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Parte 15
Los Ej�rcitos Secretos de La OTAN
La Guerra Secreta en Alemania
por Daniele Ganser
31 Octubre 2013
del Sitio Web
VoltaireNet
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Si bien la existencia del
Gladio alem�n durante la etapa anterior a la
incorporaci�n de Alemania a la OTAN est� perfectamente
documentada gracias al trabajo de August Zinn, el
entonces primer ministro del Estado de Hesse, la acci�n
de esa red a partir de 1955 ha sido objeto de grandes
mentiras de Estado.
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A pesar del descubrimiento
de escondites de armas por aqu� y por all�, la polic�a
federal nunca investig� seriamente la cuesti�n y el
gobierno federal siempre protegi� su secreto.
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Klaus Barbie (1913-1991).
Despu�s de desempe�ar un importante papel en el
asalto contra el gueto de �msterdam, Klaus Barbie es
nombrado jefe de la Gestapo en la ciudad francesa de
Lyon, donde logra capturar, torturar y asesinar al
legendario jefe de la Resistencia francesa, Jean
Moulin.
Al terminar la guerra, Barbie es buscado por las
Naciones Unidas,
pero la CIA lo recluta en secreto para crear el
Gladio alem�n.
Al ser acusado en Alemania, Barbie es enviado a
Bolivia, en 1951.
All� se convierte r�pidamente en jefe de los
servicios de inteligencia y hombre fuerte del pa�s,
donde captura y asesina al Che Guevara.
Sin embargo, despu�s de un cambio de r�gimen, es
arrestado y expulsado hacia Francia, donde ser�
finalmente juzgado y condenado a cadena perpetua.
Muere de c�ncer en la c�rcel.
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El 27 de febrero de 1933, hacia las 21 horas,
estalla un incendio en el Reichstag - el Parlamento alem�n - en Berl�n.
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Aunque los bomberos logran salvar parte del
edificio, el Parlamento y la democracia alemana no sobreviven al atentado.
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Adolf Hitler, del Partido Nacional
Socialista (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, NSDAP, nombre
com�nmente abreviado como "nazi"), nombrado canciller apenas un mes antes
del incendio, acusa de inmediato al Partido Comunista Alem�n (Kommunistische
Partei Deutschlands, KPD).
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Al d�a siguiente, junto al ministro del Interior
Wilhelm Frick y el ministro a cargo de las fuerzas de polic�a
Hermann Goering, miembros ambos del NSDAP, el canciller Hitler ordena
sin dilaci�n el arresto de unos 4 000 opositores pol�ticos y periodistas que
criticaban su r�gimen, muchos de ellos miembros del Partido Comunista y del
SPD, Partido Socialdem�crata.
Un mes despu�s del misterioso incendio, de la marginaci�n de los comunistas
y del arresto de gran n�mero de socialistas, el Parlamento alem�n adopt� por
mayor�a, y a pesar de las protestas de los pocos socialistas que quedaban,
una nueva ley de crucial importancia (Gesetz zur Behebung der Not von Volk
und Reich) que de hecho abol�a el Parlamento y transfer�a todos los poderes
al ejecutivo encabezado por Hitler.
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Aquel mismo mes se crearon en Alemania los
primeros campos de concentraci�n, a los que fueron enviado, en abril de
1933, m�s de 25 000 opositores pol�ticos arrestados por las fuerzas
especiales de Hitler - las Schutzstaffel o SS - y por la polic�a secreta del
r�gimen, la Gestapo.
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Marinus van der Lubbe, un comunista que
hab�a sido arrestado en el lugar de los hechos durante la noche del incendio
del Reichstag, fue juzgado, condenado a muerte y ejecutado. Ya antes del
inicio mismo del juicio contra van der Lubbe, una investigaci�n de los
brit�nicos hab�a llegado a la conclusi�n de que los militantes del NSDAP
hab�an provocado ellos mismos el misterioso incendio para apoderarse del
control total del Estado.
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A principios de 1933, Hitler y sus numerosos
partidarios convirtieron as� Alemania en una dictadura dirigida por el
Fuhrer y su partido nazi.
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Seis a�os m�s tarde, Hitler declaraba la Segunda
Guerra Mundial, que provoc� una devastaci�n sin precedentes y la muerte de
60 millones de personas. Fueron aquellas las horas m�s sombr�as de la
historia de la Humanidad. Cuando el Ej�rcito Rojo tom� finalmente Berl�n e
iz� la bandera de la URSS en lo alto del Reichstag, Hitler - ya vencido - se
suicid�. En Berl�n, era el 30 de abril de 1945. [1]
"La instauraci�n de las organizaciones stay-behind
en los pa�ses de la OTAN comenz� inmediatamente despu�s de la Segunda
Guerra Mundial", seg�n confirm� en 1990 el informe oficial del gobierno
alem�n. �[2]
Despu�s de la derrota de Alemania, en 1945, el
caos del final de la guerra proporcionaba, seg�n la visi�n de los
estadounidenses, las condiciones ideales para la creaci�n de una red stay-behind.
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En su calidad de fuerza ocupante, las tropas de
Estados Unidos compart�an el control del territorio con los ej�rcitos de
Francia, Gran Breta�a y la Uni�n Sovi�tica. La prioridad era reunir un gran
n�mero de individuos visceralmente anticomunistas con experiencia en la
realizaci�n de acciones de guerrilla y en el manejo de armas y explosivos.
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Es por ello que, en el mayor secreto, Estados
Unidos reclut� ex nazis y los incorpor� a la red stay-behind alemana. En el
momento del esc�ndalo que desencaden� Andreotti, en 1990, el canal de
televisi�n privado RTL conmocion� a la opini�n p�blica alemana al revelar en
un reportaje sobre el Gladio que ex miembros de la temida Waffen-SS de
Hitler, los mismos que hab�an exterminado a los comunistas bajo el III
Reich, hab�an sido despu�s miembros de la red stay-behind alemana.
Un documento del estado mayor estadounidense titulado Overall Strategic
Concepts (Conceptos Estrat�gicos Generales) y fechado el 28 de marzo de
1949 subrayaba que Alemania,
"dispon�a de un excelente potencial en
hombres entrenados para conformar las unidades clandestinas y las
reservas del ej�rcito secreto [unidades stay-behind]. Una resistencia
eficaz puede y debe organizarse." [3]
Por orden del Pent�gono, el Counter
Intelligence Corps (CIC) - que acababa de crearse - recibi� entonces la
tarea de buscar a los antiguos nazis para juzgarlos en Nuremberg mientras
reclutaba simult�neamente a los partidarios de la extrema derecha
incorpor�ndolos a las filas del ej�rcito secreto anticomunista.
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Aquella pr�ctica no fue revelada hasta 1986,
cuando el Departamento de Justicia estadounidense dio una conferencia de
prensa - quiz�s la m�s importante desde el esc�ndalo del Watergate - en la
que reconoci� que el CIC hab�a reclutado a un alto dignatario nazi
inmediatamente despu�s del fin de la guerra.
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Un largo estudio de 600 p�ginas compilado por
Allan Ryan para el Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmaba
que el oficial de las SS y responsable de la Gestapo Klaus Barbie
hab�a sido reclutado en 1947 por el CIC, que posteriormente lo hab�a ayudado
a escapar a las acciones legales por cr�menes de guerra, antes de organizar
su huida de Europa hacia Argentina a trav�s de una red clandestina.
No fueron precisamente las cualidades morales de Klaus Barbie las que
movieron a los agentes de los servicios secretos estadounidenses a salvarlo
sino m�s bien su experiencia y su potencial utilidad para la creaci�n de la
red stay-behind alemana.
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La prensa brit�nica report� en 1990 que:
"Entre los que fueron reclutados y a su vez
reclutaron [a otros] durante los primeros a�os del programa figuraba un
ex Obersturmf�hrer de las SS, Hans Otto, as� como otros personajes de
menor envergadura.
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Pero el reclutado m�s valioso de aquella
operaci�n fue Klaus Barbie quien trabaj� [a su vez] en el reclutamiento
de ex nazis y de miembros de la organizaci�n fascista Bund Deutscher
Jugend (BDJ)." [4]
En 1943 y 1944, Klaus Barbie hab�a ordenado la
ejecuci�n de al menos 4 000 personas, miembros de la Resistencia y jud�os,
as� como la deportaci�n de otras 15 000 hacia los campos de concentraci�n y
de exterminio, lo cual le hab�a valido el sobrenombre de "Carnicero de
Lyon".
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Poco despu�s del fin de la guerra, Barbie fue
hallado culpable de cr�menes contra la humanidad y condenado a muerte en
ausencia por un tribunal franc�s al cabo de un juicio en el que los testigos
lo describieron como un torturador s�dico que aterrorizaba a hombres,
mujeres y ni�os con su fusta y su perro pastor alem�n. [5]
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Reinhard Gehlen (1902-1979).
Jefe del servicio de inteligencia nazi en el Frente
Oriental y general de brigada de la Reichswehr.
Supo anticiparse al fin de la Segunda Guerra Mundial
acerc�ndose a
conspiradores contrarios a Hitler.
En
el momento de la liberaci�n, se da a conocer a las
autoridades estadounidenses al entregarles en microfilms
el contenido de sus archivos.
Cre�, por cuenta de la CIA, el nuevo servicio de
inteligencia de la RFA (BND), convirti�ndose en su jefe.
Desde ese cargo protege la red Gladio alemana y recluta
decenas de miles de ex agentes nazis para la realizaci�n
de operaciones de sabotaje contra la Uni�n Sovi�tica.
Consigui� para la CIA la parte m�s importante de la
informaci�n de inteligencia que esa agencia lleg� a
tener sobre el bloque del este, informaci�n a menudo
exagerada.
Dimite, en 1963, cuando se descubre que los sovi�ticos
hab�an
penetrado su organizaci�n a los m�s altos niveles.
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En la conferencia de prensa de 1986, el Departamento estadounidense de
Justicia se abstuvo de mencionar el papel que hab�a desempe�ado Klaus Barbie
en la creaci�n de la red stay-behind y afirm� que, con excepci�n de Barbie,
"no exist�a ninguna otra huella de un caso
similar en que un nazi sospechoso de cr�menes de guerra haya sido
exfiltrado o ni siquiera de cualquier otra persona buscada por el
gobierno de Estados Unidos o por el [gobierno] de alguno de sus
aliados". [6]
Aquella declaraci�n es en realidad una mentira.
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El personaje m�s importante reclutado por el CIC
no fue el Carnicero de Lyon sino el general Reinhard Gehlen.
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Este �ltimo hab�a iniciado su carrera en los
servicios secretos bajo el III Reich, asumiendo en 1942 el mando del
Fremde Heere Ost (FHO, las Tropas Extranjeras del Este) cuya misi�n era
combatir las tropas sovi�ticas.
"Gehlen obten�a la mayor parte de su
informaci�n perpetrando los peores cr�menes de guerra, la tortura, el
interrogatorio y haciendo morir de inanici�n a unos 4 millones de
prisioneros sovi�ticos", descubri� el historiador estadounidense
Christopher Simpson al investigar sobre el reclutamiento de nazis por
parte de Estados Unidos. �[7]
Gehlen estaba totalmente consciente de que sus
cr�menes le hab�an valido un lugar en la lista negra del NKVD, los servicios
especiales de Mosc�.
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Cuando se dio cuenta de que Alemania estaba
perdiendo la guerra prefiri� entregarse al CIC estadounidense - el 20 de
mayo de 1945 - para escapar a las represalias de los rusos.
Gehlen hab�a previsto, con toda raz�n, que la informaci�n que hab�a logrado
arrancar mediante la tortura a los prisioneros comunistas y sovi�ticos
despertar�a gran inter�s entre los estadounidenses. As� que, con ayuda de
varios altos responsables nazis, hab�a transferido minuciosamente a
microfilms los registros del FHO sobre la URSS y hab�a conservado los
microfilms en cilindros herm�ticos de acero que hab�a enterrado despu�s en
los Alpes austriacos.
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Despu�s de varias semanas de detenci�n en manos
del CIC, Gehlen se puso en contacto con el general estadounidense Edwin
Luther Siber y le revel� su secreto. Siber se qued� tan impresionado que
se encarg� de la carrera de Gehlen en los siguientes a�os.
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Lo present� a los m�s altos responsables de la
inteligencia estadounidense, como el general Walter Bedell Smith,
quien encabezaba en aquel entonces los servicios secretos militares de
Estados Unidos en Europa y dirigi� posteriormente la CIA entre 1950 y 1953.
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Siber tambi�n present� Gehlen al general
William Donovan, el jefe de la Office of Strategic Services (OSS), el
servicio secreto competente en caso de guerra, y a sus agentes Allen
Dulles, futuro director de la CIA, y Frank Wisner, futuro jefe de
la OPC - la Oficina de Coordinaci�n Pol�tica de la CIA, que estuvo a cargo
de la creaci�n de la red stay-behind en Europa. [8]
Guiados por Gehlen, los estadounidenses recuperaron los microfilms
enterrados en Austria y, en agosto de 1945, Siber envi� Gehlen con sus
microfilms a Washington para una entrevista.
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El presidente Truman tambi�n qued� muy
impresionado, al extremo que puso a Gehlen y a muchos de los colaboradores
de este �ltimo a la cabeza del primer servicio alem�n de inteligencia creado
despu�s de la Segunda Guerra Mundial, bautizado incluso como Organizaci�n
Gehlen (ORG).
