por Antonio Fern�ndez

Agosto 2016

del Sitio Web Tonyfdez


Para poder entender mejor la idea que quiero expresar se hace necesario contextualizarla a lo largo del tiempo para que adquiera el justo peso espec�fico porque una idea vista en un momento dado de la historia, se suele quedar en solo eso, una idea.

Pero es posible, de hecho es seguro que cualquier tipo de circunstancia que nos afecta hoy en d�a, para poder explicarla, vamos "tirando de la manta" de una forma cronol�gica, buscando sus or�genes y no os quepa duda que quedaremos fascinados, como es en este caso.

Referente a la eugenesia, darwinismo social e ingenier�a social hay que empezar en el siglo XIX que fue la maceta donde germinaron grandes movimientos que sacudieron la filosof�a, la pol�tica y la ciencia y cuyas luces y sombras, a principios del siglo XXI, a�n nos siguen afectando.

Durante el siglo XIX nada estaba realmente diferenciado, los grandes descubrimientos cient�ficos se interrelacionaban con los movimientos filos�ficos y religiosos que conformaban la moral de las sociedades y, por tanto, buena parte de las pol�ticas de sus gobiernos.

Fue en este contexto en el que Charles Darwin, tras viajar en el Beagle dos a�os y despu�s de varios m�s analizando sus muestras y observaciones, decidi� hacer p�blica su teor�a sobre la evoluci�n de las especies.(sobre esta teor�a hay mucho que decir, pero no es el tema de hoy).

La "supervivencia del m�s apto", t�rmino que no fue acu�ado por Darwin sino por el fil�sofo brit�nico Herbert Spencer, o la "selecci�n natural", que s� se le debemos al naturalista, dieron el salto de lo meramente biol�gico al campo de la filosof�a y de la naciente sociolog�a.

Francis Galton, adem�s de primo de Darwin, fue un hombre de ciencia polifac�tico.

Sus estudios sobre herencia ayudaron a desarrollar lo que se conocer�a d�cadas despu�s como gen�tica y tambi�n fund� y promovi� la eugenesia, pseudociencia que propugna la mejora de la especie humana.

Galt�n y otros consideraban que dentro de la Humanidad, los diferentes grupos combat�an entre s� mediante mecanismos de competencia darwiniana, de forma que los m�s exitosos eran los portadores de las caracter�sticas m�s avanzadas y "perfectas" y, por tanto, los m�s aptos y l�gicamente, el futuro (interpretando por m�s aptos la elite de la clase alta, claro).

No s�lo las personas con enfermedades hereditarias o socialmente rechazables como la epilepsia, sino las que padec�an problemas como el alcoholismo o incluso aquellas que por circunstancias variadas ten�an que practicar actividades como la mendicidad o la prostituci�n, pronto se pusieron en el punto de mira de sus partidarios.

Por supuesto, la raza era otro factor demasiado importante para desecharlo y es que el racismo en esa �poca no era un concepto tan denostado como en la nuestra.

Las justificaciones sociales tambi�n encontraron su lugar.

El crimin�logo italiano Cesare Lombroso hablaba de imb�ciles morales refiri�ndose a aquellos individuos que no hab�an alcanzado un adecuado grado de evoluci�n, por lo general locos peligrosos, asesinos natos y epil�pticos, encontrando as� una explicaci�n para los comportamientos antisociales.

La eugenesia ten�a dos formas de llevarse a cabo.

  • La primera era evitar que determinados grupos se aparearan entre s�. Este sistema segregacionista se defini� como eugenesia positiva y permit�a en teor�a salvaguardar los supuestos caracteres positivos de los individuos superiores.

    Este concepto es m�s antiguo aun refiri�ndome a la endogamia tanto entre casa reales como entre familias de alto poder econ�mico como los Rotchschild, Rockefeller, Morgan�

  • La segunda, la eugenesia negativa, consist�a bien en que no pudieran reproducirse quienes formaran parte de los grupos considerados inferiores, es decir, en su eliminaci�n como sujeto reproductor, bien en su asesinato, acelerando de esta manera el que desde su punto de vista era el proceso natural.

Ambos sistemas encontraron lugar en las pol�ticas de los gobiernos de muchos pa�ses occidentales.

