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del Sitio Web�ForeignPolicy
traducci�n de
Adela Kaufmann � � � � � �
ni una superpotencia moribunda
de
las cada vez m�s hist�ricas fantas�as de los Estados Unidos.
� En este punto est� s�lo tangencialmente relacionado con las acusaciones de que Putin ha hecho del presidente�Donald Trump�su "t�tere", o que Trump - o el Procurador General�Jeff Sessions, o cualquier n�mero de otros funcionarios de la administraci�n - est�n en connivencia con�los oligarcas rusos. � Tal vez usted ha o�do hablar de la muerte s�bita del embajador ruso ante la ONU,�Vitaly Churkin?�Todas son nefastas�intrigas del Kremlin�- o eso nos dicen. � De hecho, una gran cantidad de diplom�ticos rusos han�muerto�recientemente - �no es eso�sospechoso? � Y no mire ahora, pero mientras estaba obsesionado con la subversi�n de Rusia de la sociedad estadounidense a trav�s de�la guerra psicol�gica, usted puede haberse perdido que Rusia est� expandiendo su influencia en�Siria.
Es probable que debamos darnos por vencidos: Rusia "maneja el mundo ahora." � Con tal grandilocuencia dominando el discurso pol�tico estadounidense, los ciudadanos y expertos est�n preocupados (y con raz�n) por la posibilidad de la competencia geopol�tica de Rusia. � Pero, �es realmente el r�gimen de Putin tal omnipresente amenaza como quieren hacerlo parecer? � El comentario occidental sobre las ambiciones de pol�tica exterior del Kremlin tiende a dividirse en dos campos opuestos, cada uno con diferentes puntos de partida: Uno comienza con la pol�tica exterior de Rusia, el otro con la pol�tica interna de Rusia. � Ambos son propensos a la exageraci�n en sus apreciaciones y conclusiones, aunque en diferentes direcciones.�Y tampoco es �til para la comprensi�n, o para responder a la realidad de las ambiciones rusas. � Llamo al primer campo "Putler," una mezcla de�Putin�y�Adolf Hitler, los dos l�deres a quienes los comentaristas occidentales parecen m�s aficionados a vincular. � En gran parte un resultado de la anexi�n rusa de Crimea en 2014 y la intervenci�n en el Donbass, este enfoque retrata a Rusia como la principal�amenaza para la democracia liberal:
Enraizada en analog�as hist�ricas del siglo-20, espec�ficamente de la Segunda Guerra Mundial, este campamento prescribe impl�citamente la confrontaci�n militar:
Otra analog�a hist�rica favorecida por adherentes Putler es la Guerra Fr�a. � Para muchos observadores, es un hecho que ya estamos tratando de resolver en una "Guerra Fr�a 2.0" de vida o muerte (se olvidan de mencionar la ideolog�a del comunismo, la carrera de armas nucleares, el realista equilibrio de poder, la competencia global para servidores proxy, o cualquiera de los otros elementos que definen la Guerra Fr�a original). � La reciente�referencia�a Rusia como una "amenaza global liderada por un hombre que es amenazante� del portavoz de la C�mara�Paul Ryan, entra de lleno en esta escuela de pensamiento, junto con su r�plica de que las sanciones del presidente Barack Obama siguieron "de una pol�tica de demasiado apaciguamiento." � Pasando de las ambiciones geopol�ticas a la pol�tica interna de Rusia, la visi�n�Putler�del mundo tiende a destacar la consolidaci�n del control autocr�tico de Putin, las elecciones fraudulentas, su�acoso y asesinato�de los periodistas de oposici�n,�restringiendo las libertades civiles, y su uso de la desinformaci�n a trav�s de los medios estatales para desorientar y controlar al p�blico. � Es un retrato de Putin como una totalitario y desenfrenada intenci�n usar lo "absurdo e irreal" como arma. � Tales evaluaciones rozan a menudo en la histeria, pero uno se imagina que atraen una gran cantidad de tr�fico de Internet.