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por Joaquin Flores
11 Noviembre 2020
del Sitio Web
Strategic-Culture
traducci�n de
Biblioteca Pleyades
Versi�n original en ingles
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� Foto: Wikimedia
Y el Se�or descendi�
para ver la ciudad y la torre,
que edificaron los hijos de los hombres.
G�nesis 11: 5
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El gran reinicio
La 4ta Revoluci�n Industrial
El 4to
Regreso
El Gran Despertar y la Inteligencia Artificial...
Estos son los temas reales que est�n dando forma al panorama
sociopol�tico, cultural e ideol�gico de nuestras vidas en 2020.
Los cr�ticos entienden cada vez m�s el impulso del cierre y la
cuarentena hacia
un Gran Reinicio como un programa
de esclavizaci�n masiva y castigo colectivo, reducci�n de la
poblaci�n, presentado dentro de los puntos progresivos de
conversaci�n.
En nuestro �ltimo art�culo sobre el gran reinicio, 'Whose Great Reset? The Fight for Our Future -
Technocracy vs. the Republic', confrontamos la naturaleza
Orwelliana del t�rmino en s�,
mostrando que la nueva propuesta aparentemente tecnocr�tica se
estaba haciendo de una manera que parece acortar los procesos de
toma de decisiones de los estados soberanos, as� como de los
procesos democr�ticos dentro de las rep�blicas.
En las
palabras eternas del autor irland�s Oscar Wilde,
"La vida imita al arte mucho m�s de lo que el arte imita a la vida".
"Que vivimos en
una �poca en la que
los planes de la �lite se
explican de manera m�s abierta y descarada, en la ficci�n,
en la mitolog�a p�blica, en la cultura, y se fabrican de una
manera totalmente fuera de las manos de la gran mayor�a de
las personas, cuyas vidas cambiar�n para siempre,
probablemente para peor, es sin duda la verdadera cat�strofe
de nuestro tiempo".
Hay un hecho extra�o, aunque poco conocido, sobre la vida de los
'prisioneros'...
Ahora que la humanidad se enfrenta a la enorme
probabilidad de un r�gimen de encierros con el endeble
pretexto de
un virus con una tasa de supervivencia del
99,9%, necesitamos entender algo sobre los prisioneros y
el Gran Despertar.
El Gran Despertar es producto de,
c�mo responden realmente las personas encarceladas al
encarcelamiento...
As� como una persona
privada de visi�n desarrolla un sentido del olfato y el o�do
sobresalientes, una persona privada de libertad f�sica desarrolla
una libertad espiritual o sobrenatural profunda y cosificada, que es
el despertar.
En un extra�o giro del destino, cuanto m�s se encierra la gente, m�s
se despierta.
Estamos atrapados entre dos aparentes contradicciones que, de hecho,
se reconcilian.
Por un lado entendemos que todo sucede por una raz�n y que la
justicia siempre prevalece al final.
Por otro lado, sabemos que el posible destino que podemos tener solo
viene a costa de una tremenda lucha, autodisciplina, fortaleza moral
y sacrificio.
Esta es la mentalidad de los despiertos, del soldado pol�tico, en el
curso de la lucha del Gran Despertar y dentro de la Era del 4to
Cambio.
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Censurar hechos,
materializar la ficci�n
El mes
pasado, el padre del primer ministro brit�nico Boris Johnson,
Stanley Johnson, fue sorprendido por segunda vez en p�blico,
sin usar m�scarilla.
�No sab�a que existe una pandemia "altamente contagiosa", que afecta
a su grupo de edad en particular?
�No sabe lo que est� pasando en el Reino Unido y en todo el mundo?
�O sabe algo que el resto de nosotros no sabemos?
Por m�s locura que pueda ser, se supo que fue Stanley Johnson quien
escribi� la novela de ficci�n dist�pica, El Virus (The Virus), que describe
gran parte de lo que estamos viviendo hoy.
Tambi�n es autor de
World Population and the United Nations - Challenge and Response, un manual de no ficci�n sobre el tema
descrito en su t�tulo.
En 'El Virus',
tanto en el arco narrativo de la novela como en su propia
introducci�n, Stanley Johnson expone la necesidad de un virus a los
ojos de una �lite insidiosa para frenar el crecimiento de la
poblaci�n.
Esta coincidencia con la actual
Agenda 21/2030 de la ONU
sobre
control de la poblaci�n, y el compromiso del defensor de las vacunas
y beneficiario de la
OMS,
Bill Gates, de
reducir la poblaci�n
mundial, es absolutamente desconcertante y plantea preguntas sobre
otras 'coincidencias' que han surgido desde entonces.
Esto, por supuesto, incluye la misma posici�n que
Boris Johnson
ocupa hoy en d�a en el manejo de la versi�n real del virus en Gran
Breta�a.
Pero, �es esto una mera coincidencia, o no...?
