por�Paul Levy

2011

del Sitio Web�AwakenInTheDream

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Cuando las personas est�n infectadas porel virus wetiko, Forbes escribe, que son,

"La sede de par�sitos wetiko."

Elgermen wetikoes una tenia ps�quica, un par�sito de la mente.

Al igual que ciertos virus inform�ticos o infecci�n de malware de programa de computadora para autodestruirse, los virus- mentales comowetikopueden programar la bio-computadora humana a pensar, creer y comportarse de maneras que resultan en nuestra autodestrucci�n.

Wetikoes un pat�geno ps�quico virulento, que insin�a formas de pensamiento en nuestra mente que, cuando inconscientemente actuamos en correspondencia -, le damos de comer, y finalmente matan a su anfitri�n (nosotros).Sin embargo, no quiere matarnos demasiado r�pido, ya que para implementar exitosamente su programa de reproducci�n y propagarse por todo el campo, debe dejar al anfitri�n lo suficientemente vivo como para transmitir el virus.

Si el anfitri�n muere demasiado pronto, el bicho ser�a prematuramente desalojado y sufrir�a las molestias de tener que encontrar una nueva residencia.

Como un c�ncer de la mente que hace met�stasis, enla enfermedad wetiko, una parte patol�gica de la psique coopta y subsume todas las partes sanas de la psique en s� mismo para que sirvan a su patolog�a.

Para citar a Jung,

"Un 'algo' desconocido ha tomado posesi�n de una porci�n mayor o menor de la psique y afirma su odiosa y da�ina existencia sin inmutarse por toda nuestra visi�n, raz�n y energ�a, proclamando con ello el poder del inconsciente sobre la mente consciente, el soberano poder de la posesi�n".

La personalidad entonces auto-organiza una pantalla externa de coherencia en torno a este n�cleo pat�geno, que enmascara' la disfunci�n interna, por lo que es dif�cil de reconocer.

En un golpe de estado ps�quico, elpar�sito wetikopuede usurpar y desplazar a la persona, que se convierte en su t�tere y marioneta.Al igual que un par�sito, elvirus wetikopuede hacerse cargo de la voluntad de un animal m�s evolucionado que �l mismo, incorporando a esa criatura a servirle a su nefasta agenda.

Una vez que el par�sito llega a estar suficientemente arraigado en la psique, la directriz principal coordinando la conducta de una persona viene de la enfermedad, ya que ahora es quien toma las decisiones.Del mismo modo que una persona infectada con el virus de la rabia se resistir� al agua potable, lo que ahuyentar�a a la infecci�n, una persona tomada por elpar�sito wetikono tendr� nada que ver con nada que le pudiera ayudar a deshacerse de la enfermedad.

Los Wetikos�son f�bicos hacia la luz dela verdad, la cual evitan como a la peste.

En etapas avanzadas, este proceso se hace cargo de la persona de manera tan completa que podr�amos con raz�n decimos que la persona ya no est� ah�, no son m�s que una c�scara vac�a que lleva la enfermedad.En un sentido, es s�lo la enfermedad, operando a trav�s de lo que parece ser un ser humano.

La persona se vuelve totalmente identificada con su m�scara, su personaje, pero es como si no hubiera nadie detr�s de la m�scara.

Paul Levy explora la obra de C.G. Jung
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Glosario de t�rminos

Arquetipos


Aunque suena como una palabra de lujo, un "arquetipo" es algo que todos experimentamos y conocemos �ntimamente desde el interior.

Los arquetiposson entidades vivientes, instintos psicol�gicos o campos de informaci�n de influencia que moldean la percepci�n humana y la experiencia.

Los �rganos ps�quicos de la psique pre-racional, los arquetipos son el �plan maestro� invisible, sin-forma, que in-forma y da forma a la conducta humana, tanto individual como colectiva.

Llamado por Jung "modos t�picos de aprehensi�n", un arquetipo es como una red de l�nea de base o proyecto original que reporta y estructura la forma en que percibimos, interpretamos y respondemos a nuestra experiencia.

El poder determinante que subyace la psicolog�a individual y de masas, los arquetipos del inconsciente colectivo son las plantillas formativas que dan aliento (inspiraci�n) y profundidad (materialidad) a los acontecimientos en los mundos interiores y exteriores.Indefinibles, los arquetipos son las eternamente heredadas posibilidades de ideas que en un principio no tienen ning�n contenido espec�fico.

Ellos son el esqueleto ps�quico sobre el cual es formado el cuerpo pol�tico individual y colectivo.

Los arquetipos son las formas estructurales que subyacen a la conciencia, al igual que la red cristalina subyace en el proceso de cristalizaci�n.�Los arquetipos, al igual que la red cristalina, est�n vac�as de una concreta existencia material, sin embargo, y dan forma a la conciencia y a los acontecimientos en el mundo, al igual que los patrones de la red cristalina de forman el cristal individual.

Al igual que las part�culas m�s peque�as en la f�sica, losarquetiposmismos no son perceptibles, y son irrepresentables, aunque son experimentados a trav�s de sus efectos en el mundo.Los arquetipos preceden a toda representaci�n, y al mismo tiempo se re-presentan a s� mismos a trav�s de in -formar y dar forma al universo perceptible.

Jung escribe:

"Los arquetipos son por lo tanto cosas sumamente importantes con un poderoso efecto, que merece nuestra atenci�n m�s cercana."

Los complejos son los veh�culos internos, psicol�gicos que profundizan en el rico dep�sito de contenido de los arquetipos subyacentes, dando a los arquetipos sin forma una cara espec�ficamente humana.

Los arquetipos son de car�cter "trascendental", lo que significaque existen en un reino fuera del espacio - tiempo.Los arquetipos ejercen su influencia informativa no local a trav�s del medio de fricci�n y super-fluido del propio inconsciente colectivo.Ellos irrumpen, se desarrollan y sangran hacia y sobre el tiempo lineal con el fin de encarnar y revelarse.

Los arquetipos se hacen visibles organiz�ndose y magn�ticamente atrayendo eventos en su campo-de-fuerza con e fin de formarse a s� mismos.

Los arquetipos son campos de auto-organizaci�n atemporales, lo que quiere decir que ellos organizan, in-forman y dan forma tanto a las dimensiones exteriores como interiores, el mundo y nuestra experiencia.

Los arquetipos configuran eventos en el mundo exterior no-localmente, para expresar sincr�nicamente lo que est� pasando dentro de nosotros, as� como a la inversa.Cuando est� emergiendo la dimensi�n arquet�pica, el l�mite entre el interior y el exterior comienza a disolverse, a medida que la experiencia interior del arquetipo se vuelve sincr�nicamente ratificada en el mundo exterior.

Los acontecimientos mundiales destructivos que se han desarrollado desde tiempos inmemoriales son los efectos de un arquetipo que, encubierta e inconscientemente actuados como historia humana.

El arquetipo est� creando continuamente nuevas iteraciones del mismo invariante y exacto subyacente proceso, es decir, "en s� mismo", como un eterno y auto-generado despliegue fractal sobre el tiempo hist�rico lineal.La dimensi�n arquet�pica est� continuamente present�ndose y revel�ndose a nosotros, mientras actualiza y se materializa en el escenario de la historia.

No obstante, hasta que el arquetipo sea conscientemente reconocido y relacionado, en vez de actuar de forma inconsciente,estamos condenados a volver a crear incesantemente y compulsivamente su aspecto negativo, destructivocomo si fuese una pesadilla recurrente.

NO LOCAL


Cuando algo se dice que es no-local, no est� vinculado o localizado a un lugar o momento determinado, sino por el contrario, supera las normas convencionales, la tercera dimensi�n del espacio y del tiempo.

La interacci�n no local se caracteriza porel intercambio de informaci�n instant�nea, donde una parte del universo, en ning�n tiempo en absoluto (es decir, fuera del tiempo), parece interactuar, afectar y comunicarse con otra parte del universo de una manera inmediata y sin intermediarios.

Imag�nese, en la terminolog�a del b�isbol, un tiro desde lo m�s profundo del jard�n central a la placa de home, s�lo el jugador est� a mitad de camino alrededor del planeta, y el tiro toma cero segundos en llegar.La interacci�n involucrada en un universo no local no es ninguna forma conocida de interacci�n que conocemos, ya que se produce infinitamente m�s r�pido de lo que la velocidad de la luz puede viajar a trav�s del medio del espacio, mientras que al mismo tiempo no implica ning�n gasto de energ�a.

Una acci�n a una distancia de no localidad es una expresi�n de un campo subyacente y de salida de flujo lleno de informaci�n que conecta e inextricablemente une todas las partes del universo con todas las otras partes en cero tiempo.

En un universo no local como el nuestro, ninguna parte del universo es o puede ser fundamentalmente separado de cualquier otra parte, lo que equivale a decir que la no-localidad es una expresi�n de la totalidad indivisible del universo.

Esta vinculaci�n, seg�n el te�rico cu�nticoHenry Stapp, podr�a ser el "descubrimiento m�s profundo de toda la ciencia."

COMPLEJOS


Organizados tem�ticamente (como el complejo de inferioridad, complejo de poder, complejo de salvador, complejo materno, etc.), los complejos son los veh�culos que profundizan en el rico dep�sito de contenido de los arquetipos subyacentes, dando a los arquetipos sin forma un rostro espec�ficamente humano.