El darwinismo social hab�a encontrado una herramienta perfecta para su m�xima expresi�n, mucho m�s poderosa que la simple y execrable opini�n de un ciudadano con mayor o menor poder o influencia:

hab�a encontrado el Estado.

Tendemos a pensar que la eliminaci�n, el asesinato de miles de personas cuyo principal crimen es padecer una enfermedad cong�nita, una tara f�sica o ps�quica o simplemente, ser rechazado por una determinada elite social, era propia de estados totalitarios donde una moral diab�lica abogaba por su desaparici�n o de sociedades antiguas como la de Esparta donde los ni�os con malformaciones eran sacrificados, pero eso no es toda la verdad.

Conviene recordar tambi�n que pa�ses con reg�menes perfectamente democr�ticos abrazaron las tesis eugen�sicas en forma de pol�ticas sociales.

Varios gobiernos europeos legislaron y pusieron en pr�ctica leyes de inspiraci�n eugen�sica en las primeras d�cadas del siglo XX y, como veremos, hasta la d�cada de los sesenta del siglo XX se sigui� llevando a la pr�ctica en Europa.

En Gran Breta�a, el Galton Laboratory for National Eugenics, con sede en el University College de Londres, y en Estados Unidos, el Eugenics Record Office, perteneciente a la Carnegie Institution, se pusieron a la cabeza de las investigaciones en este siniestro campo.

Los art�culos e investigaciones tuvieron suficiente presencia en peri�dicos y revistas y fueron consiguiendo adeptos (hecho patrocinado por la elite de la �poca para justificar la injusticia social as� como para justificar las barbaridades que se llevaban a cabo en las colonias. As� comenzaba un siniestro plan que a lo largo de la historia ha ido evolucionando y perfeccion�ndose hasta nuestros d�as).

El periodista H.L. Mencken propuso un programa de esterilizaci�n para los aparceros del sur de Estados Unidos.

En Francia, Lapouge lleg� a promover la extinci�n de pueblos enteros si el gobierno no impon�a l�mites a la reproducci�n.

Tanto "clamor popular" no fue pasado por alto por los pol�ticos y, poco a poco, se fueron creando organismos p�blicos que estudiaron la situaci�n.

Casi todos los estados que formaban Estados Unidos ten�an alg�n organismo que promov�an la segregaci�n y, entre 1900 y 1935, treinta y dos de ellos promulgaron leyes de esterilizaci�n forzosa a consecuencia de las cuales se "trataron" a m�s de 70.000 norteamericanos.

Todas las naciones n�rdicas desarrollaron alg�n tipo de medida legislativa que promulgaba alguna medida de car�cter eugen�sico.

En 1914, el Eugenics Record Office de Davenport pidi� poner en funcionamiento un programa estatal que pretend�a esterilizar una d�cima parte de la poblaci�n en cada generaci�n con la intenci�n de suprimir la herencia de "esa parte sumergida e in�til" que afectar�a en una primera parte a un total de 15 millones de personas.

El estudio aseguraba que tal medida ser�a aceptada por la gran mayor�a de la opini�n p�blica. Afortunadamente, no se lleg� a poner en marcha.

Por otra parte, el Tribunal Supremo lleg� a apoyar la constitucionalidad de un modelo eugen�sico redactado por la Eugenics Record Office y promulgado en Virginia para esterilizar a los pacientes y residentes en instituciones psiqui�tricas estatales.

La idea cuaj� y Alemania termin� desencadenando la Primera Guerra Mundial. La Liga Monista apoy� el esfuerzo de guerra y, tras la derrota, buena parte de sus miembros abrazaron con alegr�a el Partido Nacionalsocialista.

En 1933, Alemania aprob� la Ley para la Prevenci�n de la Progenie Gen�ticamente Enferma que ordenaba la esterilizaci�n de personas que "padecieran",

  • debilidad mental cong�nita

  • esquizofrenia

  • man�a depresiva

  • alguna deformidad f�sica grave

  • ceguera o sordera hereditarias

  • incluso un fuerte alcoholismo,

...todo ello establecido por un tribunal de salud p�blica.

