por Wayne Madsen
Octubre 2011

del Sitio Web Strategic-Culture

traducci�n de Editorial-Streicher
24 Mayo 2016

del Sitio Web Editorial-Streicher

Este articulo, de Wayne Madsen, publicado en dos partes en strategic-culture.org en Octubre de 2011, se encarga de analizar a la secta turca de los D�nmeh, descendiente de jud�os, que tanta influencia han tenido en los acontecimientos hist�ricos de este �ltimo tiempo en dicha zona.


Los D�nmeh

-�� El Secreto M�s Susurrado del Medio Oriente�� -


Parte 1

25 Octubre 2011

Versi�n original en ingles

Hay un hist�rico "gorila de 300 kilos" ["800-pound gorilla", una fuerza muy poderosa] que est� al acecho en el fondo de casi cada serio incidente militar y diplom�tico que implica a,

Israel, Turqu�a, Ir�n, Arabia Saud�, Irak, Grecia, Armenia, los kurdos, los asirios, y algunos otros actores en Oriente Medio y Europa del Sudeste.

Se trata de un factor que generalmente s�lo es susurrado en recepciones diplom�ticas, conferencias de prensa y sesiones de grupos de expertos debido a la naturaleza explosiva y pol�mica del asunto.

Y es el secretismo anexo a dicho asunto la que ha sido la raz�n de tanto malentendido acerca del actual resquebrajamiento de las relaciones entre Israel y Turqu�a, un creciente fortalecimiento de las relaciones entre Israel y Arabia Saud�, y el aumento de la enemistad entre Arabia Saud� e Ir�n...

Aunque conocida por historiadores y expertos religiosos, la centenaria influencia pol�tica y econ�mica de un grupo conocido en turco como los "D�nmeh" est� reci�n comenzando a cruzar los labios de turcos, �rabes e israel�es que han sido reacios a hablar de la presencia en Turqu�a y en otras partes de una secta de turcos que descienden de un grupo de jud�os sefarditas que fueron expulsados de Espa�a durante la Inquisici�n espa�ola en los siglos XVI y XVII.

Esos refugiados jud�os de Espa�a fueron bienvenidos para instalarse en el Imperio otomano y durante los a�os ellos se convirtieron a una secta m�stica del Islam que finalmente mezcl� la K�bala jud�a y creencias suf�es isl�micas semi-m�sticas en una secta que finalmente defendi� el secularismo en la Turqu�a post-otomana.

Es interesante que la palabra "D�nmeh" no s�lo se refiere a los jud�os "poco fiables conversos" al Islam en Turqu�a sino que es tambi�n una despectiva palabra turca para un travestido, o alguien que afirma ser alguien que no es.

La secta D�nmeh del juda�smo fue fundada en el siglo XVII por el rabino Sabbatai Zevi, un kabalista que crey� que �l era el Mes�as, pero que fue obligado a convertirse al Islam por el sult�n Mehmet IV, el gobernante otomano.

Muchos de los seguidores del rabino, conocidos como Sabateos, pero tambi�n "cripto-jud�os", proclamaron en p�blico su fe isl�mica, pero en secreto practicaban su forma h�brida de juda�smo, que no fue reconocida por las autoridades rab�nicas jud�as dominantes.

Como era contra sus creencias casarse fuera de su secta, los D�nmeh crearon un clan sub-social m�s bien secreto.


Los D�nmeh Suben al Poder en Turqu�a

Muchos D�nmeh, junto con jud�os tradicionales, se convirtieron en poderosos l�deres pol�ticos y comerciales en Sal�nica.

Fue ese grupo principal de D�nmeh el que organiz� a los secretos J�venes Turcos, tambi�n conocidos como el Comit� de Uni�n y Progreso, los secularistas que depusieron al sult�n otomano Abdulhamid II en la revoluci�n de 1908, que proclamaron la Rep�blica post-otomana de Turqu�a despu�s de la Primera Guerra Mundial, y que instituyeron una campa�a que despoj� a Turqu�a de gran parte de su identidad isl�mica despu�s de la ca�da de los otomanos.