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Como concluy� Simpson,
"A fin de cuentas, Gehlen y varios cientos
de oficiales superiores alemanes llegaron a ponerse de acuerdo con los
brit�nicos o los americanos [estadounidenses] (�) Pero el general Gehlen
se impuso como el m�s importante de todos." [9]
Con el respaldo financiero y material de Estados
Unidos, el cuartel general del ORG se instal� primeramente en Oberursel, no
lejos de Francfort, antes de mudarse a Pullach, cerca de Munich, a un
antiguo centro de entrenamiento de las Waffen-SS, donde a�n se encuentra hoy
en d�a el Bundesnachrichtendienst (BND), el actual servicio de inteligencia
alem�n.
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En el marco de los acuerdos secretos de
cooperaci�n entre la CIA y el ORG, el agente James Critchfield fue
enviado a Alemania.
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Critchfield, a quien los alemanes pusieron como
sobrenombre "Her Marschall", supervis� el trabajo de los servicios de Gehlen
ocup�ndose permanente de que se le comunicaran los nombres de los 150
principales agentes de la organizaci�n, como medio de mantener el servicio
de inteligencia alem�n bajo control estadounidense.
"Yo estaba estacionado en Augsberg y, como
hablaba el idioma fluidamente, me confiaron la direcci�n de una red de
informantes alemanes a la que pertenec�a Klaus Barbie y Klaus Barbie
era� hee� descubr� despu�s que los franceses lo estaban buscando por
asesinato y se lo dije a mis superiores, quienes me respondieron que no
buscara problemas:
'nos sigue siendo �til por el momento.
Cuando no tengamos m�s nada que sacarle, lo entregaremos a los
franceses.'
�Yo hab�a cre�do que me merec�a un ascenso
por haberles hablado de Barbie y me dijeron simplemente que cerrara la
boca!" [10]
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Gunther Bernau
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El ex agente del CIC Dabringhaus, hoy residente en la Florida,
explicaba despu�s c�mo antiguos nazis hab�an preparado escondites de armas
stay-behind por orden de los estadounidenses:
"El coronel Gunther Bernau era un agente, un
informante que trabajaba para la inteligencia militar en Stuttgart.
Nosotros [el CIC] le hab�amos proporcionado un alojamiento, un escondite
en Ludwigsburg donde nos reun�amos 3 veces por semana para que �l me
transmitiera informaci�n sobre los comunistas. Nos dec�a todo lo que
quer�amos saber."
El objetivo de Estados Unidos era combatir el
comunismo a cualquier precio, recuerda Dabringhaus, aunque a �l mismo no le
impresionaba mucho Gunther Bernau:
"Seguramente hab�a tenido mucho influencia
en tiempos del nazismo. Un d�a me sent� a su bur� y estuve hojeando un
�lbum de fotos que databan de la guerra. Una de ellas era un magn�fico
retrato de Adolf Hitler.
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[Bernau] recib�a visitas de varios ex
oficiales superiores nazis de la Waffen-SS en su casa de Ludwigsburg y
me dec�a que si alg�n d�a necesitaba ayuda le bastaba con una simple
llamada telef�nica para contactar con 200 ex responsables SS de Hamburgo
hasta Munich."
Seg�n las declaraciones de Dabringhaus, Bernau
estaba muy implicado en la creaci�n del ej�rcito secreto alem�n:
"Recuerdo que un d�a me llev� a un lugar
preciso donde cavamos y encontramos fusiles, armas cortas, granadas,
todo cuidadosamente empaquetado, y me dijo:
'tenemos miles as� por todo el pa�s�.
Aquello me inquiet� un poco, as� que lo
inform� a mis superiores, quienes me respondieron:
'Estamos al corriente. Ellos trabajan
para nosotros, en caso de que los comunistas atraviesen la Cortina
de Hierro.'"
Los altos responsables estadounidenses, fieles a
su principio de m�xima confidencialidad, no informaban al agente del CIC
Dabringhaus sobre los detalles del ej�rcito stay-behind.
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Pero el agente se enter� de lo suficiente como
para entender que se trataba de un proyecto altamente secreto en el que
participaban gran cantidad de nazis:
"Un ex general, un general SS, Paul Hauser,
visitaba regularmente a Bernau. Los dos trabajaban juntos en ciertos
proyectos de los que no sab�amos absolutamente nada e incluso se me
ped�a no tratara de saber nada m�s.
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Me imagino que alguno de mis superiores ya
dirig�a el conjunto de aquellas operaciones." [11]
Cuando estall� el esc�ndalo del Gladio, en 1990,
un ex responsable de la inteligencia de la OTAN explic�, en condiciones de
anonimato, que para construir el ej�rcito secreto alem�n el departamento de
operaciones especiales de la CIA, bajo la direcci�n de Frank Wisner,
hab�a literalmente,
"anexado el servicio de espionaje de Hitler
dirigido por Reinhard Gehlen. Eso se sabe con seguridad porque Gehlen
fue el padre espiritual de la red stay-behind de Alemania, su papel lo
conoc�a perfectamente el canciller Konrad Adenauer, y desde el comienzo
mismo."
Seg�n esa misma fuente an�nima de la OTAN, el
presidente Truman y el canciller Adenauer hab�an,
"firmado un protocolo secreto en el momento
de la adhesi�n de la RFA a la alianza atl�ntica en mayo de 1955,
protocolo seg�n el cual las autoridades de Alemania occidental se
abstendr�an de emprender acciones judiciales contra partidarios
reconocidos de la extrema derecha.
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Lo que es menos conocido es que otras
personalidades pol�ticas alemanas de primer plano tambi�n fueron
informadas de la existencia de aquellos planes de resistencia.
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Entre ellas estaba nada menos que el
ministro de Relaciones Exteriores alem�n de aquella �poca, el ex
dignatario nazi Hans Globke." [12]
En 1952 se descubri� en Alemania una de las
redes que los estadounidenses hab�an construido y conformado en gran parte
con nazis, el Bund Deutscher Jugend (BDJ) y su rama stay-behind conocida
como Technischer Dienst (TD).
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Klaus Barbie hab�a contribuido activamente a la
creaci�n del stay-behind BDJ-TD. [13]
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Pero el secreto se supo r�pidamente. En su
edici�n del 10 de octubre de 1952, bajo el ambiguo t�tulo "Saboteadores
alemanes traicionan la confianza de los americanos.
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Apertura de una amplia investigaci�n despu�s de
confirmarse el financiamiento y entrenamiento de guerrilleros", el New
York Times report� que
"fuentes bien informadas confirmaron ayer
que Estados Unidos financiaba y apoyaba el entrenamiento clandestino de
j�venes alemanes, entre los que hab�a un buen n�mero de ex soldados,
para formarlos en la realizaci�n de operaciones de guerrilla ante la
posibilidad de una guerra contra la URSS".
El diario estadounidense prosegu�a:
"Las revelaciones que se hicieron ayer en el
Parlamento regional de Hesse y los titulares que publican hoy los
peri�dicos alemanes han provocado considerable malestar en el
Departamento de Estado y el Pent�gono" ante todo porque "se descubri�
que los grupos que deb�an realizar esas operaciones se implicaron en
combates pol�ticos. Sus jefes (�) establecieron listas negras de
ciudadanos que 'liquidar' de cuya fiabilidad pod�a dudarse en una guerra
contra los rusos."
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"Se organizaron varias reuniones entre
representantes alemanes y americanos" porque "varios socialistas, entre
ellos algunos miembros del gobierno, figuraban en la lista junto a
comunistas".
Aquel descubrimiento precoz de una parte del
stay-behind alem�n provoc� un gran esc�ndalo a ambos lados del Atl�ntico.
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En Estados Unidos, la revista Newsweek anunci�
el 20 de octubre de 1952 que la CIA hab�a organizado un grupo de "stay-behind"
en Alemania.
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El d�a 29, el semanario informativo alem�n Der
Spiegel precis�, con toda raz�n, que aquellas redes stay-behind exist�an
igualmente en numerosos pa�ses de Europa:
"El caso del BDJ ha causado gran inquietud
en las diferentes estaciones de los servicios secretos estadounidenses
en Europa. En efecto, el 'Technischer Dienst' alem�n es s�lo una de las
ramas de una red de partisanos respaldada por Estados Unidos y que se
extiende por toda Europa."
El semanario alem�n Der Spiegel precisaba
incluso:
"Esa red est� muy implantada en Francia,
B�lgica, los Pa�ses Bajos, Luxemburgo, Italia y en la pen�nsula ib�rica.
En Francia, la organizaci�n fue creada desde 1948 con el respaldo del
[ministro del Interior] socialista Jules Moch."
�Qu� hab�a pasado? �C�mo hab�a salido a la luz
el secreto?
El 9 de septiembre de 1952, el ex oficial de las SS Hans Otto se
hab�a presentado por voluntad propia en la sede de la polic�a criminal de
Francfort, en el Land de Hesse, donde declar�, seg�n los archivos del
gobierno alem�n,
"pertenecer a un grupo de resistencia
pol�tica cuya misi�n era realizar actos de sabotaje y volar puentes en
caso de invasi�n sovi�tica".
Seg�n Otto, a quien no le agradaban las
actividades terroristas,
"un centenar de miembros de la organizaci�n
hab�an recibido una formaci�n ideol�gica, hab�an aprendido el uso de
armas de fabricaci�n americana, rusa y alemana y hab�an sido entrenados
en t�cticas militares. La mayor�a de esos hombres eran ex oficiales de
la Luftwaffe, de la Wehrmacht o de las Waffen-SS".
Seg�n puede leerse en la transcripci�n de su
confesi�n:
"Aunque oficialmente no era necesario
mostrar opiniones neofascistas, gran parte de los miembros se inscrib�an
en esa tendencia. Los medios financieros de la organizaci�n ven�an de un
ciudadano americano nombrado Sterling Garwood."
Otto revel� tambi�n que, en lo que llegaba una
invasi�n sovi�tica, el ej�rcito secreto alem�n realizaba actos subversivos
en el territorio nacional:
"En materia de pol�tica interna, la
estrategia de la organizaci�n apuntaba al KPD [el Partido Comunista
Alem�n] y el SPD [el Partido Socialdem�crata]". [14]
La "organizaci�n" a la que Otto se refer�a
estaba integrada a la red stay-behind alemana pero no representaba el
conjunto de la red, ni siquiera en aquella �poca.
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La rama hab�a adoptado el enga�oso nombre de BDJ,
iniciales de la Uni�n de la Juventud Alemana, cuando la edad media de sus
miembros andaba en realidad por los 40 a�os. Mucho antes del testimonio de
Otto, el movimiento se hab�a hecho notar por su anticomunismo radical.
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Pero lo que se ignoraba hasta aquel momento era
que la BDJ hab�a servido de pantalla al Technischer Dienst (Servicio
T�cnico o TD), una red stay-behind de tipo paramilitar y altamente secreta
que se compon�a de antiguos nazis, financiada por Estados Unidos y equipada
con armas y explosivos.
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Seg�n las estad�sticas alemanas, la BDJ, que se
extend�a a toda la RFA, lleg� a contar oficialmente con 17 000 miembros
mientras que una investigaci�n del gobierno federal afirmaba que los
efectivos del TD no pasaban de 2 000 individuos. [15]
En 1952, el testimonio de Otto dio lugar a una amplia investigaci�n policial
que permiti� localizar el centro de entrenamiento de la red stay-behind
cerca de Waldmichelbach, un pintoresco pueblecito en medio del bosque de
Odenwald, que a su vez se halla en el Land de Hesse.
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Antes de aquella fecha, el entrenamiento de los
miembros del Gladio alem�n se desarrollaba en la base militar estadounidense
de Grafenwohr, en Alemania. �[16]
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Aquel campamento, que los visitantes habituales
llamaban "Wamiba", consist�a esencialmente en un viejo edificio, un campo de
tiro subterr�neo y un bunker construido cerca de all�. Todo el conjunto se
hallaba en el flanco de una monta�a, al abrigo de las miradas y a 500 metros
de la carretera m�s cercana.
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Los habitantes del pueblo recuerdan,
"que los americanos hac�an regularmente
ejercicios de tiro o algo as�". [17]
Otto revel� a las autoridades alemanas que los
contactos entre el BDJ-TD y la CIA se concretaban la mayor parte de las
veces a trav�s del misterioso se�or Garwood.
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Aquel hombre, probablemente un agente de la CIA,
entrenaba regularmente a los miembros del TD en el bosque de Odenwald y muy
a menudo insist�a en el car�cter altamente secreto de la red stay-behind y
en que no se pod�a hablar de ella a nadie, bajo ning�n pretexto. Sus
instrucciones fueron tomadas, seg�n parece, muy en serio.
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Y cuando surgieron sospechas de que un miembro
del TD residente en otro Land - Baviera - "hab�a llenado una planilla de
adhesi�n a otra organizaci�n de resistencia", en el Technischer Dienst
se habl� muy seriamente de la posibilidad de eliminarlo, seg�n cont� Otto,
no sin cierta repulsi�n: [18]
"No me parece que esos m�todos le plantearan
ning�n tipo de problema a Garwood."
"�l nos ense�aba, por ejemplo, a matar sin dejar huellas, simplemente
durmiendo a la v�ctima con cloroformo, sent�ndola en su propio auto y
reintroduciendo los gases de escape [del motor] en el habit�culo a
trav�s de un tubo. Tambi�n nos ense�aba a utilizar la violencia en
interrogatorios sin dejar huellas."
Otto recordaba su propia iniciaci�n en m�todos
de tortura:
"Comience por vendarle los ojos a la persona
que va a interrogar. Haga fre�r carne en la habitaci�n y aplique un
pedazo de hielo en ciertas partes del cuerpo. El contacto del hielo
combinado con el olor de la carne le dar� [a la persona] la impresi�n de
que la est�n quemando con un hierro al rojo vivo." [19]
Otto especific� que Garwood pon�a los fondos y
la mayor�a del equipamiento.
