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por Peter Dale Scott
23 Abril 2013
del Sitio Web
RedVoltaire
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Este ensayo es una adaptaci�n de un
discurso pronunciado por el autor en la edici�n de 2012 del Festival
de Oakland del Film sobre
el 11 de Septiembre (Oakland 9/11 Film
Festival),
organizado por la Northern CA 9/11 Truth Alliance.
Traducido al espa�ol por Hugo Vidal de la Red Voltaire a partir de
la traducci�n al franc�s de Maxime Chaix |
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Los �ngeles (Estados Unidos)
El investigador y ex diplom�tico Peter Dale Scott compara los
acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el asesinato de John F.
Kennedy y el atentado de Oklahoma City.
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Y demuestra as� la permanente
existencia de un Estado profundo, m�s all� de las apariencias.
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Los acontecimientos profundos estructurales y la estrategia de la tensi�n en
Italia
Desde Estados Unidos, no resulta dif�cil observar c�mo la Historia italiana
de la segunda mitad del siglo 20 fue claramente desestabilizada por una
serie de hechos del tipo de los que he decidido llamar "acontecimientos
profundos estructurales".
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He definido esos hechos como,
"acontecimientos [�],
(del tipo del asesinato de John F. Kennedy, el allanamiento del Watergate o
el 11 de Septiembre), que afectan brutalmente la estructura social [y que]
tienen un gran impacto en la sociedad [�].
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Por otro lado, constantemente
implican actos criminales o violentos. Y, finalmente, a menudo son
perpetrados por una oscura fuerza desconocida". [1]
El atentado de la Piazza Fontana
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Los ejemplos de acontecimientos profundos estructurales en Italia - ejemplos
que la poblaci�n local conoce muy bien - incluyen los atentados con bombas
perpetrados,
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en la Piazza Fontana, en 1996
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en la Piazza della Loggia, en
1974
-
contra la estaci�n de trenes de Bolonia,
en 1980
El atentado contra la estaci�n de Bolonia
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En aquella �poca, la responsabilidad de aquellos atentados, en los que
murieron m�s de 100 civiles y que dejaron una cantidad a�n mayor de heridos,
se atribuy� a izquierdistas que viv�an al margen de la sociedad.
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Sin
embargo, principalmente gracias a una serie de investigaciones y
procedimientos judiciales, hoy est� claramente demostrado que aquellos
atentados en realidad fueron obra de elementos de extrema derecha que
cooperaban con la inteligencia militar italiana.
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Aquellas acciones se
inscrib�an en el marco de una permanente "estrategia de la tensi�n"
destinada a desacreditar a la izquierda italiana, favorecer el mantenimiento
de un statu quo caracterizado por la corrupci�n y quiz�s incluso a favorecer
un alejamiento de la democracia. �[2]
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Como afirm� posteriormente uno de los
autores de aquellos atentados, Vincenzo Vinciguerra,
"[la] explosi�n de
diciembre de 1969 supuestamente deb�a ser el detonador que convencer�a a las
autoridades pol�ticas y militares [italianas] de proclamar un estado de
urgencia". [3]
Vinciguerra revel� tambi�n que hab�a sido
miembro de una red paramilitar "stay-behind" junto a varios de sus c�mplices.
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Al final de la Segunda Guerra
Mundial, la CIA y la OTAN hab�an creado aquella red bajo el nombre
codificado de "Operaci�n Gladio".
En 1984, cuando varios jueces lo interrogaban sobre el bombazo de 1980
contra la estaci�n ferroviaria de Bologna, Vinciguerra declar�:
"Con [la masacre] de Peteano y todas las que vinieron despu�s ya nadie
deber�a dudar de la existencia de una estructura activa y clandestina, capaz
de elaborar en la sombra aquella estrategia de matanzas.
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[Se trata de una
estructura] insertada en los �rganos mismos [del Estado]. [�] En Italia
existe una organizaci�n paralela a las fuerzas armadas, que se compone de
civiles y militares y con vocaci�n antisovi�tica, o sea destinada a
organizar la resistencia contra una posible ocupaci�n del territorio
italiano por parte del Ej�rcito Rojo. [�]
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Una organizaci�n secreta, una
s�per organizaci�n que tiene su propia red de comunicaci�n, armas,
explosivos y hombres entrenados para utilizar todo eso. [�] Una s�per
organizaci�n [que], a falta de una invasi�n sovi�tica, recibi� de la OTAN la
orden de luchar contra un deslizamiento del poder hacia la izquierda en este
pa�s.
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Y eso fue lo que hicieron, con el respaldo de los servicios secretos
del Estado, del poder pol�tico y del ej�rcito." [4]
M�s tarde, fueron revel�ndose en otros pa�ses, como B�lgica y Turqu�a, los
v�nculos de la red Gladio con largas campa�as de violencia bajo bandera
falsa - en las que aparec�a nuevamente la implicaci�n de la OTAN y de la CIA.
[5]
El objetivo inicial de Gladio era consolidar la resistencia en caso de
invasi�n sovi�tica.
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Pero la mayor�a de los altos responsables italianos
implicados en los atentados con bombas tambi�n subrayaron la responsabilidad
de la CIA y de la OTAN en aquellos actos:
"El general Vito Miceli, ex jefe de la inteligencia militar italiana, luego
de su arresto en 1974 bajo la acusaci�n de conspiraci�n con vistas a
derrocar el gobierno, testimoni�,
'que las organizaciones incriminadas [�] se
formaron gracias a un acuerdo secreto con Estados Unidos y [evolucionaron]
en la estructura de la OTAN'.
El ex ministro de Defensa Paulo Taviani declar� al magistrado Casson,
durante una investigaci�n [realizada] en 1990, que durante su periodo en el
ministerio (1955-1958), los servicios secretos italianos eran dirigidos y
financiados por �los boys de la V�a Veneto� - en otras palabras, los agentes
de la CIA en la embajada de Estados Unidos en pleno centro de Roma.
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En 2000,
'un general de los servicios secretos italianos [nombrado Giandelio Maletti]
declar� [�] que la CIA hab�a dado su aprobaci�n t�cita a una serie de
atentados con bomba en los a�os 1970, para crear inestabilidad e impedir que
los comunistas llegasen al poder. [�]
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'La CIA quer�a, a trav�s del
nacimiento de un nacionalismo extremista y de la contribuci�n de la extrema
derecha, sobre todo la de Ordine Nuovo, impedir que [Italia] se inclinara
hacia la izquierda, agreg�'." [6]
En su importante libro Les Arm�es Secr�tes de l�OTAN [Los ej�rcitos secretos
de la OTAN], Daniele Ganser se refiere a un art�culo publicado en la prensa
espa�ola, en 1990, en el que se habla de Manfred Worner, un pol�tico y
diplom�tico alem�n que era en aquel entonces secretario general de la OTAN.
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Aquel a�o, seg�n el art�culo, el se�or Worner confirm� en secreto que el
cuartel general de la OTAN - el SHAPE - era en realidad responsable de la red
Gladio:
"El Supreme Headquarters Allied Powers Europe o SHAPE, el �rgano de mando
del aparato militar de la OTAN, coordinaba las operaciones del Gladio. Eso
es lo que ha revelado el secretario general Manfred Worner en una entrevista
con los embajadores de las 16 naciones aliadas de la OTAN." [7]
Sacando sus propias conclusiones de esa afirmaci�n,
Ola Tunander compar� la
estrategia de la tensi�n en Italia - con sus atentados bajo bandera falsa -
a "lo que la �lite militar turca podr�a describir como la redirecci�n forzada
de la democracia por el �Estado profundo� [se trata de una expresi�n turca]".
[8]
Me parece, sin embargo, que ser�a demasiado simplista atribuir la estrategia
de la tensi�n en Italia �nicamente a la "s�per organizaci�n [que] recibi� de
la OTAN la orden [de perpetrar atentados bajo bandera falsa]", retomando las
palabras de Vinciguerra.
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Resulta que otras fuerzas tuvieron un papel de
primera l�nea en la estrategia de la tensi�n, actuando junto a la OTAN y a
grup�sculos que Vinciguerra conoc�a gracias a la inteligencia militar
italiana (el SID, que se convertir�a despu�s en el SISMI).
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Es importante
recordar que, en Italia, los juicios contra los individuos condenados por el
atentado de 1980 contra la estaci�n de Bolonia no s�lo ten�an que ver con Vinciguerra, el SISMI y el Gladio sino tambi�n con elementos de la mafia
italiana (la Banda della Magliana) y con la
logia mas�nica Propanga-Due
(P-2) - esta �ltima estaba adem�s vinculada a una serie de banqueros
criminales y
al Vaticano. [9]
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La estrategia de la tensi�n
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En resumen, si suponemos que algo comparable al Estado profundo turco estuvo
implicado en la estrategia de la tensi�n en Italia, no es posible resolver
el misterio.
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Sin embargo, esa hip�tesis nos sugiere la existencia de un
medio, o de una red de complicidades, que merece una investigaci�n m�s
profunda.
�Se aplic� en Estados Unidos una estrategia de la tensi�n?
Como ya he escrito anteriormente, los v�nculos de la red Gladio con
prolongadas campa�as de violencia bajo bandera falsa - en las que nuevamente
aparecen implicadas la OTAN y la CIA - se conocieron posteriormente en otros
pa�ses, como B�lgica y Turqu�a. �[10]
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Quisiera se�alar que Estados Unidos, al
igual que Europa, ha sufrido tambi�n una sucesi�n comparable de
acontecimientos profundos estructurales bajo bandera falsa.