Tener complejos no es patol�gico, ya que todo el mundo los tiene.Lo que es patol�gico, sin embargo, es pensar que no tenemos complejos.

Jung aclara,

"Todo el mundo sabe hoy en d�a que las personas �tienen complejos�.Lo que no es tan conocido, aunque mucho m�s importante en teor�a, es que los complejos pueden tenernos a nosotros ".

No necesitamos deshacernos de nuestros complejos, m�s bien,tenemos que serconscientesde ellos.

Lo que es importante es lo que hacemos con nuestros complejos.Los complejos son las instancias ps�quicas que dan sabor y determinan nuestra visi�n psicol�gica del mundo.

Para citar a Jung,

"Lavia regia[camino real] con el inconsciente, sin embargo, no es el sue�o... sino el complejo, que es el autor de los sue�os y de los s�ntomas. "

Los complejos son las unidades elementales vivas de la psique, actuando como puntos focales o nodales de la vida ps�quica, en los que se concentra la carga de energ�a de los diferentes arquetipos del inconsciente colectivo.

Una complejos cargado emocionalmente act�a como el epicentro de un campo magn�tico, atrayendo y potencialmente asimilando todo lo que tiene cualquier resonancia, relevancia o est� relacionado con �l mismo de alguna manera dentro de s� mismo.Este proceso interno puede considerarse como actuando en s� en el mundo exterior cuando nos ponemos en contacto con alguien que tiene un complejo activado y nos encontramos a nosotros mismos en su proceso, recogiendo un papel en su psique.

Esto es un reflejo exterior de la forma en que un complejo puede atraer, cooptar y subsumir otras partes del medio ambiente, tanto interior y exterior, hacia s� mismo.

Los complejos, cuando son separados de la conciencia, desarrollan una aparente voluntad aut�noma independiente y cuasi-vida propia (llamados complejos aut�nomos), lo que potencialmente puede engullir y poseer la personalidad total.

COMPLEJOS AUT�NOMOS

Los "complejos Aut�nomos" son partes de la psique que se han separado por shock, trauma, o rompimiento de nuestras fronteras, y han desarrollado una vida aparentemente aut�noma y una voluntad aparentemente independiente de la propia.

Aunque estamos inconscientemente identificados con ellos, los complejos aut�nomos se experimentan subjetivamente como fuera de nosotros mismos.Adem�s de su oscuridad inherente y su extra�eza, nuestra identificaci�n inconsciente con los complejos aut�nomos es la raz�n esencial por la que es tan dif�cil de conseguir una manija en ellos.

Los complejos aut�nomos act�an sobre nosotros, sienten como nuestro ser m�s �ntimo, eventualmente necesita ser de propiedad, pero, parad�jicamente, no nos pertenecen.La autonom�a aparente de los arquetipos y complejos es lo que da lugar a la idea de los seres sobrenaturales.

Dotado de una energ�a numinosa,�los complejos aut�nomos son lo que nuestros antepasados sol�an llamar"demonios".

Los complejos aut�nomos son un nombre psicol�gico para los demonios en el proceso arquet�pico de adicci�n que nos anima a actuar compulsivamente nuestra conducta adictiva.

Un demonio o complejo aut�nomo, en palabras de Jung,

"Se comporta como un cuerpo extra�o animado en la esfera de la conciencia.El complejo lo general puede ser suprimido, con un esfuerzo de voluntad, pero no es argumentado fuera de la existencia, y en la primera oportunidad adecuada reaparece en toda su fuerza original."

Debido a su falta de asociaci�n con el ego consciente, los complejos aut�nomos arquet�picamente no est�n abiertos a ser influenciados, educados, ni corregidos por la "realidad".

Un intruso desde el inconsciente y un perturbador de la paz, un complejo aut�nomo, se�ala Jung,

"Se comporta exactamente comoun duendeque siempre se escapaba de nuestro alcance. "

Si se deja sin atenci�n, estos demonios o complejos aut�nomos causan estragos por todo el mundo dentro de su esfera de influencia.

Jung escribe:

"... Cualquier complejo aut�nomo no sujeto a la voluntad consciente ejerce un efecto sobre la conciencia posesiva proporcional a su fuerza y limita la libertad de este �ltimo."

Como se hace cargo y se pone a cargo de una persona, un complejo incorpora un r�gimen aparentemente aut�nomo dentro del mayor cuerpo pol�tico de la psique.

Al escribir sobre los complejos aut�nomos, Jung dice,

"... El complejo forma algo as� como un gobierno de la sombra del ego", en el que el complejo aut�nomo dicta al ego.

Cuando un complejo aut�nomo toma el cargo, poni�ndose en conflicto interno, es como si nosotros, como gobernantes naturales de nuestro propio paisaje ps�quico, hubi�ramos sido depuestos, y estuvi�ramos viviendo en un pa�s ocupado.

Se nos permite nuestra libertad aparente, siempre y cuando no atente contra la soberan�a y el dominio del poder gobernante.

Jung comenta,

"...Un hombre no se da cuenta que cuando es gobernado por un demonio, �l que pone toda su habilidad y astucia al servicio de su amo inconsciente, aumentando as� su poder mil veces."

Al serno local, esta situaci�n interna, psicol�gica, puede manifestarse tanto en nuestra psique como en el mundo exterior, al mismo tiempo.

Demoniosocomplejos aut�nomospueden ser comparados con el virus de la rabia, que viaja a la parte del cerebro de una persona controlando a toda la persona.

Los hace rechazar el agua, por ejemplo, de manera que el virus no puede ser escupido de la boca.El virus de la rabia en �ltima instancia controla y esclaviza a sus v�ctimas, quit�ndoles su creatividad, espontaneidad y libertad mental, ya que les obliga compulsivamente, como un vampiro, a favorecer la propagaci�n del virus.

Requisando y colonizando nuestra psique, un complejo aut�nomo dividido es, en potencia, como un "virus vamp�rico", en cuanto a que es fundamentalmente materia "muerta", es s�lo en un ser vivo, que adquiere una cuasi-vida.Al igual que un vampiro se re-vitaliza chupando nuestra fuerza de vida, cuando nos identificamos inconscientemente con un complejo aut�nomo activado, estamos animando, literalmente, al no-muerto.

C�mplices de nuestra propia victimizaci�n, entonces, sin saberlo, entregamos nuestra libertad, el poder y la fuerza vital en el proceso.

Al igual que las c�lulas de c�ncer que asolan el cuerpo, un complejo aut�nomo se propaga dentro de la psique, consumiendo, devorando y canibalizando los aspectos saludables de la psique.�Los complejos aut�nomos unilaterales convincentes atraen todas las partes sanas de la psique hacia �l, deform�ndolas y destruyendo la psique de la persona (o naci�n) que resulte afectada, infectando el campo circundante en el proceso.

Un complejo aut�nomo no puede pararse para ser visto, sin embargo, de la misma manera que un vampiro detesta la luz.

Undemonioocomplejo aut�nomo cambiar� de forma y har� todo en su poder para resistirse a ser iluminado, por que una vez es visto, su autonom�a y su omnipotencia le ser� quitada.

Anclado y conectado a la conciencia, eldemonioo complejo aut�nomopuede entonces ya no vaporizarse de vuelta al inconsciente, que es decir que ya no es capaz de poseernos por detr�s y por debajo denuestra conciencia, como para obligarnos a actuar, sin saberlo, y hacer su voluntad.


INFLACI�N


La inflaci�n es cuando el ego se identifica inconscientemente con el arquetipo del Ser (la totalidad e integridad de nuestro ser).

La inflaci�n es cuando algo peque�o (el ego), en lugar de estar en relaci�n consciente con algo m�s grande que s� mismo (el Ser), se ha arrogado para s� mismo sus cualidades.Como resultado,el ego salta m�s all� de sus l�mites humanos adecuados.

Identific�ndose inconscientemente con el arquetipo, el ego se apropia de su poder, mientras que simult�neamente pierde su humanidad, que verdaderamente "errar� el blanco".

Las personalidades infladas est�n llenas de arrogancia, llegando a estar "llenos de s� mismos," una leyenda en su propia mente, sintiendo que no est�n obligados por las leyes del universo tridimensional.

Ser atrapado en una inflaci�n es como ser absorbido por un cicl�n , ya que, literalmente, no asa a trav�s de la persona que est� siendo inflada, que ha sido tomada y levantada del suelo por una energ�a m�s poderosa.

Jung se�al� que,

"La inflaci�n aumenta el punto ciego del ojo... Un s�ntoma claro de esto es nuestra creciente renuencia a tomar nota de las reacciones del medio ambiente y prestar atenci�n a ellos."

Cuando estamos inflados, no aceptamos ninguna reflexi�n, retro-alimentaci�n o influencia in-formante del universo exterior que contradiga nuestra hinchada imagen de nosotros mismos.

En lugar de ser abierto, receptivo, en relaci�n con y aprendiendo del mundo exterior, cuando estamos inflados, continuamente interpretamos todo con el fin de apoyar a nuestra delirante y grandiosa autoimagen.Vemos el mundo a trav�s del filtro de nuestra propia imagen narcisista ego�sta, que es una forma de ceguera ps�quica.


