por Manuel Freytas

09 Abril 2013
del Sitio Web IARNoticias

Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia

y comunicaci�n estrat�gica.

Es uno de los autores m�s difundidos y referenciados en la Web.



Los nuevos hornos crematorios de "poblaci�n sobrante"

operan y est�n activados durante las 24 horas del d�a.

Son completamente invisibles porque el sistema (los gobiernos, la prensa y la poblaci�n mundial) son indiferentes a su ejecuci�n

y no los registran en las estad�sticas.

No se trata de Hitler, sino de los nuevos

laboratorios militares experimentales de "soluci�n final".

El humano, un animal supuestamente racional, hoy formado mental y psicol�gicamente por los programas y las pensamientos de acci�n del sistema capitalista que gobierna el planeta, es el �nico esp�cimen que desarroll� una estrategia y un plan de acci�n para dominar, controlar, y explotar a sus semejantes ejecutando pol�ticas de extermino social y de rapi�a medio ambiental m�s all� de sus necesidades individuales.

En perspectiva cient�fica, el humano (formado por sistema capitalista) es un depredador en gran escala que, a diferencia de las otras especies, ya no mata por supervivencia, sino por construcci�n de dominio econ�mico, pol�tico y social.


Dentro de los par�metros funcionales del sistema capitalista (establecido como "civilizaci�n �nica") la "poblaci�n sobrante" son las masas expulsadas del circuito del consumo como emergente hist�rico de la din�mica de concentraci�n de riqueza en pocas manos.

Estas masas, que se multiplican por las periferias de Asia, �frica y Am�rica Latina, no re�nen los est�ndares del consumo b�sico (supervivencia m�nima) que requiere la estructura funcional del sistema para generar rentabilidad y nuevos ciclos de concentraci�n de activos empresariales y fortunas personales.

Adem�s, esa masas expulsadas del circuito del consumo, requieren (para darle una pantalla "compasiva" al sistema) de una estructura "asistencialista" compuesta por la Organizaci�n de Naciones Unidas (ONU) y las organizaciones internacionales que representan una carga y un "pasivo indeseable" en los balances de gobiernos y empresas trasnacionales a escala global.

Dentro del mercado y de la sociedad de consumo capitalista, la l�gica de producci�n no se mide por la satisfacci�n de las necesidades b�sicas de la sociedad (comida, vivienda salud, educaci�n etc.) sino por los par�metros de optimizaci�n de la rentabilidad privada.

La producci�n de bienes y servicios (esenciales para la supervivencia) controlada por el capitalismo est� socializada, pero su utilizaci�n est� privatizada: No responde a fines sociales de distribuci�n equitativa de la riqueza producida por el trabajo social sino a objetivos de b�squeda de rentabilidad capitalista privada.

El objetivo estrat�gico central del sistema (su l�gica y esencia funcional) est� motorizado, en primer t�rmino, por la b�squeda de la rentabilidad para sus empresas y bancos transnacionales, su columna vertebral ejecutora de sistema econ�mico dominante a escala planetaria.

Esta din�mica - hist�ricamente probada - genera un resultante contradictorio:

Achicamiento del consumo, concentraci�n de riqueza en pocas manos, y expulsi�n del circuito del consumo y de la supervivencia de miles de millones de personas.

La poblaci�n del mundo ya supera los 7.000 millones de personas, de la cuales s�lo alrededor de 500 millones, las "clases altas" (ricos y s�per ricos) se ubican en el status de "nivel �ptimo" de consumo que requieren las necesidades operativas de rentabilidad de los bancos y empresas que hegemonizan la industria, el comercio y las finanzas del sistema capitalista impuesto a escala global.

Fuera de este tri�ngulo del "consumo �ptimo", compuesto en su v�rtice por el segmento de los ricos y "s�per-ricos", alimentado por el sector concentrador de riqueza a escala global, se encuentran otros 2.500 millones de personas, las que (sin llegar al "consumo �ptimo" de los "s�per ricos") desarrollan un "consumo regular" de los bienes y servicios producidos y ofertados (para quien pague por ellos) por la estructura productiva capitalista.

Este sector est� formado por los sectores llamados "clases medias" (en estratos de "alta" a "baja") que se ubican en el medio de la pir�mide de la sociedad de consumo capitalista, tanto en los pa�ses centrales como en las �reas perif�ricas, emergentes o subdesarrolladas, de Asia, �frica y Am�rica Latina.

Debajo de estos segmentos, hay una franja de poblaci�n de aproximadamente 3.500 millones de personas que oscilan entre la "pobreza estructural" (no cubren sus necesidades b�sicas) y la "indigencia" (carentes de medios de supervivencia), que conforman una "masa cr�tica" de expulsados del circuito del mercado masivo del consumo.

"Pobres estructurales" e "indigentes", marcan las fronteras de la exclusi�n social, y son el producto hist�rico m�s representativo, el emergente social de un sistema econ�mico que no produce con fines sociales sino con fines de rentabilidad individual conseguida con la explotaci�n del trabajo social.

