8 Febrero 2010

del Sitio Web TrinityATierra


�Estamos preparados para saber m�s sobre nuestro origen?

Muchos de nosotros s� estamos preparados y este post lo escribo con el objetivo de difundir el contenido de los trabajos de Zecharia Sitchin y de algunas de las tablillas sumerias que hablaban de nuestro origen, y que fueron encontradas en N�nive en el siglo XIX y traducidas por Zecharia Sitchin en una saga de libros.

Uno de ellos en particular, no contiene ni una coma del autor (Sitchin), pues es la traducci�n literal del contenido de catorce tablillas que formaban un conjunto de libros titulados por Sitchin como �El Libro perdido de Enki� de Zecharia Sitchin.

Zecharia Sitchin


Zecharia Sitchin que no era un uf�logo como dice la Wikipedia, se educ� en Palestina donde adquiri� conocimiento del hebreo moderno y cl�sico, las lenguas sem�ticas y europeas, el Antiguo Testamento y la historia y la arqueolog�a de Oriente Pr�ximo.

Es uno de los pocos eruditos versados en lenguas antiguas, con conocimiento, hablado y escrito, del sumerio, lo que le permiti� traducir el contenido de textos de 6000 a�os y antig�edad y llegar a la conclusi�n de que los pasajes conocidos de G�nesis del Antiguo Testamento, como muchos otros momentos conocidos de la Biblia Hebrea, que han sido asimilados en nuestra cultura, como mitos o par�bolas, son en realidad pasajes recogidos de los textos sumerios, su fuente original.

Estos textos, de 6000 a�os de antig�edad en muchos casos, recog�an sucesos y cr�nicas de eventos muy anteriores protagonizados por seres inteligentes, considerados por los sumerios como superiores o dioses, llegados de otro planeta.

Arriba tablilla sumeria que recoge

las cr�nicas de los Anunnaki en la Tierra.

A mediados de siglo XIX los arque�logos descubrieron la antigua capital Asiria de N�nive (hasta entonces s�lo conocida por el Antiguo Testamento) y hallaron en las ruinas del palacio de Assurbanipal una biblioteca con los restos de alrededor de 25.000 tablillas de arcilla inscritas.

Arriba representaci�n b�blica de la ciudad de N�nive

Los historiadores saben ahora que la civilizaci�n sumeria floreci� en lo que ahora es Irak casi un milenio antes de los inicios de la �poca fara�nica en Egipto, y que ambas ser�an posteriormente seguidas por la civilizaci�n del Valle del Indo (sub-continente indio).

Tambi�n es sabido que fueron los sumerios los primeros en plasmar por escrito los anales y relatos de dioses y hombres, de los cuales, todos los dem�s pueblos, incluidos los hebreos, obtuvieron los relatos de la Creaci�n, Ad�n y Eva, Ca�n y Abel, el Diluvio Universal, la Torre de Babel, etc.

Arriba mapa con dos de las regiones donde se crearon

�las dos primeras civilizaciones, Sumeria y Egipto.

Los conocedores de la cultura griega y mesopot�mica han plasmado la historia, ahora conocidas como mitos, de dioses y hombres, reflejados en escritos por hititas, cananeos, griegos, persas e indoeuropeos.

Todas esas fuentes atestiguan que beben de fuentes aun m�s antiguas, algunas de ellas descubiertas, otras perdidas.

Una extensa comparativa de los llamados �mitos� recogidos por culturas y civilizaciones como la griega y los hechos ocurridos y plasmados como hist�ricos en las tablillas sumerias puede encontrarse en el libro �La Guerra de Los Dioses y los Hombres� de Zecharia Sitchin.

Nuevos hallazgos en paleontolog�a, antropolog�a, geolog�a, astrof�sica y astronom�a no han hecho m�s que dar la raz�n a los que vieron desde el primer momento en el conocimiento recogido en tablillas sumerias que muchos de esos modernos descubrimientos ya se conoc�an y hab�an sido recogidos en tablillas de miles de a�os por los sumerios, que a todas luces fueron los depositarios del conocimiento de una civilizaci�n avanzada que lleg� de otro planeta.

Estos seres tuvieron una influencia directa en los acontecimientos ocurridos en la Tierra a partir de su misma llegada y su propio planeta, Nibiru, antes incluso de ser habitado, ya hab�a tenido un destino cr�tico en la formaci�n del planeta Tierra.

Muchos de estos hallazgos y la verificaci�n del conocimiento de las tablillas sumerias pueden encontrarse en el libro �El Genesis Revisado� por Zecharia Sitchin.

