lo que nos encontramos con su hom�logo, Mitra en el Rig-Veda, el m�s antiguo de todos los 'textos' hind�es (que posiblemente se remonta, en forma hablada, a 3,000 A.C.).�
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� � Mitra�era un dios portador- de luz, cuyo culto floreci� entre los a�os 1,500 A.C. y la �poca de�Cristo, en tierras tan distantes como la India y Gran Breta�a, con una base en lo que entonces era conocido como Persia (v�ase m�s abajo el mapa del imperio persa alrededor 500 A.C.). � Aunque en su propio culto,�Mitra�no se ajusta plenamente a la imagen del "�ngel" que nos interesa particularmente aqu�, sin embargo, el mitra�smo era la religi�n predominante en Persia cuando Zoroastro (secci�n abajo) estaba vivo, y en el zoroastrismo�Mitra era considerado ser un �ngel�que medi� entre el cielo y la tierra, despu�s se convirti� en juez y preservador del mundo creado. � �
� � En la cosmolog�a v�dica tambi�n (donde en el Rig Veda, Mitra es mencionado m�s de 200 veces),�Mitra�parece a menudo ser m�s �ngel que Dios.� � Las im�genes del �culto-a-Mitra� de Mitra que vemos aqu� son t�picas variaciones similares de la misma escena, donde�Mitra combate el toro sagrado, con su capa ondeando detr�s de �l de una manera que parece pretende sugerir alas. �
Una y otra vez nos encontramos a Mitra representado de esta manera.� � Para obtener m�s informaci�n sobre Mithras ver�A Skeptic's Guide to Church History - Mithras�y�The Cult of Mithras. � �
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Zoroastro era un miembro de la vida real de este grupo �tnico,
viviendo en Persia (en los alrededores de la actual Ir�n,
Turkmenist�n y Uzbekist�n) alrededor del a�o 650 antes de Cristo,
cuando, como resultado de lo que �l dec�a estaban�las
comunicaciones angelicales, �l difundi� un mensaje religioso
monote�sta que posteriormente se convirti� en la religi�n del
imperio persa (antes de que estas creencias fueran reemplazados por
el Islam) y que tambi�n influyeron tanto en el pensamiento musulm�n
como judaico (y luego el cristianismo a trav�s del juda�smo).� El Zoroastrismo identifica seis arc�ngeles principales:
Algunos de estos��ngeles/arc�ngeles�eran considerados masculinos, algunos fueron considerados como femeninos, y cada uno estaba asociado con alg�n atributo o cualidad en particular. � En un nivel inferior al tercer grado de los �ngeles en la cosmolog�a de Zoroastro estaban�los �ngeles de la guarda, cada uno asignado como gu�a, conciencia, protector y compa�ero durante toda la vida de un solo ser humano.� � �
� � Todas las diversas jerarqu�as de �ngeles fueron consideradas como dones divinos, todos ellos aspectos o manifestaciones de un "Se�or de la Luz '.� � Los zoroastrianos tambi�n cre�an que correspondiente al Se�or de la Luz tambi�n hab�a un se�or de la oscuridad, con los demonios complementarios y los malos esp�ritus, y se consideraba que en la batalla entre la luz y la oscuridad, las fuerzas de la luz eventualmente ganar�an. � Para demostrar los extremos a los que hay que ir en un intento de armar cualquier tipo de historia "completa" de los �ngeles, solo hay que mirar a algunos de los t�rminos: por ejemplo, los demonios del zoroastrismo, que se conocen como�daevas, existen en oposici�n a las fuerzas �ang�licas� que se conocen como�ahuras.� � En el hinduismo antiguo de los Vedas, sin embargo, nos encontramos con demonios conocidos como�asuras, que existe en oposici�n a las fuerzas 'divinas' conocidos como�devas.�
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La palabra diablo se deriva tanto de la palabra�daeva�(que
se puede rastrear en toda la India, ver abajo) y la palabra griega�daibolos,
que significa "calumniador" o "acusador", que es claramente un
intento de encarnar�el concepto jud�o de Satan�s.�
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Juda�smo� � Al parecer, sus puntos de vista fueron informados en primer lugar por las creencias animistas de car�cter general comunes a culturas muy dispares en todo el mundo (donde se le atribu�a inteligencia a objetos inanimados y fen�menos naturales), pero en segundo lugar, fueron informados por el zoroastrismo (ver arriba).�Incluidas entre las legiones de esp�ritus estaban los esp�ritus del viento y del fuego, y �stos se consideraban ser especialmente significativos. � Estos "esp�ritus" parecen haber sido la base para lo que m�s tarde lleg� a ser conocido como los querubines y los serafines (asociados con el viento y el fuego, respectivamente: - nota: �sab�a usted que en un principio sse cre�a que �los serafines� ten�an seis alas [tres pares] y no s�lo dos ... (?)