El nazismo encontr� una sociedad preparada para poner en marcha buena parte de las pol�ticas genocidas que lo caracterizan. Lo que vino despu�s, me lo salto porque lo sabe todo el mundo.

En los a�os cincuenta, Stalin no se qued� atr�s en toda esta esquizofrenia cuando en un a�o mat� literalmente de hambre a siente millones de ucranianos.

La actividad eugen�sica no ces� pese a lo que se pueda creer, en la d�cada de los 60, miles de "d�biles mentales" fueron esterilizados en los pa�ses escandinavos donde los dirigentes pol�ticos y genetistas aplicaron medidas de esterilizaci�n forzada porque tem�an que el Estado de Bienestar impulsara a los "inaptos" a reproducirse.

Entre 1934 y 1975, 63.000 personas, de las cuales 90% eran mujeres, fueron esterilizadas autoritariamente en Suecia, y 48.000 en Noruega. Y, al d�a de hoy, un referente claro eugen�stico es la pol�tica oficial en salud materno-infantil de China.

La pregunta es,

�existe hoy en d�a alg�n tipo de condicionamiento o directrices planteadas por la elite para continuar con esta ideolog�a eugenista y de control sobra las "clases menos aptas"?

Desgraciadamente, la respuesta es si.

Por tanto, las teor�as evolutivas de Darwin y Spencer marcan un giro importante en el debate cient�fico a partir de la segunda mitad del siglo XIX, que coincide tambi�n con un cambio en las motivaciones sociales.

Aparece una ideolog�a paralela, espec�fica del empresariado industrial:

la doctrina del laissez-faire, que, en un contexto capitalista, justifica la competencia, el trabajo asalariado, los beneficios y la acumulaci�n de capital.

Spencer y Darwin habr�an sido capaces de conectar la guerra y la competencia en el mercado encontrando un componente com�n:

la lucha por la vida operando en todas las esferas de la vida, en una �nica ley de la evoluci�n "para completar as� la biologizaci�n de la historia sin abandonar el sue�o de la Ilustraci�n del progreso universal".

La teor�a de la selecci�n natural y la lucha por la existencia, se hallaba en consonancia con el principio de libre mercado y la competencia abierta del liberalismo econ�mico imperante.

Este concepto liberal ha ido evolucionando hasta nuestros d�as dando como resultado lo que se conoce como globalizaci�n.

La "sociedad capitalista" es el terreno, como lo describi� Darwin, donde cada uno compite con los dem�s bajo condiciones muy duras y brutales, donde solamente sobreviven los m�s fuertes, donde los d�biles y desprotegidos son eliminados y aplastados y donde domina la competencia despiadada.

Y ha sido desde entonces hasta nuestros d�as que la elite que ostenta el poder han trazado una l�nea ideol�gica basada en la "ley del m�s fuerte", creando l�neas de actuaci�n "sutiles" para tener a las clases m�s d�biles bien atadas y manejadas.

Suena fuerte, pero es as�...

Desde entonces han ido tejiendo un entramado que abarcan todas las disciplinas de esta nuestra sociedad:

educaci�n, salud, pol�tica, filosof�a, medios audiovisuales, etc.

Han logrado crear una sociedad donde nos creemos libres y la realidad deja mucho que desear. Hasta aqu� todo parece una historia de ciencia-ficci�n, pero empecemos a dar nombres y relaciones para que el tema adquiera credibilidad:

Como he dicho, estas pretensiones no se quedaron en teor�a.

La intelectualidad europea ten�a un plan de praxis que nunca ocult� y con el que fantaseaban en sus obras sin ning�n tipo de complejo:

buscaban construir una "nueva sociedad" (sic, as� dijo por ejemplo Proudhon), un "nuevo hombre" (sic, as� dijo por ejemplo Nietzsche), una "nueva ciencia" (sic, as� dijo por ejemplo, Galton).

Comenzaron a jugar a ser Dios, creando hombres ideales, ciudades ideales, sociedades ideales.

Esta blasfemia se apoy� en una comunidad cient�fica financiada por la misma minor�a industrial-bancaria que ahora mismo se jactan de ser los due�os del mundo.

La �lite cient�fica de finales del siglo XIX se arremolin� alrededor de un �nico centro institucional:

Londres...