Como el sistema dominante solo produce para quien pueda pagar por los bienes y servicios, esta masa expulsada del circuito del consumo (por la din�mica concentradora de riqueza en pocas manos) le "sobra" al sistema capitalista, y s�lo una cantidad reducida (la masa integrada que va quedando detr�s de las expulsiones peri�dicas) le produce ganancia a las grandes empresas y bancos transnacionales que controlan todos los eslabones del mercado y la producci�n mundial.

Y esta expulsi�n sistem�tica de los par�metros de supervivencia humana arroja un resultado:

Seg�n la ONU, en el mundo ya hay m�s de 3.000 millones de personas que padecen hambre, pobreza o desnutrici�n, la cifra m�s alta de la historia, cerca de la mitad de la poblaci�n mundial, que hoy ya se estima en alrededor de 7.000 millones de personas.

Seg�n la ONU, con "menos del 1%" de los fondos econ�micos que han utilizado los gobiernos capitalistas centrales para salvar al sistema financiero global (bancos y empresas que han desatado la crisis econ�mica), se podr�a resolver la calamidad y el sufrimiento de los miles de millones que son v�ctimas de la hambruna a escala mundial.

�Y porqu� no se hace? Por una raz�n de fondo:

Los pobres, los desamparados, la "poblaci�n sobrante", no son un "producto rentable" para el sistema capitalista.

No consumen, o lo poco que pueden consumir para supervivir en escalas marginales, no alcanza para mantener los est�ndares de rentabilidad que requiere el aparato productivo y la sociedad de consumo capitalista.

Por lo tanto, la f�brica de "poblaci�n sobrante" del sistema capitalista, genera como emergente m�s inmediato bolsones de rebeli�n y de estallidos sociales que se potencian a niveles impensables dentro del colapso econ�mico financiero desatado a escala mundial.


La "soluci�n malthusiana"

  • �Qu� hacer con la "poblaci�n sobrante", con los pobres, con los desintegrados expulsados del mercado del consumo capitalista?

  • �Pueden volver a ser incluirlos dentro del mercado como consumidores regulares?

Para los expertos, en la actual configuraci�n del sistema productivo mundial (s�lo orientado al segmento de los que pueden pagar) es l�gicamente improbable (sino imposible) reincorporar a la masa de "poblaci�n sobrante" que s�lo podr�a realizarse por medio de la "socializaci�n" del producido de riqueza mundial.

Algo imposible de realizar dentro de los par�metros de rentabilidad privada que rige la estructura capitalista privada nivelada para todo el planeta.


�Y que va a pasar cuando los pobres y los hambrientos, empiecen a estallar como una masa de rebeli�n violenta por las �reas emergentes y subdesarrolladas del sistema a escala global?

El sistema, m�s all� de un asistencialismo superficial, no est� dise�ado ni preparado para cubrir contingencias alimentarias a gran escala como ya se verific� con la crisis alimentaria producida por la suba de alimentos en el 2008.

En la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria que se celebr� en Roma, en noviembre pasado, el director general de la Organizaci�n para la Agricultura y la Alimentaci�n (FAO) de Naciones Unidas, Jacques Diouf, ante la ausencia de los l�deres pol�ticos de los pa�ses ricos, se�al�,

�"el problema del hambre no es una prioridad para los pa�ses m�s ricos".

El fracaso reiterado de las cumbres por la soluci�n de la pobreza y del hambre, revela por si solo que los pobres y hambrientos del mundo (por una estricta valoraci�n de la ecuaci�n "costo-beneficio" capitalista) ya fueron abandonados a su suerte y condenados a muerte sin juicio previo.

El capitalismo, est� probado, carece de una salida inclusiva y tambi�n de una salida asistencialista para la masa de poblaci�n sobrante que se incrementa aceleradamente con la crisis econ�mica del sistema.

Pague o haga dieta: Parece ser la receta final del sistema capitalista para la masa mundial de poblaci�n sobrante, empobrecida y hambrienta, que permanece fuera del mercado del consumo.

  • �Qu� hacer con los pobres y hambrientos que pueden marchar en una rebeli�n sangrienta y desesperada hacia la conquista de comida por la fuerza en las grandes urbes?

  • �Si el sistema no los puede incluir cu�l es la soluci�n?

Aqu� llegamos al punto de "soluci�n malthusiana" m�s descarnada.

Si el sistema capitalista no los puede incluir y quiere sobrevivir, evitando una masiva rebeli�n de los pobres atacando sus metr�polis, por l�gica, tiene que buscar y concretar una nueva forma quir�rgica de exterminarlos sin dejar rastro.

�Nuevos hornos crematorios de "soluci�n final" en gran escala?


Laboratorios experimentales

Como principio experimental, los nuevos hornos crematorios de "poblaci�n sobrante" ahora cambiaron de denominaci�n. Ya no se llaman hornos crematorios sino "guerra contraterrorista".

Bajo esa denominaci�n, desde el 2001, funcionan operaciones militares de exterminio masivo que abarcan �reas estrat�gicas de "poblaci�n sobrante" de Asia, �frica y Medio Oriente.