Hablando de una conciencia inflada, Jung dice que,

"... Es incapaz de aprender del pasado, incapaz de comprender los acontecimientos contempor�neos, e incapaz de sacar conclusiones correctas sobre el futuro.

Est� hipnotizada por s� misma, y por lo tanto no se puede argumentar con ella.Inevitablemente se condena a s� misma a las calamidades que deben atacarla [y otros dentro de su esfera de influencia] matarla".

As� como el inconsciente siempre compensa una unilateralidad, la inflaci�n resulta inevitablemente en todo el aire (la vida, el aliento, el esp�ritu) siendo tomado fuera de la persona que esta inflada.

La inflaci�n es, en �ltima instancia, autodestructiva, y si no es conscientemente reflejada, siempre resulta en desastre.

Hablando de la inflaci�n, dijo Jung que,

"...Puede ser amortiguada s�lo por la m�s terrible cat�strofe para la civilizaci�n, otro diluvio desatado por los dioses sobre la inh�spita humanidad."


MATERIA PRIMA


El "famoso secreto", y la base de la obra alqu�mica es la �nicamateria prima, que es el caos y la materia prima de la cual la refinada sustancia u "oro", que es la mente iluminada, se revela.

La elusivamateria primatiene que ser encontrada antes de que la magna obra, la gran obra de la alquimia, pudiera comenzar.Psicol�gicamente hablando, la misteriosamateria primare-presenta, como va a ser descubierta en las partes de la psique que nosotros negamos, des-apropiamos y marginamos, los aspectos de nosotros mismos de los que nos sentimos avergonzados, y de los que nos apartamos en repulsi�n y disgusto.

Nuestra neurosis y nuestras heridas son la alqu�mica "materia prima", la parte rechazada y despreciada de la psique, la materia prima de la que debemos aprender a ser agradecidos, sin la cual no podr�amos hacer el oro alqu�mico.


Esto se relaciona con c�mo la figura del�Cristo, la encarnaci�n arquet�pica delMes�as,que es el s�mbolo del Verdadero Yo, a menos que sea reconocido por su divinidad, fue objeto de burla y desprecio.

"Y del mismo modo, en el cristianismo, la Divinidad se oculta en el hombre de bajo grado", escribe Jung: "por lo que en la" filosof�a "[la alquimia] se esconde en la desgarbada piedra [es decir, la piedra filosofal]."

Simb�licamente, esta es la piedra "que desecharon los arquitectos", que en �ltima instancia se convierte en la piedra angular.

Es una idea arquet�pica, universal que el valor m�s alto se encuentra en el m�s bajo, que la bendici�n se encuentra en la maldici�n, y que la sabidur�a se encuentra en la ignorancia.


Para los alquimistas, hab�a un esp�ritu oculto en la oscuridad de lamateria prima, una chispa divina enterrada en la oscuridad de la materia.

La tan preciadamateria primaes el papel matamoscas ps�quico que atrapa cada proyecci�n imaginable zumbando alrededor en la mente humana.Simb�licamente hablando, la enigm�ticamateria primarepresenta la sustancia desconocida en nuestro interior que acarrea las proyecciones del inconsciente.Es la emulsi�n ps�quica o medio en el que se codifican los contenidos subconscientes dentro de nosotros.


Lamateria primaes, pues, un s�mbolo para el inconsciente mismo.La tentadoramateria primatiene un aspecto t�xico peligroso, sin embargo, y fue considerada "plagada de problemas", causando locura si no era abordada con la m�s alta consideraci�n.

Lamateria primaen su aspecto de plomo como contiene el esp�ritu de la depresi�n, un movimiento a la baja en las profundidades de nuestro ser, que se siente como melancol�a, y que corresponde al encuentro con la sombra en la psicolog�a.

Lamateria primaes simbolizada a menudo como un hombre viejo, ya que est� relacionado con la figura de Saturno/Cronos, el padre negativo arquet�pico, que es un poder de uni�n y limitaci�n de que est� relacionado con el elemento de "plomo".

La forma peculiar de Saturno/Cronos de "bendecir" - restringi�ndonos, ya que aparentemente nos quita la libertad - siempre es "maldecida" por su anfitri�n, y, sin embargo, es la misma cosa que nos inspira a descubrir nuestro propio poder y autoridad.

Aunque potencialmente mortal, lamateria primacontiene en s� misma su propia medicina, es decir, que el proceso alqu�mico es su propia soluci�n.

Lamateria primaes un fen�meno cu�ntico, ya que es de naturaleza indeterminada de potencialidad de composici�n abierta, y contiene dentro de s� tanto el veneno como la medicina.�Mientras m�s virulento es el veneno, m�s poderosos son sus posibles cualidades curativas.

En su forma original, la parad�jicamateria primacontiene los opuestos m�s incompatibles posibles, inherentes a la psique humana en s� misma, en forma no combinada.Una erupci�n del inconsciente,la materia prima es simbolizada a menudo como un drag�n, ya que es la personificaci�n de la psique instintiva.

Lamateria primaes un "increatum", una entidad auto-generadora "increada", aut�noma, como un esp�ritu que es la ra�z de la misma y enraizado en s� mismo y no depende de nada.La inasiblemateria prima�es considera de ser la madre virginal que da a luz al lapis, la piedra filosofal, que es la mente iluminada.

Lamateria primatambi�n es considerada como un hu�rfano, porque es tan completamente �nica y totalmente singular en su clase. Aparentemente es dif�cil de encontrar, porque se encuentra en todas partes.

Para citar un antiguo alquimista, lamateria primaes el Sujeto de la,

"Gran Piedra de los Fil�sofos, que todo el mundo tiene ante sus ojos a�n sin saberlo."

Jung contempla,

"Sin embargo, nadie ha sabido nunca lo que este asunto es primordial.

Los alquimistas no sab�an, y nadie ha descubierto lo que realmente se quer�a decir con eso, porque es una sustancia presente en el inconsciente que es necesaria para la encarnaci�n del dios."

EL RECIPIENTE HERM�TICO


Una de las condiciones clave necesarias para el �xito del arte alqu�mico es un recipiente cerrado y herm�tico, o "contenedor", que es capaz de soportar la presi�n necesaria para la transformaci�n y "cocinar"�laMateria Prima.

Hablando de la profundidad de la vasija alqu�mica, la legendaria escritora de la antig�edad Maria Prophetissa dice que,

"Todo el secreto est� en saber sobre el recipiente herm�tico."

Un recipiente de y para el esp�ritu, el contenedor alqu�mico no es un mero aparato f�sico, sino m�s bien es una idea m�stica, una imagen primordial, un s�mbolo genuino expresando algo de valor real dentro de la propia psique que lo produjo.

El concepto y la experiencia de la vasija herm�tica desarrolla y emerge del inconsciente como resultado de la contemplaci�n y as� arroja luz sobre el inconsciente.


De una manera misteriosa, la vasija alqu�mica es id�ntica a su contenido.La psique en s� es el recipiente herm�tico m�stico, en el que la psique cataliza la transformaci�n de lamateria prima, es en s� misma lasmateria primaque est� siendo transformada, y tambi�n es el recipiente en el que se produce la transmutaci�n, adem�s de ser la piedra filosofal que nace del trabajo.

Femenino en la naturaleza, el amplio recipiente herm�tico es un �tero receptivo y matriz de renovaci�n espiritual y renacimiento.

Jung escribe que a medida en que la psique de la humanidad toma conciencia,

"Se convierte en la cuna divina, el �tero, el envase sagrado en el que la propia deidad se encerrar�, ser� acarreada y nacida."

El recipiente herm�tico es la expresi�n de lo femenino, cuyo poder intr�nseco e invulnerable es su amplia naturaleza, que es capaz de mantener el espacio con el fin de dar a luz y formar.

El recipiente alqu�mico que da vida normalmente es retratado como teniendo un fuego purificador por debajo de ella, simbolizando el calor de introspectivo, la conciencia contemplativa, que es necesaria para crear la suficiente presi�n psicol�gica para la transformaci�n.

Si no hay suficiente presi�n, ninguna transformaci�n se lleva a cabo.En la alquimia, el fuego purifica, mientras es simult�neamente la fusi�n y la s�ntesis de los opuestos en una unidad.

Jung se�ala que,

"La atenci�n calent� el inconsciente y lo activ�, rompiendo as� las barreras que lo separan de la conciencia",

�permitiendo que su contenido pase entre el consciente y el inconsciente con mayor facilidad.

Los alquimistas utilizaron im�genes de la suave calidez de un gallina clueca incubando sus huevos y la cocci�n de pan para simbolizar de este proceso.La primera fue una imagen del calor de la naturaleza, la segunda era una imagen de la capacidad de la humanidad para alterar la naturaleza a trav�s del calor de la conciencia.

Jung elabora,

"�Calentar� es necesario, es decir, debe haber unaintensificaci�n de la concienciacon el fin de que la luz puede ser encendida en la morada del verdadero yo."

Para el "trabajo" alqu�mico para tener �xito, el "calor" generado por la mutua cooperaci�n y el intercambio de la naturaleza (tanto terrestre y celeste), y el arte humanos era esencial.

Un recipiente "herm�ticamente cerrado" (sellado con el sello deHermes, que est� relacionado conMercurio, la imagen de Dios- de dos caras de los alquimistas), simb�licamente hablando, previniendo que algo extra�o entre en la operaci�n, as� como detener las proyecciones no-reflejadas de filtrarse hacia el mundo.