Estamos hablando de decenas de miles de tablillas de arcilla descubiertas en ruinas antiguas de Oriente Pr�ximo. Algunas hablan de asuntos cotidianos, aspectos laborales o comerciales, otras conforman los Anales Reales; otras son literatura sagrada o textos can�nicos escritos en sumerio y traducidos despu�s al acadio (primera lengua semita) y posteriormente a otras lenguas.

En algunos de estos libros se encuentran referencias a libros aun m�s antiguos, perdidos que se remontan a seis mil a�os atr�s.

Arriba una tabla de contenido puramente administrativo

con un sello de una figura masculina y perros de caza.

Algunas tablillas describen la creaci�n de la Tierra actual a partir de un planeta primitivo llamado por los habitantes de Nibiru �Tiamat� (dadora de vida) que se parti� en dos a ra�z del choque catacl�smico con Nibiru, un planeta llegado de muy lejos, que por alguna raz�n desconocida, se vio atra�do por la fuerza gravitatoria del Sol y colision� con Tiamat parti�ndolo en dos.

Uno de los sat�lites de Tiamat, Kingu, dio origen a la Luna y la otra parte del planeta se extendi� en lo que hoy se conoce como el cintur�n de asteroides, y los sumerios llamaban �El brazalete repujado�.

Arriba representaci�n de la colisi�n entre la Tierra Primitiva, �Tiamat� y Nibiru

y c�mo tras la colisi�n la Nueva Tierra (�Ki�) pas� a tener otra �rbita


Uno de los hallazgos encontrados y que se conserva hoy en el Museo Ashmolean de Oxford son unos prismas de arcilla con la lista de los diez soberanos antediluvianos, per�odo que abarca 432.000 a�os de reinado (43.200 a�os de reinado por cada rey de media, lo que nos da la clara idea de que estamos hablando de unos seres con una longevidad pasmosa desde nuestra �ptica humana).

Prisma Weld-Blundell,Oxford

El texto de la lista m�s completa escrito en cuneiforme sobre un peque�o prisma de barro (Prisma WB, 1923.444, hoy atesorado en Oxford) y conocido con el nombre de Lista real sumeria pertenece a la colecci�n Weld-Blundell y ha sido traducida por Thorkild Jacobsen.

Ciudad / Rey
Eridu /A-lulim
Eridu / Alalgar
Bad-tibira/ En-men-lu-Anna
Bad-tibira/ En-men-gal-Anna
Bad-tibira/ Dumu-zi
Larak/ En-sipa-zi-Anna
Sippar/ En-men-dur-Anna
Shuruppak/ Ubar-Tutu

Se conocen m�s de una docena de ejemplares de Listas de Reyes Sumerios, encontrados en Babilonia, Susa, y en la Biblioteca Real Asiria de N�nive, del siglo VII a. C. Se cree que todos proceden de un original que probablemente fue escrito durante la tercera dinast�a de Ur o un poco antes.

El ejemplar mejor conservado de la Lista de Reyes Sumerios es el llamado Prisma de Weld-Blundell.

La lista comienza as�:

�Tras descender el Reinado del Cielo, Erid� (lugar donde seg�n la Biblia estuvo el Jard�n del Ed�n) se convirti� en la sede del Reino�.

La Lista de los Reyes Sumerios, al igual que la Biblia, habla acerca del Diluvio:

�Despu�s de que las aguas cubrieran la tierra y que la Realeza volviera a bajar del Cielo, la Realeza se asent� en Kis�.

Tanto las Tablillas de Nippur como el Prisma de Weld dan los nombres y reinados como siguen:

REY / REIN� EN/ DURACI�N

Alulim /Erid� /28.000 a�os
Alalmar /Erid� /36.000 a�os
Emenluanna /Badgurgurru /43.000 a�os
Kichunna /Larsa /43.000 a�os
Enmengalanna /Badgurgurru /28.000 a�os
Dumuzi /Badgurgurru /36.000 a�os
Sibzianna /Larak /28.000 a�os
Emenduranna /Sippar /21.000 a�os
Uburrato /Shuruppak /18.000 a�os
Zinsuddu /Utnapishtim /18.000 a�os

La primera ciudad que se fund� fue Erid�.

Su santuario inicial all�, una maravilla de la arquitectura en aquellos primitivos d�as, se elevar�a y crecer�a con el tiempo hasta convertirse en un magn�fico templo-morada, el E.EN.GUR.RA (�Casa del Se�or Cuyo Retorno Es Triunfante�), adornado con oro, plata y metales preciosos del Mundo Inferior, y protegido por el �Toro del Cielo�.

Arriba representaci�n de la morada E.EN.GUR.RA

en la ciudad sagrada de Erid�.


Arriba actual posici�n de la antigua Erid� en Irak actual.

Estos textos sugieren que un testigo presencial de todos los acontecimientos, y quien dict� a un escriba los m�s importantes de entre ellos, de una importancia extraordinaria fue EA (en sumerio, Aquel cuyo hogar es agua).

