por Pablo Bohorquez
20 Julio 2020
del Sitio Web YouTube

Informaci�n enviada por CFGO


Los super-ricos colombianos son principalmente banqueros, se�ores feudales, narco-paramilitares y empresarios sin escr�pulos.

La mayor�a son varias cosas a la vez.

Y est�n aprovechando la impunidad que les da la pandemia en Colombia, para seguir desmantelando el estado, para reforzar su poder y aumentar sus riquezas, sin ayudar a los mas pobres a sobrevivir.


Simult�neamente han lanzado una inteligente campa�a, basada en que hay que acabar con la polarizaci�n.

Lo que en realidad quieren es que la guerra entre el bien y el mal quede en empate, intentan poner h�roes y genocidas al mismo nivel, para que el h�roe desaparezca y el genocida siga reinando en la sombra, a trav�s de t�teres y tibios.

En otras palabras, para que los justos ya no sean una molestia, por eso contin�an asesinando l�deres sociales, periodistas y pol�ticos independientes.

Lo que quieren es que solo haya soldados y esclavos y lo mas pat�tico: soldados-esclavos, dispuestos a arremeter contra su propia gente.

Por eso necesitan tanto ejercito y polic�a, para seguir cometiendo la mayor cobard�a:

reprimir a los que no tienen nada, a los que han robado.

Lo que quieren es que acabe la esperanza de los pobres o de las v�ctimas, que gane el terror, la codicia y la fuerza, pero disfrazada de normalidad, de entretenimiento.


Lo que m�s asusta a los super-ricos y a quienes les sirven, es perder sus privilegios y saben que puede pasar, porque la lucha entre el bien y el mal es el eterno drama del ser humano:

la polarizaci�n entre la vida y la muerte.

Por eso los imperios mas sangrientos de la historia o las oligarqu�as genocidas como la colombiana, lo primero que asesinan es la verdad, cuentan la historia a su manera, y tienen un discurso de la paz en el que la defensa de las injusticias es odio, y la resistencia es crimen y los h�roes son enemigos de la "paz", una paz mezquina y mentirosa que en realidad es su impunidad.

Varios siglos de desigualdad han terminado con la paciencia de los colombianos, ya no hay margen de espera, ya no se creen que desde dentro se pueda cambiar un sistema dise�ado para robar y para falsificar una democracia.

Si los Colombianos no se polarizan hacia el bien y resisten unidos, habr� ganado el mal, continuar� el saqueo del pa�s y millones seguir�n viendo a sus hijos morir.

Hay que dejar de hablar tanto o de volver todo comedia.

Si queremos sobrevivir hay que ponerse con tres tareas iniciales:

- Primera: dejar de pensar en lucha de partidos pol�ticos y empezar a hablar de lo que si es real:

la guerra que han orquestado unos pocos ricos por controlar a millones de pobres.

- Segunda: desenmascarar y neutralizar a los tibios.

- Tercera: desobediencia civil pacifica masiva e incontestable, para no seguir alimentando el monstruo que devora el territorio y la vida de los colombianos, no obedecerlo, arrinconarlo aunque se esconda detr�s d una pandemia.

Un monstruo que al fin y al cabo es solo un pu�ado de hombres y mujeres codiciosos pero cobardes, e incapaces de detener a millones que tienen un mismo sue�o.