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Esto incluye
atentados con bomba que, siguiendo una misma estrategia de la tensi�n, han
llevado sistem�ticamente Estados Unidos a su actual situaci�n: un estado de
urgencia.
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El Cuartel General de la OTAN
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Entre los acontecimientos profundos estructurales y enga�osos que me
gustar�a analizar aqu�, subrayar�a los siguientes:
El asesinato de John F. Kennedy, en 1963, o 22 de noviembre, que condujo a
la operaci�n de la CIA conocida como Caos contra el movimiento de oposici�n
a la guerra de Vietnam.
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(El 22 de noviembre fue claramente un acontecimiento
profundo: numerosos documentos sobre la relaci�n de Lee Harvey Oswald con la
CIA siguen siendo secretos, a pesar de las demandas de medios judiciales y
parlamentarios a favor de su publicaci�n.) [11]
El asesinato de Robert Kennedy, en 1968, al que sigui� la inmediata adopci�n
de una ley de excepci�n. El resultado de esa ley fue una brote de violencia
justificada por el Estado durante la convenci�n del Partido Dem�crata de
1968.
El primer atentado con bomba contra el World Trade Center, en 1993, y el de
Oklahoma City, en 1995, que dieron lugar a la adopci�n de la Antiterrorism
and Effective Death Penalty Act de 1996.
El 11 de septiembre de 2001 y los ataques con �ntrax de ese mismo a�o, que
condujeron a la imposici�n de las medidas de "continuidad del gobierno"
(COG, siglas de Continuity of Government), al voto de la Patriot Act y a la
proclamaci�n, el 14 de septiembre de 2001, de un estado de urgencia que
todav�a se mantiene en vigor. Ese estado de urgencia fue renovado por un a�o
m�s en septiembre de 2012. [12]
Todos esos acontecimientos profundos estructurales han arrojado un mismo
resultado: la erosi�n de los poderes p�blicos reconocidos en la Constituci�n
y su progresiva sustituci�n por una fuerza represiva exenta de control.
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En
otros trabajos ya he se�alado que:
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Como en Italia, la mayor�a de esos acontecimientos fueron atribuidos a
elementos marginales. Pero en realidad implicaron a facciones que se mueven
dentro de las agencias de inteligencia clandestinas de Estados Unidos, as�
como las oscuras conexiones que estas mantienen con los c�rculos del crimen
organizado;
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Algunos de esos elementos profundos estructurales est�n vinculados a la
planificaci�n permanente tendiente a garantizar la "continuidad del gobierno"
(COG) en tiempos de crisis. Conocida en el Pent�gono bajo la denominaci�n de
"Proyecto Juicio Final" (Doomsday Project), esa planificaci�n dispon�a de su
propia red secreta de comunicaciones seguras. Inclu�a tambi�n medidas
tendientes a instaurar lo que en tiempos del Irangate, durante las
audiencias del teniente coronel Oliver North en el Congreso estadounidense,
se llam� una "suspensi�n de la Constituci�n de los Estados Unidos";
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En cada uno de esos casos, la respuesta oficial a los acontecimientos
profundos fue la adopci�n de un conjunto de nuevas medidas represivas,
habitualmente a trav�s de la v�a legislativa;
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La acumulaci�n de esos sucesos hace pensar en la presencia permanente, en
Estados Unidos, de lo que yo llamo una "fuerza oscura" o un "Estado profundo"
comparable a lo que Vinciguerra describi� en Italia como una "fuerza secreta
[oculta y] clandestina, capaz de elaborar en la sombra una estrategia de
matanzas [sucesivas]." [13]
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El atentado de Oklahoma City
y el 11 de septiembre
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El atentado de Oklahoma City
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Hace poco vi un documental titulado A Noble Lie (Una mentira noble), sobre
el atentado perpetrado en Oklahoma City en 1995. �[14]
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Por primera vez pude
confrontar mis hip�tesis con ese atentado perpetrado el 19 de abril de 1995
- y que por lo tanto llamar� 19 de Abril. Ese acontecimiento encaja en mis
par�metros de an�lisis, mucho m�s de lo que yo hubiese podido imaginar, e
incluso los refuerza..
En efecto, el documental A Noble Lie da a conocer grandes similitudes entre
los acontecimientos de abril de 1995 y los de septiembre de 2001.
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El
paralelo m�s evidente es la supuesta destrucci�n, por fuerzas externas, de
un inmueble con estructura de acero reforzado (por un cami�n lleno de
explosivos, en el caso del edificio Murrah, y por los escombros proyectados
durante el derrumbe de la torre norte del World Trade Center, en el caso del
Edificio 7 [o Building Seven], en 2001).
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En ambos casos, algunos expertos
afirmaron que, en realidad, �nicamente cargas explosivas de corte instaladas
directamente en las columnas de carga situadas dentro de los edificios
habr�an podido provocar el derrumbe de estos.
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Veamos, por ejemplo, un
informe entregado al Congreso por Benton K. Partin, general de brigada en
retiro de la US Air Force, experto en explosivos no nucleares:
"Cuando vi por primera vez las fotos de los da�os asim�tricos del cami�n
cargado de explosivos en el edificio federal, mi reacci�n inmediata fue
pensar que era t�cnicamente imposible generar ese tipo de da�os sin poner
cargas de demolici�n suplementarias en varias columnas de carga de hormig�n
armado. [�]
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Con lo que hoy se sabe sobre el poder y la composici�n de la
bomba, el que la simple explosi�n de un cami�n cargado de explosivos pudiese
[destruir el edificio] en una profundidad de 18 metros y provocar el
derrumbe de una columna de carga de dimensi�n A-7 es algo que resulta
incomprensible." [15]
Hoy en d�a un amplio consenso est� apareciendo entre los arquitectos,
ingenieros y otros expertos competentes.
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Seg�n ellos, es muy probable que
los tres edificios del World Trade Center que se derrumbaron el 11 de
septiembre de 2001 tambi�n hayan sido destruidos mediante el uso de cargas
explosivas como las que se usan en las demoliciones controladas. [16]
Las consecuencias jur�dicas de gran parte de esos acontecimientos
constituyen otra similitud importante.
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En efecto, la respuesta al atentado
de Oklahoma City fue la adopci�n de la Antiterrorism and Effective Death
Penalty Act de 1996, mientras que la respuesta al 11 de septiembre de 2001
fue la aplicaci�n de la COG y el posterior voto de la Patriot Act - a ra�z de
los atentados de bandera falsa con uso de �ntrax.
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El documental A Noble Lie
se concentra en las consecuencias internas de la Antiterrorism Act.
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Al igual
que la Patriot Act, aprobada posteriormente, esa ley instaur� importantes
restricciones al derecho de habeas corpus, en relaci�n con la manera como lo
hab�an interpretado los tribunales hasta aquel momento.
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Dicho de otra manera,
esas dos leyes implementaron pretextos jur�dicos para autorizar las
detenciones arbitrarias, lo cual hab�a sido una preocupaci�n central en la
planificaci�n de la COG que se hab�a desarrollado en los a�os 1980 bajo la
direcci�n de Oliver North.
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Todo esto forma parte de un proceso permanente de
restricciones progresivas de nuestros derechos constitucionales por parte de
un poder sobre el cual no se ejerce ning�n tipo de control - evoluci�n que
data, en mi opini�n de la �poca del asesinato de John F. Kennedy, en 1963.
Sin embargo, la Antiterrorism Act de 1996 tuvo tambi�n importantes
consecuencias en el extranjero, sobre todo por el hecho que la secci�n 328
de esa ley enmend� la Foreign Assistance Act para apoyar,
"la ayuda en armas y municiones a algunos
pa�ses en particular, con vistas a combatir el terrorismo. �[17]
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Eso condujo a la creaci�n, en 1997, de un
acuerdo de enlace "Top Secret" entre el Centro de Contraterrorismo de la CIA
(CTC, siglas de Counterterrorism Center) y Arabia Saudita, seguido de un
acuerdo posterior concluido en 1999 entre la CIA y Uzbekist�n (que son hoy
en d�a dos de los reg�menes m�s secretos y represivos del mundo)." [18]
Yo he sostenido que esos acuerdos de enlace confidenciales
- concluidos con
Arabia Saudita y Uzbekist�n - pudieron servir a la CIA de cobertura para
organizar su retenci�n de informaci�n secreta antes del 11 de septiembre de
2001.
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Esa disimulaci�n de informaci�n de inteligencia ten�a que ver con Khaled al-Mihdhar y Nawaf al-Hazmi, dos de los individuos designados como
culpables de aquellos ataques. [19]
Por consiguiente, si es correcto mi an�lisis sobre la retenci�n de
informaci�n que la CIA organiz� entre 2000 y 2001, el 19 de abril no s�lo
presenta similitudes con los ataques de septiembre de 2001.
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Este atentado de
1995 constituye en realidad una etapa determinante en el proceso que hizo
posible tanto la nueva retenci�n de informaci�n como los hechos mismos del
11 de septiembre de 2001.
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El recrudecimiento de los poderes represivos a ra�z de los acontecimientos
profundos
El hecho que el 19 de abril tuviese consecuencias jur�dicas de car�cter
represivo vincula ese acontecimiento tanto al 11 de septiembre como al 22 de
noviembre, ya que el asesinato de JFK fue utilizado por la Comisi�n Warren
para ampliar la vigilancia de la CIA sobre los propios estadounidenses.