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En total, cerca de 130 hombres, en su mayor
parte antiguos nazis, pasaron por el centro de Wamiba para recibir formaci�n
en m�todos de interrogatorio, manejo de armas y explosivos, t�cnicas de
emboscadas y asesinato y procedimientos de comunicaci�n por radio. Otto
abord� despu�s la cuesti�n, raramente mencionada pero no menos importante,
de la capacidad de los combatientes stay-behind para realizar su misi�n en
caso de invasi�n sovi�tica.
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Desde el punto de vista de la estrategia militar
es evidente que las posibilidades de supervivencia a largo plazo de una red
stay-behind en un contexto de ocupaci�n, y sobre todo de ocupaci�n
sovi�tica, son extremadamente bajas.
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Los oficiales nazis del TD que ya ten�an la
experiencia de la guerra estaban perfectamente conscientes de ello y Otto
subray� que la mayor�a de ellos no estaban nada entusiasmados con la idea de
mantenerse detr�s de las l�neas enemigas tratando de sobrevivir a una
ocupaci�n sovi�tica:
"La idea de los americanos era que todos los
miembros se quedaran pasivamente detr�s de las l�neas sovi�ticas para
ser utilizados despu�s como partisanos.
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Pero Peters [el jefe del TD] nunca hubiese
podido concretar ese plan porque, en caso de invasi�n de los rusos,
todos los agentes de la organizaci�n habr�an tratado a toda costa de
irse a occidente." [20]
El 13 de septiembre de 1952, o sea 2 d�as
despu�s de que Otto terminara sus declaraciones, la base stay-behind de
Wamiba fue tomada por asalto y cerrada por la polic�a alemana.
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Las oficinas y domicilios de los miembros del TD
fueron igualmente sometidos a registro y sellados con vistas a una
investigaci�n. Los agentes del stay-behind fueron detenidos. Armas,
explosivos y municiones fueron confiscadas al mismo tiempo que toda la
documentaci�n de la organizaci�n.
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Uno de los expedientes hallados result�
particularmente interesante.
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Los investigadores tuvieron la sorpresa de
descubrir en �l la identidad de las personas que deb�an ser asesinadas el
D�a D:
"La lista de proscripci�n contiene los
nombres de los individuos a eliminar. La lista est� incompleta porque
a�n est� en fase de elaboraci�n".
El documento precisaba tambi�n la identidad del
agente encargado de elaborar el listado para el Land de Hesse: Hans
Breitkopf. [21]
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Otto Rietdorf, el agente del TD que hab�a
sugerido la expresi�n "lista de proscripci�n", explic�:
"Encontr� el t�rmino 'proscripci�n' en la
documentaci�n rusa en la que designa disposiciones tomadas contra el
oeste. En la acepci�n rusa se trata de personas de las que hay que
ocuparse. Me parece que no hay dudas de lo que eso significa en Rusia."
Rietdorf agreg� que la CIA ten�a conocimiento de
aquella operaci�n:
"Gardwood estaba perfectamente al tanto de
todo aquello."
Hans Otto tambi�n confirm� que aquellos
"informes y expedientes individuales hab�an sido comunicados a los
americanos por el BDJ y el TD".
Los hombres que recog�an aquella informaci�n eran al parecer un tal "Dr.
Walter" y, nuevamente, el se�or Gardwood. La investigaci�n oficial alemana
sobre aquella primera versi�n del ej�rcito secreto concluy� con solemnidad y
extrema precisi�n:
"Seg�n este testimonio, el uso de la
violencia contra blancos internos estaba previsto en caso de producirse
el D�a D." [22]
No se determin� si "D" designaba �nicamente el
d�a de la invasi�n o si se aplicaba a otras situaciones, como sublevaciones
populares o una victoria masiva de la izquierda en las elecciones.
En la lista de proscripci�n de los miembros del Gladio aparec�an gran
cantidad de comunistas alemanes reconocidos as� como socialistas moderados,
entre los que se hallaban numerosos responsables pol�ticos muy presentes en
el escenario de la �poca, como,
-
Heinrich Zinnkann, ministro del Interior
socialista del Land de Hesse
-
Hans Jahn, presidente del sindicato
alem�n de los ferrocarriles
-
Emil Carlebach, reportero del
Frankfurter Rundschau,
...y muchos m�s.
�
El periodista Leo Muller, especialista
del Gladio, cuenta que a ra�z del descubrimiento de la lista de proscripci�n
"la sorpresa fue tan grande que las primeras reacciones denotaban
escepticismo". [23]
�
El historiador estadounidense Christopher
Simpson concluye:
"Los l�deres del TD y del BDJ hab�an hecho
de la liquidaci�n de los pol�ticos alemanes considerados 'izquierdistas'
una de sus prioridades en caso de ofensiva sovi�tica.
Para el Technischer Dienst, los comunistas alemanes figuraban, por
supuesto, a la cabeza de la lista de personas que hab�a que matar.
�
Ven�an despu�s los representantes m�s
visibles del SPD de Alemania occidental. El TD ten�a previsto asesinar a
m�s de 40 altos responsables del Partido Socialdem�crata, entre ellos a
Erich Ollenhauer, quien encabezaba el partido desde 1952."
Simpson descubri� que Estados Unidos no ten�a la
menor confianza en la izquierda alemana y que, por consiguiente, entren� a
los agentes secretos del BDJ y les asign� la misi�n,
"de penetrar el SPD y de espiar a los
l�deres del partido para poder eliminarlos m�s r�pidamente cuando
llegara el momento". [24]
Como puede comprenderse f�cilmente, el Land de
Hesse no pod�a admitir que la Casa Blanca estuviera entrenando y equipando
en el mayor secreto a neonazis alemanes con listas secretas de gente que
matar, entre las que se hallaban algunos de los ciudadanos m�s respetables
del pa�s.
�
As� que la capital regional - Francfort - se
convirti� en teatro de debates particularmente tempestuosos. Las relaciones
diplom�ticas entre Estados Unidos y la RFA, ya de por s� muy delicadas
despu�s de la guerra, se deterioraron considerablemente y las posteriores
entrevistas entre responsables estadounidenses y alemanes fueron
particularmente tensas.
�
El canciller Konrad Adenauer fingi� no
saber nada de todo aquello mientras que los estadounidenses trataban, por su
parte, de limitar los da�os.
�
Donnelly, el embajador de Estados Unidos en
Bonn, explic� que la organizaci�n hab�a sido creada en el contexto de la
guerra de Corea y agreg� que ya se hab�a previsto de antemano que la red
fuese disuelta en los siguientes meses, independientemente del testimonio de
Otto. Incluso dijo que el financiamiento ya estaba interrumpido desde agosto
de 1952.
�
Pero los miembros del TD se apresuraron a
atestiguar que ya hab�an recibido el financiamiento para el mes de
septiembre.
Era un tal Paul Luth, alto responsable del BDJ-TD, que serv�a de
intermediario entre este y la CIA, quien controlaba los flujos de dinero
provenientes de Estados Unidos, como se revel� en la investigaci�n. �[25]
�
Luth se reun�a regularmente con varios
estadounidenses a quienes rend�a cuentas y, cuando se trataba de cuestiones
delicadas, hac�a siempre 4 copias de los informes escritos que entregaba a
la CIA. �[26]
�
Cuando se descubri� el stay-behind alem�n, los
estadounidenses escondieron a Luth, quien pudo as� escapar a la justicia y
desapareci� sin dejar rastro. Un antiguo compa�ero de escuela de Luth,
Erhard Peters, tambi�n ocupaba funciones de primer plano en el ej�rcito
secreto.
�
Peters fue nombrado a la cabeza del
Technischer Dienst debido a su competencia en el campo de las
comunicaciones por radio y en operaciones de guerrilla. Le gustaba que se
identificara la red como la "Organizaci�n Peters" y, para mostrar su
categor�a, se hab�a comprado un Mercedes 170 V y un BMW descapotable.
�
Cuando su ej�rcito secreto fue descubierto
tampoco fue posible arrestar a Peters porque este invoc� "la protecci�n de
los americanos", seg�n los t�rminos del informe de la investigaci�n.
�
Luth reapareci� posteriormente ante la polic�a
alemana luego de haber,
"dado a los americanos su palabra de honor
de que no revelar�a nada".
Seg�n su propio testimonio, la Casa Blanca les
hab�a ofrecido, a �l y a otros nazis implicados en el esc�ndalo TD, la
posibilidad de emigrar a Estados Unidos, pero Luth no hab�a aceptado la
propuesta. �[27]
�
Ante los polic�as, Peters reconoci� haber
quemado numerosos expedientes que conten�an informes destinados a los
estadounidenses sobre las actividades del TD.
�
Georg August
Zinn (1901-1976).
Socialista alem�n, fue
uno de los padres de la Constituci�n de la RFA.
Presidi� el Land de
Hesse (de 1950 a 1969).
En 1952, revel� con
precisi�n la existencia del Gladio alem�n
y trat� de obtener su
prohibici�n.
�
Para los alemanes, el esc�ndalo vinculado al BDJ-TD no fue �nicamente de
car�cter regional sino que se convirti� en un verdadero asunto de Estado.
�
Pero si Francfort crey� en alg�n momento que
pod�a contar con la cooperaci�n de Bonn - el gobierno federal - el hecho es
que no tard� en sufrir un desencanto. Al cabo de largas conversaciones con
los estadounidenses, los principales responsables de la CDU del gobierno
conservador de Adenauer trataron de enterrar el asunto y frenar las
investigaciones.
�
El 30 de septiembre de 1952, la Corte Suprema de
Karlsruhe decidi� - sin consultar o al menos informar a la polic�a de
Francfort - poner en libertad a todos los miembros de la red TD que hab�an
sido detenidos, lo cual provoc� un verdadero esc�ndalo entre la poblaci�n.
�
Los miembros del Gladio fueron por lo tanto
liberados mientras que los dos jueces que hab�an que hab�an tomado aquella
extra�a decisi�n, Schrubbers y Wagner, eran ascendidos.
�
El primer ministro del Land de Hesse, August
Zinn, coment� lleno de c�lera:
"La �nica explicaci�n legal de esa
liberaci�n es que quiz�s hayan estimado en Karlsruhe [en la Corte
Suprema] que actuaron bajo la direcci�n de los americanos". [28]
Zinn estaba tan furioso que decidi� presentar el
asunto al Parlamento federal, a pesar de las enormes presiones de los
estadounidenses para evitar que lo hiciera.
�
Fue as� que, el 8 de octubre de 1952, el p�blico
y la prensa, en Alemania y en el extranjero, supieron por primera vez de la
existencia de ej�rcitos stay-behind nazis financiados por Estados Unidos.
"Se�or Presidente, se�oras y se�ores",
declar� Zinn ante el Parlamento, "despu�s de la entrevista que tuve el
pasado 3 de octubre en Francfort con el canciller Adenauer y como
resultado de la discusi�n que acabo de tener esta misma ma�ana en mi
oficina con el se�or Reeber, representante del Alto Comisariado
americano, tengo que informar a la c�mara de los siguientes hechos: el 9
de septiembre de 1952," - el rostro del presidente era particularmente
grave - "la polic�a criminal alemana supo de la existencia de una
organizaci�n secreta creada en 1950-1951 por jefes del BDJ y bautizada
TD por 'Technischer Dienst�".
Zinn prosigui� ante un auditorio perplejo:
"La organizaci�n estaba concebida como un
movimiento de resistencia armada con objetivos pol�ticos, constituido
con el consentimiento y la cooperaci�n del presidente del BDJ, Paul Luth.
Gerhard Peters era el jefe de esa organizaci�n."
Era la primera vez que pol�ticos o�an hablar de
la existencia de un ej�rcito secreto stay-behind.
�
Zinn les inform� que:
"Esa secci�n TD del BDJ ten�a como misi�n
formar un ej�rcito de partisanos que, seg�n los planes iniciales, deb�a
mantenerse detr�s de las l�neas enemigas en caso de invasi�n sovi�tica
para realizar actos de sabotaje en territorio ocupado, como la voladura
de puentes o ataques contra campamentos."
Despu�s de aquella somera descripci�n de las
caracter�sticas t�picas de una red stay-behind, Zinn mencion� el respaldo
aportado por Estados Unidos y la dimensi�n nacional del ej�rcito secreto
anunciando que:
"Seg�n el testimonio de una persona
directamente implicada y el material que se ha logrado confiscar, la
organizaci�n ten�a como blancos, dentro de nuestras fronteras, el KPD y
sobre todo el SPD.
�
El descubrimiento de la organizaci�n dio
inmediatamente lugar a detenciones y a la ocupaci�n de documentos el 18
de septiembre de 1952.
Pero el 1� de octubre, la Corte Suprema orden� que los sospechosos
fuesen liberados bajo el pretexto de que el ej�rcito secreto hab�a sido
creado por orden de varias agencias americanas."
Las actas de la sesi�n parlamentaria se�alan que
se extendi� entonces un clamor por toda la sala y que se oyeron
exclamaciones de los diputados:
"�Escuchen! �Escuchen!" o "�Incre�ble!".
Cuando el auditorio se calm�, Zinn prosigui�:
"Seg�n el testimonio de un alto responsable
del TD, incluso se planificaron asesinatos".
El anuncio acentu� la agitaci�n del auditorio y
algunos diputados comienzan a dirigirse a sus colegas:
"�Oigan! �Oigan! �Otra vez!"