Los nuevos hornos crematorios son los bombardeos masivos a supuestos b�nkeres de "terroristas" situados en �reas densamente pobladas de poblaciones civiles habitadas por pobres y marginales, conformados como nuevos laboratorios experimentales de "soluci�n final" (incorporada) para contener las futuras rebeliones de hambrientos.

En Irak, distintas organizaciones internacionales estiman en m�s de un mill�n los muertos desde la ocupaci�n, en Afganist�n, las victimas se cuentan por centenares de miles en los distintos frentes militares imperiales de Asia y �frica, las v�ctimas se suman por decenas de miles.

Los exterminios militares continuados de Israel en Gaza y en L�bano, son apenas la punta de un iceberg de un genocidio en alta escala de "poblaci�n sobrante" que desde el 2001, y en nombre de la "guerra contraterrorista", ha masacrado a millones de seres humanos en las �reas subdesarrolladas y pobres de Asia, �frica y Medio Oriente.

Las matanzas son diarias, sistem�ticas, continuas, y nadie las contabiliza en una estad�stica general que seguramente sorprender�a y shockear�a por la intensidad num�rica de las masacres que se suman ante la indiferencia mundial de gobiernos y de las sociedades idiotizadas y alienadas por la estructura medi�tica.

Mientras la poblaci�n "incluida" goza de espect�culos, consume productos y depresi�n individualista, y vive sus problemas como el fin de la historia, hay una maquinaria militar aceitada que ejecuta "poblaci�n sobrante" durante las 24 horas del d�a.

Esta nueva "soluci�n final" maltushiana aplicada militarmente, que evoluciona de lo simple a lo complejo, tiene un clara l�nea de ejecuci�n y continuidad en los procesos de ocupaci�n militar (Irak y Afganist�n) y en los distintos escenarios de "guerra contra el terrorismo" en Asia, �frica y Medio Oriente.

L�bano, Irak, Gaza, Afganist�n, Irak, Pakist�n, Sud�n, Somalia, entre otros (al margen de los objetivos geopol�ticos y militares que representan dentro del tablero de la guerra intercapitalista por el apoderamiento del petr�leo y de los recursos estrat�gicos), son teatros experimentales de exterminio militar en masa de "poblaci�n sobrante" que funcionan bajo la car�tula operativa de la "guerra contra el terrorismo".

Bajo la total indiferencia de la poblaci�n mundial "incluida", casi a diario, y en nombre de la "guerra contraterrorista", se registran matanzas militares de "poblaci�n sobrante" que son tomadas como un "hecho natural" por la prensa del sistema.

  • Gaza

  • L�bano

  • Afganist�n

  • Pakist�n

  • Irak

  • Sud�n

  • Somalia

  • Nigeria

  • Yemen,

...son los ejemplos m�s sobresalientes de estos ensayos experimentales de supresi�n militar diaria de "poblaci�n sobrante" que se suceden ante la total indiferencia de la sociedad mundial de los incluidos en el mercado del consumo.

En este escenario, luego de L�bano y de Gaza, la �ltima experiencia m�s sobresaliente de exterminio militar rel�mpago de "poblaci�n sobrante" en masa fue Sri Lanka, en mayo del a�o 2010.

En Sri Lanka (ex Ceil�n), durante el a�o 2010, en lo que EE.UU. y las potencias occidentales calificaron como "fase final contra el terrorismo tamil" fueron asesinadas, en s�lo cuatro semanas, m�s de 20.000 civiles, seg�n una investigaci�n del diario brit�nico The Times.

La cifra, triplic� la informaci�n oficial aportada por la ONU y el gobierno t�tere ceiland�s. A su vez, la operaci�n de exterminio militar dej� a m�s 300.000 civiles con sus viviendas destruidas y sometidos a una cat�strofe humanitaria sin precedentes.

La masacre, realizada mediante bombardeos a�reos y terrestres ininterrumpidos sobre poblaciones civiles, sent� un precedente de "pr�ctica genocida impune", un procedimiento de exterminio militar aceptado y tolerado sobre la base de la complicidad del "silencio" de los gobiernos mundiales y de las organizaciones internacionales, a los que se sumaron (en calidad de grandes ocultadores y manipuladores) las grandes cadenas medi�ticas y sus repetidoras locales a nivel de los cinco continentes.

Pero el laboratorio nunca se detuvo. M�s all� de sus c�clicas "masacres rel�mpago" las masacres funcionan durante las 24 horas del d�a como una aceitada maquinaria de exterminio masivo que no se detiene nunca.

En,

  • Afganist�n

  • Irak

  • Pakist�n

  • �frica

  • Medio Oriente,

...los operativos masacre de "poblaci�n sobrante" son sistem�ticos, y las cifras de muertos (que se suman a diario) no son registrados en forma general por las estad�sticas oficiales ni por la prensa del sistema.

Son los nuevos hornos crematorios para exterminar a los excluidos "sobrantes" del sistema, que pasan desapercibidos por la malla de complicidad existente entre los medios de comunicaci�n, los gobiernos y la sociedad de los "incluidos" a escala global.

Como le dir�a Bush a Obama:

Se trata de la "guerra contraterrorista", est�pido.