Adem�s, un recipiente herm�ticamente cerrado guarda el frasco de "soplar su tapa", que ser�a un s�mbolo de no ser capaz de "contener" la tensi�n y la presi�n creativa."Volando nuestra tapa" es llegar a ser pose�dos por, y por lo tanto obligados a actuar inconscientemente nuestros primitivos, no integrados efectos arquet�picos de abrumadora emoci�n y pasi�n.

El recipiente alqu�mico es un s�mbolo de la importancia de la comprensi�n ps�quica del Yo.Nosotros, a trav�s de nuestra conciencia o falta de ella, jugamos un papel clave en la creaci�n del vaso m�stico, y por lo tanto, a nosotros mismos.El recipiente multi-dimensional, concebido como una sustancia material, simboliza la realizaci�n de la divinidad, que baja en y la transformaci�n de la materia.

Cada ser humano es el recipiente del Santo Grial en el que Dios viene a la conciencia.Estamos viviendo, respirando vasos alqu�micos en carne y hueso, los recipientes creados y preparados por Dios para Su transformaci�n y Encarnaci�n.

Jung habla,

"... El hombre es la r�plica en la que el dios es transformado, donde �l desciende en la materia y donde el esp�ritu se desarrolla a partir de la materia de nuevo, llevando consigo todos los grados de la existencia."


IMAGINACI�N ACTIVA


Cuando los alquimistas hablan de "meditatio" y "imaginatio" (meditaci�n e imaginaci�n), quieren decir, como explica Jung,

"...Un di�logo interno y por lo tanto una relaci�n viva con la voz de contestador del "otro" en nosotros mismos, es decir, del inconsciente."

Jung llam� a este di�logo con el otro dentro de nosotros mismos, entre la "imaginaci�n activa" consciente y el inconsciente,.

El proceso psicol�gico de la imaginaci�n activa es el equivalente de las operaciones simb�licas de la alquimia.En vez de mirar pasivamente las manifestaciones del inconsciente, en la imaginaci�n activa nos comprometemos plenamente con ellos y participamos activamente en una relaci�n consciente con el inconsciente.En la imaginaci�n activa nos encontramos siendo pedidos responder con creatividad y llegar a un acuerdo con la voz del "otro" dentro de nosotros mismos.

Cuando un contenido inconsciente est� a punto de llegar a ser consciente, primero se vuelve parcialmente consciente, como algo que es transl�cido - simult�neamente visible e invisible.En la imaginaci�n activa, entramos en un di�logo creativo con estos contenidos inconscientes, facilitando su paso de un estado potencial inconsciente al estado consciente, uno real.

La imaginaci�n activa es la t�cnica m�s poderosa que Jung alguna vez ha encontr�para colmar esta brecha y metabolizar, digerir y asimilar los contenidos del inconscientey, por tanto, la toma de conciencia.

Cuando estamos inconscientemente identificados con el contenido de nuestro inconsciente, no podemos ver estos contenidos, siendo id�nticos con ellos, no nos hemos separado de estos contenidos con el fin de ser capaces de verlos como objetos.Estos contenidos inconscientes son todav�a demasiado una parte de nuestro marco de referencia a trav�s del cual interpretamos nuestra experiencia para que podamos examinarlos con toda objetividad.

Antes de que podamos integrar un contenido de lo inconsciente, debemos distinguirnos de el.

En la imaginaci�n activa, nosotros "objetivamos" el contenido de nuestro inconsciente creativamente molde�ndola y d�ndole forma, y por ello convirti�ndolo en un objeto que nosotros, como sujetos, estamos separados de, y con quien tenemos una relaci�n interactiva y di�logo.

Comenta Jung,

"Lo esencial es diferenciarse de estos contenidos inconscientes al personificarlos, y al mismo tiempo ponerlas en relaci�n con la conciencia.Esa es la t�cnica para despojarlas de su poder".

Personificando y entrando en relaci�n consciente con las figuras de nuestro inconsciente como si fueran aut�nomos, entidades de vida independiente, quit�ndoles su poder convincente sobre nosotros.

Cualquier contenido constelado, inconsciente que no est� en relaci�n con nosotros posee por detr�s y por debajo de nuestra conciencia.Cuando somos inconscientes de algo que se activa dentro de nosotros, nos identificamos con ella y estamos obligados a actuarlo inconscientemente en nuestra vida.

Cuando somos inconscientes de algo que se ha encendido dentro de nosotros, Jung escribe:

"Nos mueve o nos activa como si fu�ramos marionetas.S�lo podemos escapar ese sentido volvi�ndolo consciente y objetiv�ndolo, poni�ndolo fuera de nosotros mismos, sac�ndolo del inconsciente ".

Cuando est� completamente objetivado, no s�lo quitamos el poder del contenido inconsciente sobre nosotros, sino que somos capaces de acceder y unirse con el poder que anima de una manera que nos da poder.

Por objetivar estas figuras internas, que des-identificamos de ellos y les damos un cuerpo y voz a estas piezas aparentemente aut�nomas, sin cuerpo y desmembradas de nosotros mismos, que parecen tener una mente propia y simplemente necesitan traducci�n en el medio de la tercera dimensi�n, espacio-temporal de la materia.

No es dif�cil de objetivar los contenidos del inconsciente, como siendo aut�nomo, aparentemente poseen una identidad propia, por lo que naturalmente tienen una tendencia a personificarse espont�neamente a s� mismos dentro de nuestra psique.

Contemplando la paradoja arquet�pica de c�mo se codifica la soluci�n en el problema aparente, Jung contin�a,

"Su autonom�a es una cosa m�s inc�moda para reconciliarse, y sin embargo, el mismo hecho de que el inconsciente se presenta de esa manera nos da la mejor manera de manejarlo."

Este "mejor medio" es el proceso de la imaginaci�n activa.


Al hablar de su propia experiencia personal, Jung escribe en su autobiograf�a que en realidad fueron figuras animadas dentro de su imaginaci�n que,

"... Me trajeron a m� la idea crucial de que hay cosas en la psique que yo no produzco, sino que se producen ellas mismas y tienen su propia vida."

Al parecer, figuras aut�nomas vivientes existentes en el interior de la imaginaci�n de Jung, las cuales Jung experiment� subjetivamente como algo distinto de s� mismo, revelaron y literalmente le ense�aron a Jung a reconocer el car�cter aut�nomo de la psique.

Hablando de una de estas figuras interiores, Jung comenta,

"En mis fantas�as, mantuve conversaciones con �l, y me dijo cosas que yo no hab�a pensado conscientemente.Observ� claramente que era �l quien hablaba, no yo".

Jung estaba "escuchando voces", que en su caso, as� como en muchos otros, no era un fen�meno patol�gico, sino una iluminaci�n (gracias a Dios por todos nosotros que �l no fue "medicado" fuera de su iluminaci�n por la psiquiatr�a).

Estas figuras internas ayudaron a Jung a entender "que hay algo en m� que puede decir cosas que yo no s�."

Hay una figura en nosotros, que nos conoce mejor que nosotros mismos.

Objetivando los contenidos del inconsciente es descubrir y entrar en la perspectiva de que somos un sujeto con un punto de vista diferente al sostenido por el contenido ahora objetivado.En relaci�n con el contenido de nuestro inconsciente, como si fueran otros est� al mismo tiempo relacion�ndose con nosotros mismos como distintos de estos contenidos.Al objetivar contenidos de nuestro inconsciente, simult�neamente nos des-identificamos de ellos y nos creamos a nosotros mismos distintos y relativos a estos contenidos.

Como se�ala Jung,

"En �ltima instancia, el factor decisivo es siempre la conciencia, que puede comprender las manifestaciones del inconsciente y tomar una posici�n hacia ellos."

Parad�jicamente, el reconocimiento de estos contenidos como algo m�s que nosotros mismos es el acto que nos ayuda a finalmente aceptar, abrazar e integrar estos contenidos inconscientes que, en �ltima instancia, son partes de nosotros mismos.


LA MIRADA DEL LE�N

Una de las m�s hermosas ense�anzas del Budismo se llama "La mirada del le�n."

El siguiente ejemplo se da a modo de ilustraci�n:

cuando lanzamos un palo alrededor de un perro, el perro corre detr�s de la barra, pero cuando tiramos un palo en torno a un le�n, el le�n corre detr�s de nosotros.

Ellanzamiento de la varaen este ejemplo representa el desencadenamiento de una emoci�n aflictiva, inc�moda dentro de nosotros.Cuando somos activados, es como si un bot�n dentro de nosotros ha sido empujado el cual activa un inconsciente y compulsivo reflejo rotuliano.

Correr tras el palo como el perro, que es para disfrutar de y "actuar" el detonante, es poner nuestra atenci�n fuera de nosotros mismos.

Esto es para relacionarnos a lo que nos est� provocando en el mundo exterior como "el problema".

Desde este punto de vista, aunque s�lo de detuviera lo que nos estaba provocando en el mundo exterior, nos sentir�amos mejor, y el problema estar�a resuelto.Teniendo la mirada del le�n, sin embargo, si somos detonados por algo, nuestra mirada se dirige dentro de nosotros mismos y se auto-refleja, mirando a lo que est� dentro de nosotros que se ha activado.