  • Karl Marx era alem�n, pero redact� y public� el Manifiesto Comunista en Londres (de hecho, �l mismo est� enterrado en Highgate).

  • Sigmund Freud era austriaco, pero se fue a "teorizar" a Londres (�l mismo, viv�a en Maresfield Gardens).

  • Elliot Jaques era canadiense, pero se mud� a Londres para trabajar en el Tavistock Institute.

�Por qu� Londres? Pues porque toda hueste de este monstruo tiene all� su nido as� como en ciertas universidades renombradas estadounidenses.

Una de las pocas familias involucradas en este experimento de �lite cient�fico-racial fueron los Huxley; y esto nos lleva directamente al fiel H.G. Wells, socialista fabiano perro bulldog de Charles Darwin (no le estoy insultando: as� fue llamado en su tiempo).

Este c�rculo cient�fico viv�a y trabajaba (y trabaja) con un objetivo que sus escritos nunca ocultaron: construir una sociedad ideal jerarquizada a trav�s de una ciencia secular representada por una escasa minor�a cient�fica que en �ltima instancia rinde pleites�a a la elite:

H.G. Wells, que fue alumno de T.H. Huxley (el "perrito" darwinista) en la Royal College of Science.

Muchos piensan en la actualidad que Wells fue s�lo un novelista de ciencia-ficci�n, pero si leemos sus libros de no-ficci�n, encontraremos un buen mont�n de folletos de propaganda New World Order (literalmente; as� se refer�a al proyecto fabiano: New World Order).

Julian Huxley (nieto del bulldog), que dijo:

"Si introducimos una sociedad que deval�e la vida humana y sacamos a la humanidad de su altar como ser privilegiado del planeta, entonces podremos llevarlo a nuestra sociedad controlada como poblaci�n �til."

Pero el programa de ingenier�a social de la tiran�a cient�fica no lo escribi� un brit�nico, sino un jud�o austriaco, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, que pasaba sus �ltimos d�as activos en el Tavistock de Londres.

El primer ensayo fueron los a�os veinte (The Happy Twenties).

En periodo de entreguerras, instituciones norteamericanas en estrech�sima hermandad con las brit�nicas, implementaron la primera revoluci�n sexual:

Charleston dance, cigarrillos para mujeres, cabarets� el cine sonoro aparece en 1927 de manos de la productora Warner ("The Jazz Singer"), se introduce en la sociedad la coca�na (los Freud y compa��a ya la hab�an estado probando emp�ricamente a�os atr�s), y las mujeres se cortan el pelo como los hombres.

Consecuencias:

se quintuplica en Estados Unidos el n�mero de orfanatos controlados por el gobierno, se triplica el n�mero de divorcios, y se multiplica en una proporci�n no determinada el n�mero de contagios de enfermedades ven�reas.

Asombrados por la v�a de manipulaci�n de masas abierta, Lavrenti Beria dijo en la reuni�n de la Internacional Socialista en 1934:

"Llevaba un siglo alterar la estructura cultural de una naci�n. Con los medios que tenemos ahora se puede cambiar en cinco a�os."

Esto lo dijo Beria en 1934� �y ni los sovi�ticos, ni los anglo-americanos ten�an a�n televisi�n, ni videoclip, ni muchos menos Facebook!

Los felices a�os veinte fue s�lo un frugal aperitivo. La II Guerra Mundial deja millones de hu�rfanos, infancias rotas y familias mutiladas.

La consecuencia pol�tica directa de la II Guerra Mundial fue la actualizaci�n de la Sociedad de las Naciones (definida por el portavoz faldero del socialismo fabiano H.G. Wells como "el n�cleo del gobierno mundial"):

nace la ONU con sede en el solar neoyorkino propiedad de la familia Rockefeller.

�Y a qui�n tenemos como primer director de la plataforma cient�fica, cultural y educacional de la ONU (UNESCO)?

A Julian Huxley, el nieto de Thomas Henry Huxley, el endog�mico bulldog de Darwin. La misma familia; el mismo programa.

El hermanito de Julian, Aldous Huxley fue quien public� a�os atr�s "Brave New World", novela mala en donde se fantasea alrededor de "los nuevos paradigmas familiares abiertos por la tecnolog�a" (sic.)