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Como
escrib� en mi libro Deep Politics, eso fue resultado,
"controvertidas recomendaciones de la Comisi�n Warren que impusieron que se
ampliaran las responsabilidades del Secret Service en materia de vigilancia
interna (WR 25-260).
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Parad�jicamente, esta �ltima concluy� que Oswald hab�a
actuado solo (WR 22), pero tambi�n [concluy�] que el Secret Service, el FBI
y la CIA ten�an que coordinar m�s estrechamente la vigilancia sobre los
grupos organizados (WR 463).
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En particular recomend� al Secret Service que
se dotara de una base de datos informatizada compatible con la que ya hab�a
elaborado la CIA." [20]
Durante la guerra contra Vietnam que se produjo posteriormente, esta
implicaci�n de la CIA en la vigilancia interna condujo a la operaci�n Caos.
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Se trataba de una investigaci�n sobre el movimiento contra la guerra de
Vietnam durante la cual la CIA, a pesar de las restricciones que le impon�a
su propia Carta en materia de espionaje interno,
"acumul� miles de expedientes sobre los ciudadanos de Estados Unidos,
incluy� a cientos de miles de estos en sus archivos inform�ticos y
distribuy� al FBI y a otras agencias gubernamentales miles de informes sobre
ellos.
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Parte de esa informaci�n ten�a que ver con las actividades internas
de los ciudadanos en cuesti�n". [21]
Este proceso de recrudecimiento represivo se repetir� 4 a�os m�s tarde a
ra�z del asesinato de Martin Luther King, en 1968.
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En respuesta a ese
acontecimiento, 2 brigadas del ej�rcito estadounidense se desplegaron en los
propios Estados Unidos hasta 1971. Esas unidades estuvieron en estado de
alerta permanente, listas para intervenir en el marco de la operaci�n Garden
Plot, cuyo objetivo era contrarrestar posibles des�rdenes internos. [22]
Ese esquema se repetir� nuevamente con,
"El asesinato de Robert Kennedy [conocido tambi�n como RFK o Bobby]. En las
24 horas transcurridas entre los disparos de los que Bobby fue v�ctima y su
posterior deceso, el Congreso adopt� con car�cter urgente una ley que hab�a
sido redactada desde mucho antes - como sucedi� con la Resoluci�n del Golfo
de Tonk�n en 1964 y con la Patriot Act en 2001 - ley que ampliaba nuevamente
los poderes secretos del Secret Service, en nombre de la protecci�n de los
candidatos a la presidencia." [23]
Y no se trataba de un cambio insignificante: aquella ley votada
apresuradamente bajo [el presidente] Johnson dio lugar a algunos de los
peores excesos de la �poca de Nixon. [24]
Ese cambio contribuy� igualmente al caos y a los actos de violencia que
marcaron la Convenci�n Dem�crata de 1968, en Chicago. Agentes de vigilancia
de la Inteligencia Militar destacados en el Secret Service operaban dentro y
fuera de la sala del encuentro.
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Algunos de ellos equiparon a los,
"delincuentes
de la Legion of Justice, como la Chicago Red Squad [que] agredi� a los
grupos locales que se opon�an a la guerra". [25]
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Otras similitudes entre Dallas en 1963 y Oklahoma City en 1995
Las consecuencias represivas del 22 de noviembre y del 19 de abril est�n
vinculadas a otras caracter�sticas comunes de esos dos acontecimientos.
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Casi
inmediatamente despu�s del 22 de noviembre, comenzaron a difundirse varios
relatos provenientes de fuentes tanto internas como externas al gobierno.
Aquellos relatos suger�an que Lee Harvey Oswald hab�a asesinado al
presidente [Kennedy] en el marco de un complot comunista internacional.
En mi libro Deep Politics and the Death of JFK los design� como "relatos
primarios", que se inscrib�an en,
"un proceso en 2 fases. La �fase primaria� consist�a en agitar el espectro
de un complot internacional vinculando a Oswald con la URSS, con Cuba o con
esos dos pa�ses a la vez.
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Esa amenaza fantasma sirvi� para invocar el
peligro de un posible enfrentamiento nuclear, lo cual incit� al presidente
de la Corte Suprema de Estados Unidos Earl Warren y a otros responsables
pol�ticos a aceptar la �fase secundaria� - la hip�tesis tambi�n falsa (pero
mucho m�s inofensiva) de que Oswald asesin� al Presidente �l solo. [�]
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El
relato primario [�] fue expuesto primeramente y posteriormente desmentido
por la CIA. Michael Beschloss revel� que el 23 de noviembre a las 9 horas y
20 minutos, el director de la CIA John McCone inform� al nuevo presidente
sobre los �ltimos sucesos.
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Seg�n las palabras de Beschloss, la,
'CIA ten�a
informaci�n sobre los contactos extranjeros de Lee Harvey Oswald, el
presunto asesino [de JFK], que suger�a [al Presidente Lyndon B. Johnson] que
Kennedy pod�a haber sido v�ctima de una conspiraci�n internacional'." [26]
Hasta ahora, tanto los relatos primarios como los secundarios han ocupado un
lugar central en el tratamiento del 22 de noviembre por parte de los medios
dominantes.
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Sin embargo, esos medios pr�cticamente han excluido los an�lisis
independientes que consideran ese asesinato como un acontecimiento profundo.
Muchos observadores han olvidado el hecho que despu�s del 19 de abril
tambi�n hubo un proceso en dos fases. Inmediatamente despu�s del atentado, y
tambi�n un poco m�s tarde, se produjo la difusi�n de cierto n�mero de
relatos.
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Estos vinculaban a Timothy McVeigh y Terry Nichols con varios
iraqu�es as� como con otros individuos originarios del Medio Oriente.
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Entre
las personas mencionadas se hallaba Ramzi Yusef, el fugitivo autor del
atentado con bomba de 1993 contra el World Trade Center (quien tambi�n
utiliz� una bomba fabricada con nitrato de amonio [ANFO] en una camioneta de
marca Ryder). �[27]
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El presidente Clinton y Richard Clarke, su coordinador
para el contraterrorismo, confirmaron que el 19 de abril se habl� de varios
de esos relatos en una reuni�n del Grupo de Seguridad Antiterrorismo
(Counterterrorism Security Group). �[28]
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Tanto Clinton como Clarke dijeron
tambi�n que hab�an descartado aquellas versiones porque pensaban que se
trataba de un complot local de menor envergadura ejecutado por los dos
culpables ya mencionados: Timothy McVeigh y Terry Nichols.
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Sin embargo, los
relatos que mencionaban una implicaci�n del Medio Oriente, atribuidos a
veces a fuentes gubernamentales, siguieron apareciendo en los medios de la
prensa dominante, como CBS, NBC y el New York Times. [29]
En el mismo momento, Jayna Davis, periodista de la NBC en Oklahoma City,
puso todo su empe�o en las b�squeda de indicios de un complot local iraqu� y
los reuni� en su libro The Third Terrorist (El tercer terrorista).
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Sus
pruebas, del orden de la "fase primaria" estaban centradas en la b�squeda
inicial de un sospechoso an�nimo designado como John Doe #2. Esa b�squeda,
que se suspendi� r�pidamente, hab�a sido emprendida a ra�z de una alerta
cursada a todas las unidades. Posteriormente, el miembro del Congreso Dana Rohrabacher utiliz� la investigaci�n de Jayna Davis en la elaboraci�n de un
informe al Congreso. [30]
En el plano institucional, Richard Clarke escribi� que, adem�s de la Antiterrorism Act, el atentado de Oklahoma City provoc� una profusi�n de
Directivas de Decisi�n Presidencial de car�cter interno (PDD, siglas de
Presidential Decision Directive), que �l mismo redact�.
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Una de ellas buscaba
corregir una falla de seguridad en la respuesta a aquel atentado.
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Otra
directiva le confer�a [al propio Clarke] m�s amplios poderes en materia de
lucha contra el terrorismo, incluyendo su nuevo t�tulo de Coordinador
Nacional de Seguridad, Protecci�n de la Infraestructura y Antiterrorismo.
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Otras dos directivas - la PDD 62 y sobre todo la PDD 67
- preve�an instaurar
lo que �l llam� "un sistema de mando y control [m�s] robusto" para,
"nuestro
programa de Continuidad del Gobierno [COG]". Seg�n Clarke, "se hab�a
autorizado el desmantelamiento [de la COG] cuando desapareci� la amenaza de
un ataque nuclear sovi�tico". [31]
Esas palabras nos recuerdan el art�culo de Tim Weiner publicado en el New
York Times en abril de 1994.
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Seg�n Weiner, en la �poca postsovi�tica del
presidente Clinton,
"el Proyecto Juicio Final [�] tal como se conoc�a" hab�a
sido desmantelado ya que se hab�an disipado "las tensiones nucleares" de la
guerra fr�a [32].
En otras palabras, el presidente Clinton hab�a previsto poner fin al
Proyecto Juicio Final, dirigido por un comit� extragubernamental secreto que
inclu�a a Donald Rumsfeld y Dick Cheney, quienes no ejerc�an en aquel
momento ninguna funci�n gubernamental.
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Pero Richard Clarke utiliz� el
atentado de Oklahoma City para justificar que se mantuviera ese programa,
incluso reforz�ndolo y poni�ndolo bajo su propio control.