Uno de esos libros, inscrito en catorce tablillas, (la �ltima con la nota del traductor) explican la llegada a la Tierra de seres procedentes de Nibiru hace algunos cientos de miles de a�os con el objeto de buscar oro necesario para el restablecimiento de la atm�sfera da�ada en aquel entonces de Nibiru, su planeta de origen, el cual completa un Shar (una vuelta a nuestro Sol) cada 3600 a�os y el cual se acerca, en ocasiones de forma peligrosa, a nuestro Sistema Solar para completar cada �rbita, provocando situaciones peligrosas y eventos geol�gicos y clim�ticos, tanto en la Tierra, como en Nibiru.

Arriba representaci�n de EA tambi�n llamado Enki,

que tuvo una importancia cr�tica en la �Misi�n en la Tierra� de los Anunnaki

Por supuesto, los llegados pertenecen a la casa real de Nibiru, son nobles, cuyas normas de sucesi�n y herencia, y las disputas por el mandato y el lugar en la jerarqu�a, ocasionan a lo largo de los cientos de miles de a�os, que narra el Libro mencionado, conflictos enconados y violentos donde hay asesinatos, destierros, castigos, diferencias de opini�n y algunos conflictos b�licos con la Tierra con armas nucleares incluidas.

Estos seres provenientes de Nibiru, privilegiados que tuvieron la ocasi�n de conquistar un planeta aparentemente no habitado hasta entonces por vida inteligente, pero al mismo tiempo, y al parecer v�ctimas de un exilio forzoso motivado por el hecho de seguir proveyendo del oro necesario para la supervivencia de la atm�sfera de su planeta amado de origen, no son representados como �malos� ni �buenos�.

Son capaces de una entrega extraordinaria, de haza�as incre�bles, la culminaci�n de las cuales es la creaci�n de seres inteligentes, concebidos como �ayudantes� en la dura tarea de extraer el tan ansiado oro, a riesgo de saltarse algunas normas y leyes existentes en el Universo y convirti�ndose de esa forma en �creadores�, pero tambi�n conocedores de la envidia, la codicia, la ambici�n, la insatisfacci�n, la venganza, el odio y otros sentimientos considerados por nosotros como �humanos� y los cuales provocan divisiones entre dos clanes durante cientos de miles de a�os, el encabezado por Enki y el liderado por Enlil, su hermanastro.

Tres hermanos,

  • Ea (luego llamado Enki)

  • Enlil (se�or de Mandato, a quien se asigna la Misi�n de la Tierra)

  • Ninki,

son los protagonistas principales de esta historia, los tres hijos de Anu, soberano de Nibiru.

El relato sencillamente narrado resume la historia de cientos de miles de a�os desde la Llegada de los Anunnaki a la tierra hasta el ascenso de Marduk, el primog�nito de Enki, al poder en Egipto.

Ellos fueron los primeros �Anunnaki� que �del Cielo a la Tierra llegaron�.

Su Misi�n y la de sus descendientes en la Tierra comenz� a complicarse seriamente cuando decidieron crear al �Trabajador Primitivo�, no sin antes sortear muchos obst�culos �ticos, pol�ticos y t�cnicos.

Lo importante sobre el origen de la humanidad es que es un hecho absolutamente �nico. Aparentemente, a juzgar por la cr�nica de Enki, nunca se hab�a o�do hablar del hecho de crear un ser de la nada ya que �todos los seres descienden de una simiente evolucionada a lo largo de eones�.

Pero la necesidad de forjar un Trabajador Primitivo, motiv� que se diera v�a libre a una idea de Ea (o Enki) basada en poner la se�al de los Anunnaki a una simiente ya existente en la Tierra, hom�nidos que caminaban erectos en dos piernas hace 300.000 a�os, y que viv�an entre los animales de las estepas.

Enki convenci� a su hermano, Enlil, quien dirig�a la �Misi�n en la Tierra� de llevar a cabo semejante idea con un argumento importante: no se trataba de crear esclavos, ya que la esclavitud hab�a sido abolida en su propio planeta miles de a�os atr�s, sino de crear �un ayudante�. No se trataba de crear un ser de la nada, algo en manos �nicamente del Creador del Todo, sino de favorecer la evoluci�n poniendo la marca de los Anunnaki en seres hom�nidos propios de la Tierra.

La idea de Enki no era crear una nueva criatura, sino �hacer m�s a su imagen y semejanza a una ya existente� con una sola gota de la existencia de los Annunaki.

No fue una decisi�n f�cil.