El le�n no tiene miedo de ir directamente a la fuente del detonante, que nunca est� fuera, sino que siempre dentro de nosotros mismos.

Asumiendo la mirada sin miedo del le�n, nos relacionamos con la situaci�n que nos ha provocado como un regalo, ya que ha ayudado a acceder a una parte de nosotros mismos que hasta ahora ha estado inconsciente, y por lo tanto oculta.

EL ARQUETIPO DEL PADRE NEGATIVO


Simb�licamente hablando, lamateria prima, la materia misma que necesita ser transformada en el opus alqu�mico, corresponde al plomo, que se refiere a Saturno-Cronos, el padre negativo.

Uno de los muchos s�mbolos de laMateria Prima es el de un hombre viejo, d�bil y enfermo, el rey m�tico moribundo, o "Senex". Esta figura del padre negativo ha (arque)t�picamente perdido el contacto con los sentimientos, con el eros, con relaci�n, con la creatividad, con el coraz�n, con la compasi�n y con el amor.El arquetipo, el patriarcado negativo tiene que ver con la represi�n de lo femenino, de la espontaneidad, de la vida misma.

El padre negativo se disocia de la madre naturaleza y del medio ambiente, que se objetiviza y trata de dominar, en vez de estar en una relaci�n con �l.Esta figura del padre-r�gido-viejo-negativo es el s�mbolo de una calcificaci�n de la conciencia que, por miedo a su propia debilidad, se agarra y se vuelve un adicta al poder y al control, dictando a todos los que caen bajo su dominio.

El arquetipo del padre negativo tiene que ver con dominar y usar la fuerza ("la fuerza hace el derecho") sobre los otros, en comparaci�n con estar en una relaci�n rec�proca, dial�ctica.

El anciano moribundo representa simb�licamente una posici�n dominante en la conciencia de que ha dejado de ser �til, y por lo tanto se convierte en un obst�culo para el crecimiento y el desarrollo de la conciencia. Esta figura arquet�pica del padre negativo est� en la necesidad de ser licuado y de-solidificado, de ser dado un ba�o de alquimia en las aguas curativas de la psique.

Estar bajo el hechizo de Saturno-Cronos, el padre oscuro el �Padre Tiempo� es estar en trance y absorbido en el tiempo lineal, el tiempo "cronol�gico", a expensas de la dimensi�n atemporal, "sincr�nica" de nuestro ser.Saturno, el patriarcado corrompido, mitol�gicamente hablando, es el director de la c�rcel, el que nos une y aparentemente limita nuestra libertad, al mismo tiempo ser el probador supremo y gran purificador.

Codificado en forma aparentemente oculta dentro de este arquetipo est� nuestro propio poder intr�nseco, ya que nos desaf�a a encontrar y hablar nuestra verdadera voz, acceder y entrar en nuestro lugar de empoderamiento y verdadera autoridad, y al hacerlo, potencialmente conectarse con la totalidad intr�nseca de la Yo.

Debido a su aspecto inici�tico, el arquetipo del padre negativo es una expresi�n sin mediaci�n del Ser, pero en su aspecto m�s oscuro.


EL SUE�O


Me refiero a este proceso de c�mo las proyecciones constelan contra-proyecciones como "el so�ar." El so�ar es el espacio interactivo para compartir entre nosotros, que nos in-forma.

El sue�o es la din�mica subyacente m�s profunda que da forma a nuestras reacciones y configura nuestra relaci�n con los dem�s.Te estoy so�ando, pero t� me est�s so�ando, hasta el infinito y viceversa, al mismo tiempo.El so�ar es el espacio entre nosotros en el que ocurre nuestra relaci�n.

El sue�o es todo un universo, auto-perfeccionado, y auto-contenido, un ser vivo, un sue�o mutuo compartido que es la ropa misma en nuestra forma, al revelarse a s� misma siempre en nuevas formas.El sue�o toma "dos para bailar un tango", por as� decirlo, en el que es creado al estar en relaci�n unos con otros.

Hemos conjurado el so�ar a trav�s de nuestra interacci�n colaborativa, y no hay una manera de "seguir el sue�o" que nos pueda despertar a un nivel m�s profundo de libertad y curaci�n.

PROYECCI�N DE SOMBRA


La proyecci�n de sombra, ochivos expiatorios, es cuando nos separamos de nuestra propia oscuridad y la proyectamos fuera de nosotros mismos.

Cuando proyectamos nuestra sombra a otra persona, creemos que la otra persona es la encarnaci�n de la oscuridad que pertenece en �ltima instancia a nosotros mismos.Luego, queremos luchar y destruir el mal que vemos "all� afuera", ya que nos recuerda a algo oscuro dentro de nosotros con lo que preferimos no tener nada que ver.

Al tratar de destruir el mal que vemos en el mundo exterior, sin embargo,llegamos a ser pose�do por �l y encarnamos el mismo mal que estamos tratando de destruir.

La proyecci�n de la sombra es un reflejo del proceso interno de disociar desde y querer deshacerse de - exterminar - una parte de nosotros mismos.La proyecci�n de la sombra es un auto-mutilaci�n que es en realidad un acto de violencia ps�quica, no s�lo en nosotros mismos, sino en el "otro" que es el destinatario de nuestra proyecci�n.

La proyecci�n de la sombra no ocurre en un vac�o, sin embargo, ya que el universo pide al mismo tiempo establecer la proyecci�n.Cuando alguien est� inconsciente de su sombra, atraer�, literalmente, proyecciones de sombras de otros sobre s� mismo, debido a que se han convertido, en palabras de Jung, en "papel matamoscas ps�quico."

Su inconsciencia de su sombra asegura que inconscientemente lo representar�n, lo que ofrece un "gancho" en el que otros pueden "colgar" su proyecci�n de sombras.�El gancho del destinatario atrae perfectamente la proyecci�n de sombra inconsciente del otro, que ten�a una potencialidad para volverse consciente, y por lo tanto, utiliza el m�todo indirecto y tortuoso de la proyecci�n sobre un objeto externo a fin de expresarse de alguna manera.

La proyecci�n de la sombra es en s� misma la expresi�n no mediada, revelando y actuando desde la sombra.La proyecci�n de nuestro propio mal fuera de nosotros mismos, aparentemente nos libera de la carga de tener que lidiar con el mal dentro de nosotros.

Y sin embargo, la proyecci�n de la sombra, evitando tratar con el mal dentro de nosotros mismos, es el acto primordial que genera el propio "mal" que estamos tratando de evitar en primer lugar.Jung simplemente lo llama proyecci�n de sombras "la mentira", que por asociaci�n est� relacionada con la figura simb�lica del Diablo, uno de cuyos significados es "mentiroso."

La proyecci�n de la sombra es el proceso psicol�gico subyacente que, cuando se moviliza colectivamente, es el combustible de alto octanaje que se alimenta de la actividad humana de la guerra.

Tratando de matar nuestra sombra al aparecer en el mundo exterior es a su vez el encarnado reflejo de nuestro acto interno original de escisi�n, proyectando y tratando de destruir la parte oscura de nosotros mismos, que es el impulso en la ra�z misma de la proyecci�n de sombras en primer lugar.

En otras palabras, nuestro presente actividad "interna" del momento de la proyecci�n de la sombra "fuera" de nosotros mismos est� siendo ideada y actuada en el mundo aparentemente "externo".

El mundo exterior es el lienzo sobre el que nuestro proceso interno toma cuerpo, o se encarna a s� mismo.Literalmente estamos actuando fuera de la escena mundial de nuestro proceso muy interno de disociarnos de, sobresalir, y tratar de destruir nuestra propia oscuridad.Al tratar de destruir nuestra propia sombra, nos encontramos en un conflicto sin fin, sin "estrategia de salida" que, momento a momento, sin saberlo, alimentamos, mantenemos y creamos.

Una vez que colectivamente proyectamos la sombra, al igual que en un sue�o, el universo aparentemente exterior reflejar� nuestra sombra proyectada en forma de otros que lo actuar�n y con ello justificar�n nuestra proyecci�n mediante el suministro de todas las pruebas que necesitamos para confirmar la aparente verdad de nuestra proyecci�n de sombras.

Cuando un grupo (o naci�n) proyecta la sombra de forma cooperativa sobre un enemigo convenido, nosotros literalmente, "so�amos" que el universo encare la misma sombra estamos lanzando colectivamente fuera de nosotros mismos, lo que justifica continuamente nuestro acto inicial de proyectar la sombra en un circuito de retroalimentaci�n auto-generada.

Al proyectar la sombra, caemos bajo el embrujo de nuestra propia sombra reflejada, pensando que existe objetivamente, separada de nosotros.

Cuando estamos proyectando desde la sombra, estamos realmente locos, ya que hemos ca�do en un c�rculo de retroalimentaci�n de auto-perpetuaci�n en el que estamos tratando de destruir nuestra propia oscuridad, una batalla que nunca se puede ganar.Es como tratar de apagar un fuego vertiendo gasolina sobre el.

La proyecci�n de la sombra colectiva es a la vez un s�ntoma de locura, al tiempo que es el acto que genera la locura, de la cual ella misma es una expresi�n.