�En el otro extremo del espectro de la visi�n�Putler del mundo es el campo de la "muerte del oso". � Este enfoque es desde�oso de Rusia como una amenaza. Sus adherentes en su lugar presagian el estancamiento, la corrupci�n y la decadencia. � El t�rmino se origin� con dem�grafos, desalentados por las tenues perspectivas de salud de Rusia, pero podr�a razonablemente incluir sus limitaciones pol�ticas, sociales y econ�micas. � Para estar seguros, las estad�sticas de salud y demogr�ficas de Rusia�est�n muy por detr�s de�las de Europa Occidental y los Estados Unidos, con tasas relativamente altas de mortalidad, tasas de fecundidad relativamente bajas, y�la esperanza media de vida�a la par con los empobrecidos pa�ses africanos. � A mediano y largo plazo, eso significa el declive demogr�fico:
Hay un grupo de otras limitaciones en el potencial de Rusia para el crecimiento econ�mico futuro:
Sin la diversificaci�n econ�mica y la libertad, se nos dice, la econom�a de Rusia ha llegado a "tocar fondo". � Gimiendo bajo el peso de las sanciones occidentales y los bajos precios del petr�leo a nivel mundial, el propio Ministerio de Desarrollo Econ�mico de Rusia no�prev��ninguna mejora real en las condiciones de vida hasta 2035. � Para algunos en el campamento dl Oso Moribundo, la agresi�n de la pol�tica exterior de Rusia - incluyendo sus incursiones en Ucrania y Siria - es s�lo el intento de Putin para�distraer a�los rusos patri�ticos de la miseria de su propia existencia y hacer que corran alrededor de una bandera de patriotismo, ya que�no puede entregar�la legitimidad de rendimiento asociado con el crecimiento econ�mico de la d�cada de 2000, impulsada por los precios mundiales del petr�leo por las nubes. � Mientras que la perspectiva�Putler exige la confrontaci�n, Oso Moribundo prescribe la administraci�n o la marginaci�n, si no la desconexi�n:
Las desde�osas declaraciones p�blicas del presidente Obama sobre Rusia siendo en el mejor de los casos una "potencia regional", o un "pa�s m�s d�bil" que no produce nada que valga la pena comprar ", excepto petr�leo y gas y armamento", y que sus intervenciones internacionales surgen "no de la fuerza, sino de debilidad" son un reflejo de la posici�n del�Oso Moribundo. � La realidad, por supuesto, est� en alg�n lugar entre estos dos extremos. � Rusia no es ni por cerca la amenaza global que muchos temen, ni est��condenado al fracaso.�La fuerza geopol�tica de Rusia est� de hecho limitada por sus debilidades demogr�ficas, econ�micas, sociales, y pol�ticas, pero los que no son tan catastr�ficas, ya que a menudo est�n hechas para ser as�. � Los rusos hoy en d�a son�m�s sanos y viven m�s tiempo que nunca. � A pesar de que tener cada vez menos mujeres en edad f�rtil presagia un descenso demogr�fico a largo plazo, con los nacimientos superando a las muertes, la poblaci�n de Rusia ha registrado recientemente un crecimiento natural, por primera vez desde la ca�da del comunismo. � Econ�micamente, el rublo se ha estabilizado tras el�colapso de finales de 2014, y la recesi�n de 2014 a 2015 estad�sticamente ya finaliz�. � Sin embargo, Rusia no est� fuera de peligro, con bajos precios del petr�leo conduciendo a la disminuci�n de los ingresos del Estado, y la poca inversi�n privada en el futuro previsible, significar�, inevitablemente, estancamiento�y un bajo crecimiento. � El desempe�o econ�mico de Rusia est� tan �ntimamente ligado al gasto p�blico que cualquier reducci�n del gasto a pesar de la disminuci�n de los ingresos del petr�leo podr�a�repercutir�en toda la econom�a. � Y la econom�a en �ltima instancia,�limita�sus opciones pol�ticas.