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por�Julian Rose
25 Noviembre, 2013
del Sitio Web�Rense
traducci�n de
Adela Kaufmann
Versi�n
original en ingles
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Julian es un comprometido activista internacional,
escritor, productor y actor.
�l es uno de los pioneros de los m�todos de cultivo
org�nico del Reino Unido y en la actualidad participa en
la primera l�nea de los esfuerzos para mantener a
Polonia libre de organismos modificados gen�ticamente.
Su �ltimo libro "En defensa de la vida, una remodelaci�n
radical de la Sabidur�a Verde" est� disponible en
Amazon, o se puede solicitar en
www.julianrose.info |
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Las�personas
equivocadas est�n a cargo...�eso
es bastante�obvio.
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Pero, lo que no es tan obvio es,
Un fen�meno muy extra�o...�
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Este
mundo es�dirigido por
aquellos de los cuales la gran mayor�a no tiene absolutamente�ninguna
cualificaci�n�para
estar al mando de nada�ni
siquiera de un peque�o bote de remos.
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Sin embargo, de alguna manera u otra, all� est�n en sus palacios,
inspeccionando sus imperios � mientras simult�neamente participan en
la degradaci�n sistem�tica del planeta Tierra.
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Sin importan si son,
...o
cualquier gran jefes que tiene la distinci�n de todos�actuando
al un�sono.
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Mientras que por el contrario, la gran mayor�a de los ciudadanos
inteligentes y capaces de este planeta, s�lo logran actuar o
reaccionar - en explosiones espor�dicas y discordantes; en todo
caso.�
Los�maestros
controladores actuales,�y
no han cambiado mucho a lo largo de muchos siglos - tienen
intenciones comunes:
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de extraer las �ltimas onzas de lucro y prestigio de cualquier y
todos los bienes y las oportunidades que caen en sus manos.
Pero incluso eso no es suficiente para algunos de ellos.
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Las ganancias se ponen un poco aburridas cuando entran en las
decenas de millones a�o tras a�o, y uno ha ocupado la suite
principal en Claridges durante los �ltimos seis meses.�No,
no, siempre tiene que ser s�lo una cosa m�s que puede ser
"propiedad" y estar bajo su control, a fin de satisfacer el falso
engrandecimiento que es parte integrante de un intento sin fin y en
�ltima instancia, in�til para tratar de volverse omnipotente e
intocable por el com�n de los mortales.�
Tal es el afrodis�aco llamado "poder".�
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Una y otra vez, los que m�s sufren por la sensaci�n de ser
despose�dos interiormente son precisamente los de buscan, como
compensaci�n, el nivel m�ximo de posesividad exterior. Y este es el
mecanismo por el cual las personas equivocadas llegan a estar a
cargo.�
Ir�nicamente, muchos de los que no sufren tal delirante urgencia de
poder, son muy felices de s�lo marcar a lo largo de cumplir con sus
aspiraciones y necesidades diarias como mejor puedan.�Sin
embargo, al hacerlo, sin querer�permiten
a los megal�manos una ruta directa a los puestos de poder.�
Los que son lo suficientemente seguros en s� mismos para tomar una
actitud responsable hacia la vida en torno a ellos, rara vez se
presentan para hacerse cargo de posiciones de autoridad y de
responsabilidad civil.�Su
preferencia es dejar en manos de otros, y en demasiados casos, estos
"otros" a menudo albergan segundas intenciones apenas disfrazadas.�
A�n as� miramos, horrorizados, como nuestro mundo est� desgarrado
por ladrones en duelo y locos, cada cual m�s desesperado que el otro
por el puesto m�s alto en la carrera por el ecocidio planetario.�Cada
uno m�s desesperado que el otro para llenar cualquier vac�o de poder
que pudiera surgir.�
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Cada
uno m�s desesperado que el otro por sostener�un
cosh�(un
tipo de�arma
contundente)�sobre
los desinteresados jornaleros que luchan, intentando no darse
cuenta de cu�n malo se ha vuelto.�
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�D�nde perteneces en esta locura cautiva?�
Las�personas
equivocadas est�n a cargo y la gente adecuada no quiere molestarse
indebidamente a hacer nada al respecto.�Eso�
resume el estado calamitoso de nuestra "civilizaci�n"
post-industrial.
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Algo tiene que ceder...
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La pregunta es �qu�?�
�Podr� finalmente actuar una masa cr�tica del 99%, para traer un
poco de auto- autonom�a genuina a trav�s de arrebatar el control del
1%?�
�O completar� el 1%, finalmente,�su
trabajo de aniquilaci�n,
destrozando nuestros activos planetarios y aplastando nuestras
propensiones humanas de una vez de todas?
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Esa es la pregunta...
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Pero ninguno de nosotros es libre para sentarse y jugar en segunda
adivinando el resultado.�Todos
estamos ah�.�Somos parte
de la manada.
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Todos nuestros movimientos, ya sea que veamos o no, est�n, ya sea
promoviendo o resistiendo�el
plan maestro del d�spota.�No
hay tal cosa como estar "en medio" en este juego.�La
valla en la que usted alguna vez se sent� est� rota.�Los
cables cuelgan.�No queda
tierra de los hombres donde ocultarse.
En alg�n momento pronto, los que est�n en condiciones de conducir
deben tomar el relevo de los no aptos.�Puede
ser un golpe de Estado sin derramamiento de sangre, o puede ser una
insurrecci�n sangrienta.�De
una forma u otra, el cambio tiene que suceder.�
Olv�date de�la
intervenci�n divina.�No
habr��intervenci�n
divina�a menos que y
hasta que haya una determinaci�n humana muy visible ya fuera de la
parrilla de salida y en direcci�n a la l�nea de meta.