Se preguntaron si era Hado o Destino llevar a cabo tal plan y el Dios Creador de Todo dar�a el visto bueno a un plan para salvar de la destrucci�n a Nibiru o no. Pero al final se puso manos a la obra y de esta forma Enki, Ninki, su hermana y Ningishzidda, el hijo de Enki, comenzaron el proyecto. Se trataba de mezclar una hebra de la esencia del ser ya existente en la Tierra con la otra hebra de ADN del Anunnaki.

Estos relatos tienen 6000 a�os de antig�edad y hablan claramente de un proceso de manipulaci�n gen�tica en el que se plane� el primer beb� probeta de la historia, empleando un �vulo de una madre hom�nida y fertilizando el �vulo con material gen�tico (medido en proporciones exactas con objeto de conferirle la imagen, pero no todas las capacidades ni ciclo vital), para despu�s insertarlo en una matriz Anunnaki.

Tal y como se narra en el Libro Perdido de Enki, colocaron un �vulo de la hembra b�peda en un recipiente (probeta) de arcilla (de la Tierra, despu�s de varias pruebas fallidas empleando material de cristal) y se mezcl� con �objetos diminutos� con f�rmulas que conten�an la simiente Anunnaki (en una clara referencia al ADN) y posteriormente, una vez fecundado el �vulo de la hembra b�peda lo colocaron en una matriz Anunnaki, concretamente en la matriz de Ninki, la hermanastra de Enki, tras lo cual hubo concepci�n y �sta dio a luz un var�n sano, sin pelo en el cuerpo, con los sentidos perfectos y capacidad para hablar, al que llamaron Adamu (el Ad�n del Antiguo Testamento).

Posteriormente Ninki se reuni� con siete sanadoras Anunnaki de la ciudad y les pidi� que aceptaran la tarea de ser �matrices� para otros �vulos fecundados de la misma forma.

Pero esta vez, colocaron �vulos de hembras b�pedas y los fecundaron con la esencia (material gen�tico) de Adamu, pronunciando una frase de encantamiento enlazando de esa forma la esencia del Cielo y de la Tierra por parentesco sangu�neo. Insert� los �vulos en matrices Anunnaki y las Anunnaki dieron a luz a siete trabajadores primitivos m�s.

Viendo que la tarea de crear un ej�rcito de esta manera era demasiado ardua, decidieron crear a la contraparte femenina, a la que llamar�an �Tiamat � (con el mismo nombre de la Tierra primitiva antes del cataclismo) y esta vez cambiaron las esencias Anunnaki para ajustarlas a este fin de creaci�n de una f�mina. La matriz de Tiamat esta vez fue la esposa de Enki, Ninti, quien estuvo encantada con esta tarea.

De esta forma, crearon m�s hembras posteriormente para que �stas se reprodujeran de forma natural con los varones ya creados; sin embargo observaron que no hab�a procreaci�n entre hombres y mujeres primitivos.

Ninguna de ellas ten�a descendencia; volvieron a repasar las �esencias� Anunnaki empleadas (las hebras y componentes gen�ticos empleados para el proceso) y vieron que las esencias estaban dispuestas como 22 ramas en un �rbol de la Vida, pero no inclu�an la capacidad de procrear.

Se puede inferir, por lo que viene a continuaci�n, que se estaba produciendo un rechazo que imped�a la procreaci�n. Sin embargo, la presi�n por crear a �trabajadores primitivos� para extraer el oro de �frica era cada vez mayor.

�Qu� har�an en este momento despu�s de tanto trabajo empleado y de que Enlil aprobara a rega�adientes la operaci�n?.

Ningishzidda, el hijo de Enki, experto en estos temas, ten�a la soluci�n; tal y como se describe en �El Libro Perdido de Enki� durmi� a Enki, Ninki, Adamu y Tiamat y extrajo de la costilla de Enki y Ninki su esencia vital y en la costilla de Adamu insert� la de Enki y en la de Tiamat la de Ninki, a�adiendo al �rbol de la Vida dos ramas m�s con fuerzas procreadoras.

Sin duda, todo ello tiene relaci�n con el relato de la costilla de Ad�n y Eva conocido por el G�nesis y que muchos entend�amos como �mito� o �leyenda�.

Parece estar describiendo alg�n tipo de implante que permiti� que ese rechazo inmunitario que impidi� la original descendencia fuera superado por medio de la inserci�n de material gen�tico de dos seres productivos a dos seres sin capacidad de procreaci�n.

Al igual que en el Antiguo Testamento, el texto sumerio recoge la idea de que a partir de ese momento, en que Adamu y Tiamat se �encontraron� y tomaron conciencia de su desnudez y de su feminidad y virilidad algo cambi� por completo. Todo ello horroriz� a Enlil que crey� que se les hab�a dado a esos seres creados, las �ltimas porciones de la �esencia vital� Anunnaki y que quiz�s se les hab�a conferido incluso sus ciclos vitales (de miles de a�os de vida) y la capacidad de autocuraci�n y auto-regeneraci�n.