�Aunque t�cticas geopol�ticas de Putin en Ucrania y Siria pueden aumentar sus�niveles de aprobaci�n, �stos se producen a expensas de aumentar�la pobreza�y�salarios no pagados, lo que est� alimentando un aumento notable en�las protestas laborales�en todo el pa�s. � Si bien actualmente manejable, el Kremlin tendr� que abordar estas cuestiones socio-econ�micas con el fin de mantener la tranquilidad dom�stica, limitando sus recursos para el aventurerismo extranjero en Siria, Ucrania, y m�s all�, por no hablar de�las inversiones�en el cuidado de la salud, la educaci�n, la ciencia y infraestructura. � Rusia no puede tenerlo todo. � As�, a pesar de su alto nivel de intromisi�n en los asuntos estadounidenses en el futuro previsible, Rusia est� preparada para continuar saliendo del paso, con el estancamiento econ�mico y demogr�fico limitando sus elevadas ambiciones geopol�ticas. � Como era de esperar, la Rusia de 2020 se parecer� m�s a la Rusia de 2012 o 2016, en lugar de la Uni�n Sovi�tica expansionista de 1944 o la colapsante Uni�n Sovi�tica de 1991. � En consecuencia, la pol�tica exterior de Estados Unidos hacia Rusia no debe ser vista como la militarizaci�n y el conflicto del campo Putler, ni la marginaci�n de la vista del Oso Moribundo, sino m�s bien un compromiso respetuoso, reconociendo la�interrelaci�n�de los intereses estrat�gicos variados de Rusia, que puede entrar en conflicto con los intereses de Washington. � El problema, sin embargo, es que la estasis no es un pron�stico particularmente atractivo, lo que significa que no es algo que se ha hecho frecuentemente.�Hay dos razones para esto.�Primero hay una falta de comprensi�n de los matices del gobierno ruso. � La mayor�a de los expertos saben c�mo es la democracia liberal y - si creemos en la democratizaci�n de becas (y hay buenas razones para�el escepticismo, sobre todo en la��poca de Trump�) - que las democracias una vez "consolidadas" son robustas y duraderas. � Tambi�n entendemos que las autocracias pueden ser�razonablemente estables, tambi�n:
Pero tenemos un tiempo m�s dif�cil comprendiendo de un sistema de gobierno como la Rusia actual, que no es ni totalmente democr�tica ni totalmente autocr�tica. � Durante mucho tiempo, los te�ricos de la democratizaci�n han tenido dificultades para entender este tipo de ni �democracia no liberal�" ni "reg�menes autoritarios competitivos" como Rusia, que combinan elementos democr�ticos y no democr�ticos. � Si la democracia liberal se entiende que es el punto final �ptimo, entonces es comprensible suponer que Rusia s�lo est� "atascada" en transici�n, en lugar de haber logrado algo de un�equilibrio estable�en su propio derecho. � En segundo lugar, siendo perseguidos por la legendaria imposibilidad de prever de los Kremlin�logos, uno de los eventos geopol�ticos m�s significativos del siglo 20 - el colapso del comunismo y la Uni�n Sovi�tica - los observadores de Rusia ahora parecen ser hipersensibles a cualquier pista econ�mica o social que pueda presagiar problemas para el r�gimen de Putin.
Pues resulta que, los reg�menes autoritarios competitivos en general, y la Rusia de Putin, en particular, tienden a ser�sorprendentemente duraderos. � Con un nuevo protagonismo de Rusia en el discurso pol�tico de Estados Unidos, es necesario contar con una sobria evaluaci�n de las capacidades y limitaciones del pa�s. � Rusia no ni el monstruo ni la cesta gigante que quieren hacer parecer. � Una pol�tica bien razonada de Rusia empieza por sofocar la histeria el tiempo suficiente para reconocer esto y luego participar en consecuencia.� � � � |
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