por�Matthew Liao
30 Septiembre 2012

Del sitio Web�BrisbaneTimes

traducci�n de Adela Kaufmann
Versi�n original en ingles

Mateo Liao es el director del programa de bio�tica y profesor asociado en el Centro para la Bio�tica en la Facultad de Filosof�a Universidad de Nueva York.

La construcci�n de gente amigable con el planeta

...�los humanos alterados podr�an ser una opci�n m�s segura que tratar de alterar el planeta.

El cambio clim�tico es un problema que

requiere pensar - a veces inc�modamente �

fuera del statu quo aceptado.

El cambio clim�tico inducido por el hombre es uno de los mayores problemas que enfrentamos hoy en d�a.�Millones podr�an sufrir escasez de agua, hambre, enfermedades e inundaciones costeras debido al cambio clim�tico.

La ciencia m�s reciente sugiere que podr�amos estar cerca o incluso m�s all� del punto de no retorno.�

Algunos cient�ficos y pol�ticos, por lo tanto proponen que tomemos en serio�la idea de la geoingenier�a�- es decir,� grandes manipulaciones de la tierra a gran escala, tales como rociar aerosoles de sulfato en la estratosfera para alterar la reflectividad del planeta o fertilizaci�n de los oc�anos con hierro para estimular el florecimiento del plancton que succiona el carbono.

Sin embargo, la geo-ingenier�a parece demasiado arriesgada.

Muchas de las tecnolog�as involucradas nunca se han utilizado en una escala tan grande, lo que significa que podr�a ponernos en peligro a nosotros mismos o a las generaciones futuras.�De hecho, rociando los aerosoles de sulfato podr�a destruir la capa de ozono y la fertilizaci�n con hierro podr�a promover plancton t�xico y destruir todas las formas de vida marina.�

Uno podr�a ser capaz de utilizar

el diagn�stico de pre-implantaci�n gen�tica para seleccionar ni�os m�s cortos.�

Propongo que consideremos otra soluci�n al problema del cambio clim�tico que no se ha considerado antes y que es potencialmente menos riesgoso que la geo-ingenier�a.

En otra parte de mis colegas y yo hemos llamado a esta soluci�n''�ingenier�a humana�''.

Esto implica la�modificaci�n biom�dica de los seres humanos�para hacernos mejores para la mitigaci�n y la adaptaci�n a los efectos del cambio clim�tico.

Antes de explicar la propuesta, quiero dejar claro que la ingenier�a humana est� destinada a ser una actividad voluntaria - posiblemente con el apoyo de incentivos tales como exenciones fiscales o el patrocinio de la salud� - en lugar de una actividad forzada, obligatoria.

Mis colegas y yo estamos positivamente contra cualquier forma de coacci�n de la clase que perpetraron los nazis en el pasado (segregaci�n, esterilizaci�n y genocidio).

Adem�s, esta propuesta est� destinada a aquellos que creen que el cambio clim�tico es un problema real, y que, en consecuencia, est�n dispuestos a tomar en serio la geo-ingenier�a.�Alguien que no cree que el cambio clim�tico sea un problema real es probable que piense que animar a la gente a reciclar m�s es una reacci�n exagerada al cambio clim�tico.�

Finalmente, la reivindicaci�n principal aqu� es modesta, es decir, la ingenier�a humana debe ser considerada junto con otras soluciones como la geo-ingenier�a.�La afirmaci�n no es que la ingenier�a humana deber�a ser adoptada como un asunto de pol�tica p�blica.

Este es un intento de estimular el pensamiento ''' fuera de la caja�� vis-a-vis un problema aparentemente insoluble.

He aqu� cuatro ejemplos de�ingenier�a humana�que parecen factibles de implementar en un futuro pr�ximo y, potencialmente un gran atractivo.

Intolerancia farmacol�gica a la carne

La Organizaci�n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci�n estima que el 18 por ciento de las emisiones de efecto invernadero en el mundo (en CO2�equivalentes) provienen de la ganader�a, una proporci�n mayor que del transporte.