Seg�n el autor Andrew Cockburn, se hab�a encontrado un nuevo blanco:
"A pesar de que los ejercicios continuaron bajo la era Clinton, con un
presupuesto anual de m�s de 200 millones de d�lares, los ya desaparecidos
sovi�ticos fueron reemplazados por terroristas [�] Hubo adem�s otros cambios.
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Anteriormente, los especialistas seleccionados para dirigir el �gobierno de
la sombra� hab�an sido escogidos en el conjunto del espectro pol�tico, tanto
dem�cratas como republicanos.
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En lo adelante, dentro de los bunkers, [Cheney
y] Rumsfeld se [ver�an] en compa��a de sus simpatizantes pol�ticos, ya que
la lista de �jugadores� se compon�a casi exclusivamente de halcones
republicanos.
'Era una manera de que aquella gente se mantuviese en contacto.
Se reun�an, hac�an ejercicio y hablaban mal de la administraci�n Clinton, lo
peor posible', seg�n me revel� un ex oficial del Pent�gono que conoc�a el
fen�meno directamente. 'Pod�a decirse que era un gobierno secreto en espera
de su momento'." [33]
Por supuesto, el hecho de que el 19 de abril fuese seguido de un refuerzo
del Proyecto Juicio Final no basta para confirmar mi tesis, seg�n la cual
ese programa de la COG fue un factor determinante en la planificaci�n y
ejecuci�n de los acontecimientos profundos estructurales en Estados Unidos.
�[34]
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Pero mi descripci�n de esos casos permite observar otras
caracter�sticas recurrentes, que vuelven a aparecer en el caso de Oklahoma City.
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El primer atentado contra el World Trade Center, en 1993
�
La primera de ellas es el papel central atribuido a culpables designados en
las versiones oficiales de esos acontecimientos, cuando se sabe que eran muy
probablemente informantes del gobierno o agentes dobles. [35]
�
El ejemplo m�s
reciente que m�s se ha documentado es quiz�s la utilizaci�n y la protecci�n,
por parte del gobierno de Estados Unidos, de Ali Mohamed, un importante
cuadro de al-Qaeda que operaba como doble agente en el seno de esa
organizaci�n.
�
Esa protecci�n le permiti� entrenar a varios de los autores
del atentado cometido en 1993 contra el World Trade Center, con el uso de un
cami�n-bomba y contribuir posteriormente a la planificaci�n del atentado con
bomba contra la embajada de Estados Unidos en Kenya. [36]
En la edici�n de mi libro The War Conspiracy correspondiente al a�o 2008,
suger� la posibilidad de que Lee Harvey Oswald y otros culpables designados
del 11 de septiembre de (Ali Mohamed, Nawaf al-Hazmi y Khaled al-Mihdhar)
hayan sido en realidad agentes dobles que trabajaban para una agencia del
gobierno estadounidense, como el FBI o la inteligencia militar (DIA, siglas
de Defense Intelligence Agency). �[37]
�
Otros autores han sugerido que Oswald
era cuando menos un informante del FBI y Lawrence Wright escribi� en The New
Yorker que al ocultar al FBI los nombres de al-Hazmi y de al-Mihdhar,
"la
CIA tambi�n pudo haber protegido una operaci�n en el extranjero y, por lo
tanto, temer que el FBI revelara [esa operaci�n]". [38]
En ese contexto, mientras miraba el documental A Noble Lie, vi con gran
inter�s la hip�tesis seg�n la cual Timothy McVeigh, el principal culpable
designado del 19 de abril, pudiera ser tambi�n un informante o un doble
agente que trabajaba para el US Army. �[39]
�
Por supuesto, esa hip�tesis a�n
no ha sido demostrada, pero el documental aporta pruebas que la corroboran.
�
�
�
El atentado de Oklahoma City
y la operaci�n PATCON
Lo que s� es seguro es que McVeigh - al igual que Oswald, al-Hazmi y al
Mihdhar - se mov�a en un medio de informantes identificados y/o agentes
dobles, que participaban en una importante operaci�n secreta.
�
En el caso de
Oswald y de los dos sauditas, esta particularidad pudiera explicar por qu�
el gobierno de Estados Unidos se dedic� continuamente a ocultar hechos
cruciales sobre ellos, tanto antes como despu�s de los cr�menes que se les
imputan, ocultamientos que incluso prosiguen actualmente. [40]
En 2005, el excelente investigador John M. Berger descubri� que, en los a�os
1990, el FBI realiz� una importante operaci�n de contraespionaje, bautizada
PATCON (por "Patriot-conspiracy").
�
En aquel marco, el FBI hab�a investigado
sobre el medio de Timothy McVeigh.
�
Se trataba de la ultraderecha armada, a
la que Berger describi� de la siguiente manera:
"un conjunto muy heterog�neo de activistas y extremistas de derecha,
racistas, ultralibertarios y/o partidarios de las armas, quienes, al cabo de
los a�os, encuentran una causa com�n en sus temores y sospechas sobre el
gobierno federal.
�
Aunque los agentes infiltrados [del FBI] se reunieron con
algunos de los peores elementos de ese movimiento, su trabajo nunca condujo
ni a un solo arresto. Cuando apareci� McVeigh en medio de aquella
investigaci�n, en 1993, nadie se fij� en �l." [41]
La operaci�n PATCON prest� mucha atenci�n a un antiguo pilar de la red
ilegal de Oliver North, que hab�a sido utilizada para proveer armas a los
Contras en Nicaragua.
�
Se trataba de Tom Posey y de su grupo paramilitar, la
CMA (siglas de Civilian Material Assistance).
�
Seg�n Paul de Armond, aquella
organizaci�n hab�a comenzado sus actividades en los a�os 1980 como,
"complemento
del Ku Klux Klan de Alabama". �[42]
La CMA particip� primeramente en el
esfuerzo de aprovisionamiento de la DIA a los Contras, tarea que pas�
despu�s a las manos de Oliver North.
�
Las patrullas "ben�volas" [En el
sentido de �no remuneradas� - NdT] de esa organizaci�n contra los
inmigrantes clandestinos en la frontera de Arizona convencieron al entonces
congresista John McCain para que ocupara un puesto en su consejo de
administraci�n. �[43]
�
Sin embargo, en el periodo post Reagan,
"Posey era un
comerciante de armas muy conocido en el mercado negro, sospechoso de tener
fuentes de contrabando en varias bases del US Army", seg�n los
investigadores de PATCON. [44]
Tanto en el asesinato de JFK como en el 11 de septiembre me parece evidente
que las disimulaciones posteriores a esos complots se deben a que fueron
h�bilmente planificadas para quedar englobadas en operaciones clandestinas
autorizadas, de manera que se mantuviesen en secreto despu�s de los hechos.
�
El importante ensayo sobre la operaci�n PATCON que public�
John Berger en
Foreign Policy no sugiere en ning�n caso la existencia de alg�n v�nculo
entre el plan de McVeigh y esa operaci�n del FBI.
�
Sin embargo, en un momento
de su investigaci�n, Berger se�ala que Dennis Mahon, socio de McVeigh y
tambi�n blanco importante de PATCON,
"se convertir� en una figura c�lebre en los medios que proclaman la
superioridad de la �raza blanca� y fue condenado en febrero [de 2005] por el
env�o de un paquete postal explosivo a un dirigente de la diversidad en el
Estado de Arizona en 2004.
�
A ra�z de su arresto, durante el a�o 2009, Mahon
dijo a su compa�ero de celda que �l era �el tercer an�nimo en la
investigaci�n sobre el bombazo de Oklahoma City�."
En otras palabras, Dennis Mahin se identific� a s� mismo como John Doe #2.
En su sitio web Intelwire.com, Berger escribi� que,
"Mahon [declar�] haberse
codeado con McVeigh en el pasado".
Berger deduce de eso que,
"partiendo de
esos comentarios y de ciertas informaciones, es por lo menos plausible que
Mahon haya estado implicado en el atentado [de Oklahoma City]". �[45]
"La
otra prueba" que menciona Berger es el testimonio de Carol Howe, informante
de la ATF [Agencia de Alcohol, Armas de Fuego y Tabaco, siglas en ingl�s - NdT.] dado a conocer primeramente por
Jayna Davis y posteriormente por el
congresista Dana Rohrabacher.
�
Seg�n ese testimonio,
"Mahon habl� de cometer
atentados con bombas contra edificios federales [antes del 19 de abril]. [�]
[Adem�s,] viaj� 3 veces a Oklahoma City [con Andre Strassmeir, un contacto
de Timothy McVeigh]." [46]
Mahon ha sido descrito como un hablador con tendencia a la autoglorificaci�n.
�
A pesar de todo, es evidente que las nuevas pruebas que se han conocido a
ra�z de la investigaci�n PATCON deber�an inducirnos a estudiar mejor el
contexto del atentado de Oklahoma City.
�
En efecto, s�lo algunos iniciados
estaban al tanto de esa operaci�n secreta, realizada por el FBI entre 1991 y
1993.
�
�
�
�Fue el atentado de Oklahoma City una
"encerrona que sali� mal"?
Aunque la operaci�n PATCON termin� oficialmente en 1993, sus expedientes nos
han permitido saber que numerosos informantes del FBI resid�an
permanentemente en la comunidad de Elohim City, Oklahoma.
�
Es muy probable
que entre ellos se encontrasen no s�lo Carol Howe sino tambi�n Andre
Strassmeir, el contacto de Timothy McVeigh anteriormente mencionado.
�[47]
�
La
falta de respuesta de las autoridades a los informes sobre un proyecto de
atentado con bomba fortalece la hip�tesis - emitida en el documental A Noble
Lie - de que el complot del 19 de abril pudo haber sido inicialmente una
trampa policial en contra sus autores.