Zinn continu�:
"Se instal� un centro de entrenamiento en
Waldmichelbach, en el bosque de Odenwald (...) Los miembros de la
organizaci�n eran en gran parte ex oficiales de la Luftwaffe, de la
Wehrmacht y de las SS."
De nuevo se agit� el Parlamento ya que todos sus
miembros hab�an conocido la Segunda Guerra Mundial.
�
Los parlamentarios gritaban ahora:
"�Est�n oyendo? �Incre�ble!"
Zinn explic� que los agentes ten�an de 35 a 50
a�os y que,
"la organizaci�n dispon�a de un
financiamiento considerable, los documentos ocupados sugieren que su
presupuesto mensual se acercaba a los 50 000 marcos".
Al o�r aquello, un diputado grit�:
"�De d�nde ven�a ese dinero?"
Zinn respondi� que,
"el dinero llegaba directamente al TD
mediante transferencias fraudulentas provenientes de una agencia
americana" y agreg� que "la misma organizaci�n estaba tambi�n a cargo de
una misi�n interna (�) Seg�n el testimonio de uno de sus dirigentes,
deb�a proceder a la eliminaci�n de individuos 'sospechosos' cuando
llegara el D�a-D", lo cual provoc� nuevas reacciones en la asamblea,
donde se oyeron voces que exclamaban: "�As� que asesinatos! �Incre�ble!"
Perfectamente consciente de la verdadera
conmoci�n que sus revelaciones estaban provocando, Zinn continu� en el mismo
tono solemne:
"Sobre este punto, hay que se�alar que 15
hojas conten�an nombres de comunistas mientras que se ocuparon no menos
de 80 p�ginas sobre personalidades de la socialdemocracia (�) el
ministro del Interior socialdem�crata del Land de Hesse estaba
considerado como sospechoso de mantener v�nculos con los comunistas."
Adem�s de cr�ticas, esta �ltima declaraci�n
provoc� risas entre los diputados.
"Seg�n varios testimonios, una buena
cantidad de documentos confidenciales fueron destruidos y otros fueron
confiscados por un representante de las autoridades americanas y est�n,
por lo tanto, actualmente inaccesibles. El dinero y las armas eran
proporcionados por un americano que tambi�n supervisaba el
entrenamiento", lo cual provoc� una nueva ola de protestas entre los
parlamentarios.
Pero Zinn no hab�a terminado a�n:
"Es importante se�alar que, en el
extranjero, organizaciones clandestinas similares han servido de base a
actividades ilegales perpetradas en el territorio nacional. Se trata de
una experiencia que ya hemos vivido, hace 30 a�os, en este pa�s y parece
que esa organizaci�n se inscribe en ese modelo."
Aquella clara denuncia suscit� la aprobaci�n de
los parlamentarios con exclamaciones como:
"�As� es! �Exacto!"
Zinn prosigui�:
"Esta misma ma�ana, el se�or Reeber,
representante de Estados Unidos, estuvo de acuerdo conmigo en que ese
tipo de organizaciones constituye el fermento de la instauraci�n del
terror en el pa�s, (�) expres� su m�s sincero pesar y conden� firmemente
la existencia de tal red (�)
�
Me garantiz� su m�s plena cooperaci�n para
aclarar todo este asunto e identificar todas las ramificaciones para
evitar que este fen�meno se repita en el futuro." [29]
Por supuesto, no por ello fue desmantelado el
Gladio alem�n, como quedar�a comprobado con las revelaciones de 1990.
Simplemente se disimularon las huellas en la medida de lo posible.
�
En octubre de 1952, el ex alto comisario
estadounidense McCloy precis� claramente que Estados Unidos no estaba
procediendo a un rearme de los nazis:
"Durante todos estos a�os que yo he pasado
en Alemania, nuestros objetivos y esfuerzos han apuntado siempre a la
consolidaci�n de las fuerzas democr�ticas y a la lucha contra los
comunistas y tambi�n contra los neo y los pronazis".
McCloy subray� que:
"Es por lo tanto inconcebible que un
responsable americano haya podido respaldar actos como los descritos por
el primer ministro Zinn. Esto debe expresarse claramente, en nombre de
la verdad y de la amistad." [30]
A pesar de aquellas bellas palabras, el
Parlamento de Hesse encarg� al ministro del Interior del Land una profunda
investigaci�n sobre el fen�meno.
�
En 1953, el ministro entreg� sus conclusiones
bajo la forma de un impresionante informe de 3 vol�menes. [31]
Cuarenta a�os despu�s de aquellos hechos, el ex agente de la CIA Thomas
Polgar, jubilado en 1981 al cabo de 30 a�os al servicio de la agencia,
se acordaba todav�a muy bien del caso del Gladio alem�n.
�
En efecto, a principios de los a�os 1950, Polgar
hab�a estado destacado en Alemania, donde hab�a sido enviado nuevamente a
principios de los a�os 1970 como reemplazante de Ray Cline a la
cabeza de la estaci�n CIA en Alemania.
�
Posteriormente, en los a�os 1990, Polgar
testimoni�:
"El Bund Deutscher Jugend era una
organizaci�n pol�tica de derecha vagamente afiliada a uno de los
partidos del Land de Hesse, en Alemania, y se compon�a de hombres
motivados y firmemente decididos a contribuir a la resistencia
clandestina en caso de ocupaci�n de todo o parte del territorio de la
RFA por el Ej�rcito Rojo.
Cuando estall� el esc�ndalo hubo un ruido considerable y se estim� que
el general Truscott [del ej�rcito de Estados Unidos] tendr�a que
explicar en persona a los elementos implicados lo que hab�a sucedido.
Primeramente se explic� la situaci�n al canciller alem�n Konrad
Adenauer."
Como ya hemos visto, aquello no bast� para
arreglar la situaci�n.
"Despu�s hablamos con el general Matthew
Ridgeway, quien era por entonces el comandante en jefe de las fuerzas de
la OTAN, y finalmente con el primer ministro de Hesse Georg Zinn, quien
incluso figuraba en la lista.
�
[El general] Truscott le explic� que se
trataba de una actividad ilegal pero que, despu�s de todo, no era m�s
que un ejercicio en papel del que �l mismo nada sab�a y que no deb�a en
ning�n caso interpretarse como una se�al que pusiese en duda la
confianza que nosotros ten�amos en el primer ministro Zinn."
[32]
Dieter von Glahn,
ex miembro del Gladio. Fund�
una orden templaria.
�
Despu�s de las revelaciones de 1990, Dieter von Glahn aport� la
confirmaci�n de que exist�an c�lulas stay-behind no s�lo en Hesse sino
tambi�n en otros Lander alemanes.
"Nuestra misi�n y nuestra organizaci�n eran
id�nticas a lo que hoy se conoce bajo el nombre de Gladio", explic�.
�[33]
Personaje ambiguo del medio anticomunista
alem�n, Glahn se hab�a escapado de un campo sovi�tico de prisioneros durante
la Segunda Guerra Mundial.
�
Despu�s del armisticio se hab�a unido al
ej�rcito secreto stay-behind incorpor�ndose al BDJ-TD de Bremen, en el norte
de Alemania.
�
Seg�n explic� en su autobiograf�a, publicada en
1994:
"En la �poca de la guerra de Corea, los
americanos estaban muy inquietos ante la idea de que la misma situaci�n
se repitiese en Alemania".
As� que,
"decidieron reclutar y constituir una unidad
alemana confiable con vista al D�a-D, el d�a de la invasi�n de Alemania
por parte del Ej�rcito Rojo. La unidad ten�a que formarse con armamento
americano, disponer de sus propios escondites de armas y pasar a la
clandestinidad en caso de ofensiva."
Glahn record� que,
"le BDJ no era m�s que la pantalla, una
especie de vitrina legal de la organizaci�n anticomunista. La rama
clandestina Technischer Dienst u 'Organizaci�n Peters', como a veces la
llamaba su director, constitu�a la verdadera unidad combatiente" y
estaba presente en gran parte del territorio nacional."
�
"El TD se convirti� por consiguiente en un
componente esencial de la defensa antisovi�tica germano-americana. A los
americanos les interesaban ante todo los antiguos elementos del ej�rcito
alem�n", entre los que se hallaba precisamente �l mismo.
"Como yo no escond�a mis posiciones anticomunistas, fui reclutado. As�
que yo era oficialmente el responsable del BDJ para la ciudad de
Oldenburg, en Frisia Oriental. Extraoficialmente, yo dirig�a el TD en
toda la zona Oldenburg-Bremen-Frisia Oriental [en el noroeste de
Alemania]." [34]
Con cierto orgullo, Glahn cuenta en sus memorias
que el "FBI alem�n", el Bundesamt f�r Verfassungsschutz (BfV), conoc�a y
cubr�a las actividades de las redes stay-behind.
"Yo colaboraba muy estrechamente con Neubert,
del BfV."
Glahn menciona la lucha anticomunista en la que
ambos estaban comprometidos:
"de noche sal�amos regularmente a pegar
carteles y tapar los de los comunistas (�) denunci�bamos as� los
v�nculos que ciertos hombres de negocios manten�an con los comunistas.
Aquello llevaba a menudo a enfrentamientos violentos."
�
Fue en esa �poca que "fund� numerosas
secciones del BDJ en mi zona", con la ayuda de la CIA que entrenaba a
los reclutas en el campamento de Waldmichelbach y en la base
estadounidense de Grafenw�hr.
�
"Yo mismo particip� varias veces en aquellos
entrenamientos.
�
Los hombres, que portaban un uniforme
americano parduzco y estaban autorizados a llamarse entre s� �nicamente
por su nombre de pila, ven�an de los cuatro puntos cardinales de
Alemania pero no pod�an en ning�n caso revelar el lugar de donde eran
originarios.
�
Durante 4 semanas est�bamos completamente
aislados del mundo exterior."
Los miembros del Gladio segu�an,
"un entrenamiento intensivo con vista al
D�a-D. En aquella �poca los americanos preparaban escondites de armas
por todo el territorio de la RFA. En mi zona, mi adjunto y yo mismo
�ramos los �nicos que conoc�amos la localizaci�n exacta del escondite de
armas (�)
�
Estaba enterrado profundamente en un peque�o
bosque." [35]
La red stay-behind alemana no era la �nica que
gozaba de la protecci�n de la poderosa CIA.
�
Gracias a esta �ltima, el servicio de
inteligencia ORG y su personal lograron enfrentar los descubrimientos de
1952 sin demasiados problemas. El general Reinhard Gehlen se mantuvo en
funciones y en 1956 la "Organizaci�n Gehlen" cambi� aquel nombre por el de "Bundesnachrichtendienst"
(BND).
�
Cuando le preguntaron al director de la CIA
Allen Dulles si no sent�a verg�enza por haber colaborado as� con el nazi
Gehlen, su respuesta fue:
"Yo ignoro si es un cr�pula. Usted sabe, hay
muy pocos santos en el mundo del espionaje (�) Adem�s, uno no llega ah�
para hacer amigos." [36]
Por cierto, no fue hasta que el gobierno federal
del canciller conservador Kurt Georg Kiesinger y del vicecanciller y
ministro de Relaciones Exteriores Willy Brandt comenz� a dudar de su
servicio secreto BND que este �ltimo fue por primera vez objeto de una
investigaci�n verdaderamente profunda.
El "Informe Mercker" que se redact� entonces constitu�a,
"un documento tan acusador para el BND que
todav�a hoy sigue siendo confidencial".
Al menos eso fue lo que inform� la prensa
alemana en 1995.
"Su reveladora conclusi�n sobre el BND: 'una
organizaci�n corrupta�". [37]
Reinhard Gehlen, directamente en el colimador de
la investigaci�n gubernamental, ni siquiera fue autorizado a leer el
informe.
�
Al leer el documento, los socialdem�cratas,
quienes por primera vez desde la guerra acababan de entrar al gobierno en la
persona de Willy Brandt, se sintieron tan inc�modos por la presencia nazi en
las altas esferas del ejecutivo que de inmediato despidieron a Gehlen.
�
Despu�s de haber pasado 20 a�os a la cabeza del
servicio de inteligencia alem�n, Gehlen fue despedido el D�a del Trabajador,
el 1� de mayo de 1968.
�
Para no incomodar a la Casa Blanca se escogi�
como sucesor a Gerhard Wessel, quien hab�a servido en Washington como
agregado militar de la RFA despu�s de 1945 y manten�a excelentes relaciones
con la CIA y con el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.
Se ignora si el informe de Mercker, clasificado como confidencial, conten�a
informaci�n sobre las actividades stay-behind del ORG y del BND, aunque eso
es lo que parecen indicar las pruebas descubiertas durante las
investigaciones realizadas en 1990.
�
Seg�n el sucinto informe que el gobierno alem�n
present� sobre el BND y su red stay-behind en diciembre de 1990, en
diciembre de 1968 - o sea, s�lo unos meses despu�s del informe - se cre� un
marco legal para las actividades de la red clandestina:
"En diciembre de 1968, el jefe de la
canciller�a federal hab�a mencionado expl�citamente en el art�culo 16 de
las 'Directivas generales para el BND' que hab�a que emprender
preparativos de defensa".
Parece que el gobierno de la �poca decidi�
continuar la operaci�n stay-behind, pero ya con bases legales:
"La directiva indica: 'El BND procede a los
preparativos y planificaciones necesarios para la defensa, cuyas
cuestiones generales se acuerdan con el jefe de la canciller�a
federal'". [38]
El periodista especialista en el Gladio Leo
Muller se pregunt� en 1990:
"�Qu� l�gica antidemocr�tica subyac�a a�n en
los nuevos stay-behind de los servicios secretos alemanes que fueron
descubiertos en 1990?" [39]
�La salida de Gehlen y la adopci�n de la nueva
ley debilitaron el control de la CIA sobre las redes stay-behind alemanas?