Cerca del 9 por ciento de las emisiones de CO2 humano�� son debidas a la deforestaci�n para la expansi�n de los pastizales, el 65 por ciento de �xido nitroso se debe al esti�rcol y el 37 por ciento de metano que proviene directa o indirectamente de la ganader�a.�

Algunos expertos estiman que cada vaca de las 1.5 billones del mundo emite de 100 a 500 litros de metano al d�a.�Puesto que una gran proporci�n de estas vacas y otros animales de pastoreo est�n destinados para el consumo, el reducir el consumo de este tipo de carne roja podr�a tener efectos significativos sobre el medio ambiente.

De hecho, incluso una reducci�n menor (del 21 al 24 por ciento) del consumo de carne roja podr�a lograr la misma reducci�n de las emisiones como la localizaci�n total de la producci�n de alimentos, es decir, teniendo cero'' millas de alimentos''.�

Ahora, algunas personas simplemente se niegan a dejar de comer carne roja.�

Sin embargo, hay otros que pueden estar dispuestos a dejar de comer carne roja, pero carecen de la motivaci�n o la fuerza de voluntad para hacerlo.�Despu�s de todo, muchas personas encuentran el sabor de la carne roja simplemente irresistible, lo que puede explicar por qu� muchos restaurantes vegetarianos ofrecen platos con sabor a carne.�

Aqu� es donde la ingenier�a humana podr�a ayudar.�As� como algunas personas tienen una intolerancia a la leche natural o al cangrejo de r�o, es posible inducir artificialmente una leve intolerancia a la carne roja estimulando el sistema inmune contra las prote�nas comunes de la especie bovina.

El sistema inmunol�gico estar�a entonces preparado para reaccionar ante ellas, y en lo sucesivo, comer alimentos �eco-hostiles� inducir�a a experiencias desagradables.

Incluso si los efectos no durasen toda la vida, el efecto de aprendizaje es probable que persista durante un largo tiempo.�Una forma potencialmente segura y pr�ctica de inducir esa intolerancia puede ser la producci�n ''parches' de de carne ' - similares a los parches de nicotina.�Entonces la gente puede usar estos parches antes de comer para frenar su entusiasmo por la carne roja.

Para asegurar que estos parches tengan el m�s amplio atractivo, podemos producir parches destinados s�lo a los animales que contribuyen m�s a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Haciendo seres humanos m�s peque�os

Las� huellas ecol�gicas humanas est�n parcialmente correlacionadas con nuestro tama�o.

Se requiere una cierta cantidad de alimentos y nutrientes para mantener cada kilogramo de masa corporal.�Mientras m�s grande alguien es,� m�s alimentos y energ�a requiere. La gente m�s grande tambi�n consume m�s energ�a en formas menos obvias.

Un coche consume m�s combustible cada kil�metro para llevar a una persona m�s pesada que una persona m�s ligera, se necesita m�s tela para vestir� a una persona m�s grande que una personas bajita, la gente m�s pesada gasta m�s ​​zapatos, alfombras y muebles con mayor rapidez que las personas m�s ligeras.�

Una forma de reducir esta huella ecol�gica ser�a reducir el tama�o.�Dado que el peso aumenta con el cubo de la longitud, incluso una peque�a reducci�n en la altura podr�a producir un efecto significativo en el tama�o.�(Para reducir el tama�o, tambi�n podr�amos reducir el peso promedio. Pero voy a usar el ejemplo de la altura.)

La reducci�n de la altura media en los Estados Unidos por s�lo 15 cent�metros significar�a una reducci�n de la masa de un 23 por ciento para los hombres y 25 por ciento para las mujeres, con la correspondiente reducci�n de la tasa metab�lica (15-18 por ciento).�

�C�mo podr�a lograrse la reducci�n de la altura?

La altura se determina en parte por factores gen�ticos y en parte a trav�s de la dieta y el estr�s.