�
Su mort�fero desenlace parece el
resultado de una "encerrona que sali� mal".
De confirmarse esta hip�tesis, la similitud entre el 19 de abril y el primer
atentado contra el World Trade Center, en 1993, resultar�a mayor a�n.
�
Seg�n
el relato oficial, aquel ataque tambi�n fue planificado por un grupo
terrorista ya penetrado por el FBI, grupo que tambi�n utiliz� una bomba de ANFO en una camioneta alquilada marca Ryder. Este veh�culo tambi�n fue
identificado gracias a su n�mero de identificaci�n vehicular (NIV),
encontrado en un fragmento met�lico. [48]
Veamos lo que report� el New York Times, despu�s del atentado de 1993,
bas�ndose en grabaciones de interrogatorios entre un informante y su
contacto del FBI:
"Se revel� a los funcionarios de las fuerzas del orden [el FBI] que varios
terroristas estaban preparando una bomba, que fue finalmente utilizada
contra el World Trade Center.
�
Se consider� [la posibilidad de] contrarrestar
a los malhechores sustituyendo secretamente los explosivos por un polvo
inofensivo, declar� un informante despu�s del atentado.
�
Este [informante]
supuestamente deb�a ayudar a los malhechores a fabricar la bomba y les
proporcionar�a la p�lvora falsa, pero aquel plan fue anulado por un
supervisor del FBI que ten�a otras ideas sobre la manera de utilizar al
informante, [llamado] Emad A. Salem." [49]
Ese relato del New York Times sobre el atentado de 1993 contra el World
Trade Center describe claramente un proyecto terrorista eficazmente
penetrado por el FBI y que, por una raz�n desconocida, tuvo de todas formas
un tr�gico desenlace.
�
Un solo caso de operaci�n de penetraci�n "que sali�
mal" en 1993 puede atribuirse a la confusi�n, a la incompetencia burocr�tica
o a la dificultad de determinar el momento en que las fuerzas del orden
disponen ya de suficientes pruebas para justificar los arrestos.
�
La
repetici�n de esa cat�strofe 2 a�os m�s tarde ya debe llevarnos a tratar de
saber si aquel mort�fero desenlace no fue en realidad el resultado que
realmente se esperaba obtener.
Ante la inacci�n gubernamental que antecedi� los hechos del 11 de septiembre
- a pesar de que la CIA conoc�a a los presuntos secuestradores a�reos - el
atento estudio de esos asesinatos en masa refuerza la necesidad de la
denuncia ante la Corte Penal Internacional que propone el juez [italiano]
Ferdinando Imposimato (actual presidente honorario de la Corte de Casaci�n
italiana).
�
Seg�n [Imposimato], el 11 de septiembre fue "una repetici�n de la
�estrategia de la tensi�n� que la CIA aplic� en Italia" entre los a�os 1960
y 1980. �[50]
�
A pesar de todo, puedo entender que para una mayor�a de
estadounidenses sea a la vez dif�cil y doloroso enfrentar la idea de que la
Historia de su pa�s haya sido manipulada y desestabilizada a escala
sist�mica por fuerzas desconocidas, como sucedi� en Italia hace medio siglo.
�
Pero a medida que profundizo mis investigaciones, sigue fortaleci�ndose mi
convicci�n de que hay que tomar en cuenta el veredicto del juez Imposimato.
Por otro lado, si la analog�a italiana es aplicable a Estados Unidos, la
apreciaci�n de que el 11 de septiembre fue "una repetici�n de la �estrategia
de la tensi�n� aplicada [�] en Italia" nos conduce a una interrogante
todav�a m�s amplia sobre el conjunto de acontecimientos profundos
estructurales aqu� estudiados, en particular en cuanto a los atentados con
bombas de 1993 y 1995.
�
�Eran esos acontecimientos resultado de una misma
estrategia de la tensi�n permanente?
�
Es demasiado pronto para contestar esa
pregunta.
�
Pero podemos al menos observar que los atentados de 1993 y 2001
contra el World Trade Center muestran las caracter�sticas de un origen
com�n, a la vez fuera del gobierno (el presunto "cerebro" Khaled Cheikh Mohammed y
el informante Ali Mohamed) y potencialmente en el seno mismo del aparato
estatal, a la luz de las disimulaciones persistentes y complementarias
alrededor de ambos casos. [51]
Por el contrario, y de forma previsible, todos los acontecimientos profundos
estructurales que he analizado hasta este momento son tratados en los medios
dominantes como acciones de marginales exteriores al gobierno - un "loco
aislado" como Lee Harvey Oswald o un "lobo solitario" como Timothy McVeigh.
�
Los puntos comunes, que ya he presentado, entre esos acontecimientos
sugieren la necesidad de un an�lisis diferente.
�
Dicho de otra manera,
algunos iniciados - entre ellos responsables de los servicios de inteligencia
y otros funcionarios gubernamentales - al igual que personas exteriores - incluyendo
informantes y agentes dobles - deben ser considerados como responsables de la
repetida concepci�n de complots que, debido a sus conexiones con operaciones
clandestinas aprobadas por el Estado, no ser�n dados a conocer por las
autoridades.
Mi an�lisis identifica a esos iniciados como miembros de un medio, informe y
no estructurado pero que perdura, que vincula a las redes secretas que se
mueven dentro del aparato del Estado con otras poderosas fuerzas dentro de
nuestra sociedad.
�
A pesar de mis propias reticencias iniciales, al no hallar
una expresi�n m�s apropiada acab� decidi�ndome a denominar ese medio como el
"Estado profundo". �[52]
�
Sin embargo, como ya se�al� anteriormente al
referirme a Italia, no considero que ese concepto pueda explicar esos
misteriosos cr�menes. El "Estado profundo" designa sin embargo un medio
sobre el cual habr�a que investigar mucho m�s.
�
�
�
Un an�lisis alternativo
de los acontecimientos profundos
Los Cr�menes del Estado contra la Democracia (CED)
Ahora voy a comparar mi propio an�lisis con otras dos lecturas diferentes.
La primera es la noci�n de "gobierno secreto", presentada en 1987 por Bill Moyers en un importante programa de televisi�n del canal PBS. [53]
Aquel programa subrayaba, con toda raz�n, el peligroso aumento del poder de
las agencias clandestinas - principalmente de la CIA - a partir [de la
proclamaci�n] de la National Security Act de 1947.
�
Aquel programa de
televisi�n analizaba principalmente los cr�menes del Ir�ngate para mostrar
as� qu� es un gobierno secreto, que escapa a las restricciones legales y a
todas las dem�s limitaciones jur�dicas que imponen la Constituci�n y el
Estado p�blico.
Seg�n lo dicho en el programa de Moyers,
"El Gobierno Secreto es una compleja red de
complicidades en la que se re�nen funcionarios, esp�as, mercenarios, ex
generales, oportunistas y grandes patriotas. Por diferentes razones,
esos individuos operan fuera de las instituciones leg�timas del
gobierno."
En otras palabras, aquel programa se refer�a a "la Empresa".
�
Se trata de la
operaci�n que utilizaron Oliver North, sus respaldos externos y sus aliados
del bur� ejecutivo Eisenhower para montar el tr�fico conocido como Ir�n-Contras,
as� como otras pol�ticas violatorias de la ley y/o las directivas del
Congreso. Como ya he demostrado en otros trabajos, Oliver North utiliz� la
red antiterrorista de crisis llamada Flashboard para concretar aquellas
pol�ticas.
�
En sus inicios, aquella costosa red se hab�a creado en el marco
del Proyecto Juicio Final [54]. Al actuar de esa manera, North "cubr�a" su
operaci�n ya que llevaba a cabo su programa il�cito y criminal a trav�s de
aquella red secreta autorizada, [utiliz�ndola] fuera del marco que hab�a
sido asignado a aquel instrumento.
En 1987, aquel an�lisis logr� llegar a darse a conocer a trav�s de la
televisi�n porque una parte del gobierno de Estados Unidos estaba en guerra
con la otra parte.
�
Aquel conflicto interno enfrentaba al director de la CIA
William Casey no s�lo con el Congreso sino tambi�n con oficiales de alto
rango en el seno de la propia CIA. [55]
�
El programa de Moyers era parte de
una serie de filtraciones de iniciados y de revelaciones de los medios
dominantes sobre la operaci�n no registrada bautizada "Enterprise". Oliver
North - teniendo en segundo plano al director de la CIA William Casey - hab�a
utilizado esa operaci�n para violar las leyes y pol�ticas oficiales.
[56]
�
En
resumen, el desaf�o de Tom Moyers a los "guerreros" de Cassey y de North
correspond�a a los objetivos de la CIA tradicional (y de sus patrocinadores
habituales, o sea los "comerciantes" de Wall Street. [57]
No resulta por lo tanto sorprendente que aquel programa no abordara ni el
papel del vicepresidente Bush - quien era entonces el superior de Oliver
North - ni los intereses que pod�an llevar a las transnacionales a promover
las operaciones clandestinas de
la CIA en todo el mundo (como, por ejemplo,
la operaci�n - mucho m�s importante - que la CIA estaba realizando en
Afganist�n en los a�os 1980).
�
Lo principal es que tampoco se dijo en aquel
programa de televisi�n ni una palabra sobre la planificaci�n de la "suspensi�n
de la Constituci�n de Estados Unidos", desarrollada por el propio Oliver
North en el marco del Proyecto Juicio Final, aunque ese plan hab�a sido
mencionado brevemente durante las audiencias sobre el Ir�ngate, en 1987.