Eso est� por averiguar.
�
El ex miembro del Gladio Glahn precisa
claramente en su libro que la CIA mantuvo el control hasta el �ltimo
instante:
"Escribo deliberadamente 'servicios
secretos' en plural porque nosotros fusionamos m�s tarde con la
Organizaci�n Gehlen por orden de los americanos."
Seg�n Glahn, aunque Gehlen fue el hombre clave
de la red stay-behind alemana, el mando quedaba en manos de Estados Unidos:
"Esa organizaci�n hab�a tomado el nombre de
su fundador, el general Gehlen (�) �l hab�a establecido un excelente
cuartel general de la inteligencia en Pullach, en los alrededores de
Munich (�)
�
El Technischer Dienst, o TD, estaba en
contacto permanente con la gente de la Organizaci�n Gehlen. En cuanto al
D�a-D, la decisi�n en el plano militar era siempre, sin embargo, de los
americanos." [40]
Cuando vol� en pedazos la pantalla del ej�rcito
secreto alem�n, en 1952, a Gehlen y sus colegas se les ofreci� asilo en
Estados Unidos para que pudieran escapar a la justicia alemana.
"Me propusieron huir a Estados Unidos, al
igual que a otros miembros del TD que estaban implicados en una
investigaci�n criminal. Lo discut� ampliamente con mi mujer� pero
finalmente decid� que no quer�a ser un emigrante. Mi lugar estaba aqu�,
en Alemania." [41]
En mayo de 1955, Alemania se incorpor� a la
OTAN.
�
Al igual que los dem�s ej�rcitos secretos de
Europa, la red alemana fue incorporada al programa de guerra no convencional
de la alianza atl�ntica.
�
El informe oficial del gobierno alem�n sobre el
stay-behind, redactado por Lutz Stavenhagen en 1990, confirm� que,
"con el fin de uniformizar sus programas con
el mando militar de la OTAN, los servicios de inteligencia que
participaban en la operaci�n establecieron en 1952 el Coordinating and
Planning Committee (Comit� de Planificaci�n y Coordinaci�n) o CPC.
�
Para coordinar su cooperaci�n crearon el
1954 el Allied Coordination Committee (Comit� de Coordinaci�n Alliado) o
ACC."
El gobierno alem�n confirm� adem�s que el,
"BND es miembro regular del CPC y del ACC
desde 1959".
En un torpe intento de limitar los da�os, el
informe oficial afirmaba err�neamente que,
"los dos comit�s de coordinaci�n nunca
fueron ni forman parte actualmente de la estructura de la OTAN".
Sin embargo, precisamente en el mismo momento,
la investigaci�n del Parlamento de B�lgica revelaba que el ACC y el CPC
hab�an sido instaurados por el SACEUR [Comandante Supremo] de la OTAN,
puesto sistem�ticamente ocupado por un general estadounidense, y que estaban
en contacto directo con el SHAPE [Supreme Headquarters Allied Powers in
Europe] de la OTAN.
�
El informe oficial alem�n trat� de insistir en
la soberan�a del ej�rcito secreto alem�n declarando:
"que el BND haya formado parte de esos
�rganos no excluye en nada que el stay-behind nunca estuvo integrado a
la OTAN ni que siempre haya sido el instrumento del BND. Nunca hubo ni
existe hoy ninguna relaci�n de subordinaci�n de los diferentes servicios
de inteligencia con el ACC y el CPC." [42]
�
"Entre los diferentes servicios exist�a una
cooperaci�n bilateral as� como tambi�n multilateral cuya coordinaci�n
garantizaba el ACC", describ�a el informe oficial del gobierno alem�n al
referirse a la dimensi�n internacional del ej�rcito secreto stay-behind.
�
"Entre esos participantes figuran, junto a
Alemania Occidental: B�lgica, Dinamarca, Francia, Gran Breta�a, Italia,
Luxemburgo, Noruega y los Estados Unidos de Am�rica."
Seg�n el informe, la cooperaci�n inclu�a,
"entre otras cosas ejercicios conjuntos, la
adquisici�n de un equipamiento de radio estandarizado [los transmisores
Harpoon], compartir experiencias en materia de entrenamiento, el
establecimiento de una terminolog�a estandarizada en materia de
inteligencia". �[43]
Debido a la presencia entre ellos de gran
cantidad de partidarios de la extrema derecha, Stavenhagen prefiri� no
precisar cifras en lo que se refer�a al n�mero de miembros del Gladio que
hab�an operado en Alemania durante la guerra fr�a.
"A finales de los a�os 1950, la organizaci�n
contaba alrededor de 75 miembros permanentes.", se limit� a indicar.
�
"El n�mero de informantes lleg� a veces a
500. En 1983, el personal stay-behind fue igualmente formado en la
direcci�n de los actos de sabotaje contra el invasor y en organizaci�n y
mando de grupos de resistencia en territorio ocupado." [44]
Seg�n el informe, el gobierno alem�n hab�a sido
informado de la existencia del ej�rcito secreto,
"poco despu�s de 1974 (en el marco de una
presentaci�n de estrategia de conjunto de los preparativos de defensa
del BND). Podemos suponer, sin embargo, que informaciones sobre las
bases de la operaci�n stay-behind pudieron llegar a filtrarse antes de
esa fecha."
En lo tocante al legislativo, una comisi�n del
Parlamento, obligada a guardar silencio sobre ciertos secretos, fue puesta
al tanto en los a�os 1980, cuando hubo que buscar cr�ditos para la compra de
nuevos equipos de comunicaciones Harpoon:
"En ocasi�n de la compra de nuevos
transmisores de radio, la comisi�n competente (Vertrauensgremium) fue
informada de su utilizaci�n por el stay-behind." [45]
Los transmisores de radio Harpoon hab�an sido
concebidos y producidos por orden del ACC, el centro de mando stay-behind de
la OTAN, por la firma alemana AEG Telefunken, filial del grupo Daimler.
�
El servicio de inteligencia BND hab�a servido de
intermediario y hab�a comprado los sistemas Harpoon al fabricante por cuenta
del ACC, que no deb�a aparecer en la transacci�n.
�
El BND hab�a hecho un pedido total de 854
transmisores por un monto de 130 millones de marcos. Conserv� equipos por
valor de unos 20 millones y revendi� el resto a los dem�s ej�rcitos stay-behind
de Europa Occidental.
�
�ltimo grito de la tecnolog�a en su �poca, el
sistema Harpoon pod�a enviar y recibir mensajes de radio codificados hasta
una distancia de 6 000 kil�metros, as� que era capaz de garantizar el enlace
entre los diferentes stay-behind y entre ambas orillas del Atl�ntico.
[46]
Durante la guerra fr�a Alemania estuvo dividida en 2 Estados. Una guerra
secreta se libr�, por lo tanto, entre el BND de Alemania occidental,
respaldado por la CIA, y el MfS (Ministerium f�r Staatssicherheitsdient),
m�s conocido como Stasi, que depend�a del KGB sovi�tico.
�
Los dos servicios realizaban m�ltiples misiones
de espionaje as� como intentos de infiltraci�n desde ambos lados del muro de
Berl�n. Aquellas operaciones eran especialmente f�ciles en la medida en que
tanto los agentes de la Stasi como los del BND eran todos alemanes y
compart�an, por lo tanto, el mismo idioma y la misma cultura.
�
La CIA y el MI6, como resultado de sus
experiencias respectivas, hab�an puesto al BND el sobrenombre de "servicio
de filtraciones". [47]
�
Incluso lleg� a leerse en Der Spiegel, la
primera revista informativa de la RFA:
"El KGB y la Stasi de Berl�n Este parecen
haber logrado poner f�cilmente a sus infiltrados en los puestos claves
de Pullach [el cuartel general del BND] y obtener as� acceso a la lista
completa de sus agentes (�) Para sus rivales, el BND no es m�s que un
gran chiste." [48]
Yuri Ivanovich Drosdov,
el general del KGB
que logr� penetrar el Gladio
alem�n,
estaba absolutamente al tanto
de toda la informaci�n
sobre la red stay-behind.
�
Cabe preguntarse en qu� medida la Stasi, y por lo tanto Mosc�, ten�a
conocimiento de los secretos vinculados a la operaci�n stay-behind.
�
Todo parece indicar que ambos tuvieron
conocimiento de ella a finales de los a�os 1970. En la filtraci�n comprobada
m�s c�lebre estuvo implicada Heidrun Hofer, una secretaria que trabajaba en
el Departamento IV del BND de Munich, el servicio a cargo de la direcci�n de
la red stay-behind.
�
Su puesto le daba acceso a los documentos m�s
confidenciales de la OTAN, incluyendo los clasificados "cosmic".
�
Aunque se desconoce la naturaleza exacta de los
datos que transmiti� a la Stassi y el KGB, lo que s� se sabe es que comunic�
informaci�n sobre un centro de mando stay-behind altamente secreto, que se
hallaba en la costa atl�ntica y deb�a servir de base al gobierno alem�n en
el exilio.
�
Como consecuencia de la indiscreci�n de Hofer,
hubo que reconstruir aquel centro en otro lugar, lo cual cost� 100 millones
de marcos.
No fue a prop�sito que Hofer revel� aquel secreto. Siendo hija de un oficial
conservador, hab�a sido espec�ficamente seleccionada como blanco por el KGB,
que hab�a enviado a Argentina un agente encargado de entrar en contacto con
el c�rculo de exiliados nazis para dotarse de una buena reputaci�n. A su
regreso, el agente deb�a pedir a Heidrun que se casara con �l.
�
El padre de la muchacha apreciaba a aquel "Hans"
por sus ideas de extrema derecha, y dio su consentimiento.
�
Despu�s del matrimonio, "Hans" le dijo a Heidrun
que �l trabajaba para una organizaci�n ultraconservadora y la sorprendi�
mostrando que conoc�a a la perfecci�n el BND. Excitada ante la idea de
participar en una conspiraci�n, Heidrun acept� revelar informaci�n a Hans.
El servicio de contraespionaje del BND demor� bastante en descubrir la
existencia del infiltrado del KGB. En diciembre de 1976, agentes del BND
tendieron una emboscada en el domicilio de la joven que, sin saberlo, ya
llevaba 6 a�os trabajando para el KGB. Hans logr� escapar por una puerta
oculta, pero Heidrun fue arrestada y acusada de alta traici�n.
�
S�lo entonces supo que su marido era un esp�a de
Mosc�.
�
La impresi�n que sufri� fue tan violenta para
aquella mujer de convicciones ultraconservadoras que al parecer trat� de
matarse lanz�ndose por una ventana en momentos en que el BND la interrogaba
en una oficina del sexto piso de su sede en Munich. Sobrevivi� con algunas
secuelas f�sicas y desde entonces vivi� de una pensi�n por invalidez.
�
La investigaci�n sobre Hofer se cerr� en 1987,
por falta de nuevos elementos. [49]
El segundo caso de espionaje que tuvo que enfrentar el BND implic� a un alto
responsable ya que se trataba de Joachim Krase, el director adjunto
del propio BND, fallecido en 1988.
�
Krase era en realidad un doble agente pagado por
la Stasi y, como escribi� un periodista brit�nico, hab�a,
"revelado todo sobre el stay-behind y la
Operaci�n Gladio, levantando as� un secreto que los rusos conoc�an desde
el principio". [50]
Con la reunificaci�n de Alemania, despu�s de la
ca�da del muro de Berl�n, la Stasi fue desmantelada y el BND extendi� sus
actividades.
�
Documentos del servicio de inteligencia de la
RDA, hoy desclasificados, confirman que este estaba extremadamente bien
informado sobre la operaci�n stay-behind. Durante las maniobras efectuadas
por la OTAN en 1979, unidades de la Stasi interceptaron se�ales desconocidas
y detectaron la presencia de una red paralela.
�
Al cabo de unos a�os de investigaci�n lograron
descifrar el c�digo que utilizaban los agentes del stay-behind del BND y
localizar m�s de 50 puntos repartidos por todo el territorio de Alemania
occidental, pero muchos de los cuales estaban concentrados en la zona
fronteriza con la RDA y Checoslovaquia.
�
El general de la RDA
Horst Mannchen
presentaba a su gobierno
informes regulares
de la Stasi sobre el Gladio
alem�n.
�
En 1984, el general Horst Mannchen, director del Departamento III de
la Stasi y responsable de las escuchas radiof�nicas, comunic� a los
ministros del gobierno de la RDA numerosos detalles sobre la red stay-behind
del BND.
"Analizando se�ales de radio secretas del
BND que hemos logrado descifrar (�) hemos podido reunir datos fiables
sobre una categor�a especial de agentes del BND."
El informe de Mannchen, fechado el 3 de agosto
de 1984, explicaba que aquellos elementos especiales del BND, a los que la
Stasi llamaba "agentes" (�berrollagenten), se preparaban para una invasi�n
de los ej�rcitos del Pacto de Varsovia y que hab�an sido entrenados para la
realizaci�n de acciones subversivas tras las l�neas enemigas.
�
Subrayaba Mannchen que esos agentes secretos
"representan un peligro real para las operaciones de las fuerzas del Pacto
de Varsovia" y resaltaba por lo tanto la necesidad de identificarlos lo m�s
r�pidamente posible para neutralizarlos inmediatamente "en caso de conflicto
militar". [51]
En otro informe, fechado el 6 de noviembre de 1984, Mannchen precisaba que
en el seno del BND "esos agentes especiales son calificados de 'stay-behind�"
y que su creaci�n parec�a remontarse al programa de defensa desarrollado por
la OTAN en previsi�n de una primera ofensiva de las fuerzas del Pacto de
Varsovia.