Fue entonces cuando el hermano de Enki, Enlil, inseguro con el proyecto humano desde el principio, decret� que Adamu y Tamat se marcharan del Edin, donde hasta entonces estaban alejados del duro trabajo, pues el objetivo original era que permanecieran como �moldes� perfectos de la creaci�n humana, s�lo dedicados a la procreaci�n.

Fue Enlil quien decidi� que fueran exiliados all� donde se les necesitaba, al Abzu (�frica Sudoriental) dedicados de pleno al trabajo de extraer el oro, como todos los dem�s humanos creados.

De esta forma fueron expulsados del Edin.

Las alusiones a una �serpiente� maligna hacen una clara referencia al s�mbolo con que se representaba el propio Enki, conocedor de los secretos de la manipulaci�n gen�tica y director de todo este proyecto de la creaci�n del Trabajador Primitivo.

Y de esta forma la humanidad comenz� a proliferar; Adamu y Tiamat tienen tres hijos, y el relato de los acontecimientos que siguieron en gran medida est�n recogidos con mayor o menor fidelidad en el Antiguo Testamento, sin embargo, no eran los �nicos que procreaban.

Enki siempre hab�a sido conocido por sus dotes amorosas y la incontinencia de sus apetitos sexuales.

Una de las tablillas describe c�mo Enki encuentra en el Edin dos hembras de gran atractivo y ambas procrean de �l dando a luz uno cada uno de ellas:

  • Adapa

  • Titi

Adapa, sumamente inteligente, se convierte en el primer hombre civilizado. Adapa y su hermanastra Titi a su vez se emparejan dando a luz a Kain y Abael (en clara referencia a Ca�n y Abel).

En el Antiguo Testamento podemos encontrar multitud de casos en los que el var�n tiene por esposa a su hermanastra (es el caso de Abraham y Sara). Esto est� �ntimamente relacionado con la Ley de herencia de los Anunnaki, as� llamada, de la Simiente, que convierte en herederos leg�timos a los hijos de la hermanastra, antes que al primog�nito, si �ste ha sido concebido por una mujer de otra clase social.

Esta ley Anunnaki marc� el destino de toda la Misi�n de la Tierra multitud de veces.

Arriba, la zona en amarillo es el origen de la civilizaci�n humana

y el lugar donde los Anunnaki crearon Erid� y el Edin.

Enki tuvo otro hijo m�s con otra terrestre, al que llaman Ziusudra (No�).

Despu�s del gran Diluvio producido, tal y como describe una de las tablillas, por la cercan�a de Nibiru y las inestabilidades creadas en la atm�sfera de la Tierra, Enlil decreta el final de la Misi�n en la Tierra (en la forma en que se hab�a llevado a cabo hasta el momento) y se niega a salvar a la humanidad; nunca hab�a visto con buenos ojos el proyecto de creaci�n humana y aprovecha el momento para obligar a todos por juramento a que ning�n humano sea salvado de la cat�strofe.

Sin embargo, Enki, su hermano y creador intelectual del �trabajador primitivo� tiene una visi�n o sue�o que le dice que debe salvar a Ziusudra, su hijo, d�ndole instrucciones claras sobre c�mo construir una barcaza cerrada y sellada con pez, donde se colocan algunos peque�os animales (las esencias de otros mam�feros y plantas ya hab�an sido extra�das y conservadas por Enki para evitar el fin de la vida de la Tierra y poder reconstruir la vida tras el Diluvio).

De esta forma, Ziusudra, as� como algunos descendientes de Kain en otra parte del mundo, ya que hab�an sido desterrados del Edin tras el asesinato de Abael a manos de su hermano, se salvan del Diluvio.

�Se han podido encontrar la prueba de alguno de estos hechos narrados en las tablillas sumerias? Sorprendentemente s� y adem�s no una ni dos, sino m�ltiples pruebas.

He aqu� s�lo algunos de ellos:

  1. Los descubrimientos de objetos estelares como sat�lites o planetas de nuestro Sistema Solar que se produjeron a finales del siglo XX ya se mencionaban en tablillas de miles de a�os de antig�edad (ver referencias �El G�nesis Revisado�) demostrando que el conocimiento sumerio de nuestro Sistema Solar era muy superior al nuestro.

  2. La naturaleza f�sica y aspecto de algunos de los planetas de nuestro Sistema Solar, as� como su composici�n, como es el caso de Urano, Neptuno o J�piter ya se mencionaban en las tablillas sumerias (ver referencias �El G�nesis Revisado�).

