�
�
por James Corbett
Han dise�ado toda una infraestructura
institucional internacional en torno a los problemas que preocupan
al no psic�pata promedio (o al menos lo pretenden): ayudar a los
pobres y los oprimidos, cuidar de los ni�os, acabar con las
desigualdades, cuidar el planeta, etc. Es por eso que Antonio Guterres, el Secretario General de las Naciones Unidas, acaba de publicar su informe sobre "Nuestra Agenda Com�n", que pretende proporcionar una hoja de ruta para,
No porque realmente le importe salvar el mundo, por supuesto, sino porque sabe lo que hacemos, y que se puede persuadir a muchas personas para que,
Y, como sabr�n los espectadores de New World Next Week de esta semana, esta es la raz�n por la que la Fundaci�n Bill y Melinda Gates, la Fundaci�n Rockefeller y un grupo de sus compinches de la Gran Agra se est�n uniendo en una alianza de mil millones de d�lares para "elevar la �nica voz africana coordinada" en una cumbre de las Naciones Unidas sobre seguridad alimentaria en �frica. � No porque les importe alimentar a los ni�os africanos hambrientos o criar a agricultores africanos pobres, sino porque saben que lo hacemos. � Espec�ficamente, la monstruosidad de Gates-Rockefeller-Big Ag conocida como la Alianza para una Revoluci�n Verde en �frica (AGRA) y su veh�culo asociado de recaudaci�n de fondos, el Foro de la Revoluci�n Verde Africana (AGRF) est� tratando de "elevar la �nica voz africana coordinada" en la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas en Nueva York esta semana. � Pero, como se�alan la Alianza para la Seguridad Alimentaria en �frica (AFSA) y literalmente docenas de otros grupos, el enfoque agr�cola promovido por AGRA (producci�n de productos b�sicos monoculturales que depende en gran medida de insumos qu�micos) es excelente para las grandes corporaciones agroindustriales que conforman la alianza AGRA, pero terrible para los agricultores africanos reales, sin mencionar terrible para la fertilidad del suelo a largo plazo y para el desarrollo humano. � Esto no es por accidente... � De hecho, toda la premisa detr�s de la "revoluci�n verde" de la que AGRA y AGRF derivan su nombre es que Big Ag es el salvador del mundo y la �nica forma de brindar seguridad alimentaria a las masas. � Esto es una mentira, por supuesto, pero es una que juega muy bien con nuestros mejores instintos. � Despu�s de todo,
Pero para comprender mejor la estafa que se est� perpetrando contra la gente de �frica (y la gente del mundo), necesitamos mirar m�s all� de esta alianza corporativa de mil millones de d�lares para descubrir la s�rdida historia de la "revoluci�n verde" en s�. � Como de costumbre, la historia real de este evento es completamente opuesta a la historia que leer� sobre �l en los libros de texto convencionales. � � La Alianza para una Revoluci�n Verde en �frica es, seg�n su propio sitio Web,
Sin embargo, esta afirmaci�n es refutada inmediatamente por su lista de "socios", que incluye una serie de corporaciones Big Ag multinacionales, como,
La alianza, como ya habr�n adivinado quienes saben de qu� se trataba realmente la "revoluci�n verde", pretende,
...pero en realidad est� interesado principalmente en monopolizar y dominar el mercado agr�cola en �frica. � Como era de esperar, la Alianza ha funcionado durante a�os bajo la direcci�n de varios l�deres conectados con Gates y Rockefeller en una agenda expl�citamente impulsada por Gates y Rockefeller para introducir tecnolog�as de "revoluci�n verde" en �frica que comenz� hace casi dos d�cadas. � La "iniciativa insignia" de AGRA, el Programa para los sistemas de semillas de �frica (PASS), fue dise�ado y dirigido por Joseph DeVries, un ex empleado de la Fundaci�n Rockefeller. � Adem�s, el jefe de gabinete de la presidenta de AGRA, Agnes Kalibata, Adam Gerstenmeier, fue anteriormente jefe de gabinete de Bill Gates. � El Foro de la Revoluci�n Verde Africana, mientras tanto, es un evento anual de recaudaci�n de fondos organizado por la compa��a qu�mica de mil millones de d�lares, Yara International. � Seg�n su propia p�gina, el foro "africano" ni siquiera comenz� en �frica, sino en Noruega. � Hubo que persuadir al grupo para que se trasladara a �frica y "adoptara una identidad africana".
