por John W. Whitehead
22 Octubre 2019
del Sitio Web
Rutherford

traducci�n de Biblioteca Pleyades

Versi�n original en ingles

Abogado constitucional y autor
John W. Whitehead es fundador y presidente de
The Rutherford Institute.
Su nuevo libro es
Battlefield America: The War on the American People

Fuente

"Los pol�ticos tienen m�s probabilidades que las personas de la poblaci�n general de ser soci�patas. Creo que no encontrar�as ning�n experto en el campo de la sociopat�a/psicopat�a/trastorno de personalidad antisocial que discuta esto...

Que una peque�a minor�a de seres humanos, literalmente, no tenga conciencia era y es una amarga p�ldora para nuestra sociedad, pero explica muchas cosas, siendo una conducta pol�tica descaradamente enga�osa ".
Dra. Martha Stout
cl�nico-psic�loga y ex-instructora en la Harvard Medical School


Hace veinte a�os, el titular de un peri�dico hizo la pregunta:

"�Cu�l es la diferencia entre un pol�tico y un psic�pata?"

La respuesta, entonces y ahora, sigue siendo la misma:

Ninguna...

No hay diferencia entre psic�patas y pol�ticos.

Tampoco hay mucha diferencia entre los estragos causados ​​en vidas inocentes por,

indiferentes, insensibles, ego�stas, irresponsables, delincuentes par�sitos y funcionarios electos que mienten a sus electores, intercambian favores pol�ticos por contribuciones de campa�a, hacen la vista gorda a los deseos del electorado, enga�an a los contribuyentes con d�lares ganados con esfuerzo, favorecen a la �lite corporativa, afianzan el complejo industrial militar, y no piensan mucho en el impacto que sus acciones irreflexivas y apresuradas, promulgaron sobre ciudadanos indefensos.

Los psic�patas y los pol�ticos tienden a ser,

usuarios ego�stas, implacables e insensibles de otros, mentirosos irresponsables, patol�gicos, simplistas, estafadores, carentes de remordimientos y superficiales...

Los pol�ticos carism�ticos, como los psic�patas criminales exhiben,

  • no aceptar la responsabilidad de sus acciones

  • tener un alto sentido de autoestima

  • son cr�nicamente inestables

  • tener estilos de vida socialmente desviados

  • necesitan estimulaci�n constante

  • tener estilos de vida parasitarios

  • poseer objetivos poco realistas...

No importa si est�s hablando de dem�cratas o republicanos en los Estados Unidos (o de cualquier otro partido pol�tico en el resto del mundo).

Los psic�patas pol�ticos est�n todos cortados en gran medida del mismo tejido patol�gico, rebosantes de un encanto aparentemente f�cil y con mentes calculadoras.

Tales l�deres eventualmente crean patocracias:

sociedades totalitarias que apuestan por el poder, el control y la destrucci�n de la libertad en general y de quienes ejercen sus libertades.

Una vez que los psic�patas ganan poder, el resultado suele ser alguna forma de gobierno totalitario o una patocracia.

"En ese momento, el gobierno opera en contra de los intereses de su propio pueblo, excepto para favorecer a ciertos grupos", se�ala el autor James G. Long.

"Actualmente estamos presenciando polarizaciones deliberadas de ciudadanos estadounidenses, acciones ilegales y una adquisici�n masiva e innecesaria de deuda.

Esto es t�pico de los sistemas psic�patas, y sucedieron cosas muy similares en la Uni�n Sovi�tica, ya que se sobre-extendi� y colaps�".

Fuente

En otras palabras, elegir a un psic�pata para un cargo p�blico equivale a un hara-kiri nacional, el acto ritualizado de autoaniquilaci�n, autodestrucci�n y suicidio.

Se�ala la desaparici�n del gobierno democr�tico y sienta las bases para un r�gimen totalitario que sea legalista, militarista, inflexible, intolerante e inhumano.

Incre�blemente, a pesar de la clara evidencia del da�o que ya ha sido infligido a nuestra naci�n y a sus ciudadanos por un gobierno psic�pata, los votantes contin�an eligiendo psic�patas para posiciones de poder e influencia.

Seg�n el periodista de investigaci�n Zack Beauchamp,

"En 2012, un grupo de psic�logos evalu� a cada presidente desde Washington hasta Bush II utilizando,

'Estimaciones del rasgo de psicopat�a derivadas de datos de personalidad completados por expertos hist�ricos de cada presidente'.

Descubrieron que los presidentes tend�an a tener la intr�pida caracter�stica del psic�pata y sus bajos niveles de ansiedad, rasgos que parecen ayudar a los presidentes, pero que tambi�n pueden hacer que tomen decisiones imprudentes que perjudican la vida de otras personas ".

La disposici�n a priorizar el poder por encima de todo, incluido el bienestar de sus semejantes, la crueldad, la insensibilidad y la falta total de conciencia son algunos de los rasgos definitorios del soci�pata.

Cuando nuestro propio gobierno ya no nos ve como seres humanos con dignidad y valor sino como cosas para ser,

manipulado, maniobrado, extra�do para obtener datos, maltratado por la polic�a, enga�ado para creer que tiene nuestros mejores intereses en el coraz�n, maltratado, encarcelado si nos atrevemos a salir de la l�nea, y luego castigado injustamente sin remordimiento, todo el tiempo neg�ndose a aceptar su propio fallas,

...ya no estamos operando bajo una rep�blica constitucional.

