por James Corbett
19 Septiembre 2021
del Sitio Web CorbettReport
traducci�n de Melvecs
29 Septiembre 2021
del Sitio Web Melvecs
Versi�n original en ingles








Hay que d�rselo a los globalistas:

ellos saben aprovechar nuestros mejores instintos.

Han dise�ado toda una infraestructura institucional internacional en torno a los problemas que preocupan al no psic�pata promedio (o al menos lo pretenden): ayudar a los pobres y los oprimidos, cuidar de los ni�os, acabar con las desigualdades, cuidar el planeta, etc.

Es por eso que Antonio Guterres, el Secretario General de las Naciones Unidas, acaba de publicar su informe sobre "Nuestra Agenda Com�n", que pretende proporcionar una hoja de ruta para,

"reconstruir nuestro mundo y remendar la confianza mutua que necesitamos tan desesperadamente en este momento de la historia ".

No porque realmente le importe salvar el mundo, por supuesto, sino porque sabe lo que hacemos, y que se puede persuadir a muchas personas para que,

"hagan sacrificio", hasta el punto de que renuncien a su soberan�a personal, como lo exige este informe en �ltima instancia, por el 'bien mayor'."

Y, como sabr�n los espectadores de New World Next Week de esta semana, esta es la raz�n por la que la Fundaci�n Bill y Melinda Gates, la Fundaci�n Rockefeller y un grupo de sus compinches de la Gran Agra se est�n uniendo en una alianza de mil millones de d�lares para "elevar la �nica voz africana coordinada" en una cumbre de las Naciones Unidas sobre seguridad alimentaria en �frica.

No porque les importe alimentar a los ni�os africanos hambrientos o criar a agricultores africanos pobres, sino porque saben que lo hacemos.

Espec�ficamente, la monstruosidad de Gates-Rockefeller-Big Ag conocida como la Alianza para una Revoluci�n Verde en �frica (AGRA) y su veh�culo asociado de recaudaci�n de fondos, el Foro de la Revoluci�n Verde Africana (AGRF) est� tratando de "elevar la �nica voz africana coordinada" en la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas en Nueva York esta semana.

Pero, como se�alan la Alianza para la Seguridad Alimentaria en �frica (AFSA) y literalmente docenas de otros grupos, el enfoque agr�cola promovido por AGRA (producci�n de productos b�sicos monoculturales que depende en gran medida de insumos qu�micos) es excelente para las grandes corporaciones agroindustriales que conforman la alianza AGRA, pero terrible para los agricultores africanos reales, sin mencionar terrible para la fertilidad del suelo a largo plazo y para el desarrollo humano.

Esto no es por accidente...

De hecho, toda la premisa detr�s de la "revoluci�n verde" de la que AGRA y AGRF derivan su nombre es que Big Ag es el salvador del mundo y la �nica forma de brindar seguridad alimentaria a las masas.

Esto es una mentira, por supuesto, pero es una que juega muy bien con nuestros mejores instintos.

Despu�s de todo,

�qui�n quiere ver a los agricultores africanos viviendo en la pobreza y a los ni�os africanos pasando hambre?

Pero para comprender mejor la estafa que se est� perpetrando contra la gente de �frica (y la gente del mundo), necesitamos mirar m�s all� de esta alianza corporativa de mil millones de d�lares para descubrir la s�rdida historia de la "revoluci�n verde" en s�.

Como de costumbre, la historia real de este evento es completamente opuesta a la historia que leer� sobre �l en los libros de texto convencionales.

Primero, AGRA y AGRF.

La Alianza para una Revoluci�n Verde en �frica es, seg�n su propio sitio Web,

"una alianza liderada por africanos con ra�ces en comunidades agr�colas de todo el continente".

Sin embargo, esta afirmaci�n es refutada inmediatamente por su lista de "socios", que incluye una serie de corporaciones Big Ag multinacionales, como,

La alianza, como ya habr�n adivinado quienes saben de qu� se trataba realmente la "revoluci�n verde", pretende,

"reunir los bienes y servicios necesarios para un r�pido desarrollo agr�cola" mediante "una combinaci�n de financiaci�n, aportes t�cnicos, capacitaci�n y convocatorias",

...pero en realidad est� interesado principalmente en monopolizar y dominar el mercado agr�cola en �frica.