Los socios de AGRF incluyen (como era de esperar) un grupo de corporaciones multinacionales y fundaciones corporativas "filantr�picas" como,
Solo por esto, no es dif�cil ver por qu� los agricultores africanos reales y las ONG africanas est�n tan molestos porque AGRF afirma "elevar la voz africana coordinada �nica" al hablar en su nombre en la pr�xima Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU.
Eso es porque AGRA y AGRF no surgieron de la nada. � Son el resultado final de casi un siglo de esfuerzos coordinados para transformar la naturaleza de la agricultura en una empresa comercial dominada por un oligopolio de corporaciones multinacionales. � Esa agenda se ha vendido al p�blico como una "revoluci�n verde", pero lo �nico verde son los d�lares que llenan los bolsillos de los presidentes ejecutivos multimillonarios que se aprovechan de la simpat�a del p�blico por los agricultores pobres y las familias hambrientas. � La historia oficial de la llamada "revoluci�n verde" t�picamente se�ala que esta "revoluci�n" fue el resultado de transferencias de tecnolog�a al tercer mundo que permitieron a los pa�ses en desarrollo disfrutar de los frutos de los productos y pr�cticas agroqu�micos modernos. � Esta tecnolog�a, seg�n cuenta la historia, aument� considerablemente la productividad agr�cola en todo el mundo, lo que ayud� a alimentar a miles de millones. � Esta historia blanqueada por lo general comienza en M�xico en la d�cada de 1940 y se centra en el trabajo de Norman Borlaug, un cient�fico estadounidense a menudo acreditado con "salvar mil millones de vidas" por sus experimentos con variedades de trigo de alto rendimiento y resistentes a enfermedades en M�xico en la d�cada de 1940. � Sin embargo, la verdadera historia de la "revoluci�n verde" es, en contraste con esta agradable historia de cooperaci�n y filantrop�a, mucho m�s oscura. � Y, como era de esperar, esa historia nos lleva de regreso a los Rockefeller... � Espec�ficamente, en 1940, el vicepresidente de los Estados Unidos, Henry A. Wallace, reci�n salido de una gira por M�xico, se acerc� a la Fundaci�n Rockefeller con la "idea notable" de que,
Los Rockefeller, conociendo una oportunidad de negocio cuando la vieron, asumieron la causa. � Sin embargo, como era de esperar, la familia Rockefeller abord� el problema de la producci�n de alimentos en el mundo en desarrollo exactamente de la misma manera que hab�a abordado el problema de la producci�n de petr�leo a fines del siglo XIX:
Y, as� como hab�an consolidado la industria petrolera en Big Oil y consolidado la medicina alop�tica en Big Pharma, ahora se dispusieron a consolidar la industria agr�cola del mundo en desarrollo en Big Ag... � M�xico iba a ser el banco de pruebas para esta estrategia comercial. � �
� � Como inform� Los Angeles Times en 1995, Nelson Rockefeller estableci� la Corporaci�n de Desarrollo Mexico-Americano en la d�cada de 1940 y luego utiliz� el banco de su familia, el Chase National Bank, entonces bajo la direcci�n de Winthrop Aldrich, el t�o de los hermanos Rockefeller, y pronto a partir de entonces, bajo la direcci�n del propio David Rockefeller, para establecer la divisi�n latinoamericana de Chase Bank en el pa�s. � Como escribe William Engdahl en su amplio panorama de la revoluci�n verde y la revoluci�n gen�tica, Seeds of Destruction, un motivo importante para estos movimientos fue,