Una posibilidad es utilizar el diagn�stico de pre-implante gen�tico, que ahora se emplea en cl�nicas de fertilidad como un medio de cribado de los embriones con enfermedades gen�ticas heredadas.�Uno podr�a ser capaz de utilizar el diagn�stico de pre-implante gen�tico para seleccionar ni�os de estaturas m�s cortas.�Esto no implica de ninguna manera modificar o alterar el material gen�tico de los embriones.�

Simplemente implicar�a repensar los criterios para la selecci�n de embriones a implantar.

  • Tambi�n, uno puede considerar el tratamiento hormonal ya sea para afectar los niveles de la hormona del crecimiento o para activar el cierre de la placa de crecimiento antes de lo normal.�Los tratamientos hormonales ya se utilizan para la reducci�n del crecimiento en ni�os excesivamente altos.

  • Finalmente, hay una fuerte correlaci�n entre el tama�o de nacimiento y la estatura adulta.�

El�Gen de impresi�n - donde la copia los genes de s�lo uno de� los padres est� encendido y la copia del otra padre est� apagado - se ha encontrado que afecta el tama�o al nacer.�As�, f�rmacos o nutrientes que o bien reducen la expresi�n de los genes paternos impresos o aumentan la expresi�n de los genes maternos impresos potencialmente podr�a regular el tama�o de nacimiento.

Los �ltimos dos m�todos son controversiales, ya que implican tomar decisiones irreversibles para los ni�os de uno. Pero a los padres se les permitir�a darles tratamientos de hormonas a sus ni�os, que por lo dem�s son perfectamente sanos, para que, por ejemplo, una hija de quien se prev� que tendr� una altura de 195 cent�metros pueda, en su lugar, ser de 183 cent�metros de altura.

�Sobre qu� base, pues, debemos prohibir a otros padres que quieren dar a los tratamientos hormonales a sus hijos para que sus hijos puedan tener 152 cent�metros de altura en lugar de 165 cent�metros de altura?

Se podr�a pensar que en el caso de los primeros, las hijas m�s tarde apreciar�an y dar�an su consentimiento a la decisi�n de los padres.

Pero si el cambio clim�tico puede afectar seriamente el bienestar de millones de personas, incluyendo a los hijos de uno, entonces estos ni�os tambi�n pudieran m�s adelante apreciar la decisi�n y dar el consentimiento a los padres.�Tambi�n vale la pena recordar cu�n fluidos los rasgos humanos - como la altura - son.

Hace cien a�os la gente era mucho m�s corta en promedio, y no hab�a nada malo con ellos m�dicamente.�Debemos tener cuidado con la idea de que hay una altura �ptima, es decir, la altura media en nuestra sociedad hoy en d�a, ya que esto puede simplemente reflejar un prejuicio de status-quo.

Reduciendo las tasas de natalidad a trav�s de la mejora cognitiva

Otra forma obvia de reducir la huella ecol�gica es reducir las tasas de natalidad.

Hay, por supuesto, muchos m�todos disponibles de poner freno a las tasas de natalidad, tales como el uso de anticonceptivos.�Pero hay fuertes indicios de que las tasas de natalidad disminuir�n a medida que m�s mujeres reciban un adecuado acceso a la educaci�n.�

Aunque la raz�n principal para la promoci�n de la educaci�n es la de mejorar los derechos humanos y el bienestar, la reducci�n de la fertilidad puede ser un efecto secundario positivo en la lucha contra el cambio clim�tico.�En general, no parece haber una relaci�n entre la cognici�n y bajas tasas de natalidad.�En los Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres con la capacidad cognitiva baja son m�s propensas a tener hijos antes de los 18 a�os.

Por lo tanto, otra posible soluci�n de ingenier�a humana es utilizar las opciones de la cognici�n, como�Ritalin�y�Modafinil, para lograr menores tasas de natalidad.�


Como con la educaci�n, hay muchas otras razones m�s convincentes para mejorar la cognici�n, pero el efecto de la fecundidad puede ser deseable como medio de�la lucha contra�el cambio clim�tico.

Aunque el efecto cognitivo directo sobre la fertilidad es menor, las mejoras cognitivas pueden ayudar a aumentar la capacidad de las personas para que se eduquen, que luego afecta la fertilidad e, indirectamente, el cambio clim�tico.