LO DEMON�ACO


Para citar al destacado psic�logoRollo May,

lo "demon�aco" es "cualquier funci�n natural que tiene el poder de tomar el control de toda persona [o grupo/pa�s]... lo demon�aco puede ser creativo o destructivo [es decir," demon�aco"]... la violencia es lo demon�aco que ha salido mal... las edades [como la nuestra] tienden a ser tiempos en que lo demon�aco se expresa en su forma m�s destructiva ".

Lo demon�aco no es una entidad metaf�sica objetivamente existente en el sentido cristiano, sino que es una funci�n arquet�pica de la experiencia humana, una realidad ps�quica, as� como una realidad existencial en al que todos participamos.

Lo demon�aco es un fen�meno cu�ntico, en que contiene tanto la luz como los aspectos oscuros de nuestro ser codificados dentro de el en un estado superpuesto, lo que quiere decir que ocultas dentro de lo demon�aco est�n las semillas creativas de su propia transformaci�n.

Ambas fuerzas constructivas y destructivas est�n plenamente presentes en lo demon�aco de forma simult�nea, y, la energ�a potencialmente puede manifestarse, dependiendo de c�mo una conciencia observadora interact�a con �l.

Siendo una energ�a arquet�picaque puede asumir el control y poseer una persona o una especie, lo demon�aco se anuncia a s� mismo reclutando personas a su servicio, alistando a seres humanos como instrumentos de su plena revelaci�n de s� mismo.

La gente as� pose�da se ver� obligada a actuar inconscientemente a fin de dar forma y forma viviente a este arquetipo de energ�a demon�aca en la tercera dimensi�n.

Jung comenta,

"En t�rminos generales lo demon�aco es ese momento en que un contenido inconsciente del poder aparentemente abrumador aparece en el umbral de la conciencia.Se puede cruzar ese umbral y apoderarse de la personalidad.Entonces es posesi�n".

Antes de que un arquetipo transpersonal como lo demon�aco pueda integrarse conscientemente, siempre se manifestar� f�sicamente, ya que, en palabras de Jung,

"...Que obliga al sujeto hacia su propia forma."

Si lo demon�aco no es honrado ytratado religiosamente(es decir, cuidadosamente considerado con reverencia y un sentido de lo sagrado), entonces, se constela negativamente y en verdad se convierte en algo "demon�aco", en el sentido destructivo de la palabra.

Oculto en lo demon�aco, sin embargo, est�nuestra voz interior, nuestro esp�ritu gu�a, nuestro �ngel, y nuestro genio, lo que se conoce como nuestro "demonio".

Jung escribe que,

"... El demonio de la voz interior es a la vez nuestro mayor peligro y una ayuda indispensable."

Codificada dentro de lo demon�aco est� nuestra propia potencia creadora, que si se distorsiona, o se usa mal, o no es expresada se convierte en auto-destructiva.

Jung se refiere a lo demon�aco como lo "creativo a�n sin descubrir," lo que quiere decir que es la creatividad que todav�a no se ha "hecho real" o se ha actualizado por el ego.El desarrollo de un ego sano y fuerte es de crucial importancia en entrar en relaci�n y expresar creativamente las energ�as demon�acas dentro de nosotros.

Una de las cosas m�s destructivas en la psique humana esla creatividad no lograda.

La palabra demon�aca est� relacionada por asociaci�n a la figura del "diablo", que a su vez est� relacionada con la palabra "diab�lica", cuyo significado interior es dividir, separar , y desintegrar.Al ser divisivo, lo diab�lico nos divide en varios trozos fragmentados y compartimentados, tanto dentro de nosotros mismos como en nuestra relaci�n con otros.

El ant�nimo dediab�licoes la palabra "simb�lico", que, adem�s de ser el lenguaje de los sue�os, significa unir, juntar e integrar.En la medida en que estamos en contacto con la dimensi�n simb�lica de nuestra experiencia, que reconoce el aspecto on�rico de nuestra existencia, es el grado en que somos capaces de transmutar y liberar o demon�aco en creatividad.


Una de las principales formas en que el aspecto destructivo de lo demon�aco es facultado dentro de nosotros escuando somos inconscientes de nuestra sombra.

Adem�s de traer la conciencia a nuestro medio m�s oscuro, la mayor protecci�n contra el aspecto negativo de lo demon�aco es estar en contacto con nuestra integridad intr�nseca, que es ser "due�o de s� mismo", - en posesi�n de la parte de nosotros mismos que es no pose�ble, que es el Ser, la totalidad de nuestro ser.

ENCONTRANDO EL NOMBRE

Es para nuestra gran ventaja expandir nuestra fluidez psico-espiritual de manera que nos permita navegar por las aguas vivas de nuestro paisaje interior de la psique.

Por ejemplo, cuando "vemos" un demonio (para entender lo que es un demonio es, psicol�gicamente hablando, por favor ver tanto "lo demon�aco" y "complejos aut�nomos"), sabemos su nombre, lo que nos ayuda a conseguir un "mango" en ello.

Jung dice,

"Porque que la humanidad siempre fue como la entrega de una pesadilla cuando se encontr� el nombre nuevo."

Nombr�ndoloes exorcismo, ya que quita el poder del demonio sobre nosotros.Este es el poder del Logos, dela Palabra.

Como dice en la Biblia,

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios."

(Juan 01:01).

Cuando nos encontramos con el nombre de un demonio, le quitamos su omnipotencia y autonom�a, ya que ya no puede asumir el control de nosotros a trav�s de nuestros puntos ciegos inconscientes y nos obliga a actuar, sin saberlo, hacia fuera.

Encontrar el nombre faculta que nos comprometamos de manera creativa con estas partes m�s oscuras de nosotros mismos que est�n saliendo de las sombras "en nombre de la curaci�n."

Jung dice que,

"El acto de nombramiento es, al igual que el bautismo, de suma importancia en cuanto a la creaci�n de la personalidad, ya que un poder m�gico se ha atribuido al nombre desde tiempos inmemoriales.

Conocer el nombre secreto de una persona [o un demonio] es tener poder sobre �l".

Encontrar el nombre es un acto creativo, un acto de poder que tiene el poder de cambiar nuestra relaci�n con los poderes arquet�picos del universo.

Jung comenta,

"En el momento en el que usted puede designar el arquetipo vivido por su s�mbolo, usted se siente aliviado, es un momento bueno y positivo, a�n si es horrible... Por lo tanto la medicina antigua egipcia consisti� en dar a la cosa el nombre correcto...

Un nuevo nombre siempre produce un efecto extraordinario, no podemos racionalizar estas cosas, ellos lanzan un hechizo, son s�mbolos, que realmente influyen en el inconsciente como los nos influye inconscientes".

�C�mo hacemos una palabra?La "hechizamos" (deletreamos).

En la b�squeda de las palabras de nuestra experiencia, estamos seleccionando con criterios un "hechizo positivo" cuya �rbita e influencia no-local es liberadora.Entonces podemos conscientemente nombrar y dar voz a nuestra experiencia, que es entrar en y acceder al esp�ritu creativo dentro de nosotros mismos.

Al aprender formas nuevas y creativas de expresarnos a nosotros mismos, estamos des-haciendo la maldici�n en la que est�bamos por no ser capaces de simbolizar nuestra experiencia.

Al aprender a quitar el hechizo, el mundo ya no est� escrito en piedra, con nosotros como sus v�ctimas pasivas, ya que nos damos cuenta y aprovechamos el poder creador y transformador de la Palabra.


EGOFRENIA MALIGNA
(de la Introducci�n ala locura de George W. Bush: una reflexi�n de nuestra Psicosis Colectiva., p 5-8)

(Nota- en este extracto de mi libro, introduzco el t�rmino "egofrenia maligna", una enfermedad psico-espiritual del alma que ha estado con nosotros desde tiempos inmemoriales, es end�mica de nuestra cultura en general, y un s�ntoma de los tiempos en los que vivimos.

Debido a que es una enfermedad en el alma de toda la humanidad, impregna el campo y est� en todos nosotros en potencia en cualquier momento, lo que hace que sea especialmente dif�cil de diagnosticar.En este extracto, estoy compartiendo de como me encontr� por primera vez una forma de realizaci�n humana y portador de esta enfermedad del alma en mi relaci�n con mi padre.

La egofrenia maligna s�lo puede entenderse cuando damos un paso fuera del yo separado y vemos el campo unificado m�s profundo que nos une y del que somos una expresi�n.Mi padre estaba actuando un rol m�tico m�s oscuro que existe en �ltima instancia, no s�lo dentro de mi psique personal, sino del inconsciente colectivo.

En este extracto, que estoy se�alando que, si bien en la superficie, lo que mi padre y George Bush actuaron parec�a completamente diferente y sin relaci�n, hubo una patolog�a subyacente encarn�ndose a trav�s de dos de ellos que revel� un proceso arquet�pico profundo trabajando dentro de todos nosotros.

Bush y mi padre son variaciones o reiteraciones de un tema similar, revelando un virus ps�quico de dimensiones superiores, el "bicho" en el sistema que ha causado estragos en toda la historia humana, y est� en la ra�z de nuestra crisis mundial actual).�

"La enfermedad ps�quica que se ha apoderado Bush es un virus de dimensiones superiores, articul�ndose a s� mismo no localmente (es decir, no limitado por el tiempo o el espacio) como un fen�meno de campo, y tiene que ser contemplado como tal.