�[58]
�
Al guardar silencio sobre ese proyecto, los realizadores de aquel
programa de televisi�n cometieron el error de no mencionar la planificaci�n
permanente que, en mi opini�n, permiti� concretar los planes de la COG a
trav�s
del 11 de septiembre y de la Patriot Act.
�
En resumen, el ataque de Moyers contra el gobierno secreto se limitaba en gran parte a lo que ya se
sab�a. As� que Moyers no se aventur� a entrar en el terreno de la pol�tica
profunda.
M�s recientemente, el profesor Lance deHaven-Smith propuso el concepto de
Cr�menes de Estado contra la Democracia (CED o
SCAD [siglas en ingl�s] de
State Crimes Against Democracy).
�
Algunos de mis amigos han retomado ese
concepto dentro del movimiento por la verdad sobre el 11 de septiembre,
entre ellos Peter Phillips y Mickey Huff.
�
El profesor deHaven-Smith
clasifica como CED,
"acciones o inacciones concertadas entre miembros del
gobierno [,] destinadas a manipular los procesos democr�ticos y a sabotear
la soberan�a popular". [59]
Una de las grandes ventajas de la hip�tesis de los CED es que,
contrariamente a lo que ha sucedido con mi trabajo, varias revistas
acad�micas han hablado de ella - rompiendo as� una especie de "barrera del
sonido".
�
Pero la expresi�n "cr�menes de Estado" me plantea un problema. Por
un lado, yo dir�a que el Estado, o algunos de sus componentes, son a menudo
v�ctimas de los acontecimientos profundos, como el 19 de abril y el 11 de
septiembre.
�
Por otro lado, yo veo fundamentalmente al Estado como un garante
de la democracia y no s�lo como un enemigo de ella.
Estoy de acuerdo con el hecho que algunos miembros del gobierno desempe�an,
en efecto, un papel importante en esos acontecimientos e incluso he
analizado a algunos en los p�rrafos anteriores. Pienso, sin embargo, que es
enga�oso atribuir esos cr�menes al Estado en su conjunto.
�
En efecto, si un
empleado de banco abre la puerta a un grupo de asaltantes, el resultado ser�
un asalto, pero no realizado por el banco aunque puede calificarse de "complot interno".
El an�lisis de los CED es mucho m�s �til y complejo de lo que puedo explicar
aqu� y seguir� aprendiendo de quienes lo desarrollan.
�
Pero esta teor�a no
tiene que ver con la pol�tica profunda. La lista de CED elaborada por el
profesor deHaven-Smith incluye "las guerras secretas en Laos y Cambodia" que,
m�s que acontecimientos, son dos decisiones pol�ticas sobre las que sabemos
que fueron tomadas en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
�
Aunque en aquella
�poca eran operaciones clandestinas y m�s que seguramente ilegales, nada
ten�an de misteriosas cuando se dieron a conocer. Por su naturaleza no eran
verdaderamente "profundas".
En mi opini�n, la presentaci�n de los CED como una lucha entre el Estado y
la democracia simplifica demasiado ambos conceptos y subestima sus
contradicciones internas, contrariamente al programa de televisi�n de Bill
Moyers.
�
Despu�s de todo, la democracia es una forma de Estado en la que la
libertad y las prerrogativas del pueblo est�n constitucionalmente
garantizadas por las autoridades estatales (o por lo que yo llamo el Estado
p�blico). Al menos uno de los CED analizados por el profesor deHaven-Smith - el asesinato de JFK
- deber�a ser considerado m�s l�gicamente como un crimen
perpetrado en contra del Estado, m�s que por el Estado.
Peter Phillips y Mickey Huff parecen reconocer ese problema. Ellos no
incluyen el asesinato de JFK en su lista de CED. [60]
�
Sin embargo, esa
omisi�n da lugar a una distinci�n artificial entre ese homicidio y otros
acontecimientos profundos - como los asesinatos de Martin Luther King y de
Robert Kennedy - que son, en mi opini�n, s�ntomas de un mismo s�ndrome.
En resumen, estoy convencido de la importancia crucial de una distinci�n que
no aparece en el an�lisis de los CED.
�
Se trata de la diferencia entre el
Estado p�blico - ostensiblemente dedicado a favorecer el bienestar, los
derechos y las prerrogativas del pueblo - y esa banda de poderes no oficiales
que se mueven tanto dentro como fuera del gobierno, lo que de forma poco
h�bil he llamado el Estado profundo.
�
A lo largo de medio siglo, este ha
venido debilitando el poder civil progresista y persuasivo. Poco a poco ha
ido reemplaz�ndolo por un poder violento, aut�nomo, extraconstitucional e
irrestricto.
Mi �ltima objeci�n al an�lisis de los CED es de car�cter pr�ctico.
�
En efecto,
si el Estado es el autor de esos cr�menes, el trabajo de los cr�ticos debe
consistir en movilizar contra �l a la opini�n p�blica. Lo cual hace el juego
a las pol�ticas libertarianas de quienes - como Alex Jones y otros ardientes
defensores de la Segunda Enmienda - sienten una profunda desconfianza hacia
el Estado p�blico en su conjunto y no s�lo hacia sus agencias clandestinas.
�
El an�lisis del profesor deHaven-Smith no implica solamente a estas �ltimas
sino a todo el gobierno de los Estados Unidos, y quiz�s incluso a los
tribunales en particular.
�
(En respaldo a esa acusaci�n se�ala el acto
inhabitual de la Corte Suprema que, en 2000, puso a George W. Bush en la
presidencia, con 5 votos a favor y 4 en contra.)
Sin embargo, una estrategia cuyo objetivo es atacar al Estado en su conjunto
me parece un ejemplo de pol�tica derrotista. Sobre ese aspecto podemos
aclarar, una vez m�s, nuestras ideas mediante el estudio de la estrategia de
la tensi�n aplicada en Italia, que constituye una tenebrosa historia de
terrorismo ciego con un desenlace m�s feliz.
�
En efecto, los atentados con
bombas perpetrados en Italia dejaron de producirse, despu�s del atentado de
la estaci�n de Bolonia, en 1980.
�
Este cese de la violencia se debi� a una
serie de investigaciones en�rgicas y valientes, realizadas primeramente por
periodistas, despu�s por comisiones parlamentarias y, finalmente, por los
tribunales como el que dirigi� el juez Imposimato, que tambi�n investig� el
asesinato del primer ministre italiano Aldo Moro y el intento de asesinato
contra el papa Juan Pablo II.
�
No fue f�cil lograr el triunfo de la verdad
ante la violencia. Periodistas, parlamentarios y por lo menos un juez lo
pagaron con la vida. Pero fue una clara victoria de algunos contrapoderes
oficiales contra una parte del Estado.
El ejemplo italiano demuestra que las fuerzas oscuras que se mueven tras una
estrategia de la tensi�n no son invencibles.
�
Sugiere tambi�n que, para
vencer al Estado profundo, la sociedad civil tendr� que aliarse a los
sectores del Estado que pudieran ser finalmente movilizados para favorecer
la b�squeda de la verdad.
Si este ensayo contribuye a que se alcance ese objetivo, ello querr� decir
que otras personas habr�n seguido las pistas investigativas definidas en
este trabajo. No pretendo llegar a comprender yo solo la verdad sobre esos
acontecimientos profundos estructurales.
�
Pero s� espero haber logrado
se�alar algunas de las direcciones que deber�an seguir las futuras
investigaciones.
�
�
�
�
Referencias
-
Peter Dale
Scott, "El
�Proyecto Juicio Final� y los eventos profundos: el asesinato de
JFK, el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre", Red
Voltaire, 26 de enero de 2012.
-
Daniele
Ganser,
Les Arm�es Secr�tes de l�OTAN: R�seaux Stay Behind, Op�ration Gladio
et Terrorisme en Europe de l�Ouest (�ditions Demi-Lune,
Plogastel-Saint-Germain, 2011 [segunda edici�n]); Philip Willan,
Puppetmasters: The Political Use of Terrorism in Italy
(Constable, Londres, 1991).
-
Vincenzo
Vinciguerra, "Strage
di Piazza Fontana spunta un agente USA", La Repubblica,
11 de febrero de 1998.
-
"Secret
agents, freemasons, fascists� and a top-level campaign of political
�destabilisation�", The Guardian, 5 de diciembre de 1990;
citado en Daniele Ganser,
Les Arm�es Secr�tes de l�OTAN, pp.30-31.
-
Ganser,
ibidem, pp.179-207, pp.307-32.
-
Peter Dale
Scott,
La Route vers le Nouveau D�sordre Mondial (50 ans d�ambitions
secr�tes des �tats-Unis) (�ditions Demi-Lune, Paris, 2010),
p.254. Cf. Ganser,
Les Arm�es Secr�tes de l�OTAN, p.29.
-
Ganser,
Les Arm�es Secr�tes de l�OTAN, p.54, citando El Pa�s,
26 de noviembre de 1990.
-
Tunander, "The
War on Terror", p.164.
-
Cf. Peter
Dale Scott,
La Machine de guerre am�ricaine: La politique profonde, la drogue,
la CIA, l�Afghanistan� (�ditions Demi-Lune, Plogastel-Saint-Germain,
2012), p.62: "En febrero de 1989, el fiscal especial italiano
Domenico Sica afirm� que la responsabilidad de ciertos atentados en
la anterior d�cada era de la mafia �lo que yo llamo la conexi�n
narc�tica global [�]".