Abdulhamid II fue vilipendiado por los J�venes Turcos como un tirano, pero su �nico verdadero crimen parece haber sido rechazar reunirse con el l�der sionista Theodore Herzl durante una visita de �ste a Constantinopla en 1901 y rechazar las ofertas de dinero de los sionistas y de los D�nmeh a cambio de que a los sionistas les fuera concedido el control de Jerusal�n.

Como otros l�deres que se han cruzado con los sionistas, el sult�n Adulhamid II parece haber sellado su destino con los D�nmeh con la siguiente declaraci�n ante su corte otomana:

"Aconsejo al doctor Herzl que no d� pasos m�s adelante en su proyecto.

No puedo regalar ni siquiera un pu�ado del suelo de esta tierra porque no es m�a propia sino que pertenece a la naci�n isl�mica entera. La naci�n isl�mica luch� la yihad por esta tierra y la ha regado con su sangre.

Los jud�os pueden guardar su dinero y sus millones. Si el Estado del califato isl�mico es destruido alg�n d�a �entonces ellos ser�n capaces de tomar Palestina por ning�n precio!

Pero mientras yo viva, prefiero empujar una espada en mi cuerpo a ver la tierra de Palestina cortada y separada del Estado isl�mico".

Despu�s de su destituci�n por los J�venes Turcos D�nmeh de Ataturk en 1908, Abdulhamid II fue encarcelado en la ciudadela D�nmeh de Sal�nica.

�l muri� en Constantinopla en 1918, tres a�os despu�s de que Ibn-Saud aprobara una patria jud�a en Palestina y un a�o despu�s de que Lord Balfour concediera Palestina a los sionistas en su carta al bar�n Rothschild.

Uno de los l�deres de los J�venes Turcos en Sal�nica era Mustaf� Kemal Ataturk, el fundador de la Rep�blica de Turqu�a.

Cuando Grecia consigui� la soberan�a sobre Sal�nica en 1913, muchos D�nmeh, sin haber logrado ser clasificados de nuevo como jud�os, se trasladaron a Constantinopla, m�s tarde rebautizada como Estambul.

Otros se movieron a Izmir, Bursa, y a la reci�n proclamada capital de Ataturk y futura sede del poder Ergenekon, Ankara.

Algunos textos sugieren que los D�nmeh no eran m�s de 150.000 y principalmente se encontraban en el ej�rcito, el gobierno y los negocios. Sin embargo, otros expertos sugieren que los D�nmeh pueden haber representado a 1,5 mill�n de turcos y que eran a�n m�s poderosos que lo que muchos cre�an y que se extend�an a cada faceta de la vida turca.

Un influyente D�nmeh, Tevfik Rustu Arak, era un cercano amigo y consejero de Ataturk y sirvi� como ministro de Asuntos Exteriores de Turqu�a entre 1925 y 1938.

Ataturk, que era supuestamente un D�nmeh �l mismo, orden� que los turcos abandonaran sus propios nombres musulmanes y �rabes. El nombre del primer Emperador "cristiano" de Roma, Constantino, fue borrado de la ciudad turca m�s grande, Constantinopla.

La ciudad fue denominada Estambul, despu�s de que el gobierno de Ataturk en 1923 objetara el nombre tradicional. Ha habido muchas preguntas sobre el propio nombre de Ataturk, ya que "Mustaf� Kemal Ataturk" era un seud�nimo.

Algunos historiadores han sugerido que Ataturk adopt� su nombre porque �l era un descendiente de nada menos que el rabino Zevi, �el auto-proclamado Mes�as de los D�nmeh!

Ataturk tambi�n aboli� el uso en Turqu�a de la escritura �rabe y oblig� al pa�s a adoptar el alfabeto occidental.


Turqu�a Moderna - Un Estado Sionista Secreto Controlado por los D�nmeh

Las sospechadas fuertes ra�ces jud�as de Ataturk, informaci�n que ha sido suprimida durante d�cadas por un gobierno turco que prohibi� cualquier cr�tica hacia el fundador de la moderna Turqu�a, comenzaron a salir a la superficie, primero, sobre todo fuera de Turqu�a, y en publicaciones escritas por autores jud�os.