  3. Hechos asombrosos como el descubrimiento del ADN mitocondrial han demostrado que todos provenimos de una misma �Eva� primitiva.

  4. El laboratorio gen�tico en el que Enki y su hermana Ninki trabajaron en el dise�o de un trabajador primitivo que pudiera reproducirse se situ� en el Abzu (�frica Suboriental) que fue el territorio que Anu, padre de Enki y Enlil le concedi� para el mandado a Enki en la Tierra, despu�s de darle e Enlil el honor de ser �El Se�or del Mandato� y gobernar en Erid�, ciudad donde se situ� el primer Ed�n.

    El Abzu es el territorio de �frica Sudoriental que corresponde a Kenia, Etiop�a y Somalia. Los �ltimos hallazgos cient�ficos sit�an al primer Homo Sapiens Sapiens en �frica, en la regi�n de Etiop�a, hace unos 200.000 a�os.

�Contradice todo esto plenamente a los conocedores del Antiguo Testamento que defienden el origen hist�rico de los hechos que narra?.

No exactamente.

En realidad, los primeros interesados en conocer el contenido e informaci�n de las tablillas sumerias deber�an ser los propios defensores de la Biblia (en particular el Antiguo Testamento) y de la idea de que �sta refleja hechos hist�ricos, especialmente en su versi�n hebrea, menos manipulada por posteriores interpretaciones ling��sticas y religiosas.

El mismo Sitchin asegura que �un d�a� de la Biblia equivale a 1000 a�os y que al margen de este hecho particular, relacionado con la cuenta sumeria, y a tener en cuenta, los hechos mencionados en el Antiguo Testamento son literales y son reflejo de acontecimientos ya recogidos en cr�nicas y tablillas sumerias.

Un ejemplo de mala interpretaci�n que ha dado origen a muchos problemas es que la Biblia Hebrea recoge la palabra �Elohim� o �Dioses� (es una palabra plural), algo que no se respeta en las posteriores versiones cristianas y que modifica completamente el sentido original.

�Quiere todo esto decir que Dios o Creador del Todo no existe?.

En absoluto, quiere decir lo que quiere decir, que nosotros no somos fruto de la evoluci�n hom�nida, sino de una inteligencia superior, superior a la nuestra, no a la de Dios Creador del Universo. Eso lo ten�an claro, y as� lo reflejan las propias tablillas, hasta los propios protagonistas de esta historia, los Anunnaki, que en muchas ocasiones se plantean si sus acciones ser�n del agrado de �Dios Creador de Todo�.

Por supuesto, lo que contradice plenamente el contenido de las tablillas sumerias es la naturaleza de la �autor�a� de la obra en la Tierra o la naturaleza del �autor� o �autores�, tal y como la interpretan las tradiciones religiosas, es decir todo aquello que ha sido introducido en la mente religiosa a golpe de dogma de fe.

Uno de los pensamientos que me rondaron al leer esto es que, teniendo en cuenta esta cr�nica, nuestros or�genes iniciales, por lo tanto, son m�s Anunnaki que terrestres.

Si tenemos en cuenta que pocos sobrevivieron al Diluvio Universal y que s�lo Ziusudra y su prole (No�, hijo de Enki con una terrestre que a su vez se hab�a creado de Anunnaki y b�peda hom�nida) entre muy pocos y contados pudo hacerlo, nos viene a decir, que el Padre Gen�tico de toda la Humanidad es Enki, un ser Anunnaki de una inteligencia y capacidades extraordinarias (recomiendo leer los libros para darse cuenta de hasta d�nde llegaban/llegan estas capacidades de Enki en particular y en general en la raza Anunnaki), y que nuestro componente de �mam�fero b�pedo� es menor desde el punto de vista de la composici�n gen�tica.

La mitad de nuestra gen�tica, a tenor de todo esto, es cien por cien Anunnaki y la otra mitad es Anunnaki en un porcentaje superior al cincuenta por ciento.

Sin embargo, es cierto que no somos ni el p�lido reflejo de lo que fueron los primeros humanos creados que, si bien no hab�an heredado la longevidad Anunnaki, viv�an, como bien atestigua el Antiguo Testamento cientos de a�os. Abraham vivi� m�s de 900 a�os, sus hijos un poco menos y en cada generaci�n el n�mero de a�os hasta llegar a nuestros d�as ha sido menor.

�Qu� iron�a que digamos a menudo que cada vez vivimos m�s a�os, gracias a los adelantos de la Ciencia!.

La duod�cima tablilla habla de la designaci�n, por parte de los l�deres de la Misi�n Tierra, de tres regiones de civilizaci�n para la Humanidad.

  • La primera regi�n e instalaciones espaciales eran tierras de Enlil. La primera civilizaci�n del hombre comienza en la Primera Regi�n, Sumeria.