-
Ganser,
Les Arm�es Secr�tes de l�OTAN, pp.179-207, pp.307-32.
-
Scott Shane,
"C.I.A.
Is Still Cagey About Oswald Mystery", New York Times, 16
de octubre de 2009. Para mi an�lisis de las profundas similitudes
entre el 22 de noviembre y el 11 de septiembre, ver Peter Dale
Scott, The War Conspiracy: JFK, 9/11, and the Deep Politics of
War (The Mary Ferrell Foundation, Ipswich, MA, 2008), pp.341-96.
-
Ver Casa
Blanca, "Message
from the President Regarding the Continuation of the National
Emergency with Respect to Certain Terrorist Attacks", 11 de
septiembre de 2012.
-
Sobre mi
utilizaci�n ambivalente de la expresi�n "Estado profundo",
ver Scott,
La Machine de guerre am�ricaine, pp.48-49.
-
Para una
introducci�n a ese documental, ver "A
Noble Lie: Oklahoma City 1995 with James Lane and Chris Emery",
Alex Jones Channel, 16 de diciembre de 2011.
-
General
Benton K. Partin, carta a los miembros del Congreso, 17 de mayo de
1995; citado en David Hoffman,
The Oklahoma City Bombing and the Politics of Terror (Feral
House, Los Angeles, 1998). Samuel Cohen, otro experto en explosivos,
escribi� a un miembro del Congreso estadounidense que "hubiese
sido absolutamente imposible �y contrario a las leyes de la
naturaleza� que un cami�n cargado de fertilizante y gasolina hiciese
caer el edificio [�] sea cual sea la cantidad [de esos productos
explosivos]" (ibidem). El cami�n portador de una bomba
[fabricada con nitrato de amonio que explot� frente a la oficina del
primer ministro noruego parece corroborar las hip�tesis de Partin y
Cohen. En efecto, la bomba utilizada por Breivik rompi� cristales
pero no caus� ning�n da�o estructural al edificio.
-
9/11: Explosive Evidence � Experts Speak Out, documental
realizado por la asociaci�n AE911Truth, transmitido el 16 de
septiembre de 2012 por el canal de televisi�n estadounidense PBS
Ver aqu� una presentaci�n de ese documental en el sitio web de la
asociaci�n ReOpen911; Cf.
William Christison (ex alto responsable de la CIA, "Stop
Belittling the Theories About September 11",
Dissident Voice, 14 de agosto de 2006: Los edificios del
World Trade Center fueron "muy probablemente destruidos por
cargas [explosivas] de demolici�n controlada instaladas dentro de
los edificios".
-
Charles
Doyle, "Antiterrorism
and Effective Death Penalty Act of 1996: A Summary",
Federation of American Scientists, 3 de junio de 1996. En un
memor�ndum de diciembre del a�o 2000, Richard Clarke confirm� que
esa ayuda proven�a en aquel entonces del "Centro de
Contraterrorismo de la CIA [CTC] y del Programa Antiterrorista [del
Departamento de Estado] (ATA)".
-
Peter Dale
Scott, "La
CIA, el 11 de septiembre, Afganist�n y el Asia Central", Red
Voltaire, 28 de septiembre de 2012; citando a Anthony Summers y
Robbyn Swan, The Eleventh Day (Ballantine Books, New York,
2011), p.396.
-
Scott, "La
CIA, le 11-Septembre, l�Afghanistan et l�Asie centrale: Le lancement
de la guerre de terreur des �tats-Unis". Esa retenci�n de
informaci�n tiene un importante precedente en 1963. Se trata de la
obstrucci�n que la CIA organiz� en contra del FBI. En efecto,
durante las semanas que antecedieron el asesinato de JFK, la CIA
ocult� al FBI gran cantidad de informaci�n fundamental sobre Lee
Harvey Oswald.
-
Peter Dale
Scott, Deep Politics and the Death of JFK, p.280; citado en
Scott, "El
�Proyecto Juicio Final� y los eventos profundos: el asesinato de JFK,
el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre".
-
Church
Committee, "Report,
Book III � Supplementary Detailed Staff Reports on Intelligence
Activities and the Rights of Americans", p.682.
-
Nate Jones,
"Document
Friday: �Garden Plot�: The Army�s Emergency Plan to Restore �Law and
Order� to America", National Security Archive, 11 de agosto de
2011.
-
Public
Law 90-331 (18 U.S.C. 3056); conversaci�n en Peter Dale Scott,
Paul L. Hoch y Russell Stetler, The Assassinations: Dallas and
Beyond (Random House, New York, 1976), 443-46; citado en Scott,
"El
�Proyecto Juicio Final� y los eventos profundos: el asesinato de JFK,
el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre".
-
Agentes de
la DIA [Defense Intelligence Agency, la Agencia de
Inteligencia del Departamento de Defensa.] apoyaban al Secret
Service y, en aquella �poca, su n�mero aumentaba dr�sticamente.
El Washington Star explicar�a m�s tarde que "la importante
extensi�n de la b�squeda de informaci�n de inteligencia [por parte
del Ej�rcito] [�] no comenz� hasta despu�s del asesinato a tiros del
reverendo Martin Luther King" (Washington Star, 6 de
diciembre de 1970; reimpreso en Federal Data Banks Hearings,
p.1728); citado en Scott, "El
�Proyecto Juicio Final� y los eventos profundos: el asesinato de JFK,
el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre".
-
George
O�Toole, The Private Sector (Norton, New York, 1978), p.145,
citado en Scott, Deep Politics and the Death of JFK,
pp.278-79; tambi�n citado en Scott, "El
�Proyecto Juicio Final� y los eventos profundos: el asesinato de JFK,
el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre".
-
Peter Dale
Scott, "Overview:
The CIA, the Drug Traffic, and Oswald in Mexico", History
Matters; citando a Michael Beschloss (director del libro,
Taking Charge: The Johnson White House Tapes, 1963-1964 (Simon &
Schuster, 1997), New York, p.22. Los relatos "primarios",
seguidos de desmentidos medi�ticos "secundarios", han seguido
saliendo a la luz hasta el d�a de hoy. El m�s reciente fue la
publicaci�n, en 2012, por el ex oficial de la CIA Brian Latell, de
una alegaci�n proveniente de un informante seg�n la cual Fidel
Castro sab�a de antemano que JFK ser�a asesinado en Dallas (Brian
Latell, Castro�s Secrets: The CIA and Cuba�s Intelligence Machine
[Palgrave Macmillan, New York, 2012]).
-
"The
Iraq Connection", Wall Street Journal, 5 de septiembre de
2002; "Take
AIM: Jayna Davis on OKC Third Terrorist", AIM.org. Cf.
Dana Rohrabacher, Informe del Presidente de la Subcomisi�n de
Investigaci�n y Supervisi�n de la Comisi�n de Relaciones
Internacionales de la C�mara de Representantes "The
Oklahoma City Bombing: Was There A Foreign Connection?", 26 de
diciembre de 2006.
-
Richard
Clarke, Against All Enemies: Inside America�s War on Terror
(Free Press, New York, 2004), pp.97-99.
-
Jim
Naureckas, "The
Oklahoma City Bombing: The Jihad That Wasn�t", Extra! (Fair.org),
julio-agosto de 1995.
-
Jayna Davis,
The Third Terrorist: The Middle East Connection to the Oklahoma
City Bombing (Thomas Nelson, Nashville TN, 2004); Dana
Rohrabacher, Informe del presidente de la Subcomisi�n de
Investigaci�n y Supervisi�n de la Comisi�n de Relaciones
Internacionales de la C�mara de Representantes, "The
Oklahoma City Bombing: Was There A Foreign Connection?", 26 de
diciembre de 2006.
-
Clarke,
Against All Enemies, p. 167.
-
Tim Weiner,
"Pentagon
Book for Doomsday Is to Be Closed", New York Times, 17 de
abril de 1994. Citado en Scott,
La Route vers le Nouveau D�sordre Mondial, p.260-61.
-
Andrew
Cockburn, Rumsfeld: His Rise, Fall, and Catastrophic Legacy (Scribner,
New York, 2007), p.88 ; citado en Scott,
La Route vers le Nouveau D�sordre Mondial, p.261.
-
Scott, "El
�Proyecto Juicio Final� y los eventos profundos: el asesinato de JFK,
el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre".
-
En la
actualidad, a menudo observamos acontecimientos profundos que
implican a informantes. Mientras escribo estas l�neas, los titulares
hablan de una ola de violencia en el mundo musulm�n. Esa violencia
se desat� a ra�z de un largometraje islamof�bico especialmente
abyecto cuyos autores admiten que se trat� de una provocaci�n
deliberada (Sheila Musaji, "The
Tragic Consequences of Extremism", The American Muslim,
14 de septiembre de 2012). Posteriormente, no me sorprendi� leer que
Nakoula Nakoula, uno de los responsables del largometraje, fue
tambi�n informante federal (�Producer
Of Anti-Islam Film Was Fed Snitch", The Smoking Gun, 14
de septiembre de 2012). Como ya escrib� en mi cuenta de Facebook,
"pienso que deber�amos evitar las conclusiones apresuradas ahora
que Nakoula Nakoula, uno de los que concibieron el film, resulta ser
un informante del gobierno. Pero esa informaci�n complica tanto las
bambalinas de ese supuesto �film amateur� que refuerza mi hip�tesis
inicial; en otras palabras, puede tratarse de otro acontecimiento
profundo (correspondiente a la definici�n que explico en mi libro
La Machine de guerre am�ricaine)."