Por ejemplo, si no reconocemos la enfermedad mortal que infecta el campo en el que Bush ha ca�do presa y le apoyamos y le seguimos, entonces nos convertimos en los agentes involuntarios a trav�s de los cuales esta enfermedad no local se propaga.Yo estoy llamando a esta enfermedad que impregna el campo y que existe en lo profundo del alma de toda la humanidadegofrenia maligna.

Actualmente, la egofrenia maligna se manifiesta como unapsicosis colectiva que causa la destrucci�n sin fin en una escala global.


El primer paso en la curaci�n de este pat�geno mal�volo es verlo, objetivar, y darle un nombre.Conocer el nombre del demonio es conocer su naturaleza, que al igual que la kriptonita para Superman, le quita su poder sobre nosotros.Este es el poder del Logos, la Palabra.


Este trabajo surge de una tragedia personal profunda.�La egofrenia maligna, como una especie de virus mortal, de otro mundo, encarnado en s� a trav�s de mi padre, haci�ndose cargo de �l tan plenamente, que ni siquiera sospechaba lo que estaba sucediendo.

Al igual queGeorge Bush, las partes sanas de la psique de mi padre fueron cooptadas por el aspecto patol�gico, que redact� estas piezas a su servicio.

Muy luminoso, y en la superficie aparentemente muy cari�oso, mi padre, al igual que George Bush, podr�a parecer un tipo com�n y corriente, normal.Esto hizo que la enfermedad que le agobiaba fuese dif�cil de reconocer.

Porque mi padre estaba tan tomado por �l, se volvi� en una forma de realizaci�n y portador de egofrenia maligna, convirti�ndose en un portal a trav�s del cual el campo a su alrededor lo "deformaba", de tal forma que alimentaba y apoyaba su proceso patog�nico.

Al igual que con George Bush, un campo no local de negaci�n y encubrimiento que se resisti� a la luz de la conciencia se conjur� en torno a mi padre con el fin de protegerlo.Esto es (arque)t�pico de c�mo los sistemas familiares se configuran en torno a una situaci�n de abuso.


La primera y �nica vez en mi vida que alg�n miembro de la familia me habl� honestamente sobre la patolog�a de mi padre fue una conversaci�n telef�nica que tuve con mi t�a Helen, la �nica hermana de mi padre.Ella me cont� que ella pensaba que la ra�z del problema de mi padre era la culpa abrumadora que debe haber sentido inconscientemente sobre �l, en sus palabras "la terrible, terrible cosa" que hizo cuando era m�s joven.

Lo que hizo fue "tan horrible y tan terrible que nunca, nunca me dir� de qu� se trataba", sin embargo.

Ella dijo que sus padres murieron con el coraz�n roto a causa de esta "horrible, terrible cosa" que hizo mi padre.Tan pronto como termin� de decirme esto, t�a Helen solt� de nuevo en su papel habitual de decirme que el problema que tuve con mi padre fue porque estaba enfermo, como si fuera demasiado para ella para permanecer en la verdad de lo que ella acababa de compartir.T�a Helen muri� un mes despu�s de que mi padre hizo, llev�ndose el secreto de familia a la tumba con ella.

Mi padre era incapaz y poco dispuesto a experimentar su sentimiento de culpa, verg�enza, o pecado por mas "terrible, terrible" que fuese.

Su falta de voluntad para experimentar su propia oscuridad llev� a un proceso de mentir, ocultar y encubrir, que mi padre lleg� a creer sus propias mentiras.Se resisti� a la auto-reflexi�n a toda costa, y cay� en un estado completamente disociado de negar su propia negaci�n escondi�ndose de s� mismo.

Luego se volvi� adjunto, y adicto a su papel de poder sobre otros, ya que esto le aseguraba que nunca tendr�a que ser vulnerable.

Otras personas en su esfera de influencia se convirtieron en objetos o peones para alimentar y mantener a su propia inflada imagen, narcisista, y patol�gica de s� mismo.Este abuso de poder se convirti� en un c�rculo vicioso auto-generador, que desarroll� una vida propia y aut�noma.

En otras palabras, este h�bito de esconderse de su propia oscuridad, literalmente, se hizo cargo y "posey�" a mi padre.

Luego actu� de manera compulsiva y encarn� este proceso mediante la proyecci�n de su propia sombra fuera de s� mismo y tratando de destruirla.Al hacer esto, �l fue pose�do por la misma sombra que estaba tratando de destruir, un estado de locura total y absoluta.En este estado de locura, mi padre, al abusar de su poder sobre otros, literalmente aterroriz� el campo a su alrededor.

Al igual que George Bush, este proceso de proyecci�n de sombras abri� la puerta para que la egofrenia malignase encarnara a trav�s de mi padre, haci�ndolo uno de sus instrumentos (l�ase una articulaci�n m�s profunda de egofrenia maligna)".

Narcisismo maligno


Un narcisista es alguien que se ha vuelto hipnotizado y encantado por su propia auto-imagen inflada.

Se han vuelto tan absortos en s� mismos, que no s�lo no est�n en relaci�n genuina con otros, sino que se relacionan con otros (incluido el medio ambiente) como objetos para satisfacer su propia necesidad de auto-engrandecimiento.

Un narcisista "maligno", sin embargo, es un narcisista que reacciona con sadismo a otras personas que no apoyan y permiten su narcisismo.En �ltima instancia, un narcisista maligno quiere aniquilar a cualquiera que de alguna manera pone en peligro su propia imagen ilusoria y una agenda ego�sta.

Los narcisistas malignos pueden ser muy carism�ticos, y son muy adeptos a encantar a otros y manipularlos.Son h�biles en camuflar su agenda mal�vola, incluso a s� mismos.�Los narcisistas malignos pueden parecen ser personas muy normales, regulares, y aparentemente amorosas.

Muchos de estos llamados psic�patas aparentemente "normales" son atra�dos a puestos de poder.�Los narcisistas malignos son muy h�biles en encantar a otros, en ponerlos bajo su hechizo.

Son hipnotizadores maestros, como "magos negros", en que son muy talentosos manipulando a otros a trav�s de sus inconscientes puntos ciegos y vulnerabilidades.

Los narcisistas malignos sonmentirosospatol�gicos, son muy h�biles para mentir, y debido a su extrema disociaci�n interna, creen en sus propias mentiras.Caen en una regresi�n infinita de estar en negaci�n acerca de estar en la negaci�n, es decir, est�n ocult�ndose continuamente de s� mismos.

La convicci�n de un solo lado que llevan en su acto de auto-enga�o puede f�cilmente "poner en trance" a la gente.Un narcisista maligno juega con los temores de la gente con el fin de ganar su confianza y luego controlarlos, bas�ndose en el abuso de poder sobre otros - la firma de un verdadero dictador, ya sea en una familia o una naci�n

En su esencia, un deseo del narcisista maligno es el de dominar y tener poder sobre otros.

El perverso placer de la dominaci�n total sobre otra persona(s), lo que implica la transformaci�n de una persona en un objeto (una "cosa"), en la que su libertad le es quitada, es la esencia misma del impulso s�dico.

Su sadismo es una manera de transformar sus sentimientos de impotencia y debilidad en una experiencia de omnipotencia.�Los narcisistas malignos pueden parecer confiado y auto-asegurado, pero est�n, en realidad, cubriendo profundas inseguridades y miedos a trav�s de una auto-imagen inflada.Intensos sentimientos de venganza, furia, y rabia al borde de la locura manifiesta cuando su temor es expuesto y su narcisismo amenazado.

Esta ira no es s�lo una defensa contra su vulnerabilidad y herida, sino que proviene de un perverso deseo de castigar s�dicamente a aquellos que ellos perciben como ser la causa de su rabia.

Un narcisista maligno es la encarnaci�n del ser separado, alienado, fuera de control a un grado patol�gico.

Inconscientemente se identifican con, y proteger�n a toda costa un imaginario "yo separado que es ajeno al resto del universo. Parad�jicamente, al mismo tiempo que se experimentan a s� mismos como algo separado de los dem�s, el narcisista maligno vive en un estado de fusi�n inconsciente con otros.

Para un narcisista maligno, otras personas realmente no existen como seres aut�nomos, sino como peones desechables para alimentar y mantener sus fantas�as narcisistas de masturbaci�n.Un narcisista maligno no ha desarrollado un sentido de su propio ser aut�ntico, por lo que no son capaces de tener una relaci�n genuina con otros.

Psicol�gicamente,el narcisismo malignoes un estado muy primitivo y no-evolucionado, totalmente carente de eros (relaci�n).


Los
narcisistas malignos no son conscientes de la interrelaci�n entre ellos y otros. Emocionalmente subdesarrollados, son incapaces de sentir empat�a por otros y tienen una abrumadora falta de compasi�n genuina.�Los narcisistas malignos son incapaces de llorar de verdad, ya que en �ltima instancia, s�lo se preocupan de s� mismos.

Ellos fingen pena, sin embargo, al igual que van a tratar y parecer compasivos, si es pol�ticamente correcto hacerlo y, por lo tanto, a su favor, ya que son maestros de la manipulaci�n.


Como un verdadero mat�n, los narcisistas malignos abusan de su posici�n de poder y privilegio simplemente porque pueden hacerlo, lo que es moralmente indefendible.