�
El director del Departamento III explicaba que
la red contaba tambi�n con mujeres en sus filas y que la Stasi hab�a logrado
descifrar toda una serie de se�ales de radio secretas transmitidas desde el
cuartel general del BND a sus agentes stay-behind.
"Estos agentes son hombres y mujeres,
ciudadanos de la RFA que viven en territorio de Alemania occidental, en
muchos casos a lo largo de la frontera con la RDA y Checoslovaquia.
�
Tienen un buen conocimiento de su zona de
operaciones y act�an solos o en grupos de 3 o 4 para efectuar misiones
que se les conf�an en un radio de 40 kil�metros a partir del lugar donde
residen. Seg�n las informaciones de las que disponemos, entre 16 y 20
unidades est�n en contacto regular con el BND.
�
Seg�n varias fuentes en el seno del BND, el
n�mero total de agentes pudiera elevarse a 80."
Mannchen indicaba, a modo de conclusi�n, que
aquellos agentes especiales eran "peligrosos" y que la Stasi deber�a tratar
de identificar a la mayor cantidad de ellos. [52]
En un informe ulterior, la Stasi conclu�a que los datos reunidos,
"indicaban claramente que el BND hab�a
concedido gran importancia al entrenamiento y la preparaci�n de estos
agentes especiales".
Las comunicaciones radiales interceptadas por el
servicio revelaban tambi�n que la red stay-behind alemana estaba muy bien
coordinada y que estaba en contacto con los "servicios secretos de la OTAN"
en Cerde�a [Italia], en Huy (B�lgica) y en [las ciudades francesas de] Lille
y Grenoble. [53]
�
Al espiar las comunicaciones radiales stay-behind
del BND, la Stasi supo de la instalaci�n de los nuevos sistemas Harpoon en
Alemania occidental y, el 22 de mayo de 1984, indic� que los agentes estaban
utilizando ahora un equipamiento de comunicaciones m�s moderno y eficaz.
[54]
�
En un informe muy detallado de 11 p�ginas sobre
la red stay-behind entregado en 1985, la Stasi deploraba que aquel nuevo
sistema capaz de enviar se�ales de radio en menos de 3 segundos hac�a la
localizaci�n de los agentes del BND m�s dif�cil para los agentes de la RDA.
[55]
Cuando se revel�, en 1990, la existencia de la red alemana, la prensa se
interes� especialmente por el equipamiento de la organizaci�n secreta y
pregunt� al gobierno de Bonn si hab�a escondites de armas en Alemania.
"Como apoyo a las unidades de resistencia en
territorio ocupado, los servicios secretos aliados establecieron
escondites de armas en los primeros tiempos de la operaci�n stay-behind.
�
[Los escondites] conten�an fundamentalmente
piezas de repuesto para los aparatos de radio, medicinas, oro y joyas
destinados a posibles transacciones en el mercado negro as� como algunas
pistolas", as� confirmaba el vocero del gobierno alem�n las
caracter�sticas observadas en otros pa�ses.
Pero, sorprendentemente, trat� de enga�ar al
p�blico afirmando que,
"esos escondites hab�an sido desmantelados
por las unidades stay-behind del BND antes de 1972, Las pistolas fueron
destruidas. Actualmente, el equipamiento y el entrenamiento de los
agentes de inteligencia se limitan estrictamente a las misiones de
obtenci�n de informaci�n y evacuaci�n.
�
Ese equipamiento incluye un transmisor de
radio especial pero nunca armas ni explosivos." [56]
Los periodistas alemanes sospecharon que el
vocero del gobierno Lutz Stavenhagen les hab�a mentido al afirmar que
todos los escondites de armas hab�an sido destruidos en 1972.
�
En efecto, misteriosos arsenales hab�an sido
descubiertos en Alemania en los a�os 1980.
�
El m�s c�lebre de aquellos descubrimientos hab�a
tenido lugar el 26 de octubre de 1981, cuando varios le�adores hab�an
encontrado por casualidad una importante excavaci�n que conten�a armas de
fuego y material de combate, cerca de la aldea de Ulzen, en los campos de
Luneburg.
�
Aquel sorprendente hallazgo provoc� el arresto
del guardabosque y militante de extrema derecha Heinz Lembke, quien
condujo despu�s los investigadores a una vasta red de no menos de 32
escondites de armas.
"Esos escondites fueron atribuidos por
principio al militante de extrema derecha Heinz Lembke", coment� en 1991
una fuente an�nima en el ministerio de Defensa de Austria.
"Pero aquella seductora explicaci�n ten�a un defecto. Adem�s de armas
autom�ticas, los escondites conten�an material de guerra qu�mica [Arsen
y Zyankali] y unos 14 000 cartuchos as� como armas antitanque, 156
kilogramos de explosivos, 230 detonadores y 258 granadas de mano. Es
incre�ble que un Estado que tom� importantes medidas antiterroristas no
notara el robo o desv�o de tal cantidad de material de combate."
[57]
En su art�culo titulado "Los ej�rcitos secretos
de la CIA en Europa", el periodista estadounidense Jonathan Kwitny se
interesaba por el documento del ministerio de Defensa austriaco, antes de
concluir que,
"el programa stay-behind alem�n hubiese
podido dar lugar a un segundo esc�ndalo, similar al de 1952, pero nada
se dijo finalmente al p�blico."
Los escondites de armas descubiertos en 1981
hab�an permitido, en efecto,
"llegar hasta un grupo de j�venes
paramilitares dirigidos por el neonazi Heinz Lembke, quien fue
arrestado. Se le describi� en aquella �poca como un extremista
desequilibrado que entrenaba clandestinamente sus tropas en medio del
bosque."
Kwitny se�alaba, sin embargo, que �l no era el
�nico que relacionaba el arsenal de Heinz Lembke con la red stay-behind
del BND ya que la publicaci�n austriaca tambi�n hab�a echado abajo la tesis
de que el guardabosque no era m�s que un extremista perturbado y aislado.
"El responsable de la publicaci�n del
ministerio de Defensa austriaco, el general retirado Franz Freistatter,
afirma haber supervisado personalmente la redacci�n del art�culo que
suger�a que Lembke utilizaba los escondites de armas stay-behind para el
entrenamiento de sus tropas neonazis.
�
Tambi�n afirma que cree esas tesis, aunque
su autor haya preferido mantenerse en el anonimato." [58]
El art�culo de Kwitny y la publicaci�n austriaca
sobre el Gladio parecen indicar con toda raz�n que los escondites de armas
de Lembke pertenec�an a la red stay-behind alemana.
�
Entre los documentos ocupados en 1952, cuando se
descubri� la organizaci�n BDJ-TD, hab�a una directiva relativa de D�a-D, el
d�a de la invasi�n.
�
Aquella directiva indicaba que, en caso de
invasi�n, los campos de Luneburg ser�an el punto de reuni�n del stay-behind
del norte de Alemania y ordenaba:
"Los responsables de sectores han recibido
orden de buscar d�nde hay gran cantidad de camiones estacionados.
�
El D�a-D, los agentes requisar�n esos
camiones, por la fuerza si es necesario, y los llevar�n despu�s hasta
los puntos de reuni�n especificados por el BDJ en las ciudades y
pueblos.
�
De ah� los camiones transportar�n a los
miembros hasta el punto de reuni�n del norte de Alemania, situado en los
campos de Luneburg." [59]
Como es de imaginar, el descubrimiento de los
escondites de armas de Lembke, en octubre de 1981, provoc� un verdadero
esc�ndalo en Alemania.
�
Pero el asunto se volvi� a�n m�s explosivo
cuando varias fuentes sugirieron que los arsenales no hab�an estado sin uso
en espera de una hipot�tica invasi�n sovi�tica sino que Lembke hab�a
utilizado parte del material para equipar a sus soldados de extrema derecha,
quienes a su vez hab�an utilizado las armas mortales en un atentado con
bomba perpetrado en Munich en 1980, un a�o antes del descubrimiento de los
escondites.
�
Aquella teor�a rebosante de implicaciones fue
emitida por el periodista alem�n Harbart, quien estimaba que Gladio era,
"una espada en manos de extremistas".
Harbart explic� que,
"la investigaci�n sobre el atentado de
Munich condujo hasta el guardabosque de Baja Sajonia Heinz Lembke".
Harbart est� convencido de que el hecho de
recurrir a las bombas y a la estrategia de la tensi�n no se limit� a Italia
sino que lleg� hasta la propia Alemania. [60]
El bombazo de Munich es el m�s grave atentado que conoci� Alemania despu�s
del fin de la Segunda Guerra Mundial.
�
En la noche del 29 de septiembre de 1980, a las
22 horas 20 minutos, una bomba estall� en pleno centro de la popular Fiesta
de la Cerveza. Como todos los a�os, miles de personas se hab�an reunido para
participar en lo que muchos consideran el fin de semana m�s bello del a�o.
La explosi�n mat� a 13 personas e hiri� a otras 213, muchas de gravedad.
�
El hecho conmocion� a todo Munich y toda
Alemania. La investigaci�n policial mostr� la responsabilidad de activistas
de extrema derecha. Y condujo hasta varios grup�sculos neonazis entre los
que se hallaba el "Wehrsportgruppe Hoffmann".
�
Seg�n la polic�a, un miembro de aquel grupo, un
tal Gundolf Kohler, de 21 a�os, hab�a puesto la bomba. Los expertos
explicaron que el artefacto - una granada de mano metida dentro de un
extintor - hab�a sido concebido con gran habilidad y se lleg� a dudar que
Kohler hubiese logrado fabricar �l solo una bomba tan compleja.
�
Pero nunca fue interrogado porque muri� en la
explosi�n.
Ignaz Platzer, un participante en la fiesta que hab�a perdido a sus
dos hijos en la explosi�n, concedi� en 1996 una entrevista al diario alem�n
Suddeutsche Zeitung y se�al� que nunca se hab�a realizado una
investigaci�n sobre la red de extrema derecha implicada en el atentado.
"Ya hace varios a�os que usted viene
pidiendo que se reabra el expediente. �Usted no cree que Gundolf Kohler
haya sido el verdadero culpable?", le pregunt� un periodista.
�
"No. Hay demasiados elementos que tienden a
probar lo contrario. �Por qu� alguien que comete un acto de ese tipo
portar�a un pasaporte permitiendo as� que se le identificara tan
f�cilmente? �Por lo menos es seguro que no actu� solo", respondi� el
padre de las dos v�ctimas.
�
"Hace tiempo que vengo luchando por
descubrir qui�n se esconde detr�s de todo eso. Pero he tenido que
acostumbrarme a la idea de que nunca recibir� una respuesta honesta."
El periodista le pregunt� despu�s:
"�Ha renunciado usted a pedir
explicaciones?"
A lo que Platzer respondi�:
"Entend� que insistir s�lo me traer�a
problemas." [61]
Esos problemas provienen quiz�s del hecho que la
investigaci�n sobre el atentado de Munich hab�a seguido la pista de los
arsenales de Lembke hasta el ej�rcito stay-behind alem�n, que a su vez
implicaba a la mayor alianza militar del mundo - la OTAN - y a una de las
dos superpotencias de la �poca - Estados Unidos.
�
E incluso si Estados Unidos, la OTAN y el BND no
hubiesen tenido nada que ver con el drama de Munich, el descubrimiento de un
ej�rcito secreto vinculado a los movimientos de extrema derecha no habr�a
dejado de dar lugar a interrogantes extremadamente delicadas, como la del
control de las instituciones democr�ticas sobre los combatientes secretos y
sus dep�sitos de armas.
S�lo un d�a despu�s del atentado de Munich, la polic�a alemana a cargo de la
investigaci�n ya hab�a descubierto que Lembke hab�a proporcionado
equipamiento a los activistas de extrema derecha.
"El se�or Lembke nos mostr� diferentes tipos
de explosivos, detonadores, mechas lentas, explosivos pl�sticos y
explosivos militares", confes� Raymund Hornle, miembro del
Wehrsportgruppe Hoffmann, a los polic�as que lo interrogaban.
"Dijo que hab�a numerosos escondites con ese tipo de material enterrado
en los bosques y que �l pod�a darnos mucho (�) El se�or Lembke nos dijo
que �l entrenaba gente en el uso de los detonadores y explosivos."
[62]
O sea, como demuestran los documentos de la
polic�a, paralelamente al entrenamiento de los miembros del Gladio alem�n,
Lembke tambi�n proporcionaba apoyo a los terroristas de extrema derecha.
"Helmuth Meyer me dijo que se pod�a obtener
explosivos a trav�s del se�or Lembke", declar� la activista Sibylle
Vorderbrugge despu�s del atentado.
"Lembke nos mostr� diferentes explosivos (�) nos dijo que hab�a varios
escondites de armas en los bosques." [63]
A pesar de aquellos testimonios, la polic�a no
efectu� ninguna investigaci�n para tratar de hallar los escondites de armas
de Lembke, de forma tal que hubo que esperar un a�o hasta varios le�adores
descubrieron accidentalmente uno de aquellos arsenales, lo cual hizo
imposible seguir negando su existencia.
�
Pero a�n entonces, los investigadores tampoco
relacionaron el atentado con los escondites de armas stay-behind.