Esa pregunta se ha convertido en el tema de un debate vigoroso, con
un lado del debate que sostiene que no es una coincidencia que por
un lado las
redes sociales est�n tremendamente censuradas y que se les proh�ba
efectivamente, y por el otro lado es la �nica voz que uno
escucha y ve en los medios sociales y legados.
El hecho de esta censura solo sobre esta cuesti�n parece dar cr�dito
a quienes est�n siendo censurados, ya que a menudo es la
consecuencia involuntaria de la censura, y quiz�s la �ltima
esperanza del hombre.
Este es un ejemplo asombroso de la vida imitando el arte, y ahora
con una conciencia p�blica cada vez mayor sobre la relaci�n entre
las vacunas y la infertilidad, llegamos al predicado de la pel�cula
'Children of
Men'.
Children of Men representa un mundo en caos global, guerra,
conflictos, batallas callejeras entre miembros de fuerzas cuasi
gubernamentales y varios cultos radicales y religiosos, un empuje
militar yihadista por las calles de Par�s, una junta paramilitar,
los efectos de la migraci�n masiva, prisiones al aire libre y cosas
peores.
Esto se ha apoderado de la mayor parte de Europa y presumiblemente
del mundo.
Este colapso parece haber sido producto de una pandemia mundial de
infertilidad de origen desconocido.
Esta pel�cula de 2008, cualquiera que vea la pel�cula hoy, reconocer�a
instant�neamente las escenas como im�genes aproximadas de la vida
real vistas en las noticias en el mundo de 2020.
La crisis global de infertilidad crea una sensaci�n generalizada de
inseguridad, la imposibilidad de un mercado de valores y una
sensaci�n consciente de fatalidad inminente y una respuesta
nihilista por parte de las �lites.
Tomado junto con 'El Virus' de Johnson, podemos hacer una conjetura
bastante culta sobre c�mo se manifestar�a tal resultado en una
realidad donde la vida est� imitando al arte:
el virus o la vacuna creada para curar el virus, de hecho
se presta
a la infertilidad...
No es dif�cil adivinarlo porque, d�a a d�a, vemos que esta distop�a
se convierte en nuestra realidad cotidiana.
Se ha convertido en una cuesti�n de hecho mucho m�s que de ficci�n.
Esto nos obliga a abordar, con sobriedad, una reevaluaci�n del
concepto de progreso y hacia d�nde conduce.
Los temas de un virus que se utilizan como predicado tanto para el
control de la poblaci�n como para una total
transformaci�n social,
como escribimos en 'Whose
Great Reset', es uno que refleja los
efectos de la guerra:
tanto en t�rminos de un evento de v�ctimas masivas como de la
necesidad de "reconstruir mejor" despu�s de un aparente colapso
socioecon�mico inducido por la calamidad o por la respuesta de mano
dura del gobierno.
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El aparato ideol�gico de estado de la modernidad tecnocr�tica tard�a
Durante varios a�os, los cr�ticos sociales y los fil�sofos p�blicos
han expresado su preocupaci�n por el surgimiento interminable del
culto tecnocr�tico y futurista de la modernidad tard�a.
En muchos sentidos, esto est� relacionado con todo el proyecto
ideol�gico de nuestra �poca, ya que una fachada de izquierda sobre
un estado-polic�a-pensamiento tecnocr�tico ha sido armada como lo
que Louis Althusser hab�a llamado
Ideological State Apparatus
(ISA) en su texto hist�rico. del mismo nombre, "Id�ologie et appareils
id�ologiques d'�tat - Notes pour une recherche".
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Vivimos en una �poca donde est�n los planes de la �lite,
son m�s abiertos y m�s descaradamente enunciados, en la ficci�n, en la
mitolog�a p�blica, en la cultura, y se fabrican de una manera
totalmente fuera de las manos de la gran mayor�a de las personas
cuyas vidas cambiar�n para siempre, probablemente para peor... son las
manos. por la verdadera cat�strofe de nuestro tiempo...
Durante generaciones, los ciudadanos fueron bombardeados con motivos
futuristas y tecnocr�ticos, donde se alent� a las personas a
proyectar ingenuamente su propia bondad en los objetivos de los
l�deres pol�ticos y corporativos y los cient�ficos, incluso cuando
esta bondad no hab�a sido probada o establecida.
La bata blanca de laboratorio se hab�a convertido no solo en
sin�nimo de confianza, sino de buenas intenciones, y en ese
sentido reemplaz� a la t�nica del sacerdote y a la t�nica negra.
Esto ha cultivado un
suelo f�rtil para gente como el Dr.
Anthony Fauci
y su cala�a.
Esto ha culminado en la implementaci�n ahora abierta de la llamada "4� Revoluci�n Industrial", un marco progresista envuelto dentro de
la sociolog�a de Marx pero sin sus componentes humanistas y emancipatorios: un "marxismo tecnocr�tico de �lites".
