por Sonia Gupta
04 Enero 2022

del Sitio Web CodigoOculto





� Imagen: Pinterest

Wikimedia Commons




En las antiguas historias de la mitolog�a mesopot�mica como en tantas otras, se hace alusi�n a una tr�ada divina, los dioses m�s importantes de su pante�n:

el supremo Anu y sus v�stagos Enki y Enlil...

�ste �ltimo acabar�a por convertirse en el digno sucesor del l�der celeste, una figura frecuentemente ensalzada en los textos por su gran poder e incluso llega a mencionarse que era tal, que el resto de dioses no osaba mirarle directamente:

"Enlil, que se sienta ampliamente en el estrado blanco, en el estrado elevado, que perfecciona los decretos de poder, se�or�o y principado, los dioses de la tierra se postran con temor ante �l, los dioses del cielo se humillan ante �l�"
KRAMER, Samuel Noah

The Sumerians - Their History, Culture and Character

University of Chicago Press, 1971, p. 120

Muchos piensan que los mitos y leyendas de las civilizaciones de mayor antig�edad no eran invenciones sino al contrario:

que los narradores de aquellas �pocas estaban precisamente relatando una serie de acontecimientos que tuvieron lugar y por tanto, los dioses ser�an visitantes llegados de los cielos...

Si seguimos esta l�nea de pensamiento, encontraremos algunas voces que afirman que una las figuras divinas m�s importantes no habr�a tenido demasiado aprecio por la humanidad.

Estatuilla del dios Enlil

hallada en Nippur.

Cr�dito: Osama Shukir Muhammed Amin

Wikimedia Commons (CC SA 4.0)


Exterminar a los seres humanos


En alg�n relato se menciona que precisamente quien decidi� mandar un diluvio universal que anegara la Tierra fue el dios Enlil.

Un ejemplo de ello es el poema de Atrahasis en donde se relata que la decisi�n de ahogar a toda la humanidad vino despu�s de realizar varios intentos infructuosos (debidos a Enki) para erradicar a los seres humanos.


Primero se intent� con una plaga, tras 1.200 se realiz� una nueva tentativa en forma de sequ�a que no permit�a que los cultivos crecieran, y de nuevo, tras otros 1.200 a�os, Enlil tantea a los seres humanos con una severa hambruna.

Al ver todos sus intentos frustrados finalmente dictamina que Enki, quien mayoritariamente se hab�a encargado de que no llegaran a buen t�rmino, tendr�a que crear un diluvio, oblig�ndole a jurar adem�s que no se interpondr�a.

"El Diluvio mug�a como un toro,
E, igual que un �guila que chilla,
El viento aullaba.
Las tinieblas eran profundas,
El sol hab�a desaparecido.
Las personas mor�an como moscas".
Atrahasis,Tablilla 3, 15-20



Cr�dito: Geralt / Pixabay

(Public Domain)


Asimismo, en la Epopeya de Gilgamesh se difiere tambi�n que Enlil era uno de los dioses tras la creaci�n del diluvio.

Cuando Utnapishtim, superviviente de la cat�strofe y correspondiente al b�blico No� y al sumerio Ziusudra, le refiere al protagonista del relato lo siguiente:

"Utnapishtim le cuenta a Gilgamesh

una historia secreta que comienza en

la antigua ciudad de Shuruppak,

a orillas del r�o �ufrates.
Los 'grandes dioses' Anu, Enlil, Ninurta, Ennugi y Ea

juraron mantener el secreto sobre su plan

para provocar la inundaci�n"
Epopeya de Gilgamesh

Tablilla XI, 1-2


Cr�dito: KELLPICS / Pixabay

(Public Domain)


Inmortalidad


La animosidad de Enlil hac�a la humanidad podr�a ser motivo de discusi�n pues en algunas versiones se relata que al encontrar los dioses a los supervivientes del diluvio, es precisamente �l quien decide otorgarles la inmortalidad.

En la Epopeya de Gilgamesh por ejemplo, es Enlil quien bendice a Utnapishtim y a su mujer con el don de la vida eterna.

En el poema de Atrahasis se expresa que se enfureci� al encontrar que hab�a seres humanos que hab�an sobrevivido a la calamidad.

En la versi�n sumeria del mito son Enlil y An (Anu) quienes deciden hacer inmortal a Ziusudra:

"An y Enlil

trataron a Ziusudra con amabilidad�,

le concedieron la vida de un dios,

sobre �l baj� la vida eterna".
T.1.7.4, Segmento E, 3-11


Cr�dito: Jeffjacobs1990 / Pixabay

(Public Domain)

Castigo merecido


Pero�

�Qu� era lo que hab�a hecho la humanidad que tanto podr�a haber molestado al dios como para querer erradicar a todo ser viviente sobre la faz de la Tierra?

�Se trataba de un castigo merecido?

Seg�n se expresa en algunos textos, los seres humanos hab�an crecido tanto en n�mero que el ruido, el clamor que produc�an, era insoportable.

Un sorprendente detonante para tomar tal radical decisi�n�

"El pa�s era tan ruidoso

como un toro que bramaba.


Los dioses crec�an agitados y sin paz,

con los disturbios ensordecedores,
Enlil tambi�n tuvo que escuchar el ruido.

�l se dirigi� a los dioses superiores,
El ruido de la humanidad

se ha hecho demasiado grande,
pierdo el sue�o con los disturbios".
Poema de Atrahasis, 352-359



Cr�dito: Ipicgr / Pixabay

(Public Domain)

�Desproporcionado?

Quiz�s� pero hay que tener en cuenta que en las narraciones mesopot�micas, esta no fue la �nica ocasi�n en la que se argument� algo similar.

En el Enuma Elish se menciona que los dioses primordiales refirieron que las nuevas deidades, sus propios v�stagos, causaban mucho ruido y conmoci�n, y esta fue la causa para que tambi�n decidieran tratar de acabar con ellos:


"Apsu, abriendo su boca,
levant� la voz y dijo a Tiamat:
'Su conducta me es desagradable:
�De d�a no tengo reposo y de noche no puedo dormir!
Voy a reducir a la nada, voy a abolir su actividad,
para que se restablezca
el silencio y podamos dormir'.


Cuando Tiamat oy� estas palabras,
se puso furiosa y vocifer� contra su esposo;
y montando en c�lera le recrimin� agriamente,
porque le hab�a insinuado
el mal en su esp�ritu.


'�Por qu� vamos a destruir todo lo que hemos hecho?
�Su conducta es muy desagradable?
�Tengamos paciencia,

seamos benevolentes!'"
Enuma Elish, Tablilla I, 35-47


Parece ser que los seres humanos, siendo desconocedores de ello, cometieron el mismo error que en su d�a cometieron algunos de los primeros dioses.