El 25 de noviembre de 1981, el Dr. Daubler-Gmelin, del SPD, sac� a
relucir el tema ante el Parlamento nacional - el Bundestag - al dirigirse al
gobierno en los siguientes t�rminos:
"�Pueden ustedes revelarnos, a ra�z del
descubrimiento de estos escondites de armas y del arresto del se�or
Lembke, si actualmente se vislumbra una nueva pista sobre el atentado de
Munich?"
La pregunta era pertinente. Pero la respuesta lo
fue mucho menos.
�
El secretario de Estado von Schoeler se limit� a
contestar:
"No tienen nada que ver." [64]
Aquella versi�n oficial ten�a como objetivo
esconder toda relaci�n con la organizaci�n Gladio ya que la existencia del
ej�rcito stay-behind ten�a que mantenerse en secreto.
�
Tambi�n contradec�a los testimonios de los
militantes de extrema derecha interrogados por la polic�a. Inmediatamente
despu�s del descubrimiento de los escondites de armas hallados el 26 de
octubre de 1981, la polic�a alemana registr� el domicilio de Lembke y
confisc� un cargador de pistola G3 y un juego de mechas lentas
correspondiente a la fabricaci�n de bombas.
�
Pero el propio Lembke parec�a intocable y no fue
arrestado.
Nacido en 1937 en Stralsund, en el este de Alemania, Lembke hab�a pasado un
tiempo en la socialista RDA antes de huir al oeste a los 22 a�os y adquirir
cierta celebridad en los c�rculos de extrema derecha.
�
Se puso a la cabeza de la "Bund Vaterlandischer
Jugend" o BVJ (Alianza de J�venes Patriotas). Como ide�logo de dicha
organizaci�n concibi� lemas tales como,
"Un alem�n que piensa como jud�o merece que
lo ahorquen". �[65]
Al igual que el BDJ, declarado ilegal en 1952,
la BVJ fue prohibida en 1962. Pero Lembke no renunci� a sus convicciones de
extrema derecha.
�
En 1968 trat� de aspirar a un esca�o en el
Parlamento regional de Baja Sajonia bajo la etiqueta del NPD. Pero renunci�
r�pidamente a su carrera pol�tica para dedicarse al activismo y a la lucha
contra los antifascistas alemanes, lo cual le vali� ser enviado a los
tribunales antes de que una jurisdicci�n superior lo declarara
misteriosamente "no culpable".
No fue sino varias semanas despu�s del descubrimiento de los escondites de
armas que Lembke fue finalmente arrestado y encarcelado.
�
Pero fue por otro motivo. Se le acus� de haberse
negado a servir de testigo durante el juicio contra su amigo y colega el
l�der de extrema derecha Manfred Roder, del movimiento terrorista "Deutsche
Aktionsgruppen".
�
En la c�rcel, Lembke cambi� s�bitamente de
opini�n y se declar� dispuesto a declarar sobre Roder, los escondites de
armas y todo lo que sab�a. Lembke precis� incluso que quer�a hablar
�nicamente con el fiscal que lo hab�a interrogado in�tilmente en el marco
del caso Roder. Se acept� aquella condici�n y el fiscal visit�
inmediatamente a Lembke en su celda.
�
Este comenz� finalmente a hablar y revel� la
localizaci�n exacta de los 33 escondites de armas, de los que s�lo algunos
hab�an sido descubiertos hasta aquel momento. Lembke le dijo a su
interlocutor que le dir�a al d�a siguiente qui�n se supon�a que deb�a
utilizar las armas y explosivos.
�
Al d�a siguiente, el 1� de noviembre de 1981,
Lembke apareci� ahorcado con una cuerda amarrada al techo de su celda.
[66]
A la polic�a local se le retir� entonces el caso de Lembke, que fue
entregado a las autoridades nacionales de Bonn. El ministro del Interior de
Baja Sajonia, Mocklinghoff, calific� aquella maniobra judicial de
"chanchullo policial". �[67]
�
Un a�o m�s tarde, el 3 de diciembre de 1982,
Bonn decidi� cerrar la investigaci�n sin haber relacionado los arsenales
secretos con el atentado de Munich y declarando que el caso de Lembke era
"un caso privado".
�
En el informe final, los investigadores
conclu�an que,
"no existe ning�n indicio que permita
deducir que Lembke ten�a intenci�n de perturbar el orden constitucional
de la Rep�blica de Alemania mediante atentados o asesinatos".
El texto final se limitaba a reconocer que
Lembke viv�a probablemente con el temor de una invasi�n sovi�tica contra la
cual ten�a intenciones de librar una 'guerra de partisanos' y conclu�a que,
"el material de combate fue reunido y
enterrado por �l a lo largo de a�os para realizar operaciones de
resistencia conforme a la hip�tesis de una invasi�n, a la que �l tem�a".
[68]
Para sorpresa general, la corte concluy�
finalmente,
"que las actividades de Lembke no
representaban un peligro tan importante como se temi� al principio. Sus
esfuerzos no estaban en realidad dirigidos contra el orden actual del
pa�s."
Al mismo tiempo, el tribunal parece haber tomado
conciencia de la estrategia stay-behind al declarar que Lembke hab�a
realizado una operaci�n "Werwolf".
�
Aquel t�rmino hac�a referencia a las redes de
tipo stay-behind que los nazis hab�an dejado tras ellos en numerosos pa�ses
al final de la Segunda Guerra Mundial. Aquellas redes tambi�n dispon�an de
sus propios escondites secretos de armas.
�
El Werwolf, criatura del folklore germ�nico, es
un ser humano que se transforma en un lobo sanguinario que ataca y mata a
las personas hasta que sale el sol. La corte descubri� que,
"el guardabosque hab�a emprendido adem�s
preparativos en caso de que los comunistas llegasen al poder, para que
el 'Werwolf' pudiese entonces despertarse". [69]
Ya muerto, durante su detenci�n y en las
condiciones anteriormente mencionadas, Lembke no pudo comentar aquellas
conclusiones.
�
Muchos de sus camaradas de extrema derecha
fueron condenados a pagar m�dicas multas. Entre toda la cantidad de armas
halladas en los arsenales subterr�neos, s�lo se aclar� el origen de 3 de
ellas.
�
Proven�an de una firma privada que equipaba al
ej�rcito alem�n y a la OTAN.
�
El diputado verde
Manfred Such
�
Como resultado de las conexiones con la extrema derecha y las presuntas
implicaciones con el atentado de Munich, Alemania enfrent� muchas
dificultades para investigar y aclarar su propia historia en materia de stay-behind.
�
El 5 de noviembre de 1990, Manfred Such,
diputado de Los Verdes, present� al gobierno de Helmut Kohl un pedido
oficial sobre las sospechas de que exist�an estructuras del tipo Gladio en
Alemania.
�
El vocero del gobierno alem�n, Hans Klein,
provoc� estupor y c�lera entre los parlamentarios al declarar que,
"el Gladio alem�n no era, como se ha dicho,
un comando secreto o una unidad de guerrilla" y al agregar que no pod�a
entrar en detalles por razones de confidencialidad. [70]
La declaraci�n de Klein provoc� una ola de
protestas en las filas de los socialdem�cratas y Los Verdes de la oposici�n.
�
El diputado Hermann Scheer, experto del
SPD en temas de defensa, compar� la misteriosa red de extrema derecha con
una especie de "Ku-Klux-Klan", m�s destinado a la realizaci�n de acciones
antidemocr�ticas en tiempo de paz que a actuar en caso de invasi�n
sovi�tica.
�
Con vista a aclarar completamente los hechos,
Scheer demand� la inmediata apertura de una profunda investigaci�n judicial
al m�s alto nivel de la jerarqu�a del ej�rcito de la sombra de la OTAN ya
que,
"la existencia de una organizaci�n militar
armada y secreta que act�a fuera de todo control gubernamental es
totalmente contraria a la ley fundamental y cae, por lo tanto, en el
�mbito de la justicia penal". [71]
Scheer insist�a en que era urgente que se
realizara una investigaci�n,
"antes de que alguien pueda hacer
desaparecer las pruebas" [72]
Las voces del SPD que exig�an la apertura de una
profunda investigaci�n enmudecieron de inmediato cuando se revel� que sus
ministros tambi�n hab�an participado en la conspiraci�n.
�
Ante la cercan�a de las elecciones, los
socialdem�cratas ve�an con temor el resultado de posibles investigaciones y
s�lo el partido de Los Verdes, fundado en 1980, persisti� en exigir
aclaraciones ya que, al no haber participado nunca antes en el gobierno, no
pod�a estar implicado en el asunto.
�
As� que el pedido de Los Verdes de que se
discutiese en el Parlamento el tema del stay-behind y sus posibles v�nculos
con el terrorismo fue rechazado por la alianza CDU/CSU-FDP-SPD, que tem�a un
esc�ndalo de gran envergadura y que decidi� por lo tanto, el 22 de noviembre
de 1990, que la cuesti�n se abordar�a a puertas cerradas en el seno de la
PKK (Parlamentarische Kontrollkommission), la Comisi�n Parlamentaria de
Control, obligada a mantener sus debates en secreto.
�
Fue en ese marco que Volker Fortsch, el
�ltimo director stay-behind del BND, inform� que las unidades secretas iban
a ser desmanteladas.
�
Los Verdes, que no estaban representados en
aquella importante comisi�n encargada de controlar las acciones del BND,
arremetieron contra ella declarando que todo el mundo sab�a perfectamente
que la comisi�n acostumbraba a "cubrir m�s que aclarar". �[73]
�
Cuando algunos periodistas trataron de obtener
m�s informaci�n interrogando a Eberhard Blum, el ayudante de Gehlen y
director del BND entre 1983 y 1985, este respondi�:
"�Gladio? Nunca hubo tal cosa en Alemania."
[74]
Los Verdes no se dieron por vencidos y
presentaron una nueva moci�n el 29 de noviembre.
"A finales del mes de octubre, el actual
primer ministro italiano Giulio Andreotti confirm� en un informe al
Parlamento la existencia en el seno de la OTAN de un servicio
confidencial, conocido bajo el c�digo de Gladio", comenzaba la moci�n,
que conten�a adem�s la siguiente interrogante:
"�Oper� en Alemania una organizaci�n
supranacional de ese tipo vinculada a la OTAN?"
El Dr. Lutz Stavenhaguen, miembro del
gobierno de Helmut Kohl y responsable del servicio de inteligencia
BND respondi� con un breve y categ�rico "No".
Los Verdes tambi�n quer�an saber:
"�Cu�les son la naturaleza y el contenido
exacto de los acuerdos que el gobierno alem�n concluy� en el momento de
su adhesi�n a la OTAN o como consecuencia de ella y que autorizan las
acciones de tales organizaciones?"
Nueva negativa de Stavenhaguen:
"El gobierno alem�n no ha concluido ning�n
acuerdo de ese tipo".
Los diputados le preguntaron entonces:
"�Cu�l es la naturaleza exacta de las
relaciones que ha mantenido o que mantiene la OTAN con ese servicio
secreto que oper� en Alemania y/o en otros pa�ses de la OTAN?".
Respuesta de Stavenhaguen:
"Dada la respuesta a la primera pregunta,
esta otra es in�til."
Los Verdes acabaron por preguntar:
"Estar� dispuesto el gobierno a informar
detalladamente y por propia iniciativa a esta asamblea en cuanto
disponga de informaci�n pertinente? Y si no lo est�, �por qu�?"
Respuesta:
"S�lo ser� posible responder a esta pregunta
cuando esos documentos est�n disponibles. La respuesta depende, en
efecto, de las condiciones que rodeen la obtenci�n de esos documentos."
[75]
Los Verdes estaban furiosos pero nada pod�an
hacer.
�
El gobierno del canciller cristianodem�crata
Helmut Kohl, en funciones desde 1982, hab�a preferido responder con una
serie de mentiras antes que poner en peligro sus posibilidades en las
primeras elecciones nacionales de la Alemania reunificada, que tendr�an
lugar el 2 de diciembre de 1990 con la victoria de Kohl.
Inmediatamente despu�s de aquellas elecciones, el lunes 3 de diciembre de
1990, Lutz Stavenhaguen envi� a todos los medios de difusi�n un fax
titulado: "Informe del Gobierno sobre la organizaci�n Stay-behind del BND".
�
Contradiciendo sus declaraciones anteriores,
aquel informe confirmaba que una red secreta stay-behind vinculada a la OTAN
hab�a existido en Alemania:
"las unidades constituidas en territorio
alem�n hasta 1955 por los servicios secretos aliados con vista a recoger
informaci�n y organizar operaciones de evacuaci�n est�n bajo control del
BND desde 1956."
El gobierno confirmaba tambi�n que el ej�rcito
secreto se manten�a activo, aunque precisaba que el 22 de noviembre se hab�a
informado a la Comisi�n Parlamentaria de Control de los detalles
importantes:
"En este momento 104 personas colaboran con
el BND en el marco de la operaci�n stay-behind."
El informe conclu�a:
"Teniendo en cuenta la evoluci�n de la
situaci�n pol�tica mundial, el BND comenz� desde el verano de 1990 a
estudiar el desmantelamiento de la organizaci�n stay-behind. En base a
acuerdos concluidos con los socios aliados, ese desmantelamiento
comenzara hacia abril de 1991." [76]
Mientras el BND garantizaba al p�blico que el
ej�rcito secreto hab�a sido disuelto y que los arsenales clandestinos en el
pa�s hab�an sido desmantelados, el tema volvi� a salir a la palestra el 17
de agosto de 1995.
�
Aquel d�a, Peter Naumann, un neonazi de
43 a�os con conocimientos de qu�mica y experto en explosivos guiaba, ante
las c�maras, a un grupo de at�nitos polic�as hasta el emplazamiento de no
menos de 13 escondites que, seg�n sus declaraciones, �l mismo hab�a
preparado en Baja Sajonia y en Hesse durante los �ltimos 17 a�os.