-
Scott,
La Route vers le Nouveau D�sordre Mondial, pp.213-225.
-
Scott,
The War Conspiracy, pp.355-56, pp.357-63 (�Le r�le des agents
doubles"); Cf. Scott, Deep Politics and the Death of JFK,
pp.247-53, pp.257-60.
-
Ver de
Anthony Summers, Official and Confidential: The Secret Life of J.
Edgar Hoover (PocketBooks, New York, 1994), cap�tulo.29, n4; de
Harrison E. Livingstone, The Radical Right and the Murder of John
F. Kennedy (Trafford, Bloomington, IN, 2006), p.131 (Oswald); de
Lawrence Wright, "The
Agent", The New Yorker, 10-17 de julio de 2006, p.68; cf.
Wright, Looming Tower, pp.339-44 (al-Hazmi y al-Mihdhar).
-
Esa
hip�tesis corresponde a otras caracter�sticas de McVeigh, t�picas de
lo que yo hab�a definido anteriormente como el estereotipo del
culpable designado. Una de esas caracter�sticas es la incre�ble
facilidad con la que McVeigh fue r�pidamente arrestado, mientras
conduc�a un veh�culo sin placas de inmatriculaci�n. En 20008, yo
comparaba a Oswald con los presuntos secuestradores a�reos del 11 de
septiembre en el trabajo: "�" (Scott, The War Conspiracy,
pp.347-49). David Hammer, quien se hallaba en el corredor de la
muerte con McVeigh, escribi� que este �ltimo le dijo repetidamente
que �l era un agente federal infiltrado que estaba participando en
una operaci�n tendiente a la localizaci�n de activistas de extrema
derecha. Ver, de David Paul Hammer, Deadly Secrets: Timothy
McVeigh and the Oklahoma City Bombing (AuthorHouse, Bloomington,
IN, 2010).
-
Jefferson
Morley y Michael Scott, Our Man in Mexico: Winston Scott and the
Hidden History of the CIA (University of Kansas Press, Lawrence,
Kansas, 2008) [sobre el 22 de noviembre]; Kevin Fenton,
Disconnecting the Dots (Trine Day, Walterville, OR, 2011) [sobre
el 11 de septiembre].
-
J.M. Berger,
"Patriot
Games: How the FBI spent a decade hunting white supremacists and
missed Timothy McVeigh", Foreign Policy, 18 de abril de
2012.
-
"Primeramente
creada por Tom Posey en el marco de la Civilian Military Assistance
(CMA), esa facci�n operaba como un ala clandestina de los Contras,
la red ilegal de la administraci�n Reagan. La CMA de Posey comenz�
como un complemento del Ku Klux Klan de Alabama. Despu�s empez� a
hacerse activa en el contrabando de armas hacia Centroam�rica, con
el respaldo de una operaci�n de la Agencia de Inteligencia del
Departamento de Defensa [DIA] [operaci�n] designada �Yellow Fruit�.
Posteriormente se acus� a la CMA de haber violado la Neutrality Act
con sus actividades de tr�fico de armas. Varios responsables del
equipo de North y de la administraci�n Reagan participaron en el
juicio y las acusaciones acabaron siendo abandonadas por extra�as
razones. Seg�n ellos, la Neutrality Act se aplicaba �nicamente en
tiempo de paz, pero ellos consideraban que la operaci�n de los
Contras era el equivalente de un estado de guerra formal." (Paul
de Armond, "Racist
Origins of Border Militias").
-
"John
McCain has worked with white racists before", Daily Kos,
12 de octubre de 2008. No he podido determinar si fue a Tom Posey a
quien David Koch nombr� "Tesorero de sus ciudadanos por una
econom�a sana" (Treasurer of his Citizens for a Sound Economy).
Cf. "Tom
Posey, KKK, Koch Brothers, CSE".
-
J.M. Berger,
"Patriot
Games: How the FBI spent a decade hunting white supremacists and
missed Timothy McVeigh", Foreign Policy, 18 de abril de
2012.
-
John Berger,
"Witness
Mahon Claimed He Was Third Man in Oklahoma City Bombing",
Intelwire, 10 de enero de 2012.
-
Cf. Dana
Rohrabacher, Informe del Presidente de la Subcomisi�n de
Investigaci�n de la Comisi�n de Relaciones Internacionales de la
C�mara de Representantes, "The
Oklahoma City Bombing: Was There A Foreign Connection?", 26 de
diciembre de 2006.
-
Sobre
Strassmeir y su papel de agente de inteligencia, ver por ejemplo el
informe de investigaci�n preparado por el representante de Oklahoma
Charles Key en Comisi�n de Investigaci�n sobre el atentado de
Oklahoma City, Final Report, pp.460-62; David Hoffman, The
Oklahoma City Bombing and the Politics of Terror (Feral House,
Venice City, CA, 1998), pp.121-47.
-
�Athan
G. Theoharis, The FBI: A Comprehensive Reference Guide (Oryx
Press, Ph�nix, AZ, 1999), p.94.
-
Ralph
Blumenthal, "Tapes
Depict Proposal to Thwart Bomb Used in Trade Center Blast",
New York Times, 28 de octubre de 1993.
-
"Top
Italian Judge Refers 9/11 to International Criminal Court",
Aangirfan, 11 de septiembre de 2012. En franc�s: "EXCLUSIF:
Un haut magistrat italien va d�noncer les USA devant le Tribunal
p�nal international de La Haye: �Ils savaient pour le 11-Septembre�".
En espa�ol: "EXCLUSIVO: Alto magistrado italiano denunciar� a
Estados Unidos ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya: �Ellos
sab�an [de antemano] lo del 11 de septiembre�", ReOpen911.info,
15 de octubre de 2011.
-
Scott,
La Route vers le Nouveau D�sordre Mondial, pp.213-225.
Antes y despu�s de 1993, al igual que antes y despu�s de 2001, el
fiscal estadounidense Patrick Fitzgerald desempe�� un papel crucial
en el ocultamiento de la verdad. Scott, ibidem, p.214-15,
pp.218-23; Peter Lance, Triple Cross (Regan/HarperCollins,
New York, 2006), pp.219-23, pp.274-79, pp.298-301, pp.317-18,
pp.358-64, etc.
-
Scott,
La Machine de guerre am�ricaine, pp.48-49.
-
Bill Moyers,
The Secret Government, PBS, 1987.
-
Peter Dale
Scott, "Northwards without North", Social Justice (verano de
1989); versi�n revisada: "North,
Iran-Contras, and the Doomsday Project: The Original Congressional
Cover Up of Continuity-of-Government Planning", Asia-Pacific
Journal: Japan Focus, 21 de febrero de 2011.
-
Ver, por
ejemplo: Tim Weiner, Legacy of Ashes (Doubleday, New York,
2007), pp.396-404; Scott y Marshall, Cocaine Politics,
pp.125-64 [Posey].
-
Las acciones
ilegales de Oliver North acabaron movilizando a c�lebres traficantes
de droga para respaldar a los Contras. Entre sus asociados m�s
dudosos se hallaba la CMA, el grupo paramilitar nacionalista de Tom
Posey. Esa organizaci�n se convirti� posteriormente en uno de los
principales blancos de la operaci�n PATCON (Berger, "Patriot
Games").
-
Sobre la
distinci�n entre los comerciantes (traders) y los guerreros (warriors
o "prusianos"), ver Michael Klare, Beyond the �Vietnam
Syndrome� (Institute for Policy Studies, Washington, D.C, 1981);
Peter Dale Scott, "Korea
(1950), the Tonkin Gulf Incident, and 9/11: Deep Events in Recent
American History", The Asia-Pacific Journal: Japan Focus,
22 de junio de 2008.
-
Tengo una
experiencia personal al respecto: Durante una discusi�n sobre el
Ir�ngate en un c�rculo de reflexi�n basado en Washington, los dos
productores del programa de Moyers me filmaron por largo tiempo. Una
semana antes de la transmisi�n del programa por el canal PBS, me
garantizaron que yo iba a aparecer en �l. Pero al final lo �nico que
se vio de mi participaci�n en aquella discusi�n fue mi antebrazo.
Fue lo que se vio en una extra�a foto del grupo de participantes en
aquel c�rculo de reflexi�n, que estaban sentados alrededor de una
mesa de conferencias. En aquella �poca, mis investigaciones se
concentraban en las actividades de George Bush [padre] y de Oliver
North, de este �ltimo se sospechaba por entonces que hab�a preparado
planes que inclu�an la "suspensi�n de la Constituci�n". Las
diferentes comisiones del Congreso, al igual que el programa
televisivo de Moyers, nunca investigaron esas actividades. Ver
Scott, "North,
Iran-Contra, and the Doomsday Project: The Original Congressional
Cover Up of Continuity-of-Government Planning", The
Asia-Pacific Journal: Japan Focus, 21 de febrero de 2011.
-
Lance
deHaven-Smith, "Beyond
Conspiracy Theory: Patterns of High Crime in American Government",
American Behavioral Scientist, p.53, p.796; citando a Lance
deHaven-Smith, "When
political crimes are inside jobs: Detecting state crimes against
democracy", Administrative Theory & Praxis, p.28 (3).
-
Peter
Phillips et Mickey Huff, "State
Crimes Against Democracy", Media Freedom International, 2
mars 2010.