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S�lo entonces es posible que las energ�as m�s altas se unan a la
carrera para traer la justicia de nuevo a este mundo maltratado.�
Nos estamos acercando al�punto
de no retorno.
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Si no respondemos a la mir�ada de llamamientos de ayuda que est�n
haciendo eco alrededor de este mundo a una velocidad cada vez una
mayor cada d�a, entonces estaremos conden�ndonos a nosotros mismos y
a los que nos llaman a estar varados para siempre sobre una costa
desolada y est�ril.�
Esa ayuda comienza con ayudar a otros a liberarse de nuestro
aprendido y auto-inducido estado de miedo y pacifismo.�Una
combinaci�n que pr�cticamente garantiza una falta de voluntad para
actuar.�La falta de
voluntad para actuar, incluso cuando se presenta la opci�n de
participar en un genocidio en masa o en contra de el.�
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Uso la palabra "pacifismo" para transmitir un �estado de rescisi�n�
frente a la necesidad de actuar.�No
me refiero a la elecci�n, que todo el mundo tiene, de abstenerse de
la violencia.�Estas son
dos condiciones muy diferentes.
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En este contexto, tomar la decisi�n de no actuar con violencia - es
una acci�n.�No tomando
una decisi�n, sino simplemente retir�ndose a una concha � No lo es�
Esta falta de voluntad de actuar es dar voz a la idea de que la 'no
acci�n' es la elecci�n espiritual del saber.�Que
para retirarse a un callej�n sin salida de la meditaci�n y mirando
hacia adentro en un auto-examen de conciencia puede "cambiar el
mundo" a fuerza de un enfoque de valor cambiado.�Puede
servir para sellar herm�ticamente el yo lejos de las pruebas y
tribulaciones del mundo exterior y de ese modo ayudar a evitar
cualquier confrontaci�n con lo que exige una respuesta completa y
espont�nea.�
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Confrontaci�n, en este punto de vista, es una manifestaci�n
negativa, reaccionaria que atenta contra la "paz" y la supuesta
tranquilidad de un mundo quim�rico que toma el control de las
observaciones racionales y se convierte en la nueva realidad.�Una
"realidad virtual".�
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Este es una escala de valores profundamente defectuosa y peligrosa.�Debido
a que se divide en un medio que es un todo y establece las dos
mitades en oposici�n una de la otra.�
Somos 'de la naturaleza', y no por encima o fuera de ella.�Vamos
adelante y regresamos.�Ese
es el Tao.�Fuerzas
Universales a cuyo son todos bailamos.�Aliento,
olas del mar, ciclos de nacimiento y muerte, crecimiento y
decadencia, todo est� en movimiento y en reposo, todo el tiempo.�No
hay ninguna contradicci�n.�
La acci�n
pasiva y �la contemplaci�n interior son dos mitades de un todo.�Son
sin�nimos.
Uno debe moverse dos constante y alegremente entre las dos.
"Cuando la injusticia se convierte en ley, la resistencia se
convierte en deber".
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Bueno, la injusticia se ha convertido en ley - pero la resistencia
se mantiene obstinadamente en silencio y la b�squeda de una v�a de
escape sigue siendo la opci�n preferida.�
Cultivar el esp�ritu, la sabidur�a y el conocimiento profundo, s�.�Pero
no como alternativa para derrocar a nuestros opresores de sus tronos
corporativos, sino como parte de ello.�
No se deje enga�ar.�Hay
una guerra en curso.�Todos
estamos llamados al frente.�As�
como los gl�bulos blancos de nuestro cuerpo est�n luchando contra
los intentos de los agentes pat�genos de tomar fuerza todo el
tiempo.�Nosotros
deber�amos estar haciendo lo mismo�todo
el tiempo.�
Todos los d�as debemos estar conjurando y poniendo en efecto las
acciones para poner fin�al
gobierno/dictadura corporativa draconiana�que
contin�a a arreando grandes franjas de la humanidad cada vez m�s
r�pido hacia un escarpado y genocida acantilado.�
No podemos tener "paz" hasta que los criminales en el consulado de
control maestro sean expulsados de sus acolchadas sillas de cuero y
se vean obligados a enfrentar el verdadero precio de sus obscenos
juegos de poder.�
Paz - e iluminaci�n, a nivel individual - s�lo es posible si estamos
inmersos en esta batalla.�La
batalla para librarnos, tanto a nosotros mismos como al planeta de
lo que busca dominar y destruir el verdadero manantial de la vida.�
El camino a la victoria tambi�n requiere que el sabio y consciente�forme
un consejo de supervisi�n responsable de�dar
un paso en�el vac�o,
una vez los d�spotas sean destronados.�Ese
es un ingrediente esencial�de
cualquier levantamiento�decidido
a manifestar una justicia genuina.�
Las lecciones de la historia nos ense�an que�la
rebeli�n voluble simplemente reemplaza un pu�ado de depredadores de
poder con otros.�Eso
ya no es una opci�n, ahora estamos en el�punto
de no retorno.
Esta vez tenemos que hacerlo bien.
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Nota
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Algunos pueden ver esto como estando en desacuerdo con mi ensayo "ingenier�a
inversa a la Mentalidad Illuminati".�Yo
no creo que sea as�.
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La acci�n de la que hablo aqu� no eclipsa la necesidad de elaborar
profundamente sobre la compasi�n.�Sin
embargo, para ejercer la compasi�n uno tiene que estar en una
posici�n de fuerza, no de esclavitud.�
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