La iglesia del mito del progreso ha caracterizado gran parte del
discurso sociopol�tico del siglo pasado.
Ha sido uno que ha preparado a varias generaciones para aceptar los
'desaf�os del cambio' como una necesidad inevitable, hacia la forja
de un 'mundo feliz'.
Ha servido como el supuesto subyacente de los tres impactantes
mayor�a de las ideolog�as de la 20avo siglo:
-
liberalismo
-
fascismo
-
comunismo
Tantos 'carritos de manzanas' se han volcado en el camino hacia alguna
combinaci�n de esos extremos, que hoy hay cientos de millones de
personas que nunca han visto un carrito de manzanas con sus propios
ojos.
El Aparato Ideol�gico de Estado ha proscrito que las
cr�ticas a las pol�ticas, planes y compromisos reales existentes a
nivel de
las Naciones Unidas, como la
Agenda 21
y la
Agenda 2030, sean
censuradas en las redes sociales.
La censura en s� da cr�dito al lado de "no coincidencia" del debate
actual, porque el objetivo de la reducci�n de la poblaci�n mundial
no solo es expl�cito, sino central.
El aparato ideol�gico establecido proscribe que cuestionar la agenda
es la "negaci�n de la ciencia" y la "conspiraci�n de extrema
derecha", que son los cr�menes de pensamiento doblemente m�s imp�os
(double-plus ungood)
de nuestros d�as.
Un elemento central del aparato ideol�gico
eran los tropos culturales y pol�ticos que encajaban tem�ticamente
con la globalizaci�n cultural y de la l�nea de suministro en el
marco de las econom�as basadas en servicios del primer mundo,
fundadas a su vez en la premisa de la obsolescencia planificada.
Sin embargo, la reducci�n de la poblaci�n es un objetivo abierto de
las �lites y sus instituciones de gobernanza global, y todo lo que
es pol�mico es la idea de que los mismos gobiernos que mintieron
sobre los pretextos para las guerras en Irak y Vietnam, que luego
asesinaron a millones de personas inocentes, puede que vuelva a
estar mintiendo hoy sobre los m�todos que pueden utilizar con ese
fin.
Y, sin embargo, los m�todos pasados de control de la poblaci�n
como la guerra del tipo de guerra total, son inaceptables para las
�lites de hoy debido al espectro de un holocausto nuclear que
tambi�n contaminar�a la vida de las propias �lites.
Johnson no solo es consciente de esto, sino que es expl�cito en su
introducci�n a 'El Virus'.
Tambi�n podemos incluir que la guerra resultar� en que se culpe a un
lado o al otro en un momento de gran colusi�n entre las potencias
mundiales, pero sin embargo, una pandemia global parece ser un acto
de Dios, cuando en realidad tal vez sea el resultado de que el
hombre juega a ser dios.
El
Ideological State Apparatus
(ISA) comenz� a mutar a fines de la d�cada de 1970,
absorbiendo, deformando y luego proyectando hacia la sociedad una
forma mutada del mismo radicalismo de protesta que previamente
desafi� al antiguo Aparato Ideol�gico de Estado.
Esta nueva ISA est�
caracterizada por una nueva moral social, que entreg� el culto
ahora omnipresente a la correcci�n pol�tica.
Este
autoritarismo ideol�gico es uno en el que la esclavitud y las
autolesiones son se�ales de virtud, y este cambio cultural hacia
la flagelaci�n p�blica hizo posible la idea de que
el encierro, la cuarentena y el
uso de mascarillas eran un
signo de 'virtud' m�s que de 'salud'.
Sin este cambio en
el ISA durante las �ltimas d�cadas, nunca podr�a
haber habido una nueva normalidad...
V�deo
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Se ha convertido en un "hecho" incuestionable que el mundo est�
condenado por una gran superpoblaci�n.
Desde libros de texto para ni�os hasta pel�culas apocal�pticas, la
narrativa es impulsada incuestionablemente.
Pero, �c�mo sabemos exactamente cu�ndo, y si hay un punto de ruptura?
Conclusi�n
A medida que presentamos la superficie del problema y comenzamos a
insinuar el curso necesario de las soluciones, en la Parte II
profundizaremos en el problema y explicaremos c�mo ser�a un orden
justo.
En la segunda parte, veremos los or�genes del contrato social y el
problema de los hombres libres frente a la creciente forma
burocr�tica en la historia.
Esto nos preparar� para ver por qu�, en el nivel filos�fico,
nuestras �lites actuales han aterrizado en la misantrop�a y el
genocidio como un programa de reducci�n de la poblaci�n humana, como
la mejor soluci�n posible.
Por �ltimo vamos a explicar que mientras que una 4ta revoluci�n
industrial vendr� en cualquier caso, que la reducci�n de la
poblaci�n y la esclavitud no es un componente necesario de la misma.
M�s bien, depende de los hombres libres determinar c�mo se ver� y
esbozaremos sus funciones reales...
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