�
� � Con sus pactos comerciales seguidos, los Rockefeller estaban listos para dedicarse a la "filantrop�a" corporativa que hab�a aumentado la fortuna de la familia, sin mencionar su reputaci�n, desde que John D. Rockefeller, Sr., hab�a invertido su dinero del petr�leo en el establecimiento de la Fundaci�n Rockefeller. � En este caso, los Rockefeller establecieron el Programa Agr�cola Mexicano (MAC), encabezado por George Harrar, quien se convertir�a en el presidente de la Fundaci�n Rockefeller. � Fue de MAC que Norman Borlaug y la legendaria revoluci�n verde iban a surgir. � La historia de la revoluci�n verde continu� en Brasil, donde otra de las aparentemente infinitas extensiones corporativas de Rockefeller estaba trabajando arduamente para transformar la industria agr�cola de esa naci�n. � Esta vez, el culpable fue la Corporaci�n Internacional de Econom�a B�sica (IBEC), creada por Nelson Rockefeller en 1947. � Seg�n el Rockefeller Archive Center:
El objetivo era que el negocio fuera rentable y sustentable, y alentar a otros, especialmente nacionales, a establecer negocios competitivos y as� establecer un efecto de desarrollo "multiplicador". � Pero la verdadera idea de lo que era el IBEC (y la "revoluci�n verde" en general) proviene de Lester Brown, quien tambi�n fue beneficiario de la generosidad de Rockefeller:
Como admiti� Brown en su libro de 1969 sobre el tema, Seeds of Change:
�sta es la base de la llamada revoluci�n verde:
No sorprende saber que el mismo t�rmino "agroindustria" surgi� de la Escuela de Negocios de Harvard a partir de una investigaci�n realizada por Wassily Leontief con una subvenci�n de la Fundaci�n Rockefeller. � Tampoco es de extra�ar, entonces, que la Fundaci�n Gates retomara el punto donde lo dej� la Fundaci�n Rockefeller en el mundo de la "filantrop�a" agr�cola. � Como los espectadores de mi documental �Qui�n es Bill Gates? recordar�n, Bill Gates, Sr. admiti� en su libro de 2009, Show Up for Life, basar los esfuerzos filantro-capitalistas de Gates en el modelo de la Fundaci�n Rockefeller. � �
� � Pero aqu� nuevamente podemos ser enga�ados por nuestras propias buenas intenciones. � Podr�amos aceptar el mito (construido por relaciones p�blicas) de la "filantrop�a" que los posibles monopolistas utilizan para disfrazar su verdadera agenda.
Pero, por supuesto, esto es mentira... � Siempre lo hab�a sido. � Se ha se�alado muchas veces antes en muchos contextos diferentes, pero AFSA lo se�ala con bastante fuerza en su comunicado de prensa sobre AGRA y la pr�xima Cumbre de Sistemas Alimentarios:
La revoluci�n verde fue un fraude...
Todo el proceso es una farsa de arriba a abajo. � Lamentablemente, los miles de millones que reparten las multinacionales en sus Alianzas y Foros son suficientes para comprar a gran parte de la oposici�n. � Aun as�, todav�a hay una cantidad incre�ble de oposici�n a la agenda de la revoluci�n verde y muchas, muchas organizaciones aut�nticas que est�n protestando y boicoteando su implementaci�n. � Sin embargo, sus voces reciben poca atenci�n en los medios de comunicaci�n que desde hace mucho tiempo han sido comprados y pagados por las mismas grandes empresas agr�colas y fundaciones "filantr�picas" que est�n impulsando esta agenda.
Pero no debemos caer en la propaganda que nos dice que la �nica forma de lograr estas cosas es apoyando a Big Ag y sus compinches... � � � |
