�
� � � �
por�Stephen Smith 13 Enero 2020 del�Sitio�Web�TheThunderboltsProject
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � Una ilustraci�n de los modos de vibraci�n en el sol. Cr�dito: Kosovichev et al., "Estructura y rotaci�n del interior solar".
El tama�o de cualquier estrella en particular, por lo tanto, su atracci�n gravitacional, es lo que los astr�nomos convencionales dicen que mantiene a los planetas en sus �rbitas.� �
Tambi�n se supone
que el fuego de fusi�n estelar es la fuerza motivadora que env�a
energ�a en un viaje de un mill�n de a�os antes de que se emita desde
su superficie.
Miles de millones de a�os antes de que naciera una estrella brillante en particular, comenz� como una nube tenue, mil veces menos densa que una nube de humo. � Una cosa que desconcierta a los astr�nomos sobre el proceso es,
La mayor�a de los astrof�sicos piensan que una explosi�n de supernova podr�a generar ondas de choque que pueden pasar a trav�s de nubes proto-estelares, obligando a las part�culas a chocar y agruparse. � La gravedad luego toma su posici�n familiar, eventualmente empujando la nube hacia una estructura lo suficientemente densa como para que tenga lugar la fusi�n.
No es la intenci�n de este trabajo analizar�las edades estelares�y los puntos de vista convencionales que las determinan. � Baste decir que a los diagramas estelares que intentan establecer la�"edad" seg�n el color y la temperatura�les faltan puntos importantes.
Las diferencias en los dos conceptos no son triviales, especialmente cuando se usan para explicar otras observaciones.
En un�universo el�ctrico,
Las estrellas no son,
Por el contrario, son bolas de plasma isodensas, con fusi�n en sus superficies. �
Dado que tienen la misma densidad en todo momento, sin�n�cleos de
fusi�n superdensos, es muy probable que sus estimaciones de masa
sean exageradas por los documentos escritos desde el consenso. La�definici�n del�universo el�ctrico�de "plasma" no es la convencional de "gas ionizado".
Las estrellas el�ctricas no son engendradas en las nubes nebulares, su progenitor es la separaci�n de la carga. � Todo en el Universo, 99.99% para ser m�s precisos, est� ionizado hasta cierto punto, por lo tanto, es plasma.
Cuando eso sucede, se desarrolla un campo el�ctrico d�bil. � En im�genes desde el espacio, as� como en fotograf�as de alta velocidad de la actividad plasm�tica en el laboratorio, se observa que esas corrientes forman pares de filamentos retorcidos, llamados�corrientes de Birkeland. � Las corrientes de Birkeland siguen los campos magn�ticos y extraen material cargado de su entorno con una fuerza de 39 �rdenes de magnitud mayor que la gravedad. � Los campos magn�ticos pellizcan el polvo y el plasma ultrafinos en�masas de materia calentadas�llamadas�plasmoides.� � A medida que�aumenta�el efecto, llamado "zeta pinch", el campo el�ctrico se intensifica, aumentando a�n m�s el zeta pinch.�Las gotas comprimidas forman descargas el�ctricas giratorias. � Al principio brillan como tenues enanas rojas, luego ardientes estrellas amarillas, y finalmente pueden convertirse en brillantes arcos ultravioleta, impulsados por las corrientes el�ctricas que los generaron.� � � � |