Como era de esperar, la Alianza ha funcionado durante a�os bajo la direcci�n de varios l�deres conectados con Gates y Rockefeller en una agenda expl�citamente impulsada por Gates y Rockefeller para introducir tecnolog�as de "revoluci�n verde" en �frica que comenz� hace casi dos d�cadas.

La "iniciativa insignia" de AGRA, el Programa para los sistemas de semillas de �frica (PASS), fue dise�ado y dirigido por Joseph DeVries, un ex empleado de la Fundaci�n Rockefeller.

Adem�s, el jefe de gabinete de la presidenta de AGRA, Agnes Kalibata, Adam Gerstenmeier, fue anteriormente jefe de gabinete de Bill Gates.

El Foro de la Revoluci�n Verde Africana, mientras tanto, es un evento anual de recaudaci�n de fondos organizado por la compa��a qu�mica de mil millones de d�lares, Yara International.

Seg�n su propia p�gina, el foro "africano" ni siquiera comenz� en �frica, sino en Noruega.

Hubo que persuadir al grupo para que se trasladara a �frica y "adoptara una identidad africana".

"Establecida inicialmente como una 'Conferencia de la Revoluci�n Verde Africana' anual por Yara International ASA en Noruega en 2006, fomentando asociaciones p�blico-privadas y movilizando inversiones en la agricultura africana, la conferencia se traslad� al continente africano en 2010 con el apoyo del fallecido Kofi Annan para adoptar una identidad africana como el Foro de la Revoluci�n Verde Africana y garantizar el liderazgo y la participaci�n m�s amplia de las partes interesadas africanas en la agenda de transformaci�n agr�cola del continente.

El Foro ahora consiste en un evento anual combinado con plataformas tem�ticas y participaci�n durante todo el a�o para hacer un seguimiento del progreso a lo largo del tiempo".

Los socios de AGRF incluyen (como era de esperar) un grupo de corporaciones multinacionales y fundaciones corporativas "filantr�picas" como,

Solo por esto, no es dif�cil ver por qu� los agricultores africanos reales y las ONG africanas est�n tan molestos porque AGRF afirma "elevar la voz africana coordinada �nica" al hablar en su nombre en la pr�xima Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU.

Pero por muy malo que parezca todo esto a primera vista, es mucho peor si se examina m�s de cerca...

Eso es porque AGRA y AGRF no surgieron de la nada.

Son el resultado final de casi un siglo de esfuerzos coordinados para transformar la naturaleza de la agricultura en una empresa comercial dominada por un oligopolio de corporaciones multinacionales.

Esa agenda se ha vendido al p�blico como una "revoluci�n verde", pero lo �nico verde son los d�lares que llenan los bolsillos de los presidentes ejecutivos multimillonarios que se aprovechan de la simpat�a del p�blico por los agricultores pobres y las familias hambrientas.

La historia oficial de la llamada "revoluci�n verde" t�picamente se�ala que esta "revoluci�n" fue el resultado de transferencias de tecnolog�a al tercer mundo que permitieron a los pa�ses en desarrollo disfrutar de los frutos de los productos y pr�cticas agroqu�micos modernos.

Esta tecnolog�a, seg�n cuenta la historia, aument� considerablemente la productividad agr�cola en todo el mundo, lo que ayud� a alimentar a miles de millones.

Esta historia blanqueada por lo general comienza en M�xico en la d�cada de 1940 y se centra en el trabajo de Norman Borlaug, un cient�fico estadounidense a menudo acreditado con "salvar mil millones de vidas" por sus experimentos con variedades de trigo de alto rendimiento y resistentes a enfermedades en M�xico en la d�cada de 1940.

Sin embargo, la verdadera historia de la "revoluci�n verde" es, en contraste con esta agradable historia de cooperaci�n y filantrop�a, mucho m�s oscura.

Y, como era de esperar, esa historia nos lleva de regreso a los Rockefeller...

Espec�ficamente, en 1940, el vicepresidente de los Estados Unidos, Henry A. Wallace, reci�n salido de una gira por M�xico, se acerc� a la Fundaci�n Rockefeller con la "idea notable" de que,

"si se pudiera aumentar el rendimiento por acre de ma�z y frijoles, tendr�a un efecto mayor en la vida nacional de M�xico que cualquier cosa que se pudiera hacer".