En cambio, lo que estamos experimentando es una
patocracia:

tiran�a a manos de un gobierno psic�pata, que "opera en contra de los intereses de su propia gente, excepto para favorecer a ciertos grupos".
Fuente

Peor a�n, la psicopatolog�a no se limita a aquellos en altos cargos de gobierno. Se puede propagar como un virus entre la poblaci�n.

Como concluy� un estudio acad�mico sobre patocracia,

"La tiran�a no florece porque los perpetradores son indefensos e ignorantes de sus acciones. Florece porque se identifican activamente con aquellos que promueven actos viciosos como virtuosos".

La gente no se alinea y saluda simplemente. Es a trav�s de la identificaci�n personal con un l�der, partido u orden social dado que se convierten en agentes del bien o del mal.

Mucho depende de c�mo los l�deres,

"cultivan un sentido de identificaci�n con sus seguidores", dice el profesor Alex Haslam.

"Quiero decir que una cosa bastante obvia es que los l�deres hablan sobre 'nosotros' en lugar de 'yo', y en realidad de lo que se trata el liderazgo es de cultivar este sentido de identidad compartida sobre 'nosotros mismos' y luego hacer que las personas quieran actuar en t�rminos de ese 'nosotros-ness', para promover nuestros intereses colectivos...

[Nosotros] es la �nica palabra que ha aumentado en los discursos inaugurales durante el siglo pasado... y la otra es 'Am�rica'."

El objetivo del estado corporativo moderno es obvio:

promover, cultivar e incorporar un sentido de identificaci�n compartida entre sus ciudadanos.

Para tal fin,

"nosotros la gente" se ha convertido en "nosotros el estado policial".

Nos estamos convirtiendo r�pidamente en esclavos de una m�quina de gobierno totalitaria burocr�tica, sin cara y sin nombre que erosiona implacablemente nuestras libertades a trav�s de innumerables leyes, estatutos y prohibiciones.

Cualquier resistencia a tales reg�menes depende de la fuerza de las opiniones en la mente de aquellos que eligen defenderse.

Lo que esto significa es que nosotros, la ciudadan�a, debemos tener mucho cuidado de que no seamos manipulados para marchar al mismo ritmo que un r�gimen opresivo.

Escribiendo para ThinkProgress, Beauchamp
sugiere que,

"una de las mejores curas para los malos l�deres puede ser la democracia pol�tica".

Pero, �qu� significa esto realmente en t�rminos pr�cticos?

Significa responsabilizar a los pol�ticos por sus acciones y las acciones de su personal, utilizando todos los medios disponibles a nuestra disposici�n:

  • a trav�s del periodismo de investigaci�n (lo que sol�a denominarse el Cuarto Estado) que ilumina e informa

  • a trav�s de quejas de denunciantes que exponen la corrupci�n

  • a trav�s de demandas que desaf�an la mala conducta

  • a trav�s de protestas y acciones pol�ticas de masas que recuerdan a los poderes f�cticos que "nosotros, la gente", somos los que deciden el curso de acci�n (estar a cargo)...

Recuerda, la educaci�n precede a la acci�n.

Los ciudadanos deben hacer el arduo trabajo de educarse sobre lo que est� haciendo el gobierno y c�mo responsabilizarlo.

No te permitas existir exclusivamente en una c�mara de eco que est� restringida con principios con los que est�s de acuerdo.

Exponte a m�ltiples fuentes de medios, independientes y convencionales, y piensa por ti mismo.

Para el caso, no importa cu�les sean tus inclinaciones pol�ticas, no permitas que tu sesgo partidista triunfe sobre los principios que sirven de base a nuestra rep�blica (o pa�s) constitucional.

Como se�ala Beauchamp,

"Un sistema que realmente responsabiliza a las personas ante la conciencia m�s amplia de la sociedad, puede ser una de las mejores maneras de mantener a las personas sin conciencia bajo control".

Dicho esto, si permitimos que las urnas se conviertan en nuestro �nico medio de hacer retroceder al estado policial, la batalla ya est� perdida...

La resistencia requerir� una ciudadan�a dispuesta a ser activa a nivel local.

Sin embargo, como se�alo en mi libro
Battlefield America - The War on the American People, si esperas para actuar,

hasta que el equipo SWAT entre a la fuerza por tu puerta

hasta que tu nombre aparezca en una lista de terroristas

hasta que te denuncien por tales actividades prohibidas como recoger agua de lluvia o dejar que tus hijos jueguen afuera sin supervisi�n,

...entonces ser� demasiado tarde.

Esto lo s�:

No somos n�meros sin rostro

No somos engranajes de la m�quina

No somos esclavos...

Somos seres humanos y, por el momento, tenemos la oportunidad de permanecer libres, es decir, si defendemos incansablemente nuestros derechos y nos resistimos en todo momento a los intentos del gobierno de encadenarnos.

Los Fundadores entendieron que nuestras libertades no fluyen del gobierno.

No nos fueron entregados solo para ser quitados por voluntad del Estado.

Son inherentemente nuestros.

Del mismo modo, el prop�sito designado por el gobierno no es amenazar o socavar nuestras libertades, sino salvaguardarlas.

Hasta que podamos volver a esta forma de pensar, hasta que podamos recordar a nuestros conciudadanos lo que realmente significa ser libre, y hasta que podamos mantenernos firmes ante las amenazas a nuestras libertades, continuaremos siendo tratados como esclavos en esclavo de un estado policial burocr�tico dirigido por psic�patas pol�ticos.