  • A Innana, nieta favorita de Anu, se le concede la tercera regi�n, Valle del Indo.

  • Marduk se apodera de la Segunda Regi�n, el Antiguo Egipto, depone a Ningishzidda (Thot) y se declara a s� mismo Ra, o dios supremo, dando inicio a una nueva religi�n, e inicia los reinados de los faraones.

�Es entonces cuando comienza el reinado de la mentira en la Tierra con objeto de encerrar al humano creado en una concepci�n falsa de la realidad?

Sabemos que los misterios que atesoran las sociedades secretas de la masoner�a tienen su ra�z en el Antiguo Egipto y la �poca de los faraones y es sencillo poder imaginar que la clave de los misterios se encuentra en lo que ellos saben y los dem�s desconocemos, nuestro origen y la realidad que sin embargo nos gritan los protagonistas de todo esto desde el pasado plasmado en las tablillas sumerias.

Arriba representaci�n en la cumbre de su gloria de Marduk/Ra

El Libro Perdido de Enki termina en sus �ltimas p�ginas con esta cr�nica:

�Babili, donde Marduk declar� la supremac�a, se libr� del Viento Maligno. Todas las tierras al sur de Babili fueron devoradas por el Viento Maligno; tambi�n alcanz� al coraz�n de la segunda regi�n. (..) Enki le hizo considerar a Enlil el libramiento de Babili como un augurio divino.

�El libramiento de Babili confirma que Marduk ha sido destinado para la supremac�a� , as� le dijo Enki a Enlil.

Babili es por supuesto Babilonia, y la tablilla marca el final de la cr�nica que comienza con la era de la supremac�a de Marduk, que no era el heredero designado inicialmente para la Tierra en Babilonia y en la Tierra, sino Ninurta, hijo de Enlil, pero que el destino (�Hado o Destino? se preguntaban los propios protagonistas) quiso que fuera finalmente el Heredero de la Misi�n.

El Viento Maligno es la traducci�n sumeria de las tambi�n llamadas �armas del terror� que fueron empleadas hace miles de a�os, como resultado de las disputas entre dos bandos y las m�ltiples ambiciones de unos y otros, armas nucleares, ni m�s, ni menos.

Las tablillas sumerias que hablan de los dioses Anunnaki no son las �nicas en mencionar el uso de armas nucleares en la antig�edad.

Una gran capa de cenizas radioactivas fue encontrada en Rajasthan, India en 1992, cubriendo un �rea de unos ocho kil�metros cuadrados, a 16 kil�metros al oeste de Jodhpur. La radiaci�n es tan intensa que a�n contamina la zona.

El Mahabharata describe con precisi�n un acontecimiento de este tipo:

�Un �nico proyectil cargado con todo el poder del Universo� Una columna incandescente de humo y llamas tan brillante como 10.000 soles se elev� en todo su esplendor� era un arma desconocida, un rayo de hierro, un gigantesco mensajero de muerte que redujo a cenizas a una raza entera�.

Marduk y su ciudad Babili, no se vieron afectadas por esta cat�strofe nuclear lo que origin� su designaci�n como heredero de la Misi�n en la Tierra.

Muy probablemente la esposa de Lot no fue convertida en sal por el castigo de �Dios� al desobedecer su orden, sino que fue convertida en polvo como consecuencia de una explosi�n nuclear. El Libro de Enki refleja que m�s bien los �dioses� se lamentaron amargamente de la suerte que hab�an corrido las ciudades de la Tierra civilizada por las deflagraciones nucleares que nunca tuvieron que haber ocurrido.

De hecho, no fueron resultado de una decisi�n consciente o meditada, sino que se produjo un error de c�lculo con unas armas que nunca debieron haberse encontrado en la Tierra y que estaban aqu� como consecuencia del mismo origen de la Misi�n en la Tierra.

Durante cientos de miles de a�os estuvieron escondidas para que no fueran usadas, y como puede imaginarse, quien lo hizo finalmente no era plenamente consciente de los efectos que aquello iba a acarrear.

Cuando vemos a algunos l�deres mundiales, asociados a altos grados de la masoner�a y las sociedades secretas, rezar ante el Antiguo Testamento nos preguntamos qu� es lo que realmente les cruza por la mente.

  • �Son �stos ajenos a todo esto que relatan las tablillas sumerias?

  • �Se trata s�lo de hipocres�a o est�n elevando oraciones en honor a seres inteligentes que han marcado nuestro pasado y presente hasta un punto dif�cil de asumir, pero que no son El Dios Creador de Todo, y cuya historia recoge en parte de el Antiguo Testamento y cuya clave de lectura tienen aquellos que conocen los misterios?