Los Rockefeller, conociendo una oportunidad de negocio cuando la vieron, asumieron la causa.

Sin embargo, como era de esperar, la familia Rockefeller abord� el problema de la producci�n de alimentos en el mundo en desarrollo exactamente de la misma manera que hab�a abordado el problema de la producci�n de petr�leo a fines del siglo XIX:

convirti�ndolo en un negocio y monopolizando el mercado del producto...

Y, as� como hab�an consolidado la industria petrolera en Big Oil y consolidado la medicina alop�tica en Big Pharma, ahora se dispusieron a consolidar la industria agr�cola del mundo en desarrollo en Big Ag...

M�xico iba a ser el banco de pruebas para esta estrategia comercial.

Como inform� Los Angeles Times en 1995, Nelson Rockefeller estableci� la Corporaci�n de Desarrollo Mexico-Americano en la d�cada de 1940 y luego utiliz� el banco de su familia, el Chase National Bank, entonces bajo la direcci�n de Winthrop Aldrich, el t�o de los hermanos Rockefeller, y pronto a partir de entonces, bajo la direcci�n del propio David Rockefeller, para establecer la divisi�n latinoamericana de Chase Bank en el pa�s.

Como escribe William Engdahl en su amplio panorama de la revoluci�n verde y la revoluci�n gen�tica, Seeds of Destruction, un motivo importante para estos movimientos fue,

"recuperar un punto de apoyo en M�xico con el pretexto de ayudar a resolver los problemas alimentarios del pa�s".

Con sus pactos comerciales seguidos, los Rockefeller estaban listos para dedicarse a la "filantrop�a" corporativa que hab�a aumentado la fortuna de la familia, sin mencionar su reputaci�n, desde que John D. Rockefeller, Sr., hab�a invertido su dinero del petr�leo en el establecimiento de la Fundaci�n Rockefeller.

En este caso, los Rockefeller establecieron el Programa Agr�cola Mexicano (MAC), encabezado por George Harrar, quien se convertir�a en el presidente de la Fundaci�n Rockefeller.

Fue de MAC que Norman Borlaug y la legendaria revoluci�n verde iban a surgir.

La historia de la revoluci�n verde continu� en Brasil, donde otra de las aparentemente infinitas extensiones corporativas de Rockefeller estaba trabajando arduamente para transformar la industria agr�cola de esa naci�n.

Esta vez, el culpable fue la Corporaci�n Internacional de Econom�a B�sica (IBEC), creada por Nelson Rockefeller en 1947.

Seg�n el Rockefeller Archive Center:

La Corporaci�n se desarroll� como una empresa comercial privada que se centrar�a en mejorar las "econom�as b�sicas" de las naciones menos desarrolladas mediante la reducci�n de los precios de los alimentos, la construcci�n de viviendas s�lidas, la movilizaci�n de ahorros y el fomento de la industrializaci�n.

El objetivo era que el negocio fuera rentable y sustentable, y alentar a otros, especialmente nacionales, a establecer negocios competitivos y as� establecer un efecto de desarrollo "multiplicador".

Pero la verdadera idea de lo que era el IBEC (y la "revoluci�n verde" en general) proviene de Lester Brown, quien tambi�n fue beneficiario de la generosidad de Rockefeller:

su Worldwatch Institute fue fundado en 1974 con la ayuda de una subvenci�n de $ 500,000 del Fondo de los hermanos Rockefeller.

Como admiti� Brown en su libro de 1969 sobre el tema, Seeds of Change:

"El fertilizante es s�lo un elemento del paquete de nuevos insumos que los agricultores necesitan para aprovechar todo el potencial de las nuevas semillas.

Una vez que se vuelve rentable el uso de la tecnolog�a moderna, la demanda de todo tipo de insumos agr�colas aumenta r�pidamente.

Y solo las empresas de la agroindustria pueden suministrar estos nuevos insumos de manera eficiente.

Esto significa que la corporaci�n multinacional tiene un inter�s personal en la revoluci�n agr�cola junto con los pa�ses pobres".