�Qu� paradigma es ese? Familias sin familia: ni�os educados cient�ficamente a trav�s de herramientas tecnol�gicas en manos de la �lite europea.

En este contexto entra en escena una pieza de ajedrez importante:

Bertrand Russell. Lord, Sir, Conde de Russell, nieto del Duque de Bedford�

�Ten�is claro para qui�n trabaj� este se�or?

Russell, tras estudiar en Cambridge y Los Angeles, se puso a trabajar en el Trinity College brit�nico, llevando a cabo estudios que s�lo la maldad de la maldita Corona brit�nica pueden permitir y financiar.

"The Impact of Science on Society" (1951) ya nos habla de una sociedad dise�ada y fabricada por una tiran�a tecnocr�tica:

"made society", "design society", "create culture",

�son expresiones cotidianas en la fraseolog�a russelliana.

El se�or Russell dijo:

"Al construir una sociedad narcisista en donde todos est�n preocupados por s� mismos, la poblaci�n no se levantar� por nada ni nadie; y as� el gobierno dominar� a cada individuo directamente."

A partir de la segunda mitad del siglo XX, comienza una escalada de ataques a la estructura social y familiar de todo el mundo, con peri�dicas revoluciones culturales y tecnol�gicas que arrasar�n los resquicios de sustratos culturales genuinos. Apri�tense los cinturones...


Conocemos los detalles del plan de destrucci�n familiar no tanto por Bertrand Russell (que supo esconderse tras su figura p�blica), sino por Jacques Ellul.

Russell gan� el Premio Nobel; a Ellul no le dieron ning�n premio as�. Russell ten�a m�s medallas que Michael Phelps (Sylvester, De Morgan�); Ellul no fue condecorado por el Establishment cient�fico.

No voy a poner a Jacques Ellul en un pedestal que no merece, pero lo cierto es que la cr�tica voz de Ellul es el m�s expl�cito testimonio de lo que en realidad estaba llevando a cabo el socialismo tecnocr�tico europeo.

La obra de Ellul se�ala lo que �l llam� "la societ� technicienne".

La propaganda tecnocr�tica no busca adoctrinar al esclavo con argumentos l�gicos, sino que va directamente al aspecto emocional del ser humano donde �ste se encuentra intelectualmente indefenso. Es por ello por lo que el sentimentalismo es el dominio preferido de los medios de propaganda.

Y es por ello por lo que la sexualidad es diseccionada y actualizada como engendro a trav�s de una devastaci�n del hombre y de la mujer (ellos lo llamar�n "revoluci�n sexual").

Devastaci�n de la mujer; actualizaci�n del arquetipo femenino:

Galton, Wells, Huxley, Russell (todos ellos hombres)� todos hicieron expl�cito identificar a la familia tradicional como el enemigo a batir en su "sociedad ideal".

Si meditamos en ello es l�gico que no haya nada m�s temible para los globalistas que la capacidad de amor, protecci�n y ternura inhatas en toda mujer. Si la fuerza pol�tica quiere adoctrinar a las nuevas generaciones, saben que tienen que:

  1. aniquilar a las madres, o

  2. convertir a las madres en est�riles repetidores de propaganda

�Qu� hicieron? Hicieron ambas cosas.

Siguiendo el principio de Darwin ya citado, tanto los sovi�ticos como los banqueros-industriales anglo-americanos (en �ltima instancia, son los mismos) financiaron peri�dicas revoluciones culturales, que dieron una ilusi�n de liberaci�n a una mujer que, a partir de ese momento, se vio obligada a competir laboralmente.

El �xito inmediato de esta maniobra fue la duplicaci�n de la recaudaci�n fiscal:

ahora, el Establishment se garantizaba un doble resultado con el saqueo a trav�s de los impuestos tanto del padre como de la madre (los dos trabajan, los dos cotizan, los dos son sangrados).

Por supuesto, la maniobra no se quedaba ah�:

la educaci�n de los hijos de las llamadas madres trabajadoras fue adjudicada a una reci�n estrenada televisi�n que en los a�os cincuenta y sesenta hace su estelar aparici�n.