�
En aquellos dep�sitos hab�a armas, municiones y
unos 200 kilogramos de explosivos.
�
Naumann confes� a los polic�as que era amigo de
Lembke y que la mayor�a de aquellas armas y explosivos ven�an de las
reservas de este �ltimo. [77]
Resulta sorprendente comprobar que, a pesar de la presencia de terroristas
neonazis en sus filas y de su supuesta implicaci�n en atentados terroristas
de extrema derecha, el ej�rcito secreto alem�n no fue objeto de ninguna
investigaci�n parlamentaria, con excepci�n de un informe oficial bastante
detallado.
"En materia de transparencia democr�tica,
Alemania clasifica en el �ltimo lugar entre todos los pa�ses europeos",
concluy� el periodista investigador Leo Muller en un breve libro
publicado en los primeros tiempos del esc�ndalo sobre el Gladio
[78].
Aunque otros periodistas, como Ulrich Stoll,
reportero de la ZDF, investigaron sobre el Gladio en Alemania, el tema est�
lejos de estar agotado.
�
Cuando se tuvo acceso a informes desclasificados
de la Stasi, en 2002, Stoll declar�:
"Las investigaciones sobre el Gladio pueden
reanudarse." [79]
�
�
�
Referencias
[1] Para profundizar en el debate sobre los
verdaderos autores del incendio del Reichstag, ver Der Reichstagsbrand.
Wie Geschichte gemacht wird, de Alexander Bahar y Wilfried Kugel, (Quintessenz
Verlag, Berl�n, 2000).
[2] Bericht der Bundesregierung �ber die Stay-Behind Organisation des
Bundesnachrich tendienstes. Documento de 4 p�ginas redactado en Bonn por
Lutz Stavenhagen el 3 de diciembre de 1990. En el presente trabajo se
mencionar� en lo adelante ese documento bajo la denominaci�n de Informe
alem�n de 1990 sobre el stay-behind.
[3] Publicaci�n francesa Intelligence Newsletter, 19 de diciembre de
1990.
[4] Publicaci�n brit�nica Searchlight, enero de 1991.
[5] Luego de ser extraditado desde Bolivia (en 1983), Klaus Barbie fue
juzgado en la ciudad francesa de Lyon, en 1967, y condenado a cadena
perpetua por cr�menes contra la humanidad. Muri� de c�ncer en la c�rcel,
4 a�os despu�s del juicio. (Nota del editor)
[6] Christopher Simpson, Blowback: America�s Recruitment of Nazis and
Its Effects on the Cold War (Weidenfeld y Nicolson, Londres, 1988),
Pr�logo. Es importante resaltar que la prensa estadounidense sigui� la
misma estrategia de disimulaci�n que el Departamento de Justicia y
mencion� aquello como una excepci�n. Por ejemplo, la agencia
estadounidense UPI (United Press International) titul� al d�a siguiente:
'Barbie, la excepci�n, no la regla�. Y la cadena de televisi�n ABC
invit� a su edici�n nocturna a Allan Ryan quien explic� que Estados
Unidos hab�a "reclutado a Barbie de buena fe, sin saber el papel que
hab�a desempe�ado en Francia� [y que] su caso no ten�a nada de
significativo�. Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Ryan
prosigui� diciendo que era "altamente improbable que otros dignatarios
nazis se hayan beneficiado con el mismo grado de confianza que Barbie� y
que el caso [estaba] por lo tanto cerrado" (ibid.).
[7] Simpson, Blowback, p.44.
[8] Ibid., p.42.
[9] Ibid., p.40.
[10] Allan Francovich, Gladio: The Ringmasters. Primero de los 3
documentales de Francovich dedicados al Gladio, transmitido el 10 de
junio de 1992 por BBC2.
[11] Ibid.
[12] Publicaci�n brit�nica Searchlight, enero de 1991.
[13] Ibid.
[14] Leo Muller, Gladio. Das Erbe des Kalten Krieges. Der NATO
Geheimbund und sein deutscher Vorl�ufer (Rowohlt, Hamburgo, 1991), p.72.
Con este libro, publicado en los primeros momentos del esc�ndalo sobre
el Gladio, el periodista alem�n Leo Muller es probablemente quien ha
presentado la mejor descripci�n de lo sucedido en Alemania en 1952. El
fragmento sobre el testimonio de Hans Otto figura en el informe BDJ-TD
que el gobierno local de Hesse public� a ra�z del esc�ndalo.
[15] Dieter von Glahn, Patriot und Partisan f�r Freiheit und Einheit (Grabert,
Tubingen, 1994), p.58.
[16] Otros campamentos militares, como el centro de entrenamiento de las
unidades paracaidistas situado cerca de Altenstadt, en Baviera, fueron
utilizados para el entrenamiento de las unidades stay-behind alemanas.
Ver Erich Schmidt Eenboom, Die 'Graue' und die 'Rote' Hand.
Geheimdienste in Altenstadt, a�os 1990. No publicado.
[17] Muller: Gladio, p.123.
[18] Ibid., p.124, citando el informe BDJ-TD.
[19] Ibid., citando el informe BDJ-TD.
[20] Ibid., p.130, citando el informe BDJ-TD.
[21] Ibid., p.128, citando el informe BDJ-TD.
[22] Ibid., p.129 et 130, citando el informe BDJ-TD.
[23] Ibid., p.133.
[24] Simpson, Blowback, p.181. Y Jens Mecklenburg (ed.), Gladio: Die
geheime Terrororganisation der Nato (Elefanten Press, Berl�n, 1997),
p.74. Mecklenburg fue uno de los primeros en tomar conciencia, despu�s
de 1995, de las considerables implicaciones del fen�meno Gladio y en
publicar en Europa varios ensayos sobre ese tema.
[25] Muller: Gladio, p.94, citando el informe BDJ-TD.
[26] Ibid., p.107, citando el informe BDJ-TD.
[27] Ibid., p.136 y 143.
[28] William Blum, Killing Hope. US Military and CIA interventions since
World War II (Common Courage Press, Maine, 1995). En la p�gina 64 de su
profunda investigaci�n sobre la CIA, Blum se�ala con toda raz�n que "esa
operaci�n en Alemania� formaba parte de una red mucho m�s amplia, cuya
designaci�n codificada era 'Operaci�n Gladio�, creada por la CIA y otros
servicios de inteligencia europeos y que contaba con ej�rcitos secretos
en toda Europa Occidental�.
[29] Discurso de Zinn ante el Landtag (Parlamento r�gional) de Hesse,
pronunciado el 8 de octubre de 1952. Transcripci�n en Muller, Gladio,
p.146�152.
[30] Citado en Glahn, Patriot, p.67. El agente del TD Glahn calific�
aquella declaraci�n del estadounidense como "insultante hacia el TD�.
[31] Titulado Der Technische Dienst des Bundes Deutscher Jugend (El TD
del BDJ), el informe sobre la investigaci�n, presentado en 1953 por el
ministro del Interior de Hesse, contaba 3 vol�menes: un largo desarrollo
de 121 p�ginas (primer volumen) y dos ap�ndices, uno de 200 p�ginas y el
otro de 300 con copias de cartas, de registros, de informes y decisiones
(vol�menes 2 y 3). Sin quitar m�rito a los trabajos realizados en
B�lgica, Suiza e Italia, puede considerarse que el Informe sobre el BDJ-TD
es quiz�s la �nica investigaci�n satisfactoria realizada despu�s del
descubrimiento de una red stay-behind del Gladio.
[32] Allan Francovich, Gladio: The Ringmasters. Primero de los 3
documentales de Francovich dedicados al Gladio, transmitido el 10 de
junio de 1992 por BBC2.
[33] Publicaci�n pol�tica austriaca Zoom, n�4/5, 1996: Es muss nicht
immer Gladio sein. Attentate, Waffenlager, Erinnerungsl�cken, p.97. Y
Klaus Harbart : "Gladio -� ein Schwert in rechter Hand�, en Der
Rechte Rand, n�10, enero de 1991, p.4.
[34] Glahn: Patriot, p.41�42.
[35] Ibid., p.43�47.
[36] Simpson, Blowback, p.260.
[37] Sin autor especificado, "Schn�ffler ohne Nase. Die Pannen und
Pleiten des Bundesnachrichtendienstes in Pullach" en el semanario
informativo alem�n Der Spiegel, n�17, 1995.
[38] Informe alem�n de 1990 sobre el stay-behind.
[39] Muller, Gladio, p.109.
[40] Glahn, Patriot, p.48.
[41] Ibid., p.74.
[42] Informe alem�n de 1990 sobre el stay-behind.
[43] Ibid.
[44] Ibid.
[45] Ibid.
[46] Mecklenbrug, Gladio, p.64.
[47] Semanario brit�nico The Economist, 27 de octubre de 1990.
[48] Sin autor especificado, "Schn�ffler ohne Nase. Die Pannen und
Pleiten des Bundesnachrichtendienstes in Pullach" en el semanario
informativo alem�n Der Spiegel, n�17, 1995.
[49] Muller, Gladio, p.20. Y Erich Schmidt Eenboom, Schn�ffler ohne Nase.
Der BND. Die unheimliche Macht im Staate (Econ Verlag, Dusseldorf,
1993), p.376.
[50] Diario brit�nico The Observer, 6 de diciembre de 1990.
[51] MfS Hauptabteilung III. Report of General Major M�nnchen to Genosse
Generalleutnant Neiber, Berl�n, 3 de agosto de 1984. Desclasificado.
[52] MfS Hauptabteilung III. Report of General Major M�nnchen to Genosse
Generalleutnant Neiber, Berl�n, 6 de noviembre de 1984. Desclasificado.
[53] MfS Streng Vertraulich. Information G/02069/13/02/84. Relevante
Funkverbindungen von Sonderagenten und der Partnerdienste des BND sowie
der NATO Geheimdienste. Desclasificado.
[54] MfS Hauptabteilung III. Schnellautomatische Funksendungen im
Funknetz der Ueberrollagenten des BND mit einer neuen
Uebertragungsapparatur. Berl�n, 22 de mayo de 1984. Desclasificado.
[55] MfS Hauptabteilung III. Gegenw�rtiger Stand bei der Bearbeitung des
Funkverbindungssystems des BND zu Ueberrollagenten. Berlin, 5 de julio
de 1985. Desclasificado.
[56] Informe alem�n de 1990 sobre el stay-behind.
[57] An�nimo. Publicaci�n austriaca Oesterreichische Milit�rische
Zeitschrift, n�2, 1991, p.123.
[58] Jonathan Kwitny, "The CIA�s Secret Armies in Europe" en The Nation,
6 de abril de 1992, p.446.
[59] Mecklenburg, Gladio, p.78.
[60] Klaus Harbart, "Gladio -� ein Schwert in rechter Hand" en Der
Rechte Rand, n�10, enero de 1991, p.5.
[61] Diario alem�n S�ddeutsche Zeitung del 27 de septiembre de 1996.
[62] Mecklenburg, Gladio, p 82.
[63] Ibid.
[64] Transcripci�n de las sesiones del Parlamentp alem�n. Deutscher
Bundestag.
[65] Fragmento de Mecklenburg: Gladio, p.79.
[66] Klaus Harbart, "Gladio -� ein Schwert in rechter Hand" en Der
Rechte Rand, n�10, enero de 1991, p.5.
[67] Ibid.
[68] Ibid., p.6.
[69] Mecklenburg, Gladio, p.83.
[70] Presse- und Informationsamt der Bundesregierung. Pressemitteilung
N�455/90, de Hans Klein, 14 de noviembre de 1990. Ver tambi�n Muller,
Gladio, p.30.
[71] Fragmento de Muller, Gladio, p.14.
[72] Sin autor especificado, "Das blutige Schwert der CIA. Nachrichten
aus dem Kalten Krieg: In ganz Europa gibt es geheime NATO Kommandos, die
dem Feind aus dem Osten widerstehen sollen. Kanzler,
Verteidigungsminister und Bundeswehrgenerale wussten angeblich von
nichts. Die Spuren f�hren nach Pullach, zur �stay-behind organisation�
des Bundesnachrichtendienstes" en el semanario informativo alem�n Der
Spiegel, 19 de noviembre de 1990.
[73] Ibid.
[74] Mecklenburg, Gladio, p.48.
[75] "Kleine Anfrage der Abgeordneten Such, Frau Birthler, Hoss, Frau Dr
Vollmer und der Fraktion DIE GRUENEN. T�tigkeit eines NATO-Geheimdienstes
auch in der Bundesrepublik Deutschland?� Drucksache 11/8452. Inklusive
Antworten von Dr Lutz G. Stavenhagen, MdB, Staatsminister beim
Bundeskanzler, Beauftragter f�r die Nachrichtendienste. Bonn, 30 de
noviembre de 1990.
[76] Informe alem�n de 1990 sobre el stay-behind.
[77] Publicaci�n pol�tica austriaca Zoom, n�4/5, 1996: "Es muss nicht
immer Gladio sein. Attentate, Waffenlager, Erinnerungsl�cken�, p.110. Y
Reuters, 17 de agosto de 1995.
[78] Muller, Gladio, p.19.
[79] Ulrich Stoll, Gladio: Sp�te Spuren einer NATO-Geheimarmee, en
Thomas Leif (ed.), Mehr Leidenschaft Recherche. Skandal-geschictehn und
Enth�llungsberichte. Ein Handbuch zur Recherche und
Informationsbeschaffung (Westdeutscher Verlag, Wiesbaden, 2003), p.184.
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