�sta es la base de la llamada revoluci�n verde:

las corporaciones multinacionales encuentran un motivo de lucro para "desarrollar" el sector agr�cola de los pa�ses del tercer mundo vendi�ndoles fertilizantes, productos qu�micos y tecnolog�a intensiva en capital.

No sorprende saber que el mismo t�rmino "agroindustria" surgi� de la Escuela de Negocios de Harvard a partir de una investigaci�n realizada por Wassily Leontief con una subvenci�n de la Fundaci�n Rockefeller.

Tampoco es de extra�ar, entonces, que la Fundaci�n Gates retomara el punto donde lo dej� la Fundaci�n Rockefeller en el mundo de la "filantrop�a" agr�cola.

Como los espectadores de mi documental �Qui�n es Bill Gates? recordar�n, Bill Gates, Sr. admiti� en su libro de 2009, Show Up for Life, basar los esfuerzos filantro-capitalistas de Gates en el modelo de la Fundaci�n Rockefeller.

Pero aqu� nuevamente podemos ser enga�ados por nuestras propias buenas intenciones.

Podr�amos aceptar el mito (construido por relaciones p�blicas) de la "filantrop�a" que los posibles monopolistas utilizan para disfrazar su verdadera agenda.

"Bueno", podr�amos argumentar, "si la agroindustria realmente aumenta la producci�n de alimentos en estos pa�ses, �cu�l es el da�o en eso?

Algunas personas hambrientas se alimentan y algunas corporaciones obtienen ganancias. �Todos ganan!"

Pero, por supuesto, esto es mentira...

Siempre lo hab�a sido.

Se ha se�alado muchas veces antes en muchos contextos diferentes, pero AFSA lo se�ala con bastante fuerza en su comunicado de prensa sobre AGRA y la pr�xima Cumbre de Sistemas Alimentarios:

"M�s de una d�cada de investigaci�n ha puesto de manifiesto el fracaso de AGRA en sus propios t�rminos.

Despu�s de casi 15 a�os y un gasto de m�s de mil millones de d�lares para promover el uso de semillas comerciales, fertilizantes qu�micos y pesticidas en 13 pa�ses africanos, y $ 1000 millones de d�lares adicionales por a�o de subsidios del gobierno africano para semillas y fertilizantes, AGRA no ha proporcionado evidencia de que los rendimientos, los ingresos o la seguridad alimentaria aumentaron de manera significativa y sostenible para los hogares de peque�os agricultores en sus pa�ses objetivo.

Desde el inicio del programa AGRA en 2006, el n�mero de personas desnutridas en estos 13 pa�ses ha aumentado en un 30 por ciento. Incluso donde la producci�n de cultivos b�sicos aument�, hubo poca reducci�n de la pobreza rural o el hambre.

En cambio, se han desplazado cultivos diversos y resistentes al clima que proporcionan una dieta m�s diversa y saludable para los africanos rurales".

La revoluci�n verde fue un fraude...

Vendi� naciones enteras a la esclavitud por deudas a corporaciones multinacionales y ni siquiera condujo a la seguridad alimentaria.

En cambio, ha provocado un aumento de la pobreza y la desnutrici�n al servicio de la producci�n de cultivos comerciales monocultivos para la exportaci�n a empresas extranjeras.

Todo el proceso es una farsa de arriba a abajo.

Lamentablemente, los miles de millones que reparten las multinacionales en sus Alianzas y Foros son suficientes para comprar a gran parte de la oposici�n.

Aun as�, todav�a hay una cantidad incre�ble de oposici�n a la agenda de la revoluci�n verde y muchas, muchas organizaciones aut�nticas que est�n protestando y boicoteando su implementaci�n.

Sin embargo, sus voces reciben poca atenci�n en los medios de comunicaci�n que desde hace mucho tiempo han sido comprados y pagados por las mismas grandes empresas agr�colas y fundaciones "filantr�picas" que est�n impulsando esta agenda.

Depende de nosotros difundir estas voces disidentes.

Nuestros instintos son correctos.

Deber�amos preocuparnos por la pobreza.

Deber�amos desear la seguridad alimentaria para todos.

Deber�amos querer que los agricultores pobres de �frica y del resto del mundo prosperen.

Pero no debemos caer en la propaganda que nos dice que la �nica forma de lograr estas cosas es apoyando a Big Ag y sus compinches...