� Por otra parte, la influencia de�Zoroastrainismo�continu� durante todo el milenio antes de�Cristo, con m�s y m�s��ngeles�(que eran cada vez m�s �los mensajeros de Dios�) encontrando su camino en los escritos jud�os. � Esto es lo que una cierta enciclopedia tiene que decir sobre estos �ngeles particulares (en una secci�n sobre el juda�smo):
El l�der de las fuerzas hebreas del�mal�(aka�Shedim) fue indistintamente�llamado,
...y m�s.�Dos arc�ngeles son mencionados en el Antiguo Testamento can�nico:�
Dos son mencionados en los ap�crifos del Antiguo Testamento:�Rafael, el sanador o ayudante de Dios� (en el libro de Tob�as), y�Uriel�(Fuego de Dios), el vigilante del mundo y de la parte m�s baja del infierno (QV el libro de Esdras). � El desarrollo de la idea de�Satan�s�como un�archidemonio�en el juda�smo y el cristianismo era muy probable que haya sido debido a la influencia del zoroastrismo (v�ase m�s arriba):
Que la influencia del zoroastrismo deber�a haber sido en gran parte responsable de Satan�s en el juda�smo, en particular, y los �ngeles en el juda�smo en general, es subrayado por el hecho de que no fue sino hasta los tiempos de post-exilio (es decir, despu�s de que los jud�os regresaron de su cautiverio en Babilonia alrededor del 450 A.C.) que los �ngeles se convirtieron en una parte integral de la religi�n monote�sta jud�a (en oposici�n al polite�smo mencionado anteriormente).� � Otros demonios adem�s de Satan�s que se mencionan en el Antiguo Testamento judaico (es decir, el Pentateuco, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento cristiano tambi�n conocidos como la Tor�) incluyen,
Insto a los aficionados de los �ngeles de revisar en el Antiguo Testamento, el�Libro de Enoc�(probablemente compilado por etapas en alg�n lugar entre 165 A.C. y el comienzo de la era cristiana), donde se cuenta con cierto detalle la historia de la ca�da del grupo de �ngeles conocidos como los Guardianes.� � �
� Un n�mero de sus dioses pod�a volar, como�Hermes�[el romano�Mercurio] que ten�a alas en los pies y fue considerado como el mensajero de los dioses. � La palabra en ingl�s,�hermen�utica�se deriva del nombre de este dios griego, que en su significado tradicional de "interpretar textos sagrados�, sin duda, incluye sombras de �dar sentido a las palabras de los dioses�, por lo que conserva la idea de facilitar un di�logo entre arriba y abajo.� � �
� � En la mitolog�a griega la idea del vuelo humano, que surge un n�mero de veces (por ejemplo, con el mito de��caro, quien no s�lo aprendi� a volar, sino cuya ambici�n le llev� demasiado cerca del sol, cuando vol�...). � El pensamiento griego era muy inventivo en casi todos los niveles, pero no hay duda de que Grecia tambi�n ten�a una inmensa deuda con las culturas de Babilonia y Egipto (en particular) que la precedieron.