  • �Son estos, parte de los secretos que desvelan determinados niveles y ritos de la masoner�a?

Algunas reflexiones personales:

  • Si la dataci�n y el origen sumerio de las tablillas sumerias es incontestable

  • Si ninguna autoridad cient�fica, versada en idiomas de la antig�edad ha contradicho jam�s una coma de las traducciones de Sitchin

  • Si jam�s se ha negado el origen milenario de las tablillas sumerias, que hoy est�n expuestas en algunos prestigiosos museos del mundo

  • Dado que multitud de hechos que narran las tablillas han sido posteriormente verificados y encontrados correctos por nuestros conocimientos cient�ficos

    �Acaso no estamos obligados a considerar esta visi�n sobre nuestro origen y el pasado de la Tierra?

La dificultad para asumirlos en su totalidad ciertamente es inmensa, en particular el hecho de asumir que podr�amos ser producto de la manipulaci�n gen�tica por parte de seres m�s inteligentes, y dise�ados �a imagen y semejanza� de seres superiores en inteligencia, desarrollo tecnol�gico y civilizaci�n y con conocimiento profundo de la gen�tica y la naturaleza.

Si tenemos en cuenta la capacidad que tenemos de modificar nuestra propia gen�tica con nuestro pensamiento o campo inform�tico a nuestro alrededor, y el hecho de que, como consecuencia, se produzca una selectiva impresi�n de nuestros genes a partir de nuestras propias creencias, me atrevo a concluir que la humanidad est� �atrayendo� o �expresando� su parte m�s hom�nida en detrimento de otras menos animales y m�s interesantes en cuanto al potencial de creaci�n y creatividad innatas, y que sin embargo est�n presentes en nuestros genes desde el comienzo de la humanidad, ya que nada se crea ni se destruye, solamente se transforma, de manera que ese potencial inconmensurable est� ah�.

�No es este tambi�n el objetivo de Matrix?.

Por otro lado, �resulta todo esto m�s dif�cil de asumir que el hecho de que somos producto de una evoluci�n de seres hom�nidos con los que aun compartimos espacio en la Tierra, incapaces de hablar o de destreza digital, por simp�ticos y �monos� que nos parezcan?.

Todo depende del cristal con que se mire.

Pero estamos en el momento exacto en que merece la pena que consideremos todo esto para nuestro bien ya que el conocimiento ha sido desvelado y est� a nuestro alcance. No podemos seguir ignor�ndolo.

Incluso si asumimos todo esto, me parece evidente que tampoco esta verdad refleja Toda la Verdad, sino que estos hechos hist�ricos se enmarcan en otra Verdad de una dimensi�n aun superior.

Como dice B. Marciniak en �Mensajeros del Alba�:

�Los planificadores originales de la Tierra pertenec�an a la Familia de la Luz (que es informaci�n) y decidieron que la Tierra fuese una biblioteca c�smica. Civilizaciones nacieron en la Tierra hace 500.000 a�os y yacen bajos los hielos de la Ant�rtica.

Ciertos dioses creadores (en clara referencia a los Anunnaki) llegaron para apoderarse de esta biblioteca viviente hace 300.000 a�os, hubo lucha y ganaron.

Estos nuevos due�os no quer�an que la especie humana tuviera acceso a la informaci�n. La humanidad es un experimento.

Fue dise�ada como casi todo lo que existe en la Creaci�n. El Creador hizo brotar de s� energ�as, a quienes dot� de los mismos dones que pose�a. Estas energ�as, que llamaremos �dioses�, empezaron a probar sus dones.

Estos nuevos due�os eran conocedores de la ingenier�a gen�tica, y sab�an que la conciencia existe en todas las cosas, as� que ajustaron las energ�as electromagn�ticas de la conciencia para que vibrara a cierta frecuencia. Los nuevos due�os se nutr�an del temor y del caos.

Reestructuraron el ADN para que el hombre funcionara dentro de una escala limitada; el ser humano original ten�a doce filamentos, contribuci�n de doce civilizaciones, estos nuevos due�os lo redujeron a dos.

Se rode� al planeta de un cerco desde el cual se controlaba la frecuencia de los humanos para ser modificados. Este cerco imped�a que la Luz llegara como antes.

Y cuando lograban pasar la barrera no hab�a respuesta en la Tierra, pues los humanos estaban desconectados. La mayor tiran�a en una sociedad no es el control por la ley marcial, sino la manipulaci�n psicol�gica de la conciencia, de manera que los que viven dentro de esa realidad ni se dan cuenta que est�n prisioneros.

Ni saben que existe otra cosa fuera de ellos.

Ustedes han estado controlados como ovejas en el redil por quienes se sienten vuestros due�os, desde el gobierno y el establecimiento de los que est�n en el espacio.