Los �ndices de divorcio se dispararon exponencialmente a lo largo de toda la segunda mitad del siglo XX; tambi�n el de los abortos y el de los orfanatos gubernamentales.

Todo el movimiento feminista fue financiado y soportado por las mismas instituciones p�blicas y privadas que aqu� se han citado.

La implementaci�n de todo esto fue (y es) global, y aunque Europa y Estados Unidos fue su laboratorio de pruebas original, en el siglo XXI ya se puede evaluar su alcance:

millones de mujeres incapacitadas y lisiadas cient�ficamente para ejercer como tales, como esposas, como madres, como compa�eras de vida.

El Novus Ordo Seclorum busca la erradicaci�n de las diferencias sexuales en su dimensi�n sacra y eminente.

Por ello, la mujer moderna es s�lo mujer en el aspecto exterior que a�n tiene utilidad publicitaria y econ�mica.

Si las mujeres cada vez son menos mujeres�

�Qu� est� ocurriendo con los hombres? Devastaci�n del var�n; actualizaci�n del arquetipo masculino.

�Qu� est� ocurriendo con los hombres? Lo mismo que con las mujeres. Han conseguido neutralizar los activos viriles que necesita toda comunidad para defenderse: el vigor, la valent�a y la lealtad.

Para ello, la ingenier�a social globalista se ha servido de instrumentos de programaci�n de las masas, como el deporte.

Los instintos tribales de agrupaci�n y defensa son controlados a trav�s de espect�culos deportivos.

  • Han conseguido que la furia de un var�n ante la injusticia, la barbarie y el ultraje, se controle y se canalice a trav�s de la simpat�a sentimental hacia un equipo deportivo.

  • Han conseguido disfrazar el sentimiento de pertenencia a una comunidad con los colorines de las camisetas, las mascotas y los aros ol�mpicos.

  • Han conseguido captar la atenci�n del var�n con una simulada pantomima de valores heroicos, sin ning�n hero�smo ni ning�n valor.

Eso es el deporte...

Otro instrumento para desvirilizar al hombre moderno e incapacitarlo de cara a la formaci�n de una familia ha sido el erotismo.

La psicolog�a conductivista aplicada a las masas sabe que un var�n bombardeado con est�mulos er�ticos constantes, acaba acostumbr�ndose al contenido er�tico de tal forma que su libido queda desvigorizado y reducido a lo estrictamente biol�gico-genital.

Algunos lectores j�venes se sorprender�n, pero as� es:

cuanto m�s derroche de energ�a sexual, menos virilidad.

M�s claro:

cuanta m�s pornograf�a, menos fuerza viril.

Existen otras herramientas importantes en la desvirilizaci�n del hombre moderno, como,

Incluso en t�rminos cuantitativos y f�sicos, la OMS reconoce que la calidad del esperma de la poblaci�n estadounidense se ha reducido en los �ltimos treinta a�os en niveles inexplicables.

Algo parecido pasa con los europeos y con todos los varones de un mundo ya globalizado. Y si todos reconocen que este mundo ya est� globalizado� yo pregunto:

d�ganme, se�ores, �qui�n lo ha globalizado?

Esto es clave:

la familia no ha muerto en menos de un siglo por un proceso natural; se ha cometido un asesinato con alevos�a.

Existen presupuestos anuales de millones de d�lares dirigidos a instituciones, fundaciones y think-tanks que buscan optimizar el control tecnocr�tico sobre una poblaci�n valorada como un reba�o de ovejas.

Departamentos militares, servicios de inteligencia, ministerios p�blicos, instituciones filantr�picas� todos persiguen un mismo objetivo (�ll�menlo "socialismo" si quieren, y ver�n en qu� pol�mica se meten!).

La mayor�a de los profesionales involucrados en estos organismos no saben (ni quieren saber) para qu� agenda est�n trabajando, y se limitan a actuar seg�n su adiestramiento profesional.

El 99,99% de los psic�logos, psiquiatras, soci�logos, educadores, relaciones p�blicas, publicistas, bur�cratas varios� van a preferir deso�r esta informaci�n por una cuesti�n de mera supervivencia de mentalidad de rata.

Siempre van a argumentar:

"�Yo s�lo hago mi trabajo!"