� En el arte griego, el dios solar�Helios�a menudo era representado con un halo, es decir, un c�rculo radiante o un disco rodeando la cabeza en un intento de representar el car�cter espiritual a trav�s del simbolismo de la luz.� � En la �poca romana, los emperadores que se auto-aplaud�an a veces eran tambi�n representados con halos.�(Debido a su origen "pagano", sin embargo, esta convenci�n se evit� en el arte cristiano temprano).�A lo largo de la Edad Media, sin embargo (momento en el cual, presumiblemente, los or�genes del motivo se hab�an olvidado) los��ngeles�era representados frecuentemente con c�rculos de luz dorada rodeando la cabeza. � Curiosamente el halo es tambi�n encontrado en el arte budista de la India, que aparece desde el siglo tercero D.C. en adelante, cuando se cree que el motivo fue llevado al Este por los invasores griegos.�� �
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� Sin embargo, en ciertos aspectos, los pensadores cristianos han desarrollado sus propias ideas acerca de los �ngeles. � Por ejemplo, en 1.259 A.D. Tom�s de Aquino dio una serie de conferencias sobre los �ngeles en la Universidad de Par�s, y �las opiniones que se expusieron entonces continuaron siendo mencionadas en el pensamiento cristiano durante varios siglos. � �
� � Un n�mero de �ngeles son mencionados en los primeros libros del Antiguo Testamento (es decir, los libros de la Tor� jud�a), pero los �ngeles, por supuesto, tambi�n son mencionados en el Nuevo Testamento cristiano, as�, por ejemplo, en el�Apocalipsis de Juan, donde las divinas verdades tienen fama de haber sido reveladas a�Juan de Patmos�por un �ngel, o cuando el��ngel Gabriel le�informa a Mar�a de su pr�ximo embarazo. � Otro ejemplo es cuando el mesianismo de Jes�s�es conocido por haber sido proclamado por los �ngeles en su nacimiento. � Clemente de Alejandr�a, uno de los primeros�padres de la iglesia de la cristiandad, parece haber sido influenciado por la cosmolog�a helen�stica cuando afirm� que los �ngeles funcionaban como los que mov�an las estrellas y controlaban los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua.�(Una noci�n tomada m�s tarde por los alquimistas de la Edad Media).� � En el cristianismo, los �ngeles "ca�dos" que tradicionalmente se han denominado como "demonios", y en la Edad Media europea y el per�odo de la Reforma, se desarrollaron diversas jerarqu�as de demonios, como aquellos asociados con siete pecados capitales:
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� � En el Nuevo Testamento encontramos �ngeles agrupados en siete filas:
Y adem�s de estos tambi�n se a�adieron los querubines�y�serafines�(v�ase m�s arriba) del Antiguo Testamento, que, con los otros siete rangos, compuestos por los�nueve coros de �ngeles�mencionados en la posterior teolog�a m�stica cristiana. � La cosmolog�a cristiana tambi�n tuvo en cuenta la noci�n de un personal, o guarda, �ngel, una idea, como hemos visto, que podr�a haber sido importada de cualquier n�mero de fuentes posibles (del zoroastrismo al juda�smo a la antigua Grecia o Egipto).� � El concepto de un �ngel de la guarda es el que ha demostrado ser notablemente 'durable': no es raro hoy en d�a para un cat�lico decir una oraci�n a su "santo �ngel de la guarda": una pr�ctica que la jerarqu�a eclesi�stica no ha desanimado. � �
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Islam� � Por otra parte, no hay iconograf�a isl�mica que incluya �ngeles, ya que crear im�genes de �ngel reproducibles� habr�an sido considerado�blasfemo. � El islam tiene su propia cosmolog�a impl�cita, sin embargo, y mucho de esto ha sido tomado prestado, ya sea de la cosmolog�a de �el juda�smo de los profetas� (es decir, tomado de las creencias de los pueblos semitas del Medio Oriente despu�s de 450 A.C.), o ha sido tomado prestado del zoroastrismo, un sistema de creencias que es anterior al Islam y que el Islam reemplaz� en muchos lugares.