Pueden "hablar" sin cesar sobre asumir responsabilidad, pero nunca se enfrentan realmente ni se responsabilizan de sus acciones.�Los narcisistas malignos juegan el papel de "verdugo disfrazado de v�ctima" a fin de eximirse de culpa.Ellos cometen abuso y violencia en otros, mientras se esconden detr�s de la fachada de ser v�ctimas.

Los narcisistas malignos son verdaderamente loco haciendo cosas a otros dentro de su esfera de influencia.


Los narcisistas malignos son reacios a experimentar el sentido de la verg�enza, la culpa o el pecado, ya que su narcisismo no permiten estos sentimientos.Esta incapacidad de sentir conscientemente sus sentimientos "negativos" est� en la ra�z de la din�mica en la que se disocian de su propia oscuridad, culpando y "proyectando la sombra" en alg�n "otro".

Esta escisi�n y proyecci�n de sus propios malos resultados teniendo siempre un enemigo potencial en cada esquina, por lo que los narcisistas malignos tienden a la paranoia.

Los narcisistas malignos continuamente "necesitan" un enemigo y le incluso crean otros nuevos para garantizar que ellos no tengan que mirar el mal dentro de sus propios corazones.Reaccionan con aversi�n a la reflexi�n de su propia maldad.

Los narcisistas malignos est�n inconscientemente pose�dos por el impulso de tracci�n de la sombra arquet�pica.

Estar pose�do por una energ�a arquet�pica significa que han perdido su libertad interior, ya que una fuerza m�s potente, transpersonal, arquet�pica se ha hecho cargo de ellos, inconsciente y compulsivamente actuando a trav�s de ellos.Si se dejan en una posici�n de poder, los narcisistas malignos finalmente se destruyen a s� mismos y a todo el mundo bajo su dominio.

Los narcisistas malignos literalmente envenenan su �mbito de influencia, ya sea con uranio empobrecido o toxicidad ps�quica, que es igual de real y mortal.

Los narcisistas malignos son lo que se llaman "necr�filos", en que sus impulsos son perversamente dirigidos contra la vida - la espontaneidad de la que tienen miedo - y hacia la muerte y la destrucci�n, a la que son secretamente atra�dos.

Los narcisistas malignos tienen una s�dica "voluntad de matar" con el fin de proteger sus propios enga�os ego�stas, lo que los hace especialmente peligrosos, ya que no se detendr�n ante nada, literalmente, se aferrar�n a la posici�n de poder en la que se encuentran.

La guerra y una atm�sfera de violencia es la situaci�n en la que la mayor�a de ellos se sienten.�Los narcisistas malignos son asesinos (ya sea f�sica o ps�quicamente) ya que son penalmente y moralmente dementes.


EL PROCESO DE SO�AR


En un proceso que ocurre en, sobre y fuera del tiempo, cuando dos o m�s personas se unen, las proyecciones activan contra- proyecciones y crean un sue�o mutuamente compartido de relaci�n.

Por ejemplo, digamos que tengo una herida sin cicatrizar en mi psique.Si me voy a dormir esta noche y sue�o, mi herida sin cicatrizar seguramente aparecer� en mis sue�os, ya que mis sue�os nocturnos son una proyecci�n o reflejo de mi proceso interior.

De manera similar, voy a conectar inconscientemente los puntos y dar un sentido a la mancha de tinta llamada estado de vigilia, para so�ar la materializaci�n de mi proceso interior que necesita resoluci�n.

Inconscientemente so�ar� y atraer� a m� mismo a alguien en el mundo exterior con quien jugar mi proceso de cicatrizaci�n interior.Todo lo que necesita es el "gancho" m�s m�nimo en el otro sobre el que puedo colgar mi proyecci�n.El gancho es como un pedazo de velcro donde mi proyecci�n se aloja, ya que es donde el otro cae (y secretamente est� de acuerdo con) mi proyecci�n.

A pesar de que la parte de ellos que tiene una resonancia con mi proyecci�n podr�a ser el 1% de lo que son, mi atenci�n tiende a centrarse en este 1% de ellos como que es todo lo que son.

Jung comenta,

"En el momento en que uno forma una idea de una cosa y exitosamente atrapa uno de sus aspectos, uno invariablemente sucumbe a la ilusi�n de haber capturado la totalidad."

Mi enfoque y relaci�n con s�lo una parte del otro amplificar� esta cualidad particular en ellos, por lo que es m�s probable que entren e incorporen esta cualidad, proporcionando toda la evidencia que necesito para probarme a m� mismo a�n m�s que esto es quien en realidad son, afianz�ndome a�n m�s en mi punto de vista de verlos de esta manera, lo que s�lo sirve para llamar a�n m�s esta cualidad fuera de ellos, en un auto-perpetuado y auto-confirmado bucle de retroalimentaci�n que se convierte en una mutuamente creada profec�a auto-cumplida.

Y por supuesto, como un matrimonio hecho en el cielo (o potencialmente, el infierno), en una plantilla de espejos que se ajusta como una cerradura y una llave, el otro est� rec�procamente so�ando con llevar a cabo su proceso inconsciente de una manera similar.

En un sue�o mutuamente creado, un sue�o compartido, estamos so�ando uno con el otro para jugar papeles en el proceso del otro.

Cuando este proceso de sue�os mutuos emerge, cada persona se convierte en un personaje del sue�o materializado plenamente, una encarnaci�n de un personaje que vive en el interior de la mente del otro.

Como si la co-creaci�n de un espacio-de-sue�o compartido para habitar juntos, en este punto estamos tanto en la psique como la psique est� dentro de nosotros.Algo m�s profundo se est� revelando a trav�s de nuestra interacci�n sincr�nica.Reconocer esto en s� mismo es llegar a ser l�cido en el sue�o despierto.

Cuando ambas personas involucradas reconocen esto y se vuelven co-operativamente l�cidos juntos, pueden en colaboraci�n jugar y transformar el sue�o l�cido compartido que est�n teniendo, que es evoluci�n en acci�n.

Esto es un reflejo en el microcosmos, una iteraci�n de un fractal en la peque�a escala de la relaci�n individual, por lo que est� disponible para nosotros, macroc�smicamente hablando, como especie.

Siempre estamos so�ando con otros mientras que al mismo tiempo estamos siendo so�ados por ellos.Me imagino que todos hemos experimentado, consciente o inconscientemente, lo que se siente al ser so�ado por alguien m�s en su proceso.

Con ciertas personas, nos encontramos con partes de nosotros mismos que por lo general no manifiestan verse atra�dos fuera de nosotros, como si la otra persona, por alguna raz�n necesita a alguien para jugar este rol particular para ellos.

Mientras observamos y participamos c�mo somos reclutados en el proceso interno de la otra persona, descubrimos quesincr�nicamente, el papel en el que somos lanzados no s�lo nos est� mostrando algo acerca de ellos, sino al mismo tiempo est� revelando una parte previamente inconsciente de nosotros mismos as�.


UN ENGA�OSO S�NDROME PARTICIPATIVO(ADS)


Lo que yo llamo "Un S�ndrome Participatorio Delirante" (ADS para abreviar) est� basado en el iluso supuesto que somos independientes y no estamos participando en convocar la misma situaci�n en el resto del mundo externo al cual estamos reaccionando y objetando (por favor, ver mi art�culo "
Delirios de Separaci�n").

ADS inmoviliza con eficacia y har� ineficaz nuestra capacidad de auto-reflexionar, en lo relacionado con el mundo a trav�s del lente fijo y no negociable de los supuestos de que el mundo �objeti-vamente� existe, independientes de nosotros mismos.

Cuando somos afectados por ADS, reaccionamos a nuestras percepciones e interpretaciones como si existieran por s� y de manera independiente en el objeto (el mundo), en lugar de darnos cuenta de que son reflex-iones autom�ticas (de la manera que lo estamos viendo) y por lo tanto siempre revelando el sujeto (nosotros mismos).

En un inconsciente 'reflejo', entonces tratamos de "atacar" el problema desde el punto de vista (desde el exterior) equivocado, en lugar de acercarse a su fuente, que es dentro de nosotros mismos (por favor, consulte la secci�n "La mirada del le�n").

ADS es un "s�ndrome sem�ntico 'en la que estamos mal interpretando la naturaleza de nuestra experiencia, de manera sutil pero alterando significativamente la forma en que nuestra mente da sentido y contextualiza nuestra experiencia del universo, as� como a nosotros mismos.

Un ejemplo sencillo:

Me retiro de mi novia debido a mi propia herida.

Ella percibe esto, lo que desencadena sus inseguridades en torno a ser rechazada.En su reacci�n, ella act�a por su herida, que me da toda la evidencia aparentemente objetiva que tengo que justificar aun m�s mi retiro.

No me doy cuenta, sin embargo, de mi complicidad al invocar la propia herida en ella a la cual estoy reaccionando.

Una nota aclaratoria final:

Como aquellos de ustedes que han le�do mi libro saben, estoy llamando la 'enfermedad' psico-espiritual del alma que est� encarnando en nuestro mundo 'Egofrenia maligna', o la enfermedad de ME para abreviar.

ADS es una de la principal, subyacente 'din�mica' psicol�gica o "motor" que alimenta el aspecto 'maligno' de la 'egofrenia maligno.'