El libro de 1973 Los Jud�os Secretos, del rabino Joachim Prinz, sostiene que Ataturk y su ministro de Finanzas Djavid Bey, eran ambos comprometidos D�nmeh y que ellos estaban en buena compa��a porque,

"demasiados de los J�venes Turcos en el reci�n formado Gabinete revolucionario rezaban a Al�, pero ten�an su verdadero profeta (Sabbatai Zevi, el Mes�as de Esmirna)".

Se dice en The Forward del 28 de Enero de 1994, que Hillel Halkin escribi� en The New York Sun que Ataturk recitaba la plegaria jud�a Shem� Yisrael ("Oye, oh, Israel"), diciendo que era "mi rezo tambi�n".

Dicha informaci�n est� sacada de una autobiograf�a escrita por el periodista Itamar ben-Avi, que afirma que Ataturk, entonces un joven capit�n del ej�rcito turco, revel� que �l era jud�o en una barra de hotel de Jerusal�n una noche lluviosa durante el invierno de 1911.

Adem�s, Ataturk asisti� a la escuela b�sica Semsi Effendi en Sal�nica, dirigida por un D�nmeh llamado Simon Zevi.

Halkin escribi� en el art�culo del New York Sun acerca de un correo electr�nico que �l recibi� de un colega turco:

"Ahora s� - y no tengo la menor duda - que la familia del padre de Ataturk era en efecto de linaje jud�o".

Fue Ataturk y el apoyo de los J�venes Turcos al sionismo, la creaci�n de una patria jud�a en Palestina, despu�s de la Primera Guerra Mundial y durante el dominio nacionalsocialista en Europa, lo que atrajo a Turqu�a hacia Israel y viceversa.

Un art�culo en The Forward del 8 de Mayo de 2007 revel� que los D�nmeh dominaron entre la dirigencia turca,

"del Presidente abajo, as� como diplom�ticos claves... y una gran parte de las �lites militares, culturales, acad�micas, econ�micas y profesionales de Turqu�a",

...mantuvieron a Turqu�a fuera de una alianza durante la Segunda Guerra Mundial con Alemania, y privaron a Hitler de una ruta turca hacia los yacimientos petrol�feros de Bak�.

En su libro The Donme: Jewish Converts, Muslims Revolutionaries and Secular Turks, el profesor Marc David Baer escribi� que muchos avanzaron a posiciones elevadas en las �rdenes religiosas suf�es.

Israel siempre ha estado poco dispuesto a describir la masacre turca de los armenios en 1915 como "genocidio".

Siempre se ha cre�do que la raz�n de la reticencia de Israel era no trastornar los cercanos lazos militares y diplom�ticos de Israel con Turqu�a. Sin embargo, m�s pruebas est�n siendo descubiertas de que el genocidio armenio fue en gran parte el trabajo de los dirigentes D�nmeh de los J�venes Turcos.

Historiadores como Ahmed Refik, que sirvi� como un oficial de Inteligencia en el ej�rcito otomano, afirmaron que el objetivo de los J�venes Turcos era destruir a los armenios, que eran en su mayor�a cristianos.

Los J�venes Turcos, bajo la direcci�n de Ataturk, tambi�n expulsaron a los cristianos griegos de las ciudades turcas e intentaron cometer un genocidio a escala m�s peque�a de los asirios, que eran tambi�n principalmente cristianos.

Un Joven Turco de Sal�nica, Mehmet Talat, fue el funcionario que implement� el genocidio de los armenios y asirios.

Un mercenario venezolano que sirvi� en el ej�rcito otomano, Rafael de Nogales M�ndez, not� en sus anales del genocidio armenio que Talat era conocido como el "hebreo renegado de Sal�nica".

Talat fue asesinado en Alemania en 1921 por un armenio cuya familia entera se perdi� en el genocidio ordenado por el "hebreo renegado".

Algunos historiadores del genocidio armenio creen que los armenios, conocidos como buenos hombres de negocios, fueron puestos en la mira por los D�nmeh, que ten�an grandes conocimientos comerciales, porque aqu�llos eran considerados como competidores comerciales.