� El�arc�ngel Gabriel�es supuestamente responsable de comunicar a Mahoma toda la base de lo que posteriormente se convirti� en la religi�n musulmana.�La jerarqu�a isl�mica de los demonios est� encabezada por�Iblis�(el diablo), que tambi�n se llama�Sat�n�(Sat�n).� �ngeles menores benignos, demonios mal�volos y 'genios' (o �djinn�) tambi�n son frecuentemente mencionados en el Cor�n.� � Por ejemplo una de las cinco creencias cardinales de los musulmanes es la idea del D�a del Juicio, donde los individuos son cuestionados acerca de su fe por los dos �ngeles�Munkar�y�Nakir�despu�s de la muerte. � Otros ejemplos bien conocidos son,
[P.S. si hay etim�logos por ah� que puedan demostrar una conexi�n entre la palabra �rabe 'jinn' y la palabra griega �genio� me encantar�a saber de ellos ...]. � Mientras que la ausencia de la iconograf�a concreta en el Islam hace que sea m�s dif�cil realizar un seguimiento de la importaci�n de las im�genes de las religiones anteriores, podemos encontrar, sin embargo, los ecos en toda la literatura isl�mica: un buen ejemplo siendo tal vez la�Conferencia de las Aves�por�Attar-e Neyshaburi, quien fue un famoso poeta m�stico musulm�n y pensador del siglo 12, que es una met�fora extendida para el viaje del alma hacia la divinidad, cada ave en la historia representando el alma de un individuo. �
Esto hace eco a creencias muy antiguas de Asia Central que se
remontan directamente al chamanismo de la era neol�tica.�
� � �������������� � � Incluso hoy en d�a, despu�s de todos los trastornos pol�ticos y culturales de los �ltimos dos siglos, los bolsillos de la creencia y la pr�ctica cham�nica han sobrevivido a trav�s de Asia, desde el T�bet, en el este, a Laponia en el oeste, a Siberia en el norte.� � En Asia Central, el chamanismo parece haber desaparecido en la mayor�a de lugares durante al menos un milenio.�(Una excepci�n, donde el chamanismo sobrevive el proceso de islamizaci�n, es Kazakstan, una zona un tanto al margen del mundo isl�mico, tanto cultural como geogr�ficamente).
� Hay un grado de conjeturas aqu�, por supuesto, una situaci�n agravada por el hecho de que la arqueolog�a de Asia Central en realidad s�lo ha ganado una audiencia global en los �ltimos 30 a�os, con muchos nuevos hallazgos de las excavaciones en las �fortalezas� de Asia Central�(Kazajst�n, Uzbekist�n, Turkmenist�n, etc.) que s�lo recientemente ha salido a la luz, junto con un nuevo trabajo en lugares como Anatolia y el Kurdist�n m�s al oeste. � Todo este trabajo est� ayudando a los arque�logos a empujar hacia atr�s con una mirada clara hacia el pasado, sobre todo en un pasado neol�tico pre-sumerio. � Un peque�o aspecto de estas antiguas culturas que ha salido a la luz, que es relevante aqu�, sin embargo, es un inter�s com�n evidente en las aves como un aspecto importante de los sistemas de creencias de estos pueblos.� � �
� � La imagen de arriba muestra una impresi�n de una sala llamada el 'santuario del buitre' en la ciudad de��atal H�y�k, un sitio fascinante que sigue siendo excavado en Anatolia, Turqu�a�(v�ase tambi�n�de William J. Gilmore-Lehne, el Study of �atal H�y�k). � La cultura �atal H�y�k se remonta a 6,500 A.C. (hace mucho tiempo para estar seguro) y sin embargo, estas personas eran (tal vez) sorprendentemente sofisticadas.� � La imagen del buitre parece representar para ellos una forma de dios, el responsable de la eliminaci�n de la cabeza (�es decir, el alma?) del difunto, como se puede ver en la imagen de arriba. � Es posible que hayan practicado 'entierros-celestiales' (en donde los cad�veres son dejados a las aves para comer) o las im�genes pueden haber sido enteramente metaf�ricas, o ambos.�Existe cierta evidencia que sugiere que con el tiempo al desarrollarse en esta cultura la imagen del ave evolucion� hasta convertirse en la de una 'diosa buitre'.�Pero, m�s importante, uno de los murales de��atal H�y�k�muestra aparentemente a un ser humano vestido con una piel de buitre.� �
� Y aunque en todas las formas del chamanismo en toda Asia hay poco inter�s en la producci�n de im�genes concretas de seres humanos alados, la noci�n de que el cham�n es capaz de volar es sin embargo universal.� � Cuando empezaron a aparecer motivos duraderos en piedra de ��ngeles� en Sumeria alrededor de 3000 A.C., las alas de estos seres alados parecen significar una posibilidad de viajar a los lugares que la gente com�n no puede alcanzar, junto con una capacidad de "mediar" entre el mundo humano y alg�n otro estado o estados "m�s altos". � Estas dos cualidades son (tambi�n) consideradas universalmente como los principales atributos de un cham�n.� � Sin lugar a dudas esto tambi�n ayuda a explicar por qu�los chamanes�de todo el mundo en general, tienden a tener una fuerte conexi�n con las aves.� � El cham�n puede "volar" en trance,�viajar al reino de los esp�ritus, donde puede entonces dar la batalla contra las entidades malignas, o tratar de persuadir, o engatusar a los esp�ritus para que act�en en beneficio de uno o m�s seres humanos. � Con todo esto en mente, la intuici�n nos dice que la iconograf�a de los �ngeles 'seguramente' debe estar arraigada en las antiguas culturas cham�nicas de Asia Central, precediendo incluso a la cultura de los sumerios en el cuarto milenio antes de Cristo.� � Es tan f�cil y tan tentador pensar que 'seguramente' la imagen de un cham�n, asemej�ndose a un p�jaro, viajando en trance al reino de los dioses y de regreso, 'debe' han dado lugar al motivo original del ��ngel�. � Pero la intuici�n en la arqueolog�a puede dar lugar a todo tipo de teor�as estrafalarias (por ejemplo, la creencia victoriana que la piedra plana grande en el centro de Stonehenge era para sacrificar v�rgenes).� � Siempre debemos ser cuidadoso de hacer suposiciones cuando la evidencia en apoyo de nuestras teor�as favoritas es tenue.
� En la d�cada de 1950 la arque�loga/antrop�loga�Rose Solecki�y su esposo�Ralph�comenzaron a excavar un sitio de la cueva cerca del r�o Gran Zab en Kurdist�n.� � Esta cueva hab�a sido utilizada para los entierros de�las personas Zawi Chami�(como se llama esta peque�a �rea) alrededor de 8,870 A.C. (m�s o menos 300 a�os, seg�n la dataci�n mediante carbono), que es tal vez 4,000 a�os antes de los inicios de la cultura sumeria referida aqu�.�Qu� descubrieron ellos que era tan importante?� � Ellos encontraron una serie de cr�neos de cabra colocados junto a� huesos de alas de grandes aves rapaces, como el quebrantahuesos, el buitre leonado, el �guila marina de cola blanca y la avutarda.�Los Soleckis tuvieron que preguntarse cu�l era el prop�sito de un "entierro ritual', y por qu� era que hab�an sido seleccionados �nicamente determinadas especies de aves.
� Conect� los hallazgos con el chamanismo de buitre de la comunidad Protoneol�tico� de �atal H�y�k en Anatolia central mencionado anteriormente (que fue 2,000 a�os m�s tarde en el tiempo, y a m�s de 500 kil�metros de distancia en distancia).� � Reconociendo la importancia de su descubrimiento, sin embargo,�Rose Solecki�concluye el art�culo diciendo
El erudito Kurdo�Mehrdad Izady est�de acuerdo en que los restos de las aves rapaces de�la cueva Shanidar�pueden ser vistos como evidencia de una cultura cham�nica cuya memoria influy� en el desarrollo de la noci�n misma de un �ngel.� � Dentro de la memoria viva, Kurdist�n ha sido el hogar de tres cultos ind�genas de �ngeles, siendo la m�s famosa los Yezidis del Kurdist�n iraqu�.�Su sistema de creencias se centra en ser angelical supremo llamado�Melek Taus, el "�ngel del pavo real '. � Melek Taus�es a menudo representado en la forma de un extra�o p�jaro icono conocido como sanjaq, aunque los m�s antiguos conocidos sanjaqs aparentemente no son pavos reales en absoluto, tienen cuerpos aviares bulbosos y picos en forma de gancho. � Izady�ha sugerido que los���dolos Sanjaq pueden ser en realidad representaciones de aves rapaces similares a los (aparentemente) venerados por un pueblo cham�nico, Zawi Chami.
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� � Una �ltima palabra:
Soy agn�stico!�Pero lo que s� parece cierto es que la cultura es el principal factor que determina la forma en la que la gente �ve� a los �ngeles. � La objetividad se encuentra en una direcci�n, la subjetividad en otra, con la "experiencia" en alg�n lugar en el medio ...� � � � � |
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