�Y cu�l es ese trabajo? Romper la barrera que protege al individuo de un Establishment pol�tico muy interesado en controlar cada faceta del ciudadano global.

Esa barrera es la familia; y ese ciudadano eres t�.

Parte de ese 0,01% consciente de qui�n es y qu� hace, fue Eric Trist, psic�logo que estudi� en Yale (Skull&Bones) y fue alumno de B.F. Skinner.

Trist observ� la posibilidad de modificar la conducta (de hecho, lo llaman "conductismo") a trav�s de ciertas t�cnicas. Existe una palabra clave en el conductismo de masas:

"crisis".

�Cu�l es la �poca m�s cr�tica de todo ser humano? La adolescencia.

Por ello, se busca prolongar la adolescencia de la poblaci�n en sendos l�mites para prefabricar una sociedad global infantil, inmadura, descentrada, irreflexiva, dispersa, distra�da y maleable.

En civilizaciones normales, la adolescencia era un corto y natural lapso de tiempo (uno o dos a�os, a los 15 � 16 a�os) que preced�a a las responsabilidades de la vida adulta.

Tras cien a�os de trabajo de los think-tank globalistas, la adolescencia es un amorfo tiempo extendido desde los diez a�os hasta unos indeterminados treinta y tantos (o incluso m�s). Saben que la mejor forma de garantizar la erradicaci�n de relaciones interpersonales profundas es instigar a tener varios compa�eros sexuales durante los cr�ticos a�os de la adolescencia.

�Por qu� hacer de la poblaci�n mundial una masa eternamente adolescente?

El adolescente es un consumidor nato.

El adolescente gasta m�s.

El adolescente es pusil�nime.

Y sobre todo: el adolescente no es ni un ni�o ni un adulto; es decir, es completamente dependiente y, al mismo tiempo, es incapaz de formar una estructura familiar independiente.

Abrid los ojos y mirad a vuestro alrededor.


MEDIOS Y HERRAMIENTAS DE PROPAGANDA GLOBAL

Joseph Goebbels, profundo conocedor y admirador del trabajo de Bernays, dej� en sus escritos sobre Weltanshauungskrieg (
war of ideologies) en 1939:

"En las pr�ximas d�cadas tendremos medios suficientes para modificar completamente la percepci�n que el europeo tiene del mundo."

Esos medios - ya lo se�al� Le Bay y despu�s Russell - eran medios t�cnicos, o en definitiva, tecnol�gicos.

La propaganda se servir�a de los "nuevos medios" de comunicaci�n que aspirar�n a tener un alcance global a lo largo de todo el siglo XX.

Esta propaganda se presenta con apariencia art�stica, a pesar de que su producci�n se lleva a cabo desde la ant�poda de cualquier arte:

la industria.

La Uni�n Sovi�tica ten�a una "Industria de la Cultura" que, sin eufemismos sovi�ticos, no era otra cosa que el aparato de propaganda.

En los estados del bloque occidental el t�rmino m�s usado para referirse a esa entidad gubernamental no fue "industria" sino "ministerio", voz pol�tica que est� irremediablemente extra�da del contexto institucional vaticano.

Estos aparatos (en la guerra fr�a, "industrias" en los comunistas, "ministerios" en los capitalistas) trazaron una l�nea conjunta de desarrollo coordinada por la UNESCO.

Y ahora, en pleno siglo XXI, se comprueba que todas las reformas educativas, las legislaciones cient�ficas y las pol�ticas culturales convergen en un mismo modelo con una simetr�a asombrosa.

�Por qu� los sistemas educativos tienden a uniformarse en todo el mundo?


�Por qu� se habla de una �nica comunidad cient�fica internacional?


�Por qu� todos escuchamos la misma m�sica, vemos las mismas pel�culas, vestimos los mismos blue jeans?

Existe una coordinaci�n meta-nacional en todo esto.

Esa coordinaci�n de propaganda global se ejecuta actualmente desde las Naciones Unidas. Enga�ado por ese aparato, el ciudadano global ve arte, cultura y educaci�n, all� donde s�lo hay propaganda, propaganda y propaganda.

De hecho, a�n hoy (ya sin soviets), los propagandistas se refieren a esas herramientas como "industrias"...