La inducci�n farmacol�gica de altruismo y empat�a

Muchos problemas ambientales son problemas de acci�n colectiva, en las que los individuos no cooperan para el bien com�n.

Pero si las personas eran generalmente m�s dispuestos a actuar como grupo, es posible que podamos disfrutar de la clase de beneficios que surgen s�lo cuando hay un gran n�mero de personas que act�an en conjunto.�


La
inducci�n farmacol�gica�del altruismo y la empat�a puede ayudar aqu�.�Hay pruebas de que el altruismo y la empat�a tienen bases biol�gicas.

Por ejemplo, los sujetos de prueba a quienes se les dio la hormona oxitocina prosocial estaban m�s dispuestos a compartir el dinero con extra�os y comportarse de una manera m�s confiada y confiable.�Adem�s, un inhibidor de la recaptaci�n de la noradrenalina aumenta el compromiso social y la cooperaci�n con una reducci�n del auto-enfoque.

Por otra parte, la oxitocina parece mejorar la capacidad de leer el estado emocional de otras personas, que es una capacidad clave para la empat�a.�Esto sugiere que las intervenciones que afectan la sensibilidad de estos sistemas neurales podr�an aumentar la disposici�n a cooperar con las reglas o metas sociales.�

Una vez m�s, no estoy proponiendo� obligar a nadie a tomar estas medidas farmacol�gicas.

En su lugar, puede haber alguien que quiera hacer�las cosas bien, pero debido a la debilidad de la voluntad, no puede meterse a hacer lo correcto.�Tener la opci�n de utilizar medios farmacol�gicos para aumentar el altruismo y la empat�a puede permitir que esta persona voluntariamente supere su debilidad de la voluntad y permita que �l haga lo correcto.�

Estos ejemplos pretenden ilustrar algunas posibles soluciones humanas de ingenier�a.�Otros podr�an incluir aumentar nuestra resistencia al calor y a las enfermedades tropicales, y reducir nuestra necesidad de alimentos y agua.�

Perm�tanme explicar por qu�debemos tomar�ingenier�a humana en serio.

Debe quedar claro que la ingenier�a humana es menos riesgosa que la geo-ingenier�a.�Adem�s del hecho de que gran parte de la tecnolog�a aplicada a la ingenier�a humana - tales como el diagn�stico gen�tico pre-implantacional y�la oxitocina�- est�n ya disponibles sin peligro para otros usos, la ingenier�a humana se aplica a nivel de los seres humanos individuales.

Esto significa que podemos manejar mejor los riesgos que las impuestas por algo como la geoingenier�a, que tiene lugar a escala global.�

La ingenier�a humana tambi�n podr�a aumentar la libertad.�En respuesta al cambio clim�tico, algunas personas han propuesto que adoptemos algo similar a la pol�tica de China� de un solo hijo.�Por ejemplo, un grupo de m�dicos en el Reino Unido ha abogado por un m�ximo de dos hijos.

Pero supongamos que la cuesti�n relevante es alg�n tipo de asignaci�n fija de las emisiones de gases de efecto invernadero para cada familia.

Si es as�, teniendo en cuenta las asignaciones fijas de emisiones de gases de efecto invernadero, la ingenier�a humana podr�a dar a las familias la posibilidad de elegir entre tener un ni�o grande, dos ni�os de tama�o mediano o tres ni�os peque�os.�La ingenier�a humana parece mejorar m�s la libertad que la mejora de una pol�tica que dice que usted puede tener s�lo uno o dos hijos.�

Puede resultar que la ingenier�a humana no es la mejor manera de hacer frente al cambio clim�tico.�

Pero admitir esto ahora ser�a ignorar el hecho ampliamente reconocido que no sabemos cu�les son soluciones ser�n los m�s eficaces para cambio clim�tico.�Para combatir el cambio clim�tico, podemos, ya sea cambiar el entorno o cambiarnos a nosotros mismos.

Teniendo en cuenta los enormes riesgos asociados con el cambio del medio ambiente, debemos tomar en serio la idea de que�es posible que tengamos que cambiarnos nosotros mismos.