No es, por lo tanto, el deseo de proteger la alianza turco-israel� lo que ha hecho que Israel evite cualquier inter�s en buscar los motivos detr�s del genocidio armenio, sino el conocimiento de Israel y de los D�nmeh de que fueron los dirigentes D�nmeh de los J�venes Turcos los que asesinaron no s�lo a miles de armenios y asirios sino que tambi�n acabaron con las costumbres y formas musulmanas tradicionales de Turqu�a.

El conocimiento de que fueron D�nmeh, en una alianza natural con los sionistas de Europa, los responsables de las muertes de cristianos armenios y asirios, de la expulsi�n de Turqu�a de los cristianos Ortodoxos griegos, y de la erradicaci�n cultural y religiosa de tradiciones isl�micas turcas, har�a surgir en la regi�n una nueva realidad.

En vez de chipriotas griegos y turcos viviendo en una isla dividida, armenios que preparan una vendetta contra los turcos, y griegos y turcos pele�ndose por territorios, todos los pueblos atacados por los D�nmeh comprender�an que ellos tuvieron un enemigo com�n que fue su verdadero perseguidor.



Desafiando al Gobierno D�nmeh - La Batalla de Turqu�a contra el Ergenekon

Es la purga de los adherentes kemalistas de Ataturk y su r�gimen secularista D�nmeh la que est� detr�s de la investigaci�n de la conspiraci�n Ergenekon en Turqu�a.

La descripci�n de Ergenekon se corresponde completamente con la presencia de los D�nmeh en la jerarqu�a diplom�tica, militar, judicial, religiosa, pol�tica, acad�mica, comercial y period�stica de Turqu�a.

Ergenekon intent� detener las reformas instituidas por sucesivos l�deres turcos no-D�nmeh, incluyendo la reintroducci�n de costumbres y rituales isl�micos turcos tradicionales, planeando una serie de golpes, algunos exitosos como el que depuso al gobierno islamista de Refah (Bienestar) del Primer Ministro Necmettin Erbakan en 1996, y algunos fracasados, como la Operaci�n Sledgehammer, que estaba destinada a deponer al Primer Ministro Recep Tayyip Erdog�n en 2003.

Algunos reformistas inclinados al islamismo, incluidos el Presidente turco Turgut Ozal y el Primer Ministro Bulent Ecevit, murieron en circunstancias sospechosas.

El depuesto Primer Ministro democr�ticamente elegido Adn�n Menderes fue ahorcado en 1961, despu�s de un golpe militar.

Los pol�ticos y los periodistas estadounidenses, cuyo conocimiento de la historia de pa�ses como Turqu�a y el precedente Imperio otomano a menudo es severamente deficiente, han pintado la fricci�n entre el gobierno de Israel y el gobierno turco del Primer Ministro Erdog�n como basada en el cambio de Turqu�a hacia el islamismo y el mundo �rabe.

Lejos de ello, Erdog�n y su Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) parecen haber visto finalmente un modo de liberarse de la dominaci�n y la crueldad de los D�nmeh, ya sea en la forma de seguidores kemalistas de Ataturk o intrigantes y complotadores nacionalistas en Ergenekon.

Pero con el "D�a de la Independencia" de Turqu�a ha llegado la dura cr�tica a los D�nmeh y sus aliados naturales en Israel y el lobby de Israel en Estados Unidos y Europa.

Turqu�a, como un miembro de la Uni�n Europea, estaba bien para Europa mientras los D�nmeh permanecieran a cargo y permitieran que la riqueza de Turqu�a fuera saqueada por banqueros centrales como ha ocurrido en Grecia.

Cuando Israel lanz� su sangriento ataque contra el barco turco de ayuda a Gaza el Mavi Marmara, el 31 de Mayo de 2010, la raz�n no era tanto apartar el barco del bloqueo israel� de Gaza.

La brutalidad de los israel�es al disparar a turcos desarmados y a un turco-estadounidense, algunos a boca de jarro, seg�n un informe de Naciones Unidas, indic� que Israel estaba motivado por algo m�s:

  • venganza y desquite por la represalia del gobierno turco contra Ergenekon

  • la purga del ej�rcito turco y de los principales l�deres de Inteligencia de los D�nmeh

  • la reversi�n de las pol�ticas religiosas y culturales anti-musulmanas establecidas por el hijo favorito de los D�nmeh, Ataturk, aproximadamente noventa a�os antes

En efecto, el ataque israel� contra el Mavi Marmara fue en venganza por el encarcelamiento por parte de Turqu�a de varios oficiales militares superiores, periodistas y acad�micos turcos, todos acusados de ser parte del complot de Ergenekon para derrocar al gobierno del AKP en 2003.

Escondido en el complot de golpe Ergenekon est� el hecho de que los D�nmeh y Ergenekon est�n relacionados por su historia, al ser kemalistas, fervientes laicistas, pro-israel�es y pro-sionistas.

Con temperamentos ahora calde�ndose entre Ir�n por un lado e Israel, Arabia Saud� y Estados Unidos por otro, como resultado de una dudosa afirmaci�n por parte de la aplicaci�n de la ley estadounidense en cuanto a que Ir�n estaba planeando realizar el asesinato del embajador Saudita ante Estados Unidos en suelo estadounidense, la relaci�n cercana y antigua aunque sigilosa entre Israel y Arabia Saud� est� saliendo a un primer plano.

La conexi�n israel�-saudita hab�a florecido durante la Operaci�n Tormenta del Desierto, cuando ambos pa�ses fueron el blanco de los misiles Scud de Sadam Hussein.

Parte 2

26 Octubre 2011

Versi�n original en ingles


Lo que sorprender� a aquellos que pueden estar ya sorprendidos acerca de la conexi�n D�nmeh con Turqu�a, es la conexi�n D�nmeh con la Casa Saud en Arabia Saud�.

Un reporte ultra-secreto de la Mukhabarat iraqu� (Direcci�n General de Inteligencia Militar), "La Aparici�n del Wahabismo y Sus Ra�ces Hist�ricas - The Emergence of Wahhabism and its Historical Roots", datado en Septiembre de 2002 y publicado el 13 de Marzo de 2008 por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) estadounidense en su forma traducida al ingl�s, apunta a las ra�ces D�nmeh del fundador de la secta wahabita saudita del Islam, Muhammad ibn-Abdul Wahhab.

Gran parte de la informaci�n est� sacada de las memorias de un tal "Mr. Humfer" (como est� escrito en el informe de la DIA; "Mr. Hempher", como lo ha escrito el registro hist�rico), un esp�a brit�nico que us� el nombre "Mohammad", que afirmaba ser un azer� que hablaba turco, persa y �rabe y que entr� en contacto con Wahhab a mediados del siglo XVIII con una visi�n de crear una secta del Islam que finalmente dar�a origen a una rebeli�n �rabe contra los otomanos y preparar�a el terreno para la introducci�n de un Estado jud�o en Palestina.

Las memorias de Humfer son contadas por el escritor y almirante otomano Ayyub Sabri Pash� en su obra de 1888 "El Comienzo y la Difusi�n del Wahabismo".

En su libro The D�nmeh Jews, D. Mustafa Turan escribe que el abuelo de Wahhab, Tjen Sulayman, era realmente Tjen Shulman, un miembro de la comunidad jud�a de Basora, Iraq.

El informe de Inteligencia iraqu� tambi�n declara que Rifat Salim Kabar, en su libro The D�nmeh Jews and the Origin of the Saudi Wahhabis, revela que Shulman finalmente se estableci� en el Hejaz, en el pueblo de Al-Ayniyah, en lo que es ahora Arabia Saudita, donde su nieto fund� la secta wahabita del Islam.

El informe de Inteligencia iraqu� declara que Shulman hab�a sido desterrado de Damasco, El Cairo y La Meca por su "charlataner�a". En el pueblo, Shulman engendr� a Abdul Wahhab.

El hijo de Abdul Wahhab, Muhammad, fund� el moderno wahabismo.

El informe iraqu� tambi�n hace algunas asombrosas afirmaciones sobre la familia Saud.

Cita al libro de Abdul Wahhab Ibrahim al-Shammari, El Movimiento Wahabita: La Verdad y las Ra�ces, que declara que el rey Abdul Aziz ibn-Saud, el monarca del primer reino de Arabia Saud�, descend�a de Mordechai bin-Ibrahim bin-Moishe, un comerciante jud�o tambi�n de Basora.

En Nejd, Moishe se integr� a la tribu Aniza y cambi� su nombre a Markhan bin-Ibrahim bin-Musa.

Finalmente, Mordechai cas� a su hijo, Jack Dan, que se convirti� en Al-Qarn, con una mujer de la tribu Anzah del Nejd. De esa uni�n naci� la futura familia Saud.

El documento de Inteligencia iraqu� revela que el investigador Mohammad Sakher fue el objetivo de un contrato saudita para un golpe de asesinato por su examen de las ra�ces jud�as de los Saud.

En el libro de Said Nasir, La Historia de la Familia Saud, se afirma que en 1943 el embajador saudita ante Egipto, Abdullah bin-Ibrahim al-Muffadal, pag� a Muhammad al-Tamami para fabricar un �rbol geneal�gico que mostrara que los Saud y los Wahhab eran una familia que descend�a directamente del profeta Mahoma.

Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, un oficial jud�o brit�nico de India, David Shakespeare, se reuni� con Ibn-Saud en Riad, y m�s tarde condujo un ej�rcito saudita que derrot� a una tribu opuesta a Ibn-Saud.

En 1915 Ibn-Saud se reuni� con el enviado brit�nico a la regi�n del Golfo, Bracey Cocas.

Cocas hizo la siguiente oferta a Ibn-Saud:

"Pienso que �sta es una garant�a para su supervivencia, al igual que est� en el inter�s de Gran Breta�a que los jud�os tengan una patria y una existencia, y los intereses brit�nicos son, por supuesto, en vuestro propio inter�s".

Ibn-Saud, el descendiente de los D�nmeh de Basora, respondi�:

"S�, si mi reconocimiento significa tanto para usted, reconozco mil veces el conceder una patria a los jud�os en Palestina u otra parte que Palestina".

Dos a�os m�s tarde, el secretario brit�nico de Exteriores Lord Balfour, en una carta al bar�n Walter Rothschild, un l�der de los sionistas brit�nicos, declar�:

"El gobierno de Su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo jud�o".

El trato ten�a el apoyo t�cito de dos de los principales actores en la regi�n, ambos descendientes de los D�nmeh jud�os que apoyaban la causa sionista:

  • Kemal Ataturk

  • Ibn-Saud

La actual situaci�n en el Oriente Medio deber�a ser vista bajo esta luz, pero la historia de la regi�n ha sido purgada por ciertos intereses religiosos y pol�ticos por razones obvias.

Despu�s de la Primera Guerra Mundial los brit�nicos facilitaron la llegada al poder del r�gimen de los Saud en las antiguas provincias de Hejaz y Nejd del Imperio otomano.

Los Saud establecieron el wahabismo como la religi�n estatal del nuevo reino de Arabia Saud� y, al igual que los kemalistas D�nmeh en Turqu�a, comenzaron a moverse contra otras creencias y sectas isl�micas, incluidos sunitas y chi�tas.

Los wahabistas Saud llevaron a cabo lo que los kemalistas D�nmeh fueron capaces de conseguir en Turqu�a:

un fracturado Oriente Medio que estaba maduro para los designios imperialistas occidentales y que puso los fundamentos para la creaci�n del Estado sionista de Israel.



Los Estados Profundos y los D�nmeh

Durante dos visitas a Turqu�a en 2010, tuve la oportunidad de hablar del "Estado profundo" de Ergenekon con importantes funcionarios turcos.

Fue m�s que evidente que las discusiones sobre la red Ergenekon y sus conexiones "extranjeras" son un tema altamente sensible.

Sin embargo, tambi�n fue susurrado por un funcionario superior turco de pol�tica exterior que hab�a otros "Estados profundos" en naciones circundantes, y,

  • Egipto

  • Arabia Saud�

  • Jordania

  • Siria,

...fueron mencionados por su nombre.

Considerando los v�nculos entre Ergenekon y los D�nmeh en Turqu�a y los cercanos v�nculos de Inteligencia y militares entre los Saud, descendientes de los D�nmeh, y los wahabitas en Arabia, los informes de cercanos v�nculos entre el expulsado Presidente egipcio Hosni Mubarak y su jefe de Inteligencia Omar Suleiman y el gobierno de Binyamin Netanyahu en Israel pueden ser vistos bajo una luz completamente nueva...

Y esto explicar�a el apoyo de Erdog�n a la revoluci�n de Egipto:

en Turqu�a, fue una revoluci�n democr�tica la que fren� la influencia de los D�nmeh.

La influencia de los wahabitas salafistas en el nuevo gobierno de Libia tambi�n explica por qu� Erdog�n fue agudo al establecer relaciones con los rebeldes con sede en Benghazi para ayudar a suplantar la influencia de los wahabitas, los aliados naturales de sus enemigos, los D�nmeh (Ergenekon) de Turqu�a.

El deseo de Erdog�n de aclarar el registro hist�rico restaurando la historia purgada por los kemalistas y los D�nmeh, le ha atra�do acerbas declaraciones por parte del gobierno de Israel en cuanto a que �l es un neo-otomanista que est� absorto en la formaci�n de una alianza con la Hermandad Musulmana en los pa�ses �rabes.

Claramente, los D�nmeh y sus hermanos sionistas en Israel y en otras partes est�n preocupados por el revisionismo hist�rico en cuanto a los D�nmeh y los sionistas, incluido su papel en el genocidio armenio y asirio, y su negaci�n del genocidio siendo expuesta.

En Egipto, que fue una vez un reino otomano, fue una revoluci�n popular la que ech� abajo lo que puede haber equivalido a los D�nmeh en cuanto al r�gimen de Mubarak.

La egipcia "Primavera �rabe" tambi�n explica por qu� los israel�es fueron r�pidos para matar a seis polic�as egipcios de frontera muy poco despu�s de que nueve pasajeros turcos fueron asesinados a bordo del Mavi Marmara, algunos al estilo ejecuci�n, por tropas israel�es.

La doctrina D�nmeh es abundante en referencias a los amalecitas del Antiguo Testamento, una tribu n�mada que se orden� que fuera atacada por los hebreos desde Egipto por el dios jud�o para hacer espacio para los seguidores de Mois�s en la regi�n Sur de Palestina.

En el b�blico Libro de los Jueces, Yahv� sin �xito ordena a Sa�l:

"Ahora anda y golpea a Amalek y ded�cate a la destrucci�n de todo lo que ellos tienen. No les salves la vida sino que mata tanto a hombres como mujeres, y ni�os, bueyes, y ovejas, camellos y burros".

Los D�nmeh, cuya doctrina est� tambi�n presente entre los has�dicos y otras sectas ortodoxas del juda�smo, parecen no tener ning�n problema al sustituir a los armenios, asirios, turcos, kurdos, egipcios, iraqu�es, libaneses, iran�es y palestinos, por los amalecitas al llevar a cabo sus asaltos militares y pogroms.

Con los gobiernos reformistas en Turqu�a y Egipto mucho m�s dispuestos a examinar el trasfondo de aquellos que han dividido al mundo isl�mico - Ataturk en Turqu�a y Mubarak en Egipto - los Saud est�n probablemente muy conscientes de que es s�lo una cosa de tiempo antes de que sus v�nculos con Israel, tanto modernos como hist�ricos, sean totalmente expuestos.

Tiene sentido que los Saud hayan sido exitosos al dise�ar un dudoso complot que involucraba a agentes del gobierno iran� tratando de asesinar al embajador Saudita ante Washington en un restaurante de Washington DC sin nombre.

El informe de Inteligencia iraqu� podr�a haber estado refiri�ndose a los sionistas y a los D�nmeh cuando declaraba:

"se esfuerza por... matar musulmanes, destruir y promover disturbios".

De hecho, el informe de Inteligencia iraqu� se estaba refiriendo a los wahabitas.

Con la nueva libertad en Turqu�a y Egipto para examinar sus pasados, hay m�s raz�n para que Israel y sus partidarios, as� como para que los Saud supriman las verdaderas historias del Imperio otomano, la Turqu�a secular, los or�genes de Israel y la Casa Saud.

Con diversos actores que ahora andan buscando indirectamente la guerra con Ir�n, la verdadera historia de los D�nmeh y su influencia en los acontecimientos pasados y actuales en el Oriente Medio